Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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jueves, 15 de julio de 2021

¿De dónde vienen las palabras?

 

¿De dónde vienen las palabras?

 Argot, una manera de “confundir” o “excluir” al resto.

 

La escuela nunca fue el mejor lugar para aprender ni enseñar cultura, al menos desde que en mis tiempos (hace ya casi sesenta años) toda Europa estaba inmersa en la idea básica de que “la letra, con sangre entra”. El mito de que el franquismo hubiera impuesto una enseñanza “violenta” (y por ello, un ambiente de “terror” latente en las aulas) era simplemente una falsedad para quien quisiera aceptarla. “Los doscientos golpes, de  François Truffaut” (me quedé corto; al mirar cómo se escribía el nombre del director he visto que eran más golpes, muchos más, prácticamente el doble: 400 golpes, y sin duda el director quería expresar de manera bien evidente el exceso que contemplaría y que él mismo viera y viviera) los que le caen encima a un joven hasta “destruir su vida”. Sin duda una peli de denuncia realista (y en blanco y negro, como debía corresponder) (de la que en alguna manera se desdijo, con el tiempo, que fuera biográfica pero acabó por denunciar nuevamente un centro en concreto). No solo en Francia existía la violencia escolar y la humillación, en Inglaterra también, y supongo que en otros lugares centroeuropeos sin duda (el propio aspirante a la corona, D. Juan, estudiando en Inglaterra recibiría castigos físicos; toda una sociedad democrática que aún parece resistirse del todo a abandonar la violencia en las aulas). Pegar a los niños parece que tuvo su “época dorada” en la cultura europea (parece que venía como recomendación para el maestro desde el mundo griego) incluso en tiempos de la siempre rememorada como perfecta II República Española, donde el término “instrucción” – que ya venía de antes - señalaba el contexto de la escuela pública.

 

Cuando se bucea en el carácter de personas reconocidas por su “saber hacer” sorprende que en España, personas como Azaña (que en su día fuera ensalzado tanto por el centro izquierda como por el centro derecha, sin duda a leer y acercarse mejor a su persona, por medio de sus diarios) se constata que el carácter muestra rasgos de violencia vivida en la infancia, en sus respuestas que parecen a veces “agrias” y mal humoradas; y en su verbalización donde muestra que en momentos de su vida (probablemente cuando más vulnerable fuese) “intentar razonar” y “expresarse” ante una autoridad (concebida siempre desde su capacidad “legítima” de ser violenta y violentar a las personas e hijos, y por ello considerarse perfecta)  no solo fuera inútil, sino incluso a veces motivo, más aún, de mayor castigo (porque contestar o intentar expresarse, era considerado un desafío intolerable, inaceptable y signo de incipiente rebeldía – observado desde una cadena de violencia que se transmitía de generación en generación).

 

No hace mucho, algunos pocos años, me llegaría por wasap una foto del grupo de chicos que íbamos al colegio. Tendríamos unos 6 años de media. Y me preguntaba a mí mismo de dónde sacarían “el valor” algunos maestros para pegar a los niños. Gente “ignorante”, de mente “cerrada” que incluso insultaba a los alumnos y que con ello, en vez de esparcir conocimiento y amor por cada día saber más, construirían una sociedad, en sí misma ignorante e incapaz de acercarse a ideas y avances científicos para los cuales – era indudable – se precisaba permitir un hueco a la imaginación y la creatividad, y al “trayecto” individualizado.

 

Y sin embargo siempre hubiera una percepción alternativa que pusiera el acento en la persona y su integridad física y moral, incluso si era niño. El Proyecto Libre de Enseñanza, solo al alcance de privilegiados.

La Institución Libre de Enseñanza o ILE fue un proyecto pedagógico que se desarrolló en España durante más de medio siglo (1876-1939*), inspirado en la filosofía krausista introducida en la Universidad Central de Madrid por Julián Sanz del Río, y que tuvo una importante repercusión en la vida intelectual de la nación española, para la que desempeñó una labor fundamental de renovación.1

 

Friedrich Krause

 El panenteísmo consiste en una estructura metafísica que pretende conjugar la inmanencia y la trascendencia de Dios sobre el mundo. En teoría social destaca por defender la autonomía de las distintas esferas de lo humano, como la ciencia y la educación, y fue pionero en reivindicar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, los derechos de los niños, así como los derechos de la naturaleza, esto es, el ecologismo.

Principios pedagógicos[editar]

La ILE ensaya una pedagogía que sigue las aportaciones de Francisco Giner de los Ríos y será después incorporada al Instituto Escuela16

·  Se trata de instruir, pero también de educar el carácter.

·  La meta es la formación total de la persona, por lo cual se ha de cuidar incluso el edificio y las instalaciones, que estén bien iluminados, etcétera

·  Se cuida el desarrollo del cuerpo, que ha de ser paralelo al del espíritu. Mens sana in corpore sano. La ILE fue la primera en introducir en España el foot-ball o fútbol. También fue la primera en introducir el deporte femenino, sobre todo el tenis, pero también en otros deportes. Al respecto Castillejo y otros institucionistas eran anglófilos consumados.

·  Defienden el papel en la pedagogía de la intuición. Se trata no de enseñar las cosas, sino de enseñar a hacerlas, procurando que la educación involucre al estudiante de una forma activa. Le dan una gran importancia a los apuntes, las redacciones y los dibujos incluso en la enseñanza media y primaria. Los alumnos, por ejemplo dibujan, escriben y poetizan sus sensaciones después de cada viaje cultural en sus cuadernos. Hoy está de moda el periodismo escolar.

·  Conceptos como el de evaluación continua cercana al alumno, evitando el examen, eran ya práctica habitual a partir de 1918.

·  Como escribió José Castillejo a su primo Enrique Cantalejo a fines de 1902, "los ideales de la paz no arraigan fácilmente en generaciones educadas en un estrecho y agresivo nacionalismo" y "el ejemplo y la educación es el mayor legado que los padres dejan a los hijos"

·  Los puntos fundamentales de la doctrina pedagógica de Francisco Giner de los Ríos son la educación física, la artística y la moral.

·  La educación moral no es sino la formación del carácter, en lo cual es un factor decisivo la personalidad del maestro.

·  Como se trata de educar, su base primordial e ineludible es el principio de la "reverencia que al niño se debe"; es una educación que tiene el respeto por cualquier persona un principio fundamental y que procura sembrar en la juventud respetando la más absoluta libertad.

·  Se trata de formar hombres, personas "capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades". De ahí que el papel de una profunda formación en humanidades sea fundamental para, desde ella, cimentar una educación profesional de acuerdo con las aptitudes y vocación de cada uno.

·  Conseguir este objetivo implica cultivar el cuerpo y el alma, de manera que "nada le fuese ajeno". De ahí también la atención a la salud, la higiene, el decoro, el vigor físico, la corrección y nobleza de hábitos y maneras; la amplitud, elevación, delicadeza del sentir, pues para poder aprender lo primero que hay que hacer es educar la sensibilidad para lo que va a venir después, la depuración de los gustos estéticos; la tolerancia, la ingenua alegría, el valor sereno,la conciencia del deber, la honrada lealtad, la formación en suma de valores armónicos... Hay que unir los ejercicios físicos a los juegos.

·  Se potencia el trabajo personal y creador, el procedimiento socrático y la individualidad de la acción educadora. Todo ello a la luz de Pestalozzi y Froebel.17

·  Rechaza el libro de texto y prefiere una educación práctica formada sobre todo por viajes y excursiones. La labor del maestro consiste en despertar y mantener vivo el interés del niño excitando sus pensamientos, sugiriendo cuestiones y ampliando con otros nuevos sus puntos de vista. La clase, activa, ha de servir para enseñar y aprender a trabajar estimulando y valorando el esfuerzo, el trabajo personal.

