Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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jueves, 15 de noviembre de 2018

Oportunidad para España en la senda Medioambiental



Opinión: 
La decisión del Gobierno Socialista en España, a pesar de haber levantado inquietud – que se ha expresado en los sectores automovilísticos tanto desde sectores sindicales, como sectores empresariales; y que ha sido acompañado por el sector político conservador del Parlamento – lejos de ser una adversidad, como quieren presentar esa decisión gubernamental, es en realidad una gran oportunidad para que nuestro país se sitúe a la cabeza de la tecnología en movilidad en el futuro inmediato. Y no me cabe duda que desde sectores universitarios así lo ven, como una verdadera ocasión y posibilidad de relanzar la tecnología automovilística española y encararla hacia un futuro en el que las tecnologías del transporte sean compatibles con el medioambiente.
Las reacciones de los comentaristas conservadores en España han sido muy lamentables y me recuerdan a las ideas que expresaron hacen 40 años, cuando los movimientos ecologistas empezaron a salir a los medios de información para manifestar sus propuestas y reivindicaciones en todos los ámbitos sociales (Vida Sana, Medio  Ambiente, pacifismo, una nueva ética empresarial y una nueva manera de relacionarse con el sistema consumista en el que vivimos…etc.) y lo hicieron en el peor de los momentos posibles (con un Reagan y una Margaret Thatcher empeñado en enfrentarse abiertamente a la URSS, con una Guerra Fría que amenazaba con verdadero fuego, en medio de numerosos focos de tensión por todo el planeta; con una política Norteamericana que aún veía en las violentas acciones de la CIA el mejor complemento a su política anticomunista en todo el mundo…) A pesar de todo ello superamos desde Europa casi todos los conflictos en los que nos metieron y proseguimos con nuestra ruta hacia la creación del Mercado único (libre tránsito de Mercancías y Personas y conseguimos constituirnos en una UE con nuestra propia moneda… también establecer políticas pacificadoras mediante el comercio y el afianzamiento de las relaciones internacionales y el apoyo a los países para que avanzaran por la senda de la Democracia… alejando el peligro de soluciones drásticas y violentas, que tanto gustan a los anglosajones escenificar – y que aumentan sus mitos nacionalistas internos - y de paso potencian su industria armamentística  y los beneficios de sus grandes compañías por medio de la obligación de endeudar a todos los aliados en aras de esa siempre inestable PAX americana basada en la permanente amenaza). A pesar de todo ello Europa viene avanzando, aun zancadilla tras zancadilla, por la senda de procurar el bienestar a sus ciudadanos y a los que huyen de la pobreza, la miseria, la persecución en razón de su condición humana o política; o simplemente abriendo las puertas aquellos que desean construir un horizonte de seguridad y libertades para sus familias (vengan de donde vengan). Estamos construyendo un verdadero “refugio” universal que busca proteger a todos (siendo referente de democracia pacífica y liberal); aunque los miedos y los egoísmos que nos ha traído esta crisis - y que parece ser un verdadero torpedo a la línea de flotación de la UE - hayan llevado, por medio de las mentiras y las infamias, a que personajes del UK o de Polonia o de Italia, intenten, desde dentro de la UE, acosarla y destruirla por la izquierda o la derecha, cuestionando lo esencial de ella e intentando llevarla, por medio de forzar enfrentamientos, a un callejón sin salida.
La propuesta de Pedro Sánchez era un gesto necesario (que se debió plantear con la misma energía hace ya tiempo) que  pone en evidencia la visión que en España se tiene de su propia industria y que parece expresar: No se toque nada, exprimamos la burra y que otros vayan por delante; ya nos sumaremos a los cambios profundos cuando otros hayan corrido los riesgos y parezca el camino claro y seguro; entonces analizaremos nuestras posibilidades para trazar una senda para nosotros que nos permita seguir manteniendo el control sobre la sociedad tal y como lo concebimos para nuestro bien: Pueden haber cambios, pero lo esencial es que siga existiendo ese control social que nos permite evitar que los cambios tecnológicos y sus revoluciones traigan cambios sociales que nos perjudiquen como élite. Da la impresión de que siempre han sido igual en cuestión de empresas y de liderazgos. 
