Parábola
(II)
(“Referencias” de existir: Ubicación, Orden vital y tránsito de la existencia materia a inmaterial).
Después de la invitación a la reflexión sobre cómo pudiera surgir
la existencia en todos sus planos conocidos e intuidos (ver: Parábola.
La Mente (como gestor de capacidades) y nuestra Consciencia de Existir cabría abordar el otro aspecto
transcendente de la “existencia material” que podríamos concebir como “desmaterialización” respecto de la “existencia corpórea orgánica” que ha
sido explorado en su vertiente científica y a su vez, con mayor
anterioridad, a los métodos científicos,
también fuera explorado como un “proceso previsible” pero muy difícil de definir
como “un momento concreto o preciso”, por lo que cada cultura y Estado-Nación,
vino a convenir, a “efectos oficiales”, un conjunto de parámetros
“consensuados” destinados a fijar un momento concreto del “cese” de la
existencia material de un ser humano pues la existencia humana, a efectos del
Estado (y del resto de Estados-Nación)
es una circunstancia “relevante”, pues todo ser humano “al nacer” (aflorar “a la existencia”, al ambiente
social y atmosférico de nuestro planeta) el Estado-Nación le dota de “personalidad jurídica y derechos” que le
son reconocidos (o “se le conceden”)
desde el momento de ser inscrito en un “Registro Civil”
en sí mismo esa inscripción también es, sería, un “Acto Jurídico”
que se viene a realizar con inmediatez y mayor brevedad posible por “su
progenitor”, constituyendo, a su vez, esta inscripción “por persona concreta y determinada”, la “constitución de un vínculo
legal” que también posee/poseería transcendencia jurídica determinante, en
razones de constituirse en “deberes inexcusables” para con el “recién nacido”
destinados, esencialmente, a la protección, atención, cuidados, amparo,
orientación vital, educación ejemplar/ejemplarizante, desarrollo de valores,
apoyo para su adaptación a la sociedad, “darle referencia auxiliar de la
experiencia”,… destinado todo ello al mayor grado de autonomía e independencia
personal posible (todos seríamos/somos
dependientes de nuestra propia sociedad) que permita al nuevo ser
desarrollar todas sus capacidades potenciales para su propia realización
personal e influencia, consecuentemente positiva, en su entorno social;
desarrollando tareas, actividades profesionales que sean útiles a la sociedad, y,
a la vez, le sirvan para su propio sustento personal, desarrollo de objetivos
personales y sociales, y consecuentemente desarrollarse en su vertiente
espiritual.
Aún así, el hecho de fijar una fecha y hora concretar el
nacimiento de un nuevo ser humano, en modo alguno determinaría el momento
concreto en que este Ser Humano llega a la existencia material (más bien definiría su llegada a la
existencia social o de la sociedad haciéndose visible); la existencia
orgánica resultaría obvia que fuera previa, y se halla en la gestación, por lo
que la gestación misma viene siendo considerada “existencia” y es protegida, al
considerarse culturalmente que la existencia de “consciencia/conciencia” (vida)
apareciera “de manera determinante”, y concreta, en la gestación
(como se aproximaba en el
artículo anterior: Al haber cuerpo material aparece lo que concebimos como
“Mente” – gestor, por lo general “intuitivo”, que traduce y se predispone ante
“las sensaciones” que van apareciendo en “su nuevo ser” a medida del desarrollo
de “su propio cuerpo orgánico”)
Existiría, por ello, una
protección (de naturaleza Legal en los
Seres Humanos), de tal circunstancia, tanto a la condición de hembra (condición femenina en los seres humanos)
– por cuanto su cuerpo posee la capacidad, en cuanto hembra, de “concretar”
“seres” para la existencia material, como a su vez el propio proceso de
gestación, señalando el mundo prehistórico esta relevancia en figurillas que han llegado hasta nosotros
por los estudios y exploraciones científicas, aunque en principio se les
denominara “Venus” como “modelo de belleza” imperante en aquella etapa
pre-histórica y pronto “se cayera en la cuenta” de la evidencia, de que el
cuerpo femenino representado, minimizaba brazos, piernas, cabeza y resaltaba vientre,
senos y vulva, resultando de mejor interpretación, entender que el propósito
esencial de quienes confeccionaran esas figurillas con esa apariencia (en voluntad de resaltar una parte del cuerpo
femenino respecto de otras) señalaran “tener Consciencia/conciencia” de tan
profunda relevante circunstancia; pues aunque ya lo observaran precisamente en
el mundo Natural (animales con quienes “convivían”
y a los que observaran en el mismo entorno) por lo que vincularlo, en la
propia especie humana (dentro de su
propio clan o grupo), resultara “un paso consecuente de dar” y, de alguna
manera, tomarían mayor consciencia de la relevancia de dicho proceso de
gestación.
Es posible que esa transcendencia que representa las figurillas se
pudieran concebir de naturaleza espiritual, pues en alguna manera, posiblemente
pasarían de una existencia comunitaria que hoy concebiríamos más dominada por
el instinto (instintiva) a de mayor
consciencia; aunque tampoco cabría descartar que esos objetos se confeccionaran
por motivaciones diferentes (pues ya,
previamente, se concibiera que conocieran el proceso de gestación como conocimiento
grupal, ya que así se muestra que ello lo observaran en animales y lo
reflejaran en las pinturas que llamamos rupestres – como señala el artículo
anterior); por lo que el motivo podría ser más diferente: tal vez recordar
tal transcendencia ante la influencia de otros grupos de “humanos diferentes”
que pudieran despreciar o agredir explícitamente “a tal condición o estado de
gestación”; o ante el peligro o evidencia
de verse amenazados por casi
extinción, señalando el “aspecto a defender y proteger” para salvar una futura
comunidad, que tal vez usara y fuera al mismo lugar, advirtiéndoles de tal
circunstancia; o tal vez destinada a miembros jóvenes de la misma y “comprendieran”
mediante las figurillas, la situación de gestación de los miembros del clan
femeninos (pudiéndose concebir, tal vez,
como medio concreto - simbólico y representativo descriptivamente – para la “enseñanza”
ágil y rápida, o transmisión de conocimiento concreto dentro del propio clan).
El ser humano primitivo (como
homo sapiens o tal vez antes) supiera de la vinculación que estableciera la
gestación y la ovulación con el ciclo lunar (pues así parece haber constancia en tablas lunares prehistóricas)
como así mismo la vinculación existente entre “cópula y generación de prole” pues
así se transmite en los dibujos de cuevas ,donde dibujan animales señalando su
etapa de copulación/gestación, siendo útil si les sirviera de recurso
nutricional o fuente de materias primas (pieles, huesos…) - e incluso para
evitar cazarlos en esos momentos – como
las vedas de caza actuales - y asegurarles la reproducción de esas manadas
y poder serles útiles como recurso a futuro inmediato.
Por lo general, concebido en primer momento, por la Ciencia, como
relaciones “instintivas” - que no
estableciera el hombre primitivo esa consecuencia entre copulación/gestación/y
parto de manera consciente - pero que poco a poco se aceptaría como
evidencia, superando la idea de “solo instinto”. Hasta el punto de la
transcendencia que visualizaría en la contemplación del resto de animales
mamíferos, donde los cambios de liderazgo, en las manadas, podría llevar al
sacrificio de los más jóvenes e infantiles, probablemente (y más allá de cuestiones que se conciben como simple “dominio genético” de los nuevos líderes) y tal vez más probabilidad, en asegurarse
“afinidad y confianza” sin “ningún riesgo” que pudiera dar lugar al
enfrentamiento interno por algún tipo de “des-sintonía” (y que se pudiera atribuir, hoy en día,
al “instinto” donde se observaría una diferencia-singular, en la
percepción del entorno”, que pudiera llevar al homicidio de unos hermanos sobre
otros, en razones de “considerarlos” rivales actuando en momentos donde los
vieran vulnerables, y ser o convertirse, a su vez, en amenaza (futura) para el
liderazgo de la manada. Cuestión “de orden estable” que pudiera extrapolarse al ámbito humano
prehistórico entre clanes
diferentes que rivalizaran; y que
pudiera hallarse en el significado explícito de las figurillas prehistóricas, que en principio se
consideraran “Venus”, pero que
señalarían la transcendencia esencial para la prosperidad de un grupo).
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En la Edad Media se aceptaría al “Pueblo Llano”, (considerado como “Común”), que no
identificaría expresamente al progenitor masculino (dado que no se establecieran apellidos “vinculantes” de una manera
expresa, sino más bien se desarrollarían apellidos de naturaleza profesional
(cuando ello fuera relevante) como oficio en la comunidad) en consideración
de ser todos “siervos” (en su condición
de mujeres y hombres) hasta que comenzara la especialización de tareas en
comerciantes, financieros, etc…. y que hacia la Revolución Francesa
establecieran su condición de igualdad ante la Nobleza y Clero para decidir
sobre los asuntos económicos y los impuestos que recaían sobre el pueblo Llano;
cuando se aceptara esta participación el Pueblo Llano sería concebido como
“Comunes”, cuando agrupados se reunieran en Asambleas con el resto de los
Estados (Nobleza y Clero) - quedando significación
de ello en las Monarquías Parlamentarias como la Británica, donde la
representación es bi-cameral siendo una para Lores y otra para Comunes.
Siendo que la Nobleza no solo sirviera al Rey sino aspirara, algún
día o momento, a funciones monárquicas, cuidarían y vigilarían “la pureza de
sangre” de sus descendientes, mediante “el control” de la fidelidad de sus
esposas, garantizando la existencia de una “línea familiar” (a modo del concepto estirpe/linaje) que
transmitiría las “virtudes y valores”
entre los ascendentes y descendientes, que a su vez sería visibles en
semejanzas de los rasgos físicos (por lo
que se designaría como “misma sangre” dicho linaje, a emulación de la Familia
Real, que por ser Familia Real, portaría, a su vez y por ello mismo, virtudes y
valores de sus predecesores en formato
de “Casas Real”). Sistema que se
extendería al Pueblo Llano en su prosperidad económica, buscando, análogamente,
la transmisión de “virtudes, valores y capacidades” por medio de esposa exclusiva y en consecuencia “prole afín, con
similar caracteres y valores, y sin rivalidades”.
En el ámbito de la Nobleza y Monarquía sería posible de concebir
que el símbolo del “León” implicaría, entre otros aspectos, (que se le atribuyen de fuerza, fiereza propia de Rey de la Selva), el mismo control
sobre su propio linaje e idénticamente, las mismas “actitudes extremas” para
asegurarlo como para protegerlo.
La cuestión del linaje se vincularía con la “legitima sucesión y
herencia” – en su Orden – a la Corona,
en sucesión del Rey, con sus prerrogativas y poderes terrenales; homólogo en la
Nobleza, y sería emulado, poco a poco, en el Pueblo Llano (como Comunes) para acceder a la “propiedad” en formato de “propiedad
privada” (una vez se fuera extinguiendo
el concepto de “propiedades comunales” propias de comunidades agrarias) al
ir entrando paulatinamente en los procesos de las Revoluciones Industriales y el
concepto “de propiedad privada personal” es heredada como patrimonio, en razón
del mismo concepto y condición que sería regulada por la Ley en los Estados
Nación; siendo flexibilizados en la actualidad, en consideración de la
protección debida a los menores, siendo a su vez una “consideración cultural
singular”, según las sociedades de que
se trate, así como de la propia historia tradicional.
Tal vez, una exploración del comienzo de la existencia del Homo
Sapiens y la vinculación genética que realiza la Ciencia en la actualidad con
la aparición del cromosoma “Y” en el primer Adán Y (y su homóloga femenina Eva mitocondrial – aunque no tuvieran porqué ser
contemporáneos y tampoco dejar de serlos), nos podría permitir realizar
algunas reflexiones que pudieran, tal vez, abrir las posibilidades a
conjeturar tesis/hipótesis sobre el profundo cambio que el cromosoma “Y”
supondría para el devenir de la Humanidad
(en razón de que los estudios de “rastreamiento
genético” que realiza la Ciencia sean como vienen siendo concebidos, en razón
de que aparezca el Homo Sapiens como especie hace unos 500.000 años y que
posteriormente, ante la crisis del Paleolítico (entre 14.000 y 20.000 años)
dieran lugar al asentamiento humano, aparición de la agricultura – en lugares
diferentes y pretendidamente inconexos del planeta – así como del pastoreo,
impulsando el conocimiento de las propiedades generativas del suelo de la
Tierra, así como del mundo vegetal, hasta conseguir generar cultivos).
En sí mismo, poder asentarse en el terreno y lugar concreto
también significaría el “control”, por algún
motivo o circunstancia de los depredadores y rivales del Homo Sapiens – que podría estar vinculado con la crisis del
Paleolítico, como vendría confirmando la Ciencia – considerando “seguro” el
establecerse en terrenos de manera permanente sin temor a ser destruidos
súbitamente, o el haber conseguido desarrollar “sistemas de seguridad” de
cierta eficacia, o haberse podido imponer al entorno de otros seres vivos -
apareciendo el temor al Ser Humano que también observamos en la actualidad (todo ello pareciera vinculado al cromosoma
“Y” que haría posible una bifurcación que se acabaría mostrando en el primer
momento que fuera posible).
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Adán Cromosoma Y, y Eva Mitocondrial, fuera lo que diera lugar al
comienzo del Homo Sapiens y de la Civilización actual Humana sobre nuestro
planeta Tierra (que las religiones, que
son nuestra referencia cultural de orientación en esta existencia, reflejarían
de manera concreta y explícita, hasta concebirse una literalidad a la que “formalmente”
la Ciencia se opone, pero a medida en que avance este artículo se tendría la
posibilidad de argumentar ambivalentemente por el lector; si lo desea, siendo
por su cuenta optar, o no, por lo que considere acertado o conveniente para sí
mismo en esta etapa de su propia existencia personal).
