Viendo por youtobe los programas de "La Clave", de Balbín, serie de programas realmente interesantes y que la tecnología de la red nos permite rescatar y revisionar, años y lustros después de su emisión, me sorprendió que realizara una serie de capítulos dedicados a la religión, entre los que se encontraba el de el referido a Lucifer. (lo añadiré al final de este artículo para quien quiera visualice ese debate). Y llama la atención en el debate que no haya aproximación filosófica profunda por parte de los componentes que den explicación al fenómeno del diablo, a pesar de existir sacerdotes presentes. Y que se acabe recurriendo a la idea de la existencia corpórea de tal ser malvado, capaz de actuar independientemente y con inteligencia propia y separada del ser humano. Ya me referí en un artículo (Qué es Dios? y Quien es Dios?) a mi visión de la divinidad, por lo que ahora corresponde realizar lo mismo con la visión de lo demoníaco. Y en ello pretendo ser breve, pues para mí el fenómeno de lo demoníaco no es otro que mental, puramente mental, y menos complejo que el divino, por lo que resultará fácil hacerme entender. En ello va mi propósito.
No existe relación directa entre Dios y el Demonio. Esta es mi primera afirmación. Pues si el acceso a la comprensión de lo divino es compleja, lo demoníaco no es otra cosa que la concepción de la limitación del ser humano a su naturaleza puramente animal. Es decir, no cabe demonio en el mundo, si este mundo no fuera corpóreo y limitado por la muerte. En un escenario donde el ser humano no tuviera esa dependencia de sus funciones biológicas es imposible la presencia del maligno. Pues el maligno precisa del miedo del Ser Humano a padecer, a causa de su condición animal, privaciones y necesidades que no satisfará y que le pueden llevar a sufrimiento. Desde esa idea apela a su instinto de supervivencia para sobrevivir y superarlas. Hasta ahí tampoco existe Demonio ni Dios, pues es requisito para establecer la existencia demoníaca, la existencia divina a la que ofrecerse como alternativa rápida, ágil y eficaz que permite, sin grandes penalidades, esfuerzos y trabajo, acceder a aquello que se precisa como ser limitado por el sufrimiento y la muerte, para ser satisfecho por el camino "corto" del poder demoníaco - pues el poder demoníaco promete atajos a cambio del alma.
Así pues el demonio nace de la existencia del bien; bien que representa un camino de sacrificio y experiencia para determinar el modo correcto de hacer las cosas en la vida y que, por ello, requiere de cierto sacrificio y sufrimiento para alcanzarlo; este sacrificio y sufrimiento viene añadido por estar en el mundo, y ser el mundo un lugar lleno de limitaciones que nos hacen sufrir y de apariencias. Pero una vez discernido el camino correcto, nuestro camino se ve claro y despejado para hacer correctamente las cosas en bien de todos, y, consecuentemenete, en nuestro bien.
Mientras el demonio necesita de Dios para constituirse en su adversario, Dios no precisa de demonio alguno para constituirse en lo que es; por lo cual El demonio es subordinado a Dios y de categoría distinta. Es un producto de la mente humana, al que se apela como atajo para conseguir algo que nos merecemos, y que sabemos que nos merecemos, y que reclamamos anticipadamente antes de realizar el camino - que sabemos que nos será penoso - para conseguir ese premio. Al reclamar ese premio que nos merecemos apelamos a nuestra inteligencia; y nuestra inteligencia nos ofrece la posibilidad de darnos lo que le pedimos. Pero al ser por el camino de la inteligencia (Golpe de Luz), evitamos al alma recorrer el camino correcto que nos mostraría la sabiduría de ese conocimiento que se adquiere al realizar las cosas correctamente (sabiduría); y al acortar el camino no hacemos otra cosa que conseguir el fin (ignorando que el camino lo es todo) y al conseguir el fin sin realizar el camino solo conseguimos evitarnos la "experiencia" y al evitar la "experiencia" nos evitamos la sabiduría. Por lo que al no obtener sabiduría, que es lo que parece esencial en la experiencia de la vida y del alma (pues la sabiduría nos lleva al amor y el amor a Dios), perdemos el camino hacia Dios (de ahí que el precio de los dones del Demonio sea el Alma), y por tanto, nos deje en el infierno de la ignorancia.
