Lawfere
(“Dª. Erre que erre”)
El objetivo de este escrito (en formato de artículo) es mostrar como
un contexto falseado, que aparece en un informe médico de Alta Hospitalaria (en este caso del Hospital Lozano Blesa de
Zaragoza), con una sola frase, aparentemente insignificativa al comienzo de
un informe médico, pretendería tanto “esconder”, como “ocultar” o “disimular” y
“crear certeza” (y una vez detectada la “argucia”), mostrarla como
“intrascendente”, con la que evadir, lo que literalmente expresara, y poder
constituir y asentar un “relato” (falseado) entorno a la persona, que ya
estará siempre contaminado, por “tóxico”, por lo que a su vez, la misma
necesidad de falsear la realidad señalaría “inseguridades” en los
propios “actores”, ante el inicio de una nueva fase en la “operación de guerra
judicial”, donde uno de sus participantes más relevantes, e imprescindibles en
todo este proceso de “guerra judicial”, pretendería generar confusión o duda
sobre su propia participación inicial, donde fuere pieza esencial para la instrumentalización de su propia
actividad profesional y desde ahí iniciar otro paso mucho más relevante, pero
sis duda ya previsto, de “guerra judicial” sobre su propio hermano (acordada y pactada con su madre).
En principio, esta operación de “guerra
judicial” sobre un miembro de la propia familia, solo pareciera afectar a una
joven persona inocente, y ajena a los motivos de los que se pudiera especular
de muchas maneras diferentes, llegando a concebir nuevamente que, en nuestras
sociedades, ocurren injusticias muy a menudo, y esta sería una más de ellas, a
la que poco se pudiera oponer más allá de que la propia familia, que debiera
velar por el bienestar y desarrollo de todos sus miembros, decidiera ir contra
este miembro en particular, para intentar “cerrarle todas las puertas” que le
ofreciera la vida e incluso crearle las condiciones más adversas, por las
cuales, no fuere su existencia una molestia, ya nunca más (y eso no podría pasar desapercibido a estas alturas, cinco años
después del inicio de esa guerra judicial).
A poco que se vaya desarrollando los motivos y necesidades que llevarían a los “actores” a declarar y expresar tal sucinto y falseado relato –que apenas ocuparía una línea- en dicho informe de Alta Médica “como entorno familiar” del paciente en el ingreso, se podría observar la envergadura y trascendencia de tal operación de “guerra judicial”; no solo por el número de “actores” que acabaran implicados en la misma (directa e indirectamente) sino por la propia naturaleza de dicha “guerra judicial” y el objetivo que existiría más allá de las primeras apariencias.
Para conseguir la finalidad de que se fuera comprendiendo el alcance de dicha actividad, sería necesario realizar una introducción que permitiera entender y vislumbrar la naturaleza, la versatilidad y la amplitud de lo que significa una “guerra judicial”, o más propiamente, la “instrumentalización del sistema judicial” para hacer posible una “guerra judicial” contra un joven (en este caso); caso que mostrará “cómo es posible conseguir la movilización de todos los recursos que el Estado” (y siguieran movilizando) para llevarla a término, en cada una de sus fases. Lo que los anglosajones hubieran definido, sin duda alguna, como Lawfare (“Guerra judicial”) para acabar con una vida o una existencia.
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Antes de
entrar en la definición de “Guerra Judicial” o “Lawfere” cabria señalar que,
recientemente, en el programa de “La Noche en 24h” fuera invitado a presentar
su libro el juez emérito del Supremo Manuel García Castellón, quien señalaría
durante la entrevista, que el Lawfere protagonizado por jueces no fuera viable
en España –como así se “quejaría” en la
actualidad, el entorno social y mediático que apoya al actual Gobierno de coalición;
o situaciones de acusaciones de Lawfere, nombrando casos que fueran mediáticos
en estos momentos, cuando en opinión del entrevistado, Juez emérito del Supremo
Manuel García Castellón, en caso de creer que tales circunstancias de Lawfere, a pesar de que las
decisiones de los jueces señalados por tales prácticas fueran avaladas por
decisiones superiores y, en su caso, las querellas presentadas rechazadas
–tampoco sería posible concebir Lawfere por cuestiones de la influencia de la
propia ideología personal del propio juez, o por cualquier juez, que fuere el
caso, por tal motivo “señalarlo” (aunque
los jueces, como los ciudadanos, tienen sus propias ideologías). Expresamente
el ex-juez García Castellón señalaría en la entrevista: …puesto que existe
un “control extremo” que sobre los propios jueces, dado que el “Poder Judicial”
en “su Consejo”, tiene “mecanismos” como “Servicio de Inspección”,
“responsabilidad penal”, “responsabilidad disciplinaria”, “responsabilidad
civil”… “es decir: hay pocos funcionarios, de los más altos del Estado, que
tengan la vigilancia que tiene un juez ¡no se olvide Vd.! (le explica a la periodista cuando esta, después de leerle un párrafo
del libro que publica el ex-Juez del Supremo donde señala precisamente, la
influencia de las opiniones de jueces que hubieran sido sus compañeros en la
carrera judicial, que sí señalarían existencia de Lawfere en España,
considerándolas el ex_Juez del Supremo, opiniones sectarias, extremistas o
radicales propias de ideologías políticas de extrema izquierda y por lo tanto
de tal condición –el título del libro de Manuel García Castellón se titula
“Habla para que se conozca”- y es el
motivo de la entrevista,); prosiguiendo el autor del libro con su argumento
en defensa de la inexistencia de Lawfere en España al señalar: “que (el juez) tiene delante, al lado de él, al Fiscal, al Abogado del
Estado, al Abogado acusador, al Abogado defensor, al Procurador… y después los
recursos, naturalmente. La vigilancia es extrema. ¡¡¿¿Cómo no va a haber??!! (jueces con sus propias ideologías), por
supuesto que sí; y la ambición humana es ambición humana, además” (concluye el emérito juez mirando al resto de
periodistas invitados) – afirmando, en otro momento, que “en vez de hablar
de Lawfere debieran (si realmente lo
piensan) poner una demanda por prevaricación”.
También
cabría señalar su convicción ante le legitimidad de la acusación de terrorismo
por los hechos en el Aeropuerto del Prat en 2019, (ante la pregunta del director del programa televisivo de RTVE La Noche
en 24h sobre la demora de la instrucción para determinar la acusación de
terrorismo, y manifestarla a principios del año 2024), de haber sido
respaldado en su instrucción, que llevó a la Sala Segunda del Tribunal Supremo
a abrir causa por terrorismo al ex-President Puigdemont – aún huido y amparado en Bélgica- y al diputado del Parlament catalán Rubén Wagensberg (el auto se centra en los hechos ocurridos
el 14-10-2019 en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona, e indica que el
movimiento ‘Tsunami Democràtic’ – mediante estos hechos violentos- son
consecuencia por “la lucha por combatir la Sentencia 459/2019 del procés en la
que se había condenado por sedición y malversación agravada a varios
miembros del Gobierno de Cataluña, trasladando a la opinión pública
internacional la injusticia palmaria de la resolución y organizando actos
violentos para evitar su cumplimiento) señalando que la demora de la
instrucción se debiera a la dificultad que siempre existe en la
des-encriptación de los móviles (siendo
que la decisión se tomara con la rapidez y diligencia debida, y sin esperar a
mayores demoras que hubieran, tal vez permitido, acusaciones más graves a los ya señalados por estos hechos). Y
remarca literalmente que: “el Artículo 573 del Código Penal habla claramente de
lo que es el terrorismo; lo que es. Nos gustará o no nos gustará, pero es lo
que dice, que es: Subvertir gravemente la libertad de los ciudadanos con el
objetivo de una subversión constitucional. Eso es lo que se pretendía (al llevar a cabo los hechos del Aeropuerto
del Prat), otra cosa es que no se consiguiera. Eso es lo que pasó. ¡Oiga!
El Juez tiene que cumplir la ley, lo siento si no gusta”.
Artículo 573
1. Se considerará delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los recursos naturales o el medio ambiente, la salud pública, de riesgo catastrófico, incendio, de falsedad documental, contra la Corona, de atentado y tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, previstos en el presente Código, y el apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte colectivo o de mercancías, cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:
1.ª Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.
2.ª Alterar gravemente la paz pública.
3.ª Desestabilizar gravemente el funcionamiento de una organización internacional.
4.ª Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.
2. Se considerarán igualmente delitos de terrorismo los delitos informáticos tipificados en los artículos 197 bis y 197 ter y 264 a 264 quater cuando los hechos se cometan con alguna de las finalidades a las que se refiere el apartado anterior.
3. Asimismo, tendrán la consideración de delitos de terrorismo el resto de los delitos tipificados en este Capítulo.
Ante la esta pregunta sobre la “acusación de terrorismo” que
le realiza el Director y Presentador del programa “La Noche en 24h” y habiendo
referencias al infarto, y posterior fallecimiento, que sufriera un turista que
fuere con su familia al Aeropuerto ese mismo día de los incidentes, (que fueron la causa de la instrucción con
la acusación del delito de terrorismo), el ex-Juez del Supremo comenzaría
la exposición del argumento que legitimara su decisión de acusar de terrorismo,
con la reproducción de la frase de un filósofo francés, ya fallecido,
procedente de la lectura del libro “El conocimiento inútil”; libro que
recomendara a los presentes en la tertulia leer: “La primera fuerza que
domina el mundo es la mentira” aludiendo, que al respecto del turista que
falleciera por infarto, no fuere cierto lo que se publicara o insinuara en los
medios periodísticos, que inducirían a pensar que el magistrado intentaría vincular ese fallecimiento como consecuencia de
aquella violencia (en el Aeropuerto del Prat en 2019) y que motivaría su
acusación de terrorismo realizada en 2024 (demorándose
el tiempo necesario para el des-encriptamiento de los móviles que permitirían
señalar el motivo y quienes fueran los que impulsaran los incidentes); se
pondría en contacto con la hija del fallecido, que vivía en Estrasburgo, para
realizarle el ofrecimiento de acciones legales (la respuesta familiar del fallecido fuere rechazarlas y contestar a
ese ofrecimiento: “Nunca volveré a España y menos a Catalunya”)
Por otro lado, cabe destacar la “muy acertada referencia”
señalada por el ex-Juez del Supremo (por
lo llamativo que resulta por “contundente evidencia”, que se pudiera dar la
circunstancia, por la cual, un partido político con representación
Parlamentaria y capacidad negociadora para designar la elección de un vocal en
el Consejo General del Poder Judicial -que es el máximo órgano de control del
poder Judicial sobre los jueces- como el mismo entrevistado señalaría durante
la entrevista) que un partido con
representación en el Congreso de los Diputados pidiera la dimisión del “Vocal”
del CGPJ, ya miembro de esa institución, porque votara, en una decisión que se
tomaba en dicha Institución, en sentido contrario a la línea política que
viniera sosteniendo el Partido que le propuso (dejando en evidencia que tal partido “no entendería” lo que
significaría la naturaleza de independencia de los jueces y de los miembros
nombrados para constituir el CGPJ)
En otro momento de la entrevista, al respecto de las fechas
en que se llevaron algunas resoluciones judiciales, que por su proximidad a las
consultas electorales (desde 15 días
antes de elecciones en el caso de imputaciones a ex-presidentes del PP y a 3 días de elecciones en el caso de la
esposa del Presidente del Gobierno, señalando se le llamaría a declarar tres
meses después de tal acusación judicial PSOE) que afectarían adversamente
al resultado de cada una de esas formaciones políticas, en las diferentes
consultas, el ex-Juez señalaría “qué pensarían” los “débiles” si a los
poderosos se les mira sus circunstancias y al resto de ciudadanos no. Aunque en
el caso del anuncio de la acusación a la mujer del Presidente del Gobierno,
tres días antes de unas elecciones, admitiría crítica (o debate) sobre tal decisión tomada por el juez competente al que
no conoce ni hubiera nunca hablado con él. También señalaría hacia el comienzo
de la entrevista que “a la Democracia hay que cuidarla, es un sistema muy
frágil”, y describe los poderes que la conforman, señalando que se vota
cada cuatro años, añadiendo:
“…eso está muy bien, pero no es sólo eso; lo que
hay que hacer es respetar el imperio de la Ley, que es lo que sostiene la
Democracia. Cuando ves ataques a jueces incómodos porque no hacen lo que tú
quieres… yo lo cuento en el libro… cuando quería venir a la Nacional, pero no
sabía muy bien qué hacer, pues vine a ver al presidente de la Sala de lo Penal,
un prestigioso Magistrado, Siro García,
y me dijo: Bueno, haz lo que quieras, pero ya sabes lo que va a pasar, si haces
o no haces lo que quieren los poderosos, van a tratar de destruirte personal y
profesionalmente. He comprobado a lo largo de estos años que es exactamente
así: Tenemos los ataques a jueces, las acusaciones de Lawfere, la utilización
de lo que llaman las cloacas del Estado, la utilización de medios muy
prestigiosos del Estado, como son la abogacía del Estado, el Ministerio Fiscal,
para finalidades, al menos, no muy claras y, además, tenemos el conjunto de
medidas: Como son el “cambio de investigación del Juez al Fiscal” que no me
merece ninguna garantía. Y no me la merece por una razón muy sencilla: El único
que tiene garantías de independencia en la Constitución es el Juez ¡El único!
Si tú haces una ley para cambiar la instrucción, “de uno a otro”, recoge en la
Ley ciertas garantías de independencia en el Ministerio Fiscal, pero me temo
que ese Proyecto de Ley no las recoge” ”
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La
entrevista, en general, parece que sorprendiera o “paralizara” a los
periodistas contertulios (al menos a la
mayoría) que de diferentes medios de comunicación –por lo general de prensa escrita- vienen participando en ese
formato de programa de RTVE y que ha venido siendo un formato que se hubiera
ido manteniendo camino ya de 20 años. (https://www.rtve.es/play/videos/la-noche-en-24h/06-11-25/16805044/)
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Buscando
en internet el video de esta entrevista en RTVE, sin recordar exactamente el
nombre del entrevistado, ni el nombre de su publicación, apareció previamente
durante esa búsqueda “a ciegas”, la presentación de un libro por otro
juez, Marchena Gómez, cuya publicación y
presentación también se realizara este mismo año 2025, del que hubiera un vídeo
en Internet , subido por la Fundación Ibercaja, entrevistando al Juez Marchena
Gómez, autor de: “La justicia amenazada”.
Al ojear
la entrevista que realizara en el “Patio de la Infanta” (en un programa cultural de la Fundación Ibercaja, del Ciclo: “Martes de
libros”) cuyo video subieran a youtube (haciendo
así de mayor accesibilidad, capacidad de divulgación y transcendencia, ya que
dicho espacio suele siempre llenarse, por lo que difícilmente se puede
acceder); comenzaría el acto de presentación, de manera solemne –al menos el espacio elegido para esas
conferencias y presentaciones, y la naturaleza de la entidad de los invitados
lo requeriría- dirigiéndose al
público invitado el Director General de la Fundación Ibercaja D. José Luis
Rodrigo, comenzaba el acto con una afirmación: “Donde no hay separaciones de
poderes, no hay libertad, hay otra cosa” (una
frase de otro aragonés –turolense, que se hiciera popular: Manuel Pizarro, al parecer sin quererlo, al defender a los accionistas de Endesa
frente a una opa hostil e insuficiente, que acabaría politizándose, por lo que
sería conocido al convertirse en noticia; pero que daría como resultado la
aparición de una mucho mejor oferta en favor de otra empresa, en este caso
alemana, por lo que le llevaría, también, a ser criticado. Durante
este proceso de interés político, Manuel Pizarro manifestó sentirse acosado por
el gobierno y espiado por el CNI.[11)
El libro que se presentaba lleva como título “La Justicia,
amenazada”, una publicación del Juez Marchena Gómez, Magistrado del Tribunal
Supremo. Del somero visionado de la conferencia llamara el interés la
referencia que hiciera a las distintas visiones que tiene los abogados frente a
los Fiscales y Jueces –habiendo señalado
previamente que, él mismo, también fuere en su día abogado del turno de oficio:
Al abogado le llega un problema humano, al fiscal y al juez un problema
jurídico. Cuando llegas a una solución (habla
el magistrado en primera persona), la solución del abogado, es la solución
de un problema humano, y el fiscal y el juez han resuelto un problema jurídico.
(en la propia presentación de su
libro “La Justicia, amenazada”, el propio magistrado vendría a señalar como si
de cierta incomodidad – así interpretaría esa primera visión somera – al tener
que abordar un libro de naturaleza jurídica, porque entendiera, al parecer, que
la justicia tiene elementos demasiados técnicos a observar, por lo que
consideraría la necesidad de divulgación como si se tratara de una
“banalización de la justicia”. Durante el desarrollo de la entrevista pareciera
apelar a la condición de “Cuerpo” del Sistema judicial español, englobando o
invitando a participar y “unirse” al mismo concepto de “Cuerpo” a los Colegios
de Abogados; así como buscara trasladar la idea del término “Corporativismo”,
para el conjunto de todas las instituciones que conformarían, o intervendrían,
en la actividad del Poder Judicial dando como resultado: Impartir Justicia.
A su vez, trasladaría al auditorio
-que atendía los argumentos del Magistrado- lo que pareciera un particular
“alivio” con la prohibición que se consiguiera en EEUU del uso, con mucho
éxito, de la Inteligencia Artificial por un abogado que hubiera conseguido
ganar más del 90% de los casos que llevara – más del 90%, acercándose
prácticamente al 100%- y pretendiera celebrar una vista pública usando los
algoritmos que hubiera desarrollado con tanto éxito –acumulando miles y miles
de sentencias- para que la vista se desarrollara por primera vez con
algoritmos, que al parecer ya hubiera diseñado para sustituir a Abogados,
Fiscales y Jueces. Es decir, el ensayo pretendiera demostrar que el uso de
algoritmos –sustituyendo a todos los “actores” que participan de una “Vista
Judicial” en EEUU, sería de garantías muy superiores a las actuales medios
humanos empleados para garantizar justicia. Siendo que tal “ensayo” fuera
prohibido, así como le prohibieran anunciarse como Abogado vinculadose a tal
tecnología).
Nota: al mirar en wikipedia para conocer el nombre
completo del magistrado, llama la atención el apartado de controversias. Suele
ser común que figuras de relevancia pública exista controversia, en ese
artículo de wikipedia se citan dos:
La primera de ellas en la
modificación de la doctrina denominada Botín, que permitiera inhabilitar y condenar por desobediencia a los parlamentarios
vascos, Juan María Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao, en el conocido
como caso Atutxa.[49] El Supremo había
admitido a trámite el recurso de la asociación Manos Limpias contra la
sentencia absolutoria (enero de 2007) del Tribunal
Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) por
unos hechos sucedidos en 2003.[50] En 2013, el
Tribunal Constitucional rechazó el recurso de amparo presentado por los
parlamentarios vascos y confirmó sus inhabilitaciones.[51] En 2017, el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (TEDH) falló contra España por haber vulnerado
el punto 6.1 del Convenio Europeo de
Derechos Humanos que ampara el derecho a un juicio justo.[52] El 2019, el
Supremo anuló definitivamente la sentencia condenatoria de 2008 y ordenó el
retorno de las multas impuestas.[53]
La segunda: El 7 de mayo de 2012 una veintena de juristas presentaron un escrito ante el presidente del CGPJ Carlos Dívar exponiendo una serie de conductas privadas de magistrados del Supremo entre los que se encontraba Marchena "impartiendo cursos, conferencias y charlas para fundaciones, universidades y entidades con el patrocinio financiero de al menos 25 empresas privadas, desde bancos como el Santander o Cajamar, hasta multinacionales como Wolters Kluwer y Endesa, pasando por grandes bufetes de abogados como Garrigues Walker".[54] Esta frustrada denuncia fue rechazada "a límine" sin dar lugar a la incoación de ningún tipo de diligencia por el Consejo General del Poder Judicial. El artículo 389.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que el cargo de Juez o Magistrado es incompatible con todo empleo, cargo o profesión retribuida, salvo la docencia o investigación jurídica, así como la producción y creación literaria, artística, científica y técnica, y las publicaciones derivadas de aquella, de conformidad con lo dispuesto en la legislación sobre incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas.[55]
De
la visión de la entrevista de estos dos Magistrados del Supremo, se podrían
extraer algunos interrogantes o certezas que pudieran o inquietar o hacer mejor
comprender cuál fuere la visión del Poder Judicial en España, desde la
vertiente “conservadora” (que fuera
la mayoritaria) al que parecieran pertenecer ambos Magistrados, al decir de
los comentarios de ambos, en especial claramente el primero, que así lo
expresara en su libro respecto a sus “compañeros” como jueces radicales de
izquierdas; y también así se mostraría el segundo video donde el pensamiento
del Magistrado en activo del Tribunal Supremo, sugeriría como mejor formato el
modelo de Estado Aristocrático (¿?) Ver:
https://en.wikipedia.org/wiki/Aristocratic_Republic_(Peru) .
La
visión de ambos parece cuestionar, o tener recelos, o abierta desconfianza de
la Democracia en España; por lo que de ser así, se estaría explorando en la
actualidad de manera intensa las alternativas al modelo político en España,
bajo el principio reconocido hace un tiempo de que en España la Democracia
“no es militante”, motivo por el cual existen partidos políticos que desde
la restauración democrática, en 1978, hasta nuestros días defienden en sus programas electorales
proposiciones político-ideológicas que defendiera configurar el Estado Español
como un régimen autoritario de extrema Izquierda, (tomando como referente la
URSS ), o de extrema derecha (evocando o añorando el retorno desde la
Democracia al sistema modelo de la dictadura franquista) – este último partido no se manifestara como
actor, hasta más recientemente, probablemente al hallrse inserto entre los
votantes conservadores y en las propias estructuras del partido conservador y
se acabaran por activar ante una situación política que parece que previeran se
podría producir en el momento en que el PSOE se debilitara o quisiendo avanzar
y profundizar en conceptos democráticos no pudiera por la oposición del mundo
conservador y el contrfol real y formal de sus instituciones relevantes– y que
fuera la condición o motivo de ceder el paso al formato de la Democracia – y
expusieran reiteradamente las “líneas rojas” y haciendo posible lo concebido
como judicialización de la política;
estando, al parecer, para tal función el Poder Judicial y siendo al parecer la
Fiscalía la que en gobiernos del PSOE y mediante argumentos jurídicos, quisiera
romper tales barreras conservadoras, siendo a la postre la adhesión a la CEE y
constituirse la Unión Europea, y el Poder Judicial en España debiera someterse
a los criterios sostenidos como democráticos en el TEDH,
(cuestión
que en la actualidad pareciera también cuestionarse, al hallarse el mundo
conservador en la exploración y aplicación del transito del sistema democrático
a uno autoritario y similar al propuesto por el Juez del Supremo, en formato de
República Aristocrática (que pudiera constituirse en un “mensaje” destinado a
la Corona, aludiendo a una decisión ya tomada y a la posibilidad de que
la Corona la acepte o hubiere alternativa prevista que en nada alterarían los
planes que se estuvieran llevando a cabo (como si del conocido y viejo refrán
popular se tratara: “Son lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas”…
en caso de desacuerdo te vas). De ser cierta esta hipótesis,
estaríamos viendo el procedimiento que
llevaría a la depuración del Fiscal General del Estado como paso previo a la
depuración interna del Poder Judicial
(e
incluso la transformación mediante la inhabilitación o “allanamiento” “de
facto” del Tribunal Constitucional, del que ya hubiere “signos”de
haberse intentado sobre su actual Presidente el Excmo. Sr. Cándido
Conde-Pumpido, en especial, al observarse la “operación mediática” destinada a
causarle daño, mal y desprestigio para bloquearle en tal cargo, mediante la
aparente “operación” que se forjaría ante la constatada vulnerabilidad de uno de sus tres hijos, que
teniendo problemas emocionales, pero siendo autónomo y viviendo
independientemente, le “montaría una fiesta” en su casa por medio de “supuestos
amigos” que llevaran drogas y a al menos a una señora extrajera, al parecer
contratada y venida de su país expresamente a realizar tales tareas de compañía
(supuestamente de señorita de compañía) después de acusar de agresión sexual a
ese hijo, de tal manera confusa y en cierta contradicción con las imágenes de
seguridad de la casa, que volvería prácticamente y de inmediato a su país
cuando constatara el interés mediático despertado en al prensa y manifestaría
tener miedo por su vida; pues al ser una cuestión familiar y enterarse
inmediatamente de todo lo acontecido, en la casa del hijo, su padre: Presidente
del Tribunal Constitucional y señalar, desde el primer momento los pasos
inmediatos que debieran dar la familia para proteger a su hijo de la manifiesta
maniobra política (de Lawfere) que se cerniera al acceder al Cargo de
Presidente del Tribunal Constitucional en medio de una lucha intestina por la
renovación y el control del también órgano del CGPJ).
Es
decir, estaría en marcha una operación judicial destinada a seguir el mismo
criterio que llevara de la dictadura a la democracia pero ahora en sentido
contrario, usando el aparente aséptico criterio que tanto entonces como ahora
sirviera de transito:De la Ley a la Ley .
(por
ejemplo al proponerse, en este momento, un modelo aristocrático para España,
del que la única referencia conocida sería el corto periodo establecido en Perú
como República Aristocrática, al depender su actividad económica y política de
la casi total influencia de intereses extranjeros en especial provenientes de
EEUU, y tenerse que estructurar su sociedad en formato oligárquico de las
familias que controlaban la producción del Perú).
Desde
el máximo poder de definición e interpretación que se le diera a nuestra
Constitución, se señalara que en España la Democracia “no es militante”
y ello, sin duda, hiciera posible tanto el tránsito de la Dictadura a la
Democracia (sin confrontación extremadamente violenta), como ahora,
se pudiera dar el tránsito de la Democracia a la Dictadura.
De
alguna manera pudiéramos concebir lo que siempre pareciera como un “ensayo
controlado” y con capacidad de ser reversible y analizado, nuevamente, en todos
sus errores (y que se podrían considerar producto de una visión poco humana
y extremadamente materialista que se sostuviera, también, desde el mundo
progresista a veces de manera extrema)
El
modelo aristocrático que se propusiera como formato donde los mejores, dentro
del seno de la propia aristocracia elegida, serían los que ocuparan los puestos
del Poder del Estado y decidieran las actividades y legalidad del resto de la
sociedad, tampoco respondiera a la verdad real y de hecho. Es un
criterio ya conocido en España durante el s.XIX cuando la Ilustración llegara a
demostrar que el conocimiento “verdadero” al alcance de todos, sin distinción
de condición social, era capaz de transformar las vidas y ofrecer soluciones y
avances al resto de la sociedad, sin por ello ser preciso pertenecer a la
Aristocracia o a la Burguesía que ya empezaba a controlar el poder económico
del Estado y reclamaba un espacio para sí, emulando lo acontecido en la
Revolución Francesa. Y España se dividió entre los que quería la Luz del
conocimiento para sí mismos y los que reclamaban que esa Luz fuera al alcance
de todos para superar toda superstición y llevar la posibilidad del bienestar a
toda la ciudadanía. El enfrentamiento alcanzaría a todo el poder ya fuera la
Nobleza, la Iglesia, la Aristocracia y a la propia Corona haciendo posible que se negara la redondez de
la Tierra, el sistema Helio-centrista y buscando hacer posible que la gente
creyera que el Universo entero giraba entono a la Tierra, argumentando falsamente
para hacer prevalecer las apariencias. Pero aun así, llegado el momento de las revoluciones
industriales y la extensión del conocimiento a toda las capas de la sociedad,
esas mismas élites que se considerarían hoy aristocracia, tuvieran que vivir no
solo del trabajo de los ahora considerados “débiles” sino también de sus ideas
y proyectos, y ante tal contradicción inconfesable, pugnarían hasta hoy en día,
en desacreditarles hasta hacer posible su degradación moral como paso previo
a la eliminación social y física de la
persona, sin que ello pasara percibido por el resto de los “débiles”, que ni si
quieran le creyeran, por considerar “lunático” lo que dijere y “explicara como
más verdad” frente a las “apariencias” que llegan desde el poder, desde hace
siglos hasta nuestros días.