El género Homo evolucionó a partir
de Australopithecus . [18] [19] Aunque los fósiles de la transición son escasos,
los primeros miembros de Homo comparten varios rasgos clave
con Australopithecus . [20] [21] El registro más antiguo
de Homo es el espécimen LD 350-1 de Etiopía, de 2,8 millones
de años , y las especies nombradas más antiguas son Homo habilis y Homo rudolfensis , que evolucionaron
hace 2,3 millones de años. [21] H. erectus (la variante africana a
veces se llama H. ergaster)
evolucionó hace 2 millones de años y fue la primera especie humana arcaica que abandonó África y se
dispersó por Eurasia. [22] H. erectus también fue el
primero en desarrollar un plan corporal característicamente
humano . El Homo sapiens surgió en África hace unos 300.000
años a partir de una especie comúnmente designada como H. heidelbergensis o H. rhodesiensis , los descendientes
de H. erectus que permanecieron en África. [23] H. sapiens emigró fuera del
continente, reemplazando o cruzándose gradualmente con las poblaciones locales
de humanos arcaicos. [24] [25] [26] Los humanos comenzaron a exhibirmodernidad conductual hace
unos 160.000–70.000 años, [27] y posiblemente antes. [28]
La migración "fuera de África" tuvo
lugar en al menos dos oleadas, la primera hace alrededor de 130.000 a 100.000
años, la segunda ( Dispersión del Sur )
hace alrededor de 70.000 a 50.000 años. [29] [30] H. sapiens procedió a colonizar
todos los continentes e islas más grandes, llegando a Eurasia hace 125.000 años, [31] [32] Australia hace unos 65.000 años, [33] América hace unos 15.000 años, y remoto
islas como Hawái , Isla de Pascua , Madagascar y Nueva Zelanda entre los años 300 y 1280
EC. [34] [35]
En genética humana ,
el ancestro común más reciente del cromosoma Y ( Y-MRCA ,
conocido informalmente como Adán cromosómico
Y ) es el ancestro común más reciente patrilineal (MRCA) del que descienden todos los seres
humanos que viven actualmente . . Es el varón más reciente del
que descienden todos los humanos vivos, a través de una línea ininterrumpida de
sus antepasados masculinos. El término Y-MRCA refleja el hecho de que
los cromosomas Y de todos los varones humanos
que viven actualmente se derivan directamente del cromosoma Y de este ancestro
remoto. El concepto análogo del ancestro común más reciente matrilineal se
conoce como " Eva
mitocondrial"." (mt-MRCA, llamado así por la transmisión
matrilineal de mtDNA ), la mujer más
reciente de la que todos los humanos vivos descienden matrilinealmente . Al igual que con "Eva mitocondrial", el
título de "Adán cromosómico Y" no está fijado permanentemente a un
solo individuo, pero puede avanzar en el curso de la historia humana a medida
que los linajes paternos se extinguen.
Por definición, no es necesario que el Y-MRCA y el
mt-MRCA hayan vivido al mismo tiempo. [3] Si bien las estimaciones de
2014 sugirieron la posibilidad de que los dos individuos pudieran haber sido
más o menos contemporáneos, [4] el descubrimiento del arcaico
haplogrupo Y ha retrasado la edad estimada del Y-MRCA más allá de la edad más
probable de el mt-MRCA. A partir de 2015, las estimaciones de la edad del
Y-MRCA oscilan entre hace 200 000 y 300 000 años, lo que coincide
aproximadamente con la aparición de los humanos
anatómicamente modernos . [5]
Los datos del cromosoma Y tomados de un neandertal de El Sidrón , España , produjeron un YT-MRCA de hace 588.000 años
para los patrilinajes de Neanderthal y Homo sapiens , denominados ante Adam,
y de 275.000 años para Y-MRCA. [6]
El sistema de determinación del sexo XY se
concretaría hace unos 166 millones de años.
Más allá de la utilidad científica que el rastreo del ADN permita
determinar el origen y movimientos del Ser Humano sobre la superficie del
Planeta, cabría señalar que la simple observación morfológica en los mamíferos en
general, permitiría observar que la Naturaleza les ha dotado de mamas – que representan la definición de una clase
de animales vertebrados de sangre caliente que han desarrollado tejido
glandular (a partir de glándulas
sudoríparas) hasta tener capacidad de
transformar la sangre en leche, de la cual se abastecerían todas las crías de
mamíferos.
Los mamíferos, en sus diferentes especies, se hallan adaptados a
todos los medios de la superficie terrestre (Aire, agua y tierra) comparten comportamientos sociales, sangre
caliente, mandíbula con hueso dentario (que
es la característica principal de identificación del grupo mamalia/mamíferos)
pabellones auriculares, (salvo los adaptados
al agua) huesos en oído medio (salvo una excepción) vértebras
cervicales.
Su origen se establece hace 280 millones de años (Pérmico) siendo descendientes de los sinápsidos,
que fueron prácticamente extinguidos por los dinosaurios, siendo los sobrevivientes
los que darían lugar a los mamalia-formes y estos darían lugar
a los vertebrados mamíferos, a finales del Triásico (220 millones de años). Su rápido desarrollo fuera comprometido en
el Jurásico y Cretáceo por los reptiles diapsidos
(durante 100 millones de años “de acoso”)
y que conocemos popularmente como dinosaurios en general, hasta que un
meteorito extinguiera a los dinosaurios en el cretáceo-Terciario, permitiendo a
los mamíferos prosperar y diversificarse, alcanzando su papel dominante al no
tener que competir con animales de mayor envergadura; siendo capaces de
adaptarse a regiones inhóspitas frías, y también a hábitos nocturnos y de
escasa iluminación.
La gestación interna de las crías - y la capacidad de proporcionarles leche sin que las crías debieran
buscar alimento por sí mismas en su primera edad - permitirían mayor movilidad a los adultos, siendo esta
movilidad “un concepto de seguridad” y, en consecuencia, mejorando la
supervivencia individual (dando lugar a
la prosperidad, desarrollo, estabilidad y supervivencia de la especie).
Se generó en sus cuerpos mayor “eficacia y rendimiento” de su
sistema respiratorio; y el circulatorio – sanguíneo
– desarrollaría la capacidad de mantener la temperatura corporal que les permitiría adaptarse a ámbitos
inhóspitos; el digestivo aprovecharía el valor de recursos muy variados que se
diversificaron al extenderse por la superficie terrestre. El sistema nervioso
central se desarrollaría en tamaño y estructura desconocida en otros animales; ante
la deficiencia en la iluminación nocturna desarrollaría el oído y olfato. Todo
un proceso de varios cientos de millones de años, tras los cuales los mamíferos
dominan la Tierra y el Homo Sapiens como representante máximo, nos consideramos
la coronación de ese proceso.
La edad de la Tierra es
de unos 4.540 millones de años ± 1% y la vida en el planeta surgiría hace unos
3.500 millones de años, pero un estudio reciente – 1996 de la Universidad de California, en Los Ángeles - situaría la
aparición de vida ya en 3.800 millones de años (unos 400 millones antes).
Aún así, se
sigue sin poder definir, desde la Ciencia, qué es la vida o qué es un ser vivo
con precisión (tampoco capaz de recrear
el proceso de la existencia material orgánica a partir de elementos inertes)
por lo que se recurre a la idea de “propiedades de la vida” para aproximarse al
concepto (estructura organizada,
metabolismo y evolución, crecimiento, reproducción, irritabilidad, y evolución;
a veces se incluye movimiento, adaptación, ADN, carbono, como propiedades
definitorias, pero otros excluyen la reproducción pues no es una propiedad
obligatoria en los seres vivos).
La Ciencia al negar (por serle inviable compartir experimentalmente entre científicos)
la existencia de Consciencia “previa”, contemporánea o simultánea, en la
aparición del mundo material con el primer Big-Band (señalado como punto de partida, sin
poder determinar qué hubiera antes de ese suceso que diera origen a lo
“conocido” como Universo) basará la existencia de vida orgánica en un
proceso de evolución de la materia.
(aunque se parta o tome al átomo como punto
de referencia en este proceso de evolución, sabemos que el átomo es, o fuera,
una entidad organizada de energía cuyos elementos, a su vez, se vinculan y
definen por la manifestación de energía, en el plano de carga eléctrica,
concibiéndose su apariencia semejante al “sistema solar” (Sol con un planeta, o Planeta con una Luna); siendo recurrente el
modelo de “expresarse” en el Universo
conocido por medio de “los mismos
modelos sencillos” de “concepción de
organización” que mostrarían “unidades
elementales como sistema representativo y autónomo” que mantienen
equilibrio con el entorno; y que, a su vez, es influido por el mismo entorno
aunque se considere al átomo como inerte o principio de materia (inerte en sí misma, según la Ciencia).
Pero resultando obvio que posee movimiento interno, capacidad de intercambio en
cesión o aceptación de electrones, un proceso de evolución y complejidad (que se sistematiza en la Tabla Periódica de
Mendeleiev) un proceso de desintegración “en partículas más elementales”
que lo componen y pasan al entorno (como
ocurre en la existencia orgánica) para formar parte en la constitución de
“otros entes” (considerados a su vez
materia inerte por la Ciencia) e incluso capaz, de aun siendo considerado
inerte, de liberar – bajo ciertas
condiciones – cantidades ingentes de energía (tanto de manera súbita como controlada) que por tal condición de
liberar esa energía que se asimilaría al tipo de materia de la cual el Ser
Humano ha obtenido energía que se hubiera conservado en el carbón, en la
madera, en el petróleo,… sabiendo que procedieran de restos de seres vivos que
poseyeron vida orgánica, y por lo tanto “capacidad
para almacenar energía” para “sus
propios procesos vitales orgánicos”
destinados a mantenerse en vida; y que cuando esta vida se perdiera quedaría,
aun así, la energía contenida en sus células, que fuera aprovechada directamente
una vez perdiera su contenido en agua (como
la leña), o que siendo enterrada y sometida a altas presiones y/o
temperaturas se transformara en combustibles fósiles; incluso el Ser Humano
imitaría esos procesos para conservar energía y liberara para su “uso domestico” como ocurriera cuando
construyera carboneras para transformar leña cortada de árboles en carbón
vegetal, para conservarla en forma de “energía
potencial” destinada al consumo doméstico.
Desde esta percepción/perspectiva,
se podría concebir que el origen y la conservación de energía para ir
trasladándola y suministrándola “gradualmente” es, o sería, una manifestación
de la vida (o destinada a mantener la
vida y existencia material de la misma y sobre todo condición indispensable
para su desarrollo, tal y cómo la concebimos en nuestro planeta) por lo que
resultaría, al menos, dudoso, o interesado, el criterio que pretendía defender,
desde el punto de vista científico, que la cesión de esta energía fuera casual,
sin un propósito en sí mismo, de ser destinado a la existencia, y más
concretamente a la existencia de vida materialmente constituida, (que en alguna manera se manifestara en la
energía, que en sí misma existe, en la considerada materia sin vida por la
Ciencia - llamado antiguamente Reino
Mineral).
De alguna manera, así sería concebido por el Ser Humano en el
pasado, al contemplar “lo que le rodea” y, en consecuencia de ello, podría
haber conjeturado sobre “las cualidades y propiedades” de todo lo que le
rodeara para, desde ahí, obtener conocimiento y energía para protegerse y
calentarse (por medio del fuego) y a
su vez, entender el mundo vegetal y animal, ya fuera para obtener energía con
que nutrirse, como para curtir pieles u obtener fibras o modelar barro.
El mismo Sol libera energía, y más si esta es dosificada en
amplitud temporal, constituyendo vida en el planeta Tierra, difícilmente se
podría considerar como “casualidad en sí misma”, pues no parece que exista nada
en este Universo, (menos aún en el
entorno que la propia Ciencia explora, que no “obedezca” a un fin – motivo,
propósito,…) pues el orden existe en todo lo que nos rodea (y suele expresarse por la ciencia en formato
de leyes naturales) siempre buscando explicación cuando se manifestarán
efectos o sucesos que las contradijeron (según
lo previsto pues las propias leyes naturales observadas) por lo que
difícilmente pudiera considerarse que la existencia de energía, por sí misma, no
fuera una manifestación de “existencia” que, por sí misma, y resultara inseparable
de la existencia de vida; por lo que
la vida misma se halla en la existencia de la energía
(en el mismo Sol o estrellas, o en el mismo original Big-Bang como
explosión inicial de energía - que por sí
misma existiría “con un propósito” - siendo el Universo, a su vez, un “sistema
cerrado” por lo que nada en su interior se crea o se destruye, y
consecuentemente tampoco “el concepto de vida” en cualquiera de sus formas, que
se hallaría implícito en la existencia del propio universo; ni quisiera al
margen, de lo que fuera que fuese que existiera o diera origen a ese Big Bang
original y que se pudiera concebir, tal vez, como “Nada” – como así se describiera en textos Sagrados - pero algo aún así
hubiera (en textos se llama Espíritu,
dando a entender su eternidad, cuando se manifestará como flotando sobre un
material primordial y que en este artículo se describía como “consciencia” para
vincular al lector íntimamente con la narración).
Aun así, partículas más elementales del átomo, al que constituye,
se consideran que existen, aunque al intentar ser observadas se modifican (como mutándose) lo que “enlazaría al alza” con la idea
fundamental del relato que se tomara de partida en el artículo anterior, como
si “el hecho de ser identificado en contenido” resultara, en sí mismo, una
condición que llevaría “a la inseguridad
inestabilidad, no conformidad” haciendo posible un cambio o mutación,
transformándose en otra cosa y que evoca el proceso del origen de las cosas; lo
cual, el Ser Humano, conservaría esa misma idea cuando define su derecho a la
intimidad para preservarse del entorno.
(un entorno, en su esencia y condición, se mostraría “desintegrador
y depredador” de cualquier ámbito existencia, como señalaría el artículo “los
chivos expiatorios 1º de abril” donde más allá de la destrucción
física, existe a su vez la digestión psicológica del adversario, que mostraría,
así, un rasgo atávico por el cual “el destructor”, a su vez, se transforma o
cambia parte de sí mismo, pudiendo incorporar parte o todos los rasgos del “adversario”
vencido/destruido – y que evoca rituales primitivos donde partes corpóreas de
animales cazados: cabezas de bisontes, de lobos, de osos, cornamenta o dientes…
se usaban en ceremonias, por lo general danzas alrededor de una hoguera,
mostrando explícita y simbólicamente, la interconexión de la existencia de toda
vida, y consciencia, en el planeta (alrededor
del Sol, representado por la hoguera) siendo los danzantes quienes se
representan así mismo o incluso al Universo de planetas girando en torno al Sol.
Haciendo de esos objetos animales parte de sí mismos y constituidos como propia
identificación vital de cada persona, por lo que se comprobaría que cuando los
europeos se los quitaran llegaran a morir.
(Hoy en día, a pesar de que nos distanciemos de lo que parecen creencias
supersticiosas, mantenemos similares y casi idénticos criterios, al dar una
protección legal especial a lo que hoy llamaríamos “objetos personales” considerándolos que forman parte sustancial
de nosotros mismos).
La ciencia es concebida, en sí misma, como poder; y en cuanto a
poder (sobre un mundo que tiene los
recursos y espacios limitados) como capacidad para quién posee la facultad
de utilizarlos (que, en última instancia,
siempre sería del mismo signo y condicionamiento de quienes, como personas que
también tienen una propia dimensión limitada como seres humanos, usarían
consecuentemente tal poder en su ámbito territorial, sobre bienes y otras
personas, por lo que la ciencia se considerara, a su vez, como instrumento para
el conocimiento y la iluminación, para el saber); trayecto que es
determinado por quiénes financian el desarrollo del conocimiento hacia
objetivos concretos que otorguen beneficios prácticos y concretos, propios de
la condición humana, y a su vez también orientados a la exploración de la
condición humana, exploración del universo material, así como a la perpetuación
de la especie humana; de manera que la Ciencia sirve fundamentalmente a los
objetivos de los seres humanos en cualquiera de los aspectos históricos a los
que se viene desarrollando en la Historia de la Humanidad y que vemos en el
presente sus rasgos más característicos y esenciales.
Las películas norteamericanas de vaqueros mostrarían, por ejemplo,
que la incursión de la ciencia en la medicina lleva ha ser concebida por las
personas comunes, como un remedio súbito a sus problemas de manera abreviada,
en ocasiones sin ir a las causas de sus malestares, dando lugar a “los
vendedores de licores milagrosos” que aseguraban curar una gran gama de
problemas de salud. Este concepto de súbita mejoría o sensación de bienestar,
acabarían “fijado en la mente de las personas” y en el impulso de la industria
farmacéutica, siendo consensuado los productos para evitar ventas fraudulentas.
El desarrollo más espectacular se mostraría en la tecnología para
la guerra a inicios del siglo pasado en la Primera Guerra Mundial, donde por primera
vez de manera calculada, se iniciaría el sacrificio por millones de seres
humanos que ni se conocían, ni se odiaban, ni se tenían rencor, aunque fuera
estimulado desde el poder de los bandos enfrentados; mostraría en unas Navidades
que, como personas llevadas a la muerte, no se odiaban, ni tenían rencor,
siendo que confraternizarían, hasta que el momento navideño pasó y se volviera
a la actividad de la Guerra.
Referencias de la tecnología en la guerra existen en la evolución
humana desde la edad de piedra y de los metales en que el ser humano fundiría mineral
obteniendo metal, generando aleaciones haciendo posible los primeros carros
para la guerra, espadas, chalecos protectores, así como el desarrollo de la
Medicina de Guerra en el antiguo Egipto.
En la antigüedad helénica se hablaría, cómo relevante, que
Arquímedes fuera llamado a idear un sistema de defensa de su ciudad, Siracusa,
ideando un modelo que fuera novedoso al configurar y construir un sistema para
reflejar la luz solar e incendiar las velas de las embarcaciones enemigas inmovilizándolas,
para poder ser más fácil abordarlas y destruirlas; aún así, si el sistema fuera
tal como se narra de manera simplificada, hubiera cierto riesgo por depender de
qué las nubes no obstaculizaran los rayos del Sol para hacer efectivo el
sistema de defensa ideado.
De alguna manera, la Ciencia se mostraría inevitablemente
excluyente de otros conocimientos y sabidurías “que no pudiera homologar” como
verídicos, aunque sus efectos beneficiosos y bondadosos, no intrusivos, pudieran
resultar, en cierta manera, evidentes; existiendo, tal vez, cierta paradoja,
cuando se apoyara la misma Ciencia en dichas costumbres culturales no
homologadas, para progresar y desarrollarse (como ocurriera cuando se hicieran acompañar por “hechiceros” de tribus
para identificar sus remedios y obtener de ellos los elementos esenciales para
reproducir más eficazmente sus efectos bondadosos (los “principios activos”)
desde el punto de vista “químico”; siendo por lo general, los hechiceros desacreditarlos
por “inseguros o no homologables”, aunque en ciertos aspectos y situaciones
comprometidas, o sin salida para los métodos científicos, las mismas personas
que usaran métodos científicos como instrumentos para determinar un resultado,
acaben por inspirarse nuevamente en medios o conocimientos que contradecirían “los
principios de la misma Ciencia”).
En ese sentido, al ser todos Humanos, la Ciencia como herramienta
al servicio del poder para un fin, se pudiera cuál observar en un aspecto
inesperado, “cómo si fuera usurpadora del conocimiento intuitivo del ser humano
común” (hombres sencillos que comparten
una cultura adaptativa el entorno basada en la transmisión de saberes del medio
natural y el comportamiento integrado del mismo) cuestión que el siglo
pasado se vislumbraría con mayor claridad cuando se constatará que el
establecimiento de la “Instrucción Pública”, dedicada a la infancia, se
encaminaba a no cumplimentar o mejorar
la sabiduría comunitaria o el conocimiento del “medio natural” del cual todos vivieran,
como sus padres y familiares, sino que en “el trayecto de la formación” cada
vez se alejarían más de ese entorno, sustituyéndolo por conceptos no siempre
seguros, certeros, o verídicos, pues la Ciencia también comenzaba a
desarrollarse, siendo que los “conocimientos culturales” también ayudarían al
avance científico, siendo asumida la Ciencia como una nueva religión por la
sociedad.
De alguna manera, tal vez convendría señalar, que cuando se
hubiere permitido convivencia entre estos conocimientos culturales y la
Ciencia, hubiera acabado por producirse “situaciones incompatibilidad”, por
ejemplo cuando se permitiera usar métodos de mejoría de salud no científica,
considerados como “energías sobre el paciente” en hospitales, por lo que se mostraría
inconveniente.
La aparición de avances en la humanidad, que se observaron en
diferentes puntos muy distantes del Planeta, dando lugar a los asentamientos de
seres humanos, de los que se detallan la practica de la agricultura en un
periodo de tiempo relativamente corto, cuando las comunicaciones entre
territorios solo se pudieran realizar por medios muy rudimentarios, podría
explicarse de manera “trascendente”, y ya comprobada por la Ciencia, que a su
vez no diera explicación científica del fenómeno, observado, comprobado, y sí
constatado en su día por biólogos naturalistas, que hicieran referencia a dicho
fenómeno en otros ámbitos de una especie de primates concretos, que fueron
observados.
Según la divulgación en su día, se realizará la experiencia de
enseñar a un grupo de primates monos a usar cierto tipo de herramientas simples
y accesibles en el entorno, para acceder al interior de frutos rompiendo las
cáscaras con materiales duros, siendo el centro de la experiencia una especie
de primates concretos cuya especie se hallaría agrupada y a su vez dispersa en
puntos distantes de nuestro planeta, separados incluso por mar insalvable (tal y como se recuerda dicho artículo de ya
hace varias decenas de años, tal vez cuarenta años).
Estos biólogos o Naturalistas, publicarían que en transcurso de
tiempo no muy prolongado, observarían que miembros de la misma especie de
primates separados los clanes a miles de kilómetros de distancia, iniciarían, espontáneamente,
“esas mismas prácticas” (como habilidades
surgidas súbitamente) sin que ningún humano intercediera más allá de la
observación, por lo que se entendería, que se estaba ante un avance técnico
súbito, y aparentemente espontáneo, pues no hubiera existido posible
comunicación entre clanes tan distantes a miles de kilómetros;
aquello llevaría a especular con la posibilidad, también observada
en el ser humano, de indicios a veces muy precisos, sobre una comunicación en “otro
plano” más vinculado con la consciencia/conciencia/y/o capacidad de la mente,
que permitiera estados de consciencia más profunda, que pudieran estar
vinculados con la vigilia (a solo razón
de que la capacidad de la consciencia/conciencia/y/o capacidad de la mente,
pareciera no estar pendiente del medio entorno más inmediato, y pudiera disponer
de mayores recursos y capacidades a encontrar soluciones sobre las limitaciones
más concretas del día a día);
Fuera cual fuere el ámbito del “espacio/sintonía” donde la mente y
sus pretendidas capacidades de gestión fuera que fuese lo que buscara
solucionar o mejorar una carencia, captaría soluciones encontradas por otros de
su misma especie y por tanto accesible al contexto de sus propias capacidades y
limitaciones propias de especie.
Es decir nos hallaríamos ante la existencia de un ámbito de
comunicación cómo si se tratara de una capacidad de la consciencia particular
en conectar con otras conciencias que se hallan contenidas limitadas en cuerpo
vivos orgánicamente, de la mayor afinidad posible como especie, que sí
establecerían comunicación en un medio no visible, ni medible, ni constatable
por la ciencia, pero a su vez existentes porque se verificaría dicha
transmisión de conocimientos útiles a miles de kilómetros de distancia.
Este concepto de “capturar en el ambiente de la existencia”
información concreta emitida a tales distancias, en un muy corto espacio o
lapsus de tiempo, se venía argumentando en razón de que en el Ser Humano
también se observara tal fenómeno a distancias relevantes, con una sintonía/sintonización
“inducida” por los propios medios de comunicación convencionales, o por una
elaboración de la mente que simplemente coincidiría simultáneamente entre dos
individuos distantes, en causas de ambos coincidir en reflexión
inconscientemente en una misma circunstancia, pero de manera considerada como “accidental”
y por consiguiente individua, al modo “de coincidencia”.
Sin embargo, esta experiencia llevada a cabo hace decenas de años,
mostraría que al igual que todos los seres vivos compartimos la atmósfera
terrestre y en consecuencia tomamos de ellas las variaciones que se produjeran
para disponerse en mejor actitud posible ante un cambio próximo de temperatura,
lluvia o simplemente detectar sonidos de baja intensidad, que anticipar un
terremoto para ponerse a salvo, o la existencia de un incendio que se aproxima…
a su vez, existiría un medio similar donde la consciencia/mente iniciaría avances
o señales tal precisas y útiles para un fin determinado, como las observadas en
la experiencia con esa especie concreta de primates.
Este “ámbito de comunicación intangible”, inmedible, pero
evaluable, sería descrito por biógrafos y estudiosos del mundo de la filosofía
que señalarían un aspecto singularmente parecido y concreto que le enseñarían a
usar a Descartes, siendo estudiante en el ámbito religioso, concebido como
espiritual, de la Orden Jesuita, y que se describe en la colección Gredos de Filosofía
(donde se divulgaron, por especialistas,
las biografías y trabajos más relevantes de los más significativos filósofos
que han guiado en alguna medida a Occidente, dedicando uno o dos o tres tomos completos a cada uno de estos
pensadores filósofos y expresamente a sus biografías).
Es tal vez por ello, probable, que Platón considerara qué hubiera
un mundo donde existirán las ideas; mundo al que se podría acceder y tomar de
él la idea apropiada en un momento u ocasión concreta.
Parecía señalar Platón que las ideas existían en ese ámbito, por
sí solas, y otros se opondrían a tal concepto - tal vez porque carecían de medios para acceder a ese ámbito y no lo
consideran posible, o por otras consideraciones de naturaleza más humanas, pues
en ocasiones, las evidencias se negarían, o por conveniencia, o por rivalidad,
considerada como conveniente.
Al realizarse estas experiencias referidas con primates donde
aprenden una habilidad concreta por una interferencia, en este caso
intencionada por un grupo de seres humanos, y observase en ese corto espacio de
tiempo que la actividad aparece en la misma especie de primates, a miles de
kilómetros de distancia, podríamos considerar que tal mundo señalado por Platón
realmente existiera y que pudiera explicar que una vez posible el asentamiento
humano del Homo Sapiens en el sur de África, desarrollando la actividad de
agricultura, (que supone un salto relevante en un conocimiento concreto que es muy
transversal).
El conocimiento para la agricultura que requiere de mucha
observación, incluida las Estaciones y Clima concreto de un lugar, precisaría de un grupo de ideas concretas para
desencadenar la actividad (que en parte
se hallaría en el bagaje de los Seres Humanos que ya percibirían los Ciclos
climáticos y el propio Clima del lugar, pero precisarían un “impulso” para
concretar esos conocimientos previos y darles salida) siendo ello lo que se
pudiera haber tomado “en tal espacio/mundo” señalado por Platón. Siendo ese mundo accesible a otros Homo Sapiens
distantes, a su vez, en miles de kilómetros, al asentarse en poblaciones (aparecieran similares necesidades) e
interactuaran en ese mundo de ideas, cada vez que tuviera que afrontar
obstáculos para resolver una situación concreta; y obtuvieran en “ese ámbito”
tales ideas y soluciones de manera “abstracta” (inmensurable) que llevarían a la práctica (como intuición) recurriendo, recurrentemente, al mismo “mundo de
las ideas” para ir resolviendo cada dificultad que apareciera y, a su vez,
aportando “a dicho mundo” la singularidad de sus soluciones a las que otros
accederían creándose lo que en términos informáticos llamaríamos “una nube”,
pero compartida, desde donde “se toma y da” según necesidad concreta y oportuna.
Pero que según pudiera interpretarse de Platón, siempre existiera “tal ámbito”,
por lo que cabría preguntarse ¿Cómo se crearía o formaría tal ámbito? ¿En qué
momento? o ¿Cómo diera lugar a ser posible?
Tal como se desarrolla este artículo y el precedente artículo “Parábola:
Mente/Consciencia/conciencia”, se podría concebir que este mundo de
ideas apareciera o se diera lugar por la propia existencia de “Consciencia/conciencia”
que aparece como referencia de partida para abordar la existencia de la vida
orgánica y, en consecuencia, el resto de la existencia de vida orgánica
incluida la Humanidad.
A solo de establecer una aproximación a este concepto - que por un lado se hallaría “comprobado” en
sus efectos y a su vez, “no constatable” en modo de ser cuantificable, medible
por la Ciencia - para, en alguna medida, convenir su existencia sin duda
alguna, podríamos, tal vez considerar que la “consciencia/conciencia” no solo
haría posible la existencia de vida orgánica en el planeta que nos hallamos
sino, a su vez, en la medida en que aparecen las condiciones de vida material -
apareciendo la mente (como gestora de
recursos sensaciones interpretadas en principio “instintivamente”) - en
alguna medida, lo que concebiríamos científicamente bajo el término de
evolución de la vida en el planeta (desde
sus inicios remotos hasta la actualidad) iría dando lugar (así podríamos aproximarnos a concebirlo en
este momento) o simultáneamente a su vez, a que la Consciencia (en general y concebida transversalmente como
única) a la vez que se materializa en la vida orgánica - como estado de vida orgánica - desde sus
inicios pre-proto-vida orgánica, y ya orgánica o materializada, generaría/aportaría
a la misma Consciencia (que a su vez “envolvería,
de alguna manera, singularmente el planeta”) haciendo posible, de alguna
manera, aportar rasgos de la existencia materializada de la vida; la
consciencia, ya en actividad inmersa en constituir materialidad y materialidad
de vida, teniendo que “gestionar” (ya
evidencia de recursos a distintos “estadios”) configurara, coordinara,
dichos recursos, considerando que estuviera o adquiriera (ya sin duda alguna) lo que consideramos “mente” como tal gestor”,
siendo por ello difícil de precisar o definir, a priori, si tal Mente fuera lo
que fuese en principio inicial o eterno, o solo lo fuera la Consciencia en
potencialidad plena, como así vislumbrara este artículo y el previo que así lo
aborda.
