Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

Atribución-No Comercial (CC BY-NC) Cc-by new.svg Cc-nc.svg

Translate

Translate

sábado, 28 de octubre de 2023

¿Porqué pretendiera la progenitora, nuevamente, llevar al hijo a Catalunya?: Porque allí el relato de la progenitora triunfó.

 

¿Porqué pretendiera la progenitora, nuevamente, llevar al hijo a Catalunya?: Porque allí el relato de la progenitora  triunfó.

Durante el ingreso del hijo en el Royo Villanova, la progenitora realizaba todos los fines de semana viajes a Catalunya, lugar lo suficientemente alejado donde no se pudiera contrarrestar su relato. Recordar que en esta comunidad de Aragón se hubiera podido argumentar después de muchos años de “no saber por dónde vinieran los tiros” al haber tanto personal “de nivel” persuadido e implicado. Al menos, poder contestar, una vez establecida las “relaciones” personales que esta progenitora pudiera haber asentado, para obtener tal solidez, permitiría a algunos potenciales lectores extraer sus propias conclusiones y establecer o reforzar sus propias convicciones, si antes no las hubiera establecido.

Hay artículo que iba reflejando tal circunstancia y también, en alguna medida, diario en el blog de dichos acontecimientos durante tal ingreso en este verano.

A su vez, también se muestra el porqué la progenitora buscaría hacer en Catalunya lo que aquí se advirtiera que pretendiera hacer y se publicara en el blog con la idea de enfrentarlo e intentar evitarlo. La gama de oportunidades que se le presenta a la progenitora para conseguir cercenar la existencia de su hijo, no ha variado, pues parece existir procedimiento médico, en cualquier parte del país, que legalmente permitiera llevarlo a cabo, según señalara el abogado del padre/madre cuando la progenitora intentaba lo que pareciera “comprar” diagnósticos e incluso “comprar” o “persuadir” sobre resultados o estudios médicos que pretendiera realizar con facultativos, para conseguir el mismo objetivo y meter al hijo en un sistema de reclusión una vez dañado definitivamente su cerebro en un procedimiento que le detallara el letrado. Es decir, comprar o influir en la conveniencia de expresar daños cerebrales para desde ahí autorizar lo que parece a todas luces una semi-eutanasia, como procedimiento legal. 

De ahí, que cuando durante el ingreso a la progenitora “se le autorizara” (mirando para otro lado el personal de planta- aunque fuera obvio en alguna ocasión que la progenitora entrara a la planta embarazada a los 66 años, de semejante paquete de comidas a base de azúcar que llevara debajo del vestido, y que sin pudor pasaba saludando al personal de planta ) a meter comida a base de azúcar y también botellines diarios de agua (un botellín pequeño para ella, de una marca diferente a otro botellín que se viera de aspecto re-usado de marca diferente, mientras el de la progenitora tenía el agua congelada y el del hijo no) y siendo que cuando se cortara el pelo al hijo, al mes y medio de estar ingresado, la progenitora pugnara por localizar donde se hallara el pelo cortado – que el padre/madre guardara por así señalarlo el hijo en ocasión previa - y mirara en papeleras del parque adyacente, donde se lo cortara el propio hijo, ante el tira y afloja de ir a la peluquería o cortárselo él mismo, después de frustrarse la intención de la progenitora de arrastrar al hijo a una peluquería. Si el lector considerara que esto no es como una peli de Alfred Hitchcock, será probablemente porque ya considerara que la existencia, apenas, se despega de lo que el director de cine relatara en sus pelis, y no lo considerara en absoluto ficción alguna (desde la ventana indiscreta, pasando por luz de gas,…).

El caso fuere que la progenitora, que solo fuera una vez o dos al año a la playa; en cuanto ingresan al hijo va todos los fines de semana y le dijera al hijo que fuera a la playa; e incluso cuando el hijo ya de alta, siguiera diciendo que fuera a la playa. Al parecer todo ello giraba en la idea de que “habiendo montado ella y el hermano” lío jurídico en Barcelona, para traer al hijo (que ellos mismos lanzaron a tal aventura de buscar familia lejana, al cerrarle las puerta aquí – de la indigna, perversa en maneras y formas señalada en artículo anterior) la progenitora pareciera que tal interés se centrara en construir y asentar el relato que aquí, en esta ciudad, hubiera conseguido construir durante años, pero teniendo que abreviar en tiempo para asentarlo (de ahí la multitud de viajes a BCN, donde atenderían al hijo en primera instancia en el hospital Clinic y desde donde llamaran al padre/madre preguntando, lo primero, si estaba casado o en pareja (y que pareciera cuestión esencial evaluar previamente, probablemente para considerar cómo  enfrentarse con el relato: o sólo del padre, o de una pareja; y que fuera estimulada la pregunta por la propia progenitora, que desde aquí con el hermano, urdieron tal historia para hacer posible la vuelta forzosa del hijo en vez de la persuasión que ahora exigieran cuando se halla aquí. Y que no solo fuera vergonzoso el cuestionario telefónico realizado por la médica de guardia del Clinic, antes de decirle al padre/madre cuál era el estado del hijo, que se reservara decir al final. Aun fuera más inaceptable la conversación llevada a cabo con la médica que dijera llevarlo en planta en el Clinic, que llegara a burlarse del padre, asegurando que poseyera información clara y precisa de que el padre/madre no sabía llevar su propia casa y ni siquiera hacer una comida (lo que dejaba a las claras el tipo de influencia realizada por la progenitora y hermano en dicho hospital Clinic de BCN) pues así usaba “el ojo clínico” tal psiquiatra con el padre/madre sin conocerle – para que evalúe el lector el grado de prejuicios que es capaz de estimular la progenitora ayudado del hermano, hasta el punto de que la psiquiatra no precisa ni conocer al padre para saber lo esencial de él, desde su punto de vista médico, y extrapolar conductas y rutinas que ni conoce – Este sería el nivel de  ciertas especialidades en España (antes de coger el teléfono, de una llamad del padre/madre, a más de 300 km y sin haberlo visto nunca, una médica psiquiatra del Clinic de BCN ya sabe todo de él; por lo que vean Vds, la facilidad que tuviera la progenitora para conseguir sus objetivos con sólo conseguir que el hijo ponga el pie en Catalunya).

Así que asentando de tal manera el relato de la progenitora, bastaba ir reiterándolo en visitas "a la pretendida playa" para asentarlo y, a su vez, por medio de relatos infumables sobre el propio hijo, convencer de que la mejor solución, que ya tuviera preconcebida, sobre lo que pensara como conveniente hacer al hijo. De tal guisa que consiguiera, según parece, contactar con personajes que pensaran como ella, y arbitrar la misma solución que tuviera pensada aplicar aquí, por medio de la misma idea de influir o “comprar” informes profesionales que le permitieran acreditar tal solución para el hijo como conveniente (reiteradamente se ha señalado en los medios de comunicación que ello de comprar se prestara cualquier profesión, en razón de avalar lo que fuera menester, como señalara en RNE-R5 recientemente) siendo además que la progenitora ya lo señalara en San Mateo, que ese fuera su propósito respecto del hijo, al mecánico de dicho pueblo, que tan eruditamente le diera la razón en ocasión grabada por el hijo y pasada al padre – cuando se trata de de hablar por hablar aquí se apunta cualquiera y la suelta como quien "hace una gracia".  

Si, según explicara letrado, se mete a la persona 4 días sedado y sin comunicación y a base de barbitúricos se le rompe la mente. ¿Qué les parece? Procedimiento reglado y consentido legalmente en España y que a todas luces parece no otra cosa que Eutanasia.

¿Algún  partido político en contra? En absoluto, es reglamentario y se practica por prescripción facultativa con revisión de juez – que en España dice sí, porque previamente hay informe médico que acredita tal conveniencia.

¿Alguien se espanta de lo que se ve aconteciendo? Para nada, al revés, como se señalara en artículo anterior, ni siquiera reproche social a progenitora o hermano – se pasaron al bando del poder y en ese bando, como se señalara, parecen acogidos y dispuestos a prosperar, si hiciera falta políticamente. Así que ya sabría el lector el tipo de valores transversales que se hallarían en ciertas esferas de la política que de tal guisa amparan a tales personajes. Tal vez algún día tengan ocasión de votarlos en una lista de cualquier partido político. Por lo que no se engañen, ya saben qué tipo de personaje(s) votarían.

No hay comentarios: