COP28: Supresión de las energías fósiles
(Sí, por los cojones)
RNE-R5 emitía anoche (hará
unos días), uno de sus programas que inicia la programación nocturna (un
programa de entretenimiento variado y lúdico) entrevistara a una señora que,
además de escribir libros de éxito, daba clases a un grupo de "potenciales
escritores" que querían mejorar sus aptitudes literarias. Su aportación,
en la entrevista que le hizo el locutor, mostraba perspectivas “desconocidas”
sobre la narración escrita; en especial, sobre lo relevante del uso de los
signos de puntuación (más allá de las
cuestiones de ortografía, que son a las que más importancia se dan al abordar
el aprendizaje de la escritura desde la infancia, y que suele convertirse en
recurrente motivo de corrección durante la formación escolar, e incluso motivo
de reproche hacia los estudiantes cuando alcanzan el grado universitario, sobre
los que recurrentemente se publicara, en medios de comunicación, que el nivel
ortográfico no fuera el esperado ni adecuado a la imagen de las
responsabilidades que iban a adquirir profesionalmente). Reveló, la
experimentada escritora, que el extendido razonamiento de usar "la
coma" cuando en la lectura de un texto se producen "las pausas"
"para respirar" (y que se
realizan, también, durante una conversación) no es un "criterio
correcto" para el uso de la "coma", y puso varios ejemplos al
respecto, que asentarían su afirmación. Además, señalaría que el uso de la
"coma" es, a su vez, un recurso del escritor para establecer "un
ritmo" en la lectura de las frases y párrafos, que permitiría al novelista
"conducir" al lector de una manera determinada por el relato de su
obra. A su vez, señalaría que en la escritura hay que usar "comas"
que no motivan pausas al leer una frase, ni pausas en una conversación hablada.
Recordó cómo una "coma" es capaz de sustituir al verbo en una frase;
y desveló el desinterés mostrado, por algunos escritores, al no esforzarse en
tal sentido en sus obras, dejando a las editoriales el "papel" de
corrección de estilo (que implica cambios
de palabras que se reiterar o que argumentarán ser "más apropiadas",
así como los usos de puntuación y otros elementos que afectan a la expresión
literaria, pudiendo modificar, en algún aspecto, la intención primera del autor);
por lo que señaló, que la tarea de revisar las fichas que las editoriales
remiten a los autores, como "propuestas" de correcciones de estilo de
una obra, deben "discutirse y defenderse ante las sugerencias de la
editorial" si el autor considera que modifica algunos aspectos esenciales,
que formarían parte de los objetivos de la obra; cuestión que al parecer, no
sólo se viene descuidado por algunos escritores, sino que a su vez, se concibe
por estos escritores (algo “vaguetes”)
como parte de las tareas destinadas a la publicación y venta de obras
literarias; por lo que considerarían que fuera "el papel" de las
editoriales realizar “las correcciones de estilo” a su propio criterio.
La programación también
incluiría "un juego participativo" de oyentes que se hubiera
anunciado precisamente (tal vez un día o
dos antes) invitándoles a que enviaran al programa las palabras o vocablos
que usaban en el lenguaje de sus comunidades autónomas, o localidades, si
consideraran que debieran hallarse incluidos en el diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española. Aquella idea de invitar a la audiencia en tal
propósito, pareció un éxito, al decir del gran número de oyentes que se
animaron a tal proposición, siendo los de la comunidad de Aragón los que más
participaran. Expresiones como "sí,
por los cojones" como forma de negación y otras palabras y expresiones
como "chipiarse" cuando uno
se moja, o "coger un capazo"
cuando uno interrumpe un propósito al encontrarse con una persona conocida por
la calle y ponerse a hablar "perdiendo
el sentido del tiempo"...
Expresiones que volvieron a
oírse en la emisora de radio que emite desde Madrid, señalando la riqueza y
variedad del lenguaje coloquial (en
ocasiones muy divertidas) que se han ido construyendo en los distintos
territorios de España.
También se abordaría, someramente, la cumbre
del clima (COP28) que se venía celebrando estos días; se consultaba a los
oyentes sobre cómo percibían el problema del cambio climático (a tenor de esta reunión internacional, sobre
cómo terminar con el uso de energías fósiles (petróleo) y la resistencia
ofrecida por países productores de petróleo (OPEP) al no renunciar al uso y
venta de tales combustibles (causante principal de efectos sobre el clima, y
que hemos llamado "cambio climático"). La práctica totalidad de
los comentarios en directo, de los oyentes, se mostraron pesimistas o muy
pesimistas, al respecto de que realmente, la humanidad, logre acuerdos que
permitan frenar este fenómeno (considerado
de origen antropológico) que causa el Ser Humano en su entorno, degradándolo
progresivamente, como resultado de sus sucesivas revoluciones industriales (desde el siglo XIX hasta nuestros días).
