Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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lunes, 30 de agosto de 2021

La psicología de hoy y el sentido común

 

La psicología de hoy y el sentido común

En nuestra vida social, gracias al impresionante desarrollo tecnológico, que ya empezara a deslumbrar a nuestros tataratara-buelos (que pensaban que nada por si mismo se podría mover si no tuviera vida propia) vieran aparecer los automóviles, el tren y el tranvía sin caballos (pasando de cuestionar que fuera mala "magia" en contra de la naturaleza, considerando si el cuerpo del ser humano podría llegar a sufrir trastornos en su metabolismo por ser impulsado a esas velocidades cuando viajaban en ellos, pues pronto alcanzarían, a muy principios del siglo XX los 100 km por hora en coches eléctricos, cuya tecnología fuera secundaria en favor del motor de explosión, y cuyo negocio llega a nuestros días).

La tecnología, sería explicada y divulgada con un lenguaje científico (que pronto se irá uniformado, aunque persistan distintos sistemas de unidades para medir la longitud, la temperatura, la potencia, la energía...).

Resultaría básico para que el conjunto de la sociedad entendiera el nuevo mundo que se habría ante ellos que adquirieran una formación más allá de las cuatro reglas (sumar, restar, multiplicar y dividir) la regla de tres y el saber leer, que hasta la fecha se consideraba lo esencial para poder interactuar en la sociedad y realizar las transacciones más elementales de naturaleza económicas, por sí mismos, donde se sustenta la compra de productos y bienes, el trabajo y el mercado.

Así, la mayoría de la sociedad se ponía a trabajar con 9 años (en España era común esa edad para trabajar incluso finalizada la guerra civil -1940) con esa pequeña base de conocimientos prácticos (el de las cuatro reglas) para poder vivir en el bullicio de una ciudad y ganarse la vida  trabajando por un sueldo. El hecho de haber aprendido a leer podría otorgar un mayor bagaje de conocimientos considerados culturales, adquiridos de manera autónoma e incluso aprender a adquirir recursos técnicos que poderse poner en práctica para entrar en ámbitos profesionales sin hacer frente a los gastos exorbitados para la inmensa mayoría de las familias que supondría entrar en la Universidad.

La ciencia, ya hacía tiempo que iba mucho más allá de esas cuatro reglas matemáticas  (las raíces cuadradas, los logaritmos, las derivadas, las ecuaciones, las fracciones continuas, las leyes sobre los gases, el desarrollo del dibujo técnico e industrial, el desarrollo de la tabla periódica, los átomos (con las primeras hipótesis sobre su estructura), las hipótesis sobre el Universo, las definiciones de velocidad, espacio y tiempo y su relación con la Energía y la Masa que llevarían a teorías tan espectaculares como imposibles de entender para la casi totalidad de la humanidad,  las propiedades de la materia....todo aquello iría sobrecogiendo a la humanidad de los últimos siglos y en especial en la primera mitad del siglo XX que vería cómo las aplicaciones tecnológicas y cientificas serían capaces de no solo transformar el trabajo antes hecho a mano (con máquinas de coser movidas por pedales por ejemplo) sino que que la ciencia y la tecnología tanto servirían para el bienestar y progreso (cine, televisión electricidad...) como para hacer daño a la propia humanidad de manera inimaginable hasta ese tiempo.

Todas las ramas del saber adquirían por medio del método científico, una homologación en lenguaje, símbolos y conceptos, que permitiría que los científicos pudieran trabajar en cada país y poner en común descubrimientos u objetivos, consensuando y verificando sus resultados, en un progreso continuo donde no solo el bienestar material iría alcanzando a toda la humanidad, a la vez competirían los Estados (ya de manera permanente, fuera por principios ideológicos o por rivalidad) por dominar y liderar el mundo del desarrollo tecnológico y científico (y con ello la economía y la visión política dominante).

En ese devenir revolucionario del conocimiento (aunque nos desvinculara de otros conocimientos transversales que iríamos perdiendo) nos hemos involucrados todos los ciudadanos del mundo con mayor o menor convicción, pero sin duda sin mayores alternativas viables. Cada vez todos dependemos de todos, y del bienestar de la mayoría.
Incluso la especialización con que se ha constituido la exploración de los nuevos territorios abiertos por la Ciencia, se extrapolaría también a la ciudadanía, haciéndola especialista en oficios concretos y profesiones específicas cada vez más especializadas, hasta el punto de, en algunos casos, ser ámbitos muy específicos en el mundo científico o reducidos a tareas sistematizadas, impersonales y rutinarias en el mundo industrial y laboral (salvo el mundo agrícola/ganadero que aún sobreviviría con conocimientos transversales en un mundo rural, donde pronto entrarían producción de monocultivos intensivos (tanto de cereales, frutales u hortalizas) y producción ganadera intensiva con grandes granjas cada vez más automatizadas donde miles de cabezas de ganado generarían carne y productos secundarios (que precisaría de abundantes abonos, tratamientos, sanitarios también sistematizados y la selección genética de plantas y animales cada vez más productivos en el menor tiempo posible)  enfocándose en la especialización de producción de variedades concretas (tanto de razas "mejoradas" de animales como de plantas y frutales) simplificando al máximo el manejo.

Aún así, el mundo industrial y agropecuario queda alejado de las ciudades, donde solo parece centrarse la actividad urbana en las actividades comerciales, gestión de negocios (incluso especulativos), actividades relativas a la construcción urbana y su mantenimiento, actividades recreativas/culturales, sanidad y educación, con servicios asistenciales y Administrativos para la gestión.

Ante tal especialización de las tareas de cada persona en el mundo urbano (y que de alguna manera parece querer alcanzar también al mundo rural) todos dependemos de los conocimientos de otros para casi cualquier actividad que no sea de consumo diario o recreativo.

El mundo de la comunicación aparece, así, como el enlace con todos los ámbitos de nuestra sociedad (y la globalización que hemos creado entre todos hace que las preocupaciones de los ciudadanos de cada país sean semejantes, pues hemos construido también una interdependencia internacional a la que hemos dado ese nombre de globalización).  Se elaboran las noticias, se les da una presentación para el público, se realizan debates para la difusión de distintas ideas o posturas de cada asunto que nos debe importar o nos preocupa como ciudadanos, uniformado los mensajes que se trasladan a los ciudadanos; en todo el mundo los mensajes y noticias se interpretan y analizan para los propios ciudadanos y la cultura aporta un impulso para que esos mensajes nos lleguen mejor o para que seamos críticos con nosotros mismos o nuestra propia existencia o contradicciones.

Realmente todo parece haber evolucionado enormemente (incluso en la medicina se iría consiguiendo que lesiones o fracturas en nuestro sistema locomotor u organismo en general tuviera solución por medio de la cirugía médica; los avances en ese terreno también son espectaculares...y la expectativa de afrontar situaciones antes imposibles ahora tienen esperanza).

Sin embargo, el conjunto de conocimientos que como bagaje poseíamos como comunidad social (y que parecían que poderse conservar en algunos reductos, en especial en el mundo rural, donde existiera el concepto arraigado de apoyo común) parecen disolverse en lo que se muestra como un caos de opiniones encontradas, generadas al parecer por esa especialización profesional que lleva a concebir la idea del individualismo que actúa en todos los planos de la sociedad urbana.

El individualismo de alguna manera hace posible que las personas se distancien entre sí, se pierdan los rasgos empáticos y solidarios dentro de la propia sociedad (que antes parece que existían como valores propios y espontáneos propios de una comunidad) y tienden a ser sustituidos por una idea de competitividad (propia del sistema social en que vivimos) siendo, a veces,  los valores solidarios una expresión "de conformidad social" que no parece portar una verdadera virtud ética (pues quien la porta con honestidad, difícilmente sabe definirla en términos sociológicos, psicológicos o científicos - pues son los propios actos diarios y cotidianos los que muestran la verdadera naturaleza de una virtud innata en una persona; por ello las definiciones tan explícitas que suelen hacerse en los medios de comunicación de masas más parecen una postura "políticamente correcta" aprendida de memoria o en la Universidad o en ámbitos profesionales que precisaran de trasladar esa imagen; otra cosa será verificar si la persona asume esa virtud en su vida privada, más allá de intereses de imagen o profesionales). Así puede manifestarse o definirse el individualismo social de nuestros días, con una imagen social aceptable pero destinada a un interés profesional que no siempre porta esa virtud tal y como se expresa en la imagen dada.

Las personas, como decía un amistoso conocido (lucido, divertido y discreto) somos una proyección continua de lo que vivimos y hemos vivido. Lo proyectamos constantemente con nuestros comentarios y reflexiones, todos sin excepción. Y ello no es una cuestión descubierta en nuestros días o relativamente de manera reciente. Ya en algún artículo de este blog, ya hace algún tiempo, me referí a ello (incluso al anterior articulo cuando se habla de símbolos animales). Aún con más fortaleza se puede observar en esos días cuadros a los que me refería (que se hallan en nuestra afamada Basílica) uno sobre la Sagrada Familia y otro sobre el Eccehomo (sin olvidar el universal símbolo del Cristo crucificado, donde las personas que se detiene ante la imagen ven, ya sin ninguna "barrera interesada", el recuerdo de una persona cercana maltratada por la vida y que quien mira al Cristo, ve en la imagen el efecto del propio pecado cometido contra ese pariente (esposo, hijo, hermano, padre, masculino) al que negaron apoyo, ayuda, auxilio, empatía... Y por el contrario, por miedo o egoísmo o simple mala fe (que por entonces creían, probablemente,  conveniente manifestación de justicia contra esa persona, para salvarse del juicio de los hombres o de la propia sociedad)  y que harían sufrir de manera inhumana pero a salvo del juicio social, porque supieron cómo “engañar a la sociedad”, cómo sumirla en la confusión y cómo hacerles creer que el mal que padeciera fuera merecido. Mientras miran esa imagen del Cristo crucificado ven la propia culpa, que probablemente nunca podrán confesar y que (como decía una de las protagonistas en la peli " El Capitán Ala triste": "La traición es una culpa que no se puede expiar con lágrimas o arrepentimiento, acompaña toda la vida hasta la tumba" y quién sabe si más allá).

En el cuadro de la Sagrada Familia las personas, sean hombres o mujeres, cuando se les pide decir "qué ven" acaban hablando de sus propias familias sin saberlo y de sus propios prejuicios. Y cuando un culpado describe lo que le sugiere el Eccehomo (como reo culpado y quiénes le rodean) hablan, sin duda de de culpa.

Que Rochard nos quisiera decir que "con su test de imágenes confusas" descubriera una manera espectacular de hacer proyectar a una persona sus pensamientos y convicciones más "ignoradas" y profundas, con un método que se concibiera como revolucionario y muestra de la capacidad, versatilidad e inteligencia de esa nueva ciencia llamada psicología, era solo apariencia e imitación de métodos ya conocidos hace siglos; era un conocimiento ya usado (posiblemente en el conocimiento intuitivo de hace siglos que ya concebía la naturaleza humana en esa dimensión).

En este aspecto, la ciencia ha venido desarrollando técnicas para gestionar a las personas que sufren y que, por lo general, han sido maltratadas  (como se explicaba en el anterior articulo) por su propio entorno familiar inmediato desde niños; siendo esto posible porque la sociedad ha venido perdiendo valores esenciales propios de la empatía y sobre todo porque han aceptado el lenguaje de una ciencia que no busca implicarse a fondo con estas situaciones si no se resuelven por sí mismas con facilidad (con unos consejos concretos a asumir por el entorno familiar que es el que ha creado y mantenido el problema; creando otro más grave vinculado a los afectos y que quien lo padece no puede concebir tal crueldad en un entorno social familiar concebido socialmente para el apoyo, el afecto, el sostén y ser escudo, que por amor, lucharía incondicionalmente contra agresiones a uno de sus miembros; siendo este signo familiar auténtica demostración de una virtud contra la cual ningún poder terrenal puede justificar legítimamente una agresión a uno de sus miembros, como actualmente suceden agresiones desde la infancia).

Hablamos pues de cobardía aprendida o interesada por parte de la familia que así actúa con uno de sus miembros. Pero tal vez pudiéramos entrar en el campo (ahora de moda) de la violencia vicaría (que por solapada y disimulada, formaría parte de una de las  estrategias de mujer para castigar a un esposo, marido o pareja que no satisfaría sus expectativas usando de un hijo concreto para venirse  vengando).

Sin duda, un país como España, vanguardia y referencia de la lucha por los derechos feministas (debido a que siempre es inoportuno constatar situaciones adversas a esa importante y transcendente decisión  política de manifestar un indudable compromiso con un impulso decisivo por la igualdad de facto de la mujer y la protección a su debilidad física y vulnerabilidad o dependencia histórica emocional y afectiva hacia el varón) una violencia vicaría "insinuada" (apenas insinuada por uno de los letrados) que participaba en un juicio contra joven (del que ya conocía el maltrato sufrido por el mismo desde la infancia, todas las circunstancias de acoso vergonzante recibido por el joven, maltratos continuos, amenazas continuas y un insoportable seguimiento destinado a arruinar su vida; de todo ello iría quedando evidencia de constancia, pues un proceder similar había realizado la misma señora con su esposo en todos los ámbitos a los que tuviera acceso de una u otra manera (amistades, mundo laboral y familiar...) existiendo una sorprendente permeabilidad al mensaje "difamatorio" de una señora (que siempre hubiera de ser reconocido, como hasta entonces se concebía popularmente, como despecho) sin embargo la creatividad del esposo en varios ámbitos con éxito laboral y social hubiera despertado suficientes rivalidades en ambos ámbitos (laboral y social) que llevarían a la esposa a realizar actos (presuntamente delictivos) al igual que con su hijo, que dada la gravedad de los mismos y el soporte jurídico que la señora esgrimía con un gabinete feminista radical que (pese a las evidencias de "falsedad") primaria la oportunidad de apropiarse de trabajos y proyectos del marido (arruinar o estar en ello sobre el propio hijo) y a la vez intentar presentar una pretendida "fortaleza ejemplar" femenina ante una adversidad, de la que ella es la única responsable en maneras y formas. Pues ya se observa que usa de conocimientos de psicología y psiquiatría demasiado específicos, desde hace tiempo, impropios de su condición profesional pero usados a la ligera,  y que pese a ello calan en una sociedad "moderna" "individualista" "competitiva" y en última instancia “ignorante  por conveniencia”, que permite un maltrato continuado que persiste hoy en día con impunidad tanto en tribunales como por falta de reproche social.