De
alguna manera la proposición del Magistrado Marchena que realizara en Zaragoza,
al presentar su libro “La Justicia amenazada” respondería a su vez a intentar
vislumbra al auditorio el formato destinado a imponer un modelo de Estado que
garantizara la supervivencia de quienes se hallarían, en este momento, en el
control de los poderes básicos del Estado, frente a los bruscos cambios que
vemos producirse internacionalmente, y sin embargo, ya se señalara que la
tecnología misma estaría ya en ciernes de nos solo sustituir a los ciudadanos
en sus tareas cotidianas (en fábricas, en tareas administrativas, en la
automatización de la producción agropecuaria, las manofacturas y el mismo
comercio...etc) siendo prevista una transición progresiva, tal vez
acelerada una vez se deslinden los bandos que entrarían en conflicto para
determinar el nuevo equilibrio de polarización, que hiciera posible la plena
sustitución de personas por máquinas y algoritmos, y que llevaría a un nuevo y
siempre añorado como literal Paraíso en la Tierra, donde los que quedaran de
tal proceso de selección vivieran realmente como siempre se soñara que fuera
posible vivir en esta Tierra.
Sin embargo, la condición humana sigue siendo un elemento distorsionador cuando solo se contemplara la definición de animal-racional para el Ser Humano y hubiera conformidad con ella, también desde el mundo del Poder, poder que ahora se dispondría a ir aplicando los pasos necesarios y precisos para conseguir tal Paraíso para una minoría “elegida” como aristocrática y esencial, dado que vimos las recientes imágenes en TV, durante la cumbre celebrada en India, donde los comentarios mantenidos por los líderes de China y Rusia (acompañado del líder de India, que pudiera estar escuchando tal distópica y asombrosa conversación) donde la conversación giraba en que ambos eran demasiado jóvenes 72 y 73 años (para morir) y que los trasplantes de órganos habían avanzado mucho para prolongar la vida con garantías, siendo que algunos científicos quisieran asegurar que la vida indefinida por medio de los conocimientos que se van consiguiendo, estaría la alcance de toda la Humanidad en poco tiempo – seguramente al alcance de la Humanidad que quedara, por lo que el pretendido paraíso lo sería probablemente de viejos malhumorados, llenos de manías y siempre dispuestos a eliminar a cualquiera que pretendiera hacerles sombra y a disfrutar, aun así, de todos los placeres posibles y al alcance de tal soberano poder sobre sus ya súbditos, siempre dispuestos a servirles y a tolerar cualquier abuso para no perder la propia existencia.
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A pesar de
las evidencias que mostrará la definición de Lawfere y la “versatilidad” que
puede alcanzar la actividad del Estado cuando una parte “interesada” desata un
proyecto de “Guerra Judicial”, la convicción del mundo conservador en España
suele ser contraria a la existencia de dichas prácticas, tal vez por su
posición de dominio y control sobre los puestos esenciales y relevantes que
constituyen la estructura y aparato que configura la existencia del mismo
Estado.
(aunque de
existir, como este artículo pretende demostrar con exactitud, no sería la
técnica de “guerra judicial” (Lawfere) un recurso exclusivo y extremo, del
ámbito conservador en España sino, como se podrá apreciar, la “Guerra Judicial”
Lawfere no es patrimonio de una visión política concreta (o del formato democrático, o no, de un Estado), más bien parece un
instrumento al alcance de muchos que se pusiera en funcionamiento, de manera
imparable y demoledora para destruir una persona, una vez activado (el Lawfere puede ser “activado”, pero solo
es posible por quienes conocieran con precisión el funcionamiento o mecanismo o
incidente que activaría la rama de la Justicia que le interesara activar de su
propio Estado) más por intereses concretos y determinados, incluso en
ocasiones por circunstancias coyunturales. También cabría afirmar que la Guerra
Judicial “Lawfere” no solo estaría al alcance de miembros o funcionarios en el
ejercicio de sus funciones de servicio al Estado, sino que en determinadas
circunstancias, funcionarios con ciertas funciones concretas o actividades
profesionales específicas, pueden desatar Lawfere contra personas particulares
por motivos no contemplados como delito o faltas o conducta e modo alguno
reprochable en la actual Constitución Española.
(opinar diferente, visiones de la vida
diferentes o incompatibles, envidias, rivalidad personal, por capricho
particular, por cuestiones materiales como quedarse con una propiedad que
envidia u obtener unos beneficios de cualquier índole, muy particulares, o por
simple pre-juicios, o por venganza, o por sostener sensibilidades diferentes
ante la existencia, e incluso sobre inocentes para conseguir efectos Vicarios
sobre el objetivo real del rencor o animadversión …etc……como se podría
observar, las razones son propias de la Condición Humana, por lo que resulta
indiferente que exista un sistema judicial garantista, o no, democrático ,o no;
el Lawfere prescinde de todo ello, salvo de conocer el “mecanismo” de la
Justicia y el “mecanismo” que permitiera poner en marcha la actividad de la
Justicia, para una vez comenzado a funcionar los engranajes del Estado, tener
la certeza que estos no se detendrán hasta conseguir sus objetivos)
Un lawfere
puede ser desencadenado “a cierta distancia”, creando las condiciones
para que este se dé, pagando o prometiendo bienes o “gracias” al colaborar,
“inmerecidas”, por no poseer las cualidades necesarias para obtenerlas
formalmente y así fomentar que otros, “terceros” participen o la inicien;
extendiendo bulos, pre-juicios y/o falsos testimonios o relatos; falseando el
contenido de documentos públicos directamente o por medio de la colaboración de
funcionarios o personal vinculado con el Estado que “descuidarían” sus tareas y
cometidos “y se saben qué puntos o aspectos la descuidan su tarea” y la
pulcritud y exactitud aparece en los informes que realizan (como personal Estatutario o
para-estatutario); creando o estimulando artificialmente conflictos entre
las personas… Es decir, aunque la palabra “Lawfere”
fuere una novedad, o en realidad fuere un “subterfugio”, ante la imposibilidad,
por amenaza o sentimiento intenso de co-acción, poder decirse abiertamente lo
que se piensa como “realidad o verdad existente” (como diría expresamente el ex-Juez del Tribunal Supremo entrevistado en
“La Noche en 24h” por su libro “Habla,
para que se conozca”: “Si lo piensan, que actúen como lo piensan” y,
en consecuencia “pongan una denuncia o querella por prevaricación”).
Sin
embargo, el empleo de la palabra Lawfere, permite la expresión de un
convencimiento “constatado por la experiencia” (o el sentido común)
cuando aparecen irregularidades (y que, incluso, se pudiera describir con
precisión como método estructurado) destinadas a hacer daño
expeditivo, e incluso ensañamiento, con una persona por motivos de sostener
pensamientos o creencias diferentes. Se describiría como una actuación
“confusa” y/o abiertamente “irregular”, provocada por quien, de tal manera o
forma, decide iniciar el Lawfere, dando lugar a lo que pareciera un “a-normal”
funcionamiento de la Administración Pública(del Estado), que
conllevara, a su vez, a una “sobre actuación”de los instrumentos coercitivos
que movilizaría el propio Estado; por lo que se concibiera, en sus actuaciones,
una “instrumentalización” del “Sistema” o “maquinaria Judicial”
destinada a perjudicar y dañar, legalmente, la credibilidad, la fama, la
honestidad, de una persona – o grupo de personas- y llevarla,se
quiera, o no se quiera, al enfrentamiento judicial que, co-lateralmente,
iría destruyendo su economía, su patrimonio, su profesión, su moral, su
familia, su entorno social, su integridad moral e incluso su propia persona,
“si persistiera en defenderse” (ante la alternativa del “precipicio social”
que se abriera ante él) hasta obtener una resolución judicial firme, e
inapelable, acorde a su percepción y “verdad de los hechos” de haberse cometido
una muy grave y extrema injusticia contra su persona, pugnando hasta que la
“verdad de los hechos” coincida con “la verdad judicial” – que en
el caso de España, este tipo de actuaciones sólo cabrían resolverse llegando al
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH),(al alcance de los propios
poderosos, tardando en resolver entre 18 meses y 4 años; siendo que el Supremo
tarda en resolver entre 6 meses y hasta 3 años o más,o la Audiencia Provincial
los sumarios (delitos muy graves) pueden tardar en resolverse entre 1 a 4 años)
y cuya duración de conflicto de esta naturaleza
podrían llegar a alcanzar los 20 años desde que comenzara el Lawfere –
de ahí la eficacia del método Lawfere para acabar con personaje poderosos, o no
siéndolos que resulten molestos a otros, que sin duda lo son)
Cuando la
cultura anglosajona inventa la palabra Lawfere, es porque hubiera constatación
abundante de la existencia de tal fenómeno irregular y, por lo general,
existe en cualquier Estado del Mundo, siendo un método que vulneran los
derechos de las personas, (incluso con suma facilidad a las personas
señaladas como “débiles” por el autor del libro “Habla, para que se conozca”);
por lo tanto, el conocimiento de dicho término Lawfere, permite tanto “advertir
al entorno social” de la existencia de irregularidades que a todos nos pueden
alcanzar, como “prevenirse en la medida de lo posible” de usar lo menos posible
el sistema judicial
(dado que
el mundo de los “poderosos” -siendo sus objetivos siempre materialistas-
difícilmente olvidarían a cualquiera que en un momento dado se les opusiera,
aun sin saberlo, y les molestara o incomodara; no pudiendo concebir la
generalidad de las personas comunes/débiles, la capacidad de espera y paciencia
que pudieran desplegar, hasta que se crearan las condiciones favorables a “su
venganza”, por lo general por medio de situaciones legales o conflictivas que
parecieran no tener relación alguna con hechos acaecidos decenas de años atrás).
El término
prevaricación(que viniera del latín: varicar,
"renquear, torcerse") que propone el ex-Juez del Supremo como
alternativa a la expresión de Lawfere, sería demasiado técnico de
emplear por un profano (de los que, el mismo exjuez del Supremo, calificaría
genéricamente como “débil” en su definición comparativa con el mundo de los
“poderosos”, al que implícitamente él mismo hubiera pertenecido y tal vez
siguiera perteneciendo). Para este mundo inmensamente lleno de “débiles”,
cuando se contempla que el mundo de los poderosos se enfrasca en batallas (hasta
el punto de unos acusar a otros de Lawfere) dando como resultado
“inseguridad” y “desastres” e involucran a la sociedad en general, (polarizándola
y llevando el conflicto a la calle), se traducen como una guerra en la que
valiera “Hacer mal las cosas a
sabiendas” (ante ciertas evidencias
meridianas que, señalaría una mala actuación, que estuvieran al alcance de ser
comprendidas por una persona común, aun en condición de ser calificada o
considerada “débil”, tal como definiera a toda la sociedad el mencionado
ex-magistrado del Supremo, pero siempre supeditada esa compresión al relato que
se les traslada a los “débiles”, por lo que el relato se convierte en una lucha
donde los medios de comunicación y difusión compiten, no siempre con honestidad
– en ese ambiente del periodismo, donde abunda la información “inconfesable a
los débiles” también se prestaría a
desarrollar y colaborar en operaciones de Lawfere).
Por otra
parte, la idea de prevaricación es imposible de concebir como propósito,
sin concebir previamente un muy grave descuido cuando de ello depende la vida
de una persona, (en este caso joven y ajeno a toda lucha por poder). Cuando se muestra tal “mal hacer las cosas”,
y vinieran a sumarse otras “muy mal hechas” y ya con evidencias de abiertamente
perjudicar, se podría empezar a considerar, más
comúnmente, que existiera un “interés” concretoque lo motive el Lawfere
(y siendo ello posible, que hubiere interés), sería una “práctica común”
en la propia sociedad, la de proceder de tales maneras para causar perjuicio y
causar máximo daño y/o ensañamiento; aun así, sólo concebible desde la idea de prevalecerse
de los propios conocimientos profesionales y/o funciones que se poseyera al
servicio del Estado (solo desde el Estado, o desde una relación intensa o
colaboración, es posible conocer con exactitud las técnicas, cuestiones y
procedimientos previos que permiten crear las condiciones necesarias para
desarrollar un Lawfere), además de establecerse una relación “particular”
con “autoridad o poder más superior” que así lo tolerara o consintiera, o diera
orden, o manifestara algún tipo de “presencia colaborativa” destinada a avalar
el inicio de un ensañamiento y llevarlo hasta sus últimas consecuencias, al
poner en práctica los conocimientos e incluso el ejerciendo las atribuciones
adquiridas en el desarrollo de tal puesto funcionarial. Estos conocimientos y
atribuciones, son “herramientas” que otorga y transfiere el Estado mediante la
formación práctica y el ejercicio del desempeño de un puesto de funcionario o
estatutario, pero al que al emplearse
para fines diferentes al Servicio Público (que busca el Bien Común,
que es el objetivo de la gestión de la Función Pública y de sus funcionarios: “El
hacer bien las cosas”, regulada la actividad en su procedimiento por la
Ley) y trasladando su actividad y cometido para darle un uso perverso(del
latín per-versus, prefijo per- ("a través de", "por
completo") y el participio versus ("dado vueltas") del verbo
vertere ("girar", "verter"). Por lo tanto, su significado etimológico hace
referencia a alguien que ha sido "completamente invertido" o
"revertido"(en el desempeño de la función que estuviere
desempeñando en nombre del Estado), lo que se traduce en una inclinación
hacia el mal o el daño, y que significa ser "muy malo". También
es perverso quien corrompe
las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas o su natural
desarrollo hacia el bien común (“ser sumamente malo, que causa daño intencionadamente”). Ello, en
desempeño como “funcionario” (o
estatutario), son “facultades” que otorga el Estado, y/o incluso en
representación del Estado o siendo parte del mismo” (prevaricar sería:
emplear las facultades y conocimientos
adquiridos profesionalmente, para “hacer mal las cosas a sabiendas” y
causar daño).
En el
concepto de un ciudadano (ajeno y lego a la terminología empleada
apropiadamente por cualquier Sistema Judicial), la frase: “Hacer mal las cosas a sabiendas”(a
propósito) se vincularía más con términos como “Sabotear”, “Boicotear”,
“Ser mala/o”, pues el mundo ciudadano -dedicado a las actividades laborales, comerciales, administrativas o
agrarias- a veces se pudiera percibir en ocasiones, las cosas se “hicieran
mal a sabiendas” por motivos muy variados e incluso insospechados.
(Sabotear: 1.Realizar
actos que produzcan el daño o el deterioro (de algo, de instalaciones o
servicios) o que impidan su correcto funcionamiento. 2. Obstruir
o dificultar el desarrollo o evolución (de algo, como un proyecto, incluso
un proyecto de vida) Intentan sabotear el proceso de paz.
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Cuando
estas circunstancias se observaran (“hacer mal las cosas”) se
expresara a la persona, o personas “protagonistas de las acción” por los medios
más prudentes, y difícilmente hubiere rectificación, aunque aparentemente y
según los casos, pareciere detenerse, para luego proseguir; cabría pensar con
mayor certeza que estaríamos ante un “hacer mal las cosas a sabiendas”,
por lo que entonces aparecería otro concepto adverso relacionado con el término
“inmunidad”(¿?) –en
ocasiones también estarían
relacionados con otro término muy común: los prejuicios personales o
los propiamente sociales, pero siempre fuere un manifestaciones de
inconformidad en algún aspecto; e
incluso, o casi siempre, con tal convencimiento se expresara esa inconformidad
(esos pre-juicios que suelen serlo) que se concebirían respaldadas, en
su caso, por “poderosa/autoridad” al que, si llegara el caso, así se le
manifestaría, directa o indirectamente, “el des-acuerdo e inconformidad” si no
es que estuviere ya previamente en consonancia.
(de alguna manera, expresar la
disconformidad de tales maneras (mediante
el uso del “sabotaje, o el Boicot, o de abiertamente “ser mala persona” o
desconsiderada con una tercera “a sabiendas”), apelaría a la idea de que se fuere “cuerpo” o “parte
del mismo cuerpo social” que
poseyera la “capacidad y privilegio de así actuar: “hacer mal las cosas a
propósito” (es decir, de manifestar disconformidad
de tales maneras, destinadas a señalar mal estar con la finalidad de
rechazar a uno de sus miembros); por lo que de ser así, diera lugar al concepto e idea de
“corporativismo” y de ahí al concepto de “co-optación”(proceso destinado a la “aceptación, o
no, de uno de sus miembros”) –con independencia de que hubiera superado los
procesos formales de selección, o mérito, o capacidad para obtener dicho cargo-
y que es, lo que pareciera ser, que le aconteciera en este momento al
Fiscal General del Estado – (por lo que se podría señalar, que de no hallarse
pruebas directas y claras, irrefutables por evidentes, y tuviera que “ser
condenado” mediante conjeturas indirectas (que
estarían sujetas a opinión), dividiendo o polarizando a la parte de la
población que, en el seguimiento del caso tuviere interés, e incluso generando
contrariedad o inseguridad en la misma población, al ver a su propio sistema
judicial “enfrentándose a sí mismo” en lo que pareciera la llegada de un nuevo
“paradigma” (una nueva “verdad”) que
al estar inscrita e inspirada, (al decir
de las declaraciones en entre vista completa de los dos magistrados y que se
aportan en este mismo “ensayo de defensa” de “un caso particular” ajeno a estas
luchas políticas) en motivaciones y razonamientos de fondo ideológico -como se pudiera muy bien constatar en los
dos videos aportados- destinadosa la población, a la ciudadanía (los débiles), pudiendo observar esta
ciudadanía hasta donde estuviera llegando la confrontación entre poderes (dentro de cada uno de los mismos
poderes,quetampoco estuvieran
conformes consigo mismos), siendo que son esenciales para sostener
el sistema Democrático (Poder: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial) no les quedaría muchas opciones: o participar de
esa “guerra” siendo parte de uno de los bandos, o alejarse de la misma, y
confiar en que fuere una situación pasajera, pero al llegar las elecciones y
requerírseles nuevamente el voto, volver a cuestionarse qué opción le llevaría,
(a estas alturas de la confrontación) a una situación tal vez más
tranquila y sosegada; y si no la percibiera, aparecería lo que se llamaría des-afección
(y que es cuestión que suele temerse en las democracias, al considerarse
la des-afección una manifestación cuantificable en las urnas, cuando aparece
el des-crédito en las instituciones).
Estaríamos
ante un procedimiento de “rechazo” a ser aceptado, en razones ideológicas, que
“ahora”, coyunturalmente (o no) por convencimiento de quienes realizaran
este considerado “Lawfere”, se le consideraría persona incompatible o
inadecuada,
(según se
argumentara -como mostrarían respectivamente la entrevista y la conferencia,
de los dos Jueces-Magistrados- el ámbito jurídico conservador: Dado el
entorno de polarización y ”ruptura” que supuso el Procés, con la declaración de independencia de Catalunya-el punto que se tomaría como
inflexión, al menos ante la opinión pública, sería la Amnistía para los
independentistas catalanes, con la que el Gobierno de coalición contaba,
para conseguir la plena normalización de la convivencia en Catalunya, una vez
conseguido que el respaldo social al independentismo se redujera a niveles que
no supusieran el “peligro” de un nuevo intento de ruptura interna de la unidad
del Estado;también la entrada de los
independentistas Vascos pudiendo influir en el Gobierno(que aun se les consideraría vinculados con el pasado terrorismo y, por
lo tanto, dentro del concepto de “peligro para la sociedad”) y en
posición y disposición de superar al PNV y obtener la capacidad de
reeditar, en un futuro indeterminado, “un procés” vasco destinado a
declarar la independencia, una vez obtenida las referencias del catalán; se añade al discurso crítico
conservador la entrada en la coalición de Gobierno de partidarios de
implantar el “comunismo soviético”en España,y que alcanzarían representación parlamentaria a causa de las
movilizaciones del 15-M, adquiriendo
capacidad de influir muy determinantemente, al haber obtenido carteras
Ministerialesy enfrentarse abiertamente a una re-edición especulativa, de
naturaleza salvaje, que despoja, o hace inviable el tener “un techo”, una
vivienda propia, y un proyecto de vida estable, tanto para jóvenes que buscan
la emancipación, como para familias ya establecidas, afectando también a
personas mayores, que estuvieran siendo desalojadas de sus viviendas por la
especulación de los alquileres (quienes
buscan rentabilidad a su dinero de manera despiadada y sin importarles
consecuencias); dándose la paradoja, de que esas leyes también someten
a “inseguridad” la propiedad de vivienda, en la que se llega a perder
“de facto” la posesión, alegando en favor de “familia vulnerable” y
que hubiera dado lugar a la creación de “mafias” que se establecieran en
cada barrio de la ciudad, en busca de pisos sin ocupación permanente,
para destinarlos a ese fin mediante contraprestaciones.
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(Mafias de componentes extranjeros que se
prestan a encontrar viviendas vacías, llegándose incluso, al parecer, a prestar
el servicio de elección de la calle que se prefiera e incluso el
edificio concreto que fuera del agrado de la familia vulnerable;
colateralmente creándose a su vez una “nueva pata” que se destinaría al “control social” (probablemente por motivos espurios),
ya que fuera difícil de concebir que los sistemas de seguridad del Estado
desconociera estas posibles actividades que suelen surgir cuando aparece “inseguridad jurídica” y los mejor
organizados siempre se dispondrían a sacar provecho
–cuando en España se diera el fenómeno de la
inmigración del campo a las ciudades, en pleno proceso de industrialización,
allá por los años 50 y 60, los que llegaban de un pueblo o provincia concreta
de la España rural y sin oportunidades, a una capital en desarrollo como la
nuestra, en Zaragoza, y se asentaban un en barrio concreto, avisaban a
familiares, amigos o conciudadanos del pueblo cada vez que hubiera oportunidad
de alquiler o en su caso adquisición de una vivienda en el mismo barrio, con la
finalidad de “hacer piña” y ayudarse unos a otros-
El
fenómeno ahora se repitiera pero de la mano de esa ley que no previera los
efectos colaterales y que podrían aparecer este tipo de “organizaciones” (que funcionarían a contraprestación
económica o a devolución de favores), y si las previó (que fuera
previsible advertencia que cualquiera les realizara, al ser el mundo de los
negocios tan viejo como la misma Humanidad), minimizaría sus
consecuencias; siendo esta que circunstancia difícilmente podría pasar
desapercibida a los Servicios Sociales (dado que trata directamente con
las situaciones de la delincuencia, reinserción y culnerabilidad) y si
fuera así, aquellos que sabiendo o participando del funcionamiento de los
Servicios Sociales, (y teniendo relación estrecha con emigrantes para
facilitarles en todo lo que fuera administración, papeles, vivienda y trabajo),
tendría al alcance, a su vez, la capacidad de crear problemas o resarcirse
en venganzas particulares(e incluso hacer seguimiento para acosar a
ex-pareja o hija/o díscolo, o persona que tuviera entre “ceja y ceja” para
fastidiarle la vida y someterle a un acoso y control permanente), “colocando”,
por ejemplo, en el propio
edificio comunitario de viviendas a una “familia vulnerable” con
solo la contraprestación de mantenerla informada de lo que en tal edificio
ocurriere (y, en especial y con
tales maneras y procederes empleados, querer mantener un acoso indefinido y
permanente sobre su víctima -con el objetivo que “fuera que fuese”
su deseo particular de conseguir- y que por lo general, fuere arruinar vidas
y, a su vez, tener planeado obtener legalmente, bienes o réditos económicos e
incluso por pura y simple venganza).
(Tampoco parece que el “sistema policial”
pudiera desconocer, absolutamente, “estas situaciones” y las posibilidades de
“interconexiones” con personas que fueron funcionarios, o lo fueran en la
actualidad
(cuestiones mucho más
compleja hubieran detectado, seguido y destapado: como pudiera ser el caso de
infiltrarse en una compleja, oscura u opaca gran organización – ya fuere de narcotráfico, de trata,
terrorista, contrabando… y tenerse que plantear si fuera más apropiado
su desmantelamiento o “su control”, para llegar aun más lejos todavía, y detectar
quienes estuvieren detrás de ciertas actividades delictivas que pudieran presentarse como
simplemente actividades contractuales a-legales y cuales fueren realmente su
alcance, sus fines directos o colaterales –cuestiones
que ya se plantearan en el pasado para el control del tráfico de estupefacientes,
o el seguimiento de las actividades terroristas cuando ETA se profesionalizara
y la Kaleborroka fuera el “pan nuestro de cada día”; todo ello mucho más
complejo de “detectar” que, el “echo”, de que llamen reiteradamente a la puerta
de tu comunidad de vecinos y una voz masculina, extranjera del este de Europa,
que aun mal habla el español, pregunte
por el telefonillo “si cree en Cristo” (¿En
qué idioma querría mantener una conversación con Jesús si no sabe aun hablar
español?) O que al poco tiempo, otra voz similar pida abrirle para dejar un
paquete a un vecino, y que cuando al momento bajas a hacer la compra, resultara
evidencia que no dejara paquete alguno en ningún buzón. Tampoco parece que esto fuera una novedad (recuerdo en la infancia las recomendaciones que nos hiciera mi padre,
de no abrir la puerta a nadie, de que se cerrara bien la puerta del patio y
consejos sobre nuestra propia seguridad. Cuando estas elementales
medidas de precaución no se observan, a pesar de ser señaladas al resto de
propietarios y vecinos, puede ser tanto signo de disconformidad o simple
“complicidad” destinada a crear circunstancias para que este tipo de
cuestiones puedan ocurrir o facilitarse). Parece evidente que fueran cuestiones al alcance del sistema
policial, desde muchos años atrás y que por lo tanto no las desconocieran,
por lo que tampoco cupiera concebir que la Fiscalía desconociera, y si la Fiscalía conociera de estas posibles
prácticas, no cabría duda de que el Sistema Judicial también las
conociera.
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Todo esto
que vemos los ciudadanos (los débiles,
que así definiera el ex-juez del Supremo), pareciera una guerra de
“leyes sociales” (no siempre bien o
perfectamente concebidas, como indicaran estos efectos indeseados al aplicarlas)-
a las que, en este caso concreto, se respondería con subidas de precios y de
alquileres; y sugeriría que fueran resultado de la prolongación “del mismo pulso”
que, en formato de “guerra legal”, se señalara “existir por arriba”,
entre los poderes formales del Estado (y
que parece una “tónica general” por lo que dicen las noticias de lo que
estuviera pasando en el resto de países europeos) adquiriendo en España su
propia peculiaridad, al sumarse otras cuestiones que parecían superadas y que
renacerían, rememorando el mismo entorno de conflictos (incluso los internacionales) que se dieran ya en los años 30 del
siglo pasado,
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(un partido con representación
parlamentaria, vuelve a proponer el formato “federal” en España, dando más
espacio de desarrollo al independentismo, al poner en su horizonte la
posibilidad de transformar las autonomías en Estados –que se configura como federación de Estados entorno a un modelo de
República, y que tal propósito también iría en la línea de “romper” el pacto
conseguido para hacer la transición a un sistema democrático, en 1977, por
medio del formato Monarquía parlamentaria; pero además en formato soviético. Inevitablemente, para el mundo
conservador “era, y es,” la constatación de un retorno” a prácticamente todas
las condiciones que hicieron posible la II República y, con ella, el estallido
de la Guerra Civil de 1936, ante los considerados conatos “revolucionarios” del
año 1934, y la entonces instauración del modelo autonómico, con la también
declaración de independencia del Estado Catalán (y que ya abiertamente de ello avisarían los catalanistas, como
reivindicación irrenunciable, cuando fueran citados a reunirse para derrocar la
monarquía en el Pacto de San Sebastián en 1930).
También la
vinculación y colaboración de miembros del nuevo partido de ideología
comunista, con el modelo Venezolano Chavista –que alcanzara el poder mediante las urnas, ante la situación de
corrupción generalizada en Venezuela, se transformaría posteriormente en el
modelo Maduro, que acabaría mostrándose abiertamente opaco en el último proceso
electoral (considerado ya, un modelo en tránsito a una Dictadura formal y ahora
“de facto” limitando los partidos de la opsición y persiguiendo a sus líderes)-
hubiera confirmado a los conservadores españoles que existiera un país
latinoamericano donde se estuviera ensayando el modelo para transpolarlo a
España; por lo que el mundo
conservador, para prevenirse, también buscaría referentes internacionales
aceptables, y contrarrestar tales proyectos.