Las fuentes de energía que
ha venido usando la Humanidad comenzarían, según se asegura por los expertos,
con el uso controlado del fuego, como primera gran revolución tecnológica; suponiéndose
la primera fuente de energía capaz de ser usada en la manera y forma en que hoy
entendemos el uso y dominio de la energía.
La energía es un vocablo
que se emplea en muchos contextos (reflejando
aptitudes de los seres vivos y también como manifestaciones de una actividad
procedente de objetos inanimados como una cualidad de la materia) en todos
sus usos parece tener relación con la idea de "fuerza".
En la Naturaleza, todos los
seres vivos precisan "energía" para realizar las funciones que se
consideran propias de la existencia de vida, tal y como la conocemos. Las células,
que serían las “unidades básicas y
comunes a todo ser vivo” (y que se
considerarían la primera unidad básica y autónoma, capaz de mostrar todos los
fenómenos por los que se consideraría que una cosa posee vida: reproducción,
nutrición, desarrollo y "muerte") "captan o toman"
energía del exterior, la almacenan orgánicamente, y la distribuyen
dosificadamente "según las necesidades" de sus propios "orgánulos"
y “aparatos” internos que ya poseen funciones diferenciadas y especificas.
El paso de la existencia de
vida unicelular a pluricelular (apareciendo
previamente cilios para hacer posible el movimiento autónomo de la célula,
probablemente para trasladarse en el medio acuoso a donde hubiera más luz por
efecto del sol, y no perecer por las noches, hasta que su evolución interna de fuera
capaz de almacenar energía hasta el día siguiente, o simplemente para buscar
medios acuosos más ricos en nutrientes que absorbería por efectos osmóticos)
sería el comienzo de un proceso de mayor complejidad, donde las células se unen
agrupándose y especializándose en actividades y funciones diferentes; sería el
paso previo de adaptación al medio (que
se supone iniciase la vida en un medio acuoso o líquido) generándose una
gran bifurcación con la que se dividiría la existencia de la vida en el
planeta, según tomaran la energía que precisan para existir como tal vida,
directamente del Sol o a través de otras formas de vida, de las que tomarían
los principios nutrientes (ya fuera
parasitando o fagocitando), y que se llamara inicialmente reinos vegetales
y animales. Ambas bifurcaciones se adaptarían a todos los medios que existen en
el planeta (marino, fluvial, terrestre
superficial y también al profundo fuera terrestre o marino) también se adaptarían
a medios ambientales de lo que definimos como aire (atmosfera en su parte más cercana a la superficie del suelo y cuyas
proporciones de gases, como el oxígeno o el hidrogeno, dejarían de ser
constantes a pocos kms del suelo, donde la biosfera dejaría de serlo al perder
las cualidades que hacen posible la vida sobre la superficie terrestre, pero
cuyas capas superiores de la atmósfera, aunque carezcan de vida, son esenciales
para proteger esos pocos kms. de espesor que definen la biosfera donde sí es
posible la vida tal y como la conocemos, y por ello se da; y a medios
ambientales inesperados como los sulfúricos, que sepamos).
El ADN que aparece en las
células (y en todas formas de vida)
resulta un verdadero misterio – aunque se
maneje el término y se haya aprendido a manipularse por la Ciencia, para
señalar al ADN como instrumento y motivación con que la Naturaleza se hubiera
“dotado” como “memoria codificada” (presente en toda célula existente) para
hacer posible la constante “adaptación y la evolución”, cuya utilidad, en manos
de la Ciencia, se nos muestra en su vertiente más benéfica sobre el control de
enfermedades, pero con la que “se juega” en aspectos que apenas conocemos, para
crear una “estirpe” de “Super-Seres Humanos”. La razón de la existencia y
constitución del ADN en las primeras células que cobraran vida, seguiría el
mismo criterio de ser un código (que se
fuera modificando en razón de mejor adaptarse al medio-ambiente “inicial” en
nuestro planeta). Un código sin el cual las células que “nacieran” de otras
células no sobrevivirían en un medio-ambiente cambiante en caso de “no ir
modificándose” para sobrevivir a los cambios del propio planeta – en cuyos
cambios, también la existencia de la actividad de la vida también participa,
posiblemente desde la propia conformación del planeta, como si el Universo se
hallara “lleno de vida” (como si
pudiéramos establecer un símil entre una atmósfera llena de “semillas/esporas”
que viajan hasta posarse a la espera de que las condiciones le sean favorables
a unas u otras especies, quedando en “estado invernación” hasta llegar “su
momento” de activación”).
Resulta difícil imaginar
cómo las primeras células pudieran crearse en nuestro propio planeta “por sí
solas”, sin imaginar que “mejor solución” fuera que todo el Universo se hallara
en tal disposición para generar vida. Subsistir, las primeras “primicias” de
vida a las disminuciones o cambios de energía procedentes del Sol, cuando el día sucede a la noche y la aportación
de energía solar “cediera” súbitamente, pues a su vez, las
modificaciones/mutaciones del ADN para producir los cambios necesarios y hacer
prevalecer las células, sabemos que son lentas.
