El padre, el hijo y el burrito.
(Cuentos para niños, jovenes y adultos).
Este cuento narra la historia de un oadre, un hijo y un burrito (primero señalar que un burro y una mula no son sinónimos, sino que el burro proviene de África, y la mula viene del cruce entre yegua y burro o Asno, dando lugar a un hibrido esteril) y a caracteristicas diferentes, y que tales cruces, por lo tanto, fueron concebidos por los seres humanos en razones de las distintas tareas que pudieran necesitar realizar en el ambito rural, disponiendo de los recursos que tenían a mano en su ámbito cultural. Por lo tanto, estas soluciones que se rncontraron en la zona cultural mediterránea, origen del occidente cumtural que llega s nuestros dias, en otras zonas culturales del planeta, ante similares necesidades encontrarían diferentes soluciones, pues ya sabemos que en cada cintinente, en razón del clima y las condiciones del territorio, las esoecies evolucionarían adaptándose a esas condiciones y siendo los mamíferos la especie que mejor se adaptara al planeta una vez los grandes dinosaurios desaparecieran, pues sl desaparcer estos grandes depredadores la presión sobre los proto-mamiferos cesaria y estos se extendieton por todo el plsneta, gave millones de años, evolucionando y adaptandose al territorio, dando lugar a mamiferos herbívoros, carnivoros, omnívoros, voladores, terrestres y acuáticos... teniendo en común el poseer mamas, que producen leche para sus crias asegurando el alimento de estas, si son herbívoros la manada protege a las crías de los ataques de carnivoros, si son carnívoros quedan en madrigueras o camadas a resguardo de depredadores hasta que siendo muy jovenes ya vam a cazar comida con los adultos y mirando aprenden estimulandose los instintos de caza; y si son omnívoros mas buen quedan en madrigueras, llenas de túneles subterraneos y lugares ocultos difíciles de acceder a los depredadores y si son mamíferos marinos suelen estar al lado de lis adultos, siemore mamando leche y aprendiendo de la conducta esos adultos para sobrevivir en el mar.
Un padre y su hijo tienen que hacer un viaje a una ciudad que se hallaba distante y en cuyo tratecto tenían que cruzar varios pueblos.
Para ese viaje decide el padre coger una burrito que tenía y se pusieron en camino.
Como se levantaron muy temprano y era muy de mañana y habían dormido bien, decidieron ir andando y no montarse en la burra; asi iban por el camino, padre e hijo, con las cosas al hombro y en las manos, y la burra, a su vez, andando junto a ellos sin nada cargada. Así transcurrieron varias leguas hasta que llegaron al primer pueblo que tenían que atravesar y pasando por la plaza, algunos que estaban allí sentados empezaron a murmurar sobre el padre, el hijo y burra: "Mira si serán tontos; va el Padre y el hijo cargados y la burra no lleva nada de carga. ¿Es o no es de tontos tener una burra y no cargarla?"
Siendo así que padre e hijo, al oír el comentario, se sintieron incómodos y avergonzados; así que al salir del pueblo decidieron cargar el burrito con todas sus cosas y seguir su camino.
Al llegar al siguiente pueblo, después de andar unas cuantas leguas de distancia, pasaron por la plaza (porque por entones, lus caminos siempre pasaban por las plazas de lus pueblos). La gente que estaba ociosa en la plazs, sentada viéndoles pasar por delante de ellos, empezaron a murmurar: "Serán crueles ese hombre y ese joven....que llevan al pobrecico animalico cargado con un montón de bultos y ellos van bien descansados. No se puede concebir actitud más desconsiderada con un pobre animal como ese burrico al que se le ve tan agotado".
Al oír el comentario, tanto el padre como el hijo se sintieron otra vez mal y decidieron descargar al burro y que el padre llevar a la carga y que el niño-joven se montara en el burro - porque de andar estaba cansado.
Así que siguieron andando otras leguas hasta llegar al siguiente pueblo. Al llegar tuvieron que pasar por la plaza y otros, que estaban sentados y ociosos, les vieron pasar y comentararían: "Mira al joven, ese niño, si será zángano. Él va bien cómodo montado en el burrico y el padre, ya viejo, va cargado con todo; no se puede ser más insensible con el propio padre".