(Y para
culminar el desastre caótico que vivimos, como en los años 20 del siglo pasado,
el ambiente internacional “también se da
cita con la Historia”, influyendo en la polarización internacional que está
llevando a los Estados a “replegarse
defensivamente” en modelos autoritarios, ante una nueva revolución
tecnológica y por consiguiente
revolución social de alcance inimaginable, (de la que ninguna capa
social se podría librar a priori: hasta la judicial podría acabar intervenida
por los algoritmos y prácticamente desaparecer, como señala el Magistrado
del Supremo Excmo. Sr. Marchena) cuyo signo irreversible sería “la
guerra comercial” iniciada por EEUU, destinada a forzar “un acuerdo comercial” con China sobre
las “tierras raras” que posee casi en exclusiva, como las nuevas
materias primas (que otorgan supremacía)
y que incluye la táctica Norteamericana de “Aranceles para todos”,
en medio de una nueva pugna entre las grandes potencias nucleares,
(cuyo poder nuclear -hasta ahora motivo de
disuasión- se transformó como medida de presión, amenaza y coacción, para la reivindicación de territorios
considerados un patrimonio Histórico que ahora fueran naciones-estado
independientes: Ucrania, Formosa, “Palestina”, “República Saharaui”,..., o por
motivos de seguridad alegados por EEUU sobre el Canal de Panamá, Groenlandia,
incluso Canadá…Donde las potencias atómicas como China, Rusia, Israel, EEUU,
India Paquistán ,UK, la UE… todos ellos en el pasado, constituyeron la base
para un mercado mundial “sin fronteras”, con el objetivo, de fondo, del impulso
social de los derechos y libertades ciudadanas sobre toda la Tierra: “El
Globalísmo”, concebido para “un
nuevo ensayo” de “fin de la Historia”
– que evitaría nuevas guerras y sufrimientos como los vividos en el s.XX, cuyas
víctimas fueron contadas no por decenas de millones de personas, sino cientos
de millones de víctimas, a sólo fin de determinar “qué modelo de sociedad
sería el mejor para la Civilización Humana futura”: Comunismo &Capitalismo;
y se acabara por ensayar un modelo “intermedio”: el
Europeísta; modeloque pareció
fracasar hace años, como siempre y por el mismo motivo de ser “incompatible” el
Nacionalismo, tal cual se concibe en la actualidad, con un proyecto como el de
la Unión Europea en el que UK nunca deseara or lo que nunca se involucrara
totalmente y siempre pusiera “palos en las ruedas”, fomentando rivalidades, prejuicios y
antagonismos con Alemania, Francia y los llamados PIGS, hasta hacer fracasar el
intento de Constitución Europea,
momento en que decidieran salir tal como entró (con su propia moneda y su Commonwealth Intactas). Europeísmo, ante la evidencia de debilidad
en su falta de cohesión, es acosado por un nuevo modelo de Estado: la Rusia
Imperialistas(modelo que mira al
pasado, y que en España, el mundo conservador, pretendería emular para un “repliegue autoritario” destinado a “salvar los muebles” del propio Estado, ante la debilidad de la UE y la probable
desintegración del proyecto europeo, mira a un pasado anterior a la
influencia de la Revolución Francesa: El
Aristocratismo, como señalaría a su vez el Magistrado del Supremo Excmo.
Sr. Marchena en esta misma ciudad de Zaragoza. Debilidad de la Unión
Europea al haber resultado fallido, o
“engañoso”, intentar crear una Constitución Europea, y a su vez, desde el
momento en que China, como Capitalismo de Estado y formato de único partido, el
Comunista, llega al auxilio y socorro de la deuda europea, a cambio de colocar
sus productos e inundar el mercado, haciendo fracasar el “proyecto que
pareciera perfecto”: “El Libre Comercio trae Bienestar Social y Derechos
Civiles y con él la Democracia Parlamentaria”. China financia proyectos y sale al rescate de las
deudas generadas en todo el mundo, incluido el occidental).
(China, pacíficamente, va “mostrando” su superioridad
en su modelo de gestión”, ya anticipado por Javier Solana al dejar su cargo de
Secretario General Consejo
de la Unión Europea(1999
a 2009) y previamente de la OTAN (1995 a 1999), en una conferencia en Madrid,
hacia enero de 2010, en el Club Siglo XXI (video que la entidad no pone a
disposición en su web): El formato Comunista Chino ha demostrado ser superior a
nuestro modelo occidental de libertades y democracia liberal, lo diría entre
lágrimas, haciéndose eco los medios de comunicación. Se sumaría, a la decepción
general, el fracaso de la ratificación de la Constitución Europea, y el estudio
realizado por la Universidad de Harvard señalando que, la ciudadanía China, se
hallaba satisfecha con su régimen entre un 80 a 95% de la población (aunque los
índice de felicidad en China no son tan halagüeños. Y sin embargo, el proyecto
europeo UE, que sigue siguiendo el único referente que quedara en el mundo,
destinado a transitar de un modelo económico depredador del entorno natural y
social, a uno racional y respetuoso con la Naturaleza, con la Sociedad a la que
sumar la honesta transparencia de las actividades económicas y los negocios;
tal vez or eso encontraría todo tipo de obstáculos, además de los propios de
dicha transición, al que se suma el conflicto bélico con Rusia, al que se une
al creado desde los EEUU pidiendo invertir para prepararse para una guerra a
los Estados de la UE mientras comienza en los EEUU la abolición de normas
conservacionista del medio natural y social, para retornar a la competición del
más fuerte (siendo que es esa competición prioritaria la que amenazará con una guerra convencional para ser creíbles,
por lo que requiere y demanda todos los recursos naturales y económicos
disponibles, para sostener esta nueva carrera armamentística.
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Otro
término jurídico que entraría en juego relacionado con “Hacer mal las cosas a sabiendas” (a propósito) sería
dolo, como vicio del consentimiento, y se
referiría a todo hecho o acción fraudulenta o contraria a la
buena fe ya la honestidad. El
dolo se emplea para engañar o confundir a una persona para que
dé su consentimiento para celebrar un determinado acto jurídico o
contrato
(En el
mundo del trabajo hubo momentos “históricos de enfrentamientos” –durante
cada etapa del desarrollo de la revolución industrial- entre los
empleadores (los patronos o los dueños de fabricas y empresas, que fueron
automatizando el trabajo y, a su vez, despreciaron la dignidad de sus
trabajadores); éstos, organizados en sindicatos, acordarían “usar
mal las máquinas” (máquinas que
poseyeran poleas, engranajes, etc.) para estropearlas, o que funcionaran
defectuosamente causando perjuicios o pérdidas, averiarlas o inutilizarlas,
“como respuesta” a lo que consideraran “abusos” que perjudicaban sus vidas o su
salud, o a las de sus familias. A este “Hacer mal las cosas” para “perjudicar
el normal funcionamiento de una fábrica, o de una Empresa” (hoy en día
el término “empresa” abarca mucho más que un espacio físico, como entonces se
concibiera, e incluso pudiera llegar a abarcar el término Nación y el de
Estado) o causar pérdidas (en este caso desde “el mundo del trabajo”), se
le llamaría Sabotear
La palabra "boicot"proviene del apellido Charles Boicott, un administrador de fincas que a finales del s.XIX subiría los alquileres. Los agricultores locales se unieron contra sus políticas de alquiler abusivas, y para protestar, le negaron todos los servicios, desde la venta de suministros hasta la ayuda con la cosecha. El término nació para describir esta forma de aislamiento y protesta, extendiéndose por el mundo.
Posteriormente
el término Sabotear se transformaría en “modelo de actividad
coercitiva y por lo tanto de disuasión” similar, si no idéntica, al “acoso” (cuyas nefastas consecuencias, que llegan hasta la muerte, como vemos
constantemente en la actualidad) por lo que su uso es indistinto y
versátil, en el que siempre se observaría la participación de los mismos
“roles” (“actores esenciales”)–aunque tuvieran distintos cometidos y
funciones- en “disposición de coordinación” en base a “un relato de
acusación” (relato que hace posible
“la justificación del acoso”); tal relatoinhibe los mecanismos de
empatía, propios del mundo animal (empatía que existe incluso en el mundo
animal en estado salvaje, como instinto
de protección del semejante -sea, o no, manifiestamente vulnerable ante el
acoso a su vida y existencia, con la finalidad de servir de “alimento”a sus agresores), siendo el mundo
animal al que también pertenecemos como Seres Humanos) “deshabilitando” e “in-activando” los métodos informales o “preventivos” de
disuasión a los agresores(por medio
de “razones”) o “in-habilitando” los métodos formales (medios legales) destinados a evitar la reiteraciones del
acoso y reprochar, legalmente y con
castigos y penas a los agentes que llevaron a cabo el acoso, pues estos
instrumentos que tenemos a nuestra disposición (“razones” disuasorias y
aplicación de leyes de protección a las víctimas) “fracasan” como instrumentos ante el acoso, por exclusivo motivos
asentados en criterios
en razón
del propio relato previamente instalado o en la simple razón de la disuasión
fuerza protección al semejante y por el contrario estimularía - buscan conseguir sus objetivos (casi reglado y estandarizado en sus fases,
y por lo general planeado en sus fases hasta llegar a sus objetivos)
destinado a bloquear o proponer mal usar derechos de personas, que alcanzaran
también el formato de Lawfere, en el caso que ocupa a este artículo, frente
“débiles” (que definiría Manuel García
Castellón a la generalidad de la ciudadanía que carecen del poder a que se
refiriera).
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Definir
este término “Guerra Judicial” Lawfare puede ser sencillo o
complejo pero en cualquier caso, un ciudadano común y corriente,
que confía en que vive en un Estado Democrático, Social y de
Derecho apenas alcanzaría a vislumbrar que dicho término (Lawfare) pudiera
llegar más allá de lo que se considerara como definición de una
“lucha política” -como la que más o menos recientemente
hubiéramos observado la ciudadanía, con cierto “estupor” en la actualidad,
a través de los medios de comunicación- y que generaría en la opinión lo que vienen definiendo como
“des-afección” y/o también, por qué no decirlo, “miedo o temor” ante la
evidencia de la existencia de una actividad de esta naturaleza, entre
personas de altas responsabilidades en el Estado, que resulta tan
disruptiva con la senda que parecía ya establecida como “seguro e
irreversible” trayecto de avance social -de
nuestra Civilización Humana- basada en el fundamento de
la Declaración de los Derechos Humanos y en la conformación de las
Naciones Unidas, como primer paso para acabar con todo tipo de solución
violenta sobre nuestro planeta (incluida esta vieja fórmula de hacer la
“guerra judicial” y hoy conocida como Lawfare).
Es seguro y probable que el lector pudiera comprobar que el Lawfare
también es un sistema de resolución de conflictos muy violento (la
violencia no es solo en formato físico sino también afectando a la integridad
moral de las personas y también costoso, pretendiendo llevar a la ruina ya no
solo moral sino material y de sustento, dependiendo de la economía y recursos
sobre la persona que es objetivo de este tipo de guerras), pese a que
algunos argumentaran lo contrario, pues también lleva a la destrucción de las
personas por medio del uso de relatos que, como en este caso que ocupa,
estuviera falseado (siempre fuera requisito que aparece en toda trama
orquestada para un Lawefere), la falsedad está destinada a
desencadenar esta actividad contra una persona joven.
Cuestionar el Lawfare como actividad civilizada y pacífica para la
resolución de conflictos, sería un objetivo irrenunciable para todo ciudadano
que tenga la sensibilidad propia de creer en los “Derechos Civiles” como un
bien a respetar por todo Estado ante cualquier ciudadano y en cualquier
circunstancia en la que se halle. Por el
contrario, nos hallamos en un entorno de lo que parece una regresión a
fórmulas de resolución de conflictos (también los internacionales) que
empiezan a usar o amenazar con medios expresamente violentos para
imponer su voluntad, siendo también violencia “saltarse el espíritu”
conciliador y benefactor de las normas y leyes que se hallaban
consensuadas; por lo que el Ser Humano se
acerca, nuevamente, al la definición de “voluntad” como sinónimo de violencia, o por expresarlo de
otra manera, su aspecto volitivo
se acercaría cada vez más a identificarse con los medios y métodos de
naturaleza más animal; pues “animal” también es el término que
usa la Ciencia (y los científicos al uso) para definir al Ser
Humano y, en consecuencia, ellos mismos como científicos también asumirían
el término “Animal-Racional” para sí mismos: El Ser Humano es
un Animal-Racional; “olvidando” o “pretendidamente y/o
interesadamente” ignorando, su aspecto más “espiritual” (que sería la parte del Ser Humano que
porta los valores y principios ético-morales –que a su vez son, o fueron, el soporte y la base y fundamento de
las normas y leyes que nos dotamos para regirnos como sociedad).
Tal
aspecto sería tan relevante que siempre implicaría a la empatía como condición y requisito básico de la definición de Ser
Humano para establecer el principio de
igualdad, por lo que debieran haberse incluido
en la definición por el solo hecho de “ser personas” civilizadas; por
lo que no siendo así, tal definición misma resulta fallida hasta
la fecha, al no reconocer tal aspecto de dignidad en todos los Seres
Humanos. Ya que en tal definición de “ser humano como animal-racional” se “acepta”, implícitamente, las soluciones violentas con las que se
gobierna instintivamente el mundo animal en estado salvaje.
Cabría
conjeturar que tal fallida y consensuada definición científica
sobre el Ser Humano se hubiera convertido en el “soporte y piedra angular” de los tiempos en que vivimos y que parecen
llevarnos a un materialismo tan irreductible como lo fuera de
útil y práctico para quienes consideraran tener fortunas o posiciones sociales
blindadas que les permitieran concebir sus propias vidas “resueltas” fuere lo
que fuere que aconteciere en un futuro indeterminado y ahora propicio a los
cambios “violentos” (también en
occidente).
Sería
este aspecto más animal -de la definición de Ser Humano- el que se
estuviera fomentando en la actualidad, por medio de la inseguridad (el ser
humano es animal con cuerpo de animal y necesidades básicas y orgánicas propias
de animales) por lo que la racionalidad -que
también define al Ser Humano- se pondría al servicio de la
condición más animal que define al Ser Humano (o dicho de otra manera: “Todo vale” si de lo que se trata es de
sobrevivir ante una contingencia que se evalúa como adversa).
(en este
aspecto negativo, donde se desprecia la naturaleza espiritual y trascendente de
cada vida humana y, como consecuencia, se vuelve a despreciar la empatía
Universal con el resto de ser humanos – incluso siendo evidente la
existencia de la empatía en los animales domesticados e incluso en algunos en
estado salvaje, por lo que la misma empatía no deja de ser un “misterio” que,
la propia Ciencia en su actitud y disposición de servir a lo más poderoso (el
dinero), elude salomónicamente. La “parte racional” del “Ser
Humano” consideraría legitimo usar los medios que tuviera a su alcance para su
propia supervivencia, por lo que “instrumentalizar” todo los que hubiéramos
venido construyendo como soporte normativo y legal de nuestras sociedades (y Civilización Humana), sería
consecuencia de el aspecto más “animal” del “Ser Humano” por lo que resulta
fácil y sencillo entender que acabará usándose por razones propias de animales
“a la defensiva o al ataque” (como ahora
vemos); es decir por razones puramente instintivas destinadas a la propia
supervivencia; pudiendo considerarse este aspecto de la “condición animal” (la de subordinar a la razón a lo
instintivamente animal) una conformidad
de la definición de Ser Humano que parece extenderse por
doquier, viniendo a señalar una nueva etapa, muy poco alentadora y
probablemente marcada por la violencia más expresa, en la que se
adentraría la Civilización Humana – de
la que nuestra propia sociedad, interconectada con las sociedades y naciones
que nos rodean, tampoco se pudiera librar en modo alguno, aunque ahora se
mostrara como un reducto, tal vez pretendiendo señalar un punto de esperanza y
de referencia en la memoria de una Historia Humana que se “resetea” así misma
ante una nueva revolución tecnológica (donde ya muchos, muchos, sobrarían y
estorbarían en esos planes).
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Si nos
atuviéramos al criterio por el cual la Administración de Justicia es “igual
para todos” podríamos confiar a la postre que la “verdad”
sobre sale y se mostraría con evidencia, siendo la medida que
permitiera, realmente, hacernos a todos iguales ante la
Administración. Aún así, y sin embargo, también llegar a la “Verdad” no
pareciera “trayecto fácil” pues también recientemente hemos podido
observar y constatar –probablemente también con cierta perplejidad-
que los expertos y profesionales acabarían señalando en comentarios o
programas de investigación en televisión, que “la verdad judicial” no
tuviera porqué coincidir con la “verdad material” de
los hechos; y a esto se le añade la afirmación -ya sorprendentemente generalizada-
sobre que “mentir” no es un hecho “ilegal” aunque
social y formalmente fuere un “recurso humano” cuestionable en
sí mismo (o que la “Constitución, como norma suprema, no
prohíbe mentir”, o que un “acusado” tiene “derecho a no decir verdad” y en
consecuencia llegar a mentir para defenderse de una acusación).
Salvo
estas “sorpresivas” consideraciones y afirmaciones que últimamente se han oído
y visto en abundancia en los medios de comunicación, se podría haber observado
que, de alguna manera, la sociedad hubiera
venido “aceptando”, e incluso hubiera venido “justificando”, la
“mentira” como parte de una “constante” (a veces
puntual) en las relaciones sociales y humanas en determinadas
circunstancias; y de igual manera, también se podría observar
que “la sociedad justificaría “el engaño” (en
determinados contextos) como parte aceptable (de un) del “juego
social”.
(el refranero, aunque
parezca superado en nuestras sociedades de “redes sociales”
informatizadas, no dejaría duda de ello, e incluso reseñaría con
contundencia, e indirectamente, los “peligros de decir verdad” en
el entorno social – y no sólo fuera advertencia en nuestro
refranero, como expresión de “sabiduría popular” de nuestra propia
cultura. Nos podríamos ir acercando al Extremo Oriente y verificar la
existencia de símbolos muy claros al respecto, expresados con un “lenguaje
universal”, el de los símbolos sencillos -y por consiguiente al
alcance personas que no conocieran el idioma por ser comerciantes en
tierras lejanas o extranjeros de paso, o que por su condición social
no hubieran aprendido a leer y/o escribir- donde se expresa con
claridad: ”Ni ver, ni oír, ni hablar”, como fórmula
magistral para subsistir en esa lejana sociedad, y probablemente
consejo aceptable para toda sociedad humana).
Y sin
embargo, aparecería el “sistema judicial” (y
todo su engranaje), “a contra pelo”, reclamando “verdades” a “particulares”
en sociedades humanas que “advierten” de que ello, “decir la verdad”, es un
grave peligro en la comunidad donde se vive.
Es
posible que tales comentarios realizados por especialistas y juristas a
preguntas de periodistas en los medios de comunicación (aclaratorio,
razonado y razonable), sobre el porqué de la existencia de una
distancia entre la verdad material y la jurídica, o
sobre la mentira y sus contextos hubiera generado cierta posible “decepción”
para el propio mundo periodístico como, por el contrario, la confirmación de
una posible “vulnerabilidad” en aquellas personas que vieran o
imaginaran el mundo del poder y los poderes del Estado, como un lugar próximo a
la “perfección humana”, donde las
personas que alcanzaran esas responsabilidades estuvieran al margen, o fueran
suficientemente inmunes a “dependencias” propias de “la condición
humana”, e incluso estuvieren dotadas de cualidades -ya fueren innatas, o
cultivadas- para realizar tales tareas, y consecuentemente poner
nuestra fe para que la verdad material vencería siempre a la mentira o el
engaño o el relato falseado y sin embargo, las declaraciones de los
expertos mostrarían esos aspectos de “la verdad” que, por su naturaleza,
estuvieran tan vinculados con las circunstancias, hasta el punto de crear y
asentar esas “distancias” entre “verdad material”, la “verdad jurídica”
y/o “la verdad oficial” (por mucho
estupor que pudiera causar a la sensibilidad humana que se vincula con las
virtudes y los principios en que se fundamentaron los Derechos Humanos, que a
todos nos hicieran “iguales”).
A partir de este contexto, abordar el término Lawfere como se viene definiendo por el mundo anglosajón (que es quien lo “pone de moda”), puede resultar relevante.
Lawfare (una
combinación de las palabras en inglés law —"ley"—
y warfare —"guerra" o "guerra judicial") se
refiere al uso o abuso “estratégico” del sistema legal con fines
políticos, militares o económicos, buscando dañar o desacreditar a un
adversario.
Un análisis
más detallado del vocablo podría resultar también interesante. Por ejemplo, se
asegura que warfare significa “guerra” en inglés (más concretamente “ir
a la guerra”), y que junto y unido al vocablo Law (que
significa ley) significarían “ir a la guerra” usando como
“arma de guerra” la Ley como medio e instrumento de la propia guerra. Aún
así, y por definición, la Ley nacería como una norma a observar
derivada de las buenas costumbres sociales, y cuyo uso llevaría
a establecer un “orden” allí donde el tal “orden” hubiera
perdido su “condición y cualidad” propia de la sociedad, que da
sentido y significado a la ley para ser “referente de orden” en la
sociedad. La ley, definida en escrito de Tomás de
Aquino, sería la «ordenación de la razón dirigida al “bien común”
y promulgada por el que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad».
Sin embargo, no se puede encontrar una definición realista y objetiva del término Lawfere si no se entra (como siempre que resulta necesario ampliar definiciones) en la wikipedia en inglés, la cual es muy explícita al entrar en detalles, y no quedarse en generalidades, a la hora de definir este término o cualquier otro (siempre que no se recurra a cómo expresa la visión anglosajona la Historia de otros países, pues aunque suele ser fuente para ampliar conocimientos y mayores datos (que no siempre aparecen explícitos o relevantes en los países “afectados por la visión anglosajona” de la Historia), que permite la ampliación de conocimientos al acercarse a una “verdad”, por lo general insospechada, que siempre acabaría aportando aspectos que acabaran resultando incómodos para todas las partes, incluso la británica o estadounidense, que como líderes del mundo occidental, escriben y describen su Historia y la del resto de los países de la Tierra, y aún así su visión siempre es mucho más influyente que la del resto de los países del mundo, precisamente por ser los referentes líderes del Mundo Occidental).
La
palabra lawfare aparece escrita por primera vez en un artículo
de 1975 de los humanitaristas australianos John Carlson y Neville Thomas
Yeomans, titulado Whither Goeth the Law: Humanity or Barbarity ('Hacia dónde va la ley: humanidad o
barbarie', en inglés).[6] (tal vez los autores no hubieran
reparado del todo, en 1975, de la profundidad que adquiriría el término
“barbarie” o por el contrario fuera ya una premonición buscando exorcizarla)
Los autores argumentan que el sistema jurídico occidental se ha convertido
en demasiado polémico y utilitario, en comparación con el más humanitario
basado en las normas del sistema oriental. Ellos opinan que la
búsqueda de la verdad ha sido sustituida por una especie de guerra llevada
adelante en los tribunales, y para definir esa situación inventan
la expresión lawfare, componiendo la palabra war (guerra)
y law (ley), en la palabra warfare (ir a
la guerra).[7] A continuación se transcribe el párrafo en el que aparece por primera vez
el vocablo lawfare, como un juego de palabras y significados
intercambiables con warfare:
Thus the
inquisitorial or enquiry technique is gone, the adversary or accusatory
procedure alone applies in our courts. The search for truth is replaced by the
classification of issues and the refinement of
combat. Lawfare replaces warfare and the duel is with words rather
than swords. But is that enough?[6]
“En
tanto que el sistema inquisitorial o la técnica investigativa se ha ido (se ha abandonado), solo se aplica en
nuestras cortes el sistema acusatorio y adversarial. La búsqueda de la
verdad fue reemplazada por la clasificación de los asuntos y el refinamiento
del combate. Ahora la persecución judicial reemplaza (y evita) ir a la guerra (convencional y violenta) y el duelo es
con palabras en lugar de espadas. ¿Pero es eso suficiente?” (aquí
señalaría el párrafo si un duelo de palabras realmente fuera suficiente y con
ello se pudiera sustituir la búsqueda y el hallazgo de la verdad y de los
hechos)
Lawfare aparece en el diccionario de lengua inglesa de Oxford como «acciones
judiciales emprendidas como parte de una campaña en contra de un país o grupo».
Más tarde Oxford amplió su propia definición, explicando la guerra
jurídica (Lawfare) como
"la explotación de lo real, o lo percibido, o incluso “orquestando”
incidentes (y poder mostrar)
violaciones de las leyes de la guerra (las que regularían la honorabilidad en
la lucha y el respeto a los acuerdos de paz o tregua) cuando (eligiéndose el Lawfare, como guerra
jurídica) siendo este un medio no convencional de hacer frente a un
poder “militar” superior".[10
No siempre el concepto
superior se refiere al aspecto de la fuerza militar – o a veces fuerza bruta cuando se trata de
particulares – (que por sí misma
disuadiría para entrar en un conflicto de intereses con un adversario superior),
en algunos casos muy frecuentesse
considera muy adecuado el uso del Lawfare cuando el término superior
no se refiere a la fuerza bruta o militar de un oponente sino por concebirse
en el oponente una superioridad moral y o ética (que perturba o dificulta
planes u objetivos que fueran cuestionables moral y/o éticamente, por lo que:)
se le desea destruir (o se desea su destrucción),por lo cual se usaría (como medio más adecuado) la
instrumentalización de la Ley para tal finalidad (el uso del Lawfare).
Por otro lado, el lawfare (o
guerra judicial en español), hace referencia a cuando un actor político poderoso instrumentaliza
el sistema de justicia para así poder perseguir, neutralizar y hasta destruir a
sus competidores o adversarios políticos.[14]
El otro caso particular es
cuando la judicialización de la política es usada por actores
corruptos como una vía para no rendir cuentas respecto a sus faltas
cometidas, esto ocurre cuando
los políticos o funcionarios, que han
sido sorprendidos en acciones irregulares, no están dispuestos
a rendir cuentas si no existe un fallo judicial que los obligue a hacerlo.[15] De esta manera, lo
judicial se vuelve un “punto difuso” (hasta que se aclare la situación y esta puede durar años y/o quedar
sobreseeída) por lo que la
“guerra judicial” puede ser tomada como un escudo, pues todo
lo que no sea legalmente llamado como crimen, está permitido en la función
pública, política y administrativa.[16]
No
obstante, bajo los preceptos de la guerra judicial, esta puede
ser tomada cómo una forma (y
manera de actuar) en la que las instituciones democráticas son
capturadas por “actores” que hacen primar sus intereses privados.[18] Por
lo que esta situación, de Lawfare, afecta tanto al sistema de justicia como al
sistema democrático en general.
(Lawfare sostiene
(en su propia defensa para aceptarse como
método aceptable) que es un medio para evitar una confrontación
violenta (e incluso sangrienta) al
usar como fórmula instrumentalizar la justicia contra un oponente, a
priori siempre más débil (recuérdese que
la primera regla antes de iniciar una “guerra” de cualquier naturaleza es
asegurarse que “está ganada” antes de empezar; por ello, todos los elementos
que van a entrar o pueden entrar en juego se hallarían “controlados y/o
previstos”; siendo a su vez fundamental en toda “guerra” que se hubiera
conocido “el control” del relato y asegurarse, en lo posible, el control las
comunicaciones y/o mensajes que recibe el adversario mientras va siendo
acorralado).
Los
detractores de esta visión aparentemente “benigna” (pues
se alega que así se evitaría la confrontación llevada al extremo sangriento y,
por lo tanto, se asegura que es expresión “mucho más civilizada” que la
puramente animal) han comenzado a definir el término alternativamente
como "un intento de dañar o deslegitimar a un oponente, o de
disuadir a un individuo de ejercer sus derechos legales"(e
incluso, por el contrario, en ciertas circunstancias de vulnerabilidad o
debilidad – como la que señala el exJuez autor de “Habla, para que se sepa”,
“invitar” y “ofrecer” acciones legales, o realizar iniciativas judiciales para
la propia defensa frente al acoso judicial, sabiendo de antemano que el
resultado de las mismas estuviera, previamente, “acomodada” en contra de quien
se hallara en tal situación de vulnerabilidad o debilidad, para agravarle más
aún su situación y si es posible, por
este medio, llevarle a la desesperación e incluso a su eliminación física).
Lawfare también
hace referencia al uso de sistemas y principios legales contra un “enemigo”, por ejemplo, dañándole
o deslegitimándole, malgastando su
tiempo, energía y dinero (por
ejemplo, demandas estratégicas), o logrando una
victoria judicial, dando
lugar a otra victoria, ahora ya en el terreno de las relaciones
públicas, donde se
argumentaría “haber recibido la razón judicial”(es decir: El triunfo de “un relato” frente a la “verdad”).
Lawfare se puede
describir como una táctica utilizada por regímenes represivos(también existen las democracias represivas y
que constatamos que existen en Europa y en Francia, que es referente
“normativo” para España desde hace siglos, y el propio exJuez reconoce en la
entrevista, al señalar que los “chalecos amarillos” recibieron mucha “represión
judicial”) para etiquetar y disuadir a la sociedad civilo a los individuos de reclamar sus derechos legalesa través de los sistemas legales
nacionales o internacionales.
Esta
actividad Lawfare también se puede constituir en un “método” con el cual las
instituciones democráticas son
“capturadas” por “actores” que hacen primar sus intereses privados.
Lawfare es muy común y
especialmente muy usado por los Estados (sean o no democráticos) contra los individuos o contra la sociedad civil cuando rechaza la
violencia y utilizan métodos no violentospara denunciar u oponerse a la
discriminación, la
persecución, la
corrupción,
la falta de democracia, la limitación de
la libertad de expresión,
las violaciones de los derechos humanosy las violaciones del derecho internacional humanitario.
Es
decir, (los Estados) cuando fallan (con) los
métodos de provocación comúnmente usados para provocar una reacción
violenta en un defensor de derechos civiles (ya
sean sus propios derechos civiles o
como activista civil) pueden
usar de “herramientas” del propio
Estado o miembros del mismo Estado, para “generar” situaciones de Lawfare llevando
las “situaciones de queja y/o protesta pacífica” a entornos judiciales donde
ganar una batalla por medio legales (o, al menos, desgastar a las personas
que defienden sus propios derechos civiles) e incluso vencerles y/o desacreditarles mediante la apelación a la visión
“corporativa” como defensa
para el propio Estado y, en consecuencia, instrumentalizar los sistemas
judiciales (a falta de medios moralmente legítimos o
ignorando y vulnerando derechos fundamentales de las personas e incluso
ignorando pruebas o desvirtuándolas mal-intencionadamente para tales
fines) .
Según
la IA: El lawfare es la utilización de mecanismos judiciales
y legales para perseguir y debilitar a oponentes políticos. Se
caracteriza por el uso de
procedimientos judiciales, como lo son las acusaciones
penales o civiles, destinadas a generar escándalo mediático y dañar la
reputación de adversarios, a menudo a través de procesos prolongados y en los que se usan herramientas como la
prisión preventiva para afectar la imagen pública de una persona.
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Desde esta
introducción obtenida en wikipedia en inglés, resultaría de evidencia
la capacidad de los Estados (cualquier Estado) para
destruir vidas y personas, y tal capacidad parecería de
condición omnipotente y, sin embargo, es difícil concebir que el
Estado, como tal, se pre-dispusiera en contra de grupos o personas concretas
para arruinarles la vida o eliminarlos “legalmente” de la sociedad en la que
nacieron o se hallan, sin argumentar motivo alguno que al menos se
considerara “legítimo y de peso” para quienes tuvieran que colaborar en hacer
real y efectiva esa “eliminación” moral, material o incluso física, de una
persona concreta (no bastaría con la sola participación del sistema
Judicial, otros “actores” deben colaborar parta tal fin y, a su vez, otras
ramas de la Administración Pública deben “prestarse” a tal fin).
Resultaría más sencillo concebir que iniciar un Lawfare sólo fueran más posible en personas concretas que tuvieran posición social muy específica y de características muy concretas (probable y exclusivamente solo al alcance de ciertos rangos de funcionarios) que perteneciendo su actividad laboral (o habiendo pertenecido al Estado cuando iniciaran tal actividad de Lawfare) en el desempeño de sus funciones y atribuciones específicas como funcionarios públicos, hubiesen “activado”, “iniciado” y “desarrollado” esa actividad lawfare al poseer esa capacidad legal reconocida en el desarrollo de sus funciones públicas, por medio de la realización de informes (ya fueren verbales que se traducirían a escritos) y así argumentar adversamente sobre una persona concreta (o familia o clan familiar) para que esta fuere obstaculizada en el desarrollo de su proyecto de vida, llevarle a la ruina o “eliminarlo” legalmente de la sociedad a la que pertenece (sí, también esta capacidad o facultad se hallaría en personas que ya estuvieran en situación de jubilación, siempre y cuando la posición funcionarial que hubieran ocupado les hubiera permitido crear redes y lazos por medio de intereses ilegítimos, a-legales y fraudulentos por medio de las distintas modalidades que “ofreciera la Administración del Estado para constituir y desarrollar Lawfare sobre otras personas o familias; siendo la característica relevante de la propia Administración Pública del Estado el hecho de hallarse constituida como un “sistema-engranaje” regido en todas sus actividades por un procedimiento reglado por ley (la Ley de Procedimiento Administrativo, en sus distintas versiones para cada rama de los poderes en que se constituye el Estado – cualquier Estado) procedimiento y actividad del personal al que se hallara sujeto todo el personal funcionarial que constituye el aparato del Estado, donde el modelo de co-optación -para el desarrollo de ciertas funciones- seguiría considerándose el modelo aceptable u óptimo para configurar la estructura del propio Estado – si tuvieran dudas al respecto bastaría con remitirse nuevamente a la definición y artículos existentes en wikipedia al respecto de este término (Co-optación) siendo que la versión inglesa se extiende en aspectos mucho más aclaratorios sobre la versatilidad de tal actividad y que llevan al Corporativismo, (si el corporativismo alcanzara, como propone al parecer el actual Magistrado del Supremo Marchena, a todo el sistema judicial incluyendo los Colegios de Abogados para constituirse en un único ente Corporativo del Estado, entonces estaríamos describiendo el camino hacia el sistema italiano que se impusiera en los años 20 del siglo pasado). ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Co-option
(También existen expertos y autores españoles con
textos que aún fueran de referencia universitaria en sociología, al respecto de
la vigencia de la co-optación en el sistema funcionarial en España (de los
cuales algún ejemplo relevante y destacado se mostraría en este mismo blog
cuando se realizara los trabajos sobre el Conservacionismo Económico o el
Convenio Conservacionista hará, ya algo más de cinco lustros, siendo el
referente consultado La sociedad corporativa (1979), escrita por Salvador Giner junto a Manuel
Pérez Yruela, que no dejaría duda de la vigencia del corporativismo.)
Desde la
perspectiva anglosajona de Lawfare, la co-optación también
puede convertirse y observarse, no
sólo como un instrumento de “control social” más allá de lo que se concibe como “recomendación”.
La recomendación es una fórmula de garantía que extiende un
“poderoso” que acredita de un tercero, que busca trabajo, ser buena persona o
confiable, sea por destacar por sus capacidades en su trabajo profesional, o
por el contrario cuando existen ciertas situaciones de penuria o carencia
pero se acredita ser buena persona; siendo una actividad propia del sector
privado y que en España es (o fue) muy común realizar tales
recomendaciones y se realizaran por medio de “cartas de recomendación” – o en
ocasiones dar referencias verbales, como era muy común durante el régimen del
General Franco. Tan común fue y es esa práctica que también se realizaran hasta
la actualidad en EEUU, y siempre bajo el concepto de “referencias sobre una
persona” para su presentación ante un nuevo trabajo.
Cuando los procesos
de co-optación se dan dentro del propio Estado, (y fueran destinados
a promocionar personas concretas en sus carreras profesionales dentro de
las estructuras del Estado para que alcancen altos niveles de responsabilidad
en la gestión), el propio proceso de co-optación (en principio
destinado a la idoneidad y conformidad que observaran sus compañeros
funcionarios para acoger a un nuevo miembro) se puede acabar
convirtiendo en una estructura que podría disponerse, con suma facilidad,
para actividades de Lawfare, bastando conque uno solo de sus miembros sea capaz
de “modificar” su actividad personal, y decida entrar, por ejemplo, en una
formación política (de ello tenemos
constancia en la Jueza que entró a formar parte de un partido político y fue
objeto de Lawfare a iniciativa de un “compañero” juez y casi lo consigue, al
movilizar el aparato y engranaje judicial contra esta persona que era jueza).
En este
aspecto el Lawfare (como claramente señala la wikipedia en
inglés) es y sería la instrumentalización del sistema
Judicial para que funcionarios públicos se prestaran (o se les
forzara a participar o a inhibirse) en la “captura” del
propio Estado y “re-orientar” su actividad a finalidades particulares
e incluso singularmente personales que en nada fuere el objetivo de la
organización del Estado y de la Constitución como su norma suprema.
Cuando se
“captura” parte o ramas de las propias instituciones (por
uno o varios actores, se precisaría la inhibición o temor de sus propios
funcionarios ante la “visión” y aplicación “adversa” del concepto
“corporativismo”, temiendo sufrir Lawfare de sus propios compañeros que
pudieran estar, o no, implicados o condicionados a aceptar tal “captura”), la
actividad de estas instituciones del Estado (o íntimamente colaboradoras del Estado,
donde son prolongación de sus funciones), se ponen “al
servicio” de su “secuestrador/es”.
(en
ocasiones, en prácticamente todas, no fuera una situación asumida por el propio
aparato funcionarial, sino por su propia naturaleza de ser parte de un sistema
de engranajes, destinado a realizar tareas concretas, (a veces sólo parte de
una tarea o de un expediente), en las cuales la inter-conexión entre
funcionarios puede ser mínima y sujeta estrictamente a la propia actividad
laboral; de ahí el concepto de “engranaje” como sinónimo “pieza funcional”, que
describiría la actividad de cada funcionario)
“Capturada”
la institución, o parte de ella, se desarrolla y orienta la actividad del
aparato del Estado en “beneficio” de los objetivos concretos que
tuvieren sus “captores” y que no fueran las concebidas en un Estado
Democrático, Social y de Derecho que, por el contrario, se concibe destinado
al bien público de sus habitantes y ciudadanos.
(a este respecto se podría concebir la situación dada
con el ex_ministro de Hacienda y la estructura que se dice organizara para
rentabilizar la actividad de un despacho particular).
Por lo que
se podría concebir que las “capturas” de las instituciones del Estado son
parciales o para fines concretos, y determinadas y acotadas en un espacio de
tiempo concreto, siendo que pudieran ser “des-cubiertas” y “abordadas” por la
opinión pública años más tarde - como
suele ser lo común, o al menos así lo parece.
(lo que indicaría, a su vez, que en su
momento, “se vieron u observaron” irregularidades
(pues la función pública está regulada por una Ley de Procedimientos) o se
sintió la presión y/o “amenaza particular” e incluso personalizada que suele o
pueden acompañar al descubrimiento de tales “capturas” y más si estas se hicieran públicas - se observaron, se evidenciaron - y, a
su vez, se temiera denunciarlas ante el poder que exhibiese “actor” que las
liderara –en este caso, al parecer, el
Ministro Montoro- y la capacidad de este “actor” en “organizar una
actividad de guerra”, como así denunciara el periodista de ABC al que realizaron inspecciones de hacienda,
y también contra alguno de sus hijos y/o familiares, por haber señalado en un
artículo tal actividad sospechosa en el Ministerio de Hacienda).
En este
caso concreto, la “captura” del Ministerio de Hacienda por el propio Ministro
de Hacienda le permitiría realizar Lawfere mediante el uso de información
personal que pudiera solicitar a los mismos funcionarios de Hacienda a través
de sus jefes naturales y desde esa información, “ordenar” inspecciones
contra todo aquél que se mostrara contrario a ver el Ministerio “capturado” en
un negocio destinado a confeccionar leyes y normas para grandes empresas previo
el pago de lo que parecieran “tasas” – por
sí mismo, una estrategia de defensa Lawfere muy disuasoria, por ser potestad de
hacienda realizar Inspecciones a los contribuyentes, para cualquier periodista
o particular, e incluso para los propios Diputados y Senadores. Las
caricaturas en prensa del Sr. Montoro lo presentaban, directamente, con aspecto
de vampiro.
Sin
embargo, cuando es un Ministro del Interior quien “captura” su propio
Ministerio como se afirma que ocurriera con el Ministro Jorge
Fernández Díaz, dada la versatilidad de la herramienta “capturada” (el propio sistema policial con todos los
recursos que este posee al alcance –concebidos para la seguridad del propio
Estado) y su estrecha vinculación con el Sistema Judicial (y a su vez, la evidente capacidad de ambos
Ministerios para realizar filtraciones a la prensa dotadas de veracidad, al ser
firmadas o proceder de los sistemas de seguridad del Estado), permitiría
realizar operaciones de Lawfere en nombre de la seguridad del Estado contra
partidos políticos considerados “peligrosos”
o sus miembros más significativos (en
este caso Podemos (hasta el momento 29
querellas archivadas por el Supremo) y los catalanistas e
independentistas Junts y ERC). Másrecientemente (2025) se descubrió que el
propio actual Presidente del Gobierno Pedro Sánchez Castejón viniera siendo
investigado en su actividad familiar desde 2014 -él y su familia- por ser concebidos de “peligrosos” para el Estado
en un informe de dicho año 2014 y exhibido por el actual Jefe de la Oposición
en 2025, bajo el nombre RIESGOS PS (en referencia a Pedro Sánchez y
las debilidades que podrían usarse contra él si fuere necesario – justamente al
ser nombrado Secretario General del PSOE). El
ex_Ministro del Interior Sr. Fernández Díaz, hoy en día hace frente a varios
procesos judiciales pendientes y a su vez es acreedor de numerosas distinciones
de reconocimiento a su persona (en número
y naturaleza iguala a las distinciones del propio Presidente del Gobierno Pedro
Sánchez al que se investigó en sus “debilidades” desde ese Ministerio de
Interior).
Siempre
cabría la duda si los Ministros de Interior son los que “capturan” un Ministerio
o fuere más una “captura de oficio” por parte del propio funcionariado policial
(y/o sistema de seguridad) cuando “le
pusieran al día” de las investigaciones “de oficio” que llevaran a cabo sobre
personas concebidas como de riesgo para la seguridad del Estado (o simplemente para el “control” de las
mismas, como parece que fuera el caso de Pedro Sánchez). Por otro lado,
parece “coherente” que los sistemas de seguridad del Estado realicen
investigaciones (“de oficio”, sin contar
con el poder Judicial) y parece muy probable que los Ministros de Interior
“caigan en la tentación” no solo de leerlos, sino de usarlos, en este caso,
partidariamente por razones ideológicas o políticas, por las que conciben
riesgos reales para el propio Estado. Otra cosa sería más diferente si un
Ministro de Interior usara los conocimientos adquiridos en el Ministerio para
finalidades políticas para sus “propios intereses particulares” y mediante
tales conocimientos hicieran daño a terceros que considerara obstáculos para esos
“fines particulares” – aunque fueren
fines políticos.
No es
posible imaginar qué pudiera ocurrir en el caso de que un Ministro “capturara”
dos ministerios a la vez, y simultáneamente por ejemplo el de Interior y el de Justicia, y a la vez fuera Juez o Magistrado.
(Salvo el
llamativo caso de la actualidad internacional, donde por medios puramente
democráticos, un Presidente alcanza la cumbre del poder de su Nación y desde
ahí va incorporando a personas (especialmente jóvenes) que sin
haber sido elegidos por los ciudadanos -ni haber pasado los filtros para
convertirse en funcionarios del Gobierno- y por medio de la tecnología
informática, van desestructurando internamente los sistemas informatizados que
facilitaban las relaciones de los ciudadanos con la Administración (por
ejemplo en el pago de impuestos) cambiando “de facto” estas relaciones y dificultándolas
enormemente entre los ciudadanos y su propio Estado (mediante nuevos costes económicos al tener que contratar agentes para
realizar la declaración de impuestos que antes hicieran los sistemas
computerizados del gobierno), en un tránsito hacia un Estado donde todo
giraría en torno a la voluntad de su Presidente (y de las recomendaciones de
sus asesores) donde cualquier contrapeso democrático se hallaría en
tránsito de poder ser demolido por medio de operaciones de Lawfare (jueces,
activistas civiles, periodistas, humoristas….se ven en riesgo de verse
involucrados en procesos judiciales que destruyan sus patrimonios, su
credibilidad social, su dignidad, su empleo o literalmente sus vidas) en
un proyecto, ahora político, que podría llevar a esa Nación a un control
unipersonal de todo el aparato y estructura del Estado por medio de
los conocimientos y habilidades de personas “inmaduras” (es decir con objetivos muy cortoplacistas y
rápidos de aplicar por los que se obtendrían resultados en el momento); y
sin tener la cualidad de funcionarios públicos, tuvieran acceso a toda la
información relevante de cada ciudadano Norteamericano y ponerla a disposición
del Presidente de su nación siendo que, como tal Presidente, tuviera en su mano
cambiar, en cualquier momento que deseara o le pareciera conveniente, la
definición de “enemigo del Estado o
enemigo interno” bastando para ello que consideraran a un ciudadano, o
un grupo de ciudadanos, o un segmento de su propia población, como “enemigo de sus particulares objetivos” y
pudiendo decidir cuál será el destino de cada grupo, segmento poblacional, o
persona concreta por medio de la instrumentalización, ya no sólo del sistema
judicial, sino de toda la enorme estructura que conformaría el Estado en una
nación tan poderosa y referente occidental como lo es EEUU de Norteamérica (así
lo afirma en unas conferencias que se diera en España y luego fueran
televisadas – en la cadena “Negocios” – por un afamado analista
norteamericano, tanto en Madrid como en Barcelona) siendo que ya
últimamente se manifestara tal Presidente de EEUU con voluntad de
poderse concebir como un Rey (y disponiendo de tres años o más para
conseguir ese deseo por medios tecnológicos, y ya advirtiendo de que usaría la
fuerza si fuera preciso, para combatir a sus enemigos internos – que por lo que
se entendiera, pudieran llegar a ser todos los que se opusieren a su voluntad
hecha ley).
(En la
entrevista que abre este ensayo, el juez jubilado hablaría en términos de:
personas que representan un “peligro social” y esa calificación tan genérica,
no parece muy neutral y probablemente un término estigmatizador que se
extendería más allá de la visión de imparcialidad propia de los jueces.
Desconociendo la amplitud que alcanzara ese término usado en España para
calificar personas, es difícil imaginar hasta donde pudiera llegar la
versatilidad con que se empleara en la cotidianidad del ambiente judicial y si
alcanzara a su vez el ámbito político o singular de unas personas determinadas,
por el solo hecho de que un personaje poderoso se sintiera en alguna medida o
manera “inseguro”, por ejemplo ante una investigación periodística que
implicara actividad irregular de miembros del Estado, por ejemplo, al seguir
instrucciones para la seguridad del Estado).
Llegados
a este punto, se podría observar, y aceptar como evidencia, que el Estado (con todo el aparato de instituciones que lo
conforman y/o colaboran con él en sus cometidos), regido por las leyes y la
Constitución, de la que emanan como tales leyes (y siendo que todos los funcionarios públicos, y cargos políticos, la
juraran y/o prometieran al acceder al cargo de “servidores públicos”), puede
caer en manos de intereses espurios o particulares mediante la
instrumentalización de la Administración de Justicia (que se constituye como el tercer pilar y poder de nuestro Estado
democrático) y, sin embargo, incluso en este caso, la Administración de
Justicia (el sistema judicial, también
constituido por funcionarios) se halla “obligado”
a seguir procedimientos reglados por ley, y aun siendo que cupiera la
interpretación y el margen de interpretación de las leyes –que tal vez pudiere llegar a posicionarse en contra de lo que dispusiere
la “voluntad” del legislador cuando las redactara y aprobara en Cortes- su
actividad como “administración de justicia” quedara reflejada por el propio
“procedimiento” que la regula, por lo
que esta actividad queda documentada (como
así mismo ocurre en toda actividad de la Función Pública).
Por otro,
lado suele ser una necesidad humana ex-presar lo que acontece en su propio
Estado, y fuera lo que ha permitido a los investigadores e historiadores
“seguir la pista” de las actividades y decisiones del Estado, cuando estas han
entrado en “irregularidades” o “excepcionalidades históricas” y también las que
son y fueran propias de la actividad que hoy se llama Lawfare.
(un
posible Lawfere muy llamativo fuere el uso del Estado de Alarma contra las
quejas de los sindicatos de controladores aéreos, donde al parecer se
instrumentalizaría, en ese caso, un artículo de la propia Constitución y, a su
vez, a la propia opinión pública para obtener de ella su respaldo a la medida
de “militarización” (y posterior venta–que
fuere el objetivo real de planificar tal Lawfere); e iniciar, el Lawfere en diciembre de ese mismo
año 2010, cuando más demanda hubiere de pasajeros en los aeropuertos a causa de
las vacaciones del puente de la Constitución y la Inmaculada; y con un ensayo
de conflicto previo en marzo, creo recordar que del mismo año.
(suele ser más común de lo que pareciera, que cuando
el Estado, o funcionarios en pos de sus objetivos particulares, iniciaran un
Lawfere y “van a la guerra judicial”, ya sea contra un colectivo o contra
alguien cercano, incluso un familiar- suelen resguardarse y protegerse mediante
el sencillo sistema de prueba/error, hasta que van consiguiendo delimitar el
camino para conseguir el objetivo; en este caso les bastaría con una prueba (la
realizada en Marzo) para ver como respondían los controladores aéreos; cuando
se trata de un particular mucho más aislado, suelen hacer pruebas reiteradas y
en ocasiones, si no consiguen su objetivo, planean directamente mentir a “la
Administración del Estado” aunque resultara arriesgado que tal mentira quede
reflejada en un documento oficial, en este caso de un Hospital – Lozano Blesa-
confiando en hacerlo pasar tan desapercibido, como incluso error de redacción o
interpretación por los facultativos, pero fuera tan necesario, como necesario
resultara presentar “dos testigos” como convivientes con un tercero, para hacer
creíble un testimonio- como si en un entorno de un juzgado se hallaran y
realmente ello diera resultado).
El
problema que hiciera posible la planificación de este probable Lawfere del
Gobierno fuera el económico, al realizarse más aeropuertos en nuevas ciudades,
que no se rentabilizaron al llegar la crisis de 2008 y reducirse el número de
viajeros; por lo que la decisión de vender la red de controladores aéreos
apareciera como una necesidad irrenunciable.
Las
primeras impresiones y opiniones derivadas el relato del Gobierno harían prever
penas de hasta 8 años de cárcel por un presunto delito de sedición, pondría de
acuerdo a todos los grupos parlamentarios (nacionalistas
e IU) respaldaron al Gobierno creyendo el relato de “sedición y abierta
rebeldía” (salvo el portavoz del grupo
del PP en el Congreso que ya conociera el fondo laboral del asunto y reprochara
al Ministro la manipulación de la opinión pública y falta de capacidad
negociadora, aunque el líder de la oposición del PP no hizo reproches y sin embargo alcaldes del PP, en Madrid por
ejemplo, respaldaron “castigar” con rigor a los trabajadores); pero una vez
abiertas las causas se viera que el relato divulgado y asumido como cierto, ni
fuere cierto ni ajustado a la realidad en base a la documentación obrante; se
tardaría unos 10 años a que 20 juzgados cerraran la causa.
Los
trabajadores que llegaron a acuerdos con la Fiscalía en Madrid tuvieron que
inculparse para intentar acabar con dicho calvario judicial que padecían ellos
y sus familias en un linchamiento mediático interminable (en Madrid llevaban 8 años sin ninguna resolución y 9 cambios de jueces
sin obtener sentencia, lo que motivaría el acuerdo con la Fiscalía y esta
impusiera la in-culpación). Aún así, en 2022, la Audiencia Provincial de Madrid la revocó,
absolviendo así a todos los encausados al encontrar que el proceso en primera
instancia se había sustentado en una prueba exigua y había desatendido los
testimonios propuestos por los acusados.[125][126]
Hubo 12
trabajadores condenados en firme en Palma de Mallorca, ante un acuerdo con
Fiscalía similar al de Madrid (después de
8 años de litigio, para cerrar el proceso, siendo sancionados 12 controladores
por auto-inculpación a 15.000.-€ de multa cada uno)
Se creó
una asociación de pasajeros afectados (casi
unos 10.000 afectados) que reclamaron indemnizaciones patrimoniales a los
trabajadores por valor de 50.000.000-€. y subsidiariamente a AENA.
El
Ministro Pimentel (en 2011) dictaría un Laudo de obligado cumplimiento que
estaría vigente hasta 2013, que fue respaldado y elogiado por todas las partes.
(este
tipo de actividad parece que siempre se dio, y se diera, en todo Estado desde
que nuestras sociedades se organizaran y dejaran huella de su actividad en
escritos).
Incluso en
papiros de la antigua civilización egipcia se hubieran descubierto este tipo de
actividad instrumentalizando la justicia con la finalidad de aumentar y asentar
el propio poder, y a la vez, el caso concreto de enriquecerse, narrado en
papiros.
(haciendo
posible que la BBC y/o National Geographic realizaran programas al respecto de
estas actividades, siendo espectacular el grado de refinamiento y sutileza que
pudieran llegar a alcanzar, y en otros casos la sencillez con la que unos
familiares se quedaran con los bienes de unas recién huérfanas pactando con los
sacerdotes de un templo desposeerlas y meterlas a sacerdotisas que serían
prostituidas, a cambio de una parte de la herencia de las propias niñas; por
otro lado, como el Jefe de la Guardia en la ciudad donde vivía el propio Faraón
(al ser descubierto por el capataz de las
obras en la tumba que se construía para el propio Faraón, que los soldados del
Jefe de la Guardia robaban objetos valiosos), fue capaz de manejar la
situación – no pudiendo denunciar al propio Jefe de la Guardia fuere a
hablar una noche con el Alcalde de la Ciudad, y este al enterarse y viendo que
no se pudiera medir con el poder del Jefe de la Guardia decidiera huir de la
ciudad la misma noche, quedando todos los obreros que trabajaban en la tumba a
merced del Jefe de la Guardia, quien para adelantarse a los acontecimientos
denunciara al propio capataz y a sus obreros, ante el Faraón, de robar las
riquezas de la tumba, y prometiendo en los interrogatorios que, si confesaban
(un crimen no cometido), serían benévolos con ellos y sus familias, organizando
un macro-juicio público presidido por el Faraón, en el que todos tuvieran que
atenerse a lo pactado para salvar la vida y las de sus familias; pero siendo
que los obreros se fueran percatando durante el macro-juicio público que todo
fuere una “trampa” decidieron decir y proclamar su inocencia y el propio pueblo
no les creyera o dudara, siendo que ellos y sus familias fueran todos
ejecutados con la complacencia del propio Faraón que difícilmente no supiera o
intuyera la realidad de lo que hubiera acontecido).
El poder
que deposita la sociedad en cualquier cargo o desempeño concebido para el bien
público, cuando se destina a instrumentalizar la actividad de cualquier
funcionario o poder público y sujetarlo a intereses particulares, siempre
acabaría trayendo desgracias (más allá
del efecto colateral de “ir capturando” la actividad de una parte del Estado y
ponerla a servicio más particular).
El poder
lo otorga la sociedad democrática a fin de obtener o mantener el Bien Común (el bienestar de la propia sociedad)
siendo ese el objetivo “superior”; siendo antagonista el gestionar el cargo
público para obtener cualquier tipo de rédito personal; de ahí que se jure o
prometa cumplir con la Constitución y los valores que esta porta, aunque la
trilogía que siempre aparece como sospecha en los entornos del poder (dinero, poder y sexo) se ven como tema
recurrente en las películas Norteamericanas que versan sobre la actividad
política e incluso en la actualidad, de igual manera, con personajes muy
destacados y conocidos dentro de las élites de la sociedad internacional. (Incluso el juez jubilado del Supremo
señalaría a los periodistas presentes en la Noche 24h, que también la ambición
podría deformar la naturaleza de imparcialidad que debiera existir en los
jueces)
(podría concebirse como la deriva inapelable
que contiene la definición del Ser Humano a la que por ello la Ciencia no
renunciaría pese a evidencias que la pudieran contradecir: El Ser Humano es un
Animal-Racional (lo que implícitamente y ante tantas evidencias que
nos llegaran desde los entornos del ejercicio del poder, o a ciertas cotas de
verse un ser humano en posición de poder respecto a otro u otros, este pondría
su parte racional al servicio siempre de su parte más animal, incluso para
satisfacer sus más bajos instintos, más propios de bestias irreflexivas e
irracionales).