Tal vez “obcecarse” en
concebir que las primeras células se generaran en nuestro planeta sea una tesis
más cercana a la idea de ego-centrismo-humanista para darnos mayor relevancia –
aunque tampoco hubiera de descartarse, si la vida se hallara implícita en la
existencia de la propia materia y estuviera ya “predispuesta” y en alguna
medida “latente” cuando se conforman los planetas y estos “evolucionan y
maduran” cuando la energía de “su estrella” cercana es suficiente y constante;
en ese caso no habría en la Tierra vida por ser nuestro planeta “especial o
singular”, como hemos creído, probablemente
para “darnos” “relevancia” y “fortaleza” para subsistir como seres humanos
frente a la adversidad de la existencia, sino que fuera una propiedad en el
Universo que se hiciera posible cuando las condiciones son las apropiadas – al
igual que las semillas precisan del “tempero” para germinar.
También se podría concebir,
lugares de la Tierra que no tuvieran cambios ambientales de disminución de
drástica disminución de energía (como la
que se produce entre la noche y el día) y esos lugares fueran
permanentemente oscuros, con temperatura estable y con “pre-nutrientes”
disponibles en un inicial “caldo pro-vital” donde las células constituyeran sus
membranas celulares y se diferenciaran del tal “caldo primordial” para
constituirse en vida autónoma (tal vez
las zonas polares o tal vez más en el interior de la Tierra(¿?) dando “tiempo”
a que el ADN recopilara, “sugiriera” y “codificara cambios” en la
multiplicación de las primeras células para iniciar el proceso de adaptación.
Aún así, sin ADN no fuera posible la división y multiplicación celular, por lo
que preguntarse sobre cómo fuera posible
que se constituyera el ADN resulta esencial para entender qué fuera la vida y porqué se manifestara
materialmente; o cómo fuera posible que existiera tal “voluntad de existir” y, sobre todo, de “dónde procediera tal
voluntad” que se manifestara con tal potencia en nuestro planeta, que hiciera
posible no solo la existencia de vida, sino previamente, todos los elementos
que son precisos para manifestarse desde sus inicios como “primicias de vida”
hasta ser lo que en nosotros mismos observamos como seres portadores de vida.
El misterio de “qué y cómo”
se generara el código ADN para transmitir “la experiencia” o la “tendencia” de
experiencia y las modificaciones “propuestas” para ir desarrollándose en
sucesivas células – generación tras
generación celular – tal vez no lo descifremos nunca, aunque la Ciencia lo
manipule “con soltura”.
El Universo, por sí solo,
si es, o fuera vida (y en él se hallara “todo”
lo que es o fuera preciso, para ser vida) poseyendo cada astro, galaxia,
agujero negro, anti-materia…., una “función/rol” que, aunque la desconozcamos y
nos maraville su existencia y estudio, es o fuera parte esencial para la
existencia de vida, o parte misma de la vida, podríamos concebir que hiciera
falta tanto espacio para hacerla posible (no
sería un desperdicio de espacio como algunos aseguraron) por lo que sí
sería preciso las extremadas dimensiones del Universo para albergarla. Y aún
así, se sostiene nuevas ideas que aseguran existir “n” espacios Universales
como el nuestro, que incluso lindan y chocan entre sí.
Estaríamos ante una inmensa
maravilla que superaría las dimensiones que el “ser humano” concibe en su vida
cotidiana (un Universo con fenómenos
visibles e invisibles – como señalaría alguna creencia religiosa, como la
cristiana, cuando expresa en el “Credo”::…”creador de todo lo visible e
invisible”, como si ese conocimiento “siempre” hubiera existido y hubiera sido “encriptado”
para ponerlo al alcance de nuestro inconsciente, y poder ser rescatado en el
momento “oportuno” por cada cual, si fuera que lo precisara).
El solo hecho de que tal
complejidad sea y fuera posible, debería trasladarnos la “responsabilidad” que
los humanistas, desde hace unos siglos, se esforzaran en plasmarla por escrito
ante el avance y deshumanización con que los Seres Humanos usan del
conocimiento (heredado de otros que se
esforzaron para concebirlo y alcanzarlo) para “beneficio utilitario” y “propio”,
o de minorías, dando tan constante “mal ejemplo”; porque sin duda, admirarse y
expresarnos ante tal maravilla por medio de la Solidaridad, debiera ser nuestro
objetivo como Humanidad. El odio hace posible barbaridades propias de seres
irracionales, y sin embargo, no parece ser lo contrario del Amor. Lo contrario
al Amor sería el Egoísmo, y el egoísmo sería como creer que, lo que debiera
estar al alcance de todos (y que “otros”
nos pusieran al alcance para “ser lo que somos”) sólo a nosotros nos
perteneciera, y a otros lo negamos, aun sabiendo que así hacemos daño o
causamos muerte (esa sería la base/fundamento
del Humanismo, del cristianismo y de todas las religiones que nacieran buscando
el bien de la Humanidad).