Así pues el Demonio es la Inteligencia nuestra, asustada por la vida y sus consecuencias, busca en el interior de su propia inteligencia y de los temores que esta le produce por la vida humana, otra inteligencia (que no es más que la misma inteligencia humana) formulas de aliarse con el poder que le da miedo para dejar de tenerlo. Y en esa somatización se expresa una figura corpórea; que no es otra cosa que la esencia animal del ser humano dotada de la inteligencia que prevé la finitud de la vida humana y del sufrimiento que le espera. Y que propone como alternativa el goce de la vida de los sentidos , de los placeres y de la riqueza y el poder como alternativa al sufrimiento y limitaciones de la vida. En ese escenario egoísta el Alma se pierde y queda alejada de toda referencia divina; pues el camino de retorno se hace arto difícil.
De ahí que los ateos (o aquellos que han realizado pactos con el "diablo" - que no es otra cosa que con su propia conciencia) busque en religiones ateas la salvación de sus almas; pues conocen perfectamente que su voluntad fue alejarse del conocimiento que otorga la experiencia de hacer las cosas bien y correctamente; por lo que mintieron, difamaron, levantaron falso testimonio, juraron en vano, acecharon al justo.... todo ello para procurarse un bien en la vida; vida que ahora se acaba y temen no encontrar otro horizonte más que el de la muerte perpetua. De ahí que yo sostenga que la mayoría de los poderosos, conscientes de que sus actos no le franquearán, ni le permitirán reconocer el camino hacia Dios de su alma; pues esta ha sido sacrificada y ninguneada (cada vez que reclamaba corregir los actos cotidianos que hacían daño a las gentes), y ahora que se debería convertir en guía no tiene más experiencia que la del deseo y la voluntad (Yo soy el que soy), y ello no conduce a Dios, pues al constituirse en Dios el Hombre e ignorar la espiritualidad de su Ser (en el ejercicio del poder) su mundo se ha constituido de materialismo; un materialismo donde no cabe paraíso alguno fuera de la materia terrestre (Por lo que concibe que su Divinidad fuera de Dios era falsa, pero le fue útil mientras vivió). Y si apela a Lucifer para que le lleve hasta Dios entenderá, rápidamente y desde un principio, que Dios nada o poco tiene que ver con Lucifer - como dijimos al principio Dios no tiene relación con Lucifer, pues son categorías diferentes. Lucifer es el pacto con la inteligencia por el miedo a sufrir. De ahí que se considere a Lucifer como el príncipe del mundo; pues tan aterrado puede concebirse un humano ante las adversidades que le esperan en este mundo que apelen al poder y la inteligencia animal para evadirse de todo mal; apelando al Príncipe del mundo.
Todo lo que se pacta con el diablo, en la mente del ser humano, es admisible si está concebido bajo la Gracia de Dios; es decir: SI todo ello se hiciera, realmente, por amor. Pero el pacto con el diablo se hace por miedo y por ambición, por lo que se excluye íntimamente al amor (es el egoísmo quien guía) y ahí se pierde el Alma que es quien nos debe guiar en el transito final. De ahí que me declare anticomunista, pues todo lo que hace el comunismo sería propio del cristiano si se hiciera por Amor, pero al ser guiado el comunismo por un deseo de imposición beligerante pierde esa cualidad amorosa. La pierde en el comunismo la teoría comunista, pero no el comunista, pues este como individuo puede actuar convencido de hacer un bien - pero ese bien solo se manifestará si permite que cada ser humano llegue a su propia conclusión sin ser presionado por su ideal comunista que busca resultados y los reclama en nombre de la revolución. Análogamente ocurre con el anarquismo que se impone, o con el Socialismo que se impone o con el fascismo que se impone.... o con cualquier ismo que se imponga.
Todo lo que se pacta con el diablo, en la mente del ser humano, es admisible si está concebido bajo la Gracia de Dios; es decir: SI todo ello se hiciera, realmente, por amor. Pero el pacto con el diablo se hace por miedo y por ambición, por lo que se excluye íntimamente al amor (es el egoísmo quien guía) y ahí se pierde el Alma que es quien nos debe guiar en el transito final. De ahí que me declare anticomunista, pues todo lo que hace el comunismo sería propio del cristiano si se hiciera por Amor, pero al ser guiado el comunismo por un deseo de imposición beligerante pierde esa cualidad amorosa. La pierde en el comunismo la teoría comunista, pero no el comunista, pues este como individuo puede actuar convencido de hacer un bien - pero ese bien solo se manifestará si permite que cada ser humano llegue a su propia conclusión sin ser presionado por su ideal comunista que busca resultados y los reclama en nombre de la revolución. Análogamente ocurre con el anarquismo que se impone, o con el Socialismo que se impone o con el fascismo que se impone.... o con cualquier ismo que se imponga.
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