La ciencia de la psicología y psiquiatría ha sido usada, como señalaba un programa hace unos pocos días, para la formación de terroristas del franquismo que la usaron en el sur de Francia para realizar atentados de falsa bandera (contra asociaciones empresariales y sindicales) durante la guerra civil española. La psiquiatría ha sido un baúl desastre para muchos gobiernos, como el Noruego (donde encerrará a niños nacidos de noruegas con alemanes porque molestaban a esa sociedad después de la segunda guerra mundial). Aún esperamos la censura internacional a esas prácticas como a otras que llegan a nuestros días.

Sabemos cuál debe de ser el manejo de un joven traumatizado por su entorno familiar, pero cuando ese entorno causante del mismo se especializa en esos conocimientos, los usa, precisamente en sentido contrario para que el restablecimiento que debe producirse, si cesa el asedio, no sea posible. Si el año pasado se ha de combatir contra la evidencia de un maltrato – mostrado a base de ingresos continuos contra natura. Ahora se ha de combatir contra el procedimiento familiar de incluir elementos y conceptos muy adversos de gestionar en una persona que pretende deslindar sus emociones, a solo fin de provocar reacciones ya conocidas y proclamar así su incurabilidad, contra todo pronóstico (incluso plasmado en informes) ello ya debería haber llevado (consecuentemente con el alejamiento materno ordenado para poderle dar el alta en una ocasión) del alejamiento y prohibición de relación con el así afectado (una orden en toda regla que no solo nunca llegó sino que el propio médico que la pidiera para mejorar al paciente y darle alta recomendaría en contrario para posteriori, al hacerse cargo el padre).

El cerco que una mujer puede hacer sobre un marido que tuvo confianza con ella en todo (y no a la inversa) y aún hijo que ella misma parió (y del que conoce todas sus inseguridades porque ella misma las ha ido estableciendo, y dándole palizas u malos tratos) es inconmensurable.

Nuevamente le ponen en canción con su derecho a vacaciones, playa, libertad....lo invita (en su cumpleaños) al terreno que siempre quiso estar el hijo para hacerle tomar distancia del padre (terreno ahora vigilado por amigos de la madre para evitar ocupas y del que dijera en el juzgado que era primera residencia y a la médico residencia sin condiciones habitables; mentir en España no tiene consecuencias aún a los médicos o juzgados) luego visitarle al hijo, alterarle, proclamarse sus derechos como hijo frente al padre (por supuesto a satisfacer en todo por su padre, como deuda permanente y chantaje económico y emocional que la madre hace por medio del hijo) y dejarle sin comida para que se vaya, a la playa, detrás de ellos, pero cuando ellos vuelven; eso sí, siempre tiene que mostrar su derecho a la independencia hacia su padre y a la vez el argumento de locura del hijo a la sociedad.

Se podría concebir que esto es accidentalmente una acción de mala leche que le sale bien si no fuera porque hace tres años se llevará al hijo a la playa con una pretendida amiga que viniera a hacer lo mismo con un hijo suyo (que desde luego quedaría tonto y subnormal a los ojos del mío; y que se supone es la meta de la madre) y allí estuviera una semana o quince días aprendiendo las técnicas y recursos que esa otra madre llevará a cabo con su propio hijo; y la madre de mi hijo aprendiera a ser más mala todavía. (Desde ese momento desencadenaría sobre el hijo un daño horroroso en maneras y formas que nadie es capaz de parar, pues en España no hay despachos de abogados especializados en el uso de la psiquiatría, con falsedad y manipulación de argumentos, para hacer daño a la propios hijos).

Estamos sin "duda" ante una violencia vicaría desde el mundo radical feminista (que ya anticipa hace poco que se desvincula de la defensa común del mundo "homo", como señalaría esa misma señora que defendía la ejemplaridad de una mujer que uso de la falsa denuncia siendo actriz famosa. Lidia Falcón) bastaría con verificar si el porcentaje de clientas con hijos en estos padecimientos de ese despacho supera la media de cualquier otro dedicado a conflictos de separación familiar (para señalar la posibilidad de trama criminal en ese sentido).

En la defensa de un joven así tratado no puede tolerarse ni un mínimo reproche por su condición de trastorno (es víctima y así lo dicen todos los manuales), y cuando se es víctima y los verdugos quieren apuntillarla en un juzgado permisivo con la violencia familiar que ha causado el trauma y trastorno, hay que ir a degüello, conocerse al detalle todos los hechos y si es preciso (que debiera selo) probar los delitos y sentarlos en el banquillo y pedir y exigir sin duda el ambiente adecuado y la compensación necesaria para posibilitar la recuperación de la víctima.

 

Si ya la ciencia mete conceptos peligrosos en la pacientes (como suicidio) que el entorno ve el efecto que ellos causa, basta la mala fe o deseo de venganza, para ir metiendo más conceptos jodidos al paciente sobre cualquier circunstancia social o sobre su propio padre como es el caso.

No fueron diligentes en el Covid y prefirieron decirle al hijo (desde el entorno materno) que lo habían pasado (trasladando, como en otras cuestiones, un gesto de superioridad mental y biológica) en vez de decirle que había que vacunarse, llevando al padre a retrasar el momento de la vacuna para intentar arrastrar al hijo a la conveniencia de la misma. Es parte de esa morbosidad materna que el entorno corea como si se divirtieron llevando al hijo a la desesperación y haciéndole ver que la causa es su padre.

Ahora itinera  en busca de su identidad (ha bastado como el año pasado estar en manos de la madre para que desde el día 20, de su cumpleaños, se fuera a San Mateo, y luego abandonado allí, y con la miel en los labios de su derecho a vacaciones ( y que las pague tu padre) le dicen que se van a la playa y a Cambrils; Y en cuanto el hijo no tiene comida en San Mateo sale con el dinero que le queda hacia la costa (su derecho de vacaciones estimulado desde agosto por la madre).  Aun que sin duda la mala leche materna seguirá en sus trece y la de su hermano también.

La distancia física es su esperanza y el dinero que el padre pueda aportarle para realizar (a la par) el viaje físico y mental que le permita liberarse (o pudiera entender) que las malas persona son malas aunque estén cerca y la quieras; y que en efecto, son enfermas, pero sintonizan con la enfermedad social de nuestros tiempos (la cobardía y la sumisión).

Es requisito indispensable distancia de los agresores (la madre y hermano) pero al estar la situación tal cual se presenta nuevamente del entorno materno, este padre asume el riesgo de la pérdida del hijo pero no sin darle los recursos que vaya necesitando en el trayecto que ha iniciado (aunque en ello se quede arruinado y en pérdida) pues es la última oportunidad del hijo de encontrarse así mismo (de alguna manera similar a como sucedía en un pasado social). Sabiendo que parte de posición vulnerable, el apoyo económico lo tendrá así como la independencia de decisión en el trayecto (que espero no sea final si no resurrección) de su vida en busca de su mejor versión de sí mismo; la que siempre le negaron.

En el bando contrario un hermano que sigue sin convenirle la recuperación de su hermano mayor y una madre sin la compasión suficiente para ser honesta con su hijo y que sin duda puede acabar visitando ese Cristo que antes mencionaba, como propia penitencia (pero que la sociedad, tan insensata e impura como la madre) interpretará de piadosa.

Una morbosidad más propia de cuando el sentido común es sustituido por la conveniencia, y en e ello ve oportunidad el negocio farmacéutico en este ámbito.

Si ese final no le gusta habrá que tratar el asunto como una cuestión criminal en los juzgados aún a riesgo de no ser comprendidos por un sistema judicial que está obturado por el prejuicio y considera verdugo a la víctima y viceversa.
Eso es una cuestión, por tanto, de valor de todos los participantes (que precisamente es lo mismo que pide el hijo: Valor y así el perdona.) Hay que ser una sociedad muy cobarde para tolerar tanto sufrimiento o porque en el fondo sea un negocio que da trabajo para muchos Una sociedad subvertida en valores y valor, desde arriba hasta abajo.

sábado, 28 de agosto de 2021

Los valores: Permanentes o modas??

 

 Los valores no cambian, siempre existen, son intemporales y se vinculan con las virtudes éticas y morales que nos distinguen del resto de las especies animales, pues actúan por encima de los impulsos biológicos ( primarios ) y de los intereses puramente egoístas, pues es el egoísmo, en términos generales, la definición esencial de la condición biológica más animal. 

 

nota: Este artículo, "visto/clicado" en varias ocasiones (incluso recientemente) me ha llevado a releerlo en función de porqué llamaría la atención, pero descubriría que los "enlaces" que dan crédito al propio artículo de este blog, estaban fallidos en su totalidad (con independencia del pasaje del artículo al que se hiciera referencia, incluso los que se referían al deporte, y he tenido que intentar buscarlos nuevamente con poco éxito hasta el momento, pues hay enlaces que "han desaparecido" o artículo que ya no "existen", e incluso wikipedia en inglés  "ha variado alguna de sus definiciones" y estadísticas de manera significativa en este periodo de tiempo. En la medida de lo posible "recupero" las "fuentes empleadas" y a su vez en wikipedia en inglés establezco las definiciones iniciales encontradas y las modificaciones aparecidas más recientemente en párrafos prácticamente idénticos pero que incluyen dichas modificaciones. En wikipedia existen debates constantes y actualizaciones (sin embargo, la cadena completa de "caída de enlaces" no es tan fácil de explicar aunque pudiera deberse a error propio es poco "aceptable" dado que los artículos se suelen revisar precisamente en sus enlaces antes de publicarse). 

Confesaba un redactor de un periódico deportivo (Marca) en un programa de Movistar que abordaba el racismo en el fútbol español ( racismo es un rasgo agresivo que muestra el miedo - miedo socialmente aprendido - al diferente). En sí mismo hay muchos miedos propios de nuestra naturaleza biológica, a los que vamos poniendo nombres diferentes, como si de esa manera construyéramos un grupo de "conocimientos" específicos y concretos, de ámbito complejo, con los cuales podemos definir rasgos descriptivos y "definitorios "de las sociedades o de grupos sociales o personas concretas. Y sin embargo, de lo que hablamos en el fondo es de miedo que la propia sociedad nos ha enseñado a proyectar sobre distintos aspectos o rasgos de la propia vida social en la que hemos nacido. No es una cuestión en sí misma innata, sino producto de las sociedades en las que conviven  (de manera transversal ) personajes que carecen de valores básicos y propios de lo que se consideraría una sociedad "ideal" (si alguna vez existieron esas sociedades ideales se pueden concebir en núcleos poblacionales relativamente pequeños donde todos se conocen y consecuentemente - conociendo las necesidades de cada cual - se apoyan mutuamente en las situaciones de crisis y en las adversidades puntuales, existiendo una "solidaridad" que nace de la convicción de ser todos de una misma condición social que no compite sino que colabora y coopera considerando que el bienestar no es el resultado del éxito personal y la propia riqueza, sino de que el propio conjunto de la sociedad se apoye en cada una de sus necesidades cuando estás aparecen (ya sean materiales o morales) pues con gran certeza "conciben" - sin necesidad de complejos estudios eruditos - que el bienestar de cada uno (por medio del apoyo mutuo) es lo que constituye lo esencial que hace posible el bienestar de la sociedad. Todos somos iguales y semejantes en necesidades básicas (necesidades básicas materiales, seguridad material y emocional, y "apoyo" social en cualquier circunstancia).

El redactor de “Marca” recordaba el partido de fútbol entre el Real Zaragoza y el FC Barcelona  (creo que en 2005 ) donde  Eto´o  había sido insultado gravemente por sus rasgos físicos. Llovía sobre mojado, pues un portero de futbol, ​​también africano  (Encono ) y otro del FC Barcelona recibían mismo trato , (Ver:  “La larga lucha del Futbol contra el racismo” – El País.

llevaba tiempo recibiendo insultos en cada partido de fútbol y siendo menos mediático que Eto´o sufría la situación cada día de partido y entre ellos comentaban está circunstancia que tan adversa y desmoralizante le resultaba en su trabajo y profesión deportiva que realizaba en un país occidental y europeo. Sin embargo, lo que ocurrió en la Romareda generaría un documento videográfico, que sumados a otros recurrentes, permitiría que internacionalmente España fuera censurada por su intolerable racismo en el fútbol. Eto´o estuvo a punto de abandonar el partido y dejar a todos "colgados", con una penalización deportiva (según el reglamento de fútbol) sobre su persona, como jugador que abandonaba el terreno de juego "sin motivo justificado”, porque sencillamente se consideraba que el racismo del público de las gradas "no había que tomárselo a pecho" sino como parte del espectáculo donde el público, parte del mismo, "es soberano". Así parecía considerarlo el propio árbitro, el público e incluso los periodistas deportivos. La intolerancia de todos ante las quejas de Eto´o, llevó a otros jugadores de "color" del Real Zaragoza a solidarizarse y acabaron por amenazar con irse también del campo de juego. Aquella amenaza cambiaría el cariz y tono de los reproches hacia Eto´o del resto de jugadores del R. Zaragoza, ante una situación como esa podría poner en peligro algo más que el resultado de un partido de fútbol. La rueda de prensa posterior (que Movistar reproducía en parte en el programa) era vergonzosa, pero esta vez protagonizada por los propios periodistas deportivos que no parecían entender que Eto´o no le molestara que le llamarán "Cabrón" o "hijo puta" en el terreno de juego – como al resto de adversarios de los equipos rivales - pero sí que hicieran alusión a su raza (o lo vincularan con monos). Similar situación se diera con otros jugadores a los que tiraban plátanos al sacar un córner. Lo lamentable era ver a los jóvenes de las plantillas inferiores (infantiles) del real Zaragoza (que estaban de recoge pelotas en el campo) emulaban los insultos de los adultos para luego acercarse a pedirle al propio Eto´o la camiseta con la que había jugado el partido. Aprovecharía la prensa inglesa para subrayar el racismo en España y aunque se empezarían a regular medidas más severas, el programa de Movistar reproducía situaciones similares diez años más tarde 2015 ó 2016.

Señalaba el redactor de Marca que en los juegos Olímpicos habían sacado un par de titulares "que pesaban" en la historia de Marca por su racismo claro, contundente e inequívoco contra un atleta del norte de África que rivalizaba por las medallas con corredores españoles. Para intentar explicarlo, parecía que comenzaba la frase diciendo que los valores habían cambiado, pero el mismo se rectificó (como si evocará una charla "orientativa" que pudiera haber recibido toda la redacción, y todo el periodismo deportivo en general, a causa de convertirse España en referente racista europeo): Los valores no cambian, siempre existen y están presentes.