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La fuente de energía que se considera primordial y esencial para la vida
en nuestro planeta es el Sol (nuestra
estrella, la que hace de centro de nuestro sistema solar y de la que durante un
tiempo se diría que tiene una "hermana" invisible que danzaría con
ella en el espacio y que en alguna ocasión se le llamara "anti-sol").
El Sol posee toda fuente de
energía conocida (lumínica, calorífica,
radiaciones conocidas desde las infrarrojas hasta las ultravioletas...) por
lo que se le considera esencial para la existencia de vida en nuestro planeta,
al que hiciera "madurar" en lo que parece un largo proceso, donde el
ambiente terrestre pasara por una evolución donde distintas atmósferas
evolucionaran hasta cobijar o hacer posible la existencia de vida tal y como la
conocemos; aunque en esos estados intermedios de evolución del planeta tal vez
hubiera existido vida que quedara latente en "nichos", como se
descubriera con la existencia de vida celular en ambientes sulfurosos (o como análogamente se conoce la existencia
de vida anaeróbica). Es decir, la vida en el planeta persistiría (sí o sí) aunque el ser humano acabara
con las condiciones del delicado, pero a su vez muy estable (por ser aparentemente flexible y con
capacidad de regenerarse) equilibrio bío/físico/químico que hace posible la
vida en el planeta.
La primera fuente de
energía que usara el ser humano fuera el dominio del fuego. Pero también el
ejercicio y desarrollo de la agricultura sería una demostración del ser humano,
en su capacidad de “entender” la energía procedente del Sol y cómo esta
resultara esencial para la vida vegetal y observara, y estudiara, los ciclos
aparentes del sol para determinar con exactitud las épocas de siembra, y
organizarse un calendario para las actividades agrarias; desde las cuales las
primeras sociedades pudieron medir, con cierta exactitud, la existencia de un
ciclo aparente solar al que llamarían
año.
Este dominio, para
determinar el ciclo solar, probablemente llevara a observar el firmamento y
descubrir (además de la evidencia de la
Luna y su luminosidad dependiente del Sol), a esos otros astros y planetas
que “habitan” el Universo, haciendo posible constatar que hubiera movimiento en
el Cielo lejano y, consecuentemente, al concebirse el movimiento como “una
cualidad” sólo al alcance de la vida animal, considerarlos con “vida propia” (de ahí, que cuando se “inventaran” los “Coches”
que se movían sin usar “caballos” de tiro, apareciera el vocablo “auto-móvil”,
por ser “incomprensible” para el común de la gente que un “Coche” pudiera
moverse autónomamente: ¿Estaba vivo?). Desde esta perspectiva se puede
entender que el sol y los astros “tuvieran vida propia”, o hubiera “alguien”
que todo ello hubiera creado y moviera... hasta que la teoría de una gran
explosión inicial de energía (“Big Bang”)
fuera el inicio y lo que creara el Universo en que vivimos. Esa energía inicial
sería la que aún subsiste y hace posible la existencia del Universo hasta
nuestros días; posibilitó la aparición de todos los fenómenos universales y la
existencia de estrellas y Sol, como el nuestro, y la vida en nuestro planeta.
Todo ello originado, según se sostiene hoy en día, por una inimaginable “explosión
primordial”, que diera origen a todo lo que ahora conociéramos y comprendiéramos
con nuestra mente humana (y aun así, estaría por determinar qué fuera
lo que determinara tal inicial “big-bang” y que, por el momento, se hallaría
inaccesible al mundo científico).
Dentro de las primeras "fuentes"
de energías que dominara el ser humano tal vez fuera la eólica (usada en molinos de viento) para
triturar el grano de cereales y convertirlo en harina; (o para mover barcos a vela), que permitiera navegar por ríos usando
estos como vías de comunicación comercial o de materias primas; o navegar por
los litorales, tanto para la actividad pesquera como comercial o de piratería;
siendo el mar mediterráneo (para el
desarrollo de la cultura occidental), como un inmenso "lago"
donde culturas diferentes se entrecruzaran comerciando – como hicieran los fenicios, que llegarían en sus primeras exploraciones
desde la actual Palestina hasta lo que se llamara "columnas de
Hércules" en el estrecho de Gibraltar y que durante un tiempo, los
"relatores" de la antigua Grecia, atribuirán a esa zona de la
península ibérica, donde se situaran los reinos tartesios, un lugar lleno de
monstruos terribles, con la única finalidad de que no se viajara a tales
confines hasta que decidieron "suspender" tal intimidación; esta
afirmación de "infundir temor" para que no se viajara a esta zona del
mediterráneo fue sostenida recientemente por historiadores que han profundizado
en el conocimiento y exploración de Tartesios haciendo posible una nueva visión
que parece destinada a derribar mitos y misterios que se hubieran sostenido
durante milenios, reduciendo algunos de ellos a simples "estrategias"
de la actividad política de aquella época y que los historiadores griegos
"debieron asumir".