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La capacidad del Estado para “desplegarse” en cuestiones de seguridad sobre los ciudadanos, invadiendo a veces sus “Derechos Civiles” es muy amplia (sobre todo cuando se apela a cuestiones de seguridad), como se muestra en la breve introducción, con sólo enumerar unos pocos casos que se muestran vinculados con Lawfare sobre personas que “molestan” ante una decisión política; sea esta de naturaleza económica (ante un sindicato, por ejemplo, y se llega al extremo de orquestar un Estado de Alarma) o por razones políticas, en las que se perciben actores políticos peligrosos para el formato del Estado en caso de prosperar (como ir contra miembros de un partido cuyo líder se presenta con un lenguaje disruptivo como ocurrió con Podemoso en el caso del Junts y ERC(al declarar la Independencia de Catalunya y realizar una consulta popular al respecto), dando como resultado situaciones tan anómalas como un “President” – simbólico - en el exilio; y siendo partidos con influencia política en la actualidad. Aunque en todos los casos, los objetivos de desgaste y reducción del adversario político, considerado “peligroso”, dieran resultados.
Esta
actividad a veces diera lugar a “errores” por cualquier causa, afectando a
terceras personas que fueran “inocentes” o simplemente demasiado jóvenes para
entender, comprender o imaginar la complejidad y versatilidad que puede
alcanzar el Estado y el mundo de la política, y al respecto de los conceptos y criterios
de seguridad que manejaran, en especial cuando son criterios “preventivos” que
se aplicarían sin mediar actividad irregular o ilegal, a veces sólo mediante
pre-juicios (durante los años 60, 70 y
parte de los 80, llegarían desde EEUU criterios de seguridad, en ese momento
basados en el simple aspecto físico: ropa o tipo de pelo, destinados a
“etiquetar” potenciales personas peligrosas para la seguridad que asumirían los
sistemas de seguridad en España).
La
violencia lleva al concepto de inseguridad y desamparo afectando a la Salud
Mental
No solo
este aspecto de la seguridad, sino otros que también a veces se fundamentan en
“desconocimientos”, y pre-juicios hacen, o simplemente por actividad rutinaria
y poco singularizada, harían que el paso de la infancia a la pubertad y a la
etapa de madurez juvenil se manifiesten
cambios relevantes en las personas, donde el tránsito no siempre es sencillo y
fácil.
(En otras
ocasiones menos visibles, serían “autoridades” ante niños o jóvenes quienes de
su posición en cualquier ámbito social -incluso
en guarderías, escuelas o institutos- se prevalecieran de su condición par
infringir la integridad física o moral y preservarse a cubierto. Casos como
este se verían más recientemente en guardería, que llevaran al escándalo en
Argentina, o en colegios españoles significándose en personas que precisamente
se dedicaban al ámbito religioso dando lugar a un informe muy extenso del
propio Defensor del Pueblo al respecto (una
situación que también se diera un muchas partes del mundo cristiano y llevando
al pontífice de Roma a pronunciarse al respecto) y también en Institutos,
donde la autoridad de algún profesor llevara a pedir los números de móviles a
algunos de sus alumnos después de una clase donde se explicaran a los alumnos
situaciones derivadas de las conductas sexuales abusivas entre adultos y
menores (en este caso el profesor no
fuere de condición religiosa y hablar o escribir de ello y de las personas que
fueren afectadas pudiera molestarles porque lo tuvieran u olvidado o cerrado el
recuerdo en lo más profundo de su mente y vivieran como si no lo hubieran
vivido, con sus profesiones, parejas o familias constituidas).
Siempre se
hubiera considerado que lo llamado genéricamente “depresiones” fueran producto
del “choque” que se produjera en las personas cuando pasan de la
etapa adolescente a la de adulto (y cuya manifestación se mostraba,
estadísticamente, en el entorno de los 21 y 22 años en la práctica mayoría de
las personas afectadas) y así se manifestaba hará unos 40 años por los
especialistas.
Ese mismo
concepto se expondría en 2010, de manera indirecta, en una entrevista realizada
por el famoso periodista deportivo J. Mª García al jugador Andrés Iniesta,
cuando la selección española de futbol ganara la “Copa del Mundo por primera
vez en su historia de ese campeonato, siendo Iniesta quien consiguiera el gol
del triunfo y lo dedicara a Dani Jarque quitándose la camiseta, para
mostrar el mensaje escrito de solidaridad y recuerdo hacia el
jugador de futbol muy apreciado y querido por el resto de compañeros de la liga
española de fútbol, que muriera repentinamente mientras jugaba un partido de
futbol). La frase literal del periodista J.Mª García al comienzo de esa
entrevista sería: “¿A tus años aún con depresiones?”. Consideraría que con una
treintena de años, una persona de éxito como Iniesta estaría libre de padecer
“el mal” que permitía transitar de la pubertad a la etapa adulta.
También se
circularían afirmaciones tales como: “Las depresiones son enfermedades de ricos”
u otras similares como que “Las depresiones son cosas de personas mimadas en la
infancia”…. Cuando en realidad sabemos que son producto de malos tratos graves
ya fueren físicos o psicológicos o ambos, que se gestionan por las personas en
soledad, o se comparten con personas carecen de la mínima empatía o capacidad
de acompañamiento y/o amistad; o carecer o prohibirles acceder a referentes o
personas familiares (por causas de
separación o divorcio) que les presten apoyo y den confianza para superar tales situaciones; la
constitución de relaciones en pareja, cuando estas comparten sentimiento y
proyectos que resultan compatibles, suele convertirse en una de las mejores
alternativas viables para que la mayoría de las personas desarrollen y protejan
mutuamente sus sentimientos e impresiones íntimas ante la sociedad.
Se
afirmaba en el programa norteamericano “Caso Cerrado”, de habla hispana, que
esas etapas de tránsito, y las posteriores ya propias de adulto, se superan con
mayor facilidad si desde la infancia se ha tenido apoyo en todas las
necesidades de sustento nutricional y emocional –que incluye la seguridad y amparo- que los bebés, niños y jóvenes
precisan para asentar la confianza y la seguridad en sí mismos, que les
permitiría desenvolverse con mayor firmeza – aunque todos precisemos apoyo de alguna manera, del entorno cercano-
para transitar por la sociedad definida como de “animales-racionales”;(de ahí, a su vez, la utilidad del concepto
co-orporativismo por lo que también sea visto como un recurso personal para
preservarse de un entorno social que puede verse afectado por lo que
considerara injusticias o prevaricaciones, y donde el “cuerpo de profesionales
respondería como un solo estamento todopoderoso, frente a una reclamación que
les cuestionara, hubiere o no razones fundamentadas para ello; siendo siempre
la mejor respuesta la amenaza de “ir a la guerra legal” contra cualquier
insinuación de error, malas prácticas o negligencia ante una rama del Estado
que puede usar el recurso del co-orporativismo como método de disuasión,
defensa y ataque).
No sólo
nutrición saludable y educación, sino atención y apoyo emocional cuando es
preciso – ante este mundo de
animales-racionales- e ir
aprendiendo unas reglas claras y adaptadas a cada etapa, que permitan constituir
las propias rutinas (a las cuales nos
podremos apegar como parte de nuestra propia personalidad y que acaban por
resultar un apoyo que nos remite a aquellos que nos las estimularon en la
infancia, por lo que nos acompañaran el resto de nuestros días como referente
de nuestro propio orden personal), así como un clima en el hogar de
convivencia normalizado, donde poder ex-presarse razonablemente e ir
repartiendo o distribuyendo las tareas y las responsabilidades a la medida de
la edad de cada miembro – sin involucrar
a los niños en responsabilidades que les pudieran superar o verse a forzados a
asumirlas en razón de vislumbrar y constatar las carencias, negligencias e
irresponsabilidades de los adultos que les rodean y tienen a su cargo el
cuidado de los menores; así como un profundo respeto hacia los niños en los
tiempos en que estos juegan, leen o estudian en casa).
Sin
embargo, mucho más recientemente, se acepta por el mundo de la Salud Mental que
las depresiones y otros fenómenos relacionados con los trastornos o conductas
mentales afectarían a muchos jóvenes por debajo de esas edades consideradas de
“impacto” ante cómo es la sociedad que nos rodea. Afecta a la pubertad, a la
infancia y a la juventud a edades muy inferiores a los 21 años (desde los 11 años se dan casos de ese tipo
de trastornos, más allá de lo comúnmente considerado hiperactividad), en lo
que pareciere una “constatación prematura de la realidad social” que
construyeren los mayores y adultos, en torno a su condición más animal que
define al Ser Humano, y que los niños, y la pubertad, gestionaban con imágenes
simbólicas como medio de adaptación, hasta que las imágenes en internet, y en
redes sociales, pusieran imágenes reales -de
esa misma condición animal de la que fuere rehén el ser humano- al fácil
alcance de niños que no tuvieran su mente ni preparada ni madura para aceptar
la más animal de las animales actividades que un Ser Humano es y fuera capaz de
realizar (Violaciones, pornografía,
asesinatos, violencia extrema, chantajes, personas malas todo poderosas que
salen impunes de sus crímenes….etc.) y sin duda, irían configurando en su
mente, una sociedad que resulta inesperada y difícilmente abordable, que
pudiera darles miedo y pavor ante los pocos recursos que los niños o personas
adolescentes poseyeran para enfrentarse a tales aspecto de una sociedad que se
considerara Civilizada como lo es la sociedad humana; y que, sin embargo,
compañeros de colegio ya se dispusieran a emular, e identificarse, con dichas
actividades animales, considerando que eso fuera “ser adulto” o “el camino para
ser adulto”, creyendo que así se adaptan a ese espacio futuro, por lo que la sociedad aceptaría, por lo
difícilmente de evitar, aunque sí de castigar, si es denunciado.
(al menos teóricamente se puede denunciar, porque
hemos visto como los colegios e instituciones públicas de enseñanza, suelen ser
reticentes o condicionantes en aceptar tales tipo de denuncias que suelen
acabar estigmatizando a la víctima por su poca resistencia a los abusos o al
acoso, siendo las que tuvieran que cambiarse de colegio o instituto y acabara
en los entornos de salud mental – ni siquiera los casos de suicidio “avisado”
realmente modifican a fondo los protocolos o movilizan los medios previstos
para proteger a las víctimas. Eso
sí, como vemos recientemente, cuando la movilización luctuosa se produce e
intervienen el juzgado, la fiscalía y la policía la mayoría se queja de verse
señalados socialmente de manera injusta por las investigaciones, pero nada se
alude a la inhibición que lo hiciera posible, por lo que no parece que hubiera
real interés en la prevención y más bien pareciera que la deriva social desde
hace unos años acompañara a la percepción de beligerancia que se percibiera en
el mundo de la política internacional, como si se ello permitiera una
adaptación a la vuelta a la tesis de selección del más fuerte).
Hará
unos 10 años, mucho antes de que la campaña contra la estigmatización de las
enfermedades/trastornos mentales apareciera en la televisión y conociéramos que
afectaban a personas y profesiones de toda naturaleza y condición social (e incluso a personas que con mucha
frecuencia aparecieran en televisión como analistas o comentaristas políticos,
o deportistas famosos de élite y carisma de triunfadores), señalaba un
estudio publicado en internet –antes de
que apareciera la IA como herramienta no siempre fiable- que el 40% de la
población española habría tenido una crisis psicológica aguda que llevaría a
pasar por una planta de psiquiatría en España. De ese 40%, la mitad no hubiera
vuelto a tener un ingreso por ese motivo, del 50% restante hubiera tenido
varios ingresos y posterior seguimiento por un profesional. Posteriormente esas
cifras aparecieron bastante reducidas, probablemente por razones de naturaleza
“política” (como las razones políticas
por las cuales los centros escolares anuncian sus ofertas de plazas escolares
en centros sin casos de acoso entre sus alumnos)(no parecía “políticamente
correcto o acertado” señalar tal nivel de afecciones mentales en la propia
población), para ser posteriormente nuevamente reconocidas como realistas
en algunas estadísticas (sigue existiendo
reticencia a expresar la realidad de manera llana y clara, a pesar del último y
muy llamativo casos de inhibición de los responsables, que han llevado a
suicidio de escolares, protestas y manifestaciones de padres e investigación
policial – tardía y a destiempo- por lo general
y prácticamente siempre, son cosas de niños o de jóvenes entre iguales,
en los que se ha de aprender afrontar tales adversidades como parte de la
adaptación a la vida social de los adultos).
Cuando
hablamos de salud mental se señala por algunos muchos especialistas, que habría
que hablar de la salud de nuestra sociedad (por
lo tanto de nuestro Estado y sus pre-juicios sobre seguridad y cómo se define a los ciudadanos que para el Estado
los considere “seguros”), así harían referencia algunos artículos que
aparecieran en prensa con motivo de esa campaña destinada, “fallidamente” (como cabría de esperar), a abordar los prejuicios y la
estigmatización. Intentos anteriores
para acabar con la estigmatización en la propia actividad del sistema concebido
por el propio Estado para la Salud Mental llevaría que poner la mirada en
cuáles fueran las causas y esas se buscarían en los entornos sociales y, a la
definitiva, en el papel del Estado. En esa línea se atreviera (porque sin duda fuera un atrevimiento)
el discurso más “potente” escuchado
nunca en el Congreso de los Diputados al respecto de la Salud Mental, tanto por
su puesta en escena como por su impacto, que realizaría el Diputado, hoy en
grave desgracia, ïñigo Errejón, abriendo una exposición en la que comenzaría
con una pregunta retórica: “¿Cómo es posible que para vivir en esta sociedad
hubiera que tomar (tales y tales
medicamentos)….?”
(y daría nombres de marcas de medicamento, y creo que
fuera posible que pudiera dar cifras, porque la noticia en los medios de
comunicación de las televisiones evadiría el discurso completo (es decir la
parte más impactante y que pudiera dar “esperanzas” frente a la
estigmatización, por lo cual era evidente cierta “censura” destinada a
minimizar el impacto de dichas declaraciones – sólo la Sexta diera esas
imágenes; el resto de televisiones centraron la noticia en la respuesta de un
Diputado conservador, que al oír la retórica le espetara a gritos desde su
bancada a Errejón: “Vete al médico”, por lo que tanto la exposición retórica
“progresista” – prácticamente “revolucionaria”- como la “pragmática” respuesta
conservadora “sonarían ambas a provocación” en las dos direcciones en que se
dividiera el Congreso de los Diputados (divisiones entre progresistas y
conservadores), y desde luego causara estupor a todos los presentes, cuando no
preocupación, por motivos similares pero de distinto signo de interpretación:
Por primera vez se nombrar en el Congreso de los Diputados al “Elefante que
hubiera en la habitación” que fuera innombrable por “a todos avergonzar” en
alguna manera y medida. Los británicos en sus películas infantiles de los años
60 vinieran abordando ese elefante con tolerancia y normalidad encarnado, por
lo general, en el abuelo de la familia que recordara constantemente sus hazañas
bélicas que nadie ya interesara- “Mery Popins” o “Chitty Chitty Bang Bang” en
esta última “el guión de la película”, iba camino de la tragedia familiar, pero
es salvado de los Servicios Sociales por la casamiento del padre inventor
creativo y soñador -viudo con dos niños y con abuelo que se encierra en el
retrete exterior a la casa para soñar con su pasado bélico- en una boda con la
hija de un empresario, que acepta el invento de los caramelos de colores que
pitan. Así son las películas anglosajonas de manera recurrente: La creatividad
y las personas creativas -siempre soñadoras para el resto de la sociedad-
estarán en riesgo de ser consideradas locas si el Cielo no intercede, como
ocurrirá también en la trilogía más reciente (1985) de “Regreso al futuro”).
El
Diputado Errejón acabaría en desgracia judicial – previo incidente provocador con personas del sigo político contrario
que también entraría en escena “exigiendo” una foto. De aquello saldría
librado, pero lo que al parecer se dijera sobre algún problema psicológico relacionado con la bebida o
sustancias tóxicas y la sexualidad, según lo expresado por él mismo ante las
posteriores denuncias judiciales que recibiera por mujeres, y pareciera que se
conocieran desde hiciera algún tiempo atrás (algunos años antes), al decir del relato ocurrido en una fiesta
donde al parecer, influido por la bebida o similar tóxico, desencadenara otro
aspecto de su personalidad desconocida (la
Sra. Y Jueza Carmena así expresara que en el trato con este señor nunca se
vislumbrara tales posibles actitudes de naturaleza sexual) y tocara
impropiamente a una señora y quien le acompañara (también vinculado con su formación política) le sacara
inmediatamente de aquél lugar en taxi. Tampoco parece probable una
rehabilitación de su imagen personal, pese a que recientemente se dijera que
acudiera a un acto sindical como “normalizando” su actividad social,
(si el
propio actual Presidente Pedro Sánchez y su familia, incluidas sus hijas,
fueron motivo de investigación de “sus vulnerabilidades” cuando accediera en
2014 al puesto de Secretario General del PSOE –probablemente como una “rutina de seguridad” que luego se pudiera
presentarse de manera bien diferente como “actividad puntual y anormal” de un
grupo de miembros de seguridad del Estado- sería concebible que también la
figura del Sr. Errejón se hallara en similar circunstancia de investigación
previa, por lo que tal actitud distópica en su personalidad y cualquier
vulnerabilidad suya que se pudiera utilizar en su contra en un momento dado, se
hallaría en dosier al uso (similar al
encontrado al del actual Presidente del Gobierno en manos de la oposición, o
similar expediente del Presidente socialista anterior, que parece que también
existiera de él y de su entorno familiar, del que se asegura haber estado
sometido a vigilancia para tal finalidad) resultaría poco viable concebir
que se permitiera una re-inserción de su imagen en la sociedad y probablemente
volvieran a salir más casos, en un futuro inmediato, destinados a destruir
definitivamente esa imagen de su persona; es decir, la “elección del personaje”
para lanzar este mensaje sobre la salud mental, estaría destinado al fracaso a
pesar de las primeras apariencias, si es que ya fuera conocida esa actividad
disruptiva; se desconoce quién o quienes le invitaran a abordar ese asunto de
la Salud Mental porque a la vista se hallaría que ello aceleraría se
estrellamiento que en alguna medida ya se previera, porque también fuere el de
los discursos mejor construidos para la defensa del feminismo, sin que nadie
reparara o divulgara o previniera de la existencia de tal debilidad y tendencia
– recuerdo haber visto en TV el programa
jurídico para latinos Norteamericanos, Caso Cerrado, llevado por la Dra. Polo,
en el que se presentara el caso de una mujer a la que, por medio del uso de la
cocaína en las relaciones sexuales, le hubieran cambiado su vida perjudicándole
en extremo, al exacerbar con ese producto tóxico su sensibilidad sexual y no
poder librarse de ella en ningún caso ni momento, teniendo que luchar
constantemente para contenerse; contó a la Dra. Polo que hacía de Jueza, que le
untaban en su vagina o en el pene de quien la penetraba, esta sustancia toxica
y hubieran conseguido crearle una dependencia extrema del sentido de la
sensualidad y de la sexualidad, que le llevara a la tendencia de tocar a toda
persona de manera sensual y sexual; la Dra. Polo fuera testigo en primera
persona cuando pidiera a esa agresora sexual que se acercara a su estrado y
extendiendo su propia mano para dejar que la agresora sexual se la tocara,
verificaría la intensidad de tal sensualidad en la agresora, mostrando la Dra.
Polo un sorpresivo desagrado que le llevara a retirar la mano inmediatamente,
mientras la agresora le explicaba que no podía librarse de esa sensibilidad,
sensualidad e intensidad sexual que le
causaran esas relaciones por medio de la sustancia de la cocaína, y su
condición pareciera permanente. La
agresora sexual pasó a verse como víctima de esas personas que no le
advirtieran de las consecuencias de tales prácticas.
El mundo
anglosajón persiste en la “etiquetación política” como mejor instrumento para
delimitar o prever “el grado de
peligrosidad potencial de las personas”; tal vez como utilidad en
determinadas circunstancias de cambios sociales (como el que ahora vivimos nuevamente por la revolución tecnológica),
y si el mundo de la política se viera en necesidad de llevar a sus sociedades a
diferentes conceptos de Democracia de los hasta hoy conocidos como
“normalizados”.
(por ejemplo en la wikipedia en inglés el grupo
musical aragonés de Amaral era calificado de “ideas anarquista”, a pesar de que
la naturaleza de las Democracias Liberales como la nuestra o las anglosajonas,
invitan a proteger el derecho a no manifestar las supuestas ideologías de las
personas, precisamente para evitar que los pre-juicios, que pudieran nacer de
la confrontación política cuando ésta bajando de las alturas llegara a la
población civil; y pudiera derivar en situaciones de señalamiento y acoso en
razones políticas, lamentables en personas civiles que hasta ahora se les
reconocen poseer derechos sobre sus propios pensamientos y convicciones; por lo
que al hacer referencia reiterada a tal circunstancia, acabarían por retirar
tal etiqueta y referencia en la wikipedia en inglés. También aparecía esa
etiqueta en el fallecido cantante canadiense Leonard Cohen o en la directora de
cine y oscarizada Sally Potter https://en.wikipedia.org/wiki/Sally_Potter, a la que seguí en su actividad por
haber realizado la película “The Tango Lession” donde ella misma aparecía como
protagonista y que obtuviera múltiples premios, aunque no fuera de éxito en
España, y menos en mi ciudad de Zaragoza, donde estuvo en cartel apenas dos
semanas; pareciera costumbre en el mundo anglosajón hacer referencia a las
etiquetas ideológicas de sus personajes afamados, siendo que al parecer ello no
representaría una estigmatización severa en su sociedad, pero que sin embargo,
ocurriera lo contrario en España, al estar vinculado el anarquismo con la
CNT-FAI que fuera una organización sindical anarquista, que se organizara con
su propia bandera en el año 1936, aliándose con la UGT y se enfrentara
militarmente al Ejército Nacional para defender la II República, siendo que
como resultado de aquella guerra el triunfo del Movimiento Nacional, y considerándose
prioritariamente más peligroso el anarquismo que el comunismo -tanto en la transición como en el desarrollo
de la democracia en España-, ser anarquista se considerara directamente estar
etiquetado de “peligros social” y parte del seguimiento de los sistemas de
seguridad del Estado. Cabría recordar que durante la legalización de los
sindicatos en España hubiera “ruido de sables” que se tradujera como “malestar
en el Ejército” porque parte del Ejército español los consideraban enemigos de
España, ya que sus respectivas banderas se hubieran batido entre ellas en los
frentes de guerra, y la sola presencia de esas banderas, símbolos, siglas y
canciones, entonces y ahora legalizadas,
llevaran a considerar que tal guerra
civil hubiera sido una pérdida de tiempo, de vidas y de sufrimientos, ya que
nuevamente los tendrían enfrente y habría nuevamente que combatirlos, auqnue
fuere por otros medios.
Aquí, la
Psiquiatría, aparecería con fuerza, como otra “pata o instrumento” de las que
se hubiera venido dotando el Estado para mantener su equilibrio, estabilidad y
seguridad, tal cual la concibe, frente a “terceros” que consideraría
“potencialmente” “peligrosos” ciudadanos y asegurarlo sin duda alguna.
(¿Qué más pudiera querer cualquier Juez, cualquier Estado,
que un testimonio ineludible y veraz, que sin duda alguna y por métodos
científicos asegura una “verdad”, para poder formular una sentencia sin temor
alguno a equivocarse?)
Una pata,
la Psiquiatría, que asegura poseer cualificación y capacidad para argumentar
científicamente y poder “predecir” qué personas son, o no son, un
peligro para el Estado o la sociedad, con total fiabilidad; de tal manera
que “captura” al Sistema Judicial y lo hace rehén de sus decisiones
científicas, por lo que “la actividad judicial” podría acabar asumiendo un mero
papel de “notario” o “secretario” o “conforme”.
Y acabaría
por vincularse íntimamente con la estructura del Estado, como un “sistema paralelo, cuasi autónomo y
plenipotenciario” atribuyéndose un papel esencial dentro del concepto de
“seguridad del Estado”; por lo que tal rama de la Medicina, como lo es en la
actualidad la psiquiatría, es capaz de
obtener y movilizar del Estado cualquier herramienta que este dispusiera, y le
requiriera, para ofrecerle al propio Estado, garantías de seguridad sobre la
propia población
(del que obtendría todos los resortes e instrumentos
que tuviere cada Estado para ponerlos a su disposición, al punto de hallarse
todo ello determinado en protocolos que funcionarían autónomamente, como
pretendida garantía de imparcialidad y por lo tanto de respeto a los Derechos
Civiles de las personas afectadas; es decir, no habría diferencia de trato en
ningún tipo de razón o pre-juicio o consideración singular o particular: Todos
son locos y potencialmente peligrosos para el Estado o la sociedad a la que
pertenecen).
Este éxito
de la psiquiatría moderna fue un gran adelanto ante el fiasco previo de haber
confiado en la frenología (que afirmaba la posible determinación del
carácter y los rasgos de la personalidad, así como las tendencias
criminales,basándose en la forma del cráneo, cabeza y facciones del rostro)
y sin embargo, cabría señalar que la Psiquiatría, a pesar de haber renunciado
formalmente a la frenología, no ha renunciado de facto a esa visión, que además
fuera origen de algunos aspectos de la psiquiatría y que por ello le rendirían
aún culto, pero señalando siempre que es un medio estadístico de investigación.
-aunque
fuere la frenología una religión caída que (como
otras “religiones=creencias” se llevaran a la práctica), llevó al
sacrificio o al sufrimiento a muchas personas comunes, por sólo el hecho de
tener un rostro desagradable, que coincidiera con los postulados -”signos”-“señales””- que describiera esa
“religión científica” para definir con precisión “al maligno encarnado” y ante tal “descubrimiento y revelación” tan “visible en el rostro de un desgraciado” disponer al Estado a su eliminación o reclusión de por vida, sin
excluir la posibilidad de servir esos seres –
ya no humanos- para la investigación y el avance de la Ciencia -para determinar con exactitud el origen de
tal mal y extirparlo de la humanidad para así llevarnos a la sociedad perfecta
y feliz –
Pese a lo
distópico que pudiera resultar seguir tal línea, la psiquiatría vendría
acumulando escáneres de innumerables pacientes que hubieran tenido a su
alcance, con la esperanza de establecer un mínimo patrón que poder exhibir en
un futuro no muy lejano, como prueba física e irrefutable ante sus pretendidas
“predicciones” sobre la peligrosidad
de un ciudadano.
de darse
ese caso y aceptarse por el mundo científico esos métodos predictivos basados
en estadísticas por medio de acumular interpretaciones de escáneres –y en consecuencia aceptado por la sociedad y
por el sistema judicial- entraríamos definitivamente, aun más si cabe, en
el mismo mundo ya conocido que nos muestra la grafología, donde el contexto
social profesional y de éxito, o no, de la persona definiría la interpretación
de una misma escritura en un sentido benéfico o que señala espectacularmente
cualidades y capacidades o, por el contrario, y con la misma letra, señalar a
un criminal peligros en potencia.
El frenólogo británico más famoso del siglo XX fue
el psiquiatra londinense Bernard
Hollander (1864-1934).
Sus obras principales, *La función mental del cerebro* (1901)
y *Frenología científica * (1902)
Esta rama
hace referencia a la Salud Mental, que “con
sus criterios capaces de predecir” qué personas son, o no son, un peligro
para el Estado o la sociedad, hubiera
sido capaz de “capturar” parte de las instituciones del Estado, imponer sus
criterios de seguridad y “sus ideales de restricciones preventivas” e incluso
hacer inviable la recuperación e inserción de una persona en la sociedad, si
ese fuere su objetivo, por solo fijarse y destacar aspectos de su físico.
(como se diría, sólo los expertos en nudos fueran
capaces de crear nudos imposibles de deshacer, como el mítico nudo Gordiano –
para el cual fuera conveniente usar de la violencia para cortarlos, como
hiciera Alejandro Magno o el propio aragonés Fernando I, -“El Rey Católico”-,
so pena de entretenerse, tal vez demasiado tiempo delante de un problema o
conflicto y probablemente mostrando una inclinación hacia la reflexión ente un problema que le alejaría
de las resoluciones instintivas de mando y autoridad que se le exige a
cualquier líder; por lo que sería la prueba definitiva que se viniera
realizando, desde entonces, para determinar los rasgos óptimos para ostentar un
liderazgo confiable – ya fuere para dirigir a un grupo de trabajadores como
encargado, o como determinar el liderazgo en cualquier estamento de un Estado
moderno y Democrático, desde entonces a nuestros días –como tal vez se podría
observar más adelante en este mismo escrito).