Al oír nuevamente las murmuraciones, tanto el joven niño, como el padre, se sintieron mal Así que decidieron que el padre montaría en el burro y el hijo iria andando llevando la carga de los bultos.
Así andaron otras cuantas leguas hasta el siguiente pueblo; donde al pasar por la plaza, otra gente que estaba sentada al sol, ociosa, al verlos pasan, comentarían: "Mira tú, si será ese hombre desalmado, lleva a la criatura cargada de bultos, mientras él va cómodamente montado en el burro.
Volvieron a escuchar el comentario y volvieron a sentirse mal tanto padre como hijo. Así que decidieron en esta ocasión, al salir del pueblo, montarse ambos en el burrito, así con todos los enseres que llevaban, y andaron unas cuantas leguas hasta llegar al siguiente pueblo, donde al pasar por la plaza encontraron, otra vez, gente sentada en la misma que nada tenían que hacer más que tomar el sol, pasando la mañana. Al verlos cruzar la plaza empezaron a comentar: "Mirar y fijaros, lo desalmados que son esos dos personajes que vienen por ahí. Van los dos montados en el pobre burrito, que tiene que soportar el peso de los dos y toda la carga. Pobre animalico. ¿No les dará vergüenza?
Así que también oir el comentario les sentaría mal y lo que hicieron al salir del pueblo fue bajarse ambos del burro.
El padre, entonces, le dijo al hijo: "La a ciudad ya sólo queda a unas pocas leguas de aquí y prácticamente en unas horas estaremos en ella. Ya has visto hijo como es la gente que nos rodea, todo lo que hacemos les parece mal. Nos han criticado, nos han humillado, nos han avergonzado y ni aún haciendo, en cada lugar por donde hemos pasado, lo que los comentarios señalaban que debiéramos hacer, nunca se sienten satisfechos de lo que nos ven hacer y siempre encuentran algo que criticar y afear sabiendo que hacen daño; (porque no es gente la que critica que carezca de experiencia de la vida y de años, por el contrario ya se les ven que se hayan cerca de la vejez y que no hacen otra cosa más que tomar el sol en las plazas de sus pueblos - por donde hemos pasado - y sin embargo, y aún así, en cada pueblo por el que hemos pasado nos han criticado.
Sin embargo, a pesar de todo ello, hemos hecho prácticamente todo el trayecto y apenas nos quedan unas pocas leguas para llegar a nuestro destino.
Sus críticas, aunque nos hubieran avergonzado y molestado, a su vez nos han permitido ir turnándolos en el burro de tal manera que, prácticamente, ya tenemos al alcance nuestro destino. No nos hallamos ninguno fatigado en exceso (ni el burro, ni tú como hijo mío, ni yo).
Aprendamos la lección: "La gente a veces critica solo por criticar, que siempre está inconforme con todo lo que ve, y a pesar de todo ello, desde nuestra humildad, hemos prácticamente llegado a nuestro destino sin necesidad de discutir con ninguno de ellos (que tanto nos ha criticado en todo el trayecto por un motivo u otro). Así que hijo en este último tramo, considero que ni estando yo cansado, ni fatigado del camino, ni estando tú cansado ni fatigado del camino, ni estando el borrico cansado ni fatigado del camino, y ya prácticamente viéndola al ciudad tan próxima, sube tú al borrico con todas las cosas y celebremos que hemos llegado a nuestro destino con bien, sin olvidar la experiencia de este viaje: La gente siempre piensa que ellos harían todo mejor que cualquier otro al que ven hacer cualquier trabajo o faena. Así pues, es conveniente, al parecer, nunca enfrentarse con ellos, dejarlos decir y nosotros hacer, siempre, lo que debemos hacer, y que siempre fue nuestro objetivo, como en este caso: llegar a la ciudad".
El el siglo pasado, el siglo XX, fue uno de los siglos donde se produjo un cambio esencial al ahora de presentar el mundo a los jóvenes y a los niños. Hasta entonces, los cuentos solían acabar en tragedias graves, para que mostraran a los niños que la sociedad era bastante intolerante e injusta en ocasiones, llegando hasta la crueldad; sobre todo debido a la dureza de las condiciones de vida, que venían presididas tanto en el siglo XVIII como XIX, y anteriormente los siglos XVI y XVII, la mayoría de la población vivía en la escasez y en la penuria, con mucho esfuerzo y trabajos muy prolongados (por lo general, para obtener una economía de supervivencia).