El imperio Romano también
establecería colonias en el extremo oriente, por lo que las comunicaciones se
establecerían por medios marítimos, por ser estos más rápidos que el viaje por
tierra; y aparecería a su vez los barcos de guerra movidos por fuerza eólica y
fuerza humana (con esos viajes lejanos,
se puede concebir que la mezcla entre los seres humanos sería siempre una
constante en la historia de la Humanidad).
La fuerza "de
tiro" (energía
de animales) también fue un sistema elegido para proporcionar "fuerza
motriz", ya fuera caminando en círculos, mientras persigue el señuelo de una zanahoria, haciendo girar un
molino que permite moler cereales o extraer agua de un pozo; o tirar de carros
y carretas (cuando se diseñara la rueda)
para transportar enseres o materiales o simplemente trasportar personas. Con la
invención del arado los animales "de tiro" (ya domesticados) sustituirían a personas en muchas de las tareas
que suponían duros esfuerzos. Se consideró la fuerza motriz humana o animal la
más económica de todas, sobre todo si los humanos empleados en tales tareas
fueran esclavos y siendo esta percepción de la esclavitud una de las bases
esenciales del desarrollo de la economía que, en algunos casos, llegan a
nuestros días bajo distintas formas y maneras, por lo general, más atenuadas.
La energía que se halla en el movimiento del agua en el curso de los
ríos también se aprovecharía para poner norias en el agua destinadas o a
extraer agua dulce para riego o para moler grano de cereales.
La madera, además de ser una materia prima de primer orden por su
multitud de usos, también fuera referente de energía como combustible, aparte
de ser una materia prima básica hasta la revolución industrial.
Los
bosques eran protegidos por ser esenciales para la economía (ya antes eran considerados lugares
"singulares" donde la Naturaleza, no solo expresaba la
"diversidad" de la vida, en especies de animales y vegetales, sino lugar
donde se produjeran "misteriosos fenómenos" (según los relatos de
antiguos druidas/sacerdotes) y sobre todo un "reflejo" “a imagen”
de la creación de la Vida, que se “emuló y reprodujo” en templos antiguos y
algunas catedrales, donde las columnas imitarían arbolados rematados con
motivos florales y entre los "nervios" que sostienen las bóvedas
aparecen pinturas reflejando las divinidades existentes en los cielos; y a su
vez, en las intersecciones de los nervios, adornos dorados a modo de estrellas,
que serían un reflejo completo de un bosque entre cuyas copas de arboles se
viera el cielo y las estrellas. Tal era y fuese la relevancia dada a bosques y
selvas desde la antigüedad y que ahora pareciera perderse o ningunearse tal
importancia, centrándose solamente en el valor comercial de la madera que
produce un bosque o selva, e incluso se hubiera olvidado los sistemas de tala
con rotación del terreno de bosque - sistema destinado a la administración de
los bosques para preservar siempre su masa forestal y no ponerla en peligro de
extinción).
La
obtención de madera como objetivo económico, ha sustituido la visión del bosque
que la produce y los múltiples efectos beneficiosos que las masas de bosque
producen en el entorno y clima local, facilitando humedad ambiental que hace
posible que las lluvias sean más frecuentes. (por lo general, se considera esencial la selva amazónica y se olvida la
necesidad de mantener y ampliar las zonas boscosas en Europa para contener la
desertización y amortiguar los efectos del cambio climático).
Sólo “se
ven” los bosques y selvas como “productores” de madera. Madera para la
construcción - ya fuera de casas,
palacios, mobiliario; pero también para la marina comercial y de guerra,
motivo por el cual extensas zonas como los “monegros” en Aragón, quedarían en
estado semi-deserticas, propias de paisajes africanos, que propiciarían la
"inversión térmica" que se da en el valle del Ebro entre Navarra y
Aragón, haciendo posible un "cambio climático" por el cual, la falta
de vegetación producida por tala excesiva (y en esa zona colindante con Navarra), llevaría a una pérdida de
precipitaciones de lluvia y un grave deterioro del terreno que sólo pudo
suplirse, en alguna medida, con una red de regadíos procedente del rio Ebro (y que no afectan a la Cuenca hidrológica por
estar estos territorios dentro de la misma). Cuestión muy diferente es
cuando el agua se extrae de una Cuenca hidrológica para regar, o suministrar, a
otras cuencas u otras zonas agrarias, o ciudades, que esquilman sus recursos
naturales porque crecen de manera salvaje o desmedida, agotando sus propios
recursos y a su vez exigiendo seguir expandirse, detrayendo recursos esenciales
como el agua de otras cuencas o regiones sin importarles que estas pudieran
quedar sin recursos propios y muy perjudicadas, limitadas en sus oportunidades
o en trayecto a la degradación territorial en ruta a la desertización; (como ocurriera en Aragón con la deforestación
destinada, según se dice, a la construcción de barcos o simples traviesas para
las líneas de ferrocarril).