A
principios del siglo pasado (s.XX) los psiquiatras empezaron a ocupar un
espacio muy útil al servicio del (de los)
Estado(s) en la Gran Guerra (1914 a 1918) cuando las técnicas
militares empleadas propias del s.XIX (cargas
de infantería) se quedaban obsoletas ante el desarrollo de la tecnología
del acero y las modernas armas de guerra; como mostraría la película “Senderos
de Gloria” (1957) donde a la fría
crueldad en los cuarteles generales en los que presidía el “Honor” llevaban al
sacrificio a miles y decenas de miles hasta ser millones a jóvenes uniformados
que saltaban desde sus trincheras al sonido de un silbato para ser abatidos o
mutilados o conmocionados por el horror y el miedo (psicosis) para el resto de sus vidas. Y aquellos que somatizaran
esa experiencia traumática – con extraños
movimientos convulsivos- serían “pasto” de psiquiatras del ejército, que
uniformados -con batas blancas por encima
de sus uniformes- señalando una imposible condición de médico compatible
con el juramento hipocrático, se les antojara tildarlos de soldados “cobardes”,
que “fingían” para no estar en las trincheras y les sometieran a castigos y
electro-chok hasta que acabaran por “Científicamente” deducir que no había nada de fingimiento, sino de
profunda conmoción producida por lo que fuere la definición convencional y
también científica de “ser humano” civilizado (Animal-Racional) en su expresión concebida como la más noble y
honorable de tratarse como animales carniceros entre sí mismos. Y como señala
la película “Senderos de Gloria”, ser diezmados – fusilados 1 de cada 10
soldados por sorteo, si por alguna causa que desagradara al General de turno,
le hubieran “ofendido” en su honor de militar, a él o al Estado al que
representa -desde unos salones donde nunca faltara buenos manjares, bebidas,
aseo y el lujo que requiriere su propia condición (pues ni aún cayendo prisioneros, los altos mandos difícilmente
sufrieran penalidades en manos de sus enemigos, sino por el contrario, trato
digno y decoroso) Así se mostraba en la peli “Senderos de Gloria”, donde
una rivalidad entre generales del mismo bando pudiera llevar a la muerte por
diezmo a soldados por un “allá quítame esas pajas”.
Después de
lo acontecido en Oriente Próximo, bien pudiera convertirse en un campo de
investigación para la psiquiatría –que
ahora pareciera disfrazada bajo el nombre de “Salud Mental”, pero que podría
pronto resistirse con mayor firmeza a proseguir con ese sobrenombre y volver a
recuperar con mayor fortaleza posible el término psiquiatría, de la misma
manera que le Presidente de EEUU recupera el nombre de Secretario de Guerra y
abandona el término de Defensa- pues todas las fuentes de médicos sobre el
terreno de Oriente Medio –de los que sí
parecen ejercer medicina bajo el precepto del juramento hipocrático-
señalan los altos niveles que se esperan de trastornos y enfermedades mentales
en niños y jóvenes palestinos, mostrando abiertamente la raíz de los trastornos
mentales y su directa e indiscutible vinculación con padecer y haber vivido o
visto experimentado escenas de violencia extrema sobre sus padres, amigos o
hermanos, tíos o sobre sí mismos, con la destrucción de su entorno conocido,
por lo que la búsqueda de referentes biorgánicos (propios de la frenología) acabara siendo un “pretexto” para no
reconocer la evidencia del origen de la
violencia física, emocional y carencia de mínima seguridad en los niños y
jóvenes como fuente de los problemas de salud mental y por lo tanto señalando
también el único camino posible y con ciertas garantías de regreso a una
normalidad y a una medicina respetuosa
con el juramento hipocrático. Es posible todo lo contario, convertir
Gaza en un campo de experimentación de la Salud Mental en cuanto sea posible,
ir diagnosticando –manual en mano-
todo signo y manifestación de trauma como trastorno mental, y ante la
imposibilidad de cambiar el escenario de desolación que les espera,
probablemente señalar y coincidir con los guerreros uniformados en que sus
vidas no tienen futuro (ni se les espera). Sin embargo, más escondido o
“tapado” y menos divulgado aparece el impacto que esa misma violencia causara,
en Oriente Medio, en los propio soldados que confiaban servir al ejército más
humano de la tierra, siendo también numerosos los casos que se dieran entre
ellos de problemas de salud mental (y que en este contexto de violencia
expresa, inclinaría a cualquier experto psiquiatra a vincularla con una
sensibilidad propia de una inadaptación a la sociedad – y si no se sirve para
matar en nombre de tu propio Estado y por una causa tan justa como las pocas
imágenes que nos llegaron, sin duda por la censura para prevenir los impactos
en la sensibilidad de los ciudadanos occidentales; imágenes también propias de
bestias salvajes, de desalmados desquiciados y sedientos de sangre y
oportunidad de venganza, que se ensañaran precisamente con los kibutz y los jóvenes
que precisamente sí creían en la paz y en la confraternización al otro lado de
las fronteras.
El 56 por ciento de los más de 20.000 soldados de Israel heridos en la guerra en Gaza, han desarrollado estrés postraumático (TEPT) u otros trastornos mentales, según reconoció el Ministerio de Defensa del país sionista. os reservistas constituyen el 64 por ciento de los casos, con 1.000 nuevos heridos mensuales.
La entidad de salud atiende a 81.000 soldados, según cifras institucionales, de los cuales 31.000 padecen trauma psicológico. Para 2028, el número podría ascender a 100.000, con al menos la mitad afectados por estrés pos traumático.
El registro compartido este 16 de septiembre ante la sesión parlamentaria contradice lo planteado en marzo de 2025, que elevaba los heridos y discapacitados a 78.000.
La discrepancia sugiere dos definiciones distintas: la cifra menor se limita a lesiones en combate, mientras la mayor incluye traumas a largo plazo.
En los niños, durante el conflicto, se evidenciaron síntomas regresivos, conductuales y cognitivos, como enuresis, miedo, tristeza, agresión, hiperactividad e inatención, entre otros. Además, se establecieron consecuencias directas, como trastornos de adaptación, depresión, ansiedad y, en mayor medida, estrés postraumático.
La
descripción de los efectos de la guerra en adultos y niños nos “da confianza”
en que la ciencia conoce perfectamente lo que ocurre en las personas cuando son
sometidas a los efectos de la violencia de las guerras convencionales, ya sean
sobre los soldados en combate, o sobre la población o sobre los niños.
Podríamos decir que el mundo de los psiquiatras y la psiquiatría en general,
“lo tiene todo bajo control” y “sabe lo que se hace” y “lo que hace”.
Sin
embargo, sabiendo el lector el objetivo de este escrito, podría señalársele que
todas estas descripciones de efectos producidos por ese impacto (shock) de la violencia que se describen
por el mundo de la psiquiatría, si la narración, o el relato de presentación
sobre la persona o relato inicial que “se diera por sentado” ante una
evaluación psiquiátrica, no revela haber sufrido ese tipo de violencia “de
guerra” y el relato de presentación es singularmente diferente e incluso
totalmente opuesto o malicioso o realmente falseado, con interés de hacer daño,
probablemente el resultado del diagnóstico y pronóstico fuere esencialmente
diferente y por lo tanto erróneo de plano. Y en consecuencia, el tratamiento
que se recibiera también sería inadecuado en maneras y formas, incluso llevando
a la ruina de la persona, pese a toda otra evidencia en contra.
Es decir,
el “relato” inicial de “presentación”, para el “mundo de la psiquiatría”, lo
“es todo” ante un paciente; pues desde ahí configuran los psiquiatras el origen
y circunstancias, y además permanecerá inamovible, con pequeñas o grandes
variaciones según la creatividad del psiquiatra quiera volcar en el expediente
médico de su paciente y ello quedará “secula seculorum” (por los siglos de los siglos).
Tampoco la
naturaleza de la psiquiatría y de los psiquiatras es objetiva y nunca lo fuera;
la influencia del contexto político y personal de cada uno de los psiquiatras
definirá su visión y perspectiva de la psiquiatría y su sorprendente papel de
colaborador “incondicional” con la seguridad del Estado en el que trabaja; e
incluso “si quiere hacer méritos” y el contexto político-social lo permite,
puede extenderse en el concepto de “peligrosidad” para el Estado, según sea
este Estado: un Estado Democrático Liberal o según el Estado fuere de
autoritario o dictadura (o dirigido por
un sátrapa) de cualquier signo – el
“miedo” de los Estados a sus ciudadanos, que puedan ser “no sumisos”, es una
constante en cualquier sistema político. Por lo que la psiquiatría se
“adaptaría” lo más perfectamente posible al formato del Estado al que
pertenece, como una rama más de su sistema de seguridad. Es fácil comprender que, desde ese concepto,
calificar a los pacientes de enfermos “peligrosos” en razón de su adhesión o
repulsión a un régimen político de la sociedad en al que vive, fuere un
itinerario sencillo y fácil para el mundo de la psiquiatría en las sociedades
que se consideran a sí mismas “perfectas”, como así se considerarían
“perfectas” las dictaduras (más si se
impusieran por medio de la violencia o la guerra civil o por la violencia
revolucionaria, siendo ambas formas de acceder al perder del Estado, las que
justifican tal violencia para así instaurar perfección); las democracias
liberales, que por sí mismas se consideran sistemas políticos perfectos, o al
menos se dicen a sí mismas que son los estados más perfectos posibles.
Se pueden
ver algunos ejemplos cercanos, algunos de los cuales, sentaron las bases de la
psiquiatría en España y siguen siendo referentes de sus pupilos y los pupilos
de sus pupilos:
Un ejemplo
muy llamativo de la inconsistencia científica de la psiquiatría, por la
versátil capacidad especulativa de sus teorías, desde su mismo nacimiento como
“ciencia” hasta nuestros días, lo fuere el del afamado psiquiatra Juan
José Lopez
Ibor (nacido en Sollana, Valencia, 22 de
abril de 1906-Madrid, 22 de
abril de 1991),
de profesión psiquiatra ,[1] y cuyo padre fuera un maestro de escuela originario de
Teruel, llegó a ser presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría y
profesor titular de las Cátedras de Psicología Médica y de Psiquiatría de la
Universidad Complutense de Madrid, fue miembro de varias Academias de Medicina
de todo el mundo y de Latinoamérica[2]. Juan José López Ibor, se le considera, un indiscutible
protagonista de la historia de España, sostuvo la tesis biologicista que
asentarían en España (y en el resto del
mundo occidental) las bases de la represión del Estado contra los
homosexuales y ayudó a construir una "justificación
teórico-ideológica" para la violencia ejercida por el Estado hacia la
disidencia política e identitaria y defendiendo el biologicismo como tesis
oficial durante la dictadura, aunque resultara controvertido. No podemos
olvidar que el biologicismo contradecía las bases antropológicas del
catolicismo, especialmente las del tomismo escolástico imperante en la época,
ya que defendiera que la conducta del hombre está inevitablemente
determinada por factores biológicos -los genes-, negando el libre albedrío,[24] lo cual hizo difícil que su tesis se desplegara como
ideología durante aquellos años. El
biologicismo fue desarrollado por el erudito inglés Galton -primo de Darwin y fundador de la eugenesia-,
y sirvió para desarrollar el «darwinismo
social» (selección de personas bajo
conceptos de perfección biológica) y
que permitiera fundamentar las bases racistas y clasistas de los regímenes
políticos “perfectos”, desde el fascismo italiano y su máxima expresión a
través del nacionalsocialismo y posteriormente también en la URSS, que
también se consideraría así mismo un régimen perfecto (donde la psiquiatría se practicaría contra todo tipo de disidentes).
El biologicismo como rama del darwinismo social que detecta
la im-perfección del ser humano y propone la eugenesia como alternativa (es un conjunto de creencias y prácticas,
nacidas en el Reino Unido a finales del s.XIX mediante la influencia de
artículos que influenciaron en el pensamiento de la opinión pública, hasta
convertirlo en una idea popular y sostenida por la generalidad de sus
ciudadanos, a los que se les aseguraba la creencia de un trayecto hacia el
bienestar social y hacia la sociedad perfecta en un futuro libre de todo tipo
de enfermedades por medio de la biología y la selección de los genes; el objetivo
del biologicismo es mejorar la “calidad genética de una población humana”. [ 2 ] [ 3 ] [ 4 ] Históricamente, los eugenistas han
intentado alterar la frecuencia de diversos fenotipos humanos inhibiendo
la fertilidad de aquellos considerados inferiores o promoviendo la de aquellos
considerados superiores). Del evidente peligro que ya se preveía del
eugenismo por sí mismos y sus muy negativas consecuencias en la Salud Mental (y
aún mucho mayor peligro si se combinan ideas eugenésicas con prácticas y
teorías psiquiátricas, combinado con la psiquiatría, biologicismo y eugenismo)
ya se advertirían desde sus comienzos
(por ejemplo lo advirtiera el pensador cristiano Miguel de Unamuno[25]) y sin embargo, se instalan tanto en Reino Unido, como se
extiende por Australia, Canadá, EEUU y en la práctica totalidad de los países
europeos, siendo una de las patas sobre las que se asentaría las ideologías
excluyentes y segregacionistas que se aplicarían sobre grupos sociales y personas
e individuos que ya vinieran soportando la estigmatización social desde hacía
siglos– desde el punto de vista de
grupos sociales permitiría dar soporte “científico” para atacar y acosar a
judíos y gitanos, y extenderse sobre los eslavos- y a la vez, también dio
soporte científico al reproche social de personas que ya soportaran los
prejuicios sociales desde hacía siglos(por
ejemplo por padecer enfermedades como la epilepsia, el cáncer, o conductas
consideradas anti-sociales como la homosexualidad, o sobre las personas que
padecen “sufrimiento social” y que hoy en día, la Ciencia Oficial en nuestra
civilización avanzada por “perfecta” les considera enfermedades o trastornos
mentales…) en España triunfaría bajo
la influencia que ejerció la dictadura sobre la sociedad (en busca de la sociedad “perfecta”) en los primeros años del
régimen y más tarde, oponiéndose a la visión terapéutica del psicoanálisis
imperante en la psiquiatría americana, se iría bloqueando la psicoterapia hasta
reducirse a tratamiento exclusivamente farmacológico, trasladando y
circunscribiendo el problema al propio individuo, ya fuera en razones
biologicistas (es culpa de sus genes, de
su herencia genética a los que el propio estigmatizado y clasificado de enfermo
por la psiquiatría nada puede oponer aunque quisiera y tuviera voluntad y
capacidad). Sin embargo, el eugenismo -y
con él, el biologicismo- fue un movimiento repetidamente rechazado por los
católicos, pero no por el mundo protestante.[26]
De ahí el papel de la psiquiatría, por ejemplo en España,
donde una de sus funciones fuera la de “ser testigo” e incluso inhibirse ante
situaciones de violencia psicológica o sexual que pudiera atajar de primera
mano en entornos sociales controlados, “renunciando” de facto al juramento
hipocrático que como requisito permite la condición esencial para practicar la
medicina –como lo fueren centros de
menores tutelados o centros de personas vulnerables, como ocurriera en el
escandaloso caso de Ateca, donde el/la psiquiatra contratada recetaba
medicación entre los menores sin necesidad de preguntar, ni buscar las causas,
ni reflejar en los expedientes el motivo de los sufrimientos que padecieran los
menores y que resultaron ser, aparte del frecuente abandono familiar que
motivaría los distintos fenómenos que se derivarían de la tristeza por
desamparo afectivo y emocional, que por lo general lleva a la muerte prematura,
fueren abusos y violaciones de sus “pretendidos cuidadores”.
Otro psiquiatraafamado, en este caso
por su alineación política en busca de un “régimen” y “sociedad perfecta” sería
Antonio Vallejo-Nájera (o Vallejo-Nágera) Lobón
(Paredes de Nava, 1889-Madrid, 25 de febrero de 1960) [1]. «fue un médico español, primer catedrático numerario
de Psiquiatría en la Universidad
de Valladolid. Parte de su bibliografía (publicaciones sobre su experiencia médica) y sus investigaciones,
están encaminadas a demostrar que el marxismo es una enfermedad mental, que existe un “gen rojo” –aunque de momento no se haya encontrado ni
exista prueba de ello, por lo que fuera una teoría experimental que precisara
conejillos de indias, que fue lo que evidentemente hiciera en busca de
confirmar su propia tesis-que hace enfermar a las personas. Por lo
que lo mejor que se puede hacer es
que los rojos no tengan hijos o, si los tienen, se les separe de sus padres»,
explica Montse Armengou (no dejaría de
ser curioso que el “gen rojo” se activaría, sí solo sí, a los niños nacidos de
rojos no se les separara de sus padres rojos). Este comandante y psiquiatra
Antonio Vallejo-Nájera (1889-1960) fue una de las figuras clave de la alineación
de la psiquiatría con el régimen triunfante en la posguerra porque la revistió
de un manto seudocientífico, según
afirmación que realizaría Montse Armengou.
La afirmación que realiza Montse Armengou, sobre el manto seudocientífico de Antonio
Vallejo-Najera, procede de una visión muy superficial, si comprendemos que el
acercamiento de Montse Armengou a la psiquiatría, lo fuere desde el exclusivo
objetivo de contribuir a la idea de construir una “Memoria Histórica” que sólo
abarcaría la derrota de la República en
España en la Guerra Civil y la consiguiente instauración de una Dictadura “que
afirmó buscar la sociedad perfecta” por medio del empleo de los avances de los
postulados científicos -según los cánones
del momento histórico- donde occidente observa los postulados eugenésicos y
biologicistas –que emanan de la visión
Darwinista de naturaleza interpretativa
anglicana/protestante, de la evolución de las especies y que “encajaron”
con las de la herencia de Mendel de naturaleza católica, en 1918 unificando y
complementándose ambas- en un momento científico donde el inicio del
desarrollo de la biología y el descubrimiento de los genes, como portadores de
la herencia, abrían un gran campo de exploración implicando al ser humano y a
las sociedades humanas en su evolución hacia sociedades perfectas, como meta de
la existencia de la Humanidad sobre el planeta.
(el fraile agustino
Mendel –por lo tanto Católico- publica sus trabajos sobre la “herencia” en 1865
pero no es realmente conocido y re-descubierto hasta 1900 donde los botánicos
ven el verdadero avance de Mendel, llevando en 1903 al descubrimiento de los
cromosomas de la herencia, en 1905 ya se instaura el término “genética”. En
1910 se demuestra que los genes residen en los cromosomas; en 1913 se crea el
primer mapa genético; en 1918 se produce la integración y unificación de la
teoría de la evolución natural de las especies de Darwiny la teoría genética de
Darwin – Darwin es anglicano, y tiene
en común con el agustino Mendel el hecho de que comparten la visión de la
“experiencia religiosa” basada en el concepto, también religioso, de los clérigos
naturalistas, dondeun párroco naturalista era
un clérigo ,
estrictamente definido como un sacerdote rural que tenía a su cargo una parroquia , pero el término
generalmente se extiende a otros clérigos, que a menudo veía el estudio
de las
ciencias naturales como una extensión de su trabajo
religioso; esa filosofía religiosa, como amor hacia la verdad, implicaba la
creencia de que Dios, como creador de todas las cosas, quería que el hombre
comprendiera sus creaciones y, por lo tanto, que las estudiara recolectando y
clasificando organismos y otros fenómenos naturales [ 1 ] aquella tarea de explorar la
naturaleza llevaría a Darwin publicación sobre la teoría de la evolución
natural de las especies la realizara en 1859 y a Mendel en 1865.
Como suele
acontecer, se precisarían casi 50 años para que la lectura de sus obras dieran
resultados en otras personas, que en los libros y publicaciones buscaran
orientación o estímulo para desarrollar sus inquietudes en busca de más
conocimientos y certezas científicas; a principios del s.XX desataría la imaginación de los “divulgadores” de
las “ideas científicas” que en su siempre afán –en todo tiempo que se hace presente- de promocionar el camino de la
Ciencia del momento, pre-vieran el gran campo de posibilidades que se abría, e
involucrarían a la sociedad urbana y en consecuencia al mundo de las ideas
políticas, sobre un futuro social mejor para todos y para toda sociedad futura,
si el ser humano era capaz de conocer los mecanismos de la selección de
especies, su evolución y mecanismos de
la herencia como causa de los males y, a su vez, de los bienes en toda
sociedad.
Sin embargo, las consecuencias fueron poco halagüeñas, pero a
su vez habría que preguntarse el “por qué” cuándo tales circunstancias se dan
en la Historia, siempre las adversas consecuencias fueren similares.
Vallejo- Nájera dirigió los Servicios Psiquiátricos del
Ejército del Alzamiento Nacional y escribió extensamente sobre la degeneración
de la raza española, que, según él, habría ocurrido durante la República,
postura adoptada también por Juan José López Ibor, Ramón Sarró, José Solé Segarra, Marco Merenciano y otros psiquiatras de su mismo bando.[5] Seleccionaron a sus sujetos clínicos de entre dos grupos:
uno de prisioneros miembros de las Brigadas Internacionales de San Pedro de Cardeña, y otro compuesto por 50 presas
republicanas de la cárcel de mujeres de Málaga, 30 de las cuales se encontraban a la espera
de ejecución. El estudio de las mujeres, “la premisa” de partida –es decir, el
“relato” que guía el tratamiento que reciben por parte de los psiquiatras-
de que eran seres degenerados y, por tanto, proclives a la “delincuencia” marxista,
se tituló «Psiquismo del fanatismo
marxista. Investigaciones psicológicas en marxistas femeninas delincuentes»[12] y sirvió al psiquiatra para explicar la "criminalidad revolucionaria femenina"
en relación con la naturaleza animal de la psique femenina y el "marcado carácter sádico" que
se desataba en las hembras cuando las circunstancias políticas les permitían
"satisfacer sus apetencias
sexuales latentes". Algunas de las conclusiones del estudio
realizado por Vallejo-Nájera son las siguientes:[13]
La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad
mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos: “La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme
trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales,
como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría
liberar a la sociedad de plaga tan terrible”.[14]
La inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social
y política o desafectos: «La perversidad de los
regímenes democráticos favorecedores del resentimiento promociona a los
fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con
los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores».[15]
“El imbécil social incluye a esa multitud de seres incultos,
torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen
a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas”.[14]
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a
las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de
luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por
ella”.[16]
“La raza es espíritu. España es espíritu. La Hispanidad es
espíritu... Por eso hemos de impregnarnos de Hispanidad... para comprender
nuestras esencias raciales y diferenciar nuestra raza de las extrañas. Este
espíritu lo definía como «militarismo social, que quiere decir orden,
disciplina, sacrificio personal, puntualidad en el servicio, porque la redoma militar encierra esencias puras de virtudes sociales,
fortaleza corporal y espiritual».
Y para mejorar la raza era necesaria «la militarización de la escuela, de la
Universidad, del taller, del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales”.
El problema racial de España era que “había demasiados Sanchos Panzas (físico redondeado, ventrudo, sensual y
arribista), y pocos Don Quijotes (casto,
austero, sobrio e idealista), personajes imbuidos en un militarismo,
identificando la cultura militar como la máxima expresión de raza superior”.[17]
Locos egregios (1946)
Tal vez se pudiera haber aludido a párrafos de otras
publicaciones de psiquiatras o médicos que, vinculados con regímenes
autoritarios extremos (y a veces, y con
demasiada frecuencia, en democracias de las llamadas consolidadas e incluso
avanzadas como referente internacional para otras naciones), que siguen hoy
en día siendo considerados como los causantes o los promotores de grandes
tragedias en Europa durante el s.XX; sin embargo, hubiera sido posible que “la distancia/en este caso distancia cultural”
hubiera creado, como suele suceder, “otra distancia” basada en pre-juicios y no
se percibiera con nitidez los vínculos que tuviera el mundo de la psiquiatría
con el mundo de la política, cuando la política impera “como norte excluyente”
en los Estados Autoritarios que aseguran establecer una sociedad perfecta (y que suele concebirse como parte
inseparable de esa condición de Estado en formato de Dictadura) por lo que
referirse a Estados Autoritarios ya conocidos (por sus consecuencias con los
ciudadanos disidentes), no aportaría nada que no se diera por supuesto; sin
embargo, tal vez sin darnos cuenta, la visión de la psiquiatría imperaría
también con mucha fortaleza en los Estados Democráticos (se proclamaran, o no, democracias liberales, o Estados Social de
Derecho). Y siendo ello un hecho, cabe preguntarse cómo se produciría el
tránsito de la psiquiatría, que influye en un Estado Autoritario, cuando este
Estado se “transforma” en Estado con formato de Democracia Liberal o Estado
Social de Derecho; o más bien, “qué” de “lo esencial” que hace posible la
existencia de la psiquiatría, permaneciera invariable (y siguiera haciendo posible que se constituya como “pata o como un
soporte” de la “seguridad” del Estado) y viniera permaneciendo, en el “ADN”
de la psiquiatría desde sus inicios hasta “el
presente continuo” de cualquier Estado.
(Qué tipo de papel desempeña la psiquiatría y un psiquiatra
para sobrevivir cuando el Estado fuera
mudando de su formato político, pasando de Autoritario extremo a Democracia
Liberal o viceversa: de Democracia Liberal a Democracia “Formal” y de ahí a
Democracia “Autoritaria/Excluyente” u “Orgánica”, e incluso al extremo de
“Dictadura”). Y ¿cómo pudiera sostener un pretendido Juramento Hipocrático
en cualquiera de las situaciones políticas que pudiera optar un Estado en el
siempre trayecto “al prometido Paraíso Terrenal”?.
Que la
Psiquiatría no es una Ciencia sería una evidencia con solo conocer la propia
Historia de la Psiquiatría y las primeras imágenes obtenidas de su actividad,
por ejemplo de los “médicos psiquiatras del ejército británico” empeñados en
torturar de mil maneras posibles y bajo mil criterios diferentes a los soldados
que en estado de “emotinal blow” les acusaran de cobardes y de fingir movimientos
involuntarios.
(Era muy
fácil concebir que lo que hacían esos psiquiatras era proyectar su propio miedo
a estar en las trincheras y tener que combatir y por consiguiente,
perversamente castigaban en otros su propio pánico, mostrando así lealtad a la causa
de la guerra y al Estado que estaba sacrificando millones de jóvenes, bastando
llamar “bestias y animales” a los adversarios a los que debieran matar; hasta
que unas Navidades descubrieran y constataran tales engaños, y en algunos
tramos del frente acordaran no una tregua, sino la Paz misma, causando estupor
y pánico entre los generales de ambos bandos. Estos se reunieran, y acordaran
“sitiar” hasta exterminar a todos esos “desertores” que por su cuenta hubieran
decretado la Paz en las trincheras, amenazando con “contagiar” al resto;
sencillamente porque se hubieran dado cuenta que al otro lado de las trincheras
los “animales y bestias” no lo eran, sino maestros, carpinteros, electricistas,
panaderos… con esposas, hijos y novias, con madres y hermanas… y que como ellos
mismos, habían sido sacados de sus casas a la fuerza de un papel o de unos
guardias, quitados sus ropas, uniformados y “despersonalizados” como simples
números, mandados a matar o morir.
Cuestión
similar fuere lo acontecido con el General Patton, aunque a escala mucho menor
-probablemente debido a la sensibilidad de la sociedad civil Norteamericana-
esos jóvenes estaban luchando por “el modo de vida Norteamericano”, arriesgando
sus vidas, muchos de ellos muriendo con solo 20 años, algunos sin saber aún lo
que fuere la vida, y venía un General pretencioso, aristocrático y exitoso, a
llamarles cobardes y abofetearles, porque se sentía “ofendido en su honor” de
West Point. Los psiquiatras pusieron nombre a lo que padecían esos soldados
recién llegados del frente “fatiga/estrés de combate” unas semanas de descanso
y (prostitutas en su caso, como siempre necesitara el ejército
Norteamericano allá donde fuera que fuere), y en casi todos los casos, todo
resuelto, de vuelta a “pegar tiros”.
