Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

Atribución-No Comercial (CC BY-NC) Cc-by new.svg Cc-nc.svg

Translate

Translate

jueves, 27 de diciembre de 2018

¿La Amistad o el Amor?




A veces, en estas Fiestas invernales (las de Navidad; éstas que tienen que ver con el solsticio de invierno en nuestro occidente - que marca los designios de la cultura y la economía, y en ese marcar un trayecto para la humanidad pugna entre sí, casi siempre con violencia, para ver cuál de las “rutas” y “caminos” es el más conveniente para la Humanidad; y que en esa pugna en vez de resultar triunfante el camino de la moderación, del punto medio, del diálogo, del acuerdo pacífico, del pacto, del sentido común… suele triunfar el camino del cálculo en los que se aplican “sistemas previsibles” basados en el principio de “acción/reacción” por medio de la amenaza, el castigo o la violencia… sin haber agotado las vías del diálogo y del sentido común) solemos, como decía de la Navidad, recordar que dependemos de “ciclos naturales” mucho más determinantes y decisivos que nuestras propias fuerzas personales o grupales, y de hecho, celebramos el solsticio de invierno como una festividad casi Universal de la Humanidad – aunque en el hemisferio sur carezca de sentido; pues en el hemisferio sur el cambio de año coincide con el verano y es sabido que las estaciones climáticas no son coincidentes ni simultáneas sobre toda la superficie de la Tierra – siempre hay lugares de primavera perpetua, o de inviernos casi perpetuos o simplemente estaciones de lluvias y de sequía – pero somos los occidentales los que al extender nuestra cultura hemos tendido a anular las singularidades de otros territorios en una tarea de uniformidad que resulta muy útil, pero que lleva, en cierta manera,  a la contradicción en otros lugares de la Tierra. De ahí el necesario respeto por las culturas diferentes y por las singularidades que emanan de la propia diversidad de nuestro planeta; y de ahí el respeto que nos debe generar el “diferente” pues es prueba de esa diversidad sin la cual la Humanidad difícilmente sobreviviría ante los avatares y pruebas a las que nos somete la propia vida biológica y la propia existencia – no sólo desde el punto de visto genético es la diversidad esencial para un entorno natural saludable y sano; ello lo demuestra nuestro propio entorno Natural: Cuanto más complejo resulta más saludable y más interrelacionado). El simple hecho de que el Sol varíe su recorrido por nuestro hemisferio – acortando el día – nos afecta al ánimo, hasta el punto de evocarnos el final de la vida (plasmado en el final del año de nuestro calendario; pues nuestro calendario estuvo pensado en su momento para comenzar en Marzo – cuando empieza la primavera y la vida, aletargada en el invierno, recupera un brillo que se puede ver en la naturaleza y que no coincide con el solsticio de primavera  – como cabría esperar de las afirmaciones maximalistas con que la ciencia se nos suele presentar cuando se quiere mostrar dominadora absoluta del conocimiento humano – sino incluso semanas antes – de ahí que sobrevivan tradiciones como “El día de la Marmota”, en la que un roedor y su sombra predice hasta dónde llegará ese año el invierno) y es tan así la evocación del final de un ciclo que lo trasponemos al final de la propia existencia, evocando en el recuerdo a los que se fueron y ya no están con nosotros; y nos deseamos ventura y felicidad en un momento de nuestras vidas en las que coincidimos, todos, que la vida tiene final y ese final nos iguala en destino poniendo un punto y final a las vidas y a sus afanes diarios. Es tan de verdad una celebración de fin de ciclo que la misma presunción que evoca el propio final de vida o camino nos lleva a celebrar el hecho de estar vivos, aún vivos, y así lo transmitimos a los niños; la vida es un misterio en el cuál se van descubriendo tesoros, multitud de tesoros; cada cual descubre los suyos, los que estuvieron predestinados para él pero, sólo, si es “bueno….( y bueno, aquí, tiene que ver poco con “ser, exclusivamente, materialista”, más bien tiene que ver con el desarrollo de Valores y Virtudes…. pero la “eterna tentación” de los “bienes” materiales que nos ha traído este sistema económico, al que todos estamos atados, – y que en principio estuviera destinado a no tener necesidades y gracias a ello poder evolucionar en los planos más espirituales – se han ido convirtiendo, por mor del propio sistema económico adoptado – con la profusión de “tentaciones”: mejor coche, mejor casa, mejores electrodomésticos, mejor, mejor, mejor… - en casi una evasión de la realidad y de lo que realmente es importante – y se nos muestra como un tirano. Todos acabamos teniendo miedo a carecer y acabamos olvidando que esta Ley de la Tierra en la que vivimos da más al que más tiene y va quitando, cada vez más, al que menos tiene). El mensaje siempre parece ser: El punto medio. (tener lo suficiente, pero no demasiado; tener virtudes y Valores, pero también saber ser un Humano). Es decir: no sentirse, ni percibirse, como  “tocado”  o “elegido” por Dios, o por el destino, y pretender que todos sigan nuestro camino; eso les suele pasar a ciertos Católicos que creen poseer la Verdad y con ello se presienten diferentes y distinguidos, hasta el punto de imponer su criterio en cosas sencillas y cotidianas, como en duelos donde no aparecen los verdaderos amigos del difunto porque les cambiaron las fechas para ser protagonistas el grupo cristiano, en vez de los amigos que fueron testigos de unas vidas vividas con humildad; eso es falta de humildad, y quien tiene falta de humildad difícilmente entrará en el Reino de los Cielos (aunque se esté persuadido de ese logro. Aquí cabría recordar la frase bíblica de profunda carga psicológica: Quien quiera salvarse se perderá y quien por mi se pierda se salvará; aludiendo a que el punto medio es como cruzar un puente sin suelo, siempre en el aire, sin saber si llegaremos al otro extremo del precipicio, donde parece continuar el camino. También ocurre lo mismo por la izquierda, cuando creídos en su fe sobre los conocimientos adquiridos sobre la condición Humana olvidan de la humildad – humildad que permite observar y ser receptivo de todo lo que acontece y así percibir las Maravillas que el Cielo es capaz de hacer sobre las personas y las sociedades cuando estas no son interferidas (sobre todo con prejuicios de cualquier índole, sobre todo de naturaleza social – incluso prejuicios Científicos o Médicos) y en su devenir se vuelven sencillas y retornan a las normas y leyes del sentido común; haciendo posible que la intervención divina actúe cotidianamente salvando situaciones y adversidades de manera insospechada y positiva para todos. Es lo que se llamaba: Dar ocasión a Dios, a que este actúe. Es decir: No precipitarse; que es lo que todos tendemos a hacer. Dejar que la gente y el sentido común se vayan abriendo paso en este mundo que hemos “creado” y que resulta, a veces, “artificialmente” acelerado y precipitado en sí mismo.
Así que cuando alguien dice que el Amor es un espejismo porque la vida la presintió breve requisito (un paso) creo que se refiere al Amor que se basa en los sentidos; ese que está supeditado al impulso hormonal de nuestro cuerpo físico y que puede llegar a “perturbar” el “juicio” equilibrado (como les pasaba a los románticos) dejándose llevar por el impulso emocional de la Naturaleza Humana – no en balde hablamos de seducción cuando nos referimos a las relaciones sexuales y todo lo que en ellas se escenifica como paso previo de “cortejo” y cuyo impulso esencial es muy potente, pues busca, a través de la realización de un deseo personal, perpetuar la especie. Nadie es ajeno a ese impulso, pues en ello la Naturaleza se confabula y conspira para que el Ser Humano “vea en el otr@” el anhelo deseado que resuelve todo conflicto o insatisfacción (la plenitud que se sintió en el seno de la Madre que lo fue todo para el nuevo ser al que alimenta y “protege” – o debiera proteger – al que da calor con su propio cuerpo, se pretende reencontrar en otra persona que debiera satisfacernos tan plenamente como lo sentimos en la “mágica” relación madre e hijo; o en la también mágica relación Padre – Hija; o en cualquiera de las variantes que aparecen cuando, irremediablemente se tiene que aceptar que esa magia no parece estar a nuestro alcance, ya que se muestra pasajera ilusión que más parece un delirio que todos hemos sufrido alguna vez y del cual debemos despertar para tener la oportunidad de una vida equilibrada).  Vemos en el otro, a través de sus formas y belleza – o rasgos que nos son familiares – virtudes y valores que no posee, y cuando vemos que carecen de ellos lo justificamos en un autoengaño que acabará por convertirse en cárcel de nuestra alma. También hay quien se pone a soñar viendo unos ojos o unas formas y con ellas también incorpora virtudes y valores a la persona que los posee – cuando el delirio cesa vemos la realidad y nuestra respuesta, sino es templada (si no es un punto medio) será una reacción y en la cadena de reacciones nos perderemos sin saber quiénes somos y acabaremos confundiendo nuestra persona con nuestra reacciones sin saber, ni haber descubierto en realidad, nuestro verdadero potencial como ser humano. Se dice que el mismísimo Sabio Salomón, al final de sus días, después de recorrido aparentemente impecable, acabó dando la campanada y perdiendo el honor ante mujer o hembra humana que le hizo perder el oremus de todo lo por el relatado en su vida; lo mismo le pasó a Sansón; y al abuelo de un amigo mío que en la vejez se hizo pintor de modelos treintañeras para ver pasar lo que le quedaba de vida con algo de añorada “picardía” (posible motivo de escándalo de la familia) y cayó en la tentación de irse con una de ellas a isla de moda libertina, de donde volvió cansado y enfermo al punto de morir (pudiendo ser su postrero final comidilla envidiosa en su propio entierro). Así que ni siquiera a las puertas de la vejez, cuando bien entrada la madurez se está lleno de experiencia, uno se libra de caer al precipicio infinito del deseo o la seducción – y tal vez sea más propicio ese caer, por ser precisamente, tal vez, lo más evitado y menos vivido por miedo al ver sus efectos en otros - pues suele ser la vida exigente para con nuestra conciencia y nos pide hablar con “conocimiento de causa”, es decir: de Experiencia, y no desde los axiomas del bien y el mal – que suelen resultar cuestiones empíricas si no se han vivido en primera persona – y la vida y la existencia requieren de hacer y experimentar para poder avanzar y no quedarse inmóvil al ver tanta dificultad y temer en ello fracasar; y con ello ponerse rígido, como si ya se estuviere muerto (que rigidez es sinónimo de llegar a vejez prematuramente sin haber vivido de verdad, y casi rasgo de estar muerto). Hemos construido, ante la dificultad de encontrar salida estable a las relaciones de pareja, una vía plural de posibilidades, pero ni aún así se encuentra la estabilidad necesaria para ir avanzando adecuadamente en la experiencia de la vida. Se dice que el 50% de los matrimonios se divorcian – y podríamos aceptar una hipótesis similar para el resto de parejas no formales. Si a ello vinculamos que la crisis propicia las parejas por “interés” (ya sea positivo por ser una forma de colaboración o negativo si lo que se busca es sobrevivir a costa del otr@: egoísmo) veremos que no hemos avanzado mucho en este terreno y que los mismos motivos del pasado para emparejarse subsisten en el presente y dejan en muy mal lugar al Amor romántico que se presentía ideal de relación interpersonal (pues aún en las parejas que subsisten a la separaciones, de ellas, es posible que la mitad pacten su subsistencia por cuestiones de imagen social o de estabilidad hacia sus hijos; quedándonos con un 25% de parejas que subsisten al impulso romántico inicial; y sin embargo ello no es un hecho fortuito sino de “trabajo” interno y perseverante que permitiera avanzar a los dos sin romper las reglas esenciales que permiten la unión: Respeto, apoyo y socorro mutuo, cuidarse mutuamente, confianza, … en la salud y en la enfermedad…. ).
Hoy, como antes, se concibe la vida como un hecho irrepetible y oportunidad única a no desaprovechar, con lo cual todo puede ser sacrificado para el objetivo de lo que entendemos por vida plena (se sacrifican hijos, pareja, compromisos,…) y siempre encontraremos en la sociedad mensajes de apoyo y argumentos filosóficos para cualquier actitud de esta naturaleza (y venceremos en los juzgados si tenemos al gabinete de abogados que sepa lidiar y exponer adecuadamente el porqué se actuó como se actuó y que la culpa fue del otro; otros más veteranos esperan a hijos ya en la edad de cierta madurez para echar las campanas al vuelo y vivir lo que no se les permitió vivir la sociedad por deberes de imagen familiar). Siempre aparece la urgencia de vivir.
Pero si en vez de observar al Amor como proyección de un deseo de algo ya vivido y sentido (como lo puede ser la relación Madre-Hijo o Padre-Hija o las alternativas derivadas de experiencias vitales que hacen inviables caminos tradicionalmente homologados de pareja) lo observamos como emanación de una experiencia a la que todos somos comunes y que motiva nuestra compasión, veremos que hay otras perspectivas que no tienen porqué implicar exclusividad o propiedad o dominancia sino complementariedad y conocimiento. Siempre echaremos de menos la intensa experiencia de la infancia y querremos recuperarla en algún formato de pareja “adulta” que nos traiga o consuelo o satisfacción de volver a ser rey o reina del hogar;  pero no volverá a representarse como la creímos que fue, sencillamente porque no fue como la creímos que fue (también entonces los adultos vivían con cierta urgencia de no perderse nada; y en ese caso su objetivo fuera que no se viese ni notase).   
Ese Amor que se representa por algunos como espejismo es el descrito; pero el descrito no es el verdadero Amor; el verdadero Amor siempre será el Platónico, que tanto desprestigio se le ha adosado: Amar a la persona, primero por lo que es en realidad (sin espejismos ni autoengaños), es decir: Desde la Compasión de la Condición Humana de la que todos somos, en esta Tierra, rehenes y luego, si es posible y sano para nuestra alma o espíritu (y el de la persona), amar su cuerpo; y si no dejarla ir y desearle el mejor de los bienes: El conocimiento de sí misma; porque desde ese ruego, si se hace realidad en esa persona, (si acaba por reconocer que los seres que le rodean también son algo de sí misma) aparecerá la oportunidad en esa persona de amar y generar una experiencia de espiritualidad sincera y profunda que tal vez se pudiera dilatar en el tiempo. Y esa experiencia de Amor siempre tenderá a representar al Amor Universal entre Seres Humanos.   
Desde este punto de vista la Amistad no es un “Hilo de Oro” que perdura a la muerte. Si la Amistad no deriva de la Compasión hacia una persona; compasión positiva (de observar las virtudes y Valores de la persona como los propios; y como pugna y lucha por preservarlos ante las "tentaciones, "debilidades" o los engaños, los ardides y las trampas de los “mañosos” – sean o no poderosos) y en esa persona no nos vemos reflejados en nuestras propias luchas internas por preservarlos (la lucha contra el infiel es la lucha contra nosotros mismos; contra la parte de nosotros que nos dice: Fe para qué, toma el dinero, o el poder, o el bienestar por poco que dure, y corre. Es la traducción correcta según mi opinión y la de otros que iniciaron la introspección del espíritu y del ánimo) entonces no hablamos de Amistad sino que pedimos aliados y alianzas contra nuestros "enemigos". Entonces hablamos en idiomas diferentes, pues de alguna manera el Amor que nace de saberse condicionados por nuestra condición humana, es compasión y la compasión se debe proyectar también hacia el adversario (para propiciar o conseguir de este una reflexión, una transformación…). El enemigo no existe – a no ser que existan personas con almas Negras; y si estas existen no son enemigos sino simples delincuentes o criminales que hay que desvelar, descubrir y exponer a la opinión pública y a los tribunales; y en esa tarea todos somos aliados – sólo existen adversarios con diferente opinión y la opinión que ha de prevalecer es la que aporte y sume mayores valores y virtudes, aunque con ella nos sintamos todos más vulnerables, pues ese es el camino más cercano a la verdad. 
Estamos bajo el mismo Cielo, soñando el mismo sueño pero interpretándolo de diferente manera - tal vez, sólo por el momento.