Paradójicamente,
los grupos naturalistas se han opuesto a restaurar esas zonas ahora semi-desérticas
alegando existencia de fauna y flora en variedades de más de 500 especies,
algunas exclusivas y otras de naturaleza africana, que hubiera de protegerse, “olvidando”
que restaurar las masas forestales permitiría frenar la desertización del
territorio peninsular - y quien quiera
ver fauna africana fuera más lógico que fuera a África a apreciarla y no
convertir la península en un territorio africano más, descuidando lo esencial (y
trasladando tales decisiones conservacionistas a ámbitos como COP28, donde
parece inviable que países que han organizado su economía y riqueza entorno al petróleo
estén dispuestos a renunciar a su riqueza, y posiblemente entrando en crisis
sociales y políticas en sus propios países sin tener una alternativa de riqueza
similar - ¿qué haríamos nosotros en el lugar de esos países que ahora se ven
por largos años en periodo de “vacas gordas”? – es una pregunta retórica, pues ya les hemos demostrado los occidentales
nuestro “egoísmo” de manera reiterada, por medio de guerras y bestialidades
destinadas a quedarnos recursos y materias primas de lugares muy alejados de Europa
o Norteamérica, sin importarnos lo que fueran de sus gentes y culturas, y en
muchas ocasiones “marchándonos” y dejándolos “libres” después de haber “sembrado
la discordia” entre ellos).
Preservar
y fomentar la pluviosidad en la península para evitar la desertización, frenar
el “cambio climático local” y, con él, la llegada de insectos y virus africanos
con sus graves enfermedades debería de ser una prioridad para la península
ibérica, y sin embargo, hacemos como dice el cuento de las “Libres y los galgos”
(discutiendo si lo que nos amenaza en una
cacería organizada por humanos, son “galgos o podencos”, en vez de ponernos “manos
a las obras”); miramos “todos”, incluso los medios de comunicación, estos
días a la COP28, señalando sobreactuaciones (como afectar a obras de arte en museos) en vez de ponernos a cuidar
“lo propio” y que tenemos al alcance, y al menos dar ejemplo – “sí, por los cojones”, que lo hagan primero “ellos”.
El uso del carbón, y luego
el petróleo, han sido las fuentes de energía más
importantes y relevantes que hicieron posibles las revoluciones industriales (producen calor intenso al entrar en
combustión) son materiales minerales que se formaron a partir de la
existencia de vida vegetal que fuera enterrada y sepultada en grandes
cataclismos y sometida a grandes presiones dando origen al carbón o al
petróleo. Es decir, fue vida orgánica que poseía vida y por lo tanto energía
almacenada en forma de agrupaciones celulares y que es el motivo por, el cual,
esa energía puede extraerse.
Al ser la combustión el fenómeno
común, esencial (y propio de la
existencia de vida) que hace posible la liberación de energía (combustión que realizan todos los seres
vivos por medio de la respiración, sea esta aerobia o anaeróbica, se
"queman" sustancias almacenadas en el organismo produciendo como
resultado energía, co2 y vapor de agua) se ha convertido en el método que
más emula el ser humano `para obtener energía en forma de calor; este calor (obtenido de combustiones de todo tipo de
materiales, pero en especial carbón y petróleo) se utiliza para producir
vapor; y este vapor, sometido a presión, se canaliza para transformar la fuerza
de su "expansión" en energía cinética, haciendo posible un movimiento
circular que luego fuera transformado por poleas/engranajes y/u otros medios
ingeniosos en movimiento longitudinal (de
ahí el termino de “ingenieros”, que acabaran calculando los "momentos de torsión",
resistencia de materiales, cálculo de potencia, energía transmitida, pérdidas
de energía, unidades de trabajo.... en un proceso de optimización de
materiales, rendimientos de motores y maximización de la energía empleada...
cálculo de la presión y su comportamiento en gases, sistemas de medición de
gases; sistemas de medición de temperatura y cálculo del "cero grados,
absoluto", relación entre presión, volumen y temperatura, puntos de
ebullición; aparición de los Altos Hornos para generar materiales metálicos y
aleaciones destinadas a la fabricación de buques, barcos, automóviles,
electrodomésticos, puentes, edificios,... desarrollo de sistemas de medición y
creación de patrones de medida internacionales para favorecer el comercio...
etc.), - dando origen a los llamados "motores" (ya fueran calderas de vapor o motores de
explosión o combustión interna)
mediante los cuales se produce consigue "esa energía mecánica" que se
aprovechara para el movimiento de maquinaria, (tanto en la industria, como lo fuera la textil, como en el transporte,
como lo fuera el ferrocarril o los barcos y transatlánticos a vapor por medio
de calderas donde se calentaba el agua con madera o carbón para producir ese
vapor a presión).