Las observaciones
de Vallejo-Nájera no tendrían, en principio, nada de científicas salvo
proyectar su propia ideología políticos
sobre los encarcelados y las presas de Málaga construyendo “etiquetas” para
crear “imágenes conceptuales” con fines sociales y señalar lineas rojas al
resto de la sociedad. Pero llama la atención, que describiera a las presas en
la manera y forma que lo hiciere: “La naturaleza animal de la psique femenina y el "marcado
carácter sádico" que se desataba en las hembras cuando las circunstancias
políticas les permitían "satisfacer sus apetencias sexuales latentes". Por un lado
la descripción estaría destinada a inhibir al resto de las mujeres del España a
disfrutar de su sexualidad (fueren o no de la condición de rojas),
cuestión que fuere uno de los objetivos esenciales del Alzamiento Nacional;
pero el hecho de que describa la psique femenina de naturaleza animal, y sin
alternativa, no parece que fuere ser una cuestión ideológica sino que pareciere
expresarla como generalista para toda mujer. Y sobre el "marcado
carácter sádico" que se desataba en las hembras cuando las
circunstancias políticas les permitían "satisfacer sus apetencias
sexuales latentes". Aquí la pregunta sería ¿Cómo “detectaría” este
psiquiatra esta descripción de sadismo en las hembras cuando la sociedad les
permite satisfacer sus apetencias sexuales latentes? No parece que las
presas de Málaga, muchas de ellas condenadas a muerte (30 de las 50) y otras sin saber qué será de lo que quede de sus
vidas, y en esas circunstancias tener ganas de sexo en tales condiciones
ambientales; por lo que si fueran forzadas a tenerlo, como dirían algunas
narraciones, el propio entorno de estar presas y condenadas a muerte no
pareciera el mejor contexto para realizar una descripción objetiva de su
sexualidad y menos evaluar la reacción cuando fueren violadas, a menos que el
sádico fuera el propio psiquiatra y en tal caso, y con la costumbre humana de
proyectar los propios defectos y miedos “en el vecino”, para librarse de la
culpa moral, es posible concebir que tal vez fuere una vivencia, o varias,
personales del propio psiquiatra las que le llevara a definir, así, a la mujer
en condición de “Hembra” “Animal” “Sádica” “degenerada” cuando el entorno (social
o político o un simple espacio a salvo de miradas que condicionarían o
juzgarían el comportamiento) le permitiera expresar sus “apetencias
sexuales”,
(y sabemos que el propio término de “apetencias sexuales” significó durante
mucho tiempo, una visión “pecaminosa” e “inmoral” de lo que hoy se consideraría
una natural manifestación del deseo sexual en la mujer, y que la actividad
sexual en la mujer, hoy en día, estaría definidas con mucha mayor normalidad,
bajo la idea de ex-presar mediante la sexualidad todo ello relacionado con
emociones reprimidas, afectos y sentimientos, e incluso se admite la
experimentación del placer físico; pero este psiquiatra lo relacionaría con los
términos marxista, delincuencia femeninas, “criminalidad
revolucionaria femenina" publicado bajo el título “Investigaciones
psicológicas en marxistas femeninas delincuentes”»[12 Tal vez también una posible
venganza por haber empuñado las mujeres las armas durante el enfrentamiento
civil y causar estupor y cierta empatía en las mujeres del resto de occidente.
De esta manera tan sutil, el psiquiatra hubiera conseguido de un plumazo,
“poner en su sitio el rol de la mujer” en el nuevo Estado Nacional. Y sin
embargo, en absoluto parece manifestar una comparativa con las “apetencias
sexuales masculinas” para determinar el motivo de su atención como médico
científico (¿acaso los “machos” – por
usar la misma terminología que el médico emplea de definir a las mujeres como
“hembras”- no tuvieron espacios donde “las
circunstancias políticas le permitieran desarrollar sus apetencias sexuales”? ¿o es que el mundo militar en ese momento, o
en otros anteriores, o posteriores, no tuvo espacios para desarrollar sus
propias apetencias sexuales, así como el mundo del poder en general, careciera
de tales espacios, máxime después de ganar una confrontación a base del uso y
promoción de la violencia extrema y sangrienta donde prácticamente valiera todo
sobre la población civil?
Es decir, si el contexto de la evaluación no es el “normalizado” sino bajo
el contexto de una “coacción extrema y vital”, (como es la de estar condenada a muerte, y fuera el caso de la mujeres
encarceladas en la prisión de Málaga, pues de las 50 mujeres en estudio, 30 de
las 50 mujeres sabían que estaban condenadas a muerte), poca o nula real
información científica objetiva pudiera haber obtenido el “médico” psiquiatra
“investigador” “científico” (más allá de
“satisfacer sus propios prejuicios” y convertirlos en “dogma científico”, como
otros muchos psiquiatras, en todo el mundo, lo mismo hicieran y posiblemente
siguieran haciendo en determinadas circunstancias y contextos sociales,
políticos o por inducción de intereses incluso económicos o directamente por
haber sido “directamente comprados, con dinero” para tal fin) sino fuere el
objetivo que le guiara destinado a condicionar la sociedad y crear una norma
coercitiva de “control social” sobre el resto de las mujeres que hubieren en
España, so pena de acabar en un psiquiátrico (trayecto que ya sería fácil de concebir “de la mano” de la propia
familia, familia que ,así y procediendo de este modo, se salvaría del
señalamiento social, e incluso manifestaría signo y manifestación ineludible de
conformidad, por lo que si estuvieren bajo sospecha de ser familia con ideas
que le llevaran a ser considerada como potencial “peligro social”, este gesto
iría en camino de ser liberada de tal etiquetapolicial y sin duda “anotado” a
tales efectos de colaboradora en el “control social”).
Apenas merecería la pena extenderse poco más, a solo de comprender que este
fenómeno que se dio y se da en España sería un fenómeno general extendido en
todos los países y Estados del mundo (de
lo cual existiera suficiente información y bibliografía disponible) pero
con la paradoja que en España las tesis biologicistas (es decir la creencia de que el fondo es biológico y algún día los
psiquiatras lo hallarán y en tal trayecto se hallan hoy en día inmersos casi
“obsesivamente” empleando todos los medios conocidos a su alcance) triunfan
durante la etapa de la Dictadura, donde España es referente frente en países
Democráticos y el PsiquiatraJuan José Lopez Ibor (1906-Madrid, 22 de abril de 1991 ) alcanzaría
la Presidencia de la Asociación Mundial
de Psiquiatría en 1966 (y
posterior mente su hijo Juan José Lopez
Ibor Jr. en 1999)siguiendo las mismas líneas de creencias biologicistas en
vigor hoy en día (por lo que todo informe
médico psiquiátrico estuviera siempre encaminado a tal fin, incluso en su
terminología, donde en ocasiones se apreciaría con claridad el uso de “términos parapoliciales” como “paciente
conocida/o” “en esta unidad de psiquiatría” y destinados al mismo fin de
“cosificar al paciente” y poder penetrar y sugerir, con facilidad, la idea y
concepto siempre de riesgo “potencial peligro social”, resultando “en extremo
persuasivo” para un juez, ante la sutil terminología criminal que se viniera
aceptando desde hace años; una terminología “familiar” en el ámbito judicial,
siempre vinculado a su trabajo cotidiano con el análisis de actividades
delictivas o crimines, los potenciales o declarados delincuentes y la
terminología policial, por lo que los jueces suelen “allanarse” con facilidad,,
sin realizar ninguna otra comprobación mínimamente eficiente, ni siquiera
comprobar el relato desencadenante en los mínimos términos propios de los
ámbitos judiciales, siendo que los dejan al criterio de estos psiquiatras que,
por lo general, se hallarían en un entorno de prejuicios, cuando no fueran
ellos mismos los que los promocionaran y fueren proclives a los mismos, dado el
objetivo siempre subyacente del biologicismo destinado a cosificar al paciente,
dudar de sus relatos iniciales y terminar por hacer caso omiso del relato de
este, una vez ya se viera envuelto en un ambiente sin sentido para él).
Dentro de
la Asociación Mundial de Psiquiatría se hallaban los psiquiatras de la Unión soviética (en línea, también, de concebir el Comunismo como candidato a Estado
“perfecto” al Igual que las Democracias europeas, o la Dictadura en España –por
lo que así se entendería mejor, el motivo de la Presidencia del psiquiatra
Español en 1966) siendo que todos compartían el criterio biologicista del
trastorno mental, ya que todos consideraban sus proyectos de Estados
encaminados hacia la sociedad perfecta, sino es que fueran ya su mismo Estado
el mismo ejemplo de perfección,
(por lo que hubiera que concebir
que la “vanidad” y “obligado” orgullo de defender “la imagen” del ejercicio de
la psiquiatría y con ella el propio proyecto político de Estado, fuere una
prioridad para estos psiquiatras médicos científicos – al igual que en la
Novela de Delibes “Los Santos Inocentes” ambientada en la década de los 60 en
Extremadura, y llevada al cine con gran éxito, donde el “señorito” explica al
anglosajón la deferencia y generosidad que la Dictadura hubiere tenido con los
“débiles”/“imbéciles”- a solo emplear la terminología jurídica del juez en su
discurso y la psiquiátrica de entonces hasta la fecha- a los que España enseñó a escribir y
leer- estaría siempre implícito en los
informes y estudios que se manejaran en la Asociación Mundial de Psiquiatría),
En la década de los 70 la sociedad empezaba a conocer la existencia de abusos en psiquiátricos, ya no solo contra los pacientes sino porque en algunos Estados se metían en esos centros a personas por razones exclusivamente políticas, por lo que los profesionales de la de la Asociación Mundial de Psiquiatríano podían ser ajenos, ya que esa asociación se fundara en 1950 y sigue vigente hasta nuestros días.
(el escandaloso caso del trato recibido por
los niños de la guerra en Noruega -1946 y que se prolongaron hasta la década de
los 60, no podían ser desconocidos en el mundo de la psiquiatría- por la solo
causa de haber sido niños procedentes de nacimientos de soldados alemanes
durante la ocupación, y que no dejaría duda de la crueldad de afamados
psiquiatras de Noruega que en los medios de comunicación autorizaron y
justificaran los malos tratos a estos niños y sus violaciones por grupos de
pederastas noruegos e internamiento en psiquiátricos; todo ello por motivos
políticos, de los cuales, los niños de 5 y 6 años fueran ajenos; también ya se
conocían por la documentación cinematográfica, otros abusos crueles con los
soldados durante la Gran Guerra -I Guerra Mundial- al confundir sus síntomas
con cobardía y fingimientos para no ir a las trincheras y previamente en el
s.XIX y XX considerar síntoma de enfermedad mental -a la que pondrían nombre-
que los esclavos negros huyeran de las plantaciones de algodón y con ello de
los graves castigos y penurias de los trabajos. O los enterramientos colectivos
de niños escolares en colegios religiosos de EEUU por el hecho de ser de etnia indígena
y que su descubrimiento causara conmoción mucho más tarde, cuando fueron
descubierta las fosas que probaran la veracidad de los rumores que nunca
hubieran sido creídos que pudieran producirse en colegios regidos por monjas.
Todo ello se justificaría por motivos políticos, con lo cual el papel de la
psiquiatría y del psiquiatra se estaba definiendo así mismo, y la Asociación
Mundial de Psiquiatría buscaría consensuar criterios y unificar y normalizar su
actividad bajo fundamentos científicos que le permitiera alcanzar la consideración
de Ciencia Médica y la única ruta posible que pudieran contemplar, fuere seguir
por la senda del biologicismo, ya que la parte espiritual de las personas y de
todos los fenómenos positivos que se asocian a la misma, quedaba excluida de la
posibilidad de exploración científica, por carecer de medios científicos para
determinar su existencia, renunciándose a la misma desde el inicio, cuando en
ello ya se reparara como déficit, pero a su vez, como solución a tal visible déficit
se englobaría toda la actividad psiquiátrica como el “estudio del alma humana o
psiquis” siendo contradictorio que el mismo método de exploración, estudio,
experimentación y conclusiones mediante etiquetas, fuera el que aumentara el
sufrimiento extremo de las personas a las que califica como pacientes – por lo
que cabría conjeturar si tal concepto estuviere más cercano a como deslindar la
creatividad del Ser Humano y arruinarla, cuando esta aparece como producción
creativa inesperada y positiva, o crítica de su entorno social y sus distintas
manifestaciones artísticas o productivas de ideas, que por su propia
naturaleza, son procesos que escapan al análisis científico pero a su vez
causaran impacto estético, artístico, tecnológico o emocional estimulando la
sensibilidad o admiración en el resto de la sociedad (el ejemplo de rivalidad
de Mozart y su relación con Salieri debería bastar como ejemplo –al menos si se
acepta la versión cinematográfica basada en los rumores que corrieron en la
época de que Salieri (y su séquito) después de conspirar reiteradamente para
que no tuviera éxito y estabilidad económica, le hubieran envenenado, pues el
músico veterano y poderoso, admirado de la facilidad y capacidad creativa, y productiva
de obras, hizo lo imposible y lo inimaginablemente retorcido que se pudiera
esperar de una persona para eliminarlo y lo consiguiera tempranamente pues
Mozart moriría a los 35 años y algunos músicos se negarían a saludar o cruzarse
o estar donde Salieri estuviere presente ).
No se consideraba maltrato los casos de violaciones de derechos humanos
en los centros psiquiátricos, “considerados conformes” por la sociedad en
general, y solo hubiera sutiles referencias realizadas sobre este tipo de
irregularidades por personajes ya relevantes en el mundo de la psicología, que
cuestionaban los métodos y la brutalidad y las conclusiones de los psiquiatrías,
y se buscaron medios alternativos o indirectos para ponerlos en evidencia:
(algunos,
como Jung o Cambell, señalaban en sus publicaciones otros caminos bien
diferentes, basados en la simbología, como lenguaje transversal de la Humanidad
en cualquier cultura de todos los tiempos, y en cualquier Civilización, que
permitía “liberar la mente” (y orientala) a comprender mensajes (así
“encriptados” mediante símbolos) destinados a la sociedad; ante la
evidencia de que la psiquiatría no alcanzaba los mínimos estándares para
considerarse ciencia, y que además eran “vulnerables” por su propia naturaleza
“especulativa” y en consecuencia poco fiables de sus conclusiones (sobre
todo ante la evidencia de que aquella debilidad permitía la capacidad de ser
“instrumentalizada” para “fines espurios” como una formula de lawfere,
-como hoy es al uso el término- “de guerra aparentemente no violenta” pero
consiguiendo resultados demoledores sobre las personas, arruinando sus
proyectos de vidas, su futuro y provocar la desesperación y a ser posible -y
previsible- la auto-eliminación del considerado problema),
Ante tales
evidencias y comentarios de desacuerdo, “alguien” lanzaría un “desafíocon publicidad
en prensa” a los sanatorios y centros psiquiátricos (por entonces este tipo
de retos parecían posibles en el mundo anglosajón, como reflejaría la película
sobre Harry Houdini, o la de la “Vuelta al Mundo en ochenta días”, en este caso
de Julio Verne, que por adelantarse a su tiempo también podría haberse tildado
de loco, como también demostraría la trilogía de “Regreso al Futuro”),
asegurando que en las próximas semanas se mandarían “falsos pacientes” y
asegurando que serían igualmente diagnosticados, tratados y recluidos, pero en
realidad fueran personas sanas.
El sólo el
efecto de anunciar que se iba a “someter al mundo de la psiquiatría” a un
“experimento público” de esta naturaleza, sometiera a los profesionales de la
psiquiatría a tal situación de “estrés” que diera un resultado “demoledor” para
su credibilidad. Los sanatorios y centro psiquiátricos, que se dieron por
aludidos, decidieron publicar, a las pocas semanas, a modo de estadística, el
número total de pacientes que cada semana se presentaron para ser ingresados (por
sus familiares y amigos cercanos) y el número de los que fueran lo que
fueran rechazados (comopacientes trampa), considerando que al
hacerlos públicos, mostrarían a la sociedad que sí estuvieran capacitados para
tal fin. Sin embargo, los “retadores”
nunca pretendieron establecer un debate, sino que les bastaba con demostrar la
poca fiabilidad de sus métodos.
(métodos de
diagnóstico que destruían y arruinaban vidas, sobre todo si cedían a los
intereses de personas acaudaladas, que en cuestiones por lo general de
herencias, donde las rivalidades llevaban a deshacerse de algunos de los
miembros familiares (ante los inconvenientes de naturaleza ética y o moral
que pudieran oponer los psiquiatras, aparecieran las propuestas de realizar
donaciones para mejorar sus instalaciones o ampliarlas, dando resultados de
sumisión a “aceptación del encargo”) e incluso se llegara al a-séptico y
muy viable según qué circunstancias, pago en metálico, para obtener un informe
médico que les permitiera deshacerse de la incómoda persona que obstaculizaba
sus proyectos familiares (algunos casos de lobotomías en prensa, insinuando
tales prácticas por familias adineradas, dieron lugar a películas
cinematográficas que relataban el procedimiento por el cuál era posible que
tales circunstancias se dieran y fueran parte de la realidad cotidiana en la
sociedad en que vivían e incluso la
capacidad de aplicar técnicas para hacer enfermar a personas sanas, por el
hecho de ser inteligentes pero sensibles, haciendo posible que estas acabaran
en centros psiquiátricos de por vida, si no mediara salvador que se interesara
y las rescatara, como fuera el caso de la famosa “peli” de referencia: “Luz de
Gas”)
El reto no
fuera superado, a pesar de que las entidades publicaran sus resultados en
prensa respondiendo al desafío (los pacientes rechazados tal vez sumaran
unos 10 o 12, creo recordar de un total de unos posibles 40) porque a la
vista de los datos, la respuesta en prensa de los retadores fuera que: “nunca
pretendieron llevó a cabo tal experimento, por lo que no se mandó “cómico o
actor” alguno como para realizar tan temeraria empresa”.
El descrédito
consiguiente fue relevante en los ambientes intelectuales que observaban,
seguían y comentaban la evolución y desarrollo de la Ciencia en otros campos,
en los que sí obtuvieran mucha mayor fortuna y éxito (era evidente la
necesidad ineludible de establecer un criterio biologicista para la
psiquiatría, si esta pretendiera seguir gozando de su capacidad para recluir
personas (que nunca dejó de poseerla) y someterlas a tratamiento y experimentos
con el amparo de la Legalidad) por lo que las pseudo-ciencias, que apelaban a
los rasgos del cuerpo, o rasgos de la cara o tamaño de la cabeza para
determinar la “potencial”“peligrosidad social” de un sujeto, serían
“incorporadas” a la psiquiatría (y al discurso de aparente peligrosidad por
solo el aspecto físico), aunque nuevamente resultara fallido intento, y sin
embargo, entre tanto, se seguiría incluyendo “otros aspectos de los ciudadanos”,
para incluirlos como enfermedades o trastornos mentales, pretendiendo con ello
reforzar la evidencia de la “peligrosidad” que representaba sostener tales
ideas para la “seguridad” de los Estados (el anarquismo, el comunismo, el
socialismo y posteriormente en la URSS el liberalismo democrático, el
anarquismo, defensores del libre comercio, o de la religión, o de la propiedad
privada, o cualquier disidente político, o quien quisiera denunciar un crimen
de Estado).
Se muestra
como evidencia el campo más relevante que aun sostiene a la Psiquiatría, pese a
todos los desastres que hubiera protagonizando hasta nuestros días, al ser una
“Ciencia” sumamente fácil de instrumentalizar, siendo su “ADN” esencial: su
autorización legal para “detener e inmovilizar” a una persona sin más requisito
que un relato y unas aparentes circunstancias, y su posterior etiquetación como
enfermo, cuyo nivel de peligrosidad estará descrito con la exacta determinación
de un diagnóstico que determine por
medio del nombre de la enfermedad el pretendido “potencial” de “peligrosidad
social” que poseyera esa persona y el sistema de “seguimiento de seguridad” (tratamiento)
propuesto; haciendo así de la psiquiatría un “recurso esencial” para el
“control social” en cualquier Estado, sea cual fuere la estructura de la que
emanara su Poder Judicial, es decir, con total independencia de su régimen
político (Democracia Liberal, Monarquía Parlamentaria, Estado Social y de
Derecho, Estado Aristocrático – este modelo aristocrático es el nombrado por el
Magistrado Marchena – Democracia Popular – como lo fueran los países del Este
europeo o del Extremo Oriente como China - Estado en formato de República
Federal…)
Todos estos formatos que puede adoptar un Estado
resultarían prescindible para la subsistencia de la Psiquiatría en su función
esencial de constituirse como: una rama de cualquier Estado enfocada a la
“seguridad y evaluación de peligrosidad de los individuos”, por lo que cabría
suponer que por ello renunciaría, de alguna manera, a asumir el término de “Salud
Mental” como propio de sus profesionales o sus propios centros y hospitales de
tratamiento, tal vez como relevante gesto de “honestidad” ante los ciudadanos.
Las pruebas “convenientes”, a
criterio de la Asociación Psiquiátrica Mundial,
irían llegando en 1971, cuando Vladimir Bukovski logró filtrar a occidente más
de 150 páginas en donde se documentaba el abuso psiquiátrico por parte de las
instituciones de salud mental por razones políticas en la Unión Soviética. Los sucesos conmocionaron a los activistas
de los derechos humanos de todo el mundo incluyendo a los de la misma Unión Soviética. En enero de 1972, las autoridades
soviéticas encarcelaron a Bukovski durante 7 años a los cuales se agregaron 5
años más que vivió en el exilio, por ponerse en contacto con periodistas
extranjeros y por posesión y distribución de literatura clandestina o samizdat. Cuando el primer asunto fue expuesto en la Asociación Psiquiátrica Mundial (APM,
WPA según su sigla en inglés),
la delegación soviética amenazó con retirarse de la organización internacional,
así que la APM incrementó su interés en el asunto. Mientras el número de casos
documentados de abuso se incrementaban también aumentaban las protestas, la APM
cambió su postura y adoptó un código de conducta ética para sus miembros y
estableció cuerpos de investigación para reforzarlo. Los psiquiatras soviéticos,
viéndose en el “punto de mira” – hoy le llamaríamos “foco”- se retiró de la Asociación Psiquiátrica Mundial antes de que se vieran expulsados,
En febrero de 1983, la Sociedad
Soviética de Neurólogos y Psiquiatras de la Unión Soviética renunció a la
Asociación Mundial de Psiquiatría. Esta renuncia se produjo como una acción
preventiva en medio de un movimiento para expulsar al organismo soviético de la
organización global debido al abuso político de la psiquiatría en la Unión Soviética. El organismo soviético fue readmitido
condicionalmente en la Asociación Mundial de Psiquiatría en 1989, tras algunas
mejoras en las condiciones de derechos humanos y un intenso debate entre los
delegados de la asociación, en el que el secretario interino de la delegación
soviética emitió una declaración en la que reconocía que "las condiciones
políticas anteriores en la URSS crearon un entorno en el que se produjeron
abusos psiquiátricos, incluso por razones no médicas".
El primer comité en contra del abuso político de la psiquiatría fue fundado en 1974 en la ciudad suiza de Ginebra (Genève). En 1977, el Congreso Mundial de la APM efectuado en Honolulú adoptó la "Declaración de Hawaii", el primer documento en establecer una serie de estándares para guiar el trabajo de los psiquiatras en todo el mundo. El congreso también hizo una condena oficial a los abusos psiquiátricos ejercidos por el régimen soviético por vez primera. En 1982 enfrentando la inminente expulsión de la APM, la delegación soviética optó por su retiro voluntario, y en 1983 la APM en su congreso verificado en Viena adoptó la resolución de adoptar estrictas condiciones para su reincorporación. La campaña de Mijaíl Gorbachov denominada glásnost, contribuyó significativamente a la exposición de más evidencias en la prensa soviética. En 1989, dos años antes del colapso del régimen soviético, la delegación soviética reconoció el abuso sistemático de la psiquiatría con fines políticos verificado en su propio país.
La prensa “occidental” en la década de los 80
desvelaría los métodos soviéticos sobre los criterios de etiquetación del
paciente como “peligro social” y el trato que recibieren, así como los métodos
empleados para “su re-inserción”, que fueren “poco defendibles” como para
considerarlos propios de un sistema médico vinculado con el juramento
hipocrático o con una mínima sensibilidad humana (también los disidentes podían llegar a ser considerados enfermos
psiquiátricos o con trastornos mentales, en sintonía paralela con los criterios
empleados por Vallejo-Nájera ya descritos) disidentes que consideraban
tener razones suficientes y pruebas sólidas para demostrar la brutalidad del
Estado soviético para con sus ciudadanos, en la aplicación del mismo criterio
compartido en el mundo de la psiquiatría como “control social”. Ya en la década
de los 70, se obtendrían pruebas fehacientes y documentos oficiales del trato
del Estado Soviético a sus disidentes y que ya no se podrían rebatir con un
“relato/discurso/informe” impregnado de orgullo soviético en los foros de
psiquiatras (siempre se supo que la
violencia física y psicológica es el origen del trastorno mental cuyos efectos
pueden llegar a ser devastadores – pero reconocer tal circunstancia siempre
fuere poner en entre dicho algunos o todos los métodos destinados por el Estado
para el “Control Social” de su propia población)
Se sumaría la publicación de “El Gulag” en 1973 en Francia, pero la publicación en occidente no permitiría inducir a cambios sociales en la URSS, aunque sí escándalo en la sociedad occidental, que fuera diluido con el discurso polarizado de los partidarios del comunismo en Europa occidental, llamándolo propaganda capitalista, en especial en Francia donde se negó abiertamente el contenido del libro –con el servicio secreto soviético detrás de los tres únicos ejemplares completos existentes del texto mecanografiados, y que desde 1965 sabía de su existencia al haber confiscado partes pero no el texto completo, que aún se encontraban en territorio soviético con el objetivo de ser publicado, y lograrían localizarlos en el interrogando a Elizaveta Voronyanskaya, una de las mecanógrafas de confianza de Solzhenitsyn [ 10 ] , quien sabía dónde se ocultaba la copia mecanografiada. A los pocos días de ser liberada por la KGB, fue encontrada ahorcada en la escalera de su apartamento el 3 de agosto de 1973. Al parecer, se había suicidado o había sido asesinada. El Gulag es un archipiélago aislado de tierra firme donde la mirada de la sociedad rusa que creyera en su sistema soviético, no podría concebir lo que allí sucediera, y el objetivo del autor, Solzhenitsyn, fuera que se conociera en suelo ruso su obra completa y los documentos oficiales que acreditaban los experimentos, al confiar que así se produciría cambios sociales. Aún tardaría unos años en conseguir su objetivo que se haría realidad en la década de los 90.
Los criterios esenciales de los psiquiatras militares españoles (que durante y después la Guerra Civil en España se establecieran como referencia para la psiquiatría en el régimen de la Dictadura (1939-1975), ya eran compartidos por los psiquiatras en el Occidente democrático y avanzado, y sus protagonistas serían referentes para la Asociación Mundial de Psiquiatría (en 1966 ya obtendría la Presidencia España) constituyéndose en los padres y referentes de la psiquiatría que hoy vivimos en España, y en occidente, cuyo papel esencial es servir al Estado en funciones de “control social” y “castigo a los peligrosos sociales” por medios aparentemente menos violentos y sobre todo más aparentemente civilizados – aparentemente porque su actividad siempre queda oculta y opacas al resto de la sociedad.
Aún así, ya en la transición, la TV en Aragón dedicaría un programa a los
jóvenes psiquiatras que ya se hallaban trabajando en las primeras unidades de
psiquiatría dentro de los Hospitales Universitarios desde 1972, con un modelo
renovado y asegurando que los modelos como grandes edificios psiquiátrico en
España, habían alojado a personas no siempre enfermas, tanto por motivos
políticos como por motivos más bien económicos (por herencias o molestias a las
familias) y presentaban signos de haber sido institucionalizados,
asegurando que el modelo democrático acabaría con tales prácticas y los
regímenes de tratamiento serían abiertos. Los años han ido demostrando que si
ese fuera el propósito, por el camino se hubieran producido descuidos hasta
llegar a la gravedad vigente hoy en día.