Si la Mente ya fuera plena y Eterna en sí misma, podría inducirnos
a pensar que en su forma más simple se manifestara como Consciencia/conciencia,
para ser principio de vida en todo tiempo y lugar, haciendo la existencia
material e inmaterial y vida orgánica (simultáneamente a la vez); siendo ello,
tal vez, el ámbito que señalara Platón para las ideas, pero superando en mucho
tal ámbito.
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Existiría un referente bíblico que se podría conjeturar, en alguna
manera o medida, en forma de semejanza cuando se refiere tal pasaje a
transferir la imagen (que no se
transcribe ahora mismo literalmente) de un “espíritu” “flotando” sobre una
superficie que en el recuerdo parece referirse “a aguas”. Siendo el Espíritu en
esta cultura ancestral, (de naturaleza
religiosa), quien poseyera “la capacidad de dar vida”
(como parte de esa Trinidad
como misterio de la Divinidad); que desde una concepción vista desde la
sencillez, de la interpretación ingenua, podríamos concebir tal Trinidad “señalada”
en el acto de santiguarse - acción que
podríamos interpretar como “explícita” y a su vez encriptada, siendo así, a su
vez, un Misterio - mostrando al “Padre” en el ámbito de la “Mente” al “Hijo”
en el ámbito “del plexo solar”, vinculado con la representación más positiva y
simbólica del “corazón humano” (alma, “o niño”), siendo cuando se
pronuncia “Espíritu Santo” que se señale el brazo izquierdo y luego el brazo
derecho que pudiera indicar “la acción” en el Mundo Material, donde es posible “hacer”,
o lo sería más fácilmente, en la existencia material; representando el “hombro
izquierdo” la acción desde el ámbito de lo más positivo del corazón por
hallarse en el lado “centro-izquierdo” la posición donde éste se hallará en el
cuerpo humano; y el “hombro derecho”
señalaría la acción realizada para conformar, dar forma, a la existencia de las
cosas o al propio devenir de las cosas ir de los seres vivos.
Haciendo posible concebir que el motor de la actividad (en la acción posible en la existencia material)
pasaría por concebir la bondad del corazón y luego su acción de conformación en
el ámbito material.
(siendo, previamente, si puede aceptable esta interpretación, “la
mente” que le debiera concebir “el hacer”, luego el plexo solar “corazón”, que
fuera todo lo trascendental que supone la existencia en especial la de las
personas y que sería intemporal concreta y singular; para luego actuar pensando
en la acción desde el concepto izquierda (corazón) y luego derecha (acción),
que representaría nuevamente corazón y acción dando forma).
Aún así, existe a su vez otra fórmula más complementaria de “santiguación”
o “gesto santificante”, en sí mismo, que fuera el que se inicia con la frase:
“Por la señal de la Santa Cruz”. Donde “las señales de cruces” se realizan
siempre y en todo caso con la mano derecha haciendo una primera “Cruz” en la frente,
señalando la “Mente”; la segunda sobre “la boca” (el habla, lo que sale de ella, lo que se come y dice) y la tercera en el “plexo solar” el
“Corazón” (lugar del “Amor” y de todo lo que concebimos como positivo y noble en el Ser
Humano) lo positivo y la última Cruz es amplia y grande, igual a la primera
señalada anteriormente, dónde se mostraría el ámbito completo de la Divinidad,
comenzando la señal de la Cruz en la frente que ahora sería el “Padre” para
seguir señalando el plexo solar “el hijo” y concluir señalando hombro izquierdo
y hombro derecho “Espíritu Santo” (de la
vida y existencia); pues si se hiciera al revés (hombro derecho y luego hombro izquierdo), entraríamos en el
concepto de diferente de actuación, causando un daño al “dar la forma”, y luego
buscar repararlo, cuando de lo que se trataría, sería de actuar sin causar daño,
para lo cual primero se señala el hombro izquierdo (como actos desde el del corazón) y luego el hombro derecho (dando forma); lo que ello es o
resultaría relevante, pues a su vez parece que daría lugar a distintas
sensibilidades religiosas en su manifestación o actuación en el mundo de la
existencia material.
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Ese ámbito como “de comunicación a distancia”, concebido por
Platón como un lugar donde las ideas existen, tal vez se accediera
selectivamente en razón de ámbitos de existencia, en razones de lo que ahora
consideramos especies animales, sin perder de vista que “se hallaría ya” y
actuaría desde el origen del Todo, (e incluso
de la proto-vida de vida y elementos más elementales que conformarían el ADN/ARN,
en combinación-interactuación, casi simultánea, con lo considerado materia
inerte por la ciencia); y cuya configuración se hallaría como en forma “predestinación”
hacia la vida material, en condición previa de supuestamente, o posible, de
concebir como latente (o stand-by)
para que en cuanto las condiciones se dieran, “hacer y desarrollar” y, aún así,
influyendo en la distancia; como análogamente la propia existencia de lo
considerado inerte influiría en la vida también, por solo su presencia como
según la cultura popular se refiere, (cuando
habla sobre la influencia de planetas o cuerpos celestes cercanos en el ámbito
de la agricultura, como más tradicionalmente se consideraba influyente la Luna).
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Es decir, ese ámbito de Platón sobre las ideas, sería como si de
un contenedor para cada especie de vida un acceso destinado a la evolución/solución
que estuviera al alcance de cada individuo, según su propia especie y en ciertas
circunstancias, mostrándose esas respuestas como espontáneas o intuitivas, y en
otras ocasiones acceder a ese espacio por medio de entrenamiento y técnica, que
fuera lo que parece ser enseñaran a Descartes; siendo que parece existir de tal
naturaleza y tal versatilidad de acceso, para ese fin concreto.
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La posibilidad de acceder a ese ámbito de ideas soluciones sería
una capacidad en principio considerada intuitiva que daría soluciones allá
donde “otros muchos” no las consiguieran, haciendo converger las soluciones en
una persona concreta, en razones de esta cualidad que se observaría en la
antigüedad (probablemente desde la más
remota y prehistórica) señalando jefes o líderes de clan (también en el mundo animal de manada), dando
origen al concepto de “Rey y Monarca” como monarquía, buscando referencias a
emular mundo animal (siendo el León el
más relevante) como en “el orden universal” (siendo el Sol relevante) que se mostraría en la observación del Cielo
(tanto diurno como nocturno).
Un referente del monarca o rey “democrático” sería el concebido
como Arturo, sus caballeros de la tabla redonda, y Camelot,
(referente también usado mucho más recientemente como símbolo que
en alguna ocasión se expresara en el mandato del Presidente Norteamericano FJK (de los Kennedy).
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El rey Arturo no se consideraría en la niñez de tal condición, ni
siquiera por él mismo, pues se criaría en familia Noble como criado y siervo,
debido a un compromiso obtenido por Merlín - que era una especie de druida, mago o similar, que conociera la Naturaleza
de las cosas “en un concepto” que hoy consideramos inviable e imposible, desde
el punto de vista de la Ciencia y de la gente común.
En un momento, dado el joven Arturo, en situación accidental, se
viera en la necesidad de conseguir una espada que le hubieran hurtado cuando la
custodiaba para su “hermano”, que era noble y debía participar en una Justa (para adquirir el derecho a probar a sacar
una espada clavada en una roca, y si lo consiguiera, sería nombrado Rey).
En tal tesitura se encuentra Arturo sin la espada de su “Hermano” que
persiguiendo al ladronzuelo, se encuentra frente a la Espada que es motivo de
tales Justas, y viéndose en la necesidad de que su “hermano” participara en la
justa, saca la Espada Mística (Excalibur) de la piedra donde se hallaba clavada;
y hundida, con facilidad.
Era la espada mística que diera poder a su propio padre (el de
Arturo), al que nunca conociera y que empleara el poder místico de la espada, e
incluso solicitando el poder del propio Merlín, para fines considerados bajos
instintos - como así se considera la
lujuria - que le llevará a romper un acuerdo de paz, (mientras el mismo acuerdo se celebraba en fiesta con la reunión con los
adversarios) al sentirse seducido por la esposa de su rival, quién danza
para todos (por orden de su marido),
quien advierte la lujuria e insatisfacción en su adversario, que parece querer
más y más; siendo Merlín quien accede a los deseos de su Rey, (a usar sus conocimientos para yacer con la
esposa del adversario), cuando “ve solución futura” (Merlín ve en el tiempo) pacta un acuerdo ante la debilidad de su
rey: “le reclamaría, a la hora del
nacimiento de Arturo, el cumplimiento del juramento del Rey de entregarle el fruto
de su lujuria”, y que fuera compromiso de Juramento antes de concederle la
posibilidad de usar los poderes para que pudiera yacer con la mujer de su
enemigo.
Arturo “hace lo imposible”, y que es “señal inequívoca” para el
resto de caballeros;
(aún así, pretenden en un primer momento y por rivalidad,
apropiarse del hecho milagroso siendo el primero en esta actitud el propio “hermano”
a quien Arturo sirve, pero que rectifica; y luego todos los caballeros
pretenden sacar dicha espada, sobre “el
hecho de que Arturo no tiene condición de Nobleza” para realizar esa tarea
de sacar la espada).
Los caballeros intentan sacarla (ante la inminencia de haberse cumplido la leyenda, que vendría a decir “quién saque la espada
de la piedra será rey”), pero vendría a resultar que, no consiguiendo nadie
sacar la espada aparece en Merlín, quien manifiesta el origen Noble y de del
joven Arturo, hijo de Rey que se hiciera enemigos por “su debilidad lujuriosa”,
y ya nadie fiándose de él le dieran muerte (siendo
en ese momento “cuando herido” clavara y hundiera la espada (Excalibur) en la
piedra, haciendo posible la leyenda para tener condición de Rey, y que el
candidato tuviera que tener cualidades excepcionales en la sucesión a la Corona).
Dándose la circunstancia, de que algunos sí creen lo que dice en Merlín
y otros lo consideran falsa argucia de Merlín, (que a todos suele contrariar y temen por sus poderes y su extraña vida
poco social, apareciendo en escena siempre por algún motivo que a todos hiciera
desconfiar). Se lleva Merlín a Arturo que ya va con su “espada mística”, (y según otras versiones como la de Walt
Disney en dibujos animados, dirigidos
para niños en lenguaje de niños), le prepara, mostrándole “la naturaleza de
las cosas y los seres”, para “formarse sobre el mundo de la vida social” y
pueda incorporarse a la batalla por el Bien (que ya libran sus partidarios); y en la primera escaramuza, por su
Nobleza, es reconocido por sus adversarios como verdadero Rey, hijo de rey,
comenzando así ya todos juntos, la “batalla contra el Mal”, que se ya “se encontraría
cizañando” (representado la hermana biológica
de Arturo: “Morgana”)
(Morgana, de niña, viera todo lo sucedido en la muerte de su padre,
por el hechizo de Merlin en favor del Rey, para que yaciera con su madre; y se
ha convertido en una Hechicera, al que Merlín “a duras apenas” puede resistirse
por su belleza; siendo Merlín quien manifiesta, a pregunta de Aruto-Rey, ante
la Mesa Redonda, cuando todos piensan haber vencido al Mal, señalando que: “El Mal siempre se halla donde menos se le
espera” (pero sin nombrar a Morgana, que ya trama contra la Reina/esposa de
Arturo, al ver la debilidad humana del Caballero Lancelot hacia la belleza y
valores propios de la Reina Ginebra.
Morgana aprovecharía la debilidad del Rey Arturo, cuando éste descubre
la traición de su esposa Ginebra con su amigo y caballero más querido Lanzarote,
haciendo Morgana embrujo “de su propia apariencia de mujer” para parecerse a
Ginebra y seducir al Rey Arturo haciéndole concebir un hijo-hermano, (introduciéndolo en la línea sucesoria) que
ella usaría en el futuro contra el propio Arturo; siendo así que se definiría nuevamente
el escenario preparado para “el Bien y el Mal”, siendo la última batalla entre
padre (Arturo) e hijo (de Morgana),
Última Batalla, dónde ambos mueren, mostrando así que el Bien
nunca podrá vencer al Mal, sin convertirse a su vez en mal, y consiguientemente
perder su condición esencial de Bien.
Otro antecedente similar “en contacto con la divinidad” sería
Moisés, rescatado de las aguas donde fuera depositado en una cestilla al nacer,
y criado en la corte del faraón que acabaría pugnando con este y liberando a su
pueblo Israel para conducirlo durante 40 años de desierto (El Sinaí) para
llegar a la Tierra Prometida, a la que no accedería el propio Moisés por haber
desconfiado en un momento concreto de Dios.
Moisés sería figura y símbolo universal del guía/líder, que diera
normas a su pueblo, hiciera milagros y los llevarán y recondujera para que no
se desviaran del trayecto hacia aquella nueva Tierra Prometida; pudiéndose
conjeturar sobre esos 40 años que durará el viaje por el desierto, como
preparación y a su vez hacer posible que la generación que saliera de Egipto,
en alguna manera, no llegara a la tierra prometida, como a él mismo le acabara
sucediendo dejando en manos de las nuevas generaciones el propio destino como “pueblo
elegido” y que se configuraría en 12 tribus (o partidos) que opinarían sobre lo conveniente, o no, para su
propio pueblo, llamado Israel y concebido como “Pueblo Elegido por Dios”.
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Otro de los referentes más antiguos sería Osiris que fuera
considerado un gran gobernante que despertaría envidias en su hermano Seth, que
al fin lograría aniquilarlo dispersando sus restos por Egipto y siendo su
hermana (de ambos) quien lo recogiera y uniera sus trozos, y mediante
sortilegio, le retornada a la existencia pero sin pene, (que no pudiera hallar y decidiera hacer uno de arcilla); situándose
como juez del inframundo y de quienes fallecen, juzgándolos antes de que
pudieran entrar en el paraíso (por medio
de una balanza) y destruyendo “el alma” de los que tuviera su juicio
adverso, entregándola (el alma) a la bestia que “borraría para siempre jamás”
la existencia de ese ser.