·  La educación no abarca un periodo determinado de la vida, sino la vida entera.

·  Al menos teóricamente, cada lugar necesitaría su escuela específica y cada muchacho necesita un plan de estudios especial, adecuado a su vocación y sus condiciones. Pero como esto es prácticamente inviable, es preciso que una dirección inteligente vaya determinando a posteriori la marcha de sus trabajos. Es en la enseñanza superior donde puede darse más flexibilidad dejando un gran espacio a la iniciativa del estudiante en la elección de su plan de estudios, mediante la sustitución de unas asignaturas por otras, y encomiendan a los llamados tutores la dirección y ayuda de cada joven.

·  Respecto a la universidad, lo primero que necesita es autonomía para poder moverse libremente, sin trabas externas administrativas ni tutelas dogmáticas. También es esencial tener un profesorado con "densidad científica, vocación docente, generosidad y abnegación corporativas". Y, en fin, necesita disponer de los recursos económicos necesarios. La renovación universitaria exigiría que el nuevo profesorado saliera de las minorías científicamente revolucionarias que forman en las avanzadas. Más que elegir un profesorado y que la evolución se haga al paso de los que vienen detrás plantea también saltos hacia adelante.

·  En lo referente a los exámenes (el examen de Estado) piensan que todo examen es ya en sí mismo desmoralizador, favoreciendo el engaño la repentización y el memorismo. José Castillejo recuerda que Alemania, el país de menos exámenes, es uno de los de mayor eficiencia científica.18

·  El trabajo manual agudiza el ingenio, la originalidad es una puerta de salida a la actividad del niño y favorece la virtud de la paciencia y la creatividad.

·  El ideal estético ha sido otra de las grandes aportaciones modernas a la obra de la educación. Su cultivo tiene formas exteriores bien conocidas, desde la decoración de la escuela hasta el estudio de los grandes modelos artísticos y literarios, el conocimientos de los tesoros acumulados en los museos, la música, el paisaje, el dibujo y tantas otras. Lo esencial es hacer el espíritu del niño sensible a las emociones estéticas y activo para convertirlas en ley de su vida.19

 

 

 

Ser y Estar son esas dos palabras, esos dos primeros verbos que se enseñaban en el colegio cuando se aprendía a conjugar. Probablemente ambas palabras, ambos verbos, representen la mayor incógnita que se le presenta a un niño por esa vertiente paradójica y casi metafísica de ambos verbos; difíciles de mostrar y abordar por los maestros (¿Qué es “Ser”?  y qué es ¿Estar? Y porqué se empeñarían en emparejarlos para conjugarlos juntos).

Resulta casi obvio que “Ser”, un “Ser” se refiere a un viviente que tiene consciencia de estar vivo y que por eso mismo se puede llegar a reconocer como “Ser”. Por ejemplo un lápiz no puede reconocerse como “Ser”, porque carece de la capacidad de poseer vida y ser consciente de ser lápiz y decirse así mismo: Soy Lápiz. Aunque un niño u otra persona, si puede – por ejemplo en una representación teatral – disfrazarse de lápiz y decir a los presentes: Soy un Lápiz, vivo en un cajón de un pupitre, y me usan para escribir y pintar, y a veces me sacan punta con un sacapuntas. Desde luego que sí, y sin duda es un ejercicio destinado a que los niños tal vez comprendan la singularidad y sutileza que existe entre un Ser vivo y un “cosa inerte” aunque sea práctica, como lo es un lápiz. NI siquiera un animal, incluso si es un mamífero, tenga la capacidad de ser reflexivo hasta el punto de concebirse Ser y con ello Ser vivo; pero sin duda, de alguna manera, es consciente de poseer vida (y si no que le pregunten a los matarifes en las cadenas de producción de carne). 

Quien vinculó los verbos Ser y Estar para conjugarlos a la vez, sin duda alguna, lo hicieron (y así lo convendrían hacer) porque vincular Ser (de existir y tener consciencia de la propia vida) y Estar (siendo “estar” una condición irrenunciable al poseer masa corpórea y por ello ocupar un espacio físico que ningún otro ser o cosa puede ocupar) es la única manera de establecer una relación viable y sencilla entre la complejidad de “Ser” (como Ser Humano dotado de consciencia y otros aspectos más transcendentes y de los cuales somos conscientes: como nuestra propia espiritualidad e incluso nuestra concepción metafísica de la existencia)  y la condición más terrenal: La de poseer cuerpo físico sujeto a leyes físicas que nos aproxima a la condición de “cosa” u “objeto”.

Hay una dualidad, como la señalada, que parece marcar una distancia en la Humanidad desde que parte de ella viera al resto como factor de trabajo; como un instrumento de producción (sin importarles edad o circunstancias). Aún parece perdurar, en alguna manera, ese “fondo” que tiende a cosificar a las personas según les convenga. Lo lamentable pudiera ser que incluso, en esa jerarquía “cosificante”, haya quien pretenda valorarse mostrando su capacidad de “cosificar” a quien deseen. Es como una perversidad social que podemos ver, incluso, en países que se consideran avanzadas democracias.

 

La especialización del trabajo, de las profesiones y la poca transversalidad de los conocimientos nos hacen depender a unos de otros a la hora de resolver situaciones concretas. Y sin embargo, sigue existiendo y subsistiendo esa “visión” que nos llegara desde la Ilustración, donde conociendo la bondad de la Luz, la minoría la ha venido usando para su provecho (que es la crítica que subsiste desde hace algunos siglos). Los poderosos siguen buscando mantener sus propios privilegios, e incluso profesiones que debieran extender conocimiento y bienestar siguen dependiendo su “buen quehacer” de la disposición de esas mismas minorías que controlan la Luz del conocimiento y su bondad.

 

Si bien las palabras pueden ser vehículo para el conocimiento, también lo pueden ser para la “confusión”, para bloquear que ese conocimiento a todos sea accesible; reservando así un campo, un espacio de conocimiento y saber que solo estará al alcance de quienes tengan acceso como iniciados y luego sean admitidos como parte y miembros. Desde ahí adquirirán autoridad en la materia – con independencia de si en ellos existe bondad o no.

Así aparece el lenguaje críptico, el argot profesional que se muestra como un obstáculo que aleja a la mayoría de las personas; se verán desbordadas con solo intentar leer un documento de esa naturaleza. Quedarán en manos de profesionales y los profesionales (de cierto nivel) son apenas tan libre como el resto.

Sin embargo a veces hay excepciones, como le ocurriera a Einstein, del cual (solo a efectos de mostrar la distancia que entonces hubiera entre nuestra sociedad, la ciencia y la investigación) se muestra la visita a España y los comentarios que ella suscitara en el primer tercio del s.XX. Aún parece subsistir esa misma distancia hoy en día (porque los artículos se han rescatado de publicaciones de un periodo consistente en los últimos cinco años).

Las dos semanas surrealistas que Einstein pasó en España

 

Cuando Albert Einstein visitó Madrid, en 1923, una vendedora de castañas lo reconoció por la calle y le gritó “¡Viva el inventor del automóvil!”. La surrealista anécdota la recuerda el historiador estadounidense Thomas Glick e ilustra a la perfección el viaje del físico alemán a España, entre febrero y marzo de 1923. Einstein impartió conferencias en Barcelona, Zaragoza y Madrid y durante dos semanas fue el protagonista de la vida social española. Todo el mundo sabía quién era, aunque apenas un puñado de personas entendía qué había descubierto aquel sabio que “por el desgaire simpático de su traza y por su hermosa cabeza de revueltos cabellos grises, más que un pensador germano parece un artista latino”, según publicó entonces El Heraldo de Aragón.