Analizando el texto: 
Hay mensajes de wasap que parecen standar... un copiar y pegar que rueda de móvil a móvil, que no suele tener más importancia que la pretendida buena voluntad del mismo. 
Sin embargo, aveces, cuando se vuelven "portavoz" de otras personas con las que tienes "algo pendiente" esos mismos mensajes adquieren una relevancia o matiz esencial. Las palabras adquieren el valor o significado según de quién vienen y no es indiferente de quien venga. Hablar de amistad cuando hay cosas serias pendientes de resolver parece más una "zanahoria" a cambio de ceder en una postura de "integridad". Y nunca he cedido ante una postura de integridad a cambio de un presumible bienestar que como viene se va. 

viernes, 21 de diciembre de 2018

Lo que nos traerán los Reyes Magos de 2019.


Lo que nos traerán los Reyes Magos de 2019.
De la misma manera que el año pasado realicé una simbología, contenida en la Navidad y la llegada de los Reyes Magos para adorar al niño Jesús y ofrecerle sus presentes (Oro, Incienso y Mirra), y además reflejar que la ubicación de esas festividades en cada uno de los días de la semana podría contemplarse con un significado especial – dependiendo de si fuera lunes o martes o miércoles… - dándole una característica singular a esa Navidad y Adoración al Niño; también quiero realizar, este año, el mismo ejercicio con la finalidad de observarlo, al finalizar el año que viene, si esa circunstancia porta algún tipo de “predisposición” al ánimo de las personas en atención al significado que tiene cada día de la Semana. Es sabido que cada día de nuestra semana es un homenaje – o descripción – a los planetas que conforman nuestro sistema Solar, al menos a los astros que, conocidos por entonces, más influyen en nuestra Tierra: El Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus  y Saturno. Cada uno de ellos tiene atribuidas cualidades que estimulan al Ser Humano, asegurándose que promueven en él el sentido de la belicosidad o la Guerra o lucha – por ejemplo con Marte, a del Amor cuando es Venus…etc. En ese artículo del pasado año (que he reactualizado en mi Face) ya vislumbraba cierta unidad de acción de la Humanidad como tal, pero por extensión de la vida como tal sobre el planeta. Y también vislumbré que el mismo Cosmos pudiera ser una Unidad de Vida, en la cual nada de lo que ocurre en su interior pasara sin generar influencia particular en cada ser vivo, o comunidad de seres vivos o, en consecuencia, de un planeta como el nuestro (por mucho que la Ciencia pretenda que “no existe” nada si ella misma no es capaz de verificar su existencia – y que recuerda a esa idea que existió y se desarrolló en el siglo XX, por la cual se afirmaba: Lo que no sale en la Televisión no ha sucedido; ahora sabemos que No, que lo que no sale en la Tv puede salir por las redes sociales – aunque estas, a veces, pretendan engañarnos – tal vez de la mano de aquellos que desean “destruirla” para que no exista una Verdad paralela y sólo la Oficial).
Los medios de comunicación de masas parecen responder a una “emulación” de las facultades que existen en la Naturaleza para establecer la comunicación entre los seres vivos. La preocupación por unificar la “dirección” que debe tomar nuestros pensamientos (tanto individualmente como sociedad) nos ha llevado, desde siempre, a intentar construir un sistema o códigos de signo o lenguaje que permita una “comunicación” que haga posible cierta unidad de pensamiento en la sociedad en la que se establece. Así podemos concebir que las pinturas rupestres – como primer tipo de lenguaje – pudiera intentar establecer una especie de “comunión” común entre los miembros de un clan (comunión que tendría como objetivo expresar con más fortaleza las emociones que les generaban realizar ciertas tareas destinadas para su supervivencia – como la caza o la observación de manadas de animales – en las cuales ponían sus propias vidas en juego, en peligro de muerte, y donde la muerte se convertía en un acto inevitable para la supervivencia). Así mismo esa circunstancia de observar que la muerte es un fenómeno aparentemente universal - que afecta a todo ser vivo durante su existencia en la Tierra – les pudo llevar a establecer un “vínculo vital”, de experiencia común en toda vida, entre los animales que cazaban, y que por lo tanto defendían sus propias vidas amenazando y poniendo en riesgo la vida de los cazadores, y los propios seres humanos que los mataban; vínculo que pudo ser el origen de ritos y, por lo tanto, el inicio de lo que hoy entendemos por religiones donde el hecho de la muerte, que a todos nos afecta – se revela como experiencia inevitable que nos lleva a una pregunta esencial a responder: ¿Por qué hemos de morir? Y desde ahí construimos multitud de respuestas según cada perspectiva cultural con el fin de dar un “sentido a nuestras vidas particulares, a las de nuestros seres queridos y a la propia Humanidad, y por extensión, nos preguntamos por el sentido de la propia vida y sobre ¿Qué es la vida? Más allá de la propia descripción – que no definición – que realiza la Ciencia actual. Las cuevas de Altamira podrían mostrar, en cada bisonte reflejado, no sólo la impresión que dejaban en nuestros prehistóricos antepasados la muerte y sacrificio de vidas para poder sostener las suyas propias, sino cuestiones como el “volumen” que ocupa la vida en nuestro planeta – es decir: La Materia, la sustancia, y con ello la singularidad y entidad del “sentir” y “experimentar” placer y dolor, vida y muerte. El bisonte y el ser humano primitivo tenían más cosas en común de las que hoy consideramos que tienen una vaca o un toro con nosotros (ya que las muertes de esos seres se realizan en mataderos, fuera de nuestra visión social; de ahí que vivamos en una especie de “limbo” social, al margen de esas “percepciones” que eran tan comunes y transcendentales para los prehistóricos); y tal vez, cuando percibimos esa “identidad” de lo que es la vida en todo ser vivo, sobre todo si es un mamífero, lo hacemos de manera muy intensa desde el ámbito de ciudadanos de ciudades, dando origen a un intento de aplicación de normas y leyes para preservar o sus vidas o minimizar el sufrimiento de todo ser vivo intentando homologar las normas y leyes que protegen la vida de todo ser humano al mundo de los animales que nos parecían irracionales (así los concebíamos por la acción de nuestra Ciencia) pero que los primitivos ya los podían considerar no irracionales y muy cercanos a nosotros en emociones y sentimientos. 
Esa comunicación que inician los Seres Humanos Primitivos por medios de sus pinturas se ha desarrollado hasta alcanzar, el siglo pasado, el espacio electromagnético por medio de la radio y la televisión, y ahora el mundo de la Red de Internet; pero el objetivo y el motivo es el mismo: Señalar las preocupaciones que a todos nos afectan en este devenir que es la vida como individuos y como especie. Y sin embargo, esta red no parece ser otra cosa que una emulación de otra ya pre-existente y que se vislumbró cuando unos científicos verificaron que enseñando habilidades a primates estas eran “aprendidas” por otros primates que se hallaban a cientos o miles de kilómetros y que carecían de contacto físico entre ellos. Es decir, parece existir una “conexión” mental entre los seres vivos de la misma especie destinada a propiciar la evolución o la auto-protección de la especie (ello parece llevarnos a aceptar como certeza el chiste del famoso cocinero Arguillano, cuando aseguraba que mientras la mujer se dedicaba a las cuestiones de la familia él como marido se dedicaba a los problemas internacionales de la sociedad: Guerras, política, hambre en el mundo…etc. Hoy, afortunadamente, de ser cierta esa comunicación de apariencia etérea todo ser humano, con independencia de sus roles sociales, estaría en situación y capacidad de influir en decisiones de ámbito internacional mediante la simple reflexión propia; y a la vez estaría en disposición, por el mero hecho de pensar en ese tipo de cuestiones, en recibir las soluciones propuestas por otros seres humanos que estuvieran situados a mucha distancia e incluso sin que se conocieran).
Desde este punto de vista se pudiera aceptar que el esfuerzo de la tecnología se realiza para materializar físicamente lo que ya existiera en un plano supra-material en la naturaleza de la vida y la existencia, pero con la ventaja de dar un plus a esa materialidad que representa el cine, la tv, la radio, el ordenador, el CD, el MP3…. mostrándola como  verdad o única verdad por ser palpable y tocable (aunque cada vez el avance tecnológico nos lleve por el camino de una tecnología casi inmaterial e imperceptible si no es con instrumentos adecuados - lo que señala que de la misma manera que se precisa conocimientos teóricos y adquirir habilidades tecnológicas para construir esas redes telemáticas, también se precisa de desarrollar, o retornar a, cierta sensibilidad para percibir esa otra red ya preexistente que une a todos los seres vivos por el mero hecho de existir y que parece que ya no percibimos por dar más veracidad al mundo de la materia que al mundo del espíritu).

