Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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domingo, 7 de junio de 2020

“Buscar” y explorar gente “normal” y lo que debiera ser la “normalidad” (de ahí lo que parecen “errores”).


“Buscar” y explorar gente “normal” y lo que debiera ser la “normalidad” (de ahí lo que parecen “errores”).

Que nadie es perfecto resulta una evidencia; hay que adaptarse a un mundo “diferente” al esperado (incluso en el entorno de los amigos de la juventud, que suelen ir cambiando de “perspectiva”, a veces “inesperadamente” para aquellos que creen que el mundo y la sociedad debería prevalecer en unos valores claros, transparentes e inamovibles).  Sin embargo, no es tan claro y visible que esos valores prevalezcan, y ello, de alguna manera, prolonga el periodo de adaptación y en ocasiones parece estancarlo. Los propios entornos cercanos pueden “deformar” o “ignorar” esos valores que debieran ser la “guía” de las sociedades; a veces con motivo de establecer un “dominio” (o jerarquía) no sujeto a canales de comunicación estables y permanentes (con lo que se evita percibir, distorsionando, las imposiciones del ejercicio de ese dominio generando “efectos” o “afecciones” o “incidencias” que pueden llegar a ser muy adversas). Percibir con claridad la diferencia entre que sea el paciente el responsable de ese estancamiento o que existan factores externos – personas concretas – los que “bloquean” y/o conmocionan a las personas en estos periodos, resulta una tarea esencial para que una persona reciba el apoyo preciso para salir de ese “laberinto” con el que empezaría a concebir a las sociedades humanas. Laberinto que se pudiera establecer por la falta de “referencia” del entorno inmediato – que muestre un  mínimo de “honestidad” en la relación (y no un doble lenguaje destinado precisamente a hacer creer que la dificultad se halla en la persona así tratada) y que dificultaría gravemente, por un lado, la percepción imparcial del “problema” y por otro la sensación de “seguridad” y apoyo que debe tener la persona para poder adoptar una visión que permita “relativizar” aquello que más le puede afectar en la sensibilidad cuando observamos lo absurdo que puede resultar la violencia en nuestras sociedades, o la falta de solidaridad, o la competitividad extrema cuando alcanza las formas de rivalidad, exclusión o territorialidades  extremas en las conductas humanas. Si estos actitudes sociales que a veces vemos con demasiada frecuencia en las noticias o en las narraciones de películas o series de tv y cine, no se ven amortiguadas por un apoyo decidido del entorno inmediato en la propia persona, sino por el contrario, este entorno asume esos mismos rasgos indeseables que a veces muestra la sociedad, entonces la persona se halla en sensación “indefensa” ante el mundo que le rodea. No pudo aún mostrase así misma que sus valores y principios pueden encontrar un cauce para manifestarse en su entorno social y sobre todo sobre sí mismo otorgándole el derecho a su propia identidad e imagen – y no lo que intentan establecer aquellos que con él rivalizan y le establecen un “estigma-prejuicio” para dificultar a un más su “salida del laberinto”. Todos hemos precisado un apoyo, al menos, del entorno inmediato – aunque no nos comprendan – una confianza en forma de fe – una confianza en la propia bondad – un apoyo casi incondicional y efectivo para transitar la salida de nuestro propio “laberinto”. Si ello no se da y se distorsiona al entorno terapéutico para que tampoco la pueda proporcionar, la persona, aun con la capacidad, todavía, sin alcanzar a comprender los instrumentos que tiene a su alcance para medir a su entorno inmediato y establecer la “comparativa” con el entono social que le otorgue esa estabilidad a la que todos tenemos derecho (con independencia de nuestras creencias, nuestras ideas, nuestros principios…en fin libertades todas reconocidas en la Constitución y en las democracias), podría llegar a naufragar plenamente y a la vista de todos; las coacciones siguen y son duras, de múltiples maneras y formas se repiten sobre él – y que hay que gestionar una por una; les aseguro que este tipo de coacciones, después de una vida de malos tratos, cualquiera no las soportaría (se de personas que se largaron de casa porque les dijeron de hacer la comida, solo por eso sintieron que su “libertad” se comprometía y salieron huyendo buscando apoyo que consiguieron; esto es mucho más grave que aquella simpleza que parecía desde fuera y sin embargo para esa persona en concreta parecía representar la pérdida de sus esperanzas de libertad e independencia – viene al caso exponerlo porque gusta relativizar, minimizar o ningunear el mal ajeno pero no el propio); y llegado el momento, en medio de la negligencia, de demasiada negligencia, se conserva la esperanza de probarlas una a una, sin que se pueda aducir, como siempre se pretende desde los entornos que generan agresión, que o es un montaje o un malentendido; al menos se conserva la esperanza de que una parte importante de quienes comprenden al naturaleza de fondo de este tipo de problemas - y cuya esencia son valores que no se respetan y que no se perciben como esenciales a defender  - cuestión así presentada con demasiada frecuencia – establezcan con claridad roles manifestados y el impacto que han determinado (positivo o negativo); porque a la definitiva eso es lo único que importa a la comunidad social: si se es leal a los principios y libertades, pero también, también, los hipocráticos – es precisa esta referencia porque en su día, hubo algún terapeuta primero, que esgrimía esa idea de sostener él esos principios y a la vez asegurar que el paciente “sería” un dictador – es decir, que daba a entender que tenía los medios para apoyarle y salir del laberinto, pero que los condicionaría en razones políticas; ni el paciente fue un dictador, ni nadie que le conozca puede así atestiguarlo, aunque por el contrario tiene suficiente documentación, ya por los años vividos, que dictadorzuelos y dictadozuerlas las hay por donde se mire y de la manera más insospechada se ignoran los derechos elementales de otras personas, en muchos entorno y con argumentos tan sencillos como: “ahora me toca a mí” o “yo estoy en el cargo lo hago como quiero” o “yo mando yo decido”, y luego esconden el bulto ante los resultados obtenidos, o acaban deformando lo sucedido o teniendo memoria selectiva, o simplemente mintiendo, o lo que es más sencillo, buscar a alguien sobre quien hacer recaer culpas; pero eso de sincerarse para que todos “avancemos” como grupo, como sociedad, como colectivo - eso no parece existir en los lenguajes comunes de nuestra sociedad mediterránea/católica - por el contrario quien así procede acaba considerándosele culpable de algo no muy “claro” y, tal vez, chivo expiatorio que a todos convenga tener cerca).

Cuando se presenta al joven como el propio causante de su propio malestar se habla, abiertamente, de rebeldía (aunque este no sea el caso, porque en este caso la manifestación de rebeldía, cuando aparece puntualmente, parece una respuesta a la incompetencia de “adultos” que viven o han vivido muy bien del Estado, asumiendo los menores riesgos posibles, y en algunos casos parece que “abusando” de conocimientos con fines no siempre confesables, aunque inesperadamente amparados políticamente). A bote pronto es fácil que venga a la memoria el precedente de adaptación de John Lennon, por ejemplo,(aunque pudiéramos referirnos a otros muchos jóvenes que aparecían como “rebeldes, provocadores” o simplemente “idealistas”. John vivió lejos de su madre - y de su padre también, desde los cuatro años - a la que acabó dedicando una canción https://www.youtube.com/watch?v=efKbR1If3VQ que en algún, a de sus versiones, al menos en directo, suenan realmente dolorosas. John es de aquella época de los mediados años 50 y entrando en los 60 donde los jóvenes británicos descubren la influencia americana del rock and roll y desde ahí, con la música, sin estudios específicos sobre esa disciplina, edificó su propia vida y le dio sentido – no solo a él sino a multitud de jóvenes de su generación. La música popular – de esos años 50 y 60 – y el baile juvenil se convirtieron en un cauce para la adaptación a la sociedad adulta.

Siempre la música y la danza ha acompañado a la sociedad, desde el refinamiento erudito de su estudio elitista y excluyente hasta el ámbito popular, vinculado más con el desconocimiento, la ignorancia e incluso la intuición o el “don innato”. La música y la danza permiten expresar emociones complejas o sutiles que pueden acabar por ser canalizadas para un mejor bienestar personal (y consecuentemente social) (leer: El Tango y el Sol) “Un dialogo íntimo.
De ahí que siempre tuviera importancia la música y el danzar o bailar en todo tiempo o lugar y para todo tipo de personas. (Historia de la Música:  La música de una determinada sociedad está estrechamente relacionada con otros aspectos de su cultura, como su organización económica, su desarrollo tecnológico, tradiciones, creencias religiosas, etc. (Historia de la Danza Sócrates es alabado por los filósofos que le sucedieron porque bailaba con primor. Platón mereció ser vituperado por haber rehusado bailar en un baile que daba un rey de Siracusa: y Severo Catón, que en los primeros años de su vida no cuidó de instruirse en un arte que ya se miraba entre los romanos como un objeto serio, creyó que debía sujetarse a los 59 años de edad a las ridículas instrucciones de un maestro de baile en Roma.

como todo lo que tiene que ver con ritmos musicales y bailes o danzas nacidas en el ámbito de los popular (popular, en origen clase baja o media sin profunda instrucción académica y, consecuentemente, en contraposición con una cultura académica, alta u oficial centrada en medios de expresión tradicionalmente valorados como superiores y generalmente más elitista y excluyente) encuentra sus raíces en el mundo “negro” (ya sea directamente africano – como en el sorprendente Tango Rioplatense - o el emigrado a Norteamérica, como es el caso de los “discos de raza”, referido a la raza negra, y que Jerry Wexler, de la revista Billboard lo sustituyó por el término  rhythm and blues  jazz y el jump, además de la música gospel que se mezcla con el https://es.wikipedia.org/wiki/Country americano y australiano; sorprendiendo la entrada de instrumentos eléctricos y amplificadores en el  blues eléctrico que incorporaba gospel y soullas Iglesias Norteamericanas ya no fueron lo mismo – aunque de alguna manera en el ámbito “negro” nunca lo fueron - y acabaron contagiando, también a las europeas, al menos en España en alguna manera, en la época de los años 70 (sorprendente de  es el disco “La Misa Campesina”, con Miguel Bosé, Ana Belén, Sergio y Estíbaliz, Laredo, Elsa Baeza, El Guadalupano; y donde también participa Ernesto Cardenal - recientemente fallecido este año, del que se levantaba su suspensión a divinis, impuesta por Juan Pablo II en 1984.16​ Horas antes el obispo auxiliar de Managua Silvio José Báez hizo pública una fotografía arrodillado ante la cama de Ernesto Cardenal en el hospital donde estuvo ingresado por insuficiencia renal, explicando que el obispo había pedido a Ernesto Cardenal su bendición como sacerdote de la Iglesia Católica a lo cual él accedió).  Si bien lo popular tiende a ser lo espontáneo, lo que sale del Alma de la persona, de las personas, cuando han encontrado un cauce o medio de expresión, y por sí mismos lo exploran – lo que siempre se llamó autodidactas autoaprendizaje  (no se sea un experto o un académico en ese arte cualquiera – que no siempre son bien acogidos (véase el ejemplo de Miguel Hernández  en Madrid file:///C:/Users/MiguelAngel/Downloads/0000356852.pdf) . También a veces la búsqueda de ese camino de la creatividad, aunque se tenga formación previa, puede traer disgustos del entorno (véase noticia reciente: Apalea a su hijo porque quiere ser músico y no ir a la universidad)

Los jóvenes británicos encontraron en las guitarras eléctricas, baterías y amplificadores un buen comino para expresar el “impacto” y la “impresión” recibido la vida y cómo, desde esa nueva generación, “sentían” el mundo construido por los adultos (Saltar, gritar, bailar … dejarse el pelo largo, manifestarse pacifistas, no violentos, ecologistas, intentar salirse de la idea de la economía y el consumo, tal y como eran concebidos …) … fueron mirados con desconfianza desde aquellos que sostienen, de alguna manera, que la sociedad es como un “corsé” al que todos deben sujetarse cuanto antes mejor, y quien así no se sujeta, desde el primer momento, son fuente de “problemas” (también para el resto).
Es evidente que es un proceso de adaptación (probablemente aquellos que así piensan adversamente de sus jóvenes pasaron por etapas similares en algún momento de sus vidas, y ello representaría una transición, posiblemente vista por el entorno con “incertidumbre” en el resultado final; y sin embargo, podemos observar que quienes así vieron también la vida en su momento, pueden llegar a tener y ostentar una intolerancia o rigidez sobre la siguiente generación a la que debieran guiar desde la tolerancia y la confianza) pues el objetivo y resultado final siempre es la integración (o una forma de integración), tanto para el joven como para la sociedad que le circunda (y ello debiera comportar una fe que no se debiera defraudar o manipular – por los efectos adversos que puede ello conducir - a no ser que ello sea un objetivo en sí mismo sobre determinados jóvenes o determinadas generaciones de jóvenes).  

Podemos visualizar, someramente, las generaciones nacidas desde la Segunda Guerra Mundial; todas ellas representan, en sus rasgos, respuestas adaptativas a la sociedad que les circunda en base a los “mensajes” que esta misma sociedad les “emite” (desde la educación, la familia, el ambiente político, el ambiente social, las noticias diarias,…) y precisan “armonizar” todos esos mensajes desde la “idea inicial” que se transmitió (con los valores de lo bueno y malo para conducirse por la vida) pues siguiendo esos valores y esas reglas “el mundo, en sí, ya es perfecto y completo” – y poco o nada se le pueda aportar más que ubicarse en él, más que estudiando y preparándose para optar a elegir una profesión.  Y, sin embargo, las reglas, en algunos casos, a veces demasiados,  “no casan”, o “no terminan de casar” con una idea de un entorno social “perfecto” (y prometido), pues los valores enseñados con los que conducirse, pronto parecen dejar de ser efectivos (ni hay igualdad de oportunidades para todos, las reglas no se aplican a todos por igual, la solidaridad, en algunos casos, puede observarse como fuente de problemas, la cooperación no siempre recibe premio, se infringen leyes y reglas y para unos hay penalidad y para otros no, los compromisos no siempre se mantienen, aparece el juego sucio y el individualismo puede emerger como fórmula para sobrevivir en un mundo que parece distar, en mucho, de ser lo que prometían que fuera a ser). Desde ahí, desde eso que parece puntos en común, una generación debe “ubicarse” en el mundo social donde se hallan inmersos con el objetivo de integrarse y prosperar, cada cual según sus circunstancias.  Por ello, atendiendo a esos “mensajes” comunes cada generación “recibe” se puede observar una tendencia en la respuesta de esa misma generación y prever sus “inclinaciones” “afinidades” “anhelos” y deseos”. Y así sucesivamente con las siguientes generaciones se puede prever la tendencia de las “respuestas” de estas a las distintas “iniciativas” de todo género, o categoría, que se pretendan instaurar sobre la sociedad o sociedades (tecnológicas, políticas, sociales, sobre restricción o ampliación de libertades civiles,…etc). En una sociedad conviven varias generaciones, por lo cual resulta esencial conocer el “volumen” que ocupa cada generación y su “peso” a la hora de aceptar o rechazar las “iniciativas” que le llegan de líderes económicos, tecnológicos, sociales o políticos; con lo cual las estrategias de “comunicación” (especialmente cine, series de plataformas de tv, radio televisión, prensa, noticias en general y el mundo de la cultura) resultan ser esenciales tanto para adaptar a la sociedad a nuevos escenarios sociales/económicos/ambientales y políticos, como para ganarse adeptos o vencer resistencias en esos objetivos. 


Baby boomer
cohorte 1 (nacidos de 1946 a 1955)
Acontecimientos memorables: el asesinato de John F. KennedyRobert Kennedy y Martin Luther King, Jr, The Beatles, disturbios políticos, llegada a la Luna, la guerra de Vietnam, protestas contra la guerra, la experimentación social, la libertad sexual, movimiento por los derechos civiles, movimiento ecologista, movimiento feminista, protestas y disturbios, la experimentación con diversas sustancias tóxicas recreativas.
Características clave: experimentador, individualista, espíritu libre, orientado a causas sociales.

cohorte 2 (nacidos de 1956 a 1965):
Acontecimientos memorablesWatergate, la renuncia de Richard Nixon, la Guerra Fría, el embargo de petróleo, que causó gran inflación, la escasez de gasolina
Características clave: menos optimista, desconfianza en el gobierno, cinismo general.

le siguen la generación X,
El término generación X se usa para referirse a las personas nacidas tras la generación Baby Boomers, entre 1965 y 1979 aproximadamente. Aunque no existe un rango universal con fechas exactas, el término suele incluir a las personas nacidas en los años 1960 y hasta principios de los 80.1234
Capa dijo "nombramos esta generación desconocida, la generación X, y ni siquiera en nuestra primera aproximación nos dimos cuenta de que teníamos algo tan grande, capaz de enfrentarse a nuestros bolsillos y talentos".
La generación X también se ha denominado generación perdida1415​ o generación de la apatía.16​ Además, se la ha llamado generación H e incluso generación Peter Pan.17

Generación “Y” o Milénicos
Los autores William Strauss y Neil Howe son ampliamente reconocidos por nombrar a los milénicos.9​ Acuñaron el término en 1987, en un momento en que los niños nacidos en 1982 iniciaban la educación preescolar y los medios de comunicación identificaron por primera vez su posible vínculo con el inminente nuevo milenio como la clase que finalizaría la educación secundaria en el año 2000.
Una minoría de demógrafos e investigadores inician la generación a mediados y finales de la década de 1970, como MetLife, que utiliza fechas de nacimiento que van de 1977 a 1992,28​ y Nielsen Media Research, que utiliza fechas desde 1977 hasta 1995 o 1996.293031​ Un informe de Synchrony Financial publicado en 2014 se remonta a 1978 para marcar el inicio de la generación.3233
La socióloga estadounidense Kathleen Shaputis calificó a los milénicos como la generación búmeran o la generación Peter Pan, debido a la tendencia de retrasar algunos ritos de paso a la edad adulta durante períodos más largos que la mayoría de las generaciones anteriores a ellos. Estas etiquetas también hacen referencia a la tendencia de sus miembros a vivir con sus padres durante más tiempo que las generaciones anteriores.


Generación Z
El diccionario en línea Merriam-Webster describe a la generación Z como la generación de personas nacidas a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000
El diccionario en línea Merriam-Webster describe a la generación Z como la generación de personas nacidas a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000.30

El Pew Research Center define a los posmileniales como los nacidos a partir de 1997, eligiendo esta fecha por «factores políticos, económicos y sociales», incluyendo los ataques terroristas del 11 de septiembre. Esta fecha hace que los posmileniales tuvieran cuatro años de edad o menos en el momento de los ataques, por lo que tienen poca o ninguna memoria del evento. Pew indicó que utilizarían 1997-2012 para futuras publicaciones, pero que permanecerían abiertas para la recalibración de las fechas.31
Bloomberg define a la generación Z como «el grupo de niños, adolescentes y adultos jóvenes aproximadamente entre las edades de 7 y 22 años» en 2019

y la generación Z (a la cual, el cine Norteamericano “vincula” Z con la idea de Zombis (muertos vivientes) y mucha violencia; por lo que  no deja de ser algo realmente interesante de entretenerse en estudiar porque las generaciones humanas no toman actitudes y maneras de ver y entender la vida, con rasgos comunes entre sí, de manera “espontánea”  o accidental – como bien señalan los estudios, sino debido a hechos, situaciones y experiencias comunes que tienden a generar una “respuesta” común en esas generaciones ante el proceder ante su propia sociedad. Como vemos en el cine Norteamericano, que inunda todas las pantallas de móviles y plataformas de tv de occidente y prácticamente del mundo entero, ese cine influye en la conciencia de las generaciones que visualizan esos mensajes (todos los mensajes, incluidas frases de protagonistas que llegan a considerar “claves” en un momento o etapa de sus vidas – desde las cuales condensan una actitud a tomar ante el entorno social – y que por lo tanto también definen a la propia generación. Quien crea que la producción de cine deja algo al azahar, siendo el cine un “mensaje” visual, musical, sonoro y conductual, puede considerarse, tal vez, afortunadamente ignorante. (y consecuentemente también ocurre similar respuesta ante los hechos, situaciones y experiencias vividas en el seno familiar).
De ahí que podríamos entender que las “respuestas” que se salen de los rasgos generales pueden llegar a dar o constituir visiones “alternativas” no solo a la persona que se halla en “búsqueda” para expresarse o identificarse así misma, sino también para el entorno social. Y ello en sí mismo es una oportunidad para toda la sociedad.

Pudiera observarse que generaciones que pudieron pertenecer a los Baby boomer  o los que sobrevivieron de la generación X, se muestren intolerantes – una vez han alcanzado la plena integración y su desarrollo profesional pleno, respecto de otras – y aun conociendo las causas reales de esa “aparente” rebeldía no la contemplen “honestamente” como un ”tránsito” que “todos”, de alguna manera, pasamos. A este respecto se puede leer en algunas reflexiones que ello suele ser por causa de falta de confianza en cual será el resultado de ese trayecto en el joven (si se sentirán juzgados por los jóvenes o se alejarán defraudados). Normalmente ello no se da y por el contrario suele ser, en la mayoría de los casos, contempladas todas las divergencias como producto de circunstancias y contextos que se terminan por aceptar de una u otra manera, permaneciendo el cariño y el afecto. Y sin embargo, en ocasiones, aún sabiéndose, se persiste en la rigidez o en el obstáculo generando mayores problemas.

No nacemos sabios por sí, aunque tengamos una inclinación o rechazo a ciertas formas y maneras con que se muestra el entorno social (y cuya propia experiencia personal nos llevaría a aceptarlo o rechazarlo, por lo vivido en nosotros mismos), por lo cual buscamos información o aprendizaje para sustentar nuestra inclinación inicial y, en ello, se busca conocimiento y experiencias de otros (de ahí la importancia que adquieren las redes sociales); tal vez no solamente porque lo precisemos para conducirnos en sociedad sino, tal vez, porque también otras personas suelen acabar por poder precisar de lo que conocemos en los roles que vamos a desarrollar, o estamos desarrollando como adultos en distintos ámbitos; incluso los más cercanos. Ahí parece también determinante la propia experiencia personal de lo que se considera dos principios filosóficos ya enunciados hace muchos siglos: “lo que es, es lo que debe ser” (donde creemos que el mundo ya es perfecto – y aferrándose a la propia experiencia, nada se debe añadir) o por el contrario pensamos que “lo que debe ser, será” (donde pensamos, por nuestra experiencia, también, que el mundo se debe de mejorar y nos esforzamos para que así sea).

Desde el proceso de adaptación a la sociedad se suelen iniciar roles sociales muy determinantes, como el de establecer familia (decidir si será una familia convencional o monoparental, sea sobrevenida o no – hay países donde se protegen económicamente las decisiones de formar familia de madres solteras desde hace ya años, con independencia de su posición social o sus retribuciones económicas obtenidas por su trabajo).  

Que en wikipedia no se pueda hallar una artículo medianamente decente sobre el concepto “madre” en todos sus términos, acepciones, interpretaciones, trascendencia e impacto en la sociedad de ese concepto; de cómo ese símbolo sigue instalado en las mentes y en el inconsciente de las personas y las sociedades humanas; de cómo viene operando desde hace milenios hasta el presente ….  vendría a señalar que tenemos un grave problema para enfrentar algo que a priori debiéramos tener, todos, bien definido … al menos como sociedad. Pero pudiera ser que como sociedades también establezcamos diferencias entre el mundo católico y protestante/anglosajón, a raíz, como en otros asuntos, de este concepto también. Como si se tratara de una “batalla” que se estuviera dando en el presente y/o se quisiera ninguna interferencia que pudiera definir o vislumbrar:

Madre en castellano: Wikipedia en español: https://es.wikipedia.org/wiki/Madre  se señala que no está sujeto a neutralidad, al igual que ocurre en catalán, asturiano… y en aragonés no aparece esa cita. Pero es en la discusión del artículo donde se muestra qué no se aborda, lo pendiente, al menos por ahora, de resolver: https://es.wikipedia.org/wiki/Discusi%C3%B3n:Madre

Madre en inglés: wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Mother donde se abordan aspectos más transversales, incluso de naturaleza política o contradictoria con la condición de madre (como son los asesinatos de hijos a manos de madres, las edades donde son más frecuentes – los 8 años - y estadísticas en general).

Parece obvio que existe una clara de-sintonía entre el mundo anglosajón y el mediterráneo (que incluye las influencias generalizadas en América Latina); lo venimos observando estos días a causa del crimen racista de un oficial de policía en EEUU George Floyd en este Verano de la Ira parece que nuestras sociedades mediterráneas consideran no terminan de establecer la determinante “vinculación” que existe entre cómo se interpreta en EEUU las libertades civiles (ya van, a día de hoy, 13 muertos, casi todos en manos de la policía en las protestas) y cómo ello acaba afectándonos al resto del mundo, pues seguimos siendo subsidiarios de esa potencia económica, militar y política que son los EEUU de Norteamérica; lejos quedan los años sesenta donde Europa se hallaba amenazada, constantemente, por una confrontación militar inmediata en la llamada guerra fría, donde las figuras de los Kennedy surgían como una esperanza de paz – además de visión católica – y cuyos asesinatos pusieron las cosas claras a todo el mundo: La confrontación seguiría, como la guerra de Vietnam (el artículo de ABC de aquellos días señalaba sin tapujos la naturaleza de la trama que hizo posible ambos asesinatos en la llamada tierra de libertad y oportunidades). Mientras países como Canadá, Inglaterra, Suecia, Australia… siguen las Protestas por el asesinato de George Floyd porque sí ven y perciben que lo que ocurra con los derechos civiles en EEUU no nos es indiferente en el resto de Europa; la brutalidad policial y su racismo se muestra claramente en vídeos que señalan como víctimas también a ancianos. (se vio en la televisión como un anciano se ponía enfrente de un grupos de policías y uno de ellos le empujó – como luego se ha visto en otras imágenes, como recurso “aprendido” y a disposición de ejercerse cuando se crea conveniente por esas fuerzas de orden – provocándole una caída y sangrado en el cabeza, dejándolo aparentemente inconsciente en el suelo; el  mismo agente, al ver esas consecuencias, inicia un aproximamiento al cuerpo del anciano para socorrerle, pero un compañero lo evita; como quien señalara que la autoridad “nunca se equivoca”.


Parece obvio el ejercicio de una autoridad mal entendida y aun así compañeros de los señalados renuncian porque, aparentemente, no conciben la autoridad de otra manera.

Siempre que se es consciente de un rol que porta cierta autoridad, o expresa autoridad, existe la necesidad de así hacerlo ver a quien la asumirá, como para crear cierta “distancia” entre quien en algún momento ha de oponerse a otro en una petición, deseo o súplica; como pudiera ser este caso, pero no es el único donde se muestra desproporcionalidad – a veces una desproporcionalidad “sin retorno” posible con efectos irremediables, como pudieran ser los casos en que como este, las protestas ciudadanas se saldaran con disparos “a matar” de la policía (ya van 13 muertos en estas protestas, alguno de ellos con cinco balazos por el típico error de creer que el manifestante va armado). Por aquí nos distanciamos de esas prácticas violentas asegurando que es un problema racial ajeno a nuestra cultura, al menos en las fuerzas policiales; de esa manera no entramos, para nada, en los excesos del ejercicio de la violencia “legítima” – y que deberían señalar existencia de incompetencia y no otra cosa, que es lo que reclaman algunos senadores norteamericanos para que los autores sean despedidos y que se realice un cambio real de la legislación para que estas situaciones sean reconducidas a escenarios racionales y normalizados – y sin embargo aun resulta reciente los excesos de algún cuerpo policial y las similitudes de violencia del cado norteamericano
ver: LaVanguardia);

No parece un problema el ejercer la autoridad sino más bien de cómo se concibe esta autoridad en, o por, algunas personas, e incluso en algunas sociedades (el abogado de George Floyd – el muerto por estrangulamiento en con práctica de asfixia sobre la carótida durante más de ocho minutos por uno de los agentes - aseguraba que será difícil conseguir una condena del agente porque en ese Estado sólo se pudo conseguir una en su historia).

En esta visión de la violencia policial en el mundo anglosajón (ver: muerte deterrorista en el puente de Londres) existe a veces respuesta masiva de los ciudadanos haciendo posible que la ira inicial se torne hacia un movimiento pacifista que reclama “cordura y proporción”, como es el caso en EEUU recientemente por este motivo; y que parece una lección aprendida en los convulsos, violentos y racistas años sesenta (con las muertes de los Kennedy, Martin Luther King y las violencias en las Universidades contra la Guerra del Vietnam y las mentiras de los sucesivos presidentes Norteamericanos al respecto, en especial la de Nixon).

Parece claro que la sociedad no se muestra “perfecta” a los ojos de la mayoría de los ciudadanos, por un motivo u otro, dependiendo en dónde se ponga el acento para señalar el origen de la imperfección; y por ello parece consecuente que cuando los jóvenes anglosajones son reiteradamente llamados a filas para intervenir obligatoriamente fuera de sus fronteras no sepan porqué tienen que morir tan lejos de sus casas (sobre todo cuando se verifica que los miles de muertos en Vietnam no respondían más que a un movimiento estratégico de disuasión política que tuvo grandes beneficios para empresas privadas, pero que no impidió el comunismo en esa área de Asia y que luego se mostró que en nada obstaculizaba el comunismo el concepto comercial en occidente, pues los EEUU restablecieron relaciones y comercio con esa nación y sus colindantes, a las que también arrastraron a la guerra en su momento, por cuestiones estratégicas; pero más de 58.126 jóvenes americanos perdieron la vida y 303.000 resultaron heridos). Es entonces cuando las sociedades avanzadas “tiran” de las “familias” para que estas, desde su vinculación cultural con la sociedad en la que viven reconduzcan a sus hijos y los “sujeten” al bien común de vivir en una sociedad que ofrece un bienestar – aunque ellos puedan perder la vida por mantenerlo para otros, que no para ellos mismos. Así que cuando se descubre que las guerras son “montajes” pactados, medidos, organizados, estructurados, meditados y determinados en todos sus extremos con los adversarios (véase manual de supervivencia para una guerra nuclear) entonces resulta que percibimos que los conflictos no surgen de la nada, de imprevistos que avocan a la confrontación, sino que los conflictos modernos se hallan en un escenario de cálculo del cual el adversario suele ser conocedor de dichos términos y a porta los suyos, sus condiciones. De esta manera descubrimos en los años setenta y ochenta que las guerras podrían ser evitables, pero si no se evitaban era porque no se querían evitar  (a alguien no le venía bien evitarlas: posicionarse para unas elecciones podría ser suficiente argumento para ir a una guerra).  

En las familias se pedía a los hijos que cumplan con el “deber” para con la Nación que acogía o de la que se era nativo. Objetar a ello era tanto como deshonrar la familia. Así que la “rebeldía” apareció como un término común para definir a un joven o unos jóvenes que no “entienden cómo la vida se puede mostrar así, si a nuestro alcance hay medios para alcanzar la paz y la armonía”; y sobre todo porque en las escuelas se dice que somos sociedades perfectas y que poco podemos añadir a nuestra sociedad más que nuestro trabajo sustituyendo al anterior que envejeció y así sucesivamente; optando y compitiendo por un mejor puesto de trabajo.

Siendo la familia el pilar donde se estructura la sociedad para ir configurándose como Estado/Nación, tiene otorgado un derecho, pero también unos principios que se mueven en función de los avances o retrocesos sociales, o las conveniencias de adaptación a cómo se conforman las sociedades en su evolución tecnológica y social; pues todo ello afecta a la ciudadanía creándoles nuevas exigencias y consecuentemente a las familias que van modificando o diversificando su constitución en razón a cómo son observadas, descubiertas y protegidas las libertades individuales; pero teniendo en cuenta que en una sociedad siempre conviven personas que observan esas libertades individuales de diferentes maneras, incluso contrapuestas, e incluso en posiciones de autoridad de alguna naturaleza, autoridad real por lo que tiene de capacidad de modificar la realidad u oportunidades de una persona; y que todos convivimos en una sociedad que, por ello, es compleja, muy compleja, sujeta a la percepción subjetiva de los ciudadanos, y consecuentemente estructurada en opciones políticas que pugnan por dirigir un Estado que, idealmente, debiéramos ser todos ese Estado, pero que en la práctica es una élite muy especializada quien lo dirige en lo cotidiano de cada día bajo una interpretación de la neutralidad que puede, y de hecho lo está, sujeta a crítica cuando los resultados son llamativamente adversos – entonces se tiende a sospechar de distintas formas de desvío de poder o de concepción del poder - por ser nuestra condición humana determinante, se hace siempre necesaria la existencia de controles (de calidad) eficientes, rápidos, inmediatos, que nos permita determinar si “rasgos particulares” acaban distorsionando normas y leyes concebidas para el bienestar, o si realmente existe, en ocasiones así parece ser, una tendencia generalizada en el Estado a limitar por defecto cualquier derecho constitucional civil en razón de la idea de seguridad aunque no siempre esté bien sustentada y en ocasiones tenga como resultado el perjuicio grave a una persona o la propia muerte (observándose desproporcionada y absurda).

En nuestra cultura mediterránea/católica se defiende un elemento (jurídico/biológico) de prioridad en el concepto “Mater Nutricia” (acompañado de la alienación parental; como si de un tándem se tratara en la actualidad) y la profunda vinculación que desde ahí se constituye y construye con los hijos. Es conocida y una de las primeras veces que leí de esa vinculación fue a raíz de leer a Campbell y Young (discípulos de Freud) donde concebían esa relación como un vínculo casi “mágico” (el contacto físico, el calor del cuerpo, la sensación de seguridad, la nutrición desde el propio ser materno, los cuidados corporales, la propia voz, su aspecto físico,…). Todo ello representa una figura esencial para el hijo; y por consiguiente, de alguna manera la presencia de la esa figura la tendrá siempre en su presente, de manera más o menos consciente o inconsciente. La relación que tenga con esa figura esencial determina su relación con el entorno (y consigo mismo) proyectándola en muchos de sus actos o decisiones esenciales que guiarán sus capacidades personales (ya sean innatas o prendidas) plasmándolas en su realidad cotidiana (y también profesional) pudiendo, por medio de esa actividad y actividades compensar las carencias que pudieron haber existido; e incluso resaltar esa relación, subliminarla e incluso manifestar genialidad en su resolución.

La madre, desde una perspectiva cultural, constituye un elemento en la crianza de los individuos. El desarrollo fisiológico en el ser humano se complementa con la crianza familiar que posibilita el crecimiento integral ante la desventaja biológica con respecto a otras especies animales que no necesitan de cuidados extra para lograr sobrevivir por sí mismos durante los primeros momentos de vida, y por el contrario necesitan años de cuidados por parte de los padres, lo que establece de manera importante la prolongación del vínculo de apego que las madres humanas tienen sobre sus hijos.2

El término Madre, ( Madre ) a pesar de la transversalidad e importancia que tiene en la Civilización Humana, sigue viéndose que en wikipedia muy restringido y apenas es posible lanzar una visión transversal y profunda como dicho símbolo se mereciera a pesar de ser una condición que define a todos los seres humanos (se tenga madre, o se halla perdido, o se haya abandonado al hijo…incluso se le haya asesinado, como muestra la página de wikipedia en inglés) el hecho de ser necesaria madre para concebir hijo, gestarlo y darlo a luz, es en sí un hecho transcendental y común al Ser Humano (y por ello implica a la mitología, la religión, la historia, las leyes y el ordenamiento social de las sociedades basadas siempre en la unidad familiar).

El símbolo de madre acompaña a la Humanidad desde hace milenios en forma de diosas de naturaleza, de divinidades, de madres de héroes, o de heroínas mismas… dueñas del devenir en la agricultura, la climatología, … y en definitiva del bienestar de la sociedad en la abundancia de cosechas o su escasez (que puede determinar la paz y prosperidad o el inicio de malestar social, conflictos y guerras). Por tanto, como tal símbolo es ineludible obviar su influencia transversal en la Civilización Humana y sin embargo apenas se les dedica unas líneas en la mayoría de los artículos de wikipedia procedentes de países europeos, y solo el mundo anglosajón es capaz de realizar una mínima – y muy limitada - transversalidad para acercarse al término. A pesar de conocerse la potencia del símbolo de la figura materna y cómo influye constantemente en el diseño de ciudades, concepción de actividades artísticas, científicas, profesiones, cultura, religiones,… a pesar de todo ello, en la versión en español (hoy 2 de junio) sigue trabado tal artículo sin solución de continuidad; realizándose una cita enigmática y otras des-calificantes, rechazando profundizar en simbología religiosa al respecto (a pesar de su potencialidad en la mente humana, en aspectos míticos y psicológicos  (Ver. El encriptado mensaje religioso; Ver: La cuestión religiosa;  Ver: Las fiestas patronales) y o referencias de autores latinos al respecto; y exponiendo una tesis respecto a una situación concreta en la cuenca Mediterránea que resulta llamativa: “Especialmente en América Latina y en los países de la cuenca del Mediterráneo, se ha desarrollado una compleja figura en torno a la madre, en que ésta es al mismo tiempo cabecilla y víctima del entramado social; práctica que se atribuye a una visión vinculada directamente con el fenómeno del machismo”.

Ser consciente de la transcendencia de desempeñar un rol semejante entraña una gran responsabilidad que puede, incluso, atenazar en algunas ocasiones. Sin embargo, para todo, hay personas y personas, y así se muestran según su experiencia personal con mayor o menor fortuna (saberse que la profesión va a ser de policía puede llevarse tanto a cuestionarse cómo va a realizar todas las propias tareas preservando los derechos estrictamente de todas las personas hasta inclinarse por dicha profesión por considerarse el lugar más “seguro”, donde los riesgos profesionales compensan ante una sociedad llena de incertidumbres, por ejemplo).

Acto de consciencia de su propio rol fue la descripción que una madre realizaba al padre de su hijo, señalando con ese discurso la prácticamente imposibilidad de “modificar” los planes que, como madre, habría establecido en el presente y futuro de el hijo de ambos (yo lo he gestado, parido, nutrido, alimentado, criado, y…. incluso aseguró que son suyos los hijos y no plenamente independientes aún siendo ya adultos de treinta años – aunque cuando conviniere esgrimiere cualquier argumento, porque su condición de rol se lo autoriza en nuestra cultura - y que conoce las particularidades de trato que debe recibir uno de ellos, aunque posteriormente esas misma particularidad que se debiera mostrar cotidianamente desde  la misma sensibilidad aludida en el discurso, no se mostrara en la dirección señalada si no en la contraria; y no puntualmente, sino de manera reiterada y casi continua).

