Últimas horas: Ayer, Pablo Iglesias rectificó y aseguró que respetará el tratado con la OTAN pero revisará los acuerdos con EEUU y someterá a referéndum la permanencia en la OTAN. El anuncio de la incorporación del Ex-General señala un claro deseo de ocupar el espacio Socialista en España. Por lo que la formación política parece alejarse del adverso escenario aquí reflejado, aunque no haya plena seguridad de ello.
Cuando el grupo
de Podemos, bregado en asuntos vinculados con el devenir del chavismo, diseñó su primigenio plan para España aprovechando la crisis,
dejaron claro su modelo político: No a Europa. Ello representa implicaciones
que ya se han detallado en otros artículos por lo que no hace falta referirse a
ello nuevamente. Pero en aquella ocasión todo, y creo que todos los
comentaristas, formulaban sus apreciaciones en forma de preguntas a las que
debía de responder ése partido de forma clara y rotunda con las implicaciones
explícitas que esos cambios de postura traerían al país en sus vertientes
económicas, sociales y de seguridad. Sin embargo cuando "entraron en detalles" de
propuestas concretas todo el escenario de ensoñación política propuesto por
Podemos se venía abajo de manera precipitada, por lo que iniciaron un proceso
de rectificaciones continuas con el fin de hacerse aceptables al análisis
riguroso y con ello a la opinión pública.
Pero esta
decisión de incorporar a un Ex General del Aire parece resucitar las
preocupaciones que la cuestión catalana empezaba a tapar (y de las que Podemos parece que estaba sacando algún rendimiento). Y las preguntas que
nos formulábamos pasan a tomar cuerpo de
veracidad realista y las hipótesis que permitían observar a la formación política
como un cambio generacional voluntarioso pero falto de referentes realistas
parece necesario replanteárselo con el fin de iniciar un proceso de certezas
que permitan ver cuál es la realidad del proyecto político de esta formación.
No cabe pensar
que sus líderes estén fuera de la realidad política y social de una nación y de
lo que representa el Estado y su ejercicio, al menos para aquellos que tuvieron
participaciones decisivas en los procesos venezolanos y que forman parte de la
élite de esa formación política. No se puede ignorar que sus experimentos
sociales en aquél país han contribuido a generar y sostener un proceso político
excluyente del que no parecen haberse arrepentido; y que a falta de otras
referencias, no tienen otro modelo alternativo para el Estado español, y cuando
faltan modelos se recurre a lo conocido. No cabría preocupación de no haberse
producido el nombramiento del candidato que hoy se ha anunciado en Zaragoza.
Nuestro sistema
democrático puede parecernos, ahora en medio de la crisis, deficitario, pero
para visualizar si ello es transitorio o permanente habrá que establecer una
hipótesis del escenario político que tendríamos con Podemos, y olvidando sueños,
poner pie a tierra para vislumbrar el futuro que nos esperaría con esa formación
política.
El modelo en el
que estamos circunscrito reconoce el derecho a la propiedad privada como elemento
esencial de nuestra sociedad. Con independencia de la desigualdad que la crisis
agudiza en el reparto de la misma, la propiedad privada es sí misma es un
derecho inherente a la persona y vinculado al libre mercado, y el libre mercado
es un requisito de la paz internacional - con todas las carencias que puedan
observarse y deban resolverse.
Pero aún así
hay que considerar que el gesto militarista que exhibe Podemos en éste momento
hace perder las esperanzas - aquellos que
las tuvieran - que con su gobierno pudieran aumentar los derechos civiles
de los ciudadanos, pues estando ante una situación de recursos limitados - muy limitados por la crisis - estos se
verían mayormente limitados desde dos vertientes: Pérdida de Derechos Civiles
obtenidos gracias a la pertenencia a la UE y pérdida de Derechos debido al
mayor gasto en defensa - ambas
circunstancias producto de la consecuencia de separarse de la UE.
En primer lugar
la UE da cobertura a los Derechos Civiles de los españoles, procedimientos
incluidos en nuestro ordenamiento jurídico. Y en segundo lugar aumenta nuestras
posibilidades de sostener Derechos Civiles en razón a un menor gasto del Estado
en materia de Defensa y Seguridad, por lo que esos recursos dejarían de estar
disponibles para su uso en recuperar la mayor plenitud posible del bienestar.
La salida de la
UE - visible, explícita y aireada en los
discursos del líder de Podemos en el Parlamento Europeo - (y no sólo del Euro, sino de la zona OTAN)
nos traerán los mismos perjuicios económicos que los estimados para Catalunya (nuevos aranceles y mayor encarecimiento de los
productos y materias primas; con un encarecimiento de la vida diaria y un
regreso a la peseta que haría huir a la iniciativa privada además de hundir la
economía interna. A ello se sumaría la imposibilidad absoluta de pagar la deuda
y el bloqueo de la UE a su condonación - al convertirnos en adversarios - con
lo cual pasaríamos de aliados y socios a adversarios morosos.) y además deberemos
incrementar los consabidos gastos militares en Defensa e incorporar el Servicio
Militar Obligatorio - tanto hombre y
mujeres - en un proceso social en el que el Estado se iría alejando de la
defensa de esos Derechos Civiles en favor de la supremacía del propio Estado.
Es decir, la capacidad de equilibrio que hoy en día existe entre el Estado y
los derechos de los individuos, y que es garantizada por un sistema democrático
plural, tendería a ceder en favor del Estado por la natural tendencia que
adoptan los Estados cuando se ven obligados a priorizar las cuestiones de
Defensa o Seguridad Interna, hasta el punto de encontrarnos nuevamente ante el
peligro de un Estado autoritario (llamémoslo como lo llamemos) y gravemente
empobrecido (aún mucho más).
Las necesidades
de priorizar el Estado de Defensa es una condición implícita que se deriva
cuando un Estado cambia su polaridad de alianzas. Las alianzas en España vienen
determinadas por la posición estratégica que supone la existencia de su propio
territorio (el territorio es un elemento
inherente a la condición de Estado), y en consecuencia, por la evidencia de
que ningún Estado es ajeno a las
decisiones estratégicas del Estado vecino, nuestro cambio de posición nos debilitaría al perder el respaldo de Seguridad de la UE y la OTAN, hecho que podría acabar estimulando la beligerancia de Estados hasta ahora amigos y el resurgimiento y agudización de tensiones limítrofes no resueltas.
Sabido
esto de antemano, la prevención natural de un grupo político cuyo objetivo
esencial es un cambio de polaridad económico-política es la de preverse de los
medios necesarios para preservarse como Estado ante las amenazas derivadas de
su cambio de estrategia política. En consecuencia, la de prever un incremento
en el gasto militar y una mayor adscripción de efectivos humanos que equilibre
la desventaja ante aquellos países que pudieran ver el cambio de polaridad como debilidad en la escena política o una amenaza para sí mismos.
Aunque las
normas internacionales pudieran haber superado gran parte de estas polaridades,
por la gran interdependencia existente entre países, nuestro aislamiento nos haría perder ese escenario de seguridad internacional.
Cabe pensar en
la fuga de profesionales ante la caída de los niveles de vida (esencialmente la
población lo notaría en la medicina) y el aumento de incidencias y
errores de un Estado nacionalizado por necesidades de subsistencia, traería la
censura en la prensa y en la opinión pública; Y el "delito" de opinión resurgiría
como una figura contra la seguridad del Estado haciéndose preciso un aumento de la "seguridad" interna del Estado, que acabaría contemplando a gran parte de sus propios ciudadanos como adversarios. Ello sería ineludible, e igualmente expresión de la falta de Libertades Civiles para sus ciudadanos. Los adversarios políticos,
desterrados a la oposición permanentemente, se acabarían considerando enemigos
del Estado, por lo que las similitudes con Venezuela no vendrían por
consecuencia de una mera imitación del modelo del Estado sino por una decisión
errónea de "aislamiento" emergida de un programa electoral que
pretende con ése aislamiento "mejorar" la situación de la sociedad.
Se buscaría un
enemigo causante de dicha situación que ya se ha elegido de antemano: La UE (y
EEUU); y una causa heroica que sostener como discurso interno y externo: Un
mundo injusto generado por esos países, con una alternativa idílica - que no
resiste análisis veraz.
Nuestro papel
internacional, de tener alguno, sería el de marioneta de una potencia
beligerante y polarizada en medio de un "terreno ahora adverso": La UE.
Por
consiguiente, no cabe pensar que el ascenso de una formación anti-UE en el
escenario internacional actual tenga más alternativa de desarrollo que la
expuesta; y ello se ha realizado en el mejor de los escenarios posibles: Sin
injerencia externa.
Podemos ignora las causas que llevó a la necesidad de concebirse la CEE y parece dispuesto a ser un factor que - en vez de hacer posible una regeneración del pacto europeo - propone la repetición del adverso escenario que propició la necesidad de superar fronteras y amparar al resto de los Estados europeos.
Podemos ignora las causas que llevó a la necesidad de concebirse la CEE y parece dispuesto a ser un factor que - en vez de hacer posible una regeneración del pacto europeo - propone la repetición del adverso escenario que propició la necesidad de superar fronteras y amparar al resto de los Estados europeos.
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