Resulta obvio que se ignoran - bajo determinados contextos, en este caso de rivalidad "deportiva" – valores propios de la condición humana, lo que señalaría que no son valores asumidos sino "formales" e impuestos desde un contexto político para rectificar una "imagen internacional" de un Estado, que en ese momento pudieran dañar otro tipo de relaciones internacionales (y desde luego negocios) e incluso la propia imagen de Europa. El toque nos los dieron los ingleses en su prensa, en titulares, que es lo que alarmaría al mundo político español (como suele suceder) y quienes movieron ficha para intentar reconducir una situación que realmente parecía, hasta entonces, importar poco, pues la mayoría de los políticos, iban a los campos de fútbol y sabían lo que pasaba y pasa en las gradas de un campo de futbol.

Se entiende que en cuestiones de rivalidad (incluidas las deportivas) al adversario nunca se le aplaudirá en una buena jugada (que subrayaría la naturaleza deportiva del propio deporte y así ensalzando los valores que hacen posible concebir esforzarse a un grupo, bajo reglas comunes, con el fin de ver las cualidades de unos y otros sobre un terreno de juego, disfrutando de los valores más positivos que harían del deporte una referencia noble donde se expresa un esfuerzo personal - y de conjunto y equipo - donde medirse con otros (y esos otros como rivales leales hacen posible nuestra experiencia y desarrollo,  y son los que realmente nos otorgan el éxito si, honestamente, en un momento y día concreto, les superamos). Son situaciones que sí se dan en otras aficiones (al menos imágenes de ello se daban, eso sí, como si de una noticia se tratara). 

Cultural y políticamente hemos tenido de referencia al mundo animal; en especial aparece en Europa los leones y águilas en los escudos de Estados, naciones e imperios como un tipo de referente simbólico al que se apela para señalar el poder de cada uno de esos Estados desde hace siglos hasta el presente.

No sé suele reparar en la interpretación de esos símbolos y la vinculación con su “identidad” en la Naturaleza salvaje; se suele hablar de la fuerza y majestuosidad del León o la belleza y altura del vuelo del Águila, que desde gran altura es capaz de detectar a un simple conejo – que se mueva – y capturarlo como comida.  Por muchos esfuerzos que hagan los biólogos para racionalizar la conducta animal de esas fieras difícilmente se pudiera equiparar al modelo de valores que el Ser Humano, los Seres Humanos, decimos sostener o nos atribuimos como referentes que nos distinguen de ese mismo mundo animal salvaje (probablemente esa referencia simbólica al mundo animal - en especial a las especies más salvajes, violentas - que hacen los Estados en sus símbolos nos hablaría, más bien, de su "capacidad" y permanente "disposición" de hacer daño real y equiparable a la que pudiera hacer esa fuerza animal concreta que aparece en sus escudossobre todo aquel quién se oponga a su visión o se considere que amenace sus intereses o existencia).

Para ver la verdadera distancia (o analogía y similitud) que existe entre lo que consideramos propio de valores Humanos y el comportamiento animal (que sostenemos como símbolos en escudos desde hace siglos) podemos hacer un simple y rápido visionado de la pate más animal, violenta y cruel de esos mismos animales que aparecen como símbolos en escudos, por lo general, imperiales.

Hace poco pusieron en TV de pago una cuatrilogia sobre el mundo de los leones en la sabana africana. No era un reportaje al estilo de otros episodios en los que se reflejan distintos breves momentos con que la naturaleza animal se muestra como ejemplo de unas pautas de comportamiento regidas bajo unas leyes biológicas “naturales”, iguales para todos, en su condición de “depredador/presa” (aunque las pautas nos sorprendan por su crueldad, los comentarios de la narración de las escenas buscan que las aceptemos e incluso nos identifiquemos con cada uno de los depredadores porque se hallan sujetos a unas reglas comunes propias de la naturaleza más animal).

“Endulzando” la crueldad, los comentarios buscaban "humanizar" el comportamiento de cada animal que aparecía en escena buscando crear un vínculo “racional” en el espectador. Si la familia es de leones les  ponen nombres y describen sus movimientos y relaciones entre ellos desde el punto de vista social humano. Si son elefantes realizan el mismo procedimiento descriptivo y de acompañamiento al espectador, buscando una misma identificación en la conducta y explicando el porqué de ciertas actitudes sociales que nos diferencian con ellos (siempre con el mismo objetivo de humanizarlos en vez de concebirlos como comportamientos similares dentro del ámbito de los mamíferos). Así proceden análogamente sean primates, o felinos, o plantígrados... Sin embargo pocas veces se ve una situación similar de descripción de los animales que van en manadas y suelen ser presas (y por lo general herbívoros).

La cuatrilogia de episodios seguía la evolución de una manada de leones desde su nacimiento hasta su declive, realizando un seguimiento de una camada de leones en África, y su desarrollo hasta el fin de sus días, unos 12 años después; lo que otorga una visión menos sesgada y permite observar más claramente cómo se muestra la vida de los mamíferos dejada de la mano de las estrictos impulsos biológicos en el ámbito natural.

El nacimiento de los cachorros de león no está exento de los “filtros” que impone el entorno social; primero el de la propia leona madre, pues se separa de la manada para parir y alimentarlos durante unos tres meses antes de reintegrarse a la manada. Durante ese tiempo, la madre también “elige” si todos los cachorros deben sobrevivir o no (parece ser que puede matar a alguno o simplemente dejarlo sin comer hasta que muera; según narraba el cuidador de un parque que gestionaba manadas en cautividad). Luego la leona los presenta a la manada y esta debe de aceptar a los cachorros, lo que indica que en algunas ocasiones pueden no ser aceptados y su tránsito vital acabará rápidamente. 

La camada de la manada (formada por ocho cachorros) que sobrevive al aprendizaje de la caza, donde dos o tres cachorros hermanos "caerían" ante la respuesta de una manda de ñus a un ataque fallido de las leonas a un ñu - que les pareciera "accesible y vulnerable" - pues la manada de ñus responderían, aunque lentamente, cuando vieran a su congénere ya inmovilizado y acercándose otras cuatro leonas que habían participado en la estrategia de caza para “aislar a la víctima”; los ocho cachorros de la manada que se hallaban muy cerca - mirando para "aprender" – también accedían a las inmediaciones para empezar a devorarlo diligentemente. Pero un ñu se movería, desde la seguridad de la manada, hacia la leona que ya había inmovilizado al ñu pretendiendo asfixiarlo. Pareciera un compañero ñu con vínculos tales que no se resignaba a verlo morir sin hacer nada al respecto; ese movimiento del ñu "amigo" no solo no fue valiente, al no huir, sino casi temerario y desafiante ante la leona que tenía inmovizado a su "amigo" ñu e hizo que la manada de ñus, en vez de alejarse y huir, mirara también la escena. Ese simple hecho de mirar la escena les haría cambiar el impulso de miedo y huida, que dominaba en un primer momento,  y se trocara en verse a sí mismos como fortaleza de grupo (y manada) capaz de enfrentarse a los leones con garantías. Superado el instinto de miedo por el de concebir superioridad de grupo, la manada de ñus empezará a caminar cada vez más rápidamente y con más determinación hacia las dos leonas que intentaban matar a su congénere.

 Llegaban una tercera y cuarta leona y todos los cachorros (algunos de los cachorros más mayores también habían participado del "cerco" a ese ñu mientras otros cachorros aún más pequeños, no se quedaron escondidos esperando ser invitados a aquella gran comida, sino que siguieron a las leonas y hermanos para no perderse nada de la cacería, mirando desde no muy lejos). Para cuando se quisieron dar cuenta las leonas y cachorros (que ya estaban centrados en la presa y buscando un espacio para iniciar el "banquete") totalmente confiadas leonas y cachorros, se encontraron prácticamente rodeados por la manada de ñus. Uno de los cachorros y una de las leonas se les veía volar por los aires a causa de las embestidas que realizaban los ñus usando los cuernos. Una leona muy mal herida y tres cachorros muertos (pisoteados por la manda) fue el balance de ese ataque repelido.

Después de ese episodio crecerían los cinco cachorros restantes hasta convertirse machos capaces de procrear junto con los dos leones que lideraban la manda de las hembras madres. En un momento dado, uno de los cachorros ya adulto intentaría derribar al líder y sustituirlo en una pelea que perdería, haciendo inevitable su marcha junto al resto de hermanos abandonando la manada.

Se les veía nómadas en busca de propio territorio y se les sumaría otro León macho (que por ser aceptado parece que fuera un pariente cercano también en situación de nómada que sumaría) creando una impresionante coalición de seis leones que cazaban juntos y pronto entrarían en territorio de otra manada, ya buscando hembras con las que procrear, haciendo huir a uno de los primeros machos que se encontraron custodiando uno de los límites de su propio territorio, y matando al otro con el cual se encontrarían más tarde, al adentrarse más en territorio ajeno. Luego contactarían con las hembras que desistirían después de una inicial resistencia para defender su prole de cachorros, teniendo que resignarse ante el ritual de los machos buscando, matando y comiéndose todos los cachorros para así perpetuar sus propios caracteres y genes. Tiempo más tarde, dos leones de esa coalición de seis intentarían derrocar a quien se hubiera posicionado como líder, pero fracasando se marcharon y conseguirían en otro territorio hacerse con un par de leonas y procrear. Fueron extendiendo si territorio mientras derrotaba y/o mataban a otros machos leones mientras se quedaban con sus manadas. Al tiempo (unos pocos años más tarde) esta pareja de machos se tendrían que enfrentar contra una coalición de cinco jóvenes leones que matarían salvajemente a uno de los dos, que custodiaba el acceso a una parte del territorio. La lucha sería desigual, cinco contra uno, y despiadada. Lo primero que mordieron del león una vez caído fueron sus testículos para asegurarse que no sería ya rival reproductor. Luego, aún herido de muerte, resistiría varios envites durante horas; dando tiempo a que llegara el otro hermano león, pero apenas podría hacer más que ver cómo era devorado y huiría del lugar.

Se trasladaría este león desterrado a la manada de sus hermanos, de la que saliera en su día, y sería aceptado. Sin embargo, viendo que no era líder indiscutible, mataría a todos los cachorros (siendo ellos sobrinos suyos) ante la inoperancia del resto de machos y leonas y cuando las leonas entraron en celo y un hermano copulaba con una de ellas, se presentaría matando a la leona y devorándola,  mostrándose así, su intención de ser único macho procreador. Poco le duraría el cruel liderato, pues la coalición de cinco leones de la que huyera se presentaría en ese territorio, y a él mismo le matarían tan cruelmente como él hubiera matado (y devorado) a alguna leona (para asegurarse que la descendencia era solo suya) y al resto de los cachorros (aunque fueran sobrinos). Fue devorado por la coalición de machos jóvenes que ampliaba el territorio y precisaba de más hembras; y perseguirían, y si pudieran, matarían y eliminarían a cada uno de los machos hermanos reinantes, hasta quedarse con la manada. Luego el ritual sería similar, buscando a cada uno de los cachorros que se hubieran escondijo para matarlos y devorarlos, haciendo posible que las hembras leonas (que no se resistieran, pues ante una coalición de cinco leones jóvenes la organización de las leonas no podría oponer resistencia y si lo hicieran fueran muertas y devoradas). Así acabaría el ciclo de unos 12 años de la vida de los machos leones en libertad.

Esa es la verdadera naturaleza del león, de la cual el ser humano parece buscar referencias de liderato en la naturaleza salvaje, hasta el punto de reflejarlos en escudos y símbolos.

Tampoco parecen mucho más inteligentes (como parece hacernos creer los comentarios recientes y recurrentes) los pacíficos elefantes, que aunque poderosos en su conjunto frente a las amenazas de los violentos y sanguinarios "reyes de la selva"; sin embargo no esperarían a que una de las hembras elefanta diera a luz y la dejarían en el camino sola, mientras iban hacia una charca cercana de la cual ya olían el agua (el instinto de supervivencia resultó una debilidad para la manada en vez de fortaleza). Aquella elefanta daría a luz pero sería seguida por dos leonas durante el resto del día, mientras el elefantito apenas podía seguir el ritmo de la madre, quién recurrentemente tenía que esperar al ritmo del bebé elefante. Ni por un momento atacarían las leonas durante el día, simplemente seguirían a la elefanta y su bebé hasta que cayera la noche. Una vez de noche realizarían un ataque para sembrar el caos, por medio del miedo y así dividir y separar a la elefanta de su bebé (bebé que saldría corriendo y huyendo de terror, sabiéndose el objetivo de las leonas y se escondería entre unos matojos, pero ya lejos de su madre, fuera de su vista y por lo tanto perdido y sin protección). Los lamentos durante la noche del bebé elefante pidiendo ayuda y amparo a su madre guiarían a las leonas hasta el escondite y a la mañana solo quedaría de la memoria y existencia de ese ser una patita. La madre alcanzaría a la manada ese mismo día; ya estaban en la charca bebiendo pero sin su bebé. El instinto de satisfacer la sed de la manada de elefantas estuvo (en aquella ocasión) por encima de Esperar los 15 minutos que suele tardar un parto de elefanta.  y proteger al nuevo miembro (según el comentario del narrador). 

Contrasta también la rivalidad entre hipopótamos y cocodrilos, sobre todo a la hora de salvar a un mamífero que caiga en manos de estos últimos. Se presentaron dos hipopótamos salvando, consecutivamente, a dos gacelas de la fauces de dos cocodrilos cuando ya estaban ambas atrapadas. Una de las gacelas fue protegida por un hipopótamo en todo el trayecto para cruzar el río y era azuzada y empujada para que no se parara en el agua hasta llegar a la orilla. Otra de las gacelas resultaría herida en una pata por la presa realizada por el cocodrilo antes de soltarla ante la amenaza del hipopótamo presente. Es de suponer que la acción benéfica del hipopótamo para proteger a un mamífero de ser devorado por una especie diferente, resultaría, en este caso, una acción inútil, pues una gacela coja tiene los días u horas de existencia contados, ya que la manada de gacelas poco pudiera hacer por protegerla, pues su estrategia como grupo es la invisibilidad del conjunto y la muestra de su agilidad individual para disuadir al depredador.

A primera vista parece que la condición de mamífero puede crear una “simpatía” de protección del más fuerte al más débil aunque sea de otra especie. Por lo que no respondería esa actitud, en principio, a una condición biológica “racional”. Por el contrario, las especies de mamíferos tienden a matar a todos los cachorros de depredadores que se encuentren, si tienen capacidad y oportunidad para ello.  