El discurso de “Mater Nutricia” Mater Nutricia memorizado (como quien debe aprobar un examen universitario) contrasta con cierta evidencia de lo que se pudiera considerar “graves errores” en su propio discurso y la aplicación real del mismo. Des-amparo emocional, falta de dialogo, ambiente familiar de miedo y/o terror, violencia verbal explícita y destinada al terror, coacciones reiteradas… (se puede justificar todo ello en una idea de agotamiento familiar – puesta en juego desde el ambiente psicoterapéutico - y persistir en seguir ejerciendo dominio sobre el hijo desde esa posición (¿?)) el castigo violento como único recurso, visión materna de “sólo los mejores merecen una oportunidad, y nunca `pueden fallar porque son los mejores (obligando a la persona a no dialogar ni expresar emociones propias de débiles); dureza: o se es líder o del montón; los fuertes son “bellos” en sí mismos; o con migo o contra mí - la intimidación, la coacción y/o la violencia implícita es el mejor arma de persuasión, disuasión, convencimiento… que lleva hacia el triunfo; el fuerte, cuando actúa, no duda; todo vale para conseguir un objetivo – la ley y la legalidad (y cualquier preámbulo que le acompañe determinando en cómo debe de ser interpretada y aplicada) siempre tiene una “fisura” por donde “cabe” la “ley” del más fuerte/inteligente; “mostrar” sutilmente a la víctima de que va a ser “agredido” y/o “atacado” y/o “violentado” y cómo o a través de qué o quién, es muestra de confianza, determinación y fortaleza, (consigue o aterrorizarla – sin que pueda aún mostrar que lo va  a ser, pero creando en ella ya una sensación de indefensión/reacción “palos de ciego” hasta que la situación se culmine – o que recuerde, pasado el tiempo o mucho tiempo que aquello era y fue una amenaza real y sutil que muestra el poderío de su agresor/a); señalar a su víctima un camino para “salvarse” (cómo salvarse del agresor y sus agresiones – consejos dados por el propio agresor/a - que confunde a la víctima (prometiéndole, si lo sigue, convertirse en uno de los “fuertes” y adquiriendo así rasgos “admirados” por toda la sociedad: triunfo, dinero, deseos cumplidos, liderazgos,…) que le aleja de cualquier posibilidad o procedimiento que realmente le pueda alejar de su agresor y el sufrimiento o penalidad que este le produce. 
Realmente parece todo ello contradecir lo que se suele asimilar a concepto de madre en una sociedad ya avanzada y que se refiere al término “Alma Mater” (literalmente: madre nutricia; y que se vincula con la diosa madre – luego la Virgen María – y la Universidad, porque nutre a la persona de conocimiento y saber; pero también de cuidados a los alumnos). En este caso las negligencias, las pocas narradas y con mucho temor, son conmocionantes – como si dinero fuera lo que le faltara a esa familia; un orden de prioridades que habla por sí mismo pero de los cuales hay otras circunstancias donde el cuidado de los “alumnos” pasa a escena secundaria (y aun no sabemos por qué o bajo qué criterio, porque se hallaba asesorada por al menos otras dos personas más jurídicamente desde 2002, 8 ó 9 años posteriormente a la separación del mismo despacho inicial).
“Alma Mater La locución era usada en la Antigua Roma para describir a la diosa madre y, más tarde, a la Virgen María, pero el origen de su uso actual es el lema Alma Mater Studiorum («madre nutricia de los estudios») de la universidad más antigua del mundo occidental en funcionamiento ininterrumpido: la Universidad de Bolonia, fundada en 1088. La locución pasó a muchas lenguas modernas con el significado de academia en el sentido de comunidad científica.
En relación, ha de añadirse que la palabra matriculación, por ejemplo, se deriva también de mater, pero mediante matricŭla, el diminutivo de matrix (matriz).3​ De ahí se sugiere que la institución universitaria alimenta de conocimientos y cuida de sus alumnos.

Estamos hablando de crianza (ver: Crianza.
Existe, parece ser, que la percepción del mundo y la experiencia particular pudieran determinar no solo nuestras relaciones interpersonales si no en particular el tipo de crianza hacia los hijos (y que no tendría por qué ser consecuente con la manera en que se relaciona socialmente los adultos entre sí). Y la visión del mundo que nos rodea está marcada, también, por cómo percibimos en la sociedad, que nos rodea, lo que consideraríamos valores esenciales (existe tolerancia realmente en el entorno social, se permite el error en el entorno social, es flexible o inflexible, existe “calor” o por el contrario es frío; la percibimos como sociedad dura o colaborativa; las autoridades respetan las normas o se las saltan; existe equidad o no; la sociedad tiende a la solidaridad o hacia la rivalidad; vivimos en una sociedad con prejuicios o está concebida la sociedad para superarlos; es una sociedad que tiende a estigmatizar o promueve la superación para todos; sus autoridades tienden a “etiquetar” a las personas o realmente evalúan las potencialidades de las personas y ponen medios para la superación personal….). Y aún así ello parece que no bastaría, porque también la percepción de hacia dónde va la sociedad puede determinar el tipo de relaciones que se establecen con los hijos en la crianza: si pensamos que vamos hacia un mayor bienestar o más adverso; si creemos que la sociedad avanza hacia mayores derechos reales y libertades o por el contrario la va a restringir…. Y en general también parece determinante si los adultos se hallan en posición de poder social efectivo y real, (es decir, qué tipo de clase o estrato social pertenece y el rol que en ella desarrolla, y desde donde perciben la sociedad: sus valores reales prácticos, cotidianos, de eficacia…) considerándola idónea o sustancialmente mejorable o una manifestación de la naturaleza social humana que se mueve en la percepción aparente pero en esencia inamovible y consiguientemente a aceptar como tal); en definitiva todo ello parece influir en cómo determinan sobre los hijos una relación y crianza que pudiera resultar, a su juicio, optima para prevalecer ante cualquier situación social presente o futura y que puede basase tanto en la prudencia y observación de un mundo cambiante y polarizado donde la mejor posición de supervivencia es la predisposición agresiva, la violencia implícita, la desconfianza y la coerción – que vienen a resultar rasgos que siempre pueden dar resultados ante cualquier circunstancia a enfrentar.

Así se pudiera concebir la existencia de encarar la crianza de los hijos y el resultado que la misma suele producir en ellos:
Estilos de crianza
Artículo principal: Estilo parental
La psicóloga de desarrollo Diana Baumrind estableció la existencia de tres grandes formas o estilos comportamentales de los padres respecto a sus hijos:2​ permisivo, autoritario y autoritativo. Estos estilos de crianza implican combinaciones de aceptación y capacidad de respuesta parental así como de demanda y control sobre los hijos.
La crianza permisiva o indulgente se caracteriza por manifestar reducidas demandas de madurez hacia los hijos con un énfasis en la expresión de las necesidades de estos. En este estilo son valoradas la libertad y la independencia de los hijos y los padres tienden a basarse principalmente en la orientación pasiva. Tiende a haber pocas o ninguna sanción al incumplir las normas. Los hijos de padres permisivos tienden a reportarse felices, pero pueden mostrar escasos niveles de auto-control porque carecen de una estructura que les permita desarrollarla, lo que a su vez puede interferir en su desarrollo moral.
·  El estilo autoritario en la crianza con los hijos se destaca por una prevalencia en las demandas y exigencias, pudiendo resultar en ambientes familiares muy rígidos. Los padres que practican este estilo de crianza tienen un estricto conjunto de reglas, en donde se esperan altos niveles de obediencia, prestando poca atención a las necesidades de los hijos. El castigo suele ser la estrategia dominante para lograr que los hijos se plieguen a  las expectativas que hay sobre ellos, sin explicar la sanción.  Los hijos criados en un hogar autoritario tienden a expresar dificultades en su desarrollo, son más taciturnos y vulnerables al estrés.
·  La crianza autoritativa (también llamada "democrática") se basa en el balance entre demandas de madurez y sensibilidad hacia las necesidades de los hijos. Los padres son más conscientes de los sentimientos y de las capacidades de sus hijos, apoyando el desarrollo de su autonomía dentro de límites razonables y fomentando un ambiente cálido en la relación familiar. Entre las estrategias de regulación del comportamiento de los hijos se destacan la comunicación, con un ejercicio inductivo en la orientación del comportamiento de los hijos así como una expresión afectiva sincera. Varias investigaciones demuestran que este estilo resulta beneficioso para el desarrollo óptimo de los hijos.
·  Después de la propuesta de Diana Baumrid, se propuso la idea de que existieran padres que no encajaran en los tres estilos iniciales. Una de las posibilidades frente a esto fue la de proponer un estilo de crianza negligente, en donde los padres manifiestan reducidas demandas de madurez y poca sensibilidad hacia las necesidades de los hijos.3​ Tienen poca o ninguna esperanza sobre sus hijos y regularmente no tienen comunicación. Los padres proporcionan lo que el niño necesita para sobrevivir con poco o ningún compromiso. A menudo existe una gran brecha entre los padres y los hijos con este estilo de crianza. Los hijos con poca o ninguna comunicación con los padres tienden a ser las víctimas de la conducta desviada de sus pares y pueden participar en algunas de esas desviaciones. Los hijos de padres negligentes sufren en  áreas como: competencia social, rendimiento académico, desarrollo psicosocial y problemas de comportamiento.
Estos estilos de crianza han manifestado consecuencias diferentes según el contexto cultural en que se expresan,4​ lo cual hace que deban ser analizados con cautela. Así mismo, los padres clasificados en cada uno de estos estilos pueden no plegarse totalmente al patrón descrito, lo que manifiesta ciertas dificultades de consistencia en esta perspectiva (por ejemplo: un padre autoritario puede ser flexible cuando su hijo se encuentra en condiciones de vulnerabilidad, así como un padre permisivo puede resultar estricto cuando hay violaciones severas a normas sensibles). Además, dentro de un mismo hogar un cuidador primario puede manifestar una cercanía con cierto estilo y otro cuidador primario puede tender a otro estilo, lo que hace que deba analizarse la interacción en un mismo núcleo de crianza de diferentes estilos (por ejemplo: padres y madres).

Dimensiones en la crianza
Formas en que los padres actúan cuando están con sus hijos, las cuales abarcan diferentes tipos de expresiones no excluyentes. Bajo este enfoque, los padres pueden expresar perfiles complejos de comportamiento durante la historia de interacciones con sus hijos.5
·  Calidez: Expresiones de amor, afecto, cariño y disfrute en la relación con los hijos (por ejemplo: aprobación, apoyo, cercanía).
·  Rechazo: Manifestaciones de disgusto, aversión y hostilidad hacia los hijos (por ejemplo: desaprobación intransigente, descalificar, despreciar).
·  Estructura: Provisión de parámetros para alcanzar determinados resultados esperados con los hijos (por ejemplo: control contingente, establecimiento de rutinas, delegación de tareas).
·  Caos: Interferencias en los caminos o medios para alcanzar objetivos con los hijos (por ejemplo: permisividad, control laxo, disciplina inconsistente).
·  Apoyo a la autonomía: Acciones que alientan la expresión auténtica, las opiniones y las preferencias de los hijos (por ejemplo: orientación inductiva, toma conjunta de decisiones).
·  Coerción: Exceso de intrusión y restricción sobre las manifestaciones de los hijos (por ejemplo: control psicológico, chantaje, violación de la intimidad).

Otras clasificaciones
·  Modelo histórico del desarrollo (el niño como aprendiz)- Mientras las capacidades independientes del niño emergen, las oportunidades están constantemente presentando a un nivel apropiado de la edad. El niño gana autoestima simultáneo a las apariciones de varias competencias en un cada vez número mayor de lugares esenciales, mientras se acerca a la adultez.
·  Crianza cariñosa- fortalecer el vínculo intuitivo, psicológico y emocional entre el cuidador principal.
·  Crianza helicóptero- sobreprotección, los padres constantemente están involucrados, interrumpiendo la habilidad del niño para funcionar por su cuenta.
·  Crianza narcisista- los padres son conducidos por sus propias necesidades, sus hijos son una extensión de su propia identidad, ellos usan a sus hijos para vivir sus sueños.
·  Crianza positiva- apoyo incondicional, guiándolos y apoyándolos para un desarrollo saludable.
·  Crianza lenta- le permite al niño desarrollar sus propios intereses permitiéndole crecer dentro su propia persona, pasar mucho tiempo familiar, crear sus propias decisiones, limitar el uso de dispositivos electrónicos y usar más juguetes simples.
·  Crianza espiritual- respeta la individualidad del niño, haciendo espacio para que el niño desarrolle un sentido de sus propias creencias a través de su personalidad y su potencial.
·  Crianza estricta- enfoque a una estricta disciplina, exigente, con altas expectativas de los padres.
·  Crianza tóxica- mala crianza, completa ruptura de la habilidad del niño identificar él mismo reduciendo el autoestima, dejar de lado las necesidades de los niños y el abuso es a veces visto en este estilo de crianza.
·  Crianza incondicional- estímulo incondicional y positivo

Sindrome de Alienación Parental SAP Para la Asociación Mundial de Psiquiatría, la Asociación Médica Americana, la Organización Mundial de la Salud, y la Asociación Americana de Psiquiatría - que publica el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales - el SAP no constituye una entidad médica ni clínica y por eso las dos principales categorizadoras del diagnóstico psicopatológico profesional a escala mundial el CIE-10 y el DSM rechazaron su inclusión en la lista de síndromes. No ha sido reconocido ni en el DSM-III-R (1987), ni por el DSM-IV, (1994) ni por el DSM-IV-R (2000). Gardner siguió insistiendo hasta su muerte en el pedido de inclusión en el DSM-V.

Lo que puede resultar llamativo es que en una situación como la señalada, ante una persona que es boicoteada para salir del “laberinto” se pretenda establecer una situación de vulnerabilidad in-habilitante para asimilarlo o equipararlo desde una posición de “enfermo” a consecuentemente niño (incapaz y por tanto de alguna manera “niño”) y desde ahí constituir y construir un parámetro definitorio a que se halla a medio camino entre enfermedad y definición jurídica el  síndrome de alienación parental (SAP)   (ver: SAP) todo un juego jurídico/médico que solo es contemplado en España desde 2019 y descartado en el resto del mundo (y que por lo tanto merecería una reflexión bien profunda), pues en muchos casos se ha intentado utilizar en el pasado el SAP contra las madres, peros su prevalencia o aceptación, en algunos entornos médicos o jurídicos puede hacer posible la situación inversa, como pudiera ser este caso.
Profesionales que consideran al SAP (PAS) un invento acientífico para enmascarar el abuso sexual infantil, han mostrado su preocupación por el intento de incorporarlo junto al PCD (Paraphilic Coercive Disorder para los violadores, el cual reclasificaría un acto de violencia sexual punible judicialmente en una enfermedad mental con el riesgo de que los perpetradores se declaren inimputables) proponiéndolo desde el DSM-III-R y nuevamente en el DSM V.153154
El síndrome de alienación parental no es reconocido como trastorno por las comunidades médicas o legales, y la teoría de Gardner y la investigación relacionada han sido ampliamente criticadas por académicos de salud mental por carecer de validez científica y fiabilidad.34567​ El SAP no ha sido aceptado por la comunidad profesional de psicología, defensa de los niños, el estudio del abuso infantil6​ o académicos de leyes. Ha sido ampliamente criticado por de la comunidad legal y de salud mental, quienes afirman que el SAP no debe ser admisible en las audiencias de custodia de los hijos/as basados tanto en la ciencia como en la ley.89​ El SAP ha sido rechazado como entidad clínica por las dos instituciones más reconocidas en el mundo en términos de salud y trastornos mentales: la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología. Es por eso por lo que no aparece en las listas de trastornos patológicos de ningún manual, ni en el CIE-10 de la (OMS) ni en el DSM-5 publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.10​ si bien se consideró añadirlo en la edición de diciembre de 201211
La admisibilidad de SAP ha sido rechazada por un panel de revisión de personas expertas y por el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales en el Reino Unido, y el Departamento de Justicia de Canadá recomienda contra su uso. SAP ha sido mencionado en algunos casos de tribunales de familia en los Estados Unidos.1213​ Gardner describió al SAP como bien aceptado por el poder judicial y que ha establecido una variedad de precedentes, pero el análisis legal de los casos reales indica que a partir de 2006 esta afirmación era incorrecta.7
En cambio, pese a ello, recientemente, en 2019, la Real Academia Nacional de Medicina de España lo incluyó en su diccionario definido como maltrato infantil151​ a pesar de que ninguna institución internacional no lo reconoce como tal, incluido el Consejo General del Poder Judicial.152​ 
   Para poder entender esta situación real con mayor claridad parece necesario incorporar la idea de Personalidad autoritaria, así sugieren los enlaces de wikipedia. Y llama la atención que sea recientemente la madre (probablemente a raíz de este cambio en el SAP) quien ostente ahora la idea de que en el pasado fuera rebelde  – cuando para nada ni en nada se mostrara en esa personalidad rebeldía en el seno de una familia donde si alguien se desmarcaba de lo dicho por el patriarca recibiera “bastonazo, por parte de ella, con una barra de pan en los morros” si era la hora de comer y estaban a la mesa; siendo la favorita del padre, aunque ello no le librara de posibles excesos de ese progenitor.


Tres cuestiones más a observar antes de finalizar este artículo:
1)                        El SAP puede emplearse para enmascarar actitudes legítimas de rechazo hacia uno de los progenitores en aquellos casos en los que el “niño” ha sido víctima o testigo de abusos, malos tratos físicos, verbales, negligencia, o abandono; dado que la sintomatología achacada al SAP puede ser también síntoma de que se están produciendo o se han producido dichos problemas en la relación con el progenitor «alienado».
2)                       El diagnóstico presupone que los “menores” mienten, no se respeta sus manifestaciones y se minimizan situaciones de abuso y maltrato. No se da credibilidad a las manifestaciones de los niños.
3)                       En palabras del abogado Richard Ducote, el SAP «es el sueño de los abogados para una defensa criminal, puesto que cuanto mayor es la prueba del crimen, mayor es la prueba de la defensa». El doctor Richard Gardner la desarrolló mientras trabajaba como asesor para hombres acusados de abusar sexualmente de sus hijos/as. Richard Gardner incluye la idea de que el niño abusado debe permanecer con su abusador, pues según él, alejar al niño de quien lo abusa sexualmente hará inútil todo intento de terapia con el abusador. Richard Gardner asegura, además, que la permanencia del niño con su abusador debe acompañarse por un constante reforzamiento en el niño de la idea de que no existen padres perfectos (y por lo tanto, debe soportar el abuso con paciencia).
La cuestión sería ¿Por qué sabiéndose esa opinión en el resto del mundo se avala el SAP en la Comunidad Médica española? ¿A quién quieren proteger con dicho instrumento legal y médico (porque a niños, adolescentes y jóvenes abusados no lo parece en absoluto)?
Hace unos años, unos cuantos ya, cayó en mi mano un relato realizado por un inglés sobre la batalla de Lepanto; además de una descripción detallada de todo lo allí acontecido (además de el porqué algunos comandantes iban con todas sus posesiones a la batalla – una vez ordenados por el rey en tal tarea y temiendo, por un lado, de ser despojados de sus bienes en su ausencia, y por otro de poder comprar su libertad o negociarla de ser apresados por el turco) me hacía reparar en la fama que por entonces decían los ingleses que tenían los españoles en “yacer” con sus hijos (obviamente en el sentido de abusarlos); parecía una clara rivalidad proyectada en el relato histórico de aquella batalla, pero todos siembra dudas, a veces, ¿Tendría algo de verdad aquella afirmación?
Cabe explorar si el objetivo de incluir el SAP pudiera deberse a la necesidad de proteger a los adultos de las declaraciones de esas situaciones similares con los hijos?  Tal vez debemos estudiar esta cuestión en profundidad pues quienes parecen querer usar de esta herramienta (ya impulsada en entornos médicos y jurídicos, en contra de la percepción internacional abiertamente en contra) es un entorno progresista, aparentemente progresista, de PODEMOS, donde las declaraciones de “niños” jóvenes” y no tan jóvenes sobre abusos y/o maltratos serían minimizadas o ridiculizadas (incluso desde el ámbito médico – solo explicable en esta postura  “contra corriente internacional” como una sumisión del que así padeció a un mundo que le toca vivir – una de las funciones supuestas en la psicoterapéutica – pero que representa la crueldad de ser negados y aceptar las consecuencias de esa violencia en nombre de la autoridad medica y del Estado; parece ser).
Estas circunstancias, “absurdas” (¿?), pueden sucederse en la vida de niños y jóvenes, donde su intento de relato de lo vivido puede encontrar resistencia por incredulidad y otras veces resistencia feroz en entornos de adultos donde intereses particulares (sostenimiento de una imagen social o incluso de lo que se pudiera considerar honor (ver: articulo sobre madre que ataca a hijo) (de una o varias personas) consiguen hacer pasar por falsedad el derecho de una persona a su propia verdad de lo vivido, si lo desea. En ocasiones también se pueden hallar intereses colaterales políticos (a veces sorprendentes, porque el mundo de la política está vinculado con el poder real y práctico de lo cotidiano, con expectativas de grupos o personas; y como decía Ortega y Gasset “lo útil es una definición que va en contra de la Verdad, de su búsqueda y acercamiento a su encuentro, que es lo que define la Filosofía) que dificultan la posibilidad de un acercamiento a la “verdad” vivido por una persona en concreta (en especial si es niño o joven y con falta de recursos ante adultos mucho más experimentados y dispuestos a defender hasta últimas consecuencias sus espacios de confort).

Es entonces donde la creatividad, a veces, se convierte en el mejor camino para una persona (si la dejan, porque en la creatividad también se muestra lo vivido; y por aquí parece buscarse la descalificación total del “único testigo”- que ni aun dispuesto a perdonar se le deja en paz -  al menos el “no comprado” de una u otra manera; o atemorizado, porque algún adulto bien entrado en años parece seguir estándolo y mantenerse en la barrera).


Cuando Lennon por fin habló de su madre (y de su padre) y lo expuso en una canción (ya habían pasado unos años de éxito en su vida, aun así se expresó en los términos de angustia (que casi parece evocación de ansiedad) en la canción.
Mother
Mother, you had me
Madre me tuviste
But I never had you
Pero nunca te tuve
I wanted you
yo te quería
But you didn't want me
Pero no me querías
So
Entonces
I just got to tell you
Solo tengo que decirte
Goodbye
Adiós
Goodbye
Adiós
Father, you left me
Padre me dejaste
But I never left you
Pero nunca te dejé
I needed you
te necesité
But you didn't need me
Pero no me necesitabas
So
Entonces
I just got to tell
Solo tengo que decir
Goodbye
Adiós
Goodbye
Adiós
Children, don't do
Niños, no lo hagas
What I have done
lo que he hecho
I couldn't walk
E intenté correr
And I tried to run
No pude caminar
So
Entonces
I just got to tell you
Solo tengo que decirte
Goodbye
Adiós
Goodbye
Adiós
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas
Daddy come home
Papi ven a casa
Mama don't go
Mamá no te vayas


La creatividad, en todos los planos, puede resultar un buen camino, a veces el único. En el ajedrez, visto como la alternativa a un mundo “indigerible”: Tal y como se muestra en la actualidad en partidas de ajedrez donde aún existiendo reglas rígidas, limitación de movimientos y un área restringida de acción, el ajedrecista – y en su conjunto los ajedrecistas – difícilmente pueden hallarse con dos partidas igualmente desarrolladas y concluidas; y donde en el planteamiento del juego – incluso habiéndose estudiado prácticamente la totalidad de aperturas existentes, y creyéndose saber cuáles son los movimientos erróneos que deben evitarse – la genialidad de algunos jugadores, cada vez más jóvenes, señalan que el genio es capaz de dotar una partida de una creatividad y belleza insospechada, que hace descubrir un mundo de posibilidades que para otros pasaron inadvertidas).  

Sigue habiendo esperanza, aunque la trama jurídica parezca haber comenzado entorno a eso llamado SAP que parece buscarse en beneficio de agresores poderosos.
(la tolerancia hacia una persona en esta situación de padecimiento es requisito resulta requisito imprescindible en este momento, simple confianza y fe en él, para que salga con bien de todo este padecimiento vivido y encuentre, por fin, ventanas abiertas, sin prejuicios, ni juzgamientos, ni condiciones especiales, solo compañía, cuando la quiera, y apoyo; solo eso).

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