En este sentido, de todos los lenguajes que existen considero al de la imagen (cine y tv) el más determinante en nuestra sociedad, por ser el que nuestro cerebro toma por real y realidad aunque no sean tan reales como nos parecen (sobre todo porque suelen estar tratadas con efectos o con estrategia informativa o de mensaje intencionado); y a la vez me parece el más eficaz para desarrollar las facultades que parece que tenemos dormidas el lenguaje de la lectura o de las artes plásticas e incluso abstractas porque estimulan la capacidad de activar nuestro entendimiento y no nos sitúan en una posición estrictamente pasiva (y sin embargo lo dicho, nada hay mejor que de todo en su punto medio y moderado – según nos indique y nos proponga nuestro propio “entendimiento” de lo que mejor nos conviene a cada uno en cada momento; hacernos caso a nosotros mismos y respetarnos es el primer paso para conocernos y desarrollarnos, dentro de nuestras limitaciones – ya sean sociales o personales).
 Así pues, volviendo al tema principal de este artículo, considero que todo lo que existe en todo el Universo se halla relacionado en cierta forma de unidad (de tal modo que la explosión de una supernova produce efecto en el conjunto en el mismo momento de producirse, aunque otros efectos más materiales se generen en siglos y mileños posteriores. De esa idea se puede concebir que existe cierta previsión y determinación de la propia existencia y que esa determinación podría ser previa a la propia existencia de la vida en el propio Universo; de igual manera que en el mundo de la materia la desaparición o desintegración de la Tierra por un potencial cometa destructor alteraría, en alguna manera, las órbitas de los planetas del propio sistema solar en el que nos hayamos y, en consecuencia, de estar habitados o contener vida alguno de ellos, esta vida sería influida en su devenir o desarrollo) y por ese motivo existe la predicción (aceptada en la ciencia en el mundo científico en determinadas disciplinas, como la meteorología, por ejemplo; aunque a veces no acierten). 
Todo lo expuesto hasta aquí, como experiencia de la vida, no le pasa desapercibido al cerebro del Ser Humano individual – por mucha aparente confusión que pudiera reinar en torno a este tipo de ideas – y se puede observar que lo que conoce nuestro cerebro lo puede expresar cuando entra en el terreno de la expresión espontánea o simbólica (pues los convencionalismos sociales nos obligan a  todos a aceptar, o rechazar, (rechazar desde de nuestra racionalidad que nos hace conscientes de la sociedad en la que vivimos y las normas y convencionalismos que nos limitan), algunas certezas o intuiciones personales, teniéndolas que reservar para nuestra intimidad personal y a salvo de “juicios” temerarios de otros que ignoran estas posibilidades que pueden estar al alcance del Ser Humano. De esta manera protegemos nuestra “Luz interior” y nos hacemos dueño de nuestro destino (de nuestro devenir). De alguna forma, cuando estamos liberados – en el sentido de que sabemos encauzar las limitaciones de nuestro entorno social para que no sean un factor muy limitante del desarrollo de nuestras capacidades personales - percibimos que el Ser Humano “habla constantemente” de lo que “realmente sabe” y lo muestra en sus actos o en sus obras; es decir: Describe constantemente el mundo y el Universo que le rodea (e incluso inconscientemente cuando se organiza, por ejemplo, para bailar – la línea de Danza es una representación del movimiento del Universo).
Además nuestro cerebro está conformado, físicamente, por fases de desarrollo (como bien explica la teoría de Darwin) y en el mismo podemos observar que poseemos los humanos el cerebro primitivo de los reptiles hasta desarrollarse superando a los primates; y también por células que una vez, hace millones de años, se desarrollaron desde la unicelularidad (y por la fuerza vital, que Schopenhauer llamaría Voluntad) desarrollaron cilios para moverse en busca de luz y luego se unieron hasta formar cuerpos y órganos en seres superiores (sin que en todo ese devenir existiera órgano cerebral como el que ahora se considera indispensable para albergar intención de supervivencia –instinto – y sin embargo esta cualidad ya parece existir en los órganos unicelulares);  por lo cual seríamos capaces de “entender”, como Seres Humanos,  a todo ser vivo (desde una célula, pasando por todo el desarrollo animal y vegetal) y, en consecuencia, asumir que sí somos, realmente, los Reyes de esta enigmática “Creación”.
Así que cuando nuestro cerebro tiene que ordenar alguna materia (como crear un calendario para determinar el tiempo y el año, con el fin de hacer previsibles las tareas agrícolas y las etapas de escasez) lo hace siendo transversal (genera días dedicados a planetas que simbolizan fuerzas o virtudes, y determina el movimiento de la Tierra entorno al Sol, e incluye en él festividades simbólicas de sus creencias adjudicándoles épocas y días) dando lugar a una complejidad que refleja nuestro propio universo vital (el de nuestro planeta Tierra) pero, a su vez, es una representación bastante fidedigna del propio Universo en el que existimos (porque cuando nos ponemos a reflexionar profundamente, difícilmente podemos sustraernos al “conocimiento” que hemos adquirido – ya sea este adquirido de manera consciente o inconsciente – y por lo tanto lo reflejamos, o tendemos a hacerlo, de manera constante); y por lo tanto se podría “leer” en dicho calendario las “consecuencias” o “devenir” que ese ingenio del Ser Humano ha creado para determinar los días y las estaciones sobre la Tierra (y que se convierte en un compendio de conocimientos) y que pudiera encerrar, sin haber intención en ello, un “pronóstico” de lo que pudiera acontecer en el futuro (no en forma de detalles concretos, sino de relación de “fuerzas” Amor, Lucha, Reflexión, Uso de la Inteligencia, abandono a los Sentidos materiales o pérdida del sentido de la realidad, Fortaleza,  o la manifestación del Poder de la Creación….todo ello sujeto a interpretación – al igual que en la meteorología se tienen en cuenta para hacer pronósticos del tiempo atmosférico que hará: la dirección de los vientos, la aparición de bajas o altas presiones, las temperaturas, la naturaleza de los frentes cálidos o fríos, la cercanía de mares o ríos, y de manera más general: la rotación de la Tierra, su posición respecto al Sol, los anticiclones polares, las corrientes marinas y su naturaleza fría o cálida, la contaminación industrial o de movilidad, … etc. y a pesar de ello existe un microclima que suele matizar toda previsión, o incluso modificarla sustancialmente).
El mundo de la materia no se conforma con describir el mundo que nos rodea y utiliza lo que se descubre para provecho común, puede empeñarse en utilizar esos conocimientos para hacer creer que no existe más mundo real que el suyo, el materialista, y con ello intentar acabar con la Fe en el Ser Humano (estas posiciones podrían ser mantenidas por aquellos que vislumbran la sociedad humana como mera Especie Animal que se ha de gestionar al margen de las individualidades - y en ese concepto salvan y preservan sus propias vidas de toda contrariedad o penuria, erigiéndose como guías de la Humanidad); y la Fe es la Virtud más esencial del Ser Humano. La Fe, concebida como un Papa la expresó: Que cada cual con su Fe se salve; admitiendo, implícitamente, que la Fe es una Virtud transversal a las sociedades Humana y a sus condiciones particulares, que alcanza a los individuos proporcionándoles una fuerza transformadora, capaz de mutar las condiciones de adversidad en propicias oportunidades, el materialismo científico en oportunidades para la Humanidad, los problemas graves y difíciles de resolver en oportunidades para progresar en saber y conocimiento… etc  lo demás, todo lo demás que ha generado el materialismo es tan pobre en comparación con “los tesoros que se pueden descubrir” – pasaje del Rey León - que  se puede comprar con dinero, y además es perecedero, o sujeto a obsolescencia y sólo alcanza a poseer un cierto valor especial si le lo conferimos con nuestro corazón. Así están las cosas, según las veo.
Para estas Navidades 2018-2019 tenemos el advenimiento de un Jesús, de un Cristo, de un Mesías marcado, como siempre por la Noche Buena; Noche Buena que viene en lunes (día de la Luna) por lo tanto día “complejo” propicio para comunicarse con el “otro mundo” pero a la vez día de “interferencias” del “lado oscuro” de la espiritualidad (es la versión más materialista de lo espiritual y que representa a los que piden ayuda o apoyo para el mundo material y sus problemas y preocupaciones y a los que son capaces de “todo”, en cualquier “plano”, para conseguir sus fines y por lo tanto van contra el devenir de la bondad divina y la alteran, si pueden, para provecho propio, por lo general mediante el deseo de hacer daño o que se haga daño a los que ellos odian. De alguna manera se puede concebir como El Lunático al que no se entiende y se percibe como loco, ya sea una persona que expresa y actúa para bien de todos y no se le comprende, ya sea persona que actúa llevada por una locura que busca hacer daño y hace pasar sus actos por legítimos….). El Martes es el día de Navidad, el día del reconocimiento del destino del Héroe por los más humildes (los pastorcillos) que esperarán de él  que guíe a la Humanidad este 2019; será un Héroe, un Cristo, un Jesús  luchador y beligerante (es adorado el día dedicado al planeta de la Guerra); afortunadamente la Noche buena se concibe a las doce de la noche, en tránsito, este año, entre lunes y martes, por lo que se podría decir que la lucha de este guerrero espiritual resultará, para algunos, una locura en el mundo actual; sin embargo para una gran mayoría es una lucha anhelada que les desvelará y mostrará, con nitidez, a aquellos que frenan el desarrollo espiritual de la humanidad - ya sea en su ciudad, en su pueblo, en su comunidad, en su país, en su Estado o en el mundo - y tomarán buena nota de todo lo que este Cristo nos traiga y muestre; y ello y se aprovechará para “hacer ver” a los “ciegos” y “oír” a los “sordos” y “hablar” a los “mudos” y “dar manos” a los “mancos” y piernas” a los “cojos” y “entender” a los que no “entienden” y “cordura” a los “locos” y “fe” a los “incrédulos” y “consuelo” a los “oprimidos”….
También la Noche vieja tiene el mismo rasgo, como todos los años, del Cristo que reinará este 2019, y bajo los mismos parámetros de transición entre la Luna y Marte. Y el Año Nuevo será un año (este 2019) de abierta lucha entre Bien y Mal; una lucha por la sobrevivencia y prevalencia y reinado de uno de ellos – como si se tratara de la lucha final por el poder. (A demás, los números del año 2019 suman doce – final de ciclo e inicio de otro nuevo en el que se ha de determinar los Valores y Virtudes que reinarán por medio de esa lucha de bien contra mal, de materialismo contra espiritualismo, de Fe contra destino irremediablemente adverso….). Y el día 6 de enero, Domingo, y la llegada de los Reyes, por la noche, del sábado al domingo, uniendo el último día de la semana con el primero; generando un nuevo ciclo en el que Cronos (que domina a los Dioses y los devora, es vencido, al fin, por el gran Zeus, poniendo fin a un bucle y dando lugar a una nueva etapa (el gran Saturno ya no volverá a devorar a sus hijos, ha sido derrotado) comienza  la nueva esperanza gracias al Sol, principio y fin de toda vida y maravilla. Será reconocido ese destino del Cristo en pos de la Nueva Ley (el Amor) por los Reyes Magos: la Sabiduría Universal representada por los Tres Reyes del Viejo Mundo (Europa, Asía Y África); reconocimiento del Jesús que sirve a los pobres, del Redentor mostrando el camino mediante la lucha abierta contra el decaimiento de una sociedad que debe de recuperar las Virtudes y los Valores por encima de cualquier otro objetivo (El camino lo es Todo). Y peleará en sus objetivos de mostrar ese camino a la sociedad para afrontar los retos mediante la Fe, el Esfuerzo, el Trabajo, la Esperanza, la Solidaridad, el Valor ante la causa justa,…. Los Reyes Magos premiarían aquellos Cristos que sigan el camino de este Jesús de 2019. Que todo sea para Bien.
Esta es mi interpretación de estas Navidades que marcarán el 2019.
Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo 2019.

lunes, 17 de diciembre de 2018

La Transversalidad de la Democracia


      Estuve en el acto que se considera punto de partida para lo más esencial de una organización como la de nuestra naturaleza. Las personas que van a representar nuestros objetivos se mostraban, todas juntas, en una presentación en la que se sintetizaba, lo realizado hasta el momento, en estos últimos años de  responsabilidades asumidas. 
El acto, como otros muchos, mostró el pensamiento de cada una de esas personas; tal vez fuera percepción mía, pero entendí cierta rigidez en las exposiciones orales – o tal vez en esta ocasión reparara en que ello fuera así, e incluso que siempre las mismas existieran y no hubiera reparado en ello hasta ahora… - y meditando en ello creo que se debe a que a veces, o siempre, los discursos portan cuestiones que son esenciales transmitir al orador, y el orador lo hace esforzándose en mostrar una senda a los presentes que se ha de recorrer, sí o sí, según su visión y proyecto social, en el que se incluye las cuestiones que también pueden ser de naturaleza interna, mostrando, de manera más o menos encriptada, las disposiciones del ánimo propio encaminadas a buscar resultados positivos en los objetivos que se desean y se observan como buenos o necesarios para todos los presentes y para la propia organización (digo encriptada porque a veces no siempre se capta la profundidad y el calado de algunos discursos, por estar, probablemente, al alcance de la comprensión de las mismas, tal vez, solo un pequeño número de personas o un circulo reducido que las percibe con toda nitidez y transcendencia, posiblemente por estar inmersos de pleno ante un problema concreto determinado y, pudiera ser, que se sostienen visiones diferentes de como debiera ser encarado y resuelto, y el discurso pone fin a la divergencia señalando un camino que se considera correcto y asumible por todos a tenor de circunstancias que todos pueden entender con facilidad). 
Son muchos los retos que nos ponen a prueba, en la actualidad, nuestro país y sólo hay dos posturas esenciales que se hallan en juego para enfrentarlos: Actuar desde el temor y el miedo o actuar desde la reflexión y el sentido común que se obtiene cuando se observa la complejidad de la vida social y política. A ese respecto me siento orgulloso de estar entre los segundos, pues como ya anticipé en un artículo hace ya unos meses (y que se puede rescatar de mi blog) la senda trazada por el actual gobierno de España respecto de Catalunya era el camino inevitable y necesario de recorrer ante una situación que se había dejado crecer y desarrollarse bajo una visión “muy cuadriculada” y rígida del anterior gobierno y que le llevó a permitir, y propiciar, que aquellos que estaban proponiendo uno de los retos más complejos y difíciles – que nos hacían resucitar los temores y fantasmas del pasado más adverso y violento de España, y que nos llevó entonces a una guerra y dictadura – pudieran obtener unas imágenes que torpedeaban la línea de flotación de nuestro Estado de Derecho democrático: La fiabilidad de nuestra Democracia en la opinión pública europea y en el extranjero en general, quedaba “tocada” en las televisiones de todo el mundo; dinamitando nuestra credibilidad como sociedad y con ello parte de nuestras posibilidades de influir en un devenir internacional, puesto que se requiere para ser tenidos en cuenta en la diplomacia internacional, por lo general, propuestas con soluciones pacíficas, comerciales y diplomáticas en los conflictos que circunvalan a la UE o en cualquier parte de, este, nuestro mundo globalizado en el que vivimos (mundo en el que nada de lo que sucede en una parte del mismo nos es ajeno completamente, pues estamos en un proyecto Europeo que pretende, precisamente, abrirse paso, mediante el comercio, la diplomacia y la política, ante una añeja visión de la política internacional que durante su historia viene resolviendo los problemas mediante el uso de la coacción, la intimidación, la violencia y la imposición; en definitiva mediante un sospechado “juego sucio” que siempre termina favoreciendo los intereses de los más poderosos, y que suelen ser precisamente los poderosos los que propician este marco de aparente “juego sucio” donde las reglas de la violencia del más fuerte vencen). Nuestro Gobierno en España sigue la senda, hasta el momento la única senda aceptable, la de “poner a prueba” la pretendida “honestidad” e “integridad” del movimiento secesionista ante el mundo internacional – pues hasta ahora la previsibilidad del anterior Gobierno del Estado puso las cosas muy fáciles a los que pugnaron por tensar todo el sistema democrático, consiguiendo hacernos perder la “previsibilidad positiva”  de las formas y maneras del propio gobierno y poniendo de manifiesto que aún existe en España una “deriva” hacia formulas de gestión violentas cuando los problemas de naturaleza social y política no son observados como lo que son: Problemas políticos y sociales (que se dejaron crecer y se violentaron dando alas a los que, desde ambos bandos, deseaban un escenario de confrontación). Probar la honestidad (que no es otra cosa que “probar” o poner a prueba los verdaderos Valores) de los interlocutores catalanes era un requisito indispensable e irrenunciable – ante cualquier conciencia normalizada que entienda lo que es en esencia una Democracia, y por lo tanto ante Europa (que ya nos llamó la atención en ese sentido, amenazando con variar su posición de apoyo al Gobierno conservador si se repetían esas escenas violentas como las que se produjeron frente a unas urnas). En el fondo, la posición conservadora frente a ese asunto fue una posición de fuerza que terminó por expresarse de la manera más adversa para nuestros intereses de imagen internacional, que era, concretamente lo que estaba en juego en ese momento y que finalizó, en su primer episodio, mostrando al mundo la incapacidad de hacer política, de aquellos que su misión esencial era realizar política para resolver los asuntos sociales y políticos que estaban en juego. Ya señalé en el pasado que ello parece ser derivado de un problema de carácter, que parece hallarse dentro de nuestra cultura social y que parece derivar de nuestra falta de percepción de lo que es y significa la realidad de la democracia. Cuando la política se expresa condicionada por el miedo y, por ello, tendente a recurrir a la fuerza, entramos en el terreno de los errores. Cuando el miedo se vislumbra como precipicio y vértigo es cuando exigen de nosotros una actitud reflexivamente valiente, y la reflexión valiente significa darnos a nosotros mismos, aún más si cabe, para procurar el bien de toda la sociedad… significa explorar lo aún no explorado… significa tener el valor de sentarse con el que nos incomoda para encontrar una solución viable, pacífica, no violenta y política que deje a las partes lo suficientemente seguras en un pacto que augura un devenir lo más positivamente previsible, dadas las circunstancias; y a los que procuraban el enfrentamiento los deje al “descubierto” respecto de los valores que dicen sostener… para que todo el que “sepa ver” y “quiera hacerlo” vea qué y quienes sacaban partido del conflicto o, tal vez, quienes se situaban detrás del mismo esperando réditos de alguna naturaleza…. Y ello nos permitiría avanzar más como sociedad democrática. Así pues, las declaraciones incendiarias de algunos líderes catalanes podrían tener como única misión señalar, aún más si cabe, aquellos que azuzan, en el fondo y de fondo, contra una verdadera pluralidad cultural en España, o una pluralidad de perspectivas, aquellos que, en definitiva, apuestan por ciertas formas de abierta confrontación (violencia) que les permiten crecer social y políticamente (a la vez que fomentan las soluciones traídas desde el miedo, la coacción… que es lo que siempre funcionó en el mundo occidental como forma de gestión de la sociedad y que, paradójicamente, es sendero opuesto al que venía, y pretende, seguir desarrollando la UE y, por lo cual, está siendo sometida a acoso internacional de los EEUU y Rusia en este momento). 
Podríamos realizar una extrapolación social de la manera de afrontar situaciones complejas o difíciles  en nuestra sociedad española y que difieren del actual proyecto europeo que da razón de sí, y de existencia, a la UE. El motivo esencial por el cual en la sociedad se acaba por emplear la coacción y la fuerza es porque no se confía, real e íntimamente, en los propios recursos que se poseen para exponer las razones que se debieran abrir paso y producir el efecto de confianza y posible concordia – es decir: No se confía en la capacidad de exponer honesta y adecuadamente los  propios valores para re-solucionar el conflicto. Esa desconfianza es posible en ciertos entornos sociales que pudieran carecer de recursos adecuados o incluso de confianza y fe en las instituciones – por haberlas observado actuar de manera o forma aparentemente caprichosa en los asuntos que le conciernen – o carecer del tiempo necesario para una correcta gestión de un asunto y que se abrevia con una orden clara que todos aceptamos; pero en un entorno político ello parece señalar que no se cree en los propios valores que se dicen sostener – sobre todo ante la naturaleza de determinados problemas que se plantean; dando lugar a cierta inseguridad por la cual se empieza a dudar de que, en definitiva, esos valores, se posean o no, y sobre todo, hasta qué punto o profundidad son observados y respetados esos valores, por lo que, consecuentemente, no se crea de verdad, con la profundidad necesaria, en la democracia, sino que el marco democrático, en un momento dado, se puede convertir – más que en un límite -  en un argumento, una excusa para no entrar en el fondo, con lo que emerge en su lugar el ejercicio de la autoridad como sustituto de la democracia, (pues a la definitiva los actos definen a las personas, por mucho que se pretenda otra cosa)
Es obvio que siempre hay o existirá un límite que no se ha de franquear y en el que conviene mantenerse  y que es precisamente el que limita el inicio de cualquier forma de violencia. Y que parece ser el límite que en España, a cierto niveles, menos se respeta y se hace respetar; pues la solución que más fácil tiene al alcance el poderoso que ostenta la autoridad es apelar a ella (en forma de coacción, amenaza… o cualquier otra forma en que esta se exprese, con el fin de ahorrarse una enojosa tarea que le pone a prueba como persona con sus propios valores. El objetivo es abreviar; y se abrevia bajo la premisa de tener la razón y lo lamentable que suele suceder es que la razón no se tenía, al menos completamente; y que es lo que suele suceder la mayoría de las veces. El poderoso, la autoridad abrevió, se precipitó e impulsó una mala solución).  Así que todos acabamos por tener que pensar en una buena solución cuando nuestros actos legítimos acaban chocando con los de los poderosos (ya sean de multinacionales o los propios gobernantes o personas influyentes) pues una vez caemos en la cuenta de que lo que exponemos es una situación que es concebida como conflicto, debemos aprestarnos a proponer una solución que acompañe a esa exposición del mal proceder que recibimos, pues en caso contrario podemos acabar siendo observados como los causantes del mal por el simple hecho de exponerlo; y consecuentemente recibir una solución que no modifica la causa por la que recibimos esa mala actuación y que fue la causa de exponer nuestra queja. Ahí se halla la dificultad de llevar hasta el final cualquier queja por una mala actuación y que hace desistir a la mayoría de las personas: La autoridad puede apelar fácilmente a la idea de ser cuestionada ilegítimamente (aunque se pueda deducir que se pudiera haber mostrado indolente, inoperante o ineficaz en un asunto, por una motivo u otro). 