Einstein llegó en tren a Barcelona procedente de Francia el 21 de febrero. El año anterior había recibido el premio Nobel por la ley del efecto fotoeléctrico. Y, en 1919, una expedición británica a África había demostrado que su revolucionaria teoría de la relatividad general era cierta. Era una celebridad mundial. Pero nadie fue a recibirle a la estación en Barcelona. Al físico se le olvidó avisar de en qué tren llegaba, así que caminó con su mujer hacia una humilde pensión y allí se quedó, según cuenta Glick en su imprescindible libro Einstein y los españoles. Ciencia y sociedad en la España de entreguerras.

Los españoles recibieron a Einstein como a un héroe, sin entender muy bien por qué, como la vendedora de castañas. Así lo resumió el escritor Julio Camba en el periódico El Sol, el 6 de marzo de 1923: “Al presentarse ante el público que llenaba el aula de la Facultad de Ciencias, el Sr. Einstein fue acogido con una salva de aplausos. Indudablemente, todos los allí reunidos le admirábamos mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le admirábamos nos pondrá en un apuro bastante serio”.

El filósofo Joaquim Xirau Palau estuvo presente en las conferencias en Barcelona. “Del centenar de los concurrentes debía de haber cuatro o cinco que las siguieron perfectamente, quizás una docena adivinarían algo a base de esfuerzos” y el resto no entendía nada, dejó escrito.

El mundo de Einstein era tan abstruso que la prensa nacional se dedicó a glosar cualquier movimiento relacionado con el físico alemán, salvo sus teorías científicas. El 15 de marzo, El Heraldo de Aragón publicó esta anécdota de su visita a Zaragoza: “A los postres de la comida fueron sorprendidos con el obsequio de la visita de una rondalla. Dos baturricas jóvenes... cantaron y bailaron nuestro bravo y armonioso himno inmortal. Einstein... se emocionó profundamente y, abrazándola, besó en la frente a una de las cantadoras, con un gesto entre admirativo y paternal. Fue un momento interesantísimo, que Einstein quiso perpetuar, retratándose con la pequeña jotera en su regazo”.

El ABC del 2 de marzo describía así al sabio alemán: “La boca es sensual, muy encarnada, más bien grande; entre los labios se dibuja una sonrisa permanente, bondadosa o irónica. ¿Quién podría definirlo? Es alto (acaso tenga 1,75 metros)”.

“No creo que la visita de Einstein sirviera para europeizar la ciencia española. Su viaje no dejó huella. Y la Guerra Civil terminó de borrar su visita. Los franquistas no querían saber nada de Einstein, porque era pacifista y rojo separatista”, opina Glick.

La historiadora Ana Romero de Pablos, coautora del libro Einstein en España, coincide con su colega estadounidense. “La visita de Einstein no dejó ninguna línea de investigación en España, solo admiración”, resume. La investigadora, del Instituto de Filosofía del CSIC, ha estudiado el trato a la figura de Einstein en la prensa española de 1923, sobre todo en las viñetas periodísticas. “Nadie o casi nadie entendió a Einstein; pero las viñetas hicieron de él uno de sus protagonistas inmerso en la realidad cotidiana. Y esa conexión con lo popular fue el mejor marco para comunicar, celebrar y construir al héroe”, reflexiona Romero de Pablos.

El ilustrador Luis Bagaría dedicó muchas viñetas a Einstein en el diario El Sol. En una de ellas, un niño dialoga con su padre:

—Dime papá, ¿hay alguien más sabio que Einstein?

—Sí, hijo.

—¿Quién?

—El que le entiende.

En otra viñeta de Bagaría, se explica que “Einstein dice que no existen líneas rectas, todas son curvas”. En el dibujo, un hombre le grita a una mujer: “¡Ay qué curvas! ¡Viva Einstein!”.

El físico alemán abandonó Madrid, y España, el 11 de marzo de 1923. Se fue con “una sorprendente propuesta” que Glick detalla en Einstein y los españoles. El biólogo marino Odón de Buen presentó a Einstein en su última conferencia en el Ateneo de Madrid. Y aprovechó la ocasión para proponerle que encabezara una expedición hispanomexicana para estudiar el siguiente eclipse solar en México en septiembre de 1923. “Einstein permanecería durante un año a la cabeza del grupo de investigación, y como consecuencia España podría adquirir prestigio científico”, narra Glick. “Bulle, se agita generosa y esperanzada en España una generación de investigadores que tienen alma para emprender las mayores empresas científicas”, proclamó Odón de Buen ante Einstein. El físico alemán respondió el 8 de junio. Declinó amablemente la oferta.

 

Una visita plagada de anécdotas

No obstante, a pesar de su popularidad, cuando Einstein se bajó del tren en Barcelona nadie estaba allí para recibirle. No es que no se le hubiera tomado en consideración, sino que Einstein olvidó avisar de en qué tren llegaba, por lo que nadie supo cuándo debía ir a recogerle a la estación. Fruto de este mismo malentendido, Einstein y su esposa, Elsa, no durmieron esa noche en la habitación que tenían reservada en el hotel Ritz, sino en una pequeña pensión en La Rambla barcelonesa.

Esta distaría de ser la única anécdota curiosa del azaroso viaje de Einstein por España. Por ejemplo, en los seis días que el nobel alemán pasó en la capital catalana, el profesor no sólo impartió conferencias sobre su afamada teoría de la relatividad. También visitó la sede del sindicato anarquista CNT, donde se reunió con su histórico dirigente Ángel Pestaña.

Según algunas fuentes, Einstein le señaló a su interlocutor que él mismo era un revolucionario, solo que en el campo de la ciencia pero que sentía una gran preocupación por el movimiento obrero. Como contraste con su visita a la CNT, el nobel también acudió a ver el monasterio cisterciense de Poblet, en Tarragona.

Ya en Madrid, la segunda escala de su travesía, Einstein fue recibido por el Rey Alfonso XIII. Como recuerdo del encuentro se tomó una curiosa fotografía en la que casi todos los que rodean al físico alemán, incluido el propio monarca, aparecen con los ojos cerrados, mientras que Einstein los mantiene abiertos.

En la capital de España, el nobel impartió otra serie de conferencias a las que asistieron intelectuales patrios de la época como el científico Santiago Ramón y Cajal, el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset o el escritor Ramón Gómez de la Serna. Además, Einstein fue invitado a una tertulia en la Residencia de Estudiantes, uno de los centros culturales en eclosión de la época.

A pesar de la altura intelectual de una pequeña proporción de su audiencia, hay motivos para dudar de que la mayoría de los que escucharon las disertaciones de Einstein entendieran algo de lo que este dijo. Véase, por ejemplo, el testimonio del mítico columnista Julio Camba, que no dudó expresar sus dudas al respecto en un artículo en el diario ‘El Sol’: “Indudablemente, todos los allí reunidos le admirábamos [a Einstein] mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le admirábamos nos pondrá en un apuro bastante serio”.

Durante su estancia en Madrid, Einstein demostró un gran interés por el arte al visitar en tres ocasiones el Museo del Prado y una el monasterio de El Escorial. También quiso llegarse a Toledo para contemplar en primera persona ‘El entierro del Conde Orgaz’, de El Greco.

