Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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jueves, 25 de octubre de 2012

El lado Oscuro.



Este lunes pasado iba, como todos los lunes, a mis clases de folklore argentino (ése que  me sedujo en mi viaje a Bs As y que, luego, descubrí que Dinzel, antes de acercarse al tango también pasó por ahí,  por el folclore, al igual que Gardel). En la puerta estaba otro compañero (compañero de hace años de tango) esperando a que acabaran con las clases de tango que precedían a las nuestras y le invité a una cerveza para consumir los diez minutos que faltaban para las nueve. Nos metimos en el Bar más próximo y mientras nos servían un botellín le espeté con toda franqueza:

- Hoy sólo veo el lado más oscuro de la vida. Soy capaz de no dejar títere con cabeza.


Me miró, pero no presté ninguna atención a su cara, pensé que la crisis que nos azota, y que a él le había llevado a hacerse eco de cualquier e-mail crítico con el entorno político, me permitía la ligereza de hacer tal confesión.

Evidentemente el lado oscuro no es más que una posición que se ocupa en la vida, tal vez durante un tiempo, tal vez por momentos, y seguro hay quien la ocupa toda la vida y quien apenas lo conoce. Pero ahí está el lado oscuro para todos; alguna vez se presenta y, creo que para la mayoría, pasa a ser, simplemente, como un mal sueño; uno de esos malos sueños que nos decimos a nosotros mismos que nunca han existido.

El lado Oscuro lo abarca todo. Está en las personas corrientes y en los poderosos. Está en las instituciones y en las empresas. Está en todo lo que compone el mundo. Pero también, si dejamos de ocupar la posición que nos permite verlo, deja de verse (o aprendemos a convivir con él o simplemente a reconocerlo para mantenerlo a raya o alejarnos) y la vida se presenta como un ordenado proceso de perfección (al final del camino volvemos al punto de partida para reconocerlo, plenamente, por primera vez). Sin embargo, he reflejado aquello miserable que vi y viví para poderlo recordar alguna vez; porque el mundo también tiene un lado Oscuro y no se debe olvidar por muy bien que nos vayan las cosas. El lado Oscuro está siempre, para quien quiera verlo, en el corazón de toda persona (o al menos, todo corazón lo ha experimentado alguna vez).

Se pueden narrar hechos y abundantes historias que muestran la existencia cotidiana del lado Oscuro, pero prefiero describirlo.

 El lado oscuro es posesivo y egoísta; está lleno de miedo pero sólo agrede cuando está en posición de superioridad. Tiene una cara amable, llena de disimulo. Nunca es veraz. Y siempre intenta conmover el corazón para mostrar un rostro humano. La envidia forma parte de su esencia. Anhela la felicidad de los demás y se apropia o teje una propia biografía que no le pertenece. No es capaz de optar al mérito por el esfuerzo personal así que aprendió unas cuentas estrategias para apropiarse del trabajo de otros. Es mezquino. Es mediocre. Se aprovecha de la ingenuidad de las personas. Pasa por dios pero es inmisericorde y vengativo. Y es tan cobarde que se muestra como víctima cada vez que es descubierto. Lo más triste de todo es que todo el mundo tiene algo del lado oscuro. Y lo más terrible de todo es que también habita en los corazones de los poderosos. Es difícil de extirpar y fácil de estimular. Se muestra en la intimidad vulnerable y débil, pero es una actitud premeditada. Le gusta hacer proselitismo. Y se muestra así mismo como inteligencia, como única luz. Y habita más entre los viejos a los que se la agota la vida que entre los jóvenes. Y basta con que quede un átomo de lado Oscuro para que éste se reproduzca en todo su esplendor. Está en la izquierda y en la derecha. Pero su esencia, lo que le da sentido de existir, es el miedo.



           Dicen que la forma más directa de llegar al Cielo es atravesando el Infierno. (pero hay quien piensa que no hay nada mejor que el lado Oscuro)   (“Una canción del pasado”, ubicada en Nueva Orleáns)



 "High Noon",
"Solo ante el peligro"



No me abandones, oh, mi amada,
en este, nuestro día de boda.
No me abandones, oh, mi querida,
espera, espera sólo por mí.
No sé qué destino me espera.
sólo sé, que debo ser valiente.


Tengo que hacer frente a un hombre que me odia,
"Falso" o un "Cobarde", un "Cobarde, "Cobarde";
"Falso" o un "Cobarde" en mi lápida...

¡Oh, ser desgarrado!
amo un deber.
Pierdo mi rubia belleza.
Mira lo que queda todavía hasta
el mediodía.

Hizo un voto, mientras estuvo en la prisión del estado:
Prometió que sería mi vida por la suya,
No me asusta la muerte, pero, oh,
¿qué debo hacer, si me dejan?

No me abandones, oh, mi amada:
Que has hecho esa promesa como una novia.

No me abandones, oh, mi querida.
Aunque estés triste y preocupada,
ahora te necesito a mi lado.

Espere a lo largo de, (a lo largo de Espera.)
Espere a lo largo.
Espere a lo largo..) (Espere a lo largo de, a lo largo de esperar,
esperar a lo largo de, a lo largo de esperar.)








Tex Ritter - High Noon [Stan Kenton]

 



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