(Que no se pudiera hallar el pene de Osiris señalaría la
imposibilidad de transmitir su carácter para descendencia; siendo a su vez el
color verde de su tez el color de la descomposición de la carne y propio de la primera
etapa de la muerte, aunque existen otras explicaciones para ese color, pero
siendo común que se encripte la evidencia, como señalaría Carl Jung, discípulo
de Freud, con quien discreparía, como suele suceder.
Sin embargo, al hacer el pene de barro - como referente primigenio relatado para Hacer al Hombre como primer Ser
Humano - tal vez simbolizara el poder en Osiris para permitir una nueva re-encarnación
desde el mundo del “otro lado”, similar al Espíritu).
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Al concepto de “sangre”, en la literalidad se le diera la
propiedad de transmitir caracteres esenciales procedentes del padre biológico,
resultarían trascendentales para la sociedad cuando se observa que una persona
resuelve, oportuna, las adversidades que adolecen al pueblo, por lo que es
encumbrado como líder caudillo o rey; esperándose de la propiedad de “la sangre”
que sus cualidades se mostraran en sus descendientes, que portarían tales
cualidades por medio de “la herencia” que se hallaría en la misma “Sangre”; por
ello se protegiera la consanguinidad de los hijos procedentes del propio rey,
evitándole a la esposa con tacto diferente, e incluso castigando a que los al mirarla
en alguna situación accidental, observaran parte del cuerpo desnudo de la reina
(que siempre se hallaría cubierto con
ropajes), a efectos de evitar esa tentación biológica (que fuera lo que le pasara a Lancelot y Morgara azuzara como mujer para
estimular en Ginebra el interés por Lancelot y llevarla a la traición).
Esta cualidad que definiría el liderato en formato de rey, tuviera
propiedades divinas cuando Israel vinculara, por ejemplo, al rey David
directamente con Dios. Si ya Moisés tuviera esa capacidad cuando subiera al
monte Horeb y allí estuviera con Dios, bajando de la montaña “transfigurado”;
sin embargo, al parecer este fundador y guía del pueblo sería más relevante en el
aspecto propiamente de guía y no tanto de rey, pues guiaría al pueblo por el
desierto del Sinaí pasando penalidades que él mismo, en primera persona,
resolviera mientras que el asentamiento en una ciudad sería una actividad de “gestión
y previsión” sobre los recursos y adversidades, así como la defensa de la misma;
siendo un asentamiento en forma de Ciudad-Estado, se concibe como reino y
consecuentemente a la cabeza un Rey.
(Esa referencia del Rey como divinidad influiría en el mundo Heleno
y en Roma, que usaría de Reyes divinos; y el término divino vinculado a la
Corona, perduraría como vinculado a Dios en las monarquías medievales europeas
hasta la llegada de la Revolución Francesa, donde se iría abordando el formato Republicano
en casi toda Europa, donde el poder se compartiría con el pueblo).
Era tan relevante la cuestión de la sangre entre los descendientes
que, por ejemplo, en el siglo XIX existiera el rumor en tal adverso sentido
sobre el príncipe heredero - que luego
sería rey - Fernando VII; que a su vez conspiraría contra su padre Carlos IV,
y aún fracasando en su tentativa y habiendo sido descubierto, pero no
existiendo alternativa “conveniente”, en
alguna medida se le perdonaría.
También la cesión de la corona de Fernando VII, en el último momento
de su muerte, modificando el testamento en favor de Isabel II, generaría la
cuestión de la ley sálica, en alguna medida motivada por el mismo concepto de
asegurar la continuidad en la sangre de la monarquía, dando lugar a las guerras
carlistas, que defenderían una línea de pretendiente masculino y tradicional que
asegurara esa línea a través de las “propiedades de la Sangre”, siendo que la
guerra se extendería durante todo el siglo XIX.
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Desde una aproximación a la condición de la propia Naturaleza de
la vida material en el planeta, se muestra la reproducción como prioritaria, en
toda circunstancia posible y para toda la gama de seres vivos (tanto en el mundo vegetal como animal).
Desde esta propiedad y condición de la naturaleza que hace posible la vida en
el planeta, podemos concebir que el aire, la superficie de la tierra y en el
agua, poseen y transportan todo tipo de vida dispuesta a reproducirse e incluso
vida en potencia como polen, semillas adaptadas para ser transportadas por el
aire, bacterias, virus, esporas de hongos… y que los seres sobre la tierra, el
mar y el aire tienen como condición vital reproducirse.
(El ser humano se concebiría en sociedad antes del emparejamiento
(y luego reservado para líderes,
patriarcas, faraones…) no considerándose relevante la transmisión de la
sangre; y especulándose que ese “orden se estableciera para todos”, en función
de existir propiedad y bienes materiales y su transmisión por medio de la
herencia a los hijos; instituyéndose los tabús para esta finalidad. De hecho,
en el ámbito animal serían pocas las especies que se emparejaran de por vida,
siendo el concepto de manada y clan, el que infiere en esos tabús concebidos
para el ser humano, en razón de “establecer un orden” que llevaría al concepto
propio de Reyes y de Nobles, para establecer esos rasgos familiares que fueran
útiles al rey; llegando al “pueblo llano” y formalizándose plenamente cuando
aparecieran los apellidos).
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Siendo la naturaleza en su condición de promover y predisponer a
la disposición de reproducir a todos los seres vivos, el Ser Humano no escapa
de dicha condición, ni en su género masculino, ni femenino; por lo que la
tendencia natural de ambos sexos sería establecer relaciones sexuales sin
límites,
(pues la naturaleza para promover la sexualidad adaptara a la
práctica del sexo de de placer extremo, precisamente para promover su
realización).
Siendo una “tendencia natural” que se condiciona “para establecer
ese orden” que daría lugar a la familia y, desde la misma, una estirpe donde se
pudiera señalar a los primogénitos masculinos que se les daría un papel
relevante, según la etapa de la evolución de la sociedad; hasta que “la
revolución de la sociedad” con la industrialización y la propiedad privada,
extendiera el derecho de herencia a todos los descendientes sin objeción de
sexo, como así mismo ya viniera observándose en las monarquías medievales para
mantener la línea de sangre y consecuentemente la Corona dentro de una Casa
Real concreta, pudiéndose tal vez interpretar el término “real” (que derivara en realeza) como una más
explícita expresión de “ser real” “la condición sanguínea de sus miembros” por
la línea, en principio, paterna.
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La propia Biblia, como el libro referente de la cultura occidental,
ubicaría al “primer ser creado” por Dios, Adán, en el Paraíso (el entrecomillado tendría inducir y señalar
que la experiencia sobre Adán mostraría una condición singular y en alguna
medida diferente de los otros hombres “homo” que existieran contemporáneamente
al decir del relato completo en el génesis).
Llevar al ser humano desde la vida social de manada o clan, a la
de pareja para toda la vida, pudo ser resumida simbólicamente en este relato
del Génesis, pero también pudo ser un relato más literal de lo que pudiera
concebirse - tal y como se considera en la
ciencia una evolución social. Si vemos el dibujo hebreo de Iahvé y su
esposa como reina y diosa, resulta llamativo la identificación de Iahvé por sus
órganos genitales en especial relevancia su pene, sabiéndose hoy en día que
aquella etapa del pueblo judío era más politeísta en alguna manera.
Pudiéndose concebir que Adán fuera una búsqueda de la “emulación
literal” del estado de matrimonio entre Iahvé y su esposa, para toda la vida, y
una posible “observación experimental” llevada a cabo por el propio Iahvé para comprobar
la singularidad de las tendencias del ser humano antes de intervenir en él.
Habría que señalar que la Biblia en su Génesis diferencia con
nombres a distintos divinidades en distintos momentos del mismo Génesis, como
si fueran diferentes los atributos que cada uno de ellos poseyera y que el
cristianismo, al igual que otras religiones monoteístas, unifica en uno solo;
pero en origen, y en circunstancias “iniciales”, pudieran haber tenido
diferentes roles y funciones, especialidades y personalidades.
Si atendemos a la narración Adán, “es puesto en un paraíso” donde “a
priori” todo lo tuviera al alcance de la mano. Fuera dando a su vez nombre a
los seres con los que compartía su espacio; señalaría el texto, “apócrifo”, hebrero
que Adán copularía con animales, probablemente al verlos copular y por
imitación, que llevaría a esa frase cultural qué dice “no es bueno que el hombre esté solo” tomándose la decisión de
ponerle pareja de su misma condición. Es probable que fuese un experimento de
observación destinado a cómo establecer las mejores condiciones del ser humano
en el planeta, y se reprodujeran las mismas “condiciones óptimas”, que como
meta final se concibiera el Paraíso para la Humanidad; observando que fuera
inclinación natural e instintiva de Adán (copular
con animales) por lo que fuera posible que tomaran “otro” Adán para que no
hubiera interferencias posteriores ante esta primera evidencia manifestada en
la frase “no es bueno que el hombre esté
solo”.
Le pondrían a Lilith como nueva compañera, que fuera mujer
experimentada y experta que pronto se cansaría de Adán y huiría del Paraíso,
(siendo mitificada como bruja que absorbe el semen de las
poluciones nocturnas y engendra hijos de manera desordenada).
Señalando, de alguna manera el objetivo y propósito, de establecer
una pareja para desde ahí constituir una familia regida por la consanguinidad,
desde el vínculo indisoluble de una mujer y un hombre, qué sería el propósito
final. Siendo tal, las previsibles consecuencias sobre Adán de ese abandono, la
experiencia pudiera ser continuada o reiniciada ante cada “no conformidad” o “no
es bueno”, por lo que pudieran optar por tomar de Adán, cuando se hallaba
durmiendo, una costilla de la cual se crearía a Eva.
La costilla tiene aquí numerosas interpretaciones incluida una
biológica, que señalaría la pérdida del hueso que los mamíferos poseen en el
pene, con la finalidad de asegurar la penetración y estimular mejor la
eyaculación, siendo esa pérdida un proceso de selección de la hembra destinado
a verificar mejor las actitudes y potencia del varón con el que copular en un
momento dado.
También se podría interpretar la costilla para crear a Eva de la
misma condición de ingenuidad que Adán,
pues así se mostraría a Eva ante la tentación en el árbol del
conocimiento del “bien y del mal”, prohibido, y que fuera la serpiente quién le
indujera a transgredirla suponiéndose que ese árbol fuere el conocimiento de la
sexualidad y que la serpiente fuera “un ajeno” pudiendo considerarse, en alguna
manera, en las cercanías del paraíso y entrando en el mismo paraíso viendo a
Eva la sedujera. Lo que vendría a representar la situación de la pareja
prevista ante la llegada de los cambios que llevan a la sexualidad en un
contexto social con más actores que inevitablemente interferirán.
Es Eva quien introduce a Adán en la sexualidad (ya fuera porque la serpiente fuera instinto
de sexualidad, o ser humano que interfiere), así se concebiría en alguna
manera la sexualidad inicial como “ver o probar y saber” “qué es”; y en este
caso la manzana se interpretaría popularmente como “probar y conocer”.
Siendo expulsados del paraíso bajo maldiciones y el obstáculo
fuera espada de fuego portada por un Ángel para impedir el regreso. Dándose el
primer hijo entre ambos con el nombre de Caín que sería agricultor - pasando de todo accesible a tener que labrar
la tierra - para recrear en alguna manera el Paraíso (coincidía con el final del periodo del Paleolítico inicios del
Neolítico donde el Homo Sapiens se establece y cultiva la tierra).
Abel, el segundo hijo de la primera pareja, se haría pastor siendo
sus días en la felicidad de tocar la flauta; y llegado el momento de las
bendiciones se prefiere a Abel, lo que lleva al crimen de Caín y a “su marca”
en la frente, (que se supone, a su vez
fuera, la marca de la letra “tau” que evita que otros lo maten al ver el crimen
de su hermano en su rostro).
Tal vez se reconociera a Abel la actividad de acercarse a los
propósitos “iniciales” de un paraíso sin apenas trabajo (dejando hacer a la naturaleza de las cosas y al ganado pastar para
luego recoger el fruto), pero su muerte podría señalar, en alguna manera,
que “el trayecto de la humanidad comenzaba”.
(Si el vástago de Eva, Caín, fuera producto de la serpiente se
entendería la rivalidad y preferencia de consanguinidad, por lo qué la sucesión
se estableciera en el tercer hijo varón (fallecido
Abel y expulsado Caín). Una sucesión que se vincularían con la conexión y
proyecto de Iahvé, por lo que algunas religiones toman a Adán como referencia
de naturaleza superior como lo hiciera el islam).
A pesar de las incidencias Caín, al salir del paraíso, podría
representar a su vez la extensión del conocimiento de la agricultura, si este
relato bíblico pudiera interpretarse en esa perspectiva, (al final del Paleolítico, allá donde fueren Caín y se estableciere para
formar una familia se haría probablemente agricultor, que era su oficio,
extendiendo su conocimiento entre sus hijos y entre la sociedad en que se halla
vinculado).
Al llegar el cristianismo con el mensaje del amor como el
fundamento esencial para la sociedad, superando así las leyes precedentes
establecidas por Dios, mediante “el decálogo” que establece Moisés en los 10
mandamientos, se ampliarían con dos nuevos mandamientos aportados por Jesús: “Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al
prójimo, como a ti mismo”. Manifestándose así la convivencia de los
preceptos divinos con el mensaje de Jesús.
(De alguna manera, tal vez, se pudiera concebir que la narración
del paraíso de Adán y Eva señalaría la experiencia de la primera pareja humana,
sus dificultades y la variedad de sucesos que les pudiera acontecer, en razón
de constituirse como tal pareja; al ellos mismos “constituirse como un orden
nuevo orden” dentro de la propia Naturaleza (y el Orden que en principio establece ella), que requerirá de
introducir elementos de lealtad y fidelidad para evitar las consecuencias de
las rivalidades o falta de sintonía que pudieran llevar al extremo del crimen.
A su vez, dotando a esa pareja de una “cualidad mística” al convivir juntos y
crear una simbiosis que podría establecerse entre la creatividad de Adán
conectando con el mundo de Dios y a Eva conectando con “la realidad más material
de la existencia” (incluso biológica) en la relación con el entorno).
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Carl Jung explicaría que ese orden familiar y los tabús asociados
para constituirlos, llevarían tanto al varón como a la hembra, en su condición
de hijos, al bloqueo al sexo dentro del orden familiar, tanto entre ellos como
hacia sus padres; posibilitando la bifurcación en el desarrollo del libido (concebido como impulso sexual que fundamenta
el esencial propósito de la vida material para reproducirse y que se considera
por la ciencia instinto pero que a su vez es energía potente).