Por ejemplo: Suele ser común que una multinacional (aunque sea española, o precisamente por serlo, aunque me temo práctica generalizada en Europa a raíz del descubrimiento de los fraudes con los diesel), ante un problema de venta inadecuada, o incorrecta, apueste (ya desde su política de ventas) por no aceptar devoluciones, pero una vez señalada la posible mala práctica con cierta eficacia apele a dilatar la situación con el fin de que el reclamante o se aburra hasta que desista (y el acto comercial quede plenamente asentado a favor del acto irregular de la multinacional) o que prevea que el gasto en recursos de tiempo y esfuerzo empleado por el reclamante le sea tan alto que le ponga, a tal punto, a prueba que le obligue a pensárselo antes de iniciar tal senda de reclamación, o persistir en ella. Es una cuestión calculada por la multinacional ya que ellos mismos saben por experiencia (porque con lo que más trabajan es con números) que el coste de resolver un fallo o error va aumentando a medida en que su detección se retrasa en el proceso de fabricación o de venta o postventa (los costes son cada vez mayores para resolverlo) llegando a tener que desechar el producto (lo que en sí mismo es un fracaso empresarial) y ello es el motivo por el cual algunas multinacionales apuesten, directamente, por no aceptar devoluciones del producto. Los nuevos problemas derivados de la rápida evolución tecnológica, casi obsolescencia, de ciertos productos les lleva también a prácticas comerciales inadecuadas y gravosas para los consumidores – incluso para sus propios clientes con los que mantienen contratos comerciales – pero su disposición a resolver estas cuestiones siguen los mismos cauces de agotar al reclamante; y todo ello puede acabar derivando, si el consumidor persiste honestamente, un precio a pagar por la multinacional muy superior al que pretendía evitar con su estrategia de disuasión: El precio de verse su imagen de marca afectada ante la opinión pública. Lo lamentable es observar que en los ámbitos políticos se pudieran seguir las mismas prácticas de agotar al perjudicado, pero con el agravante de intentar hacerlo pasar por el causante primero y último del propio problema que expone (tal vez de tanto tratar asuntos con ejecutivos de alto nivel de empresas internacionales se acabe por emular soluciones de tácticas comerciales a asuntos políticos, donde lo que está en juego son los Derechos Civiles y por tanto la Democracia real).
A ningún comerciante de barrio se le ocurre seguir procedimientos similares sobre ciertos bienes de consumo, cuando saben que deben estar sometidos a “compatibilidades” (y más si esas compatibilidades también dependen de otros productos que ellos también venden) y en ello suelen poner interés de advertir, porque el comercio (desde siempre e históricamente) es concebido, esencialmente, como un “trato” social (como un modo de relación interpersonal) sujeto, especialmente sujeto, a la confianza y a la generación de la confianza para que este llegue a buen fin y sea precedente para posteriores “tratos” comerciales que hagan prosperar el propio negocio y establezca una “previsibilidad positiva” en las relaciones con los clientes y, en general, con la relación comercial comercio/clientela, dando lugar a una “trayectoria de fiabilidad” que es concebida como “garantía de equidad” a la hora de hacer tratos comerciales (es decir: El comerciante, a la hora de resolver  una divergencia también tendrá en cuenta el punto de vista del cliente y viceversa, haciendo posible un acuerdo amistoso). A todo el conjunto de intercambio de preguntas y pareceres entre comerciante y cliente, y al ambiente en que se produce,  se le llama “trato”; y del “trato” (que no es otra cosa que la manera en que las personas se tratan entre sí) aparece el término jurídico de “contrato” y que suele ser implícito y verbal cuando se produce en un entorno comercial de barrio por la compra de bienes comunes o alimentos, y del cual sólo queda como muestra de que existió: un ticket de compra, en el cual se puede verificar la cuantía del precio pagado por cada uno de los productos adquiridos y que es requerido, por lo general, cuando el comerciante atiende una circunstancia sobrevenida sobre el producto adquirido por el cliente o consumidor – pero en la mayoría de los casos  basta la palabra para atender una postventa), pues la “palabra” (que es el vehículo esencial del trato) alcanza en el ámbito del “trato comercial” la esfera jurídica de “contrato”, cuando las partes se hallan en esa disposición de cordialidad que nunca se quiere perder. Incluso las Administraciones velan porque la resolución de las divergencias comerciales sean pacíficas y al alcance de todos los consumidores, en especial cuando tratan con grandes empresas o multinacionales (pues hoy en día el “trato” tiende a no ofrecerse en persona), y la única garantía de que existió un trato (más o menos indirecto) es la factura de un contrato explícito orientado a proteger los intereses de las grandes compañías comerciales – y aún así hay grandes negocios en España que ejemplarmente se resisten a renunciar al trato y ponen por delante las garantías a los intereses de sus clientes; y ello se convierte en referente de lo que es el trato tradicional que existió en el pasado y que pugna por permanecer en el futuro, junto con el esfuerzo realizado por los comerciantes de barrio.
Siempre es bueno confiar las soluciones al hecho de profundizar en los valores (y con ello verificar si ellos prevalecen en cualquier tipo de organización de cualquier naturaleza, sea grande o pequeña e incluso las más simples) y, de paso, constatar que ellos prevalecen en nosotros ante cualquier adversidad. Sin embargo, cuando entendemos que se genera cierta forma de aislamiento entorno a una persona que expone una situación adversa sobre sí, se puede recibir un mensaje ambiguo; por una parte parece que se pudiera deber a un deseo de proteger la propia organización ante un problema complejo de solucionar (complejo, tal vez, por las redes de complicidades creadas sobre el problema señalado, que pudieran alcanzar esferas insospechadas, en un principio, y que acaban revelándose como una posible “trama” generada en torno a unos intereses iniciados, desde una concepción, de que la legalidad de los Derechos Civiles que asisten a una persona  pueden ser vulnerados en razón de la naturaleza de percepción social de esa misma persona). Por lo tanto, desde el punto de vista de los “valores” que dice sostener cualquier organización, ello no debiera representar un obstáculo de afrontar, pese a la adversidad del hallazgo. Y sin embargo, dada la naturaleza de la organización, se pudiera hallar, en alguna medida, “secuestrada” o “rehén”, de ese suceso que no era sobrevenido, sino del cual se dio cuenta desde hace, al menos, cuatro años y se pusieron obstáculos para su análisis en aquél momento. De todo ello se puede extraer la idea de que el tiempo juega en contra del que señala el problema - que le afecta muy especialmente en sus Derechos Civiles - pues, llegado ahora el momento, pudiera resultar que personas que debieran representar a la organización en sus propósitos más esenciales, pudieran hallarse afectadas (por omisión, acción o co-lateralidad) por el mismo problema y bajo el mismo criterio de desvalorar los derechos Civiles del afectado en razón de creer que un prejuicio social sería suficiente instrumento como para apropiarse de un proyecto sin permiso. Ahora se ha creado el escenario propicio para que cualquier acto en defensa de ese Derecho Civil, sea observado como un deterioro de la imagen de la organización, generándose un aparente dilema de intereses que pudiera girar en torno a la idea: ¿Qué es más importante en este momento, los intereses de una Organización o los de una única persona? La pregunta en sí misma, si así fue expuesta, representa un callejón sin salida que explicaría la intención del aislamiento de la persona en cuestión, con la frase concreta que aparece como mandato: De esto no se habla. (Nunca hablé de esto con nadie, ni siquiera con mis más cercanos, y sólo el hecho de observar el tipo de conversaciones que me sacaban en el entorno de mi barrio y el cambio de actitud de con-vecinos, con los que siempre me he llevado muy bien, - y sigo - en actitud pensativa o preocupada; me ha llevado a reparar en esta situación que parece confirmarse). 
He de vencer esa idea de aislamiento que pudiera establecerse, en alguna medida aunque no se exprese, porque el camino que se sigue es el conocido de los hechos consumados; y algo de resistencia se ha de poner, pues permitir sin cierta resistencia pasiva la consumación de hechos lleva implícita la consumación de personas que han podido participar en este asunto (de manera activa, pasiva o co-lateral). Y con ello se dilata el objetivo esencial de hacer prevalecer los Valores sobre los intereses particulares de aquellos que pudieron infringir o infravalorar normas esenciales sobre Derechos Civiles en nuestra ciudad y que deben de ser el objetivo esencial a transformar – sea cual sea la dimensión de la supuesta “coincidencia en opinión infra-valoradora” – pues no es concebible que una organización, de tal nivel, sea rehén, en modo alguno, de personas que se sostienen en intereses comunes sustentados bajo dichos supuestos.
La salida es fácil y sencilla: Reconocer al Autor esencial de dicho proyecto. Y la oposición a solución tan simple solo parece explicarse por aversión a ese reconocimiento por parte del “falso autor” (o falso equipo de autores, porque a estas alturas concibo que para un acto de esta naturaleza es mejor crear equipo que defienda que persona única que tenga que hacer frente a una cuestión de esta naturaleza), pues pudiera afectarle en su “fama” – algo que no desea para sí, sí lo desea para otros. Y este tipo de personas no puede hacer rehén a toda una organización (y quien se deja hacer rehén no parece buen gestor de una organización de esa naturaleza).  
En los tiempos que corren precisamos de Valores reales y asumidos verazmente en nuestras conductas cotidianas, para hacer frente a los retos autoritarios que se nos vienen encima. Son los Valores los únicos recursos de los que disponemos para afrontar este reto de transformar procederes que han puesto en crisis nuestra democracia; y para asumir esos Valores hay que tener Valor (valor positivo, el que se emplea para atravesar los propios vértigos personales que nos hacen adentrarnos en un terreno en el que sólo nos pueden apoyar aquellos que también los poseen y siguieron, en algún momento, dicha senda de Valor y quieran hacerlo. Y desde luego no me refiero al “valor” referido despectivamente, y que se refiere a aquél que es promovido por el miedo de tener la certeza de haber actuado mal, ser consciente de ello y pretender seguir por la senda del error, por ser el único camino conocido y que da resultados efectivos en una sociedad a la que se le niega el verdadero ejemplo del “Valor”. Esos caminos ya los conocemos y sabemos que son los que están haciendo reaccionar, a parte de la sociedad, por la senda de los extremos. La senda del “Borrón y Cuenta Nueva”, porque los que debieron dejar que existiera un relevo generacional, en el momento oportuno, se negaron a ello – no por convicciones, sino al parecer, por intereses pura y simplemente materialistas; y desde las sombras y el refugio del anonimato, persuadieron y aún persuaden para seguir por la misma senda. El problema es que la sociedad parece empezar a responder: En caso de duda, mejor el original, el que nos dice a la cara lo que realmente es y lo que va ha hacer. Y ese es un problema que nos afecta a todos y Vds. lo saben – y eso parece ser lo temerario; lo que hay que cambiar, porque lo que está en juego son nuestros Derechos y Libertades colectivos – tal vez no hoy mismo, pero en un fututo que se antoja inmediato; y el primer paso para afrontarlo es “señalar” a los que persisten en las maneras y formas de proceder que nos han traído hasta este momento). 
La Democracia se entendió sustentada en Valores positivos de la persona y en su fomento en la sociedad. Los Valores de siempre y que siempre concebimos como bienes buenos para las personas y que están acompañadas de esas Virtudes (las de siempre) que todos entendemos y deseamos incorporar a nuestras vidas de manera eficiente y eficaz cuando llegamos a comprender que si no las observamos nuestros mejores propósitos difícilmente llegan a buen puerto y si lo hacen se muestran como amargura merecida por el innoble trayecto seguido para conseguir el fin deseado. La Democracia no es un fin a perseguir – no estamos en un régimen de normas autoritarias – es un Camino a transitar diariamente; y quien no cree, desde puestos de responsabilidad, que es un camino diario de ejemplo en Valores, difícilmente puede generar Democracia día a día. La mejor autoridad que se pudiera mostrar es la que se reconoce (cuando se está preparado para ello), casi espontáneamente, casi sin darse cuenta uno, en las personas que sustentan esos Valores y esas Virtudes. Ese es el camino diario de la Democracia y esa es su verdadera fortaleza; y esa es también su permanente tarea cotidiana. Difícilmente caben en esa tarea quienes velan, exclusivamente, por sus exclusivos intereses personales, y menos si estos resultaran ilegítimos. Y me temo que nuestra sociedad hace tiempo que sospecha que nuestra Democracia no va por el camino prometido hace ahora 40 años. El relevo generacional es inevitable (pero no en edades, sino en Valores y Virtudes…. las de siempre, las que siempre conocimos y se enseñaban).