La revolución industrial vino a empeorar con mucho las condiciones de trabajo de la inmensa mayoría de la gente, pues en los siglos XVI y XVII la inmensa mayoría eran campesinos que vivían del trabajo en el campo y dependían sus cosechas y estas de si la climatología fuera buena o mala. Así mismo, tenían carne producida por la crianza de cerdos o pequeños animales de granja (como gallinas y conejos) así como en ocasiones podían tener vacas y con ello acceso a leche, igualmente que con cabras que también les daba acceso a leche (y produjeron de la leche derivados como quesos frescos o drjados a madurar para que duraran meses guatdados en las despensas). También desarrollaron técnicas naturales para conservar la carne (una técnica extendida por todo el mundo, secar la carne, primero poniéndola en salazón para absorber el agua que contiene y que no se pudra, y luego ponerla en lugares oreafos, por lo general bajo los tejados, llamadas falsas, que eran los lugares más ventilados donde ponían a orear, jamones, salazones, y las cosechas de cereales netidas en sacos....eran despensas de las cuales comer cuabdo había escasez) y a su vez si tenían dinero, tenía terneros y cabritos, que nacían de la única vaca (si eran familia de recursos) y podían ser vendidos o sacrificados en algún momento, para alimentar a la familia u obtener dinero.
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La Revolución industrial los desalojó de ese ámbito rural donde aún se conservaba en ocasiones, una solidaridad entre campesinos, que les permitían trabajar tierras comunales y apoyarse mutuamente las familias para salir adelante ante la adversidad que suponían la existencia humana en esos tiempos.
La Revolución industrial los llevó a ciudades sucias, llenas de humos producidos por la quema de carbón. A su vez, las familias vivían en pequeños cuartuchos, caros de alquiler, acumulados toda la familia y donde todos trabajaban (viejos y niños) en el mejor de los casos en una fábrica durante 12 o 14 horas diarias (cuando no más) por una cantidad de dinero que apenas les daba para pagar alquileres de las casas e incluso mal comer (se recuerda que muchas familias europeas comían a base de patatas y colgaban del techo un trozo de arenque, donde cada uno de los miembros de la familia frotaba las patatas para darles un gusto diferente).
Los niños se hayan arrojados a las calles, con seis o siete años, para que se buscaran la vida; y en ese contexto, caían en redes de mafias de ladrones y bandidos que les enseñaban a robar a cambio de alojamiento y comida. En ocasiones los niños eran abandonados en orfanatos, que los destinaban a la producción en fábricas de telas, manejando ya telares donde eran castigados bestialmente a base de palizas y donde su supervivencia estaba siempre comprometida, siendo muy alta la mortandad tanto en niños como en adultos (siendo la edad media de muerte por aquellos tiempos del siglo XIX de los 40 años de edad). Las infecciones, mala nutrición, en un contexto de la Inglaterra victoriana, que como mayor medida de protección, se limitó a evitar que los niños bajaran a las minas desnudos, pero que siguieran haciendo tareas de carga; limitó también la edad para trabajar a partir de los nueve años, y así mismo, como también medida de protección, limitó a su horario de trabajo a 12 horas diarias con obligación de la empresa de darles un mínimo de formación para saber manejarse en la vida; es decir, aprender las cuatro reglas básicas de matemáticas y poco más.
En este contexto era difícil pensar que se les pudieran contar cuentos a los niños que les pudieran presentar una vida idílica o llena de oportunidades. Por el contrario, los hermanos Green señalarían con claridad, a los niños de la Europa central, que quedarse solos en la vida representaba un montón de peligros.
Así mostrarían en sus cuentos, a los niños, (en lo que se adentraran en el bosque, como representación de una sociedad compleja que lleva su propia vida y sus propias normas), podrían encontrar brujas u ogros cuyo objetivo, por medio del engaño, no sería otro que acabar con sus vidas (sirmpre les ofrecían estas brujas u ogros, dulces o lugares idilicos donde ir con ellos), allí, en los cuentos, manifestaban los hermanos Grimm, que directamente los devorarían, y que no era una cuestión de exageración, pues en alguna manera los niños desprotegidos,ven un ámbito donde escaseaba o podía escasear el alimento, sí que podía dar lugar a que fueran sacrificados, e incluso devorados por personajes de esta naturaleza y calaña.
Así mostraban los hermanos Grimm a los niños, la complejidad de la sociedad donde habían nacido y a su vez que la inteligencia y el reconocer el engaño, tal vez podían ayudarles a salir adelante en ese contexto comprometido.
Todo esto cambiaría a principios del siglo XX. Ya había un movimiento de empatía hacia los niños, donde se pensó que una visión más positiva ayudarían a que los niños tuvieran más oportunidades en la vida, más fe y con ello a transformar la sociedad de una manera mucho más positiva.
Aprovechando que la revoluciones industriales ya estaban dando fruto y empezaba la economía de las naciones a general bienes de consumo (que podrían facilitar la vida de las familias tanto en las ciudades como el campo, haciendo las tareas duras tareas, tanto del campo como en la industria, fueran suavizadas por maquinaria que ya empezaba a moverse con energía eléctrica bastante más limpia que la del carbón), se produciría un cambio de paradigma.
Se podría señalar que Walt Disney sería uno de los personajes vanguardia que irìa transformando los cuentos que se habían estado contando en la Europa central en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX (en esos siglos se advertía a los niños, si no eran huérfanos o abandonados en las calles) sus familias advertían les, mediante cuentos antes ee dormir, de los peligros que les esperaba en la vida en sociedad).
Todos los cuentos se modificaron, al concebir que hacer ciertas rectificaciones en los cuentos, darían a los niños y a sus propias vidas nuevas oportinidades si confiaran en valores positivos (como la honestidad, la honradez, la verdad, los principios y los afectos sinceros).
De esta manera, el cuento de Pinocho (que era el muñeco que fabricó Gepetto y que por arte de magia una noche tomara vida, siendo la alegría de este carpintero Gepetto, que intentaría enseñar a este niño de madera, como vivir en sociedad, y sin embargo este niño, que todo le llamaba la atención, que todo le causaba fascinación, dejó de ir al colegio y se dedicó a observar las cosas que había en el entorno de su ciudad; yéndose solo al circo y allí siendo engañado y llevado de trabajo forzado, incluso encerrado con riesgo para su existencia).
Sin embargo, mientras en el cuento original, Pinocho es castigado por mentir de manera muy cruel, pues él mentía y pensaba que podía mentir y que nadie se daría cuenta, pero sin embargo cuando mentía se le notaba en la nariz, en realidad le crecía la nariz.
El cuento es modificado por Walt Disney, convirtiéndose en una oportunidad para que los niños rectificaran y fueran por el camino correcto para poder prosperar en la vida.
Así ocurría a su vez con otros muchos cuentos que fueron modificados en su
final, señalando a los niños y a los jóvenes, que por mucha dificultad que se pueda ver, nunca nada está perdido y siempre existen un punto de esperanza, sí las personas persiste en valores y principios.
Aun así, el cuento de Pinocho y Gepetto aportaría una cualidad que hasta entonces podía pasar desapercibida a la gente (que ya empezaba a vivir en las ciudades y que desconocerían algo que se conocía desde hacía muchos siglos atrás), la gente cuando miente deja huella en su cara de la mentira. Y esta huella es que su cara, de alguna manera, se transforma y señala su nariz como el lugar de la mentira.
Es lo que aportaría el cuento de Pinocho a la sociedad, para que no lo olvidara en este caso.
Lo que señalara el autor, es que a Pinocho le creciea la nariz, sin embargo lo que se nota es que la nariz, por el motivo que fuera, destaca en el mismo momento en que la persona miente.
Para resolver este problema que era evidente (cómo hacer para que la gente que quería mentir y que pensaba que precisaba seguir mintiendo, para poder sobrevivir y que solía estar en aquel tiempo vinculado con la actividad comercial o con trueques donde ganar dinero y que suponía poder vivir ese día, y por lo tanto el engaño formaba parte de las relaciones sociales) aprenderían, esta gente, a hacer teatro; es decir, a decir de memoria frases estándar, que les permitieran mentir sin sentir que mienten, para que no le destacará en el rostro, la nariz, y se advirtiera que había una mentira.
Las frases se divulgaron en libros destinados a las relaciones sociales y personales, como como una manera de proteger la intimidad de las personas y a la vez conseguir sus fines en las relaciones sociales; con lo cual, las personas acabarían mintiendo y considerando que era una parte normalizada de la vida de las relaciones sociales, esencial para proteger la propia intimidad.
Aun así y sin embargo, hubo quien no utilizaba esto para proteger su propia intimidad sino para conseguir engañar a otros; con ese fin, actuaban del mismo método de frases estereotipadas, que permitiría proteger la propia intimidad, pero con la finalidad de engañar a personas que vieran vulnerables en algún aspecto, para quedarse con sus dineros, con sus bienes o causarles daños y perjuicios.
Así ha ido evolucionando nuestra sociedad, en nuestros días, siendo así de compleja nuestra naturaleza humana, que ya viene derivada del mundo de los primates, pues ahí es donde se detectó, desde la antropología, que el mundo de los primates es el primero que empieza a mentir con el habla y a exagerar con sus sonidos gitieales, para granjearse la empatía de los miembros de su clan y sentirse más protegido.
El mundo animal también miente, lo saben los cazadores (una perdiz es capaz, para proteger a sus crías, de hacerse la coja, hacerse la herida para alejar al cazador del nido; y así sucede nuevamente en otras especies, que hacen todo tipo de artimañas destinadas o a proteger su nido frente a la amenaza de un depredador, o usar los nidos de otras especies para colocar sus propios huevos y que se los críen y los alimenten).
Todo en la Naturaleza ya se ha dado, y es conocido; y el ser humano ha aprendido de ella tanto lo bueno como lo malo.
El cuento que se contó, señalaría que la sociedad, hagamos lo que hagamos, siempre está dispuesta a sacar "pegas", siempre va a juzgar.
Aunque solo sea por diversión o por simple entretenimiento, o simplemente para sacar faltas a toda la existencia que le rodea, que es una manera que tienen la gente de pasar la vida ante la insatisfacción de su propia existencia; que sería una satisfacción que tiende a ser generalizada, sobre todo en personas viejas y mayores, que observan como la vida se les escapa sin haber conseguido realmente lo que hubieran deseado: Una plenitud personal; y aunque tengan bienes y digan que tienen dinero en el banco, en realidad su vida se convirtió insulsa y vacía.
Nota:
hacer que un niño contenga sus emociones desde los 5 años (ante la separación de sus padres) y las oculte (cuando no, las reprima) para ("no ser considerado débil") y como signo de "fortaleza" propia de varones, no deja de llamar la atención como sistema de educación más propio del "nazismo" (de ser así, ni el abuelo que levantara el brazo en el frentes ruso, en nombre Hitler, (voluntario, probablemente para poder tener "hueco" en la entonces España del Nuevo Orden) se atrevería a tanto como se atreven estos personajes "oportunistas, y "listos" de pacotilla. Cabría preguntarse:
¿Que legitimidad tendrían personajes que adulan la apariencia fisica, la genética, la dureza con las emociones, y la violencia física y psicológica contra niños y/o jovenes en recuperación emocional, como para presentarse de izquierdas?
Si España y el mundo va hacia el retrogradismo internacional, aquí habría ejemplos de cómo fuera posible.
Siempre fueron retrógrados y siempre "alguien" los justificara.
"Este ha sido el fruto de esa miopía, que parece solo fuera oportunismo, para beneficio, en los prejuicios, de unos pocos"
Los movimientos retrógrados no aparecen de la nada; renacen y vuelven porque hubo quien de ellos (y de este tipo de personajes) se aprovecharan, y les vinieran bien sus excesos y en algo sacaran provecho.
La alemania nazi nos demostró que los que aun diciendo que poseen ideologia llena de principios y valores humanistas, a la hora de la verdad, cuando hace falta valor para defenderlos y demostrarlos, la inmensa mayoría entra en "amnesia colectiva" cuando no, en activismo colaboracionista.
Las cosas no pasan "porque sí" como accidentalmente, en estas sociedades donde el "control social" lo es todo. Y tantos se prestan al mismo, esperando (a veces, 30 monedas) o el "premio" de una "protección" más propias de mafias que de Estados Democráticos).
Las cosas no se advienen porque sí (no se repiten ciclos porque sí).
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