Al bloquearse el libido para no acceder sexualmente a los padres y
hermanos, y viceversa, sería reconducido por el ámbito cultural de la sociedad -
que se expresa dentro de lo que
conseguimos como moral - encaminando a los hijos a un trayecto de objetivos
en base a roles, para llegar a donde la sexualidad es, y sería contemplada,
como “moralmente aceptable y conforme” (orientada
a la creatividad y el ordenamiento del devenir de la existencia);
desarrollándose roles basados en un conjunto de objetivos previos, que cada
hijo se marcaría para sí, preparándose para un papel profesional y rol social
que le llevaría a cierta y suficiente autonomía personal, y a su vez a elegir
pareja de convivencia sexual, estableciendo nueva familia y consiguientemente
prolongando el modelo esencial desde el tabú.
(tabú como promotor e incentivo que transforma esa potente energía
de libido en energía creativa que otorgaría a la mente una variada gama de
posibilidades y opciones para superar obstáculos en la consecución final del
objetivo, respetando los tabús como motor del trayecto moral y como camino de
la sociedad para establecer una familia y gestionarla tanto del punto de vista
material de necesidades como el espiritual de realización personal de un
proyecto personal con el cual parece que se viene a está existencia).
La familia, como expresión de orden, se viene mostrando cómo “original”
en hombre y mujer, y reflejo a su vez de Iahvé y su esposa, como muestra el hallazgo
arqueológico más remoto conocido del pueblo de Israel, aunque posteriormente
tuviera transformaciones/adaptaciones, (como
así mismo se evidencia en las poligamias), por lo que se establecerían
formatos para la solución de viudedades, herencias, dotes… y a su vez recomendaciones para con los hijos,
destinadas a evitar que el libido, como energía potente, causará desórdenes o
problemas en la propia familia; existiendo la recomendación explícita sobre las
hijas
(como de casarlas jóvenes,
probablemente para evitar esos problemas que pudieran sobrevenir) por
entonces el rol femenino se hallaría reducido al entorno de la casa, de los
hijos y de la reproducción; rol que se prolongaría como formato de “orden
familiar” desde el mundo heleno, romano y europeo hasta la “revolución
industrial” donde el “pueblo común” comenzaría ampliar el margen de la
sexualidad y los roles de la mujer - hasta
entonces rígidos con excepcionalidades consensuadas - hasta llegar a
concederle la plena autonomía sexual, sin a su vez “deshabilitar” el concepto
de familia, que se vendría ampliando y diversificando en razones vinculadas con
la libertad sexual de cada persona.
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Los dos nuevos mandamientos que introduciría Jesús permitirían
relativizar, en alguna medida en manera, el concepto de las propiedades que se
atribuyen a la sangre entre padres e hijos, como propiedad característica que
se transmite de padres a hijos, ya definido el mensaje de Jesús de amor, cabría
considerar que el amor, así concebido espiritualmente, trascendería toda
rivalidad y des-sintonía o singularidad, llevando a la tolerancia en razones de
amor, excluyendo así la violencia en todas sus formas y manifestaciones;
permitiendo el desarrollo integral de cada persona, de lo cual obtendría Bien
la propia persona y el entorno social.
(existe un artículo en este
blog qué es la relativización de la sangre, en consideración a ese mensaje y aportación
que realiza Jesús y que lleva la consideración de ser todos hermanos
(condicionándolo a ser de esta condición en Jesús).
Aun así expresado, en modelo organizado de familia, parece que
siempre sufriría lo que podríamos llamar tensión exterior pues la familia forma
parte de la sociedad en la que se halla inserta como núcleo, desde el cual los
hijos acceden a la sociedad y en ella se inserten, pues sería/es una de las
finalidades de la familia.
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La relevancia del cromosoma cómo distribución genética del primer
primate que daría lugar al ser humano de hoy en día coma así considerado por la
ciencia como “Adán cromosoma Y” y siendo “Eva mitocondrial” como pareja,
llevaría a interpretaciones especulativas sobre si el cromosoma “y” apareciera
como expresión de un error genético respecto del cromosoma sexual XX que
portarían las hembras.
Tanto el cuerpo del varón como el del hembra parecerían ser idénticos
hasta que el cromosoma sexual actúa para diferenciarlos, en un primer momento
durante la gestación. Los mamíferos poseen mamas como rasgos más definitorios
de su clase taxonómica siendo en los machos sin desarrollar pero, a su vez,
estando presentes, como si se tratara de una alternativa prevista hacia
circunstancias de un futuro adverso, o procedente de un pasado adverso, donde
el macho tuviera que poseer dicha capacidad para asegurar la supervivencia de
la especie.
Sería una visión aceptable por la Naturaleza, que hace posible la
existencia de vida, suele prever toda posibilidad, y viene configurándose desde
los ámbitos que hoy en día nos parecen más adversos e inverosímiles para la
existencia de la vida; por lo que resultaría fácil aceptar que esa adaptación
al planeta - generándose la vida desde
las condiciones más adversas - sería el formato que siguiera en la
naturaleza para asentarse en todos los ámbitos, y resquicios del planeta,
permaneciendo establemente “en potencia de desarrollo, también en los ámbitos
que concebimos adversos y por el contrario exuberante como la contemplamos en
la actualidad, al ser estas condiciones actuales las que nos han hecho posible en
desarrollo, a nosotros como mamíferos y seres humanos.
A su vez, esa adaptación que promueve la naturaleza permitiría al
relevo de la vida en el planeta con otras soluciones alternativas que ya se
hallan latentes, y ya existieran, y que evolucionarían en un cambio sustancial
del medio natural que no hiciera posible la existencia humana o de los
mamíferos.
Esa versatilidad de la Naturaleza permitiría conseguir que
estuviera preparada para adaptarse a otros roles sexuales de las especies
incluida, los hombres en caso preciso de ser la perspectiva concreta última,
como suele suceder ya en otros ámbitos donde la condición sexual puede ser
determinada por el contexto según circunstancias. Por ejemplo, en apicultura se
sabe que si la reina desaparece las abejas alimentarán de manera diferente a
una de las celdas donde están los “pollos” dando lugar rápidamente a una nueva
reina; y que a su vez la condición de macho en forma de zángano, también es
regulada desde aspectos similares según sus necesidades en la colmena.
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El control de signo de acceso en las sociedades también parece
estar determinado ambientalmente cuando ello es relevante para el grupo, por
ejemplo durante tiempo que se establecieron estadísticas sobre los nacimientos
en momentos de guerra se extraería la conclusión de que los nacimientos de
hembras era mayor que los de varones (en
militares que se hallaban en la guerra) pudiéndose inducir a pensar lo
opuesto para tiempos de paz en razones de preservar la especie.
Así mismo, se hubiera venido conjeturando sobre “cómo decidir el
sexo de un descendiente” para que éste fuera varón o hembra, según decidieran
sus progenitores dándose en comentarios superficiales, y sin detalles, que
dicha habilidad se hallaría, en alguna manera, descrita en la Biblia (pues la Biblia también señalaría al ser humano
qué animales pudiera comer y qué tipo de costumbres de vida realizar respecto a
su condición espiritual de ser humano).
(A su vez, recientemente, se trasladaba en un medio de información,
que el signo varón hembra, estaría vinculado con un momento determinado, en el
periodo en que el óvulo de la mujer es fértil, y su fecundación en el acto
sexual, determinando ese momento concreto, durante el cual el óvulo siendo
fecundable, definiría la condición de sexo del nuevo ser).
Desde otros ámbitos religiosos más lejanos a Occidente atribuiría
el sexo del nuevo ser, con independencia de la especie en la que fuera a nacer,
como un acto de identificación al parecer espontáneo, que se expresaba
aproximadamente en los siguientes términos: el ser que iban a hacer veía el
acto sexual de los dos seres que se hallaban copulando y se identificaba con
uno de los dos (macho o hembra) por lo que según ese relato si adquiriría el
sexo contrario del ser con el que se había identificado, siendo feliz o
satisfecho por el solo hecho de nacer, siendo secundaria la especie en que
naciera: perrito, gatito, monito…
A su vez, el ámbito oriental desde donde llegaría esa perspectiva
poseyera un dicho que genera circunspección y reflexión: “el ser humano nacer
no pide, vivir no sabe y morir no quiere”. Pudiéndose concebir la vida, y
existencia, como una experiencia en sí misma.
La expresión “nacer no pide” se podría vincular con esa propensión
inclinación o precipitación que llevaría a la consciencia a ser material, y a
su vez, “no estar conforme” cuando tomara forma y sustancia material, como
señalaría el relato inicial.
Aún así, y sin embargo, se abriría la puerta a la existencia voluntaria,
con un propósito “altruista” en “seres-entes” que llegan a esta vida, por lo
que esa expresión de identificación que determina el sexo podría ser una
generalización y no una regla, por lo que cabría matizarse en alguna medida.
De alguna manera, la resurrección de la carne (metempsicosis), como concepto aceptado
en la Antigua Grecia, estaría en alguna manera estimulada en algún ámbito, tal
vez de similar descripción a la que realizaba Platón sobre la existencia de las
ideas existentes por sí mismas, y el hecho en sí mismo de nacer, venir a esta
existencia material, toma fuerza y se hace finalmente posible, al ceder la
voluntad, como señalando alguna necesidad de completar o mejorar o “realizar
algo” para, a su vez, completar experiencia y carecer de inclinación a existir (ante la evidencia de cómo de absurdo y
amargo puede resultar, por lo común, está existencia para todos los seres vivos,
que por sí poseen consciencia).
Es decir, podría concebirse que renacer no se daría, sí solo sí,
en modo alguno “hubiera hueco” en el “ente con consciencia” que habiendo o no
pasado por la experiencia de la existencia de vida material, tuviera lugar
donde “anclar para tirar” y hacer la voluntad, - que ya existiera en la consciencia tal voluntad – atraído en
cualquier aspecto de la existencia material, llevándolo “al nacer”, o “al volver
a nacer”.
El Paraíso fuera tanto una ámbito inmaterial, donde se halla la
conciencia con voluntad, (en un ámbito
similar al concebido por Platón para las ideas); y, a su vez, mostrarse
como un “nuevo mundo material, real, conocido” siendo este mismo, como muestran
algunas creencias monoteístas y materialistas al referirse al Paraíso; o como
señalaría en la misma línea, Isaac Asimov, consecuencia del avance científico
que alcanzaría la Humanidad y se plasmaría en la Tierra, y que en términos
generales el mismo Asimov describe.
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Isaac Asimov, en un programa realizado en 2022 por Francia y
Alemania, dedicado a su aportación como científico divulgador, en su versión
conocida de ciencia ficción, donde se rescata su pensamiento y visión mediante “cortes
y secuencias” de entrevistas, siendo la escena final (donde aparece dirigiéndose a los espectadores), una recreación con
inteligencia artificial, mostrando, en alguna medida, la facilidad con la que
hoy en día se podría suplantar a personas de manera creíble, que pasaría
indudablemente “por cierta”, mostrando a su vez, la versatilidad de los avances
científicos y técnicos y, a sí mismo, la vulnerabilidad generalizada de la
sociedad, por lo que se concebiría, por este motivo, la vulnerabilidad del
sistema de libertades individuales, así como de las instituciones y del sistema
democrático como estructura que las hiciera
viables y posibles (según se
refieren a recientes manifestaciones realizadas, sobre “Inteligencia
Artificial”, por expertos, en ese sentido).
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Isaac Asimov nacería en Rusia el 2 de enero de 1920 cerca de la frontera de Bielorrusia, tiendas y origen cultural judío como sus padres, se trasladaría a Nueva York en enero de 1923 donde pasara la infancia. Aprendió a leer inglés por su cuenta, desde niño, “devorando” libros desde entonces. Tenía miedo a volar y apego a los lugares pequeños como su despacho, considerado ello una “claustro-filia”; se graduó como bioquímico, le rechazaron en medicina, hizo pos-grado y trabajó como investigador para la Marina de los Estados Unidos en su ámbito aeronaval, (empleo en el que conservaría durante toda la Segunda Guerra mundial) y en 1948 se doctoró en química, perteneciendo al club mensa (que pueda una asociación internacional de superdotados fundada en 1946 en Inglaterra de naturaleza científica y atea, a la que Asimov describió a sus miembros como intelectuales combativos y él mismo se consideraba a su vez a un escéptico).
Su biografía, posee semejanzas con la de Henry Kissinger. Cuando se produce un breve periodo de paz entre 1920 y 1922, y saldrían sus padres hacia New York, cuándo se constataría el inicio de nuevas revueltas y sublevaciones en la Rusia ya Soviética.
La revolución rusa no solo traería enfrentamientos entre los bancos monárquicos y los bolcheviques revolucionarios, sino también contra los “verdes”, que representaban al campesinado, que se ponía a toda visión procedente de la ciudad, organizándose para no servir a ninguno de los dos bandos, y resistiendo en la lucha armada contra ambos bandos. Seguiría existiendo el antisemitismo del ámbito monárquico, que subsistiría en el nuevo régimen, por lo que es probable, que la familia ante la adversidad e inestabilidad, le llevara a tomar esa decisión de emigrar a Estados Unidos, donde sí encontrarían la estabilidad para ella y sus hijos. Por lo que pudiera se concebir que las oportunidades para Isaac Asimov serían canalizadas por él mismo, llevándolo con el tiempo a convertirse en una persona influyente para la divulgación en el ambiente científico y la proyección de su visión de futuro de la humanidad en sus libros de ciencia ficción (cuyo primer ejemplar fuera el que transmitirá el concepto más novedoso de la tecnología espacial en civilizaciones lejanas, y que a su vez anticipada el mundo de los Robots con sus capacidades; así como anticiparía la fecha de la llegada del hombre a la luna releyéndola para 1975 (pero se anticiparía el presidente Kennedy al impulsar el proyecto Apolo en 1962 y conseguir el alunizaje humano en 1969).
Isaac Asimov definiría cómo “conducir” a las sociedades una vez se observará (durante un tiempo) su “comportamiento social en conjunto”; y cómo la dirección del rumbo de una sociedad se podría variar en razón de - una vez estudiado ese comportamiento - incidir puntualmente en la sociedad en un momento concreto y determinado para que ella misma modifique su trayecto inicial, pudiéndose repetir el estímulo consiguiendo de ella el “trayecto y rumbo” deseado. Para ello usaría el programa sobre Isaac Asimov “El mensaje para el hombre del futuro” (realizado por Francia y Alemania en 2022) el ejemplo de una manada de caballos salvajes.
(imagen similar a la película de “El soltero” con Chris O´donnell y Renée Zellweger, de 1999, donde también usaría la misma imagen de una “manada de caballos salvajes” galopando en una gran llanura, (por las praderas que se suponen hallase en Estados Unidos) como referente de libertad, antes de asistir a una boda de un amigo, que suponga ser “lazado” para el matrimonio (si el ramo de flores que tira la recién novia casada, es recogido por la novia aspirante a boda, de uno de los jóvenes presente en la ceremonia) considerándose, él mismo, como “caballo libre” en riesgo de ser “lazado” perdiendo su libertad).
La figura de la “manada de caballos” galopando en libertad por las praderas, usando el reportaje sobre Isaac Asimov que 2022, evocaría la sensación de libertad de la propia sociedad.
Pero en este caso en la narración de Asimov mostraría (siguiendo su tesis para conducir sociedades), cómo “un algo” (que no se muestra en pantalla), “hace variar el rumbo” de toda la manada y “ese algo” se pudiera emplear para ir variándole el curso hasta llevarla en la dirección deseada, (por lo que cabría concebir que la propia manada en su constante cabalgar, no repararía en que fuera conducida al lugar concreto, por motivos meditado por otros ajenos).
Cuando Asimov entra en la sociedad de referencias de la figura literaria de “Sherlock Holmes”, en Londres, les dedicaría un relato sobre “cómo destruir un planeta civilizado desviando el trayecto de un meteorito”.
Pero tal vez, la aportación más relevante de Asimov desde su visión científica respecto del futuro del Ser Humano, se hallaría en el propio documental de 2022, cuando se refiere a que la humanidad, gracias a los avances tecnológicos, vivirá realmente en un paraíso en un futuro relativamente cercano en el año 2.500; señalando que los viajes interplanetarios serían posibles colonizando otros planetas y extendiéndose la civilización humana; y que en este planeta tierra viviría, a su vez, una población reducida, disfrutando de un planeta limpio y de su Naturaleza exuberante.
La referencia tiende a ser preocupante a solo los efectos del presente vivimos, pues si el augurio de Isaac Asimov respecto de alcanzar la luna en 1975 se retrasará 5 años respecto al objetivo conseguido, tal vez lo que estemos viviendo fuera “un proceso” destinado a seguir la semejanza señalada por Asimov hará unos 30 años.
En este tipo de sugerencias científicas por medio de la literatura de ciencia ficción cabría señalar que existiría una diferencia esencial entre la visión científica del biólogo-químico Asimov y la de Julio Verne, pues el primero gozaría de formación académica reglada y Julio Verne, contrario de las voluntades familiares, debió formarse por su cuenta en bibliotecas desde donde empezaría a escribir con apoyo de Dumas, hasta que desembocó en la ciencia ficción, (usando de su imaginación y de los avances técnicos que observaba en los libros que leía, para establecer desde ahí objetivos impensables por entonces, como alcanzar la tierra y la luna o viaje al centro de la tierra o 20.000 leguas de viaje submarino) por lo que su influencia sería reconocida de manera oficial, siendo el segundo autor más leído de todos los tiempos después de Ágata Christi.
(Es decir, mientras Julio Verne tuvo o tendría que imbuirse en el mundo existente de las ideas que sugiere Platón; por el contrario, a Isaac Asimov se hallaría más “mediatizado” por la “condición estructurada” de los conocimientos científicos y, a su vez, como biólogo-químico le llevará a formular “hipótesis de futuro humano” conducido por la ciencia y por los métodos científicos, buscando objetivos prácticos y concretos útiles - según los cálculos y previsiones científicas - lo que lleva a evocar, a su vez, que ciertas decisiones que son tomadas por humanos, cada vez se cederían en las decisiones a ser tomadas por cálculo, y en consecuencia por las máquinas - como en la peli “juegos de guerra” dónde al conectarse una computadora que controlaría el lanzamiento de misiles nucleares frente a la URSS, para tomar ventaja y ganar el conflicto, que afortunadamente verificaría como imposible ganar (conflicto de tal dimensión destructiva para cualquiera de los bandos que lo iniciara); pero diferente fuera el resultado cuando la computadora asume el mando en la peli “2001 Odisea del Espacio”, teniendo la máquina consciencia de sí (es decir, libertad de gestionar en función de recursos y posibilidades, llegando a soluciones al margen de la mayoría de los seres humanos).
Asimov pareciera coincidir con Henry Kissinger, en sintonizar con una real-politik (en este caso científica) probablemente por su condición de familia de inmigrantes y supervivientes de regímenes autoritarios y serían plenamente conscientes de la tragedia qué supondría la Segunda Guerra mundial.
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La existencia de los mamíferos ante la llegada de sus proles a la vida, precisarán de una “orientación” hacia el aprendizaje, como ocurre en todas las especies mamíferas, donde el proceso hacia la madurez es largo y se aprende desde lo que parece y se concibe como imitación de lo que se hace en el entorno inmediato y social, creándose sintonías que cohesionan el grupo, manada, clan… que les permitirá en el futuro organizarse en todas las circunstancias que puedan darse.
Los seres humanos han venido transmitiéndose conocimientos en las posibilidades señaladas en este artículo, y sus proles han venido aprendiendo de su entorno inmediato las actividades de su propio clan y grupo o familia, dando lugar a las actividades de recolectar, de caza, agrícolas, ganaderas y aprovechamiento y curtido de pieles, usos y construcción de útiles sencillos como la piedra (a los que adquiriendo mangos de hueso y madera concibiera como eficaz herramienta) adornándose con partes de los animales que cazaban para comer o para defenderse de ellos;
(a su vez, “capturando sus espíritus” - de estos animales - en danzas alrededor de hogueras, a modo de actividad trascendente, que vincula lo esencial de la vida y la existencia entre todo ser viviente; y donde colocarse los cuernos de un bisonte sobre la propia cabeza, o la parte de la cabeza de un León, o los cuernos de un ciervo…etc. permitiría al ser humano comprenderle y comprenderse mejor, entender el rol y a su vez “entender”, gran parte, la existencia vital.
La especialización de tareas en oficios artesanos construcciones y edificaciones, dominio del metal y las aleaciones, el uso de la rueda, la doma del caballo, el uso de la espada, la palanca, la pólvora, el comercio, el trueque, el tratado, la experimentación científica, las revoluciones industriales y política, la proyección de un futuro tecnológico en la actualidad…Todo ello, en la actualidad, precisaría de un contexto de orientación que anteriormente se obtendría de una visión de un origen y motivo de la existencia de la humanidad sobre la Tierra, (que pudiendo tomarse, o no, como literal, supuso una referencia real y efectiva, incluso para la Ciencia, a la que le permitiría bucear en la historia cultural de la humanidad y precisar o matizar lo que culturalmente se afirmara Libros Sagrados; así como ubicar una realidad, (que en ocasiones he considerada solo mito) y, a su vez, conectarla con lo esencial de la existencia y condición humana - que por sí misma se mostraría transversal y común y a su vez “interconectada” con el resto de seres vivos de la naturaleza - para su propio bienestar, supervivencia y comprensión del mundo que rodea, incluido el Cielo como Universo.
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Tal y como la Ciencia parece concebir la formación educación, casi al margen del entorno natural
(que antes fuera decisivo en la formación y culturas humanas en relación a los descendientes y su ubicación en esta existencia, hasta el punto de concebirse más teórica que experiencia, también asociada a lo personal: sensaciones al contemplar e interactuar, que tendería a facilitar una comprensión “multidimensional y trascendente” del entorno natural que nos rodea (aunque el alumno fue no fuera en un momento consciente plenamente de ello, pero lo pudiera rescatar y recuperar en un futuro indeterminado si lo precisara); siendo que parece preservarse esa profundización o visión más amplia para entornos más universitarios, que ya están orientados profesionalmente y, sin embargo, la preponderancia en la visión de conjunto como referencia a la que “siempre poder acudir” para ubicarse, parece simplificarse hacia lo esencial práctico y útil.
Las explicaciones en clase, por la experiencia que se tiene como autor de este artículo sobre cómo fueron concebidas (y llevadas a cabo al terreno de práctico por la gente común muy cercana) llevaría a observarse afirmaciones extremas, en especial con lo que debiera llevar a establecer “dimensiones adecuadas” en el sentido estricto y literal del término. Es decir, preguntada una persona cercana que solía trabajar con un “metro plegable” propio de carpintero, para que expresara cuánto era 1 mm de longitud, señalaría que algo muy pequeño y luego añadía como ejemplo, dada la explicación insatisfactoria para un niño, que el grosor del canto del borde de un DNI, (lo que en aquel momento los DNI que existían no fueran respuestas satisfactorias, pues los bordes de la plastificación eran muy finos) en vez de coger un metro y emplear unos minutos con el niño para mostrar la dimensión con claridad; o al decirle a una maestra en ejercicio, que lo que se veía desde esta ciudad - ese día claro y transparente - fuera del Pirineo, y que el perfil del mismo señalaba el contorno de un monte conocido; descreyendo al interlocutor en razón de no poseer título universitario que avalara esa impresión descubierta en las vistas desde una terraza concreta, donde la cordillera apareciera nevada. Constatándose en ambos caso que la dimensión de las cosas que se aprenden teóricamente, no se sabrían transpolar al ámbito de la realidad cotidiana, estableciéndose lo que se podría considerar una “rígida separación”, que no conecta con las utilidades diarias de lo cotidiano, y que se aceptan y avalan por memoria, sin comprobar su utilidad, al menos en el entorno de las cosas comunes y cotidianas.
Es decir si hablamos de “orientación” en el medio cotidiano, la ciencia y el colegio podrían expresarse en los siguientes términos (a solo mostrar la utilidad de decir que “sabemos localizar los puntos cardinales para orientarnos físicamente”, vemos a su vez, en un ámbito urbano, que resulta casi inútil y en el ámbito Natural difícilmente aportaría de tener que recurrir a tales definiciones sin experimentarlas directamente y más difícilmente si las precisáramos por necesidad): sabemos individualmente poco y, sin embargo, se tiene la sensación de tener un conocimiento relevante.
Se realiza a solo efectos de inducir al lector a mostrar la complejidad que supondría “realmente saber orientarse” más allá de las referencias conocidas y cercanas de ámbitos conocidos:
(Orientarse)
“Orientarse” (buscar y determinar dónde se halla
aproximadamente el Oriente) se seguiría usando el “método abreviado” de
“buscar” la “salida o nacimiento” del Sol y considerarlo nuestro lado derecho (consecuentemente, se muestra que el lado
derecho es el “ocaso” del Sol u “occidente” – incluso se enseña a estirar los
brazos, en forma de cruz, para que el brazo derecho señale hace el Oriente y el
izquierdo al Occidente) y nuestros ojos queden mirando al Norte y consecuentemente, a nuestra espalda se
halle el Sur.
El término “Orientarse”
significaba iniciar el proceso del reconocimiento del entorno (de la superficie donde nos movemos)
buscando puntos de referencia que nos resulten o conocidos o reconocibles o
útiles, para saber o hacernos una idea de “dónde nos hallamos” – pues suele resultar de cierto riesgo trazar
un trayecto sin saber dónde nos hallamos – saber donde nos hallamos
resulta conveniente para saber a “dónde podríamos ir” y desde esas
posibilidad establecida, “determinar un trayecto” hacia donde
quisiéramos ir y, a su vez, “conjeturar
o calcular” el plazo de tiempo que emplearíamos para llegar al lugar de
destino deseado o previsto.
El sólo hecho de nombrar los primeros puntos de
referencia básicos para orientarse sobre la superficie terrestre trasladan la
idea inicial por la cual: el Sol “nace” y el Sol “se pone”; es decir, el Sol
“se mueve” en la bóveda celeste. Aún así, estas referencias no son
plenamente útiles para orientarse si no conocemos, aproximadamente, las
características de nuestro Planeta para determinar o hacernos una idea del
lugar donde nos halláramos.
(lo primero que tendríamos que saber o
averiguar sería el área de la porción terrestre donde nos halláramos, pues la
situación geográfica sobre el planeta influye en el momento de “buscar
referencias” que nos resulten obvias si nos hallamos en el hemisferio Norte (y en las inmediaciones del Mediterráneo,
lugar donde nos parece que nacieran las referencias Occidentales para
Orientarse).
Aún así, dentro del hemisferio Norte
tampoco las referencias siempre fueran similares pues el arco que describe el
aparente “trayecto” de Sol difiere en su altura sobre el horizonte, según sea
la latitud en la que nos hallemos, siendo muy diferente esa amplitud según la
distancia que nos hallemos del “trópico” de Cáncer en el hemisferio Norte
–
trópico de Cáncer latitud de 23° 26' 1712 al norte del ecuador. Se está desplazando hacia el sur a un
ritmo de casi medio segundo (0,46 s) por año (en el año 1917 estaba en 23°
27').
Esta línea imaginaria une los puntos más septentrionales en los
que el Sol alcanza el cénit (la vertical del lugar), lo que
ocurre entre el 20 y el 22 de junio de cada año, durante el llamado solsticio
de verano boreal o de invierno austral. En las tablas astronómicas, la fecha y
la hora se señalan en tiempo
universal coordinado (UTC).[cita requerida]
Es decir, conocer la hora
del día en que nos halláramos sería preciso para orientarse (difícilmente podríamos determinar si el Sol
se hallaría en ascenso a cenit de la imaginaria “bóveda celeste” - que imaginamos
que existiera y que fuera por donde se moviera el Sol – y la Luna como el resto
de estrellas) o si nos hallamos en el hemisferio Norte o hemisferio Sur del
Planeta, o si nos hallamos cerca de las latitudes polares o no. Es decir,
precisaríamos unos conocimientos previos generales sobre “qué nos podríamos
encontrar” en la superficie terrestre para poder determinar, o deducir,
aproximadamente, dónde nos halláramos (encontrando
referencias fiables y seguras, que nos “digan” donde nos hallaríamos) y desde
ahí poder determinar los puntos cardinales para poder “orientarnos” con la
suficiente precisión como para determinar un rumbo que consideráramos que nos
llevaría a mejor lugar que en el que nos halláramos.
También influiría según
sea la “Estación del Año”, pues si estuviéramos situados muy hacia el Norte
podríamos encontrarnos donde el Sol
“no se pone” y existiera Sol de “Media Noche”; y por el contrario, según la
Estación del Año darse la aparente paradoja de hallarnos sin ver el Sol durante
meses, en lo que pareciera una “noche eterna”. Siendo semejanzas “inversas” en
el hemisferio Sur respecto al aparente movimiento del Sol según la Estación del
Año.