El objetivo permanece en el “punto de
mira” permanente y sin descanso, intentando
arruinarle la vida; y tal vez ese fanatismo criminal se hubiera al demostrar
esta víctima – el Hijo- que los relatos iniciales esgrimidos como “arma” contra su persona, hubieran ido
cediendo, hasta hacerlos desvanecerse en el olvido, porque fuera evidencia de
que nunca fueron ciertos (sino que se precisaran
de un relato, -hasta a hora “desconocido y opaco”- para sustentar lo que
pudieran ser muy graves acusaciones contra el hijo y estimular, así, la ·ciega”
colaboración de los profesionales médicos psiquiatras e inmediatamente la
entrevista de la Juez del Instancia 22 de Zaragoza, para en la misma planta de
ingreso de ese Hospital lanzar a esta “víctima” de Lawfere (Guerra Judicial) –
este hijo- un conjunto de amenazas durante la entrevista, de la que saldría
“noqueado” y solo pudiendo balbucear con incredulidad algunas frases de las que
le dedicara esta Jueza).
La combinación de la demoledora actividad contra este hijo, de la
progenitora, y este “hermano” funcionario que, por razones de trabajo, tenía
relación con Fiscalía y Policía, así como con los Juzgados de esta Ciudad (al igual que la progenitora, siendo maestra
funcionaria de la DGA en el Proyecto Casa del Canal- Escuela de Adultos, donde
también establecería relaciones estrechas con los Servicios Sociales, Fiscalía
y Policía en razón de reuniones para informes de jóvenes de los que ella misma
participaría) parecería inapelable, e inabordable, pese a cualquier intento
de razonar tanto con psiquiatras como con Asistentes sociales de la Fundación
Apoyo (a la que perteneciera el “hermano
ejecutor”) como ahora con la Fundación Rey ardid de Juslibol que pareciera
ya la encargada de darle a este hijo “la puntilla final”.
Así que ante tales evidencias, e incluso lo que ya pareciera que el Juzgado de Instancia 22 pretendiera “lavarse las manos” fijando una nueva evaluación independiente del hijo para primeros de enero (promovida por una nueva traición, destinada a profundizar en las injusticias primeras, que desencadenan este Lawfere (guerra Judicial) pero esta vez de la Trabajadora Social de Rey Ardid, puesto que viendo tal Fundación Rey Ardid la evidencia de que este hijo (a pesar del pésimo ambiente que existiera en ese centro de Juslibol) sacaba cursos con excelentes notas y acababa en contrato con trabajo fijo y muy bien remunerado, le planteara contratar un abogado de oficio mediante el cual quitarse la curatela (pese a la incredulidad de su padre), e iniciado tal procedimiento judicial, nuevamente en el Instancia 22 de los de Zaragoza, y siendo la hora de presentar los informes, le dicen abiertamente a este hijo, tanto la trabajadora Social de Rey Ardid como el psiquiatra “Pachi”· que le van a redactar informes en contra (que van directamente al juzgado instancia 22) y este juzgado, ante las anómalas novedades, decide convocar a otros para que en enero evalúen con “objetividad” la “chapuza” que se viene realizando con este hijo y que, en los párrafos siguientes, se procederá a la descripción de la denominada “Chapuza”, por lo que a la vista de la misma, probablemente interesaría la presencia más bien de Fiscales Independientes y Jueces Instructores, que nada más conocieran la existencia de este artículo, se `pusieran en funcionamiento, al ser posible “de oficio” para llegar al fondo de los asuntos que sucinta y brevemente se exponen (desde este momento en delante de este escrito).
Es conveniente tener en cuenta y siempre presente, como parte inseparable
de este testimonio escrito, y antes del desarrollo del mismo, leer las
funciones generales propias de los psiquiatras en la actualidad:
Funciones
clave de un psiquiatra:
·
Diagnóstico y tratamiento:
Evalúa y diagnostica trastornos
mentales, como depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia.
·
Prescripción y ajuste de medicamentos:
Puede recetar fármacos (psicofármacos)
para tratar la enfermedad mental y se encarga de ajustar las dosis y supervisar
posibles efectos secundarios.
·
Enfoque médico-biológico:
Se enfoca en los aspectos fisiológicos y
químicos del cerebro, buscando equilibrar la bioquímica cerebral y tratar la
patología desde una perspectiva médica.
·
Evaluación integral:
Realiza una valoración completa del
paciente, considerando tanto los factores psicológicos como los biológicos,
para llegar a un diagnóstico y tratamiento más precisos.
·
Prevención:
Trabaja en la prevención de trastornos
mentales para cuidar la salud mental de la población.
·
Manejo de crisis:
Atiende a pacientes que experimentan
crisis repentinas, como alucinaciones, pensamientos suicidas o ataques de
pánico.
·
Rehabilitación:
Además de aliviar los síntomas, busca
promover una mejor calidad de vida y el bienestar general del paciente.
Sin embargo, también asumen funciones que no siempre son conocidas por la
sociedad en general, y que pueden a veces sorprender;:
Psiquiatra como testigo y como perito
·
Informa de lo que sabe
por conocer a la persona y de su conocimiento sobre un determinado tema
psicológico o psiquiátrico.
·
No tiene la necesidad de
conocer todo el caso.
·
No expone su opinión ni
da posibles conclusiones.
·
Tiene la obligación de
mantener el secreto médico.
·
Debe hacer un dictamen.
·
Deberá dar,
generalmente, recomendaciones basadas en sus conclusiones.
·
El juez, en última
instancia tomará la decisión y valorará la influencia de la enfermedad
psiquiátrica en la decisión del
tribunal.
muchos pacientes han observado en las conversaciones
con sus psiquiatras (a los que siempre y
en principio consideraría psicoterapeuta, en el más estricto término que los
vincula con su actividad médica y por lo tanto inseparable del Juramento
Hipocrático al que se hallaría vinculado todo profesional médico) que sus
actitudes y preguntas parecieran “para-policiales”, propias de investigaciones “prospectivas” (esas que se dijeran en los medios de
comunicación, por la actualidad política, estar prohibidas por el Tribunal
Constitucional) mientras el rostro del pretendido psicoterapeuta “muda” y
se aproximara a un gesto más propio de una curiosidad malsana, difícil de
describir (pero que se aproximaría al los
conceptos de “sadismo” o “morbosidad”) y cuando el paciente concluye la
exposición de su recuerdo, la respuesta del pretendido psicoterapeuta aparece
como un resumen más bien cínico o directamente
censurador o acusador o simple comentario adverso, aumentando la intensidad de
culpa del paciente o directamente percibiendo una clara amenaza indefinida, que
le vuelve a lanzar por el camino de la
sospecha (¿qué pretendería decir y porqué
de esa amenaza y malestar con el que salgo de este despacho?) y en
consecuencia apareciera inseguridad y miedo. Cuando un paciente recibe mensajes
contradictorios de su propio Psiquiatra de Rey Ardid como: “No creo que seas un
dependiente”, “no creo que seas un incapaz”… para otro día decir: “Tu juegas a
dos barajas” “No creo que salgas pronto de aquí”…
Difícilmente se
pudiera entender por un paciente, o por cualquier persona que presenciara este
tipo de actuaciones en un psiquiatra, a qué rol se decidiera jugar con su
paciente o si jugara a todos los roles a la vez, sin realmente importarle el
estado emocional en que deja a su propio paciente.
Que una mujer hable mal de su marido, “ex” después de
separarse, puede ser entendible (se
conocen casos en los que se acusa al ex
de borracho, de irse con prostitutas, de estar todo el día en el bar
desaliñado….) con la sola finalidad de que no rehaga su propia vida, por
haberse sentido defraudada en el proyecto de matrimonio. Y, sin embargo, es
menos entendible que se vaya contra alguno de sus hijos, por el mero hecho de
que “note en ese hijo” que echa de menos a su padre y no estuviera dispuesta a
que el hijo recuperara ese contacto, fuera cuando fuere y pasara el tiempo que
hubiera pasado. No siempre es posible abortar una relación de encuentro que un
hijo desee con su padre, aunque hubiere pasado mucho tiempo; por lo general
esos encuentros acabaran produciéndose y
se consideraría una circunstancia normal y entendible. Peor cuando el empeño en
bloquear todo contacto llegara a las cotas
de producir sabotajes, se convirtiera en una obsesión y no se
consiguiera del todo y tuviera que recurrirse a más mayores directamente contra
el hijo, entonces es difícil entender la posición del resto de la sociedad (y de los profesionales) y qué les
animara o incentivara a respaldar tal oposición, que no les importara poner en
riesgo ya no solo la salud mental de este hijo sino también su integridad
física dejado de la mano de dios por las calles antes de permitirle vivir con
su padre, porque no aguantara a su progenitora (ni él ni sus hermanos, que ya hacía tiempo que se hubieren
independizado).
Es en este punto, cuando se recuerda que los otros dos
hermanos se marcharan de casa y que la progenitora bloqueara al hijo no solo
estar con su padre, sino cualquier relación sentimental que iniciara para desde
ahí construirse su propio proyecto de vida, sería abiertamente abortada por la
progenitora (ofendiendo al hijo y
despreciándole cuando la pareja de este estuviere en la casa o se llamaran por
teléfono e interrumpiendo la conversación con cualquier pretexto para realizar
reproches insostenibles y desconsiderados).
Bien, ese recuerdo de estar los dos hermanos ya viviendo fuera de casa de la progenitora, era el que llamara la atención al aparecer reflejado en el Informe Médico del Hospital Universitario Lozano Blesa y este comenzara señalando: “Reside con su madre y un hermano (hay otro hermano ya independizado) aunque desde hace un tiempo tiene relación fluida con su padre (padres separados hace más de 25 años, separación con muchas dificultades de comunicación) véase:
Esta descripción de las circunstancias de lo que fuera
el ingreso forzado (inicio de otros tres
seguidos el mismo año, y que ya de por sí debiera haber llamado la atención de
cualquier psicoterapeuta/psiquiatra por tal anormalidad); la descripción es
falsa. La pregunta que cabía hacerse era el “por qué” de la necesidad de mentir
en el relato oficial, que daría lugar al ingreso forzado (en el que participa la Dra. Calvo. quién el día anterior concreta el
ingreso del hijo con la progenitora y esta le pide al hijo que vaya a dormir a
su casa – el hijo estaba en la casa de su padre –y a la misma mañana siguiente la
ambulancia se presenta con la orden de ingreso forzoso de la Dra. Calvo
señalando descompensación).
¿Qué necesidad habría en decir, al comenzar ese
informe médico, que este hijo vivía con su progenitora y uno de sus hermanos en
el domicilio de la madre? Porque este hermano, como el otro, ya estaban
independizados desde 2009 y trabajando en una empresa popular de comidas o
aperitivos rápidos y en el puesto de encargado ya en ese mismo año, y el otro
hermano se marchara ya antes de casa para poder estudiar las oposiciones a
Trabajador Social, siendo que ninguno de los tres hermanos era capaz de
aguantar el carácter de esta señora (carácter
que se mostrará más adelante en lo que esta señora consideraría el trato normal
y corriente dentro de una unidad familiar).
No es una cuestión baladí, que participe la Dra.
Calvo, porque su participación fuere absolutamente necesaria para realizar el
ingreso, participaba de la opinión de la progenitora respecto a la
inconveniencia de que este hijo se relacionara con su padre (siendo que tal Dra. no conociera al padre de
nada, más allá de los relatos que pudiera haber realizado la progenitora) y aún así, se traslada un relato a los médicos
del Lozano Blesa donde constan detalles de convivencias que no son ciertos pero
que permitirían suponer veracidad por “se fían y dan crédito” a ese contexto
familiar falso al “suponerlo” sustentado por dos “testigos” que son los
familiares presentes en el ingreso (la
progenitora y un hermano de los dos que posee) y el documento de la Dra.
Calvo, que se suma señalando descompensación y no sabemos si alguna otra cosa
más, porque no le han permitido al hijo el acceso a las notaciones anejas que
al parecer barajara la Dra. Calvo e incluyera o sirviera de refuerzo a esa
introducción falseada que describe un entorno familiar inexistente desde hacía
10 años. Apenas había pasado una semana de la fecha determinada para la
siguiente inyección y se produjera previamente un intento de diálogo telefónico
del padre con la progenitora ver: https://youtu.be/7fobbgvAcDg porque
los mensajes que trasladan al hijo son contraproducentes a sus intereses de
salud; mensajes de su Hermano David diciéndole que legalmente nadie puede
obligarle a medicarse y absoluta desatención de la progenitora para que acuda a
la cita del inyectable, como se puede observar en el audio de la conversación
telefónica. La progenitora reconoce la sensibilidad del hijo y cómo hubiera de
ser tratado según ella, pero a la vista estaría que en nada `pretende actuar en
consonancia con su relato “memorizado” de carrerilla, com dejaría en evidencia
la multitud de grabaciones que el hijo realizara para su defensa y que nadie
atendiera. (se concretaría el 15 de enero ingreso sorpresivo del hijo, cuando
le llamara la progenitora para ir a dormir a su casa). El discurso de la
progenitora señalaría indirectamente que el hijo fuera violento con ella, y
maltratador psicológico y/o físico, pero el discurso le sale de tal carrerilla,
después del sermón feminista que previamente lanza y la condescendencia que
emplea durante gran parte de la conversación, que resulta inverosímil; además
asegurará, posteriormente, que con el padre no se puede hablar (después de
estar 20 min al teléfono intentando hacer razonar a la progenitora.
Es relevante que la situación del hijo en ese momento
del ingreso se quede prácticamente sin nada que poder alegar o argumentar, ni
siquiera le permiten escuchar lo que alegara la progenitora a los médicos y
poder mediar en tal relato, ni siquiera ante la evidencia de que estuvieran
mintiendo en el número de personas que se hallaban en el domicilio conviviendo
con la progenitora. Eso fuera conseguido probablemente por el documento
expedido y acordado para el ingreso con la Dra. Calvo. En realidad nada le
preguntaran al hijo, ya en boxes, salvo si aceptaba un ingreso voluntario y al
decir que no y ya medicado en la cama, directamente le atan.
Aquí empieza el Lawfere a tomar cuerpo porque la propia jueza de Instacia 22 se presentaría en la planta del Lozano Blesa a los muy pocos días, y ya le amenazaría al hijo con el futuro que ahora está padeciendo 5 años después, por lo que cupiera concebir y considerar que el relato que se sostuviere por la progenitora (desconocido hasta ahora por el hijo y por el padre) fuera lo suficientemente potente para ignorar cualquier intento de apelar a ser escuchado. Tal circunstancia le llevaría al hijo a trasladar al padre un vídeo de lo que él consideraba que estuviere pasando, sobre un caso similar en razones de ideología feminista, donde una abogada denuncia públicamente que dos niños de 9 y 12 años son ingresados en un planta de psiquiatría en Orense por orden judicial por negarse a vivir con la madre y preferir vivir con el padre. Ver Print de pantalla.
Allí, en el Lozano Blesa, le prohibirían llorar, por lo que hubo queja suficiente para que se cambiara de médico de planta al DR. Campos y cuando comunicara que le iba a dar el Alta, el hijo diría que la progenitora quería que buscara trabajo nada más llegar a casa; lo que fue puesto en conocimiento del Dr. Campos quien señalara que no era eso lo recomendado sino una etapa de recuperación. Por lo que el hijo acaba yéndose a una propiedad familiar en San Mateo de Gállego y a la semana se declara la pandemia por lo que el lugar acaba por ser idóneo porque posee 5.000m2 de terreno, además de una pequeña casa adecuada y con todos los servicios necesarios; además el hijo posee ahorros y se empieza a organizar. Realiza un pequeño video ver: https://youtu.be/h2m6nCkgQlc que al publicarlo despierta el interés de la progenitora y al poco se presenta allí. El resultado de la presencia de esta señora (que se traslada en plena pandemia para “cuidad” de su hijo es este: https://youtu.be/yM_N9dDB8fA
Siendo imposible cambiar el relato de la progenitora
respecto del hijo, allá donde este hijo
quiera ir para alejarse de ella, van sucediéndose los ingresos ese mismo año y
por cualquier motivo que se le ocurra. En la ocasión que le quitara las llaves
de casa para que solo pudiera entrar cuando ella estuviese y siendo la
convivencia imposible, el hijo estaría gran parte del día paseando por las
calles de esta ciudad esperando que la progenitora se durmiera para regresar a
dormir: Como ello no le agradara a la progenitora, un día le quita las llaves y
el hijo coge una copia de las que queda en el llavero. Lo que ocurre a
continuación sería motivo del siguiente ingreso: https://youtu.be/CiG84fnotrA
Viendo que tuviera los pies llenos de ampollas
ensangrentadas, pedí para que le fueran curando, el primer día lo hicieron y
los siguientes mme dijeron que lo hiciera yo mismo.
Durante el ingreso en el Miguel Servet, la progenitora
se queda las llaves del hijo, donde se hallan las de casa de su padre y dijo no
saber donde estuvieran, hasta que se hace evidente que las posee la progenitora
y entonces señala que “ya se decidirá lo que se debe de hacer con las llaves”
que al final devuelve (después de
entregar varias cartas a modo de reclamación en tal anómala situación los
médicos del Miguel Servet). Durante el proceso de Alta, al parecer piden
que el hijo sea internado permanentemente, pero no lo aceptan por lo que se
viene a casa del padre con lo puesto. Ni ropa ni enseres ...pero aun le queda
dinero que ahorrado podría servir para alquiilar un piso (que es lo que se
sugiere con el Dr. Día en el momento del Alta y con el compromiso de tomarse la
mediación durante 1 año seguido) y en estas condiciones ir a casa de su padre.
Ya en casa del padre, desde tal fecha de alta, ya en
verano, el hijo permanece sin conseguir recuperar sus enseres (ordenadores,
receurdos y ropa) que retiene la progenitora, ni hallar trabajo en esta ciudad
en tales condicines, por lo que un tío suyo (el hermano de la progenitora) le
habla de Ibiza y de lo bien que lo pasó allí y sale hacia Ibiza justamente un
fin de semana, sin que nadie del ámbito sanitario pudiera evitarlo por ningún
medio, como intentara el padre. Allí alquila un chalet e invita a ir a sus
hermanos y progenitora, que naturalmente
declinan y al agotarse el dinero llama a su familia que le indican comunicarlo
a la Policía. Lo rechaza com mala solución y el 29 de septiembre recibe llamada
a las 02:00h de la GC quien dice haber llamado al resto de familiares que no
contestaron la llamada y al que el padre pide revisen su estado emocional y
aceptando tal resultado es ingresado en CanMisses, a donde se desplaza el padre
y lo trae de vuelta en al primera semana de octubre. Al conocer la progenitora
que se halla el hijo en Zaragoza, le llama el mismo díam 12 de octubre con el
pretexto de devolverle cosas, pero la real intención de hacerle entrar en la
antigua sede de la Capitanía General en la Plaza de Aragón y hacerle participar
de los actos que allí se celebran, siendo que el padre, sospechando que
pretendiera montar un espectáculo dramático ante los Militares allí presentes, para
generar una noticia en prensa que decida el futuro de este hijo en consonancia
con sus intereses ya abiertamente divuklgados por la progenitora, decide
acompañar al hijo. El resultado es el audio que pueden escuchar: https://youtu.be/Jnwe2lkL7HQ?si=smW4rPCzevz2wPiM
donde al ver fracasar sus intenciones intenta proseguirlas por otros medios
buscando implkiar a la gente que paseaba por las inmediaciones mediante gritos
y acusaciones de estar siendo agredida o acosada. Una de las personas llegío a
creerla pero al rato se diera cuenta de tal falsedad y pidiera disculpas.
A partir de octubre el hijo quedará en casa del padre colaborando y la progenitora inicia una nueva campaña difamatoria sobre si el hijo come o no come bien en el domicilio del padre, lo que lleva a publicar la comida que realiza el hijo semanalmente y fotografías de la misma (desayuno, comida y cena). Ante tal situación deciden, en común acuerdo con la Dra. Calvo (que se niega a dar los informes médicos al hijo hasta que este no los pida por escrito porque intentar obtener alguna información de lo que se estuviere barajando en realidad en términos médicos contra él) Durante meses el hijo se halla estable en casa y recuperándose de lo vivido pero al llegar marzo del años siguiente se produce una notificación del Juzgado de instancia 22 con ingreso forzado sobre este hijo y que sería trasladado al Royo Villanova sin síntoma alguno de desestabilidad emocional; habiendo obtenido su hermano David (Trabajador Sociald e la DGA) autorización de ese instancia 22 para gobernar los bienes del hijo (que todos se hallaran en poder de la progenitora) y de la decisión sobre su salud de su hermano, siendo la primera decisión que tomara la de su ingreso forzado oir audio: https://youtu.be/13u0asz6EXw?si=fGCvMJzE55X48gor
Comunicación con el letrado una vez se han llevado al hijo, llamada de la psiquiatra de urgencias mientras hablo con el abogado quien se presenta de manera “confusa” y sin plena sinceridad como se puede entender, al oir el audio del hijo mientras espera en el Royo Villanova (una espera de más de tres horas, en la que se oye a la doctora pedirle al hijo mi teléfono y a continuación llamarme la Doctora “haciéndose de nuevas” cuando yo ya sabía que su hermano David le deción por wasatp al hijo que era su padre quien le había ingresado; por lo que cupiera concluir que la Doctora pretendía que fuera a urgencias del Royo Villanova para que s e produjera la discusión con mi hijo delante de ellos y poder proceder a un ingreso conjunto alegando una discusión en mi casa) Así sería el lawfere de la progenitora y su hijo favorito David, y el poder que para ello tuviera – o tal vez solo fuere poder del dinero (al parecer también hubiera realizado ingresos de otras personas con solo llamar a sus familiares y contarles un relato, aunque al día siguiente del ingreso le dieran de alta, como me señalara el hijo que su progenitora hiciera con una señora artista por verla triste). Mas aderlante de este audio se oye la conversación mantenida previamente con David, y que le serviría de base para redactar el informe que le aprobara el Instancia 22 para iniciar este Lawfere (ha de entyender el lector que los documentos y audios llegan cuando llegan, pero no daría lugar a dudas la maniobra realizada. https://youtu.be/vGaIqzgQxlE?si=hbpPZlLNgNKUUIaM
Tal situación de extremo acoso, ya expresada al Instancia 22 muy reciénteme, daría lugar a irse el hijo a Barcelona, sugerido también por la progenitora, previamente pasando por Tarragona en busca de algún pariente que le pudiera acoger, a solo muestra de cómo se hallara traslado el audio del móvil al que rellamé cuando desde el mismo me llamara el hijo, siendo que lo hubiera pedido a un particular que le hiciera tal favor: https://youtu.be/eqy9GP99sCE?si=UHmvvf3WIxWa42kQ
En tales circunstancias regresa a Zaragoza desde el
Hospital Clinic de Barcelona al Royo Villanova, quien en esta ocasión, y después
de iniciar la recuperación apareciera un retroceso inesperado que se atribuyera
a que la medicación no le hiciera efecto según la Dra. Ortega, pero siendo en realidad
que dejaran que el hijo no la tomara empezando a realizar soliloquios, lo que
motivaría queja formal por parte del padre, además de otra queja por permitir
que la progenitora introdujera abundante comida industrial a base de azúcar y
siendo tolerado por las enfermeras.
Se adjunta llamada al Royo Villanova porque al hijo le
han dejado sin medicación y la doctora Ortega “dice” que no le hace efecto https://youtu.be/oN5UNZe7B1g pongo
varias quejas, me amenaza la dirección de la planta de Psiquiatría con que si
pongo más quejas iran judicialmente contra mí, pero así se consigue que le
vuelvan a dar la medicación.
Aquellas quejas
llevaría a la dirección de la Planta Dr Arilla a señalar que a la siguiente
queja se daría cuenta al servicio jurídico para que fueran contra el padre,
pero sirviera para que al hijo le dieran la medicación y se recuperara aunque
la posterior decisión e la Dra Ortega de aceptara la sugerencia de la
progenitora de ir a un centro residencia de las Juventudes Cristianas unos
meses y resultaría nuevamente funesto para el hijo, acabando por entrar en la
Unidad de Agudos y de ahí a al Rey Ardid.
Siendo que en tal de estancia de meses, sacara cursos
y obtuviera un buen trabajo remunerado y fijo, y ello pareciera torcer el
relato de la progenitora y su hermano David, generando la idea en este hijo de
que podría quitarse la curatela y por medio de la Asistente Social de rey Ardid
se iniciara un procedimiento en el instancia 22 buscándole abogado gratuito,
pero a la vista se hallara que fuera trampa torticera, cuyo objetivo fuere todo
lo contrario, pues extendieran informes adversos al instancia 22 (sin reparar
que el `padre insertara audios que mostraban una realidad diferente a tales
informes sobre el hijo) por lo por ello
volverían a retirarle la medicación (la primera vez sugiriendo que no la tomara
ni hubiera control en ello) de lo cual
se quejara el padre y se restableciera; y posteriormente empezando a dar algún
placebo o similar e incluso mala medicación de la que el hijo s e queja de
malestares y no poder dormir bien; de tal manera que el hijo llevaría cuatro
semanas sin poder dormir bien y empezando con síntomas propios de abandonar muy
prematuramente el tratamiento. Lo cual y dado que el Dr, Galindo a nada diera
crédito este padre publicaría varios audios para demostrar el estado inicial
del hijo hace unas pocas semanas y realiza este escrito de denuncia no solo
pública sino expresa, acorde con el texto remitido al instancia 22 hará unos
semanas denunciando anomalías delictivas y criminales.
Se adjunta las conversaciones que se dieran con el
hijo y que motivarían que en Rey Ardid empezaran a darle placebos y
medicaciones aparentemente inadecuadas.
https://youtu.be/6P-x2w2jGME?si=agkqO2PsldRgFqZr
(5 de octubre)
https://youtu.be/kwc2y37mGxQ?si=3fGYuUDhA9IhjEzJ (3 de octubre)
Este Lawfere tuviere otras intentonas previas para crear este clima que es propio del terror puramente terrorismo psicológico que la progenitora ya viniera aplicando desde al menos con mayor intensidad en el año anterior a decidirse a "liarla bien liada". Véase algunas muestras:
De las primeras sería negar que el hijo se pusiera los inyectables (curiosamente cuando por entonces no objetaba nada el hijo al respectó, por lo que se hizo fotografía para poder desmentir)
Otras fechorías semejantes hiciere en gran número pero con la muestra sería suficiente, a parte de controlar sus redes sociales 8aqunue no sabemos muy bien porqué medio, se cuela en su Facebook cuando quiere y aparece como amigo aunque el hijo la despache de su red, reiteradamente vuelve a aparecer.
Cuando
esta rama de la Salud Mental es “capturada” a su vez por “un tercero” y
orientarla a un fin determinado, por lo general de naturaleza política, puede
dar lugar a grandes tragedias sociales colectivas; y de ello hay algunas
referencias históricas muy lamentables.
Es tan distópica toda esta situación que en este texto
relato, que no por menos debería incluir otra sucedida mucho más cercana que
explicaría que este método de lawfere es común entre funcionarios públicos y
que el poder judicial pareciera ignorar.
Hace pocos mese apareciera noticia en prensa
relacionada con un funcionaria del Área de Cultura Ver:
Resultara que la chica señalada como Jefa era conocida
mía Caty Carles, (coincidiendo con ella en Los Servicios Jurídicos de la
Oficialía Mayor) y que con años muy posteriores entrara en el Área de Cultura
como Jefa en “comisión de servicios” o interinidad como señala el periódico,
porque en realidad no me relacionaba mucho con ella. Pero se diera una
circunstancia que llamara la atención, porque teniendo el puesto en el edificio
Fortea pidiera traslado (según se dijo) por medio de un expediente a Prevención de riesgos laborales
y le buscaran un sitio en el Museo Pablo Gargallo para realizar desde allí sus
tareas de Jefatura (ambos edificios están próximos aunque en este momento el
museo se halle en obras) y añadiría e el comentario que ella estaba a favor de
la independencia de Catalunya (había nacido en Tarragona) y viendo esta noticia
pensé que pudiera tener relación esa circunstancia con que la trasladaran al
Museo Pablo Gargallo. AL tiempo me diría que las compañeras le habían hecho
volverse en medio las vacaciones (se había ido a Baleares con su marido que
tenía impedimento físico y con su hijo – creo que dijo que tuviera un hijo). Ya
no la volví a ver más. Hace de esto unos años. Me pregunto cómo es posible que estas
circunstancias alcance a las personas cuando lo más fácil hubiere sido constituir
las autonomías no en base a nacionalismos (que siempre se supieran donde acabarían
porque además “lo avisan” y mejor hubiera sido hacerlo por medio de unidades territoriales
naturales como lo fueran las cuencas hidrográficas y sus limites como división autonómica
no solo en España sino en toda Europa para evitarse estos problemas graves y absurdos.






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