Si eres Capitalista agresivo (de los que se apropian de las ideas y esfuerzos de otros) 
difícilmente puedes ser Socialista




domingo, 9 de diciembre de 2018

El Valor de la "Coherencia"


 El estudio de un Reglamento (por razones de actividades vocacionales), y que una vez casi completado en su totalidad, me ha remitido a leer, detenidamente, su magnífico preámbulo, de donde se puede extraer una visión más completa de la Norma y del propósito de la misma – pues va detallando cada Título y Capítulo, señalando el propósito de cada uno de ellos y también el motivo de ese propósito y cómo se refleja en la norma - me ha recordado aquella situación que se reflejó en los tribunales y que alcanzó la esfera de noticia, en la cual, ante una apelación a la justicia en lo relativo a la concordancia que debía existir entre lo dicho en el Preámbulo de una Norma o Ley y el contenido de la misma, los Tribunales se pudieron ver en la obligación de desvincular tal concordancia una vez verificada que esa demanda realizada (supongo que por particulares) era insostenible en dicha Norma analizada y que, por lo tanto, se debía proceder a realizar esa sentencia en la que se afirmaba que dicho Preámbulo no vinculaba al contenido de la Norma. Así es como entendí aquella noticia, sin ser un especialista en normas y leyes, pero acostumbrado a entender que - desde los entornos legislativos - las redacciones de leyes y normas no sólo son un mero ejercicio de ordenamiento de las actividades de la Administración o de las distintas ramas de las actividades que se pueden realizar y cómo se deben de realizar desde cualquier ámbito de nuestra sociedad (aunque el hecho de ordenar ya es de por sí un acto de tal naturaleza que permite evidenciar aquello que afecta de manera, que pudiera ser decisiva, para el normal funcionamiento de la sociedad y en la concepción y adquisición de sus propios valores), sino que además, por el hecho de ordenar, deben de ser - y de hecho lo son - ejemplo de proceder al que acudir en caso de divergencias o dudas (como de hecho son concebidas las normas y las leyes) y, por tanto, de coherencia que se muestra no solo a los especialistas y técnicos en leyes, sino también a cualquiera que a ellas se acerquen mediante la lectura de sus textos; pues aún sabiendo de la complejidad que puede alcanzar el proceder del ser humano en la persecución de sus intereses particulares (y en ello procurarse lecturas de las normas de manera interesada e incluso torticeras) debiera estar siempre por encima de esa actitud particular (que pareciera buscar su provecho interesado en cualquier circunstancia, incluso habiéndose producido infracción evidente sin poder apelar a circunstancia de especial relevancia que la justificara honestamente); pues se considera que el legislador y el redactor de estas normas ejerce ese papel de redacción siguiendo el principio por el cual busca preservar un bien para la sociedad (ya estuviere ese bien establecido o se tuviera que establecer por dicha norma); y en ese fin de preservar bienes para la sociedad no parece, en nada conveniente, “jugar” con cuestiones tan esenciales como la coherencia jurídica y normativa – jerarquizada en razones de prioridades de los bienes a proteger – hasta el punto de poder transmitir una idea de confusión de manera intencionada – que nunca sabremos a qué fin obedece – pues aunque podamos determinar que las sensibilidades sociales respecto de las prioridades de los bienes a proteger fueran diferentes en razón a la naturaleza ideológica de un Gobierno particular (o de las necesidades que este Gobierno tuviera para sumar mayorías respecto de la aprobación de una Norma o Ley) difícilmente podríamos aceptar, como ciudadanos, que pudiera “jugarse” con algo tan esencial como lo pudiera ser la coherencia interna del cuerpo íntegro del propio texto legal a aprobar – a no ser que el redactor del Preámbulo fuera distinta persona o equipo diferente al que redactó la norma y la estructuró en Títulos y Capítulos  para ordenar su articulado. Tal vez el texto de proyecto sufriera una modificación durante su proceso de aprobación para ser aceptado por los grupos que finalmente lo apoyaran, pero difícilmente ello mismo justificaría una no revisión del Preámbulo concebido en un principio para esa norma - a no ser que hayamos de aceptar que el descuido y la dejadez forme parte, también, de esa actividad tan importante como pudiera ser la redacción de normas -  ello no es concebible si el hecho que alcanzó la esfera jurídica – mediante recurso o denuncia – no fuera de singular transcendencia, y podría suponer (aunque el preámbulo no tenga efectos jurídicos prácticos – pero sí  es, al introducirse como parte explicativa de la norma que a todos nos vincula, texto explicativo de naturaleza especial no exenta de efecto; incluso entre los juristas cuando acceden a dicho texto por primera vez para aplicarlo como herramienta de trabajo en su quehacer cotidiano) que sí tiene efectos sobre la idea que nos formamos sobre un asunto al que nos acercamos por primera vez (aunque el asunto fuere una norma o una ley) pues la idea es en sí lo más fundamental de nuestra naturaleza humana – como señalaba Platón – ya que determina nuestro proceder cotidiano y la visión del mundo en que vivimos; siendo, en ocasiones, por las ideas que sostenemos, juzgados, enjuiciados e incluso en regímenes intolerantes, encarcelados o ajusticiados.
Así pues el Preámbulo de cualquier norma nos introduce en las ideas esenciales de la misma y, de alguna manera, dispone nuestro propio espíritu y ánimo para conformarla e incorporarla a nuestro proceder. Si el Preámbulo es incoherente en parte o en todo con el contenido de la misma norma a la que precede, estaremos ante una impostura (impostura que se “puede sostener”, como he dicho, cuando un particular o particulares pretenden un interés particular y en su impulso de perseguir su bien obvian el bien social, por no tenerlo en cuenta  – por ello realizamos normas, para corregir esas actitudes que pudieran ser un menoscabo del interés social hasta el punto de dañarlo o convertirlo en súbdito del bienestar particular de unos pocos).
       Esta situación transciende más allá de la mera disciplina del Derecho (aún siendo esencial el Derecho como último recurso, no solo del Estado, sino de los ciudadanos para preservar sus Derechos Civiles esenciales en cualquier Democracia que se tenga por tal) pues traslada un mal ejemplo en aquellas personas que pudieran ser inexpertas en actitudes y formas de proceder del Ser Humano – sobre todo los jóvenes que tienen cierta formación asentada, incluso Universitaria – pues se les pudiera trasladar el concepto de que el fin real que se persigue (en este caso la Norma o la Ley) no tiene porqué sostener una vinculación con la exposición resumida que realizamos de nuestras intenciones – las realicemos públicamente o no (que en este caso sería el Preámbulo) – pues el objetivo esencial sería conseguir el fin perseguido aunque en ello nuestra exposición de motivos no solo no fuera correcta, sino que alcanzara el grado de insincera por un motivo u otro (por lo general de motivos particulares no confesados o confesables, tal vez por poder generar desconfianza); y de esta manera legalizamos, en algún modo o medida, la falsedad, la mentira o el engaño como forma de proceder (lo que daría paso a la idea - y  establecer el objetivo - de que el fin justifica los medios). Algo que no es concebible en la redacción de normas (y que en el caso presentado alcanzaría la propia redacción de normas y leyes, obligando al Tribunal apelado a desvincular, probablemente ante la evidencia, Preámbulo de texto legal) por lo que deberíamos proteger, al menos nuestras normas, del interés especulativo que suele ser propio del Ser Humano.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Populismo contra Democracia (La estrategia inadvertida)

Hoy, en el Día de la Constitución, debemos celebrar el poder haber salido de un trance extremadamente difícil y complejo que nos permitió realizar este trayecto (que no ha sido perfecto, pues cuarenta años de Democracia es aún poco bagaje y aún queda mucho que mejorar) que nos ha permitido salir de un entorno autoritario y dictatorial, y plantear nuevas exigencias y mejoras para perfeccionar nuestra convivencia, nuestros derechos y un mejor reparto de nuestros recursos económicos, preservando nuestro entorno Natural-Económico y Social para que nuestros hijos y nietos tengan mejores oportunidades, o sepan aprovecharlas mejor de lo que nosotros las supimos gestionar. Aún así, estamos sumergidos, de lleno, en el problema del populismo que más temor puede dar a la democracia – aquél que parece estar dispuesto a desmontarla plenamente, prácticamente desde sus cimientos
La experiencia de Podemos, atemperada por un movimiento interno de listas electorales de independientes – que ahora se manifiestan plenamente independientes del Partido que les dio cobertura (tanto en Madrid como en Zaragoza) – y que parece que con ello aleja, también, el temor a una izquierda extrema, que amenazaba con implantar un sistema soviético (al estilo de la URSS) en España (parece que fuera el proyecto real de Pablo Iglesias – puesto en evidencia y señalado por Pedro Sánchez en los primeros debates electorales, sin que ello les mermara fortaleza – y  que evitó explicitar, Pablo Iglesias, detalladamente, en los primeros años de la configuración y conformación del grupo político que él preside), intentando mostrarse como proyecto político transversal y permeable a las corrientes internas que se le acercaban (y que hicieron posible la mencionada configuración de listas independientes llenas de personajes, por lo general, de fuerte compromiso personal y profesional con su entorno social más cercano y desfavorecido, e incluso con aquellos que más cerca estaban de la exclusión social); hasta que la evidencia de su verdadero proyecto político (algunas propuestas políticas que realizaron, de naturaleza muy excluyente, que trastocaban seriamente los principios esenciales de una Democracia Liberal, plural y participativa) les obligó a reconocerse como Comunista radicales; observándose, entonces, que su pretendida transversalidad política, no parecía ser otra cosa que una estrategia destinada a alcanzar el poder de manera fríamente calculada (la cuestión del chalet del líder y su trascendencia política, entre otras cuestiones, hizo vislumbrar los rasgos que empezarían a desanimar a parte de sus bases – haciendo posible el impulso hacia la “ruptura con la matriz” de las listas de independientes - y a la vez aliviaron, en alguna medida, la percepción de amenaza que representaba la formación política – sus líderes parecían permeables al confort y a las comodidades de la vida burguesa occidental; aunque no se  repare – desde esa percepción de alivio ante la amenaza ultraizquierdista, en que líderes, de semejante naturaleza política revolucionaria, en Latinoamérica, también procuran su bienestar, sus privilegios y sus riquezas personales; haciéndolos compatibles con un lenguaje  Comunista revolucionario, en unas sociedades en las que su manera de gobernar las lleva a padecer graves penurias materiales, provocando migraciones en razones de persecución política o económicas o sanitarias – y buscándose para ello un factor externo que justifica, o justificaría, su radicalización política y excluyente, y su aproximación, casi idéntica, con postulados propios de dictaduras comunistas).
La misma estrategia nace ahora por la derecha y parece que va siguiendo sus mismos pasos y sus mismas fases de desarrollo: 
· Llamar a la idea de la transversalidad (para evitarse verse en la obligación de manifestar una posición política concreta que les etiquete) y con ello propiciar un rápido crecimiento del aparato del partido y un desembarco eficaz en las instituciones representativas del sistema Democrático. 
Lo que hace prever que la respuesta del sistema Democrático sea similar a la empleada con Podemos – con la diferencia de que en la estructura política ahora naciente no parece que se vayan a autorizar corrientes independientes hasta el punto de permitir que se consoliden en listas electorales que pudieran separarse, plenamente, de la matriz (ello se mostraba en un artículo periodístico que analizaba movimientos políticos similares, de ultra derecha, en Italia y el férreo control al que eran sometidos sus miembros)
La impresión es que las estrategias son similares en ambas formaciones, y ambas parecen que pretenden propiciar una polarización de la sociedad que les permita acceder al poder (ya sea compartiéndolo con otras fuerzas democráticas, ya sea – como en el caso de Italia – uniéndose en aparente “contra natura” con los ultra-izquierdistas (y que no es una contra natura imposible: Ya demostró Hitler que su Nacionalsocialismo era capaz de aliarse con el Comunismo Estalinista y luego desembarazarse de él, de un plumazo – a base de atentados de falsa bandera. Y triunfaron en su estrategia pues siempre parece más aceptable creer al que defiende los valores y mitos de la propia Nación que a los que defienden una visión de internacionalismo que divide la sociedad en clases con intereses antagónicos y siempre en feroz lucha permanente en cada Estado). 
Los temores primeros, al comenzar esta crisis a finales de 2007, parecen ir materializándose ante nosotros sin que parezca que podamos realizar nada, realmente eficaz, para controlarlos eficazmente; da la impresión de constituirse en un camino que siempre habrá de recorrerse cuando las condiciones económicas internacionales se repiten en la misma gravedad y profundidad (y aparece, y anida, la idea de la frustración o la profunda decepción, dando lugar a la indignación).
La pregunta que nos podríamos plantear tal vez fuera de la siguiente naturaleza: 
· “¿Cómo es posible que habiendo estado viviendo en un Estado de Bienestar, durante varias décadas, se pueda someter a una crítica tan destructiva al Estado Democrático, hasta el punto de votar – más o menos conscientemente – a partidos extremistas y polarizados poniendo en riesgo real la convivencia social y apostando porque florezca una idea expeditiva y autoritaria que impere en la política y gobierne, desde nuestras instituciones, la sociedad (desde el Estado hasta las ciudades, pueblos y barrios) de manera excluyente e incluso violenta si hiciera falta?” (la consabida mano dura).
Es probable que ello derive de un estado de indignación que ha sido “canalizado” e “instrumentalizado” conscientemente. en el que se acaba sosteniendo una idea similar a esta: “Nadie entiende por qué me enfada tanto lo que voy oyendo; me siento sol@”; hasta que alguien aparece, por algún sitio, hablando del mismo enfado y expresándolo, y uno empieza a pensar: “Es verdad, le enfada lo mismo que a mí”; y desde ahí construir la frase: “Mi motivo de enfado y malestar es verdadero y los argumentos que oigo pueden ser la Verdad y el motivo de mi insatisfacción y enojo; es la Verdad; y apoyo a quien manifiesta sostener una Verdad que presiento tan indignada y contundente como la mía: sintonizamos en el enojo y por fin hay alguien que me representa en mi indignación” (bastará para ello conque en cuatro o cinco aspectos, ese partido, o movimiento político coincida con mi simple, llana y clara opinión de lo que me molesta en esta la sociedad. No hace falta nada más).
Estos movimientos radicales han “sintonizado”, se han “vinculado” con nosotros por medio de una escenificación (e incluso representación teatralizada) de la indignación. La detectaron en las redes sociales de internet, en los medios de comunicación (e incluso parece que algunos medios de comunicación, una vez detectada esta indignación, alentaron y construyeron una salida y/o una canalización encauzando dicha indignación hacia un extremismo de izquierdas, probablemente como mal menor ante la aparición de un movimiento sin cabezas y espontáneo: El 15M). 
Las redes sociales fueron empleadas por Podemos para establecerse y estructurarse, diseñando una estrategia de “penetración” que le evitara definirse políticamente en los primeros momentos, con el fin de captar muchos más simpatizantes que a la postre serían votantes. Ello, parece obvio, que lo dedujeron como estrategia al verificar la multitud de prejuicios establecidos en la mente de las gentes respecto a las ideologías políticas. Fueron capaces de “colocar” el “mensaje” propio, antes de que la gente se pusiera a reflexionar sobre quienes eran en realidad y cuáles eran sus verdaderas convicciones. 
El otro polo, que ahora nace y se muestra en Andalucía, sigue la misma estrategia, pero con una diferencia clara: Posee más información que la que pudiera haber obtenido Podemos de la redes sociales; y poseen más datos y perfiles reales de la sociedad transversal que las que pudiera haber obtenido Podemos de un análisis somero del entorno español (aunque pudieran haber estado ayudados por algún medio de comunicación que les orientara al respecto y que les diera las primeras coberturas tal vez eligiendo el perfil de “líder” que sería capaz de llevar a cabo la tarea de canalizar y rentabilizar la frustración social reinante en España, con un lenguaje incendiario pero reconducible por medio de una contraprestación de “bienestar material” que puede otorgar el alcanzar el estatus de burguesía acomodada en el seno de la capital del Estado
El actual polo radical emergente de extrema derecha se apoya, aparentemente, en estudios mucho más sistematizados; pues su “impulsor” estratégico es quien dirigió los inicios populistas en EEUU. Desde allí hasta Europa les ha podido bastar con señalar las líneas maestras del desarrollo estratégico una vez delimitado con claridad la “convergencia” de los perfiles humanos a radicalizar

(es decir: Los rasgos básicos que tienen en común el perfil tipo que es posible movilizar entorno a unos parámetros básicos (racismo; antifeminismo; nacionalismo; creencia religiosa; tendencia al autoritarismo; frustración; indignación; sentimiento de despilfarro económico en cuestiones políticas; actitud o rasgos anti-política; sentimiento de engaño; enojo con el sistema democrático; soluciones sencillas y expeditivas frente a asuntos complejos; xenofobia; deseo de uniformidad social; miedo a las diferencias en razón de sexo; eliminación de gastos sociales que atienda situaciones adversas de naturaleza: sexual, social, extranjeros, enfermedades estigmatizadas… Uniformidad del Estado, sin diferencias en razones culturales o lingüísticas; un único mando político, los demás obedecen; Una única Administración, una única Legislación, una única policía, una única judicatura, un único parlamento…)

para desde ahí ir desarrollando su verdadero programa político: Una Única Nación; Un único Estado Central; una Única Lengua; una única Cultura; una Única religión o Credo; una única Ley; una única Raza; Un único País; … 
(Y en consecuencia: No a la pluralidad cultural; ni a la pluralidad lingüística; ni a la pluralidad sexual; ni a la pluralidad religiosa; ni a la pluralidad de problemas sociales; ni a la pluralidad en Europa; ni a su Parlamento; ni a la pluralidad de una UE que pudiera llegar a ser unos EEUUEE;)

Es decir: Nacionalismo puro y duro. 
Y estos estudios parecen haberse filtrado de los datos extraídos de redes sociales que pudieran ser: Twitter, Facebook… (probablemente de ahí venga la comparecencia de algunos presidentes de estas multinacionales para dar explicaciones ante los Parlamentos de algunos Estados muy relevantes en el mundo anglosajón que pudieran haber detectado que las manipulaciones de esas informaciones han ido más allá del entorno para fines publicitarios y se hubieran podido utilizar para finalidades políticas como hacer emerger a Trump o el propio Brexit o la emergencia de partidos radicalizados en Europa con la finalidad de debilitar su Unión y su trayectoria social y política que profundiza en la resolución de conflictos por medios pacíficos (es decir: por medio de la Política, la Diplomacia y los acuerdos Económicos, el desarrollo de leyes y derechos sociales que amparen a las minorías, la promoción de las libertades civiles, la profundización en la Democracia, la homologación de Derechos y Libertades en suelo europeo, la Libertad de Mercado y tránsito, el Parlamento como lugar de diálogo y soluciones…).
Así pues han “conectado” con todos nosotros por medio de conocer de nosotros, tal vez más de lo que nosotros mismos sabemos de nosotros (sobre todo de nuestros miedos más arraigados y ocultos; lo que explicita, desde ya, cómo sería la gestión de su sociedad perfecta: A base de Administrar el Miedo Social). ¿Cómo? Por medio de las redes sociales. 
La siguiente pregunta sería: 
· ¿Qué entornos de poder político y económico puede temer a un espacio de libertades internacionales y homologadas en Europa?:
 (… los de siempre). Los que tienen asegurados, en el presente, un área de influencia asegurada y sin rivales, y que, probablemente, no desean compartir. Los que temen a un futuro en libre competencia internacional donde la mejor gestión pudiera triunfar. Los que temen que estos cambios sociales en Europa, sumados a la revolución tecnológica, pudieran desplazarles o tuvieran que dejar espacio a otros que ya no dependen de su visto bueno, o permiso, para prosperar (si es que alguna vez han dado permiso para ello). En definitiva, los que quieren que nada cambie y temen que el próximo paso en homologaciones de Derechos y Libertades en Europa les pudiera quitar el monopolio de la “verdad” en sus territorios nacionales.

· La siguiente pregunta sería: ¿Quién se ofrece a realizar ese trabajo?:
Pues igual que sucediera en Podemos, cualquiera que hubiera percibido que nunca sería capaz de aspirar a tener un espacio político en condiciones de normalidad democrática (que se pudiera definir como los medios democráticos que se emplean para resolver problemas sociales, económicos y ambientales de naturaleza compleja por deberse afrontar con recursos económicos, materiales y humanos limitados. Por lo que aquellos que no siendo capaces de afrontar democráticamente estos retos pugnan por establecer un desequilibrio en las reglas democráticas para que les resulte fácil esa gestión: O acaban con la pluralidad social (creando un Nacionalismo de única raza sana)y pretenden así ahorrarse un problema – o acaban con el problema Medioambiental – negando su existencia (estrategia Trump) – o acaban con la limitación de los medios humanos - socializando a los trabajadores y creando esclavos sin derechos en razones ideológicas, sexuales, culturales, racistas.. – O acaban con el sistema económico de libre Mercado - creando empresas fieles al Estado en régimen de "Monopolio" y aboliendo las profesiones o iniciativas liberales – O socializan y enajenan los bienes privados (pasando a la Nación y gestionándolos centralizadamente por burócratas). Y debido a la radicalidad de sus ideas excluyentes se convertirán en piezas “fáciles de manejar” desde las influencias internacionales (por medio de la idea: acción-reacción, que es la forma de control más primitiva) en un tablero internacional que parece buscar la radicalización y polarización de la sociedad con fines poco confesables (y que me temo pudieran acabar siendo violentos) y que permitía destruir el proyecto de la UE – que tanto molesta al nacionalismo anglosajón de ambos lados del Atlántico.
·         La siguiente pregunta: ¿Todo esto porqué y para qué?
La mejor respuesta la podríamos obtener del análisis de los efectos y ejes de confrontación que se están intentando generar desde la extrema derecha:

-  Es decir, según la lectura, de los votantes de extrema derecha (2 mujeres frente a 8 hombres de cada 10 votantes): Patriarcado y Matriarcado contra la Igualdad y el feminismo igualitario
-  Otro eje de antagonismos: Nacionalismo y Comunismos Anticapitalistas, ambos excluyentes, contra Democracia basada en valores Liberales (de Libertad y promoción de la experiencia de la Cultura, el Saber, el Conocimiento, el reconocimiento de la Libertad Personal, la promoción de las Ciencias, la Libertad de Comercio, la Igualdad entre los Seres Humanos en derechos y Libertades…).
-  Otro eje antagónico es: Poderes Locales Establecidos contra Reformas Internacionales Liberales (cambios de paradigmas sociales, homologación de Derechos y Libertades).
-  Otro eje sería: El concepto de Nación Tradicional contra la transformación de las Naciones en Estados que se Unen y Homologan.
Pero la esencia del conflicto, a mi juicio, se basa en la pugna por la forma de gestión de la sociedad (de las sociedades):
- Métodos de Control violento y de coacción activa sobre la Sociedad (representado y defendido por el mundo anglosajón) contra Control Pacífico y Contención de la Sociedad (representado y defendido por la UE). Y que parece la pugna de fondo, que transciende desde la gestión de la propia sociedad hasta la forma de concebir las relaciones internacionales. 
- Instinto Animal (basado en el ejercicio y control del miedo sobre la Sociedad: depredación) contra Ser Humano Civilizado (basado en la reflexión, la propia responsabilidad y los valores personales y sociales).
- Imposición de Pensamiento Único (Uniformidad excluyente Ideológica, Religiosa (o atea), Cultural, Racial, Social… como único camino de la social para el progreso personal) contra Pluralidad de itinerarios y trayectos personales para llegar a la realización plena de la Persona y la Sociedad.
- Exprimir el Planeta sin pensar en el Futuro (hacerse y ser rico es un derecho a cualquier precio) contra Preservar el Medio Natural, Social y Económico para las generaciones Futuras en las mejores condiciones posibles; y en la esperanza de que lo puedan gestionar mejor que nosotros.
Podríamos ir detallando más ejes de confrontación (que parecen pudieran ser los instrumentos que portan los conceptos esenciales para la captación de simpatías y votos de los extremistas) bastará con que se estén de acuerdo con dos o tres ejes para adherirse al nuevo movimiento que nace y que es autoritario en esencia (tanto por la Izquierda – aunque ahora no pueda mostrarse como tal – como por la Derecha) y que compiten por el mismo espacio electoral: Los indignados (por eso pueden acabar en enfrentamientos violentos entre ellos – lo que podría demostrar que sus argumentos dialécticos carecen de tolerancia por uno y otro lado - a los que ya parece disponerse a llamar los lideres respectivos).  
Todo este marco de antagonismos que estamos viviendo como si pruebas de fortaleza a nuestra Democracia se tratara, no serían posibles dentro de un entorno autoritario y excluyente; es decir: No sería posible dentro de una Dictadura (ya fuera esta de izquierdas o de derechas). Y eso es la apuesta que realizan los extremos radicales: Ven la oportunidad de trazar un camino hacia su ideología Autoritaria y Excluyente, a su régimen "perfecto" de una paz social impuesta por la violencia y la coacción. 
Tal vez algunos piensen, como en parece ser que lo hacen en Brasil, que es una solución aceptable, pero olvidan que ese pensamiento que ahora conciben es posible porque en el presente viven en una Democracia, en la cual pueden expresarse y opinar; pero que en un entorno no democrático ello no sería posible.
Poder expresar nuestras reflexiones más profundas, nuestras inquietudes, nuestras percepciones, nuestras propuestas sociales e incluso nuestros temores - de manera honesta y respetuosa con nuestro entorno social - requiere de valor personal - que encuentra su cauce gracias a la interiorización de valores y principios personales con los que todos, o la gran mayoría podríamos estar conformes; pues los valores (éticos, morales, sociales) son transversales cuando son comprendidos en su esencia, y la  forma con que se expresan en el entono social - la forma que le da cada persona cuando se expresa como opinión, reflexión, análisis crítico, inquietud, propuesta social....etc - esa forma habla de nosotros, de si realmente hemos interiorizado esos valores o los desconocemos y aún los tenemos que descubrir. 
La Constitución Española del 1978 si algo porta que es esencial para nuestra convivencia en sociedad es que en ella se encuentran más o menos explicitados esos Valores esenciales que hacen posible que convivan millones de personas que tienen experiencias personales vitales diferentes; y por tanto percepciones diferentes de su entorno social (de ahí que exista la pluralidad política). Es la Tolerancia uno de los Valores esenciales de toda Democracia, pues sin ella, sin la tolerancia, no se acepta el Derecho que tiene cada persona a realizar su trayecto personal y de ser el protagonista de su destino y aspirar a bienes materiales e inmateriales acordes con sus capacidades personales (dentro del respeto a esa misma libertad que toda persona debe de tener para poder desarrollarse de acuerdo con su propia personalidad y sus propias virtudes y potencialidades). Todo ello sería imposible en un entorno No Democrático (porque  donde existen dictaduras, simplemente no existe la libertad de ser uno mismo, ni posibilidad de ello, ni leyes a las que apelar cuando alguien intenta  abusar - desde su posición de dominio o poder - sobre los demás).  
La Democracia no es un Estado perfecto para la sociedad, simplemente porque hay cuestiones que afectan a nuestra naturaleza humana a las que nunca podremos dar una explicación satisfactoria (Ni siquiera la Ciencia puede explicar qué es la Vida o qué sentido tiene la vida, dotada de inteligencia, en este planeta; porqué hemos venido a este mundo; porqué existe el sufrimiento, el dolor y la muerte; qué pintamos en este mundo de recursos limitados que nos hacen rivalizar unos contra otros). Lo que sabemos es que estamos aquí y que lo que hay en nuestro entorno (naturaleza, recursos naturales...) lo tenemos que gestionar para que todos podamos tener un sostenimiento material de nuestras vidas desde el cual podamos aspirar a realizarnos como personas (y, también darnos respuestas a esas preguntas y otras muchas que nos hacemos por el hecho de estar vivos y poseer inteligencia). Todo ello (incluso responder a nuestras preguntas esenciales, las más íntimas, como deseemos) no es posible sin un entorno democrático y tolerante (pues en los entornos autoritarios las respuestas vienen desde arriba y no se pueden contradecir bajo pena de cárcel o muerte). Tenemos derecho a la información veraz a comunicarnos e intercambiar ideas, a acceder al conocimiento (porque el conocimiento es patrimonio de todos); tenemos derecho a la educación y a aspirar a todo según nuestras capacidades (porque el desarrollo de nuestras capacidades redundará en un bien para nuestra sociedad que no puede estar cercenado por intereses particulares de algún poderoso).   
Todo ello es nuestro Derecho en una Democracia, pero siempre habrá quien intente (por razones de dominancia animal: querer más que los demás y mejores privilegios) regatearnos esos derechos; por ello hay que tener el valor de pelearlos y lucharlos (honestamente) y siempre estar dispuestos a aprender y a evolucionar personalmente - porque no existe sociedad perfecta (porque todos estamos sujetos a la condición Humana de ser animales y tener multitud de miedos - Inlcuso los poderosos los tienen) - por eso la Democracia hay que pelearla, si hace falta, cada día. (En una dictadura esa posibilidad de pelea , amparada por la ley con garantías, no existe).