La sex-simbol italiana, una de las artistas más destacadas del área mediterránea, tiene en su haber el mérito de haber influido en millones de mujeres españolas, e iberoamericanas, desde los años setenta, dando lugar a una visión de lo femenino más tolerante y propenso a una visión fraternal con el sexo masculino.
El papel de Raffaella, en la salida de la dictadura española (1976), donde la visión de la mujer católica era no sólo rígida y recatada, sino intransigente con la sensualidad propia y ajena, y con los pequeños placeres que la condición humana puede otorgarnos desde nuestro propio ser; pues ese modelo de mujer nacido de la represión sexual política y religiosa había dado lugar a multitud de tragedias matrimoniales y desgracias sobre los hijos e hijas, a los que se negaba la realización de un aspecto esencial de su ser: La sexualidad.
La Carrá rompió el molde, pues más allá de los intentos realizados por artistas españolas, intentando reseñar lo absurdo de reprimir la sexualidad femenina - y que fueron encasilladas como mujeres "ligeras" cuando no directamente de putas - llega Raffaella a demostrar que no existe incompatibilidad entre ser mujer completa (es decir, dotada de sexualidad, de sentido común e inteligencia) y mantener los principios éticos y morales que les son propios a cualquier persona de bien.
Su cariño y su carisma trascendió más allá de las pantallas de la televisión, señalando un camino a las jóvenes - y las no tan jóvenes - mujeres españolas, para salir del corsé de una pretendida virtud con la que se quería despojar a la mujer de lo más esencial y definitorio de su condición: La sexualidad. La Carrá, implícitamente, muestra a todas las mujeres íberas que por ser mujer de verdad y tomar la iniciativa en las relaciones, nada pierde, pues quien ofrece amor y se defiende con amor siempre vence; y más si es mujer.
La Carrá se merece en España un reconocimiento meridiano de la labor realizada que permitió el transito entre la mujer estreñida y castradora a la mujer que persigue sus sueños en todos los terrenos que la vida le proponga.
Ea pues, Raffaella Carrá no ha sido otra cosa que ejemplo y camino hacia una dignidad femenina plena, que reclama para sí el derecho a ser feliz en todas las facetas femeninas de la mujer latina. Y ello también llegó a Latinoamérica.
Bravo por la Carrá. Ver Viña del Mar 1982
Viña 1982 - Raffaella Carrá . - Duración: 51:36.
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