El viaje de Einstein por España acabó en Zaragoza, donde estuvo del 12 al 14 de marzo. Allí dio otro par de conferencias y celebró su cumpleaños, que cayó en esas fechas. El ‘Heraldo de Aragón’ remite un suceso ocurrido durante la estancia del genio alemán en tierras mañas. Resultó que, al finalizar una de sus lecciones magistrales, los organizadores quisieron conservar la pizarra en la que Einstein se había apoyado para dar sus explicaciones. El físico no tuvo inconveniente e incluso tuvo a bien sellar su autógrafo en el encerado. No obstante, a día de hoy sigue sin conocerse el paradero de aquella pizarra.

(de hecho, hay una pizarra similar a la que utilizaría Einstein, aun hoy en día se conserva en la misma sala del Paraninfo. Puede haber otra explicación más sencilla para entender que se perdiera la “huella de tiza del genio”: Simplemente, al acabar el acto homenaje, y todos marcharan acompañando al Científico, alguien, borrara la pizarra – como quien así recuperara la normalidad de lo cotidiano).

 

 

Cuando Albert Einstein visitó España

 

Por Javier Ramos

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3 septiembre, 2015

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Cobró relevancia la entrevista que mantuvo Einstein con el dirigente anarcosindicalista Ángel Pestaña cuando visitó la sede de la CNT. Al ser informado por este de la situación de la lucha social en Barcelona, Einstein contestó que él también era revolucionario, aunque en el orden científico, y que las cuestiones sociales le preocupaban muchísimo. Le llevaron a visitar el monasterio de Poblet, la Escola del Mar, la Universidad y las basílicas de Terrassa.

Ya en Madrid, donde sería recibido por el Rey de España por aquel entonces, Alfonso XIII, Einstein declaró a periódico ABC que negaba haberse declarado revolucionario, ni tan solo en el campo científico, donde su teoría, según sus palabras, pretendía complementar la teoría clásica. Aquí Einstein y su esposa pasarían diez días.

El 12 de marzo llegó a Zaragoza para una breve visita en la que daría dos conferencias. Visitó el Pilar, la Lonja y la Aljafería, y fue agasajado con un banquete en el Casino Mercantil. El cónsul alemán en Zaragoza le ofreció una cena en cuyo curso Einstein tocó el violín.

La de Einstein no fue la única visita de un científico de renombre a nuestro país. Marie Curie también estuvo en España hasta en tres ocasiones, en 1919, 1931 y 1933. Curie es la única persona que ha recibido el premio Nobel de Física y el de Química.

Hace 100 años Albert Einstein formulaba la teoría general de la relatividad y los compañeros del programa radiofónico El Abrazo del Oso le dedican un espacio a su enorme figura. Se conoce al científico, pero también al músico, al pacifista, al espiritual y a la enigmática persona que un día nos sacó la lengua.

  

Dr. Antonio Moreno González

Finalizada su estancia de casi un mes en tierras palestinas, apoyando el progreso de los asentamientos judíos, animando a continuar con los avances agrícolas e inaugurando la Universidad Hebrea de Jerusalén, siguió camino a Barcelona, donde desembarcó el 23 de febrero de 1923 y de donde salió para Madrid el 1 de marzo, donde permaneció diez   días. El 12 de marzo marcha a Zaragoza, de donde partió para la frontera francesa el día 15, dando por finalizada su visita a España. Marchó por Bilbao, de donde había recibido de la Junta Vasca de Cultura una invitación para quedarse y pronunciar algunas conferencias, pero finalmente no se quedó acaso por el cansancio acumulado en tanto tiempo de viaje por el mundo. Igualmente sucedió con la invitación hecha por el Ateneo Científico de Valencia.

El plan desarrollado por Einstein, que vino acompañado por su esposa, fue similar en las tres ciudades: impartir una serie de conferencias - cuatros en Madrid y Barcelona - y dos en Zaragoza; visitar los lugares más emblemáticos y algún recorrido por los alrededores cuando fue posible, por ejemplo aprovecharon para visitar Toledo, que lo recuerda "como un cuento de hadas", donde Einstein quedó gratamente sorprendido por las calles, el río, la catedral y las sinagogas. También tuvo ocasión de conocer la sierra madrileña y El Escorial.

Los gestores de la estancia fueron Lana Serrate, Rey Pastor, Terradas, Cabrera y Cajal que actuaron, unos, en nombre del Institut d´Estudis Catalans y, otros, en el de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, organizaron las visitas a   Barcelona y Madrid. En el caso de Zaragoza, intervinieron Jerónimo Vecino y José Rius representando a la Universidad de Zaragoza.

Para aceptar la venida a España, Einstein planteó a Rey Pastor sus problemas con los idiomas:

"Aceptaré su invitación con la condición de que limite mis conferencias al área de la ciencia y de que me pueda valer de dibujos y fórmulas matemáticas. Dada mi total incapacidad para hablar en español y mi deficiente conocimiento del francés, sería incapaz de presentar mis conferencias si sólo tuviera que valerme de palabras. El alemán es el único idioma en el que puedo hablar inteligiblemente acerca de mi teoría.

Le comunico que espero con placer verlo a usted de nuevo y conocer por mí mismo su hermoso país".

Las conferencias en Zaragoza fueron sobre relatividad especial y relatividad general. En Barcelona y Madrid, además de estas dos pronunció una sobre investigaciones recientes y otra, más divulgativa, sobre consecuencias filosóficas de la relatividad. Las audiencias desbordaron las previsiones de los organizadores, al margen de que entendieran o no - que era la mayoría - de qué trataba el ilustre visitante; la prensa diaria dio cuenta puntual de todos los acontecimientos en que Einstein participó; las Academias de Ciencias de las ciudades visitadas lo honraron con distinguidos nombramientos; el rey mismo acudió a la sesión de entrega del diploma de académico corresponsal a Albert Einstein en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde el Ministro de Instrucción Pública, Joaquín Salvatella, cerró el acto con estas palabras:

"Al felicitar al profesor Einstein puedo decirle que por voluntad del Soberano y del Gobierno de España ésta está dispuesta a continuar la obra de paz que S. M. el Rey desarrolló durante la guerra y a ayudar en sus investigaciones a los sabios alemanes cuya labor está dificultada actualmente   por el estado económico que atraviesa su patria".

Palabras que no cayeron en saco roto como veremos a propósito de la   creación en España el Instituto Einstein en 1933.

En el breve diario de viaje en el que Einstein recoge sus recuerdos, habla del rey como "sencillo y digno, me produjo admiración"; a propósito de los asistentes a las conferencias, escribe: "auditorio atento que seguramente no comprendió casi nada"; a Cajal lo califica como "maravilloso viejo"; se entusiasmó en el Museo del Prado con el Greco, Velázquez, Rafael, Goya y Fra Angélico; menciona las agradables recepciones de que fue objeto, las buenas comidas,   el "té con una aristocrática señorita", la asistencia a algún salón de baile...todo, en definitiva muy cordial, aunque como apostilla final, le saliera el solitario que llevaba dentro, y escriba: "La fiesta, penosa, como de costumbre".