Los humanos, por el contrario, “decimos” sostener valores que permiten “controlar”, “encauzar” y “subordinar” los impulsos de los instintos biológicos y primarios, y por ello nos consideramos una cultura capaz de organizarse, construir y modelar el entorno. Y sin embargo, vemos también que somos capaces (en algunos casos) de actuar de manera similar a las más burdas reglas de “selección” arbitraria y erigirnos, como burdas bestias, para segar vidas humanas; a veces, gracias a la inteligencia, realizar esas acciones degradantes de manera racional y sosteniendo discursos sociales para ampararlas (aunque un simple vistazo imparcial mostrara que no fuera una situación de ignorancia – por cuya ignorancia, a falta de conocimiento, se reaccionaría con criterios excluyentes propios de razonamientos biológicos en el mundo animal – sino que son situaciones en realidad calculadas, porque como mamíferos sabemos qué cuestiones son imprescindibles y por lo tanto inherentes a esa parte de nuestra condición animal sin la cual es realmente difícil sobrevivir; incluso a veces se va más allá y se busca la verdadera eliminación de la persona molesta, porque de alguna manera representa un “peligro” que sobreviva. Un proceso de desintegración, anulación y destrucción de una persona que resulta imposible que pase desapercibido, pero que en ciertas circunstancias sociales siempre se mira para otro lado. Incluso se podría señalar en este artículo las pautas a seguir para truncar una vida desde la infancia (por la razón que fuere) sin que la sociedad, en ningún caso, ponga objeción y acabe por culpar a la propia víctima de su desgracia y fin. Podríamos decir que la inteligencia humana (aquí concebida como ser listo/lista) adquiere así un grado de perversidad mucho mayor del imaginable en el mundo animal ((el descrito) pues mientras ese mundo animal responde y se muestra con claridad cómo responde a sus impulsos biológicos primarios, la inteligencia humana es capaz de ocultar ese mismo impulso primario y convertirlo en un discurso (incluso político, es decir, socialmente aceptable) donde el entorno social no solo acaba aceptando la “anulación o eliminación” de una persona, sino que acabaría contribuyendo a la misma acción devastadora (por acción u omisión). Ello posible porque como comunidad formamos parte de “un discurso social e histórico” compartido, que hace posible que estas circunstancias se den (ello se mostrará al final de este artículo). 

Para entender esta capacidad del Ser Humano en destruir vidas bastaría, en principio, en señalar los requisitos que prácticamente todo mamífero precisa para sobrevivir desde sus comienzos hasta alcanzar la juventud y con ella la independencia. Al ser requisitos resulta obvio entender que si no están presentes estos requisitos no solo comprometen la vida del ser (que de hecho lo hace hasta causar muertes definidas clínicamente como “súbitas”) sino que puede dejarla inviable durante mucho tiempo e incluso algunas familias optan por desterrarlos en instituciones, sobre todo si existe amenaza de que la situación acabe por desvelarse, con claridad, llevando al mundo terapéutico (cuando se posiciona en positivo y concibe como una situación tan explícita como insostenible) a expresar una certeza generalizada, detrás de la cual se entiende la naturaleza de las enfermedades en general (siendo esos conceptos conocimientos conocidos desde hace tiempo, pero por otra parte incómodos o muy difíciles de expresar con éxito, en entornos familiares realmente primarios y obtusos – y ello no excluye a familias con progenitores que tienen títulos Universitarios y desarrollan un status profesional de ese nivel, como muestra la práctica jurídica, pues la carencia de “sensibilidad humana positiva” hace posible concebir los conocimientos como meros instrumentos para un fin, que puede ser bien adverso, y conseguirlo con éxito, pasando desapercibida al entorno social, como este artículo pretende mostrar desde el plano particular hasta el social, protagonizado y liderado por los Estados en los que vivimos).

 Decía Schopenhauer que este mundo es el peor de los mundos posible. El Filósofo fue capaz de mostrarnos el camino para la identificación con la belleza en el arte (podemos ser, casi cualquier cosa gracias a la versatilidad de nuestro cerebro);



cerebro del que recientemente se ha señalado en la prensa un experimento con células cerebrales humanas cultivadas que se han desarrollado, ellas solas; sorprendentemente, se muestra y actúa el propio cerebro como si se tratara de “una semilla biológica” “pues le han nacido ojos por sí mismo”   ; y es probable que dejado en condiciones adecuadas acabaría desarrollando oídos; y quién sabe si poco a poco – con objeto de sobrevivir por sí mismo – un sistema digestivo con olfato y gusto, paralelo a la ampliación del sistema nervioso con el pequeño nacimiento de órganos internos y sistema sanguíneo  para después iniciar un proceso de locomoción. Sin embargo, si así ocurriera, en nada avanzaría realmente la Ciencia en el saber el porqué del origen de la vida, porque ya hemos visto en el mundo vegetal gérmenes (como las semillas) y el conocimiento de su estructura y desarrollo solo ha servido para “mutilarlas” y realzar procesos genéticos destinados al monopolio de ese ámbito vegetal con la finalidad de que ese “regalo” milagroso de la naturaleza, con el tiempo, no esté al alcance más que de una minoritaria élite que acabará decidiendo quien tiene alimentos naturales y quién no. Antes de que se hiciera de dominio público esto que la Ciencia considera un avance (el cultivo in vitro de pequeños cerebros humanos - ¿?) ya podíamos ver en la Capilla Sixtina que el Dios, que pintara con rostro humano Miguel Angel, tocando con el dedo índice al primer Hombre tenía encriptado una perfecta figura de un cerebro humano, por lo cual lo que la Ciencia dice haber descubierto, una vez más, solo es la representación o la imagen de lo que ya sabían en el Renacimiento).


 

La capacidad de nuestro cerebro nos permite identificarnos con todo lo que nos rodea (mirar una flor y ser flor, por unos momentos) como de una experiencia transcendente. La versatilidad de la mente humana - que se muestra en el largo aprendizaje que precisa para adaptarse al nuevo mundo en el que nace - muestra que está "abierta" a adaptarse a cualquier "mundo posible", ser cualquier ser y a "navegar" en él; por lo que de alguna manera nos pudiera señalar que "el mundo" al que venimos "sería uno" de los muchos que pudieran existir (incluso viniendo a esta Tierra, por semejanza y predisposición de los cerebros, pudiéramos ser mono, perro, delfín..). Al nacer en este mundo debemos pasar la experiencia de "ir viviéndolo" desde el primer momento para adaptarse (a este mundo, como si fuera posible, de manera accidental, tener que adaptarse a cualquier otro posible).

Algunos afirman que nuestra estructura cerebral condensa el desarrollo de especies muy anteriores a la nuestra, conservando las capacidades y maneras de actuar, pues morfológicamente nuestro cerebro contiene morfología del reptil y, superpuesta otra morfología que cerebral que se desarrolla y podemos ver en nuestros días como si de una clara manifestación de la evolución biológica (que conservaría los impulsos instintivos de todas las especies que permitirían nuestra evolución a Humanos) se hallaría a nuestro alcance y se manifiesta con evidencia. De alguna manera, un ser humano (macho o hembra) tiene recursos (incluso asesinos) que le vinculan con respuestas biológicas propias de reptiles que evolucionan, en la complejidad intelectual desarrollada hasta nuestros días. Es decir, el Ser Humano como especie conserva (o conservaría) una versatilidad de respuestas biológicas que abarcaría multitud de comportamientos biológicos en razón de que su cerebro conserva (a su vez) esa capacidad de transversalidad de comportamientos instintivos biológicos y, además, adquiere el Ser Humano una complejidad intelectual que le permite racionalizar cualquier comportamiento (incluso los aberrantes y propios de lo que hoy definimos como asesinos/asesinas) para mostrarlos como congruentes y racionales ante un fin concreto (como muestra de ello sería crear una racionalización de que unas razas humanas son o serían superiores a otras y en consecuencia, en beneficio de  “principios eugenésicos” y por el bien de la humanidad habría que acabar con cualquier otra raza o sub-raza para alcanzar una humanidad perfecta). El principio eugenésico vendría a ignorar que es la biodiversidad, incluso entre los humanos, la que hace posible ir superando los obstáculos que la naturaleza suele poner a las especies, que como la nuestra, colonizan un planeta como el nuestro y lo “tensan” en sus equilibrios biológicos que hacen posible nuestra propia existencia.  

Si fuéramos capaces de "cuestionar" la naturaleza de esta vida desde una visión meramente ortodoxa de las necesidades básicas de un mamífero como nosotros, humano (y no en clave exclusivamente social o política) (mientras vivimos en este mundo) se podría interpretar que muchas personas, de niño, en infancia, enfermarían gravemente hasta el punto de temerse por su vida (incluso otros mueren en esas primeras etapas) sin que el entorno inmediato pudiera dar una explicación concreta. Simplemente enfermarían gravemente, se cuestionaría la posibilidad de supervivencia por los médicos cercanos (señalando esa posibilidad de fallecimiento a los padres) y a la postre saldrían o no adelante, considerándose una fortuna o milagro que se superara esa situación crítica que tiende a olvidarse como una anécdota que solo se recuerda puntualmente (y la persona que así recibiera la información de una fragilidad vital, propia, inicial, la narra como si se tratara de un "enigma" entre irrelevante, enigmático y transcendente, no sabiendo definir si se trata de una casualidad o de algo relevante que nunca entenderá pero que a la vez le "acompaña" como si de un "mensaje" se tratara, parte "inseparable" que se alude al tener que narrar o rememorar su "venida a este mundo" o los tránsitos de los primeros años con enfermedades graves). Pareciera una circunstancia olvidada - al menos por el resto de la familia o cercanos - pero sin embargo pareciera contener un mensaje o digno o pista relevante que sin embargo, a la vez, es tan persistente e indescifrable para la propia persona (y sin embargo, sin duda, de alguna manera es un alivio de la familia inmediata que el desenlace fuera positivo; como si se hubiera salvado de una "censura"  del destino que, por otro lado, era tan frecuente en las familias de siglos pasados, cuando los cuidados a los niños se basaban las en las supersticiones de cada familia – cuestión que en ocasiones, lamentablemente llegan a tiempos recientes).

Sin embargo, esa "huida o renuncia" del nuevo ser a estar o vivir en este mundo (en una familia concreta) pudiera señalar que las condiciones que, de alguna manera (inteligentemente intuitiva), “entiende” que existe en el entorno y no son ni las “esperadas ni las convenientes” “no les puede hacer frente” (haciendo posible el término de muerte súbita, que por lo general a nada se atribuye). El "nuevo ser" "se va" y "abandona" este mundo, al menos en una familia concreta por no reunir las mínimas condiciones "exigibles" (como si no estuviera dispuesto a pasar por una experiencia que ya intuyera "inaceptable" nada más empezar). Tal vez esa sea la incógnita que "persigue" a las personas que "recuerdan" la narración de su llegada a este mundo. De alguna manera, esas mismas personas (al menos alguna de ellas) parecen mostrar en sus vidas, que (una vez superada esa situación de crisis vital) desarrollarían convicciones sólidas a las que no están dispuestas a renunciar y que sostienen con "fuerza" y fortaleza, incluso en los momentos de adversidad, sobre lo que para ellos representa lo esencial y "básico" en la vida  (al menos en la suya propia) convirtiéndolo en esencial "norte" en la relación  con sus seres más inmediatos. Es como un amor propio que defenderá, como mejor sepa, ante sus allegados más cercanos para proporcionarles lo que considera esencial y, de alguna manera, "protegerles" del entorno social (y de sus peligros) de manera activa.

Resulta pues sorprendente que un niño muy pequeño tenga consciencia de la necesidad de protección, y de otras necesidades que parecen más propias de una mente más desarrollada y experimentada; pues de alguna manera se pensaba que el nuevo ser llega "sin saber" y "desarmado" a este mundo y, por el contrario, sería capaz de "tomar decisiones" de gran calado (como abandonar este mismo mundo si las condiciones no las considera mínimamente aceptables y lo haría de manera intuitiva pero muy determinante en la apreciación hasta el punto de conseguir “marcharse”). 

Por otro lado, la experiencia de una crianza adversa (con descuidos graves o temeridades del cuidador/a, o negligencias o ser considerado mero objeto (a veces de juego sexual) o malos tratos abiertamente violentos, también marcaría una determinación para sobrevivir, desde lo que fuera eso que conocemos como por “amor propio” (en su aspecto de decepción e incapacidad de hacer frente a la dimensión de la adversidad) a veces se encuentra una referencia de esperanza cercana (al obtener parte de lo previsto al nacer) que le impulsaría a creer que puede encontrar más adelante en su el desarrollo de su vida . Desde ahí, desde niño/a, desarrollar estrategias de supervivencia (a veces fantásticas o míticas, cuya base sería el recuerdo de haber obtenido, aunque puntualmente, lo que realmente necesitaba e hizo que no se “marchara”) o desarrollar una debilidad a superar o compensar o, alternativamente, si no encuentra salidas, "enfermar" latentemente, ante un mundo, primero familiar y luego social que se niega a aceptar una situación (y su parte de responsabilidad en la misma) como quien pretende hacer amnesia de ser parte de una sociedad capaz de "tolerar" y aceptar violencias y descuidos extremos físicos o de lo que hoy llamaríamos soporte emocional o psicológico y que no es otra cosa que la necesaria cuota de “amor” que precisa todo mamífero al nacer y desarrollarse hasta la madurez sexual; toda esa carencia se debe compensar – obtener o racionalizar - mostrándose como un proceso adaptativo más de aprendizaje a superar. Cuando alguien llega al presente con esas secuelas hace que los protagonistas se escabullan y señalen al así tratado como responsable único de su padecer (y en ello porfían, seguros de que otros males mayores ellos mismos padecieron, callaron y superaron). 

Como mamíferos que somos tenemos dependencias biológicas, unas de sustento (y protección, que debemos aprender con el ejemplo o consejo cercano, pero sobre todo con la propia experimentación personal porque ninguno somos iguales y cada cual tiene sus propias virtudes y capacidades en potencia que debe ir constatando y modulando para ser él mismo) y otra, también biológica, de naturaleza afectiva, tan propia de los mamíferos (y que puede determinar esa decisión de muerte súbita o crisis en la infancia), que se torna en una concepción y visión psicológica de las relaciones personales (y que nace en la familia) donde la tentación de la "manipulación" desde la infancia es y suele ser el signo de nuestras sociedades, mostrando una falta, a veces, absoluta de respeto ante un nuevo ser. A veces se puede considerar este proceder como un impulso familiar "aprendido" y cómo “emanado” del propio Estado (Estado que históricamente no suele ser "neutral" ante las singularidades de sus individuos y ciudadanos y que usa del castigo y la violencia como método eficaz que parece destinado a "uniformar" la sumisión y clasificar las "respuestas" ante estas violencias según sea consideradas aceptables (adaptativas positivamente para el Estado y la sociedad o por el contrario negativas por rebeldía llevando incluso a la persona al límite de la frustración, la violencia, la enfermedad o el trastorno mental). En este sentido, la familia es una "emulación" de todos esos temores, pero dependiendo del estatus social y sus capacidades puede adquirir o comprar o financiar recursos para canalizar esas respuestas a la potencial violencia social o sucumbir ante ella. (También en este ámbito el sentido común y a veces un poco de fortuna puede hacer posible salidas muy airosas, en las cuales los individuos acaban por ser capaces de generarse una alternativa o "formular" una tesis sobre la propia existencia y el propio mundo social y desde ahí salir adelante desde la confianza en sí mismos).

