Me viene al caso reflexionar:
Si la Democracia en España sigue siendo la expresión del poder de los fuertes, de los más fuertes y de su voluntad, cabría preguntarse si en dicha lid de brutos caben los más brutos. Y los más brutos no pueden ser otros que aquellos que en nombre de la etérea voluntad divina también mataron en nombre del orden. Viva la muerte, exclamaban hace 80 años, al igual que ahora lo exclaman otros desde oriente.
España, Europa y el mundo reviven constantemente la historia. Porque todos los sabios del pasado siguen siéndolo en el presente: No hay carrera de relevos, es una mentira más de la Ciencia (la ciencia es la confusión ordenada de la apariencia y lo aparente difícilmente puede ser la verdad).
El paradigma sigue vivo: El que juega pierde
¿Pierde el que gana? o ¿Gana el que pierde? ¡¡¡Que pesen todos los corazones más allá de las fronteras de la vida!!!!!. Y los verdaderos Santos se regocijen ante la destrucción de los brutos.