Se
nos muere el hombre que trajo la esperanza y los sueños de
democracia en una época en que el poder económico y político sabía
que España tenía la oportunidad, el deber y la responsabilidad, de
reencontrarse con un destino truncado 39 años antes.
La
población madura, que aprendió a confiar en Franco – no quedaba
otro remedio – vislumbraba la sociedad como un conjunto de
obligaciones y algún derecho, pocos – (y
sólo si se disponía del acceso a algún poderoso que le tendiera la
mano para resolver tal o cuál problema avalando la honestidad y
lealtad familiar con el régimen o con el fin de que algún hijo
accediera a un trabajo que le permitiera ganarse la vida
honradamente). Los
más jóvenes, azuzados por el ambiente de una Europa recién salida
del mayo´68, pedían libertad sexual y política, y no quedarse
fuera de una vanguardia renovadora a la que hacía poco se había
sumado Portugal con su “Revolución de los claveles”.
España
había permitido la muerte en cama del Dictador, pero se disponían a
hacer inviable una monarquía conservadora impuesta por el General.
Los
conservadores (entre ellos el ejército) no quería ninguna alegría
que pudiera devenirse en otra confrontación civil y seguían los
acontecimientos; pero muerto el General (y abortada su sucesión)
hasta él, probablemente, intuyó como inevitable la vuelta a una
Democracia en España que estaba condenado a no ver y cuyo Rey ya
había dado muestras de su talante renovador en la anterior
enfermedad del militar – y ante los reproches recibidos se negó a
volver a tomar las riendas del país si no fuera de una manera
definitiva.
Así
que llegado el momento asumió el papel de Rey de los Republicanos y
su “Primer Ministro” Suárez, (llamado
por algunos el “Taur del Misissippi) capaz de dejar conforme, en
la misma conversación, al más foribundo General y al más radial
de los izquierdosos, se lanzaron a desmontar una estructura legal
rígida (y caduca)
para dar paso a una democracia en la que “elevó lo que en la calle
era normal a considerarse normal en la legalidad institucional”.
Así que guió al pueblo y fue guiado por éste – probablemente al
que nunca engañó – al que “podía prometer y prometía”, una
democracia avanzada. Evitó que en la redacción de la Constitución
chocaran la derecha y la izquierda, y se inclinó hacia los conceptos
políticos progresistas – hasta casi aislar a Alianza Popular y
llegó a declarar que el PSOE gobernaba con ideas que estaban a la
derecha de su pensamiento.
Metió
tantos goles a todos los que esperaron - por su derecha – una
democracia “sólo en las formas”, que sus adversarios políticos
llegaron a temer que se quedara instalado en el poder
permanentemente. Tuvo que sacar adelante la construcción de un
edificio democrático “bajo el fuego” de los más reaccionarios,
de los conservadores (que le llamaron traidor), de la oposición
rígida de las izquierdas parlamentarias y de la violencia de todo
tipo de grupos terroristas – empeñados en dar al traste con el
proyecto democrático. Se enfrentó a dos Golpes de Estado y acabó
creando un grupo para intentar recuperar la idea del Centro.
Parece
ser que su papel debió circunscribirse a hacer posible la transición
y que todos esperaban su retiro una vez realizada; pero siguió más
allá y no se lo perdonaron aunque reconocieron su entrega plena y
sincera al trabajo encomendado.
Tuvo
la fortuna de compartir la vida política española con héroes de
aquél tiempo, como el General Gutiérrez Mellado y el joven Rey Juan
Carlos. Y la historia le permitió crear las condiciones para que
fuera posible la reconciliación de España. (en el hemiciclo se vio
a “La Pasionaria” y Santiago Carrillo - que fue el político que
más nombraba a Dios en la Cámara Baja). Y se le puede atribuir a
Suárez la demostración de que los Comunistas no tenían ni “cuernos
ni rabos” cuando aprobó su legalización a cambio de que
renunciaran a la bandera Republicana.
La
vida le llevó por un duro final, perdiendo su mujer y su hija, y le
encauzó definitivamente hacia la humildad, haciéndole perder la
memoria y negándole la gracia de saborear un trabajo histórico bien
hecho.
Libertad sin Ira
Dicen los viejos que en este país hubo una guerra
y hay dos Españas que guardan aún,
el rencor de viejas deudas
Dicen los viejos que este país necesita
palo largo y mano dura
para evitar lo peor
Pero yo sólo he visto gente
que sufre y calla
Dolor y miedo
Gente que sólo desea su pan,
su hembra y la fiesta en paz
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Dicen los viejos que hacemos lo que nos da la gana
Y no es posible que así pueda haber
Gobierno que gobierne nada
Dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta
que todos aquí llevamos
la violencia a flor de piel
Pero yo sólo he visto gente muy obediente
hasta en la cama
Gente que tan sólo pide
vivir su vida, sin más mentiras y en paz
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá (bis)
y hay dos Españas que guardan aún,
el rencor de viejas deudas
Dicen los viejos que este país necesita
palo largo y mano dura
para evitar lo peor
Pero yo sólo he visto gente
que sufre y calla
Dolor y miedo
Gente que sólo desea su pan,
su hembra y la fiesta en paz
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Dicen los viejos que hacemos lo que nos da la gana
Y no es posible que así pueda haber
Gobierno que gobierne nada
Dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta
que todos aquí llevamos
la violencia a flor de piel
Pero yo sólo he visto gente muy obediente
hasta en la cama
Gente que tan sólo pide
vivir su vida, sin más mentiras y en paz
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá (bis)
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