Son los abuelos los que a veces expresan la evidencia de la existencia de esa "presión social" (no siempre reconocida y explicitada, aunque sí retóricamente o por medio de castigos mal argumentados o imposible de argumentar a los hijos) que tuvieran y sintieran como padres (ante un entorno social que sin duda "tolera" y a veces promueve la violencia sobre los hijos, los niños y sobre jóvenes, ya maltratados al verse tener que vivir en entornos cerrados cuando se habita en ciudades – como reconocen los estudios al efecto - como mayor castigo ante lo que ya parece una rebeldía nacida de la falta de lógica con que la propia  familia se conduce e incluso juzga a sus miembros; porque por lo general, en estos casos, la familia se desborda en maneras y formas) presión que los abuelos no sienten ya con los nietos y por ello suele ceder cuando se hallan ante ellos, siendo por ello, por lo común, mucho más tolerantes (y ese mensaje que trasladan a los nietos puede hacer que perdure como una bondad – e incluso se observe por los nietos como “otro mundo mejor posible” que les da esperanzas y fe - que no siempre tuvieran para con sus propios hijos, precisamente por la presión de una responsabilidad social frente a peligros que no a veces no se sabe explicar adecuadamente a los hijos sin causarles mayor problemas o temores inabordables). 

Cuando fracasa la experiencia de completar el ciclo de niño a joven en el entorno familiar para adaptarse a la sociedad aparece el trastorno mental detrás del cual se haya la negligencia, el abuso, el descuidado, la violencia, el castigo desproporcionado, la soledad y el desamparo físico y emocional generado por personajes, que actuando de facto de progenitores, fracasan estrepitosamente en un papel para el cual, si buscáramos en sus biografías personales, nunca estuvieron preparados y mucho menos sensibilizados para ese objetivo que resulta tan trascendente en la vida (o vidas) que traen a este mundo. Al respecto hay abundante referencia de conducta negligente al respecto en este blog, donde aun así se persiste y ante toda evidencia, en el “espejismo social” (y tristemente aceptado) de culpar a la Víctima (solo posible desde un  entorno cercano tirano o de alguna manera psicopático que se concibe así mismo como “perfecto” a pesar de las reiteradas y múltiples evidencias) . 

Cuando se aborda las causas por las que un miembro familiar es diagnosticado con algún tipo de trastorno mental (porque pese a que se diga que es enfermedad – como se suele hacer, señalando cierta situación sobrevenida fortuita - siempre, el sentido común, nos lleva a buscar una causa que, por lo general, el propio entorno inmediato concibe pero que raramente se asume).  Desde el punto de vista de la Ciencia médica se habla de factores genéticos, como si estos fueran esenciales (por lo cual aquellos que quieren “distanciarse” de cualquier responsabilidad, enseguida señalan esa circunstancia, aunque no fuera preciso ni conveniente para la  recuperación del paciente; pero resultan un buen “escudo social” contra cualquier censura o reproche que pudiera aparecer o conjeturarse).  

Señalan los estudios estadísticos al efecto que los factores genéticos teniendo un familiar en primer grado el riesgo es del 13% pero llega al 50% si los dos progenitores están afectados de patología similar según las estadísticas. Sin embargo, el  DSM-5 señala que la mayoría de las personas con estos trastornos no tienen antecedentes familiares de psicosis. [7] Los  Los resultados estadísticos de los estudios de  genes candidatos de la esquizofrenia generalmente no han logrado encontrar asociaciones consistentes, [87] y los  loci genéticos identificados por los  estudios de asociación de todo el genoma explican solo una pequeña fracción de la variación de la enfermedad. [88].

 

Variación de esta parte del artículo consultado en wikipedia en inglés después de la publicación de este mismo artículo (incluso enlaces directos como al DSM-5 han sido modificados en dicha revisión e incluso las citas, que a parecen con números entre paréntesis, también):

un familiar de primer grado con la enfermedad (el riesgo es del 6,5 %); más del 40% de los gemelos idénticos de personas  con esquizofrenia también se ven afectados. [84] Si uno de los padres está afectado, el riesgo es de alrededor del 13 % y si ambos están afectados, el riesgo es de casi el 50 %.[81] Sin embargo, el DSM-5 indica que la mayoría de las personas con esquizofrenia no tienen antecedentes familiares de psicosis. [7] Los resultados de los estudios de genes candidatos de la esquizofrenia generalmente no lograron encontrar asociaciones consistentes, [85] y los loci genéticos identificados por los estudios de asociación del genoma completo explican solo una pequeña fracción de la variación en la enfermedad. [86]

 

 El componente genético significa que antes del nacimiento el desarrollo del cerebro “se altera” y la influencia ambiental afecta el desarrollo posnatal del cerebro. [82] La la evidencia sugiere que los niños genéticamente susceptibles tienen más probabilidades de ser vulnerables a los efectos de los factores de riesgo ambientales. [82]

Los factores genéticos, por sí mismos, no explican ni determinan la enfermedad por sí mismos, es preciso al parecer, que los factores ambientales influyan para que esta se genere como transtorno.

Los factores ambientales, cada uno asociado con un riesgo leve de desarrollar esquizofrenia en la vejez , incluyen la falta de oxígeno , la infección, el estrés materno prenatal y la desnutrición en la madre durante el desarrollo prenatal . [96] Un riesgo también se asocia con la obesidad materna, con el aumento del estrés oxidativo y la desregulación de las vías de la dopamina y la serotonina. [97] Se ha demostrado que tanto el estrés materno como las infecciones alteran el desarrollo neurológico fetal mediante un aumento de citocinas proinflamatorias . [98] Existe un riesgo menor asociado con nacer en invierno o primavera posiblemente debido adeficiencia de vitamina D [99] o una infección viral prenatal . [86] 

Otras infecciones durante el embarazo o alrededor del momento del nacimiento que se han relacionado con un mayor riesgo incluyen infecciones por Toxoplasma gondii y Chlamydia . [100] El aumento del riesgo es de cinco a ocho por ciento. [101] 

Las infecciones virales del cerebro durante la infancia también están relacionadas con el riesgo de esquizofrenia durante la edad adulta. [102]

Se sugiere que el estrés temprano puede contribuir al desarrollo de esquizofrenia a través de estas alteraciones en el sistema inmunológico. [106] La esquizofrenia fue el último diagnóstico que se benefició del vínculo establecido entre las ECA y los resultados de salud mental de los adultos. [107]

Las experiencias adversas de la infancia (ACE), cuyas formas graves se clasifican como trauma infantil , van desde el acoso o el abuso hasta la muerte de uno de los padres. [103] Muchas experiencias adversas de la niñez pueden causar estrés tóxico y aumentar el riesgo de psicosis. [103] [104] [105] El trauma crónico puede promover una desregulación inflamatoria duradera en todo el sistema nervioso. [106] 

Vivir en un entorno urbano durante la infancia o en la edad adulta aumenta constantemente el riesgo de esquizofrenia en un factor de dos, [28] [108] incluso después de tener en cuenta el consumo de drogas , el grupo étnico y el tamaño del grupo social . [109] Se ha sugerido que un posible vínculo entre el medio ambiente urbano y la contaminación es la causa del elevado riesgo de esquizofrenia. [110]

Otros factores de riesgo de importancia incluyen el aislamiento social , la inmigración relacionada con la adversidad social y la discriminación racial, la disfunción familiar, el desempleo y las malas condiciones de vivienda. [86] [111] Tener un padre mayor de 40 años o padres menores de 20 años también se relacionan con la esquizofrenia. [5] [112] Se ha sugerido que, además de las interacciones gen-ambiente, también se deben tener en cuenta las interacciones ambiente-ambiente, ya que cada factor de riesgo ambiental por sí solo no es suficiente. [96]

En 2002 en Japón, el nombre se cambió a trastorno de integración , y en 2012 en Corea del Sur, el nombre se cambió a trastorno de sintonía . [28] [288] [289]

   

Básicamente el resto de las modificaciones que se observan pueden muy bien deberse a actualizaciones salvo que no se encuentra ya lo último referido a este último párrafo donde se le da otro nombre en Japón y Corea – pasado ya tanto tiempo y perdiéndose las referencias de los enlaces originales resulta difícil hacer el seguimiento de las actualizaciones. 

A pesar de que esta breve aproximación a los trastornos de sintonía o de integración (mucho mejor nombre y mucho más honesto que se han adquirido en Corea de Sur o Japón; pues de alguna manera vinculan con la responsabilidad al entorno inmediato de la persona afectada sin duda por los efectos ambientales en la infancia, en especial los familiares, sin los cuales dichos trastornos difícilmente prosperarían hasta convertirse en graves enfermedades), ante la cual observamos implicaciones complejas de conceptos biológicos y químicos (más aún se pueden observar esa complejidad si leemos desde el vinculo completo de wikipedia: Ver: Esquizofrenia, Artículo en inglés de wikipedia (fácilmente traducible)  podríamos señalar un rasgo de este trastorno que sin duda llamará en mucho la atención del cualquier lector. La mayoría, por no decir la totalidad de las enfermedades que padecemos los mamíferos humanos tienen su “espejo” en el resto del mundo animal mamífero, del cual, en muchas ocasiones, saltan bacterias o virus de especie en especie hasta adaptarse al Ser Humano (como observamos en la actual pandemia). Sin embargo, el trastorno de integración o trastorno de sintonía (llamado vulgarmente esquizofrenias) no tiene ni su espejo ni referente en el mundo animal ni de nuestro ámbito mamífero. Tal vez la exposición del siguiente artículo (y cómo es tratada esta peculiaridad desde el mundo farmacéutico científico que redacta el artículo), pueda sugerir cierta extrañeza, por lo cual, primero conviene señalar y reseñar la procedencia del artículo del entorno e influencia farmacéutica; en segundo lugar para entender la cierta visión sesgada de dicho artículo, al menos en su exposición inicial y en lo que parece la conclusión incluida en su título, he añadido comentarios que realizo sobre el propio texto “científico” (que más parece proclive a una especie de anuncio comercial) donde parecen señalar haber concluido el origen biológico de una enfermedad o trastorno, en contra de la información científica que se acaba de exponer previamente, cuyo enlace se encuentra disponible en el acceso en idioma inglés.

Esta cuestión ha venido siendo observada por un grupo de científicos que se han puesto a “estudiar” dicha “extraña” circunstancia en los siguientes términos:

La ausencia de esquizofrenia en animales da claves acerca de la genética de la enfermedad

 

La especie animal no es ajena a las enfermedades mentales. La ciencia en las últimas décadas ha demostrado que también los animales pueden sufrir diferentes tipos de trastornos psiquiátricos como las aves, que se vuelven obsesivas, los perros o los caballos que tienen patologías compulsivas, o los delfines y ballenas, que tienden a auto-mutilarse cuando se encuentran en cautividad. El desarrollo del sistema nervioso humano es cualitativamente diferente al del resto de los mamíferos pero desde el punto de vista comportamental, la evidencia muestra conductas extrañas en animales como agresividad, miedos, destrucción, lo que usualmente indica ansiedad o estrés. Se conocen animales que padecen fobias o se ponen muy ansiosos ante la separación. Incluso algunos se muestran tristes y dejan de comer por periodos. Ello parece indicar que, en efecto, el sistema nervioso se ve afectado por diferentes razones y esto se expresa en el proceder.

 

En esta primera parte donde el mundo farmacéutico habla de que las enfermedades mentales o trastornos mentales se hallan también en el ámbito de los animales, incluso de especies no mamíferas – al nombrar a aves – “olvida” (y “desconozco el motivo” (¿?)) señalar un rasgo esencial que se refiere a animales en cautividad y bajo el trato y manejo de seres humanos que los someten o encarcelan para disfrute o negocio personal. Así, cuando un delfín se mutila en cautividad parecen obviar las farmacéuticas que la cautividad no está hecha ni concebida para ser vivo alguno (ni siquiera para el Ser Humano – aunque culturalmente lo hayamos aceptado) y que lo que señala el pretendido trastorno no es otra cosa que una reacción de “rebeldía e insumisión” que se produce en algunos de los ejemplares cautivos y prisioneros que muestran su malestar insoportable, con sentimiento de cercenarse su vida por medio de semejantes manifestaciones. Por si el lector tiene en ello duda se reproduce íntegramente:

Desde un punto de vista médico podemos definir las conductas compulsivas como aquellas conductas anormales que se realizan de forma repetitiva, invariable y sin función aparente. Mason establece una clasificación funcional, diferenciando dos tipos de conductas compulsivas: aquellas que surgen como un mecanismo para afrontar condiciones ambientales adversas y aquellas que son consecuencia de alteraciones a nivel estructural o funcional del cerebro.

Surgen a partir de patrones de comportamiento normales (acicalamiento, locomoción, alimentación, caza, agresividad) pero se manifiestan de forma exagerada, fuera de contexto e interfiriendo con la vida normal del animal.

Este trastorno comparte similitudes con los trastornos obsesivo compulsivos de medicina humana, si bien en medicina veterinaria no está claro que los animales puedan tener pensamientos, impulsos o imágenes repetitivos (obsesión), por lo que se prefiere el término trastorno compulsivo, al menos en base a los datos actuales.

Cuando hablamos de trastornos obsesivo compulsivos es posible que a la mayor parte de la gente le vengan a la cabeza conductas del tipo morderse la uñas, pero dentro de los TOC se describen multitud de presentaciones. Así, podemos hablar de obsesiones como el miedo excesivo a los microbios o la necesidad de orden, o bien comportamientos repetitivos tales como verificar una y otra vez las acciones (por ejemplo cerrar puertas o encender interruptores), lavar las manos de forma repetitiva o repetir palabras en silencio.

Esta misma situación la vemos a diario en nuestras consultas en diversas formas. Estos trastornos son procesos que, aunque se trate de animales, requieren siempre un tratamiento médico y/o conductual y determinar la causa del origen con objeto de evitarla o modificarla.