Estos elementos cabrían de tenerse en cuenta
“para poder iniciar un proceso de orientación” y poder concebir una idea
general (hipótesis) de dónde nos
halláramos; y al concebir una “tesis” iniciar el proceso de orientación y
búsqueda de referencias que nos permitirían confirmar donde nos hallamos y a su
vez, establecer una ruta de salida si lo precisamos (en caso de que la tesis hubiera de descartarse porque las referencias
no respondieran a las pautas supuestas, deberíamos establecer otras “hipótesis”
sobre la cual asentar una nueva “tesis” para reiniciar el proceso de encontrar
referencias que sí nos sean válidas y respondan a los criterios generales para
“orientarnos” y determinar nuestra posición/situación desde la cual decidir un
trayecto si lo consideramos conveniente).
Al hallarnos en las inmediaciones del
Mediterráneo, la descripción del “proceso simplificado” para establecer los
puntos cardinales resulta aparentemente sencillo desde una óptica teórica (tan sencillo que más allá de la
“demostración” de verificar el área donde se encontrarían esos cuatro puntos
cardinales, resultaría, en la práctica, que para la inmensa mayoría de los
ciudadanos serían insuficiente para orientarse con efectividad si les fuera
preciso en un momento excepcional de necesidad y urgencia real).
La inmediaciones del Mediterráneo es cuna
que es referencias de las Civilizaciones Egipto, Fenicios, Sumerios,
Babilónicos, Griegos, Romanos en confluencia con culturas procedentes del Medio
Oriente, Oriente (Los Unos, los Persas…)
y de África, que confluyen en las inmediaciones del Mediterráneo – con sus diferente normas, tradiciones,
leyes, creencias metafísicas más similares y con fondo que obedecen a criterios
lógicos y explicables, en contra de lo
que en ciertos momentos de la evolución de la Ciencia se hubiera pretendido
argumentar como irracional - que hicieran y han hecho posible ir
desarrollando el Occidente que conocemos en la actualidad.
Las referencias a “mitos solares” (vidas que se muestran como brillo del Sol y
del trayecto solar) son propias de esta área de la Tierra, siendo Oriente,
el lugar donde nace el Sol, a su vez lugar Sagrado desde la perspectiva
geográfica occidental.
A sí
mismo, resulta que la concepción Norteamericana para orientarse en una ciudad
suele establecer el criterio y costumbre de realizarse en función de los puntos
cardinales, cuestión que en Europa, al menos en nuestro país, no es costumbre
ni manera cotidiana para orientarse.
– lo que ya de por sí,
señalaría al método de orientación elemental que se suele/o solía, enseñar en
los colegios no se practica, ni es referencia cotidiana, pues los elementos de
orientación en una ciudad suelen ser los nombres de calles concretas y próximas
al domicilio; la numeración de las calles; con el tiempo y la edad de las
personas se aprende a considerar referencia al centro de la ciudad y el trayecto
de esta al domicilio; y más allá con algunos años de experiencia (9, 10, 11, 12
ó 13 años) tomar como referencias de orientación los servicios públicos de
transportes – sus paradas, y enlaces de
trayectos para llegar al domicilio, siendo los lugares relevantes de la ciudad
las referencias que se adquieren con la experiencia –
(también existirían la
posibilidad de fijar referencias propias de la Historia de la propia ciudad que
pasarían desapercibidas si precisamente se desconocen la Historia de la evolución
cultural de la propia Ciudad).
En una población pequeña
el desarrollo de la capacidad para orientarse de un niño/adolescente sería
mucho más rápida y más eficaz (incluso al
ayudar y colaborar en las tareas del campo, que se suelen hallar en cierta lejanía
de los núcleos poblacionales, se aprende con mayor facilidad a reconocer las
siluetas de las población en la que se vive, e incluso, en ciertas
circunstancias de valles regados por un mismo río, se reconocen las siluetas
características de las de las poblaciones cercanas); y a su vez se aprende
a establecer – de manera inconsciente
– las dimensiones aparentes de las ventanas y balcones de una población, o la
altura relativa de sus campanarios, con la distancia que le separa al
observador (y no siempre se midiera
longitudinalmente (antiguamente en leguas o recientemente en Km.) sino
temporalmente (en días u horas) – que
fuera una evaluación más práctica, pues determinaría el tiempo que costaría
llegar a una población concreta desde el punto desde donde se observa la misma
población e incluso, siendo lugareño, o conociendo la orografía del terreno,
evaluar la distancia real para llegar a ese destino que se viera a cierta
distancia en un horizonte relativo – siendo
relativamente poco útil saber la distancia más corta que da la visión como
línea recta, si se desconoce la orografía y el tipo de sendero que hubiera, o
no, de transitarse para llegar a ese lugar fijado como “meta”).
Afortunadamente, ese vínculo con el territorio
(como extrapolación o aproximación a las
condiciones de la propia Tierra) se hubiera convertido en una actividad de
“ocio” turístico, deportivo o naturalista que es fuente de experiencia y
negocio recreativo en nuestro país (y
particularmente en nuestra Comunidad –Aragón).
Todo este conocimiento se
tiende a perder (o relativizar) y en ocasiones resulta conocimiento poco útil
desde que concebimos que a los lugares “te lleva” la calle, el camino, (la calzada romana: Todos los caminos llevan
a Roma), el mapa, la carretera, (Google), el tren, el coche, la moto, la
línea de autobús, el avión, el barco (la
agencia de viajes o una App) o un guía por senderos Naturales… resultado de
medios o recursos tecnológicos para que sean estos medios – en parte “revolucionarios” por insospechados
hace unos pocos siglos - los resuelvan cualquier circunstancia o
conocimiento mínimo que fuere en el pasado para planear e iniciar una
experiencia de viaje.
Aún así, para aquellos que prefirieron
“descubrir” parte de estos conocimientos “y aprender a patearse” el territorio
(y medir la distancia real entre la
dimensión del “ser humano” en relación con su propio plantea) y la relación
de conocimientos mínimamente precisos para subsistir (durante un espacio de tiempo acotado) sobre la propia faz del
territorio, encontraría la necesidad de comprender y entender rasgos y
referencias del propio territorio que le permitieran no solo orientarse sino a
su vez aproximarse a la pluri-dimensión del propio planeta en el que vive,
acercándose al “porqué” de experiencias casi intransferibles que hicieran más
trascendentes la existencia en este planeta y la relación con su propio Ser (que en modo alguno está exento de riesgos)
por lo que siempre sería preciso la referencia del guía o aprendizaje – que en origen fuera el ámbito familiar o
social.
Aún sin llegar a estos extremos, resulta casi
mágico que el uso de un simple reloj de pulsera (con saetas) permita (si
tenemos a la vista al Sol) determinar con cierta precisión el norte
geográfico.
De esta manera se puede concebir que fuera tan
importante el desarrollo del sextante y de los cronómetros para determinar la
posición exacta de un barco en “alta mar”
la alta mar es el lugar
del planeta donde resulta imposible encontrar referencias geográficas conocidas
que nos permita orientarnos, quedándonos “la bóveda celeste” como recurso para
establecer puntos de referencia conocidos sobre los cuales establecer nuestra
posición - el Sol, o las estrellas –
entendiendo que las mismas se hallarían a su vez en movimiento y
consecuentemente en una declinación respecto al horizonte terrestre que es lo
que se mide para determinar nuestra posición – mejor siempre que tengamos un reloj/cronógrafo preciso, pues es el
tiempo el que mide realmente el trayecto aparente del astro que tomamos como
referencia – aunque lo que realmente midiéramos sería la revolución de la
Tierra sobre su propio eje para determinar la posición sobre la superficie.
(es decir, mediríamos el tiempo “en lo
aparente” – como referencia – del
acontecimiento real, y esta dualidad parece insuperable en la existencia
humana, por lo que se presenta en toda circunstancia que el Ser Humano se
dispusiera a abordar).
La dualidad se hallaría incluso en cualquier
palabra (pues se pueden interpretar),
contexto (que también se halla sujeto a
interpretación), conversación, análisis…por lo que de alguna manera,
algunos filósofos concibieran las matemáticas como único lenguaje capaz de ser
“verdadero” o capaz de transmitir veracidad o acercarse a la misma.
(ello lo podríamos verificar simplemente en el
visionando de una película – la interpretación de la misma no es similar cuando
se es niño/adolescente/joven que cuando se halla en tránsito a la madurez,
dependiendo de las experiencias personales que ya portamos como nuestras y que
hacen a su vez interpretar de manera diferente las imágenes o diálogos de una
misma película, por lo que el mensaje resulta diferente; como a su vez, la
misma película puede interpretarse de manera diferente según pongamos el foco
en un aspecto u otro de la misma, detectando si existiera realmente cierta
manipulación destinada a creer en la posibilidad de un mundo mejor – donde los “malos”, personajes con poder que
se saltan las normas formales llegando al crimen - tendrían tales torpezas
que sería posible demostrar su “maldad”, cuestión que en la vida real es más
bien difícil o realmente imposible (pues
también se refugiarían en la dualidad que establece la distancia entre lo real
y la apariencia que se toma por Verdad y que parece todo regir).
Sin embargo existe un requisito esencial e
imprescindible sin el cual sería imposible orientarse. Se denomina
Orientabilidad.
En matemáticas , la orientabilidad es una
propiedad de algunos espacios topológicos ,
como los espacios vectoriales reales , los espacios
euclidianos , las superficies y,
en general, las variedades que permiten
una definición coherente de "sentido horario" y "sentido
antihorario". [1].
Un
espacio es orientable si existe tal definición
consistente. En este caso, hay dos definiciones posibles, y una elección
entre ellas es una orientación del espacio. Los espacios
vectoriales reales, los espacios euclidianos y las esferas son orientables.
Un espacio no es orientable.si "en el sentido de las agujas del reloj" se cambia a "en el sentido contrario a las agujas del reloj" después de pasar por algunos bucles y volver al punto de partida. Esto significa que una forma geométrica , como por ejemplo, que se mueve continuamente a lo largo de dicho bucle, se convierte en su propia imagen especular .
Una cinta de Möbius es un ejemplo de un espacio no orientable.
La existencia, llegar a esta vida, precisa, en algún momento (o algunos momentos) “de orientación” o “re-orientación”. A veces es como pararse para re-orientarse; otras veces es mirar el punto de partida (de dónde venimos, para saber a dónde vamos y si realmente existen opciones o alternativas diferentes). Incluso cuando se nace en un entorno (más o menos familiar) tarde o temprano se realizan preguntan sencillas y básicas sobre la existencia que suelen ser honestamente difíciles de responder, pero que sirven, aun así, de referencia de partida para los niños (por lo general se reproducen alguna de las opciones existentes que se han asumido como propias y no se entrarían un muchas más complicaciones, facilitando así la adhesión a la sociedad dentro del contexto social en que esta sociedad se hallara).
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De alguna manera el contacto entre padre e hijo establece en un momento determinado “un principio de orientación general” en la vida que suele realizarse de manera consciente, buscando, o anhelando, en alguna manera estimular en el niño unas capacidades potenciales, de la misma naturaleza que el padre las recibiera de su propio padre (abuelo) y así sucesivamente, por lo que en este sentido, la sintonía, podría o puede ser, relevante para iniciar “el camino del conocimiento y la ubicación” que en alguna manera, de esta visión y relato, llegarían a ser “conocimiento y ubicación” sinónimos para encaminarse en la vida, desde los “recursos y potencialidades” así estimuladas por ejemplo con una sola frase: Desde uno de los puentes de esta ciudad, por hacia allá se hallara Tarragona y la playa; pero la viceversa, para “completar el juego, es obstruida por una mole de edificio impide la visión del Moncayo como referencia natural.
Muy diferente sería que el primer mensaje que recibiera fuera de agresividad hacia el entorno y tomar la iniciativa en la guardería o en el colegio para “hacerse respetar”.
Estar al lado
siempre, siguiendo la pista en su evolución y compartir experiencias y trabajos,
resultaría esencial referencia
(mejor, sin
duda, que dejarlos de la mano impersonal de la propia sociedad para que
aprendan por su cuenta y riesgo, recibiendo en su caso reproches y palos “porque
no aprenden por su cuenta” sin referencias de afecto o empatía en la que
cobijarse. Olvidando que la naturaleza de los primates es la más perversa
conocida en la Naturaleza, hasta el punto de considerarla como una relación
continuada, enmarcada en la mentira, la falsedad y el engaño como norma; siendo
la especie humana, en concreto, la más maquiavélica en esta existencia (como se señalaría en su momento al referirse
a la conducta social de los primates en general).
Siendo hasta
este extremo la existencia humana en crueldades (y hasta incluso crimen en todas las maneras y formas conocidas) cabría
poner, finalmente, el momento de la transición y desaparición de la vida y del
juicio último donde la consciencia comparte la existencia de la voluntad y la
mente,
(hasta
entonces, la mente, gestora de sensaciones para disponer y movilizar recursos,
se hallaría en un estado exclusivo de sensaciones e imágenes que representarían
sus propios actos en vida, siendo que el terror fuera constante, y desde el
punto de vista cristiano, apoyado el fallecido en tránsito al otro Estado (llamado “estado intermedio” en una obra artística que representa a San
Miguel, de arte del siglo xví ó xvii) donde San Miguel apoya y protege al
fallecido para superar ese Estado Intermedio; y donde el juicio sobre el daño
expresado, realizado a personas y con voluntad de hacerles daño, se pondría en
una balanza según la tradición cultural para ser pesado por Osiris, Jesús o el
juez, que en su propia existencia también fuera llevado al sufrimiento extremo
por otros seres humanos.
Ante esta
perspectiva el mundo anglosajón trajo de Oriente y puso de moda el budismo que
ya era conocido en Europa y también cumplimentaría en misterio de la religión
cristiana para elevarla a católica y universal, pero que el mundo anglosajón no
parece rescatarla para iniciar en la población una consciencia más profunda,
que no fuera la “de no culpa” y “nunca culparse” atribuyendo, simplistamente,
el de venir de terceros a su propia condición; ayudándose y apoyándose en el
término karma, que resultara similar argucia a la empleada durante la
revoluciones industriales para mantener al pueblo y los obreros y sus familias
en la miseria (en ese caso porque el Dios entonces cristiano así lo quería, y
el ámbito de la frase saliera del mismo entorno anglosajón).
El resultado
de lo que pudiéramos considerar ardid les diera facilidad en la medida en que
la división egoísta de la sociedad parece funcionar y expandirse, sin reparar
que se volviera vulnerable el pueblo, ahora ciudadanos, cuando carece de
solidaridad.
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