El carbón fuera uno de los
primeros combustibles que señalaron el inicio de la revolución industrial (dejando a un lado el uso de combustible de
la madera, sería el carbón con fines industriales; empezara a ser utilizada la
madera para hacer papel en masa destinado esencialmente para la
"comunicación" escrita ya fueren libros, periódicos, informes...).
La aparición del petróleo
permitiría, con el refinamiento de este producto, la aparición de múltiples
variedades de combustibles con características diferenciadas, muy inflamables,
con cualidades explosivas, por lo que esta cualidad "explosiva" del
petróleo refinado sometido a presión, permitiría el desarrollo de los motores
de "explosión", cuya popularidad alcanzaría nuestros días con el uso
de automóviles, motocicletas, camiones, barcos, aviones... siendo el combustible
“sustento” del transporte para el comercio interior/exterior. Así mismo, el
tratamiento del petróleo daría lugar a la aparición de plásticos para todo uso,
(mediante el moldeado térmico, creación
de fibras textiles muy baratas, como el poliéster...) inundando el mercado
de consumo con nuevos productos que reunían el requisito de romperse y comprar
otro nuevo, (que era el objetivo de “sostenibilidad”
impuesto a los sistemas de producción para poder dar trabajo a la ciudadanía de
todo el mundo: la obsolescencia programada viene de lejos, siendo el primer
producto así concebido expresamente en su fabricación las bombillas que se
poseyeron en todas las casas – por lo que hubiera de deducirse que “existen”
multitud de aparatos que se pudieron construir para funcionar “eternamente” y
cuya tecnología existiría o pudiera recuperarse, estando “guardada” para una
minoría elitista; de no ser así, la visión humana de progreso podría concebirse
que poseyera un componente “suicida”).
La fabricación/generación
de energía eléctrica sería el “salto” esencial
y relevante del progreso industrial y la actual civilización humana. Precisaría
también de movimiento cinético, pues la energía eléctrica precisaba de rotor
que cree un campo magnético que hiciera posible el teórico movimiento de
electrones, con los que se concibe hacer posible la aparición "espontánea"
de electricidad y su canalización por medio de materiales conductores, como el
cobre, para ponerlos a disposición de motores eléctricos que funcionan de
manera inversa, transformando la electricidad en movimiento y/o calor/frío
haciendo posible el uso de maquinaria/herramientas/o electrodomésticos… tanto
de uso destinado a la industria, el transporte, las comunicaciones o doméstico.
Desde
esa idea de concebir la electricidad como mejor medio de conservación, transporte
y conversión de la energía, todos los medios al alcance del ser humano se
dispusieron para extraer todo lo que en la Naturaleza pudiera contener energía
(ya fuera porque poseyera movimiento
natural: Agua, aire…o porque se pudiera quemar como combustible: Carbón, petróleo,
madera, residuos…) y orientarlos a la producción de energía eléctrica.
La fuerza hidráulica, (que se usara de
antiguo, obtenida al instalar molinos/norias en las orillas de ríos o pequeños
cauces de agua o acequias, moviendo sus palas y generando un movimiento
"de giro" en un eje, que moviera engranajes con la finalidad de
triturar grano de cereales obteniendo harinas… se adaptaría a la revolución
industrial o para mover los primeros telares mecánicos al diseñarse la
"lanzadera" y así facilitar el tejido de los hilos para confeccionar
telas) evolucionaría la energía hidráulica al construirse enormes “presas de
hormigón” sobre los ríos para retener/contener grades cantidades de agua (pantanos artificiales) para
abastecimiento continuo a la agricultura, a fábricas y a poblaciones (la “diferencia de potencial” debida a la
gravedad y/o la presión del agua, que se establecía entre los muros de la presa
y el desagüe de la misma, sobre el cauce del propio río, así apresado, hacia
girar las palas que se hallan sujetas a ejes que así rotaban, transmitiendo el
movimiento a otros rotores que generan electricidad, que es transformada en
voltaje e intensidad para ser transportada a largas distancia).
También la eólica se
destinaría a tal fin mediante aero-generadores.
Así pues, la
fabricación/generación de la “versátil” energía eléctrica, precisaba de un
inicial movimiento/fuerza mecánica capaz de generar movimiento a rotores que
produjeran ese fenómeno (que existe en la
Naturaleza) y que permite una diferencia de potencial que hiciera posible
el surgimiento de electricidad. Y esa fuerza mecánica la proporcionaría el
carbón, el petróleo, (también la quema de
residuos de todo tipo en centrales térmicas que han venido produciendo calor aprovechable para generar energía
transformable en eléctrica), pero se precisa del mismo proceso de
combustión que se pretende evitar, por producir emisiones y gases contaminantes
o de efecto invernadero debieran sustituirse (según el criterio actual) porque para extraer su energía se precisa
de un proceso de combustión que produzca calor y presión, o explosión, que
genere movimiento para ser aprovechado directamente, o que se pueda transformar
el movimiento que genere energía eléctrica.