En la aparición de los trastornos compulsivos existe un fuerte componente genético, siendo frecuente diagnosticar casos en miembros de la misma familia (tanto en humanos como animales). En ocasiones, estar sometido a estrés durante largos periodos de tiempo (estrés crónico) puede actuar como desencadenante, incluso en animales sin antecedentes familiares; así pues, un mal manejo de los animales (largos periodos de inactividad física, falta de espacio, mala alimentación, falta de contacto con otros animales y/o humanos, falta de juego o juego inapropiado) puede actuar como desencadenante o facilitar la aparición o empeoramiento de estos problemas conductuales.

Están descritos múltiples TC en distintas especies animales. En perros los más habituales son la persecución de la cola, dar vueltas en círculo, el lamido repetitivo de uan zona corporal (dermatitis acral), cazar moscas imaginarias, perseguir luces y sombra, la succión del flanco, el pica o el lamido de objetos o del aire. En gatos la alopecia psicógena, morder las uñas o la ingestión de lana entre otras. En aves destaca el feather plucking o arrancamiento de plumas, mientras que en équidos podemos encontrar conductas de pica, tragar aire, morder objetos, apoyar la cabeza sobre objetos, balanceo o movimientos estereotipados.

Los trastornos compulsivos deben diagnosticarse y tratarse lo antes posible, ya que en raras ocasiones remiten sin terapia, pudiendo aumentar en frecuencia e intensidad, llegando en muchos casos a provocar lesiones de gravedad o ser un problema suficientemente grave como para que algunos propietarios se planteen la eutanasia del animal.

En el diagnóstico debe descartarse la presencia de problemas médicos tales como procesos de tipo ortopédico, dermatológico o neurológico entre otros, lo cual puede requerir la realización de diversas pruebas médicas (radiografías, TAC o citologías entre muchas otras) antes de llegar a un diagnóstico definitivo. No obstante, la existencia de un problema médico no excluye que se trate únicamente de un problema etológico y, en muchos casos, deberán tratarse ambos procesos para conseguir una mejoría en el cuadro clínico.

El tratamiento de los pacientes con trastornos compulsivos se centra en varios puntos:

·  Tratamiento farmacológico: busca reducir la frecuencia e intensidad de la conducta problema y alterar el estado emocional del animal, consiguiendo una mejoría en el cuadro clínico pero no curar el problema.

·  Corregir y evitar las malas prácticas de manejo: aumentar las horas de ejercicio y de juego, mejorar la relación con los propietarios (comunicación), aumentar el espacio…

·  Modificación de conducta:

o          Evitar SIEMPRE el castigo (físico o verbal) ya que es una fuente de estrés adicional, lo que empeorará siempre el problema. El empleo de collares de castigo, vendajes eléctricos o sustancias aversivas son siempre desaconsejables, pudiendo constituir en sí mismas una mala práctica y maltrato animal.

o          Evitar calmar al animal o reírse de estas situaciones. Premiar/reforzar la realización de estas conductas, aunque puedan parecer graciosas puede devenir en el empeoramiento del mismo o la realización de las mismas como una forma de conseguir la atención del propietario.

o          El especialista en modificación de conducta (veterinario etólogo o educador especialista en modificación de conducta) empleará técnicas de desensibilización y contracondicionamiento, enfocadas a permitir que el animal realice conductas alternativas a la conducta problema.

Parece claro que el primer objetivo de cualquier farmacéutica “es vender” y en este caso, primero vende el producto, advirtiendo que ello, en sí mismo, no resuelve el problema, porque hay que cambiar algunos aspectos esenciales para que el animalito no se vuelva loco: Las malas prácticas de manejo hay que corregirlas (es decir: lo básicoen cualquier ser mamífero y social) y luego evitar el castigo físico (por ser una fuente de estrés adicional) que siempre empeora el problema, y cualquier método que implique un maltrato animal . y contratar un profesional para canalizar la conducta. (proseguimos con el artículo original): 

Pero hay al menos una enfermedad mental que aunque es relativamente común en los seres humanos -más de un 1% de la población adulta- no aparece en los animales: la esquizofrenia. Aunque pueden existir animales psicóticos,

Tal vez podríamos asegurar que un animal psicótico, en análoga similitud, lo será en función de haber convivido con un “ser humano” “jodido de la cabeza” y que hubiera tratado al animal de tan mala manera que lo volviera psicótico, porque en la naturaleza, en situaciones de conflicto, los animales mal tratados se distancian para que cese una lucha o antagonismo, cosa que ni pueden hacer los animales domésticos ni los seres humanos cuando son niños y obligados a una familia con miembros progenitores o entornos sociales que llamaríamos tóxicos.   

Al no encontrarse los artículos originales que fueran transcritos en referencia y enlaces, se incluyen enlaces que pudieran ser similares – aunque nunca sustitutivos de los originales por obviedad. En especial resultaba interesante un artículo veterinario – de laboratorios de medicamentos donde se marcaban las pautas de tratamiento en animales de compañía - del que se del que se tomaba las referencias concretas sobre la conducta animal y los trastornos que aparecían en contacto con los seres humanos al convertirse en animales domésticos y cómo tratar ello – era un artículo que “de momento” no encuentro íntegro, aunque sí parte del mismo bajo el mismo título (ya que se perdiera el enlace, como en el resto de este artículo del blog).

https://www.adamedtv.com/esquizofrenia/la-ausencia-de-esquizofrenia-en-animales-da-claves-acerca-de-la-genetica-de-la-enfermedad/ artículo original (pero no se detalla como fuere en un principio)

https://lamenteesmaravillosa.com/pueden-los-animales-padecer-enfermedades-mentales/

 la esquizofrenia nunca se ha observado fuera de nuestra propia especie a diferencia de otros trastornos como la depresión o la ansiedad que sí se han encontrado en animales. Partiendo de este hecho, un estudio dirigido por el investigador Dr. Joel Dudley del Hospital Monte Sinaí, proporciona pistas sobre cómo la esquizofrenia surge en el cerebro humano y no en los animales.

Los científicos se centraron en estudiar las HAR (human accelerated regions o regiones aceleradas humanas) que son 49 regiones del genoma humano en el que el ritmo de la evolución se ha acelerado de forma extraordinaria en comparación con los chimpancés y otros animales. Los datos del estudio concluyen que estas regiones juegan un papel importante en la regulación de genes que contribuyen a la esquizofrenia.

Estos genes causantes de la enfermedad están implicados en diversas funciones neurológicas humanas esenciales, incluyendo el funcionamiento del neurotransmisor GABA. GABA sirve como un inhibidor o regulador de la actividad neuronal y está demostrado que los defectos en este neurotransmisor provocan esquizofrenia. Con un mal funcionamiento de GABA se producen alucinaciones, delirios y otros pensamientos desordenados comunes en la psicosis. «El objetivo final del estudio era conocer nuevos datos sobre la arquitectura genética de la esquizofrenia para que podamos entender y diagnosticar mejor la enfermedad», dice Dudley. Identificar qué genes están más implicados en la esquizofrenia y cómo se expresaron podría conducir a terapias más eficaces, como, por ejemplo, los que influyen en la función del GABA.

Este descubrimiento del grupo dirigido por Dodley explica también la aparición de la enfermedad. La aparición del lenguaje humano tiene una relación con la genética de la esquizofrenia, y de paso también el autismo. De hecho, la disfunción del lenguaje es una característica de la esquizofrenia y el GABA es fundamental para el habla, el lenguaje y muchos otros aspectos de orden superior de la inteligencia de los seres humanos. Se puede decir por tanto que el riesgo de esquizofrenia que sufrimos únicamente los humanos está muy ligada a nuestra inteligencia como especie. El investigador aclara sin embargo que aún se encuentran lejos de conocer la genética compleja de la esquizofrenia. «El análisis genético evolutivo puede ayudarnos a identificar los genes más relevantes y mecanismos patológicos que están en juego en la esquizofrenia, y posiblemente otras enfermedades mentales que afectan preferentemente en seres humanos como son los trastornos del neurodesarrollo relacionadas con la cognición superior y la actividad de GABA, incluyendo el autismo y el TDAH«, concluye el experto.

Tal vez que estos “científicos” vinculen los neurotransmisores GABA con la esquizofrenia tenga un recorrido muy corto desde el sentido común, pero que precise, por el contrario, otro mucho más largo para que se convierta en un negocio que dé dinero (perdone el lector, pero es que llegado a este punto de la redacción de este artículo, no solo esto da grima, sino que más bien parece que estamos en manos de una colección de “oportunistas” bien organizados entorno al objetivo estrictamente económico que nació de la idea de : Con una pastilla todo resuelto).

Acabamos de leer como los trastornos de conducta que pretenden tratar las mismas farmacéuticas a los animales de compañía cuando presentan Trastornos de conducta y nos señalan que la medicación no resuelve el problema y que hay que cambiar manejo, conductas y usar de un entrenador para modificar hábitos, ahora vemos que lúcidamente, estos señores que parecen trabajar para farmacéuticas, a su vez, en vez de mostrarnos la raíz del motivo por el cual observan ese grupo de genes concreto y hablan del mal funcionamiento del GABA, nos lían a cualquier lector para no señalar la evidencia de que el mal manejo, el maltrato en los seres vivos (cuando no pueden escapar de él) genera problemas que llamamos “arbitrariamente” psicológicos (parece que para despistar al personal) o psiquiátricos. El daño físico y el maltrato es percibido por cualquier animal, pero aun es más complejo el maltrato verbal en los seres humanos y en especial en los niños y en su etapa de desarrollo hasta la pubertad (cuando no pueden escapar de sus maltratadores porque estos sean sus progenitores o se halle en su ambiente social y no sean protegidos del mismo).

La palabra y el lenguaje es una habilidad desarrollada de manera muy compleja en el ser humano, hasta el punto de que existan zonas en el cerebros que se han desarrollado para interpretar el lenguaje verbal y transformarlo en conocimientos, imágenes, ideas o evocación de sonidos u olores; como tal lenguaje se puede emplear como un arma dañina contra las personas (más si estas son niños o adolescentes y vienen las agresiones de un/a progenitor/a sin que halle a nadie que de ellas le defienda o modere) si al lenguaje, en la versatilidad del mismo, se añade la amenaza, la violencia, la proyección de un futuro adverso y amenazante como profecía, sin duda todos los órganos o áreas del cerebro humano se activaran para intentar prevenirse (porque esa es su función) anticipándose a todas esas tragedias inhumanas que se viven cada día y se preveen vivir cada día futuro; buscando el cerebro soluciones a las mismas que no están a su alcance y por ello entrando en un estado de estrés permanente y alarma intentando prever otra amenaza inminente como las ya vividas. En ese sentido las alucinaciones sean olfativas, de imágenes e incluso de sabores o recuerdos confundidos o extrapolados, señalan que el cerebro, ante el estrés sostenido y permanente, intenta modificaciones en las interpretaciones del entorno, en busca permanente de un peligro o amenaza que se concreta violenta o adversamente desde la infancia, e incluso empieza a actuar la imaginación intentando racionalizar algo tan contra natura en el mundo animal como que un progenitor (o progenitora) sea capaz de arruinarle la vida de esa manera, y en ello construye unas fábulas que justifiquen de manera absurda todo ello; producto de una imaginación construida a base de extender redes neuronales mal conectadas o tan absurdamente conectadas como las vivencias familiares y sociales que vive la persona a si tratada desde niño (en consecuencia es un verdadero reflejo de lo realmente vivido).

Estos científicos al servicio de farmacéuticas (que pagan bien, dirigen el objetivo de las investigaciones y planifican la venta), en vez de señalarnos las evidencias que todos pudiéramos comprender, parecen dedicarse a buscar los daños materiales, orgánicos o disfunciones que pudieran ser constatables, y presentarlos como síntomas físicos de una enfermedad en vez de como consecuencia y resultado de un maltrato sostenido que la ha provocado.  Desde ese punto de vista se ponen parches o se pueden buscar parches químicos, bioquímicos e incluso de cirugía, pero si no se va a la raíz (como porel contrario sí se señala en el caso de los animales domésticos) el mal persistirá porque el maltratador/a siempre estará cerca o porque la sociedad (en su versión más animal de despreciar y seguir haciendo abuso y daño al débil) siempre se resarcirá y volcará su frustración vital (en una idea de competición social permanente) sobre personas así tratadas.

Conseguir que ese funcionamiento del cerebro en “busca de peligros o amenazas” se vaya desactivando y reconstruyendo adecuadamente las redes neuronales correctas, precisa, además del cese de cualquier tipo de agresión, espacios en los que se sienta seguro, relaciones sociales con personas que entiendan por lo que ha pasado ese persona y que está en proceso de mejora, apoyo social, comprensión y una visión positiva y realista acorde a sus capacidades para que proyecte su futuro y esas conexiones neuronales se configuren para conseguir unas relaciones interpersonales normalizadas.

No se descubre nada nuevo, todo esto ya se sabía desde hace mucho tiempo.

La aparente manipulación “comercial” que suelen realizar a la hora de vender las compañías (en este caso farmacéuticas) se podría comprender más fácilmente a medida en que se avance en la lectura del presente artículo, aunque ya se abordaría en un primer acercamiento en el artículo: De donde vienen las palabras? Una manera de confundir o excluir al resto   donde es el lenguaje quien construye barreras ante una sociedad que suele renunciar a una visión y evaluación global de la Ciencia, pues la especialización, de la que todos dependemos, con lenguajes que tienden a ser crípticos hacen renunciar a una visión sencilla portadora de sentido común y por el contrario se cree inaccesible- se llegue a su finalización (resulta obvio para quien siga este blog, que esta reflexión viene en auxilio de personas (como el propio hijo) que en entornos cercanos, sigue sosteniendo “un lio emocional” (en este caso concreto, a base de un muy deficiente “manejo” basado en el permanente chantaje emocional, profecías adversas, generación de falsas esperanzas súbitas y metas inalcanzables que le proponen, a la vez de frustrarle constantemente sobre cualquier persona cercana que realmente brinde apoyo y esperanza realista, en contra de las conclusiones ya establecidas por un entorno que ni concibe esperanzas y si estas se hacen visibles actúa para crear y sostener dudas y así cerrarlas). Se sigue usando del prejuicio social  para asegurarse que el futuro que han proyectado sobre ese miembro familiar se cumpla sin otra alternativa de libertad posible, por medio de ese maltrato que desde los cinco años sufre ante una vecindad y sociedad que no se inmuta, y que por el contrario, parece haberse compadecido de la persona agresora (sin duda “un misterio social de la vida” sobre los cuales tal vez arroje algo de luz, para algunos, este otro enésimo artículo).