Parece clara que la distancia entre Einstein y la práctica totalidad de la sociedad española estribara en que nadie comprendiera los conceptos que el personaje empleara – ni siquiera en la actualidad. El lenguaje que se construye para transmitir conocimientos está consensuado entre los mismos miembros de la comunidad científica. Einstein señaló a quien le invitaba a España que la visita se circunscribiera al mundo científico (Einstein era judío y venía de un viaje a Palestina donde estaba apoyando la causa judía para el establecimiento de un Estado de Israel). Y dado que él era consciente de que no hablaba español y malamente francés, sus explicaciones se basarían en formulas matemáticas y dibujos. En ese contexto limitado se entiende que no pudiera hacer posible un pensamiento que a él se le atribuye y que salvaría la distancia entre quienes no conocen el lenguaje y argot técnico y quien desde el conocimiento de unos descubrimientos (como Einstein) pretende traspasar la barrera del lenguaje técnico por medio de generosas explicaciones que pongan, lo esencial de esos conocimientos, a disposición de cualquiera que tuviera un mínimo interés o curiosidad en entenderlos. Por ello s ele vincularía con la frase: Aquél que asegura tener un conocimiento profundo y complejo, si no es capaz de explicárselo a su abuela de manera que esta lo entienda fácilmente, en realidad no sabe ni posee conocimiento alguno.


Con solo esta frase se señalaba que los argumentos de cualquiera que se dedicara al mundo del conocimiento y la transmisión del mismo, nunca pudiera culpar ni a un joven, ni a un niño, de ser torpe (o cosa amorfa); la realidad mostraba o elitismo o simple incapacidad de transmitir conocimientos porque no se poseían en realidad (simplemente, la gente alcanzaba puestos relevantes y transcendentes sobre otros, por mostrar memoria, pero no conocimientos). El argot y el lenguaje técnico se constituyeron en una barrera social.

  

El argot (la palabra es un galicismo empleado por «jerga») es el lenguaje específico utilizado por un grupo de personas que comparten unas características comunes por su categoría social, profesión, procedencia, aficiones, etc.

Los argots se producen continuamente para nombrar aquello que carece de una traducción literal en la lengua normada, vigente en un determinado momento. La mayoría de estos argots acaban siendo aceptados como vocabulario propio de ese idioma o del grupo social.

El autor Víctor Hugo fue uno de los primeros en investigar y compilar términos del argot criminal.1​ En su novela de 1862 Los miserables, se refiere a ese argot como "el lenguaje de la oscuridad" y "el lenguaje de la miseria".

El primer registro conocido del término argot en este contexto estaba en un documento de 1628. La palabra probablemente se deriva del nombre contemporáneo les argotiers, dado a un grupo de ladrones en ese momento.2

Los argots son un importante factor de cambio y renovación lingüística. En el pasado se asociaban a la expresión vulgar, poco culta. Desde el siglo XX las jergas y similares son objeto de estudio por los especialistas.

·  El argot abarca todo tipo de palabras y frases entre personas de una misma posición, rango o estirpe. El subgrupo social o cultural que lo crea suele estar socialmente integrado.

·  La jerga denomina únicamente el lenguaje técnico entre grupos sociales o profesionales.

·  La germanía es el argot de grupos que no están socialmente integrados.

Lo anterior no ha de ser entendido literalmente, sino que ha de matizarse, pues existen jergas propias de colectivos marginales, por ejemplo delincuentestraficantes y reclusos. En este caso las jergas se convierten en una especie de lenguaje cifrado para evitar que los mensajes sean entendidos por individuos ajenos al grupo, manteniendo en secreto actividades ilegales o delictivas.

Los grupos profesionales suelen crear tanto argots como jergas. Piénsese en policías, profesionales de la medicina y de la informáticadeportistas o periodistas.

  

Una jerga es un "lenguaje o vocabulario particular que se crea dentro de determinados grupos sociales o socioprofesionales y por el cual el individuo muestra su pertenencia al grupo y se distingue de la masa de sujetos hablantes" 1 .

Es un sociolecto que debe distinguirse de la jerga , que es propia de los representantes de una profesión o una actividad común caracterizada por un léxico especializado 2 .

Según algunos, la función principal de toda jerga es cifrar la comunicación , para que los no iniciados no la entiendan. Especialistas en la materia como Albert Dauzat o Gaston Esnault se han pronunciado en contra de esta tesis. Para G. Esnault, “una jerga es el conjunto oral de palabras no técnicas que atraen a un grupo social” (definición en el Diccionario de jergas francesas de 1965). En otras palabras, si sucede que un hablante usa palabras de la jerga para evitar ser entendido por los no iniciados, esto no significa que el uso de palabras de la jerga esté esencialmente motivado por un deseo de cifrado.

La historia de los diccionarios de jerga y jerga desde los divertidos libretos populares de Pechon de Ruby y Ollivier Chereau indica, por el contrario, que la jerga debe ser vista más bien como una búsqueda de expresividad, que se haga en un grupo social particular o que vaya más allá. la noción de grupo (cuando la palabra "jerga" es sinónimo de "lenguaje verde"): cómo las expresiones abadía de mont (e) -à-arrepentimiento "horca" y ostras de Varanes (= varennes o garennes) "habas" , enumerados por Chereau (la edición más antigua de Lyon de 1630), ¿serían crípticos? y ¿cómo serían específicos para un grupo en particular?

Para las jergas grupales, es necesario integrar en la expresividad de estas palabras la marca de apego de los enunciadores a la vida y actividades de los grupos.

En los contextos alquímicos y herméticos de los eruditos franceses (por ejemplo , Nostradamus , Dante , Fulcanelli ), un lenguaje secreto, el "lenguaje de los pájaros", se llama argot. Fulcanelli lo describe como una combinación de las palabras Art y Gotique . Otro término para él es "idioma verde", por lo que un error de traducción (después del francés vert "verde") es probablemente la razón, porque el término francés langue verte se deriva de langue ouverte (francés ouvert "abierto") y por lo tanto significa "Abierto idioma". Victor Hugo usó en la novelaLos Miserables (1862) a menudo Argot [1] ; En las ediciones alemanas, estos pasajes se omiten en su mayoría como intraducibles.


Es la jerga o el lenguaje de un grupo, que a menudo se emplea para excluir o engañar a las personas que están fuera del grupo. [1] También se le puede llamar criptolecto , argot , anti-lenguaje o lenguaje secreto .

 

Un argot ( Inglés: ɑr ɡ  / ; del francés argot [aʁɡo] ' argot ') es un lenguaje utilizado por varios grupos para evitar que los forasteros entiendan sus conversaciones. El término argot también se usa para referirse al vocabulario especializado informal de un campo de estudio, ocupación o pasatiempo en particular, en cuyo sentido se superpone con la jerga .

En su novela Los miserables de 1862 Victor Hugo se refiere a ese argot como "el lenguaje de la oscuridad" y "el lenguaje de la miseria". [6]

El registro más antiguo conocido del término argot en este contexto estaba en un documento de 1628. La palabra probablemente se deriva del nombre contemporáneo les argotiers , dado a un grupo de ladrones en ese momento. [7]

Bajo la definición más estricta, un argot es un lenguaje propio con su propio sistema gramatical. [8] Pero lenguajes secretos tan completos son raros porque los hablantes suelen tener algún lenguaje público en común, en el que se basa en gran medida el argot. Tales argumentos son formas léxicamente divergentes de un idioma en particular, con una parte de su vocabulario reemplazado por palabras desconocidas para el público en general; argot usado en este sentido es sinónimo de cant . Por ejemplo, argot en este sentido se usa para sistemas como verlan y louchébem, que retienen la sintaxis francesa y aplican transformaciones solo a palabras individuales (y a menudo solo a un cierto subconjunto de palabras, como sustantivos o palabras de contenido semántico). [9] Estos sistemas son ejemplos de argots à clef o "argots codificados". [9]

Las palabras específicas pueden pasar de un argot a un discurso común o al revés. Por ejemplo, el loufoque francés moderno 'loco, tonto', ahora de uso común, se origina en la transformación louchébem del p. fou 'loco'.

En el campo de la medicina, se ha dicho que los médicos tienen su propio argot, cántico o argot hablado, que incorpora abreviaturas y acrónimos comúnmente entendidos, coloquialismos técnicos de uso frecuente y mucho argot profesional cotidiano (que puede o no estar institucional o geográficamente localizado ). [10] Si bien muchos de estos coloquialismos pueden resultar impenetrables para la mayoría de los profanos, pocos parecen estar diseñados específicamente para ocultar el significado a los pacientes (tal vez porque la terminología médica estándar generalmente sería suficiente de todos modos). [10]

El concepto de anti-lenguaje fue definido y estudiado por primera vez por el lingüista Michael Halliday , quien usó el término para describir la lengua franca de una anti-sociedad . Definió un anti-lenguaje como un lenguaje creado y utilizado por una anti-sociedad. [11] Una anti-sociedad es una pequeña comunidad separada creada intencionalmente dentro de una sociedad más grande como una alternativa o resistencia a ella. [11] Por ejemplo, Adam Podgorecki estudió una anti-sociedad compuesta por prisioneros polacos; Bhaktiprasad Mallik del Sanskrit College estudió a otro compuesto por criminales en Calcuta. [11]

Estas sociedades desarrollan anti-lenguajes como un medio para evitar que los forasteros comprendan su comunicación y como una forma de establecer una subcultura que satisfaga las necesidades de su estructura social alternativa. [12] Los anti-lenguajes difieren de la jerga y la jerga en que se usan únicamente entre grupos sociales marginados, incluidos prisioneros, [13] criminales, homosexuales [12] y adolescentes. [14]Los anti-lenguajes utilizan el mismo vocabulario y gramática básicos que su lengua materna de una manera poco ortodoxa. Por ejemplo, los anti-lenguajes toman prestadas palabras de otros idiomas, crean compuestos no convencionales o utilizan nuevos sufijos para palabras existentes. Los anti-lenguajes también pueden cambiar palabras usando metátesis , formación posterior (por ejemplo, manzana por elppa) o sustituyendo sus consonantes. [11] Por lo tanto, los anti-lenguajes son distintos y únicos, y no son simplemente dialectos de idiomas existentes.

En su ensayo "Anti-lenguaje", Halliday sintetizó la investigación de Thomas Harman, Adam Podgórecki y Bhaktiprasad Mallik para explorar los anti-lenguajes y la conexión entre la comunicación verbal y el mantenimiento de la estructura social. Por esta razón, el estudio de los anti-lenguajes es tanto un estudio de sociología como de lingüística . Los hallazgos de Halliday se pueden compilar como una lista de nueve criterios que un idioma debe cumplir para ser considerado un anti-lenguaje:

1.Una anti-sociedad es una sociedad que se establece dentro de otra sociedad como una alternativa consciente a ella.

2.Al igual que los primeros registros de las lenguas de culturas exóticas, la información generalmente nos llega en forma de listas de palabras.

3.La forma más simple que adopta un anti-lenguaje es la de nuevas palabras para antiguo: es un lenguaje relexicalizado.

4.El principio es el de la misma gramática, diferente vocabulario.

5.La comunicación eficaz depende del intercambio de significados que son inaccesibles para el profano.

6.El anti-lenguaje no es solo un extra opcional, es el elemento fundamental en la existencia del fenómeno de la “segunda vida”.

7.El vehículo más importante de mantenimiento de la realidad es la conversación. Todos los que emplean esta misma forma de comunicación son otros que mantienen la realidad.

8.El anti-lenguaje es un vehículo de resocialización.

9.Existe una continuidad entre el lenguaje y el anti-lenguaje. 

En su uso atestiguado más temprano (1756), la palabra argot se refería al vocabulario de personas "bajas" o "de mala reputación". A principios del siglo XIX, ya no se asociaba exclusivamente con personas de mala reputación, sino que seguía aplicándose a usos por debajo del nivel del habla educada estándar. [1] El origen de la palabra es incierto, aunque parece estar relacionado con la palabrería de los ladrones . Se ha propuesto un origen escandinavo (compárese, por ejemplo, con el noruego slengenavn , que significa "apodo"), pero el Oxford English Dictionary lo descarta basándose en "fechas y asociaciones tempranas" . [1] Jonathon Green, sin embargo, está de acuerdo con la posibilidad de un origen escandinavo, sugiriendo la misma raíz que la de honda , que significa "arrojar", y señalando que la jerga es un lenguaje arrojado, una forma rápida y honesta de exponer su punto. [2] [3]

 

Fulcanelli lo describe como una combinación de las palabras Art y Gotique . 

 

Este personaje, encontrado accidentalmente al concordar la descripción de argot como fuera la primera vez que entendí así esa palabra (derivada de arte gótico) por ser el mundo gótico innovador y por lo tanto celosos de sus conocimientos y tecnología pretendieran siempre usar términos que no permitieran a “no iniciados” conocer. 

El personaje, que he buscado en wikipedia – algo que sería imposible de hallar, como otra mucha información bastante fiable y que al menos aumenta los horizontes del conocimiento personal – resulta toda una sorpresa inesperada. A solo el fin de quien quiera disfrutar de lo que sería ciencia ficción (con tecnología pretendidamente del pasado)  he puesto el enlace de la wikipedia de su nombre (en inglés, que parece dar más datos aunque en español también da unos cuantos interesantes – parece que tuvo encuentros también en España).

 Siempre clasificaron las palabras siempre significan algo; pero sobre el origen de las palabras no hubo ni una somera “introducción”, aunque fuera a modo de cuento; porque los cuentos siempre fueron esenciales para estimular la imaginación y desde ahí establecer símiles para abordar situaciones más complejas. (Aquello de significante y significado sin duda que sí; y también los análisis de texto; en eso sí se esforzaría en que lo comprendiéramos el profesor de literatura en su día).

Al cambiar del francés (como segundo idioma) al inglés parece que siempre se hace la misma pregunta al profesor o este siempre tiene preparada la respuesta cuando aparecen los apellidos de personajes famosos y se comprueba que muchas veces se forman, por lo general, con palabras anglosajonas conocidas (Como cuando se habla de Paul Newman) y siempre dicen que en inglés los apellidos no significan nada y por el contrario en español sí suelen tener un origen y un significado que se puede rastrear o definir qué significa. Llama la atención sobre todo porque en algunas películas americanas, sobre todo de Walt Disney los “malos o malas” siempre tienen un nombre que habla con claridad del personaje y del papel en la misma película.

Aquella duda que sembraba la advertencia de que en inglés un apellido no tenía significado podría llevar a pensar que la rareza estuviera en el castellano y las lenguas latinas. Pero al entrar en la terminología empleada botánica se apreciaría una “revelación” sorprendente. Los clasificadores de plantas y del mundo animal (como Lineo) simplemente usaban del latín para señalar lo relevante de las Divisiones, Clases, Subclases, géneros…(Cotiledóneas o Dicotiledóneas ya castellanizado por ejemplo). No había misterio si conocías y profundizabas en el conocimiento del tejido vegetal (desde las células, cuyas similitudes entre el mundo vegetal y animal eran obvias, hasta ver como se iban especializando los tejidos en funciones diferenciadas).  Lineo y otros después las clasificarían en razón de esas diferencias visibles y simplemente usaron del Latín como lengua culta y común en las personas que se dedicaban al estudio en Europa. En las mismas palabras se podría encontrar su origen, su porqué de que se escribieran o así se pronunciaran. Y sobre todo, al ser Europa un lugar de migraciones internas, invasiones transversales, constante intercambio cultural y comercial, rastrear un apellido y su origen podría ser, además, un juego divertido.

Si un apellido parecía difícil era Ibáñez. Caería en mi mano un atlas que compré que era de lo más completo. Un Atlas de carreteras pero que al final del mismo tenía la lista de todos los pueblos de España. Así que miré si algún pueblo tenía o se pareciera mucho a Ibáñez; así fue (ver: Ibañeta) se hallaba ibañeta, que era un lugar donde hubiera una batalla hacia siglos y el nombre que tenía el lugar era ese. Para cruzar el Summus Pyrenaeus , el autor de la Guía del peregrino escribe: “En el País Vasco, la carretera de Saint-Jacques atraviesa una montaña notable llamada Port de Cize . Para cruzarlo hay que subir ocho millas y otras tantas para descender. En efecto, esta montaña es tan alta que parece tocar el cielo, quien asciende cree que puede tocar el cielo con su propia mano ”.

Esta es la calzada romana que siguió, la ª  siglo , suevos , vándalos , visigodos y alanos y, en 732 , pero a la inversa, las tropas musulmanas finalmente derrotado por los de Carlos Martel en la batalla de Poitiers . Ver: https://fr.wikipedia.org/wiki/Col_de_Roncevaux.

 

Batalla de Roncesvalles editar cambiar el código fuente ]

En esta zona se libró la Batalla de Roncesvalles . Los vascos derrotaron a Carlomagno allí en 778. Sobre él hay una ermita en recuerdo de su batalla .

Peregrino cambiar cambiar el código fuente ]

Fue de gran importancia en el siglo XIII. Hasta el final del siglo 10, el monasterio fue construido en el Ibañeta. Uno de los principales cruces del Camino de Santiago fue durante siglos el Puerto de Ibañeta, y junto a él se construyó un hospital y un priorato en Roncesvalles.

Parte del contenido de este artículo fue insertado del diccionario enciclopédico Lur o de la enciclopedia temática Lur el 27/12/2011. El titular de los derechos de autor, eGobierno Vasco , ha publicado estos diccionarios bajo la licencia CC-BY 3.0 en la web de Open Data Euskadi

 

Una vez descubierto el topónimo que da lugar al apellido parece lógico pensar que el propio topónimo responde a la descripción del “algo” que le diera sentido para aquellos que lo usaron y así describieran ese lugar; porque sin duda, un lugar en el que se construyera un priorato y un hospital a ese nombre asociado debiera tener un motivo, sin duda, suficientemente sólido para que permaneciera en los escritos del momento y no desapareciera con el tiempo.

Y encontré una posibilidad viable: Ibáñez tiene asociado un sufijo “ez” que parece significar “hijo de”.  Además la “ñ” en origen es una simplificación de dos letras iguales “n n” (por lo que la palabra en origen sería Ibánnez) que antes se usaran seguidas y luego, para economizar al escribir dieron lugar a poner un “rabillo” a una “ñ” para que pudiéramos evitar poner dos “enes”. Ahora nos quedaría  “Iban”. La “V” y la “B” son letras que “iban y venían” en el pasado (según fuera el escribiente y sus conocimientos) Según los estudios realizados, casi todo el español habría perdido la distinción entre las grafías B y V en torno al siglo XV. La pérdida de esta distinción creó una gran confusión acerca del uso de estas dos grafías, de modo que en el Diccionario de Autoridades de 1746 se modificaron las reglas para el uso ortográfico de la B y de la V, en función de criterios etimológicos.

Podríamos considerar “Ivan” como viable. Aún más si pensamos que la “i” mayúscula puede interpretarse como “J” en la actualidad (como ocurre al pronunciar “Iesús”, en INRI: Iesús, Nazareno, Rey de los “Iudíos”). Por lo que podríamos decir sin “mucha” equivocación en el “trayecto” que Ibáñez podría significar Hijo o Hijos de Juan. Si estamos hablando de nuestra cultura cristiana (que abarca toda Europa y desde ahí toda la cultura occidental, hablaría de Juan, uno de los doce apóstoles.  El autor del Libro de Apocalipsis se identifica a sí mismo como "Ἰωάννης" 

El único mensaje que siempre daba Juan era el mismo. Su consejo era siempre el mismo: «Hijitos, amaos los unos a los otros». Cuando le preguntaron por qué repetía siempre la frase, Juan respondió: «Porque ese es el mandamiento del Señor y, si lo cumplís, lo habréis hecho todo».57

Los tres pasajes evangélicos que hacen alusión a la institución de «los Doce» Apóstoles mencionan a Juan (Marcos 3:17; Mateo 10:2; Lucas 6:14). Pero el evangelista Marcos hace una referencia particular, quizá debida al ímpetu de los hijos de Zebedeo:

[...]Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno[...].Marcos 3:17

Jesús) se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo, sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» Pero volviéndose, (Jesús) los reprendió y se fueron a otro pueblo.

 Lucas 9:52-56


Tampoco esperaba hallar a Santiago junto a Juan, como los preferidos por Jesús junto a Pedro (y que además ambos fueran hermanos). Los dos primeros, hermanos, llamados “hijos del Trueno”, que asumieron juntos el “cáliz” de Jesús (como ambos le pidieran al propio Jesús y este les concediera compartir mismo destino de martirio). Al “entrar” Santiago en el artículo rememoro otra situación similar que se dio al “mirar” las palabras y su composición (en este caso el nombre de Santiago, y la ruta “Camino de Santiago” también es conocida como Jacobea; y esta palabra está muy vinculada con Jacob. Jacob como patriarca. La naturaleza de Jacob lo vincula en la Biblia con Israel, que es el nombre nacional de los hebreos. Inicialmente y en su condición tribal, los hebreos no poseían un nombre que los distinguiese históricamente como grupo. El cambio del nombre del tercer patriarca, quien de "Jacob" pasa a llamarse "Israel" (Génesis 32:24 y 32:28)

 

El hecho de que previamente los israelitas fueran conocidos como hebreos da mucho mayor juego al término y hace volar la imaginación:

 

Los términos hebreos ( hebreo : עבריים / עִבְרִים , moderno : ʿĪvrīm / ʿĪvrīyyīm , tiberiano : ʿĪḇrīm / ʿĪḇrīyyīm ; ISO 259-3 : ʕibrim / ʕibriyim ) y el pueblo hebreo se toma principalmente como sinónimo de los israelitas de habla semítica , especialmente el período premonárquico cuando todavía eran nómadas . Sin embargo, en algunos casos también puede usarse en un sentido más amplio, refiriéndose a la Fenicios , u otros grupos antiguos, como el grupo conocido como Shasu de Yhw en vísperas del colapso de la Edad del Bronce , [1] que, aunque no es un etnónimo , [2] [3] aparece 34 veces en 32 versos [4 ] [5] [6] de la Biblia hebrea .

 

El origen definitivo del término "hebreo" sigue siendo incierto. [11] El término bíblico Ivri ( עברי ; pronunciación hebrea:  [ʕivˈri] ), que significa "atravesar" o "pasar", generalmente se traduce como hebreo en inglés, del griego antiguo Ἑβραῖος y del latín Hebraeus . La palabra bíblica Ivri tiene la forma plural Ivrim o Ibrim .

La hipótesis más aceptada hoy en día [12] [13] [14] es que el texto pretende ivri como el adjetivo (sufijo hebreo -i) formado a partir de siempre (עֵבֶר) 'más allá, a través de' (avar (עָבַר) 'para cruzar, atravesar '), como una descripción de los migrantes' del otro lado del río 'como la Biblia describe a los hebreos. [15] También está respaldado por la Septuaginta del siglo III a. C. , que traduce ivri a perates (περατής), [16] una palabra griega que significa 'el que se cruzó, un migrante', [17] de perao (περάω) 'a cruzar, atravesar ', [18]así como algunos comentarios tradicionales tempranos. [19] 

Desde ahí, desde la versión británica, es fácil retomar la tesis de Dragó (que precisaría años de estudios en la Biblioteca Nacional)  para fijarse en la similitud entre Ibri y Ebro, ambos como sinónimo de quienes cruzan un río frontera (suponiéndose el otro lado, en este caso al resto de Europa, sería aceptable de la misma manera que si Fenicios se asimilara, como dice la wikipedia en inglés  también a hebreos; pues si marcharan al otro lado del Mediterráneo con ellos viajarían los nombres de sus ríos y ciudades, como ocurriera con los imperios español y Británico al dar y poner nombres en América).

El juego con las palabras, al tener que guiarse solo por ellas para determinar orígenes de pueblos o idiomas que aparecen como “islas” permite entrar en el terreno de los mitos; y sabemos que los mitos son arte fundamental en el Ser Humano porque (como decía Campbell) los mitos habitan en nosotros y forman parte de nosotros aunque no siempre seamos conscientes de ellos. Y aun actúan con más fortaleza en una sociedad si estos se estimulan con el fin de aumentar su cohesión ante una situación concreta.

El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente, y se puede afirmar que los celtas - en el primer milenio antes de nuestra era - recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.

En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo.

Esta vinculación del mundo Hispano, en especial de la península ibérica con el mundo hebreo tal vez hubiere bastado para crear un “vínculo” más profundo entre Einstein y la España de 1933. Sin embargo, aunque se hubiere empleado los acontecimientos en España pronto irían por otros rumbos muy alejados del pacifismo del científico. Incluso se observa que en algún momento se busca politizar su imagen; un riesgo que él mismo anticipó querer evitar.

Las palabras tienen significado y se pueden rastrear en la historia y en su posible evolución, dando hipótesis hasta acerarse lo más posible a una certeza probable.

La terminología médica, por ejemplo, también suele ser descriptiva, aunque el lenguaje empleado no siempre esté al alcance.

El diagnóstico, por ejemplo, Psicosis Afectiva Indefinida podríamos aproximarnos a entenderla un poco, sin dejarnos impresionar por el término. Psicosis es miedo, en la actualidad es fácil, para todos aproximarnos a la idea de miedo sobrevenido como parte de la situación de la pandemia que vivimos. El miedo forma parte de nuestras vidas (se podría afirmar que de manera cotidiana, porque forma parte de una experiencia común que nos llega a todos – desde los entornos familiares e institucionales, como nos hemos referido) se aprende a sobrellevar si encontramos entornos seguros que permiten gestionar una situación de incertidumbre dándonos confianza. Las situaciones se sobrellevan y se aprenden distintas estrategias para resolver encauzar o resolver un problema dado y aceptar ciertas adversidades. Al respecto realicé un artículo que tal vez merezca la pena releer sobre el miedo.

Afectiva, señalando el origen de esos miedos. El afecto es una emoción que puede ser positiva o negativa, dado que a veces también se asocia con los celos o el odio. Generalmente la consideramos en su versión agradable, como una emoción positiva experimentada por una persona hacia alguien o algo, que despierta el interés, la armonía y el gozo.

 La afectividad es el amplio dominio de la vida de la mente al que pertenecen los estados: sensaciónemociónsentimientoestado de ánimo (en el sentido técnico de estado moral: depresión, optimismo, ansiedad... ). Hoy llamamos afectos a todos estos estados que nos influyen o motivan.[cita requerida] La afectividad es una de las áreas de la experiencia vivida, junto con la inteligencia y la motricidad

Los sentimientos, sensaciones y emociones que puede experimentar un sujeto así como las variaciones en su estado de ánimo son el efecto de una confrontación del entorno percibido con la experiencia [ref. necesario] . Hoy descubrimos o entendemos mejor el papel de los afectos en el pensamiento y el juicio [ ref.  deseado] , así como en motivación o voluntad [ ref.  deseado] .

Y el término Indefinida tal vez haga referencia a que no se halla el origen – por lo que en teoría, y técnicamente, sí se debieran y podrían hallar y con ello poner en cauce de solución - porque los “datos” que se “aceptan” o que se disponen en ese momento, no hacen posible esa definición para abordarla eficazmente.

 

Por lo general, un técnico de una empresa “oficial” al que se le hubiera comprado ese ordenador o móvil, nunca reconocerá una vulnerabilidad de esa naturaleza (indefinida) – a menos de que haya evidencia de que el usuario realmente entra en páginas o realiza descargas en páginas de riesgo. Los programas “espías” no responden a un criterio, en sí, aleatorio, sino por el contrario buscan un fin concreto y una utilidad encubierta.

Un ejemplo es el que muestran los electrodomésticos, cuando saliera al conocimiento público que se habían introducido en los aparatos cotidianos de cualquier hogar elementos destinados a evitar que dicho electrodoméstico siguiera dando el uso adecuado – para el cual fuera comprado – más allá de un determinado tiempo de uso; llamándosele a estos sistemas “programación de obsolescencia”. Es decir, el aparato deja de funcionar aunque siga estando en perfectas condiciones técnicas; sin embargo nos decimos: Se ha roto. Y hay que comprar otro nuevo.  

Otro aspecto de "errores" sencillo se puede mostrar y aproximar cuando a la hora de abordar un problema eminentemente técnico – por ejemplo en el funcionamiento de una máquina cualquiera que realiza fallos, por ejemplo un ordenador – “se descarta de partida” algunas posibilidades y motivos por los que pudiera dar error y, mientras se halla en el proceso de evaluación de los errores, se indica que los fallos constatados y verificados no se pueden achacar a una circunstancia concreta, por lo que no se puede definir con precisión el motivo de esos fallos. Cuando esos “descartes” se contemplan y analizan puede, realmente, encontrarse el motivo de los errores (por ejemplo: Que el ordenador esté “intervenido” o “controlado” con uno o varios programas que actúan “aleatoriamente” o incluso realmente esté “intervenido”).

 

En definitiva, el término Indefinido carece de “precisión” – por lo que ello, en sí mismo, abre la puerta a la incertidumbre y consecuentemente hacia la no solución (desde una evidencia concreta que justifique el "error"). Puede, por tanto, argumentarse que aunque otros aspectos del análisis o estudio realizado fueran precisos y acertados, sin embargo, no ha sido suficiente el análisis realizado o simplemente “no se aceptan” introducir elementos que permitirían definirlo con claridad. Por lo general, esto sucede cuando otro tipo de motivaciones que pueden “Sí definir” causas,  podrían resultar inconvenientes “incluir” y consiguientemente “aceptar” sin generar un “cambio de postura” que previamente debería de ser “autorizada” por una autoridad “superior”. A veces estas autorizaciones suelen darse – si interviene una “autoridad intermedia” que así lo promueve. Sin embargo, debe de ser una autoridad que dé plena garantía quien permite poner medios realistas y eficaces para una solución honesta y positiva.

 

Un entorno seguro (hablando en términos familiares) no puede concebirse si un chico de catorce años, estando en el ordenador (que es su afición) es expulsado de su casa por considerarse ello (probablemente) una obsesión inadecuada. Echarlo de casa con 14 años y hacerlo pasar el riesgo de dormir en un parque (pasando allí toda la noche)  no parece que así se establezca una relación de confianza. Más bien parecen métodos bien extremos que ponen en riesgo la integridad incluso física de una persona – la dimensión de las consecuencias se suelen ir viendo más tarde.

 

 

 

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