Cuando el ser humano
comprendió que podría extraer energía creando diferencias de potencial dentro
de materiales radiactivos se iniciaría la carrera atómica. La energía
nuclear (se obtendría de la
degradación del uranio en centrales nucleares…) también se basa en el
calentamiento de tanques de agua (agua
pesada) que cede su calor para producir energía eléctrica. La degradación
controlada de los materiales radiactivos sumergidos en agua pesada, emiten
calor y a su vez radiación peligrosa.
El primer impulso determinante de las energías
solares, aparecería con la crisis del petróleo en 1973, impulsada tal industria
por el Secretario de Estado, recientemente fallecido, Henry Kissinger, con la finalidad
de reducir el control del monopolio energético de la Organización de Países
Productores de Petróleo, en razón de las presiones que realizaron por otro
episodio de guerra de Israel contra el mundo árabe y que es situación similar a
la que actualmente se estuviera produciendo en la zona; motivo por el cual se
temiera un alza en el precio de "crudo" que por el momento no se
hubiera producido. Inesperadamente, debemos al Dr. Kissinger la promoción de
las energías renovables que incluirían, con el tiempo, las eólicas.. y
consecuentemente también le debemos a él la promoción “indirecta” del
ecologismo… lo que muestra, también, una paradoja existente en la vida Humana y
quién sabe si también es, o fuera, una propiedad del Universo que nos contiene.
Existen en la actualidad
nuevas tecnologías mucho menos entrópicas, pues usarían del fenómeno entrópico ya
existente en la Naturaleza (y en el
propio Universo) sin necesidad de aumentar la “entropía local” tan “exageradamente”
como se hace en la actualidad, para obtener energía de manera “tan primitiva” y
“burda” (incluso existiría ya, tecnología
que amenazan con la dedicación de la humanidad a trabajar diariamente, poniendo
en riesgo toda la concepción de “trabajar por dinero” que hace posible concebir
una remuneración individualizada para cada persona, destinando el dinero para
poder vivir).
Dado que no parece posible,
para el ser humano, generar energía sin recurrir a una tecnología que no
aumente la entropía (degradación de
materiales mediante la combustión que dan origen a otros subproductos que
modifican el medio-ambiente y hace posible el cambio climático poniendo en
riesgo las condiciones de vida de la Humanidad) se ha llegado a la tajante conclusión
de que deben sustituirse las fuentes de energía basadas en el carbón y en el
petróleo; por lo que por ello habla el programa de RNE-R5, así como el resto de
medios informativos del COP28. Y no parece que tal reunión permita avances
sustanciales, si estos pasan por que unos Estados-Naciones renuncie a su
potencial riqueza y progreso (a sólo
razón de hacerse…”por el alma la abuela”. La manipulación informativa en occidente
sería clara).
Varios errores de concepto
señalaría este autor en su blog, ya hace más de 20 años, cuando redactara la
Norma Básica sobre Bienes de Consumo (NBBC), sobre cómo se estuviera
gestionando las cuestiones medioambientales. Por ejemplo, señalaría que “comercializar”
con la contaminación, bajo el concepto de “quien contamina paga” era un error
de bulto, pues al crearse cuotas de contaminación y traficarse con ellas,
entramos en el mismo juego de comercio igual a engaño, que siempre es el medio
recurrente de los contratos “engañar” al prójimo `para obtener beneficios;
siendo la única solución aceptable el de “la compensación de emisiones”. Es un
concepto que aparecería en ese estudio del autor, que nunca le reconocieron y
ahora se vuelve a rescatar en esta COP28 (pero
sin bloquear las cuotas de emisiones, con los que se sigue traficando).
Toda producción de bienes o energía produce un impacto negativo, que si no se
compensa deteriora el ambiente: Al no compensarlo los productos fabricados
salen más baratos porque no incluyen todos los costes de fabricación. Es un
engaño y fraude en el precio de un producto que se vende por debajo de su
precio de coste de fabricación, lo que en sí mismo sería un delito que nos
permitimos realizar como un engaño colectivo que todos aceptamos. Si incluyéramos
ese coste en el uso del petróleo, el carbón, la energía nuclear….veríamos que su
precio es inasumible en términos absolutos.
No percibimos la dimensión
del problema, a pesar de las noticias sobre la COP28, probablemente porque a
continuación de ese tema preocupante nos ponen anuncios donde sale gente guapa
siendo feliz… el “no pasa nada” es una constante en los medios privados de
comunicación (que viven de anunciantes
que precisan de “buen ambiente de humor” para vender sus productos), por lo
que los mensajes de riesgo “no son creíbles”, o al menos no tanto como lo
pueden llegar a ser en los medios públicos sin anuncios. Al menos así lo cree
este autor.
La
generación de electricidad como energía esencial y básica, con los mismos destinos
de producción industrializada y suministro continúo de energía para fines domésticos
y/o habitacionales propios del llamado confort, se ha convertido en una dependencia
insustituible en la cultura humana internacional, en la actualidad.
Esto
es tanto un hecho, como un reto, como un vértigo para toda la humanidad.
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