 Fracasada la integración (como se describe en los nuevos nombres dados a estos trastorno en Japón y Corea) dos de cada cien personas desarrollan una psicosis esquizofrénica a lo largo de su vida. Aunque una parte de los afectados experimenta una sola fase, la mayoría debe aprender a manejarse con los episodios psicóticos recurrentes. El tratamiento temprano de la psicosis puede mitigar el desarrollo de un trastorno psicótico. Una terapia apropiada también puede prevenir las recaídas. 

"Comprender la psicosis y la esquizofrenia" es una obra editada por el Colegio de Psicólogos Británico y elaborada por investigadores y clínicos de prestigio mundial en el campo de la psicosis, además de personas que habían sido diagnosticadas de psicosis. A pesar de que fue publicada a finales del 2014, ya se ha convertido en un referente en el campo de la psicosis, un trastorno caracterizado por alucinaciones y delirios.

La obra está teniendo un gran impacto entre los distintos profesionales de la Salud Mental. Y un grupo de profesionales se ha encargado en España de traducirla al castellano, con el objetivo de acercar esta guía a un público mayor. Uno de estos “traductores” es Mikel Valverde, psicólogo clínico de la Unidad de Internamiento Psiquiátrico en el Complejo Hospitalario de Navarra , quien la ha presentado el pasado 27 de enero a las 19,30 en CIVICAN, en un acto organizado por el Colegio de Psicología de Navarra. Antes charlamos un momento con él.

Sobre todo una serie de ideas y sugerencias que pueden resonar novedosas en este campo, aunque se han ido fraguando en las dos últimas décadas. Destaca que ha sido elaborado por un grupo de investigadores de primera línea en la investigación de la psicosis (Bentall, Morrison, Boyle, etc), clínicos, y también personas que han padecido psicosis (más del 25% de los participantes) del Reino Unido. Además proporciona una visión científicamente actual, trayendo una alternativa al modelo médico actual de las psicosis, a la vez que suministra una concepción comprensible de la psicosis: las dificultades de tipo psicótico son también dificultades de la vida y tan comprensibles como otras.

La recuperación resulta posible para muchas de las personas y puede haber una vida plena incluso sin una recuperación total o continuada. La publicación muestra lo que resulta de ayuda, tanto lo mostrado por la investigación clínica como la recogida de las opiniones de los pacientes. Estas formas de ayuda superan la forma habitual en la que se presta la asistencia, y sugieren otros métodos mas eficaces, y no necesariamente más caros que los actuales.

La intervención clínica propuesta cambia desde el paternalismo asistencial habitual a la ayuda colaborativa. Se  propone un trabajo colaborativo con la persona en dificultades, que se sustente en las necesidades de esta, y en que se le reconozca la capacidad de elegir. Considera que a cada persona le resultan útiles actuaciones muy diferentes, dependiendo de diversos factores que incluyen las preferencias y los valores de las personas, y que estas deben respetarse.

No todas las personas que tienen experiencias psicóticas (oír o ver cosas que otros no pueden, tener creencias que otros consideran extrañas o parecer estar desconectado de la realidad) experimentan dificultades por ellas. Las que experimentan fuertes dificultades no tienen un origen común en su malestar. Aunque se puede decir que la investigación indica que padecer experiencias biográficas muy dolorosas, en momentos en que la persona se está haciéndose (infancia y adolescencia), como exclusión, humillación, aislamiento, privación, pobreza, desestructuración familiar, pérdidas de personas relevantes en momentos críticos, abuso y maltrato, etc. suelen estar en el origen de las dificultades muchas veces.

 La persona que padece esas dificultades suele necesitar apoyo, un lugar en el que se sienta seguro, y una ayuda muy respetuosa de alguien que pueda ganarse su confianza, sean profesionales o allegados o ambos. Necesita esto más que ser ingresado y medicado en contra de su voluntad. Hoy en día hay servicios en el mundo que proporcionan justo ese tipo de asistencia, que además tienen muy buenos resultados para muchos y un buen nivel de recuperación.

El sistema actual predominante se basa en la idea de que el paciente no tiene conciencia de su enfermedad, ni del origen de su dolencia, ni de lo que «en realidad» le pasa, y se proporciona un tratamiento farmacológico para todos, muchas veces en contra de su voluntad, y esto puede crear una brecha entre el mundo profesional y las personas tratadas, y a veces este tipo de asistencia puede resulta literalmente traumática, tal como se pone de manifiesto en los estudios que consideran la experiencia de los pacientes.

Otra asistencia es posible –que de hecho se ensaya en algunos lugares del mundo- es una de las ideas que nos trasmite la guía. Se necesita reaprender de una tradición asistencial respetuosa, que viene de antiguo, que consiguió y consigue buenos resultados y proporciona una ayuda que valoran los pacientes. La perspectiva de medicar a todos y a largo plazo conlleva muy malos resultados a medio y largo plazo para muchos pacientes, que acaban incapacitados buena parte de las veces, y esto es atestiguado por los estudios a largo plazo.

La guía e informe es una traducción de la obra realizada desde la División Clínica del Colegio de Psicólogos Británico. Fue creada pensando en los profesionales, pero también en los pacientes y allegados, gestores de servicios asistenciales, periodistas, mundo judicial, etc. Quiere dar a conocer en un lenguaje directo y sencillo todo lo relacionado con los problemas psicóticos, lo que resulta de ayuda, y alienta una mejora en la organización y prestación de servicios. Las personas que hemos intervenido en la traducción al castellano hemos añadido también un apartado de recursos en español, un comentario sobre el tratamiento involuntario en España, y comentarios de profesionales y pacientes a la lectura de esta obra. Es una obra en descarga gratuita, y accesible en las páginas web de algunos colegios profesionales, y en las de algunas asociaciones de salud mental, en páginas de pacientes. 

Como Mamíferos que somos, basta mirar al mundo animal (que tanto aparece en los programas de Naturaleza desde hace muchas décadas, desde que los naturalistas entraran en los medios de difusión de grandes masas, como la televisión) para verificar que incluso las más terribles, despiadadas y crueles bestias que habitan nuestro planeta en estado salvaje (como los leones y leonas), precisan (cuando son mamíferos) de unos cuidados muy especiales que otras muchas especies parecen obviar. La protección, el cuidado continuo, el roce (como manifestación de afecto incondicional), defenderlos ante propios y extraños, acercarles poco a poco a las experiencias que le serán imprescindibles para sobrevivir por sí mismos, permitirles jugar y desarrollar sus potencialidades… todo ello resulta esencial y básico para el desarrollo con éxito de los vástagos, camadas, o bebés que tienen que madurar en cualquier ámbito o clan social de los mamíferos en libertad. Más aún en los seres humanos cuyo desarrollo hasta la plena madurez y adaptación es muy largo y precisa de un constante apoyo emocional, seguridad y acompañamiento en las experiencias para lograr alcanzar su identidad plena y con ella el desarrollo de sus capacidades e independencia.

Si bien nos podemos identificar (en los programas de Naturaleza) con el mundo de los primates por nuestro parecido físico y cercanía (como especie cercana con rasgos físicos similares) con estos grupos y vemos las continuas necesidades de protección que a los bebes de primates ofrecen las madres y tías de una comunidad, también conseguimos similar adhesión emocional cuando son camadas de leones, o de osos o bebes elefantes de manera similar aunque exista una distancia mayor en la semejanza entre esas especies. Se debe principalmente a que son mamíferos y como tales dependen de la nutrición inicial de las madres (por medio del alimento básico de la leche, lo que implica para el bebé que su madre también asume la protección constante de sus ser corpóreo y de sus necesidades de soporte de seguridad en todos los planos que precise en su desarrollo): la protección que estas otorgan (cercanía constante de madres o tías) para que puedan no solo aprender el comportamiento de su manada o clan sino básicamente tener la protección del grupo porque en la vida del mamífero (en general) el alejamiento del grupo y la soledad (aunque sea breve) es motivo y señal inequívoca de alamar y riesgo vital fundado y fundamentado, pues todas las especies predadoras (en especial si son también son mamíferos) “conocen” y “saben” instintivamente, que un momento de aislamiento, alejamiento y soledad de un cachorro o un joven inexperto e incluso un ejemplar adulto (como un ñu) aislado de su manada se convierte en “presa” y consiguientemente en ocasión y oportunidad “adecuada” y “estandarizada” (en la propia Naturaleza con sus leyes de la vida/muerte) a no desperdiciar el “momento” (ya sea por descuido o por abandono, pues si abandonan “por algo será”, pues nada en la Naturaleza es totalmente accidental) por lo que cualquier especie que tenga el papel de predador en cualquier ámbito social o medio de la Naturaleza, sabe que hay un momento propicio para satisfacer su instinto biológico más terrenal sobre una “presa o víctima”.

Desde este punto de referencia en la propia Naturaleza podremos comprender que los cuidados, seguimiento y supervisión que precisa un bebé, un niño o un adolescente (de su entorno inmediato) son esenciales (y requieren de amor verdadero) si queremos que sobreviva física y emocionalmente a un entorno social (humano) que, a pesar de decir poseer amplios conocimientos para que todos los individuos de su sociedad salgan adelante, sigue manteniendo o fomentando el alejamiento del mundo natural, propio de los ambientes rurales donde un niño, creciendo, puede ir verificando una realidad mucho más acorde con sus propias necesidades biológicas en la conducta de los animales y percibir a la vez los ciclos de la naturaleza en toda su extensión, de manera cotidiana, como una verdadera alternativa realista a un mundo familiar  cuando este se muestra rígido, intolerante o abusivo en extremo; en el entorno de la Naturaleza aparecen “espacios” donde la imaginación puede ser guiada por las reglas de una naturaleza rural asequible y segura, generando verdaderas alternativas viables para un ser humano castigado por su vulnerabilidad. Aún así, en el mundo urbano, donde existen pocas alternativas que no se hallen delimitadas por la “civilización urbana” llena de mensajes y consignas teóricas y poco contrastables con la realidad del mundo natural y sus ritmos, prevalecen esos mensajes como única realidad mental, siendo fácil llegar a creer que no existe alternativa a la propia vida fuera de esos permanentes mensajes basados en la competición, la continua prueba, el liderazgo para el éxito y un continuo estrés que ya forma parte de una conducta cotidiana.

El desarrollo de la sociedad ha venido alejando a sus miembros de la propia naturaleza con la que estamos vinculados hasta el punto de que los instintos básicos de la condición de mamíferos y de los cuidados que se deben dar a la prole ha sido puesto, en gran parte de nuestra Historia como Humanidad, en segundo plano. Hay y sigue habiendo adultos (incluidas progenitoras) que pueden seguir considerando que los hijos “no se enteran de nada” o que “su opinión no importa” y que siendo de un rango “inferior” deben soportar mentiras, manipulación, excesos y violencia emocional y física si es preciso para que sean sumisos plenamente a la autoridad de los progenitores (sin caer en la cuenta, o desvalorar los efectos y consecuencias que ello puede llegar a producir en un niño).  Incluso algunos progenitoras (desvinculadas del momento del parto, donde los mamíferos lamen al nuevo ser para quitarle los restos de placenta y en ese acto “reconocen” la singularidad e identidad propia de cada nuevo ser nacido) en la carencia de ese acto los han podido creer (y concebir) como seres en propiedad e incluso parte de su propio cuerpo, y en consecuencia usarlos o tratarlos como extensión propia del suyo propio llegando a concebirlos primero como “juguetes” (para cualquier fin) y posteriormente, siendo parte de ellas que no obedecen o cumplen expectativas lanzar sobre ellos todas sus frustraciones personales e incluso cualquier adulto cercano –como señala la peli “qué bello es vivir” (no confundir con "La Vida es Bella" donde el protagonista (James Stewart) queda sordo de un oído por la bofetada de un tendero para el que trabaja haciendo recados - y que debiera "ser manera" de tratar  por entonces - y que para más "INRI" se había equivocado el tendero de píldoras de medicamento, pudiendo haber causado la muerte de una persona. (Ver escena: Donde le pegan la bofetada en qué bello es vivir)   – muestra el derecho que “se toman” los adultos de una sociedad sobre niños o adolescentes, como práctica generalizada, en las sociedades occidentales cuando se les hace culpables de cualquier adversidad, como señala esa película mencionada. 

Desde una visión de estrategia general, algunos mamíferos dan a luz muchas crías escasamente desarrolladas en cada estación reproductiva. A pesar de este estado relativamente subdesarrollado, los jóvenes tienden a alcanzar la relativamente pronto Madurez, pudiendo reproducirse sin haber alcanzado el tamaño o el aspecto de individuos maduros. Normalmente esto va relacionado con altos índices de mortalidad y baja esperanza de vida como ocurre con los roedores o los antiguos insectívoros. Por otro extremo del espectro de la historia de la vida, otras especies dan a luz un escaso número de individuos en cada parto. Estas especies tienden a vivir en ambientes estables donde la competición por los recursos es el único obstáculo para la supervivencia y el éxito reproductivo. La estrategia de estas especies es invertir energía y algunos recursos en conseguir descendientes altamente desarrollados que consigan ser buenos competidores. Los cetáceos, los primates y los artiodáctilos son ejemplos de las órdenes que siguen este patrón general. 

Sin embargo, cuando las culturas humanas se han alejado de los entornos rurales y del contacto con “las reglas y ritmos” de la naturaleza (y ello se muestra que afecta determinantemente en algunos aspectos medibles; en estadísticas sobre partos, pues se verifica que ya no hay efecto de la luna llena ante el desapego que hace posible el mundo urbano y científico en sus reiterados mensajes de descreerse influencia alguna aunque esta se viera reflejada en esas estadísticas; por lo que los mensajes, si los creemos, sí pueden llegar modificar el ritmo de nuestra propia naturaleza biológica), han permitido que algunas generaciones hayan crecido plenamente despaldas a las posibilidades y oportunidades de experiencias y aprendizaje que ofrece el mundo rural (como poblaciones pequeñas muy conectadas con el entorno natural “seguro”)  que nos rodea, e incluso las personas acostumbradas a vivir en el mundo urbano pueden acabar concibiendo como una molestia llena de ciertas incomodidades e incluso de falta de los estímulos acostumbrados a recibir (estímulos llenos de ruido, sirenas que causan cierto sobresalto recurrente, pues para ello están concebidas, y un bullicio casi constante de vehículos y gente “desconocida” que parecen tener siempre prisa, a veces solo para sentarse frente a un televisor para seguir teniendo estímulos a los que se hallan acostumbrados como si de una droga se tratara, o ver actividades deportivas o culturales donde se concibe la idea de ser parte de una cultura urbana donde siempre se ha de “hacer algo” para llenar de contenidos que van y vienen como si de una moda o continuo devenir, en constante cambio, no hubiera de perderse, para hacer concebir al entorno que se está integrado y a la última)

La cierta versatilidad del mundo urbano puede hacer efímera la consistencia de los valores y sus contenidos, que parecen mudar, cuando sabemos que los valores son permanentes e inmutables, siempre se hallan vigentes, siendo el “foco” político el que entra en debate y hace posible destacar algunos que pasaban desapercibidos pero, a veces, a costa de sacrificar otros que también siempre estarán vigentes por ser también valores, pero que acabaran permaneciendo en estambay hasta que a alguien se le ocurra recordarlos o las circunstancias lleven a intentar rescatarlos (como es el caso de justificar el racismo en el futbol por considerarlo un elemento más cuando de lo que  se trata de desmoralizar al adversario con humillaciones y ofensas, para que baje en su rendimiento o cometa fallos; lo que en sí mismo señala la falta de convicción en vencer al rival dentro de las reglas de juego convenidas como igualdad de oportunidades para todos).

Esa ruptura con una realidad natural y rural (donde las personas transforman parte de la naturaleza siguiendo sus reglas – y por lo tanto asumiéndolas en cierta manera como reglas universales para la vida y la existencia -  generan sustentos para todos) de la que todos dependemos como seres biológicos que somos, ha traído otra ruptura que pudiéramos concebir como más determinante, pues hemos ido modificado lo que siempre se podía concebir como el “sentido común” del mundo de los agricultores y hemos venido aceptando todos y cada uno de los mensajes que nos llegan del artificial mundo urbano (mensajes científicos, técnicos, económicos, tecnológicos, de cómo entender y obtener el bienestar: las nuevas tecnologías, las oportunidades de prosperar, vender una imagen personal desde el cálculo científico, la promoción, la oportunidad de negocio, la transcendencia de las decisiones o rivalidades políticas, los problemas del mundo y su globalización…. Suelen, a la postre,  sobrepasarnos o hacernos rehenes de una lógica, que aunque se presente como cierta por sus efectos en el plano material por medio de conflictos y violencias que se plasman en el mundo de los que los noticieros dan imágenes, no nos permiten concebir alternativa sino es dentro de la propia lógica que nos ofrece ese mismo mundo artificial con sus objetivos particulares de los cuales nunca nos pidieron verdadera opinión, sino era dentro de un estrecho margen de posibilidades en el cual se definen parámetros que tampoco son objetables). Apenas se puede interpretar correctamente todo lo que nos llega, por lo cual, la mayoría de las personas escuchan las noticias según el “tono y los adjetivos que se emplean” al darlas y, sobre todo, están atentos a si el final de las mismas portan solución, esperanza o se han producido lo suficientemente lejanas como para sentir, a pesar de un posible sobresalto (uno más a los cuales ya se suman técnicas de narración, por las cuales el tono de del comentarista nos indica si debemos poner un plus de atención, como si de un subrayado o letra negrita en un texto leído se tratara) al final de la noticia podemos sentir cierta seguridad.  Damos siempre por cierto lo que nos dicen y con ello construimos una realidad cotidiana lógica a partir de una idea al alza de lo que sucede en el mundo y en el entorno que nos permite seguir con nuestras vidas.

 Todo ello es posible porque nuestro cerebro (con nuestra mente) es lo suficientemente “plástico” (y adaptativo) para sobrevivir o sobrellevar circunstancias adversas y acabar por aceptarlas e integrarlas de manera que nos afecten lo menos posible en nuestras vidas cotidianas. Es por ello que siempre estaremos dispuestos a aceptar la narración más simple y aceptable que nos haga sentir distantes, singulares y a salvo. 

Por encima de las estructuras de los tejidos que conforman nuestro cerebro (como soporte puramente material de nuestra existencia) se halla la “mente” como si de un “halo” que se manifiesta o sobre vuela” en el propio cerebro y que hace posible la singularidad de cada ser humano o cada mamífero, o tal vez cada ser viviente. Mientras que las respuestas biológicas primarias tiene el objetivo esencial de la supervivencia del individuo, grupo o especie, la mente puede ir mucho más allá y “especular” con el entorno de la Naturaleza y la propia existencia en busca de respuestas más transcendentales o simplemente experimentar el placer de la existencia y los estímulos que esta genera en nuestros sentidos con plena satisfacción y consciencia; por lo que es la “mente” la que realmente porta las cualidades que llamaríamos “alma” (y como tal alma la podríamos concebir realmente inmortal, semejante al D. descrito en la biblia, que no posee color ni raza, que es todo poderosa en fuerza, voluntad, esperanza y fe, y cuya limitación temporal se halla en la existencia sobre un cuerpo – ya sea humano o animal o tal vez vegetal también – que vive en esa limitación – que parece ciertamente insalvable y real - que siempre podría transcender contra todo pronóstico que esgrimiera una visión meramente materialista).

En alguna manera la representación de la Capilla Sixtina de la creación de Adán se podría referir a esa convicción, donde el cerebro es el soporte de la mente (mente que se manifestaría a través del cerebro, por lo que nunca, pese a las apariencias, resulta realmente dañad, si la concebimos como Alma); y la igualdad y semejanza del Ser Humano con D. que señalaría la Biblia se referiría más bien no a un aspecto físico sino a la propia mente en cuanto a Alma se refiere  y de ahí su capacidad de unirse a D. Por ello sería capaz de transcender, incluso, los intereses materialistas que se manifiestan en las sociedades humanas, cuando estos intereses responden a impulsos biológicos primarios destinados a hacernos sobrevivir, pues la visión de la mente sería la visión espiritual que transciende la propia condición puramente biológica humana. El hecho de encontrar tejido cerebral (neuronas) tanto en el corazón como en zonas del aparato digestivo, señalaría que la mente también “opera” desde esos sistemas orgánicos (haciendo posible concebir que cuando se habla de corazón y amor – en el pasado – se esté en una certeza plena ya intuida sin precisar verificaciones científicas; y cuando se habla de “tripas corazón” estemos en un conocimiento similar no imaginado por la ciencia hasta que no lo verificaran sobre tejidos neuronales – siguiendo la Ciencia el principio de “ver para creer”, que evoca al de Santo Tomas). 

Como todo, al parecer, en este Universo de vida, existe un opuesto representado por el materialismo – que en sí mismo es definido como visión extrema y radical (tal vez también reflejado en la misma Biblia bajo cuando habla de un principio de justicia basado en el “Ojo por ojo”) que negaría la espiritualidad del Alma y la reduce a fenómenos físicos, químicos y biológicos, para desde ahí intentar constituirse, sus miembros, en el vértice superior de la cadena trófica del mundo de los seres animales inteligentes, alegando conocimientos científicos veraces y completos, e intentando sumir al resto de la Humanidad a la fe de una Ciencia que siempre y en todo tiempo prometió saber “todo” y tener autoridad en ello y en el devenir del futuro (que a veces describe como idílico y prácticamente un paraíso). 

Sin embargo, cuando más se parece el Ser Humano a las bestias salvajes es cuando entra en conflicto (sobre todo a nivel de Estados) como ya me he referido al verificarse la existencia en los escudos de armas o en edificios relevantes que representan Instituciones sólidas de un Estado; el símbolo, por ejemplo, del León, como manifestación (en principio de virtudes como la fortaleza, que es como se suele interpretar y mostrar, pero que a la postre, cuando el antagonismo con otras naciones lleva al conflicto bélico, vemos en realidad manifestaciones extremadamente violentas, crueles o sanguinarias, que incluso superan, en algunos aspectos, lo que pareciera irracionalidad biológica animal León)

Sin duda, el ser humano no se ha despegado de su vertiente violenta a la hora de afrontar conflictos y, como mucho, describiría una formula de violencia aparentemente pacífica, descrita como Pasiva/Agresiva, que puede pasar inadvertida ante los inexpertos, y que requiere verdadero conocimiento de la naturaleza “espiritual” que rige en las personas (sus anhelos, convicciones y metas) para ejercer un verdadero daño sobre las mismas, que pase desapercibido al entorno social, cuando no reforzado por el mismo según el relato que se imponga en cada caso concreto.

Suele sorprender que detrás de una narrativa épica de un conflicto que causa gran convulsión social, si se profundiza, se observaría la certeza del dicho “En la guerra vale todo”. AL principio se puede pensar que ello se debiera al hecho de que la pasión desatada (como vertiente animal) domina a los seres humanos en una especie de “orgía de sangre y fuego” y, sin embargo, cuando se va más allá parece vislumbrarse, con cierta evidencia, la ambición y la determinación de obtener o preservar el poder. Siendo ello parte de la condición humana que nos alcanza hasta nuestros días, sin duda, bastó profundizar más allá de la épica de nuestra Guerra Civil para vislumbrar que parece existir un conjunto de requisitos y procedimientos, que suelen ser reiterados (en la historia) para desencadenar un conflicto en un lugar concreto, donde suelen intervenir intereses de otros Estados para decantar la balanza de uno u otro lado de los contendientes. (bastaría para ello recordar el artículo: “El empeño de Londres en cambiar el Anarquismo en España por el comunismo controlable y controlador”

A la definitiva, se muestra que la violencia llega a extremos poco concebibles en una sociedad pacífica (atribuible en ese caso a una “pérdida del sentido común” por lo que todo se pudiera resolver de manera aceptable). Y sin embargo, desde la antigüedad, equiparar fuerza con divinidad parece requerir que quien ostenta esa autoridad fuera capaz de transgredir “todo sentido común” para mostrar su lado más salvaje y así mostrar al resto que no teme a ninguna ley considerada divina que pudiera juzgarle o que tal persona no teme de facto sufrir o padecer lo que hiciera sufrir o padecer a otras para instaurarse en el poder y luego conservarlo. Es como si de una “violación” de los principios y valores básicos, que s e vinculan con el Ser Humano se tratara, y paradójicamente ello se conciba como fortaleza y rasgos de no temer “el juicio divino” de quien hiciera posible nuestras capacidades humanas en eso que parece una Ley que rige el Universo, y que luego nuestra propia conciencia nos pidiera cuentas, en el momento de abandonar este mundo. 

Parece observarse que las relaciones internacionales se rigen, al menos en occidente, desde la visión del imperio anglosajón (EEUU/UK/ Commonwealth. Y en esa relación entre naciones lideres y subordinadas, la historia se desenvolviera de manera encriptada a los ojos de la inmensa mayoría de las sociedades, por mucho que la prensa o los medios de comunicación dieran noticias o presentaran argumentos para el lector, el radioyente u hoy en día la TV o Internet. (ya señalaría en un artículo, que basta que un locutor lea una narración de un hecho extremo grabado en video, para que a pesar de la evidencia de las imágenes, la inmensa mayoría de los ciudadanos que las visionan en un noticiero, den más valor a las palabras del narrador periodista de una cadena de TV que a sus propios ojos; y esto ya representa un hecho relevante y aceptado e incluso no objetado por la inmensa mayoría de ciudadanos a los que les basta saber “cómo se traduce por los gobierno y sus medios de comunicación” un hecho concreto).

Es así de tal manera, que los gobiernos, como señalaría la cuestión de la Semana Trágica (1909) en España (Barcelona) actuarían con una visión legitima para controlar a la propia población que acabaría siendo cuestionada fuera de nuestras fronteras (con la ejecución de un personaje dedicado a la pedagogía que hoy aceptamos como viable y positiva, pero que en aquellos momentos se vería de manera bien diferente). Y todo ello acabara con la caída de un gobierno y un reproche a los que criticaron desde fuera señalándoles otra situación vergonzante de similar magnitud a la que nos reprochan.

Es decir, hay un criterio (existiría un criterio) de gestión interna de la sociedad  y otro bien diferente en las relaciones de rivalidad, competición o alianza,  entre Estados que no suelen ser explicitados, en lo que parece una compleja trama buscando controlar (o escaparse del control) del imperio dominante (o de los Estados por conservar un margen real de independencia ante el imperio que domina) de manera que si se destapara esa trama fuera poco creíble por la ciudadanía (por ejemplo de que el régimen de Franco apoyara a la cuba de Fidel o permitiera pasearse por Madrid al Che Guevara, o apoyara a Allende en Chile; todo ello sería desmentido con facilidad por el propio régimen si hubiera sido desvelado por EEUU; y análogamente sistemas de control sobre el Franquismo con medios también violentos o inasumibles si no fuera por las declaración de miembros de agencias de inteligencia que en ello trabajaran). Todo tipo de estrategias humanas para conservar un poder desde arriba (frente a terceros piases o frente a la propia población) nacen del ser humano y s e podría constatar también, en ocasiones, como estrategias comunes de miembros de en algunas o muchas familias - familias comunes de estar por casa - con la misma finalidad de dominio).

(por ejemplo, si una potencia anglosajona (como EEUU) usa, otra vez en la Historia a un país vecino como Marruecos para dar un tipo de “toque” que resulta alarmante – porque cuando se dan se suelen desencadenar situaciones muy adversas – resultaría lógico entender que si te encuentras al líder que desencadena (por la espalda) dicha acción y resulta que es la nación imperio (y no quiere hablar contigo, para que tengas más miedo del “toque dado”) aunque no quiera hablar le dirás “Y esto a qué viene? Porqué no habla con nosotros claramente y nos dice qué espera de nosotros? Hay algún problema?. Sin embargo una situación tan sencilla de entender se podría intentar mostrar, para despistar a cualquier ciudadano, diciendo que qué vergüenza!!! Cuando lo realmente duro es la amenaza de fondo que por otro lado también le ocurriera al JC I en 1974 (con Franco en la cama y viéndose en trace que pareciera final) y el entonces príncipe temiera que el “toque” de EEUU le obligara a tomar la decisión de inaugurar su etapa como monarca, teniendo que volver a declarar un escenario de guerra en Marruecos – lo que llevaría, sin duda, a cuestionar que en España los planes de los EEUU fuera permitir una democracia; que parece ser que fuera lo que JCI tuviera que exponer y para ello ceder en cuestiones frente a Marruecos que llegan a nuestros días y que históricamente suponen, de no solucionarlas, un desencadenante de conflictos muy graves en la península (Es decir, nuestro punto débil).

Esta aparente doble moral entre el discurso político formal parece seguir las normas que otros señalaran como parte del mundo de la política: Las guerras sirven para destruir hombres, la política para engañarlos. Y no parece que haya solución histórica a estos procederes.

Mientras tanto, el único refugio de las personas de bien siempre será no ir por la senda de imitar lo que desde arriba parecen hacer, sino sostener valores con determinación y nunca ceder ante ellos; porque quienes lean y entiendan (como señalaba Ortega y Gasset) que hay que leer y entender la Historia, verán y entenderán.