Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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martes, 9 de junio de 2020

La cara, “dura” y desvergonzada, de Podemos


La cara, “dura” y desvergonzada, de Podemos

Mientras ayer lunes presentaban un proyecto de ley orgánica contra el maltrato infantil, no sólo se sigue permitiendo que el SAP (Síndrome de Alienación Parental) se haya incorporado a la lista de síndromes de la Academia de Medicina Española en 2019 (en contra de los criterios internacionales que lo desechan como tal y cuya contraindicación esencial  es hacer posible que un menor, o joven maltratado, sea ignorado o considerado falsa su vivencia por una persona maltratadora) sino que además, si coexiste con la ley que proclama promover PODEMOS, esta será papel mojado siempre que lo deseen y cuando lo deseen, en TODOS los casos que se consideren “apropiado” ignorar los efectos del maltrato sostenido en niños y jóvenes, con la única finalidad de salvar a sus maltratadores (no sería la primera vez, artículos al respecto y videos en situaciones jurídicas los hay de toda índole, basados en la coacción terapéutica/judicial de aceptar a la persona maltratadora). 
El SAP no es solo un diagnóstico (que para el resto del mundo no existe, solo lo es para España). Es una técnica de coacción y violencia sobre el niño, o el joven (incluso adultos) que se puede emplear desde entornos teóricamente “terapéuticos”; como se está haciendo con el muchacho.
La técnica se halla expresa en wikipedia, donde existe un ejemplo al respecto que resulta relevante:
Tratamiento[editar]
Para Gardner se trata de «desprogramar» al niño66nota 2 y obligarlo a aceptar al padre rechazado.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas a pasar el fin de semana con tu padre, él dejará de pasar la cuota de alimentos a tu madre durante una semana?
Paciente: - Igual no iría a visitarlo, conseguiría un trabajo y le daría yo el dinero a mi madre.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas le dejaría de pasar dinero a tu madre para siempre y ella se quedara sin nada de dinero?
Paciente: - Si es necesario yo y mis dos hermanos pequeños saldríamos a trabajar para mantenernos pero no vería a mi padre.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas este fin de semana a ver a tu padre el juez llevaría a tu madre a la cárcel todo el fin de semana?
Paciente: - Mi madre dice que, si yo no quiero ir y me siento incómoda con él, ella soportaría ir a la cárcel antes que yo me vea obligada a hacer algo que no quiero.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez dice que la va a dejar en la cárcel el tiempo que sea necesario hasta que tu vayas a ver a tu padre y te quedes con él?
Paciente: - Iría a verlo.
Tal vez no resultara acertado señalar la fama que atribuyeran los ingleses a los hispanos en tiempos de Lepanto, pero pareciera obvio que hoy en día se persiste en una bifurcación terapéutico/jurídica destinada a ese fin de proteger a una persona maltratadora de menores, o de lo que los menores vieran del maltrato y mal proceder en un adulto. 
En el caso del muchacho, la hipótesis (ya confirmada) se hallaría en que se considera minimizar cualquier maltrato que le realice la progenitora, teniéndola que aceptar en toda su dimensión, aunque el hijo (acertadamente) considere que debiera ser “tratada” de un padecimiento o daño del que no sabe muy bien a quién responsabilizar. 
La acción “terapéutica” sobre el hijo, ninguneando las actitudes de la madre, es la aplicación expresa de un SAP (ya no quedan dudas). Si la madre habla mal de los hombres, como hizo recientemente en el confinamiento, será porque el padre le hiciera algo, (no?) O fuera su anterior marido?, o el propio padre de ésta? ¿Eso justificaría manifestaciones contra todos los hombres? y las descalificaciones que realiza la madre sobre el padre? – que pugna por darle un entorno más estable al hijo – es interpretado por el hijo con gran confusión, y consiguientemente buscando un encuentro entre ambos progenitores (parece obvia su propuesta de solución) O es que alguien miente, presiona o coacciona a su madre? para que sea así con él, con su propio hijo? (piensa el hijo) – no concibe otra alternativa. Y todas ellas muy racionales, salvo que caigan en manos de “profesionales” cuyo objetivo sea crear confusión en este caso concreto y por cuestiones que debieran explicar (o tal vez ya fueran explicadas en este mismo blog hace tiempo; sin que al autor se le pudiera pasar por la mente que la malicia, el enrevesamiento y la mala fe llegaran tan lejos) porque realmente esa decisión de incorporar el SAP como síndrome por la Medicina española (en 2019) parece tener más de complacencia versátil, a disposición de persona o grupo influyente de turno.
Al retirarle la madre las llaves al hijo, al bloquearle la tarjeta móvil (tampoco puede consultar sus saldos de banco fácilmente), después del canturreo en el baño sobre reventar cerraduras de casasque la médico tuviera el atrevimiento de decirle al padre si no le asusta eso a él (pues un poco sí, el padre a contratado un sistema de alarmas) siendo que en el pasado la madre le pidiera al anterior marido las llaves de la casa, después de separarse, y se le llevara los muebles sin permiso, es para considerar a esta señora capaz de todo – a pesar de lo que diga la médica - (a la vista de lo que se atreve con el hijo), sin despreciar la asesoría jurídica que le apoya (ya consabidos y nombrados).

(Suena un poco a “corrupción” organizada, no? – donde todos pudieran ganar algo, favor te hago, favor me haces… –  al fin y al cabo qué importa la vida del muchacho? ……o es una simple práctica cotidiana en España?) Se podría llevar el caso a la Corte Internacional contra la tortura, el terrorismo de Estado? (Y…. PODEMOS detrás de todo esto?)

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