Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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jueves, 2 de febrero de 2023

Fools who dream: Tontos (locos) que sueñan. De la peli: Lalaland: Lalalandia/la Ciudad de las Estrellas.

 

Fools who dream: Tontos (locos) que sueñan
De la peli: Lalaland: Lalalandia/la Ciudad de las Estrellas.


    La letra del  tema central de la película “La Ciudad de las Estrellas” conmueve toda alma, a poco sensible que fuera.

    Uno de sus pasajes que repite la letra, en la traducción de tv, dice: 

And here's to the fools who dream 

Brindo por los insensatos que sueñas

Crazy as they may seem

Por locos que parezcan

Brindo por los corazones que sufren
Here's to the hearts that break
Por los desastres que causamos.
Here's to the mess we make

     Tal vez, habría que señalar que en el mundo anglosajón la derrota vital - con la que hay que convivir -  (y mejor superar) es concebida (según muestran las películas y series de tv que nos trasladan) como un "Valor" en la persona que se ha de reconocer (tal vez por eso, ante la última pieza de un sabroso pastel, concursen los invitados exponiendo la peor de sus experiencias - con las que conviven - como argumento que haga merecedor de esa postrera satisfacción)  

De ahí, tal vez,  que se traduzca algunas expresiones como Brindar, Alzar la copa, Reconocer el valor de esas personas. 

El título de la película en inglés LALALAND (que traducimos como Ciudad de las Estrellas) da una de las pistas posibles a la respuesta  dada por el cantante RAPHAEL después de haber concursado dos veces en el Festival de Eurovisión y que en aquél momento parecía una queja, pero que luego se mostraría como la respuesta en la que RAPHAEL daba la clave (llave) para ganar el Festival de Eurovisión; tan explícita, clara, precisa y concreta que pasaría “desapercibida” para los que no sabían el idioma inglés.

Hace unas poscas semanas (o ya meses) nuestro Raphael (que pasaría dos veces por el Festival de Eurovisión) diría al respecto algo así como: Para ganar este festival, la letra “solo” tendría que decir la, la, la, la”. Sonaba a queja que se antojaba “propia de derrota” del fantástico artista español, que extendería su carrera de éxitos no solo en España o Iberoamérica, sino también en la antigua URSS, a la que viajó (al menos  que dos veces, una de ellas en la época de la dictadura) y donde su fans le recibirían con emoción en las dos ocasiones.

Ese espacio de televisión, especialmente dedicado a la figura de nuestro cantante, señalaría algo así como que la vida allí, para las jóvenes rusas,  en la URSS, carecía de sueños propios de toda juventud y que las letras del cantante Raphael “les hacían ver” que era posible soñar. En ese programa dedicado a Raphael también se recogerían las manifestaciones de estas chicas rusas sosteniendo esas afirmaciones (reiteradas años después cuando la URSS desapareciera “formalmente”).

Lo que parecía un comentario irónico de nuestro exitoso cantante Raphael (“Para ganar el Festival de Eurovisión, la letra “solo” tendría que decir la, la, la,”) se mostraría como una percepción o consejo que sintetizaba la ruta para que España ganara el Festival de Eurovisión.

El tema “La, la, la” (que acabaría interpretado Massiel) ganaría el Festival en 1968.

(Si Lalalandia es el país de las Estrellas… reiterar lalala en una canción española haría referencia a un país de las estrellas, y parecía esa clave la “requerida” para ganar el Eurofestival – donde UK parecía influir, sí o sí, en el sentido del resultado).

 

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