Y sin embargo, hay oportunidad de que nuestros estudiantes (ingenieros Universitarios y Técnicos medios de FP) encaren sus estudios hacia las ramas que han de dar respuesta al reto que propone el Gobierno. Nunca la industria avanzó si no tiene como acicate un reto a resolver; y ahora lo tiene claro y meridiano: O se mueve o se hunde  - que por otro lado es, esa circunstancia, ley de vida para todos nosotros. Toca “mover el culo y espabilarse”, y en ese terreno, a ciertas élites parece gustarles que todo se lo den hecho. Toca ponerse las pilas y en ese terreno las políticas de Marketing social tienen poco que decir, si no están respaldadas por los que son verdaderamente inteligentes en materia tecnológica y de sistemas, y que además deben ahora ser creativos e innovadores. Se han pasado lustros presumiendo precisamente de eso, y para una vez que un Gobierno les pone un reto – en el cual deben demostrar en la práctica de lo que tanto presumen en sus corrillos de magnates – van y se vienen abajo, y ponen el grito en el cielo saliendo todos a los medios de comunicación a atemorizar a todo el mundo con sus cifras (si no sirven para asumir estas situaciones que son necesarias afrontar váyanse, otros se atreverán… y el riesgo será que lo hagan mejor que Vds. Y eso es precisamente lo que parecen temer: Que lo hagan mejor que Vds. Y concluyamos que sus sueldos, que también pagamos los consumidores, resulten inmerecidos y empecemos a cuestionarles también).
Si no tienen capacidad para afrontar horizontes adversos… ¿Qué tipo de técnicos en procesos industriales son? Pues ser ingeniero es eso precisamente: Afrontar situaciones teniendo que usar el ingenio y los elementos que tenemos al alcance. Las verdaderas empresas así actúan: Poniéndose objetivos y retos, pero parece que Vds cree que eso solo son métodos para hacer competir a los de abajo reservándose para Vds el mejor trato. Los retos medioambientales nos han llegado y al hacerles frente, si lo hacemos bien, lideraremos los mercados internacionales (deberían estar contentos y no atemorizados) de tener que enfrentar una oportunidad como esta y con ella la posibilidad de mejorar, en un tiempo razonable, el medioambiente de nuestras ciudades. Su industria producía hace 15 años más de 4.000 muertos anuales en las carreteras, más de 800.000 heridos y algún millón que otro de partes de accidentes. Y no sumamos las muertes por contaminación, de las que ya hay estadísticas. Más  que una industria de la movilidad – con el socorrido argumento de la libertad individual, donde sus clientes parecen tener el derecho a circular con sus vehículos por cualquier parte en nombre del “progreso” – parece una verdadera industria de guerra (dudo que en España se aceptara que un conflicto nos costara estas cifras anuales en vida sin que la gente se acabara por echar a la calle pidiendo su fin de una vez). Es hora de cambiar el chip y afrontar que ese precio colateral no se debe sostener y se debe superar. Aunque las cifras hayan bajado a un tercio sigue siendo una industria con una tecnología deficiente y de incidencias colaterales muy violentas y, además, contaminantes (con las que Vds mantienen sus estatus y enriquecen a sus accionistas y ahora atemorizan al Estado, a los sindicatos, a los economistas, a los ciudadanos  y, seguro que también, a los bancos. Porque parece ser que es lo que realmente han sabido hacer en toda su vida laboral de élite, meter miedo a todo el mundo). 
Les toca competir en desarrollo tecnológico e innovación de verdad (sin copiar, sin comprar tecnología…) y demostrar que todo lo que hablan de IDI es algo más que propaganda con términos complejos que nadie más que Vds conocen. Ya no vale impresionar a un alto funcionario o al político de turno con complejos argumentos y palabrejas: Tienen, por fin, que ir al frente de verdad y demostrar qué es lo que saben de verdad. (Ese parece ser el problema real que Vds tiene ahora). 
Se acostumbraron a tener un mercado asegurado (era misión de los Gobiernos asegurarse de que a Vds no les faltara mercado), se acostumbraron a tener la menor competencia posible (el Gobierno debe velar por lo que Vds aportan a nuestro PIB) pero ahora toca competir de verdad y en ello el Gobierno poco puede hacer (espero que no les vuelvan a pedir subvenciones para eso… aplíquenlas reorientando objetivos y salvando obstáculos, que es lo que hacen los verdaderos ingenieros y lideres de empresa). Presenten un plan de transición honesto, realista y posible, porque el futuro parece llegar y llama a las puertas ahora. 
Les llega el momento de demostrar que conocen el mercado y que saben adaptarse a las exigencias de este y a sus anhelos. Hace decenios que esta revolución tecnológica debió empezar y acelerarse, pero parecen que sus itinerarios y rutas trazadas (también desde hace mucho tiempo, pues he visto sus charlas y coloquios a los que algunos he asistido) son largos, tortuosos y proyectados a un futuro que no termina de llegar.  No precisamos una Guerra para que evolucione la tecnología a base de multitud de recursos en investigación y desarrollo que nos llevaría a una dependencia de EEUU (otra vez); tenemos nuestras Universidades para ello (y no para hacer política; porque hay buenos técnicos y especialistas en ellas que tienen que salir a la luz, es su momento y oportunidad, y el Gobierno tiene que estar en ello también y remover los obstáