Lo
primero que me sorprendió al entrar en el concepto de ética (que
en español no tiene diferencia con el de moral según la Real
Academia de la Lengua) es que
filosóficamente, de igual manera que se intuye, existe verdadera
diferencia entre una y otra, como se reconoce en otra lenguas. Así,
mientras la ética tiene que ver con la integridad corpórea y su
preservación, adherida a una identificación espontánea del
individuo por esos valores, la moral tiene más que ver con normas
sociales de naturaleza coercitiva. Es decir, uno preserva su vida y
su integridad, y en esa preservación protege, o tiende a proteger la
vida de los demás como parte de la protección de su propia vida
(incluyendo, aveces, la de otros
mamíferos de distinta especie e incluso cualquier forma de vida).
De esta manera la vida, en el pensamiento, alcanza un valor superior.
La moral tiene más que ver con las normas morales que la sociedad se
impone para preservar la convivencia ordenada. Cuando una persona se
identifica espontáneamente con el derecho a la vida de otro ser y su
integridad decimos que sostiene valores éticos; pero cuando la
sociedad impone normas para la protección de personas habrá
individuos en los que no existe dificultad para cumplirla, pero para
otros, que no se identifican con ese valor ético precisa de la
sensación de coacción que tienen las normas sociales para
observarla.
De esta manera, los derechos humanos se engloban, en gran medida,
dentro de los valores éticos de las personas y conforman la esencia
de los derechos civiles de las personas. Por el contrario, los
derechos de los pueblos se pueden englobar en valores morales, que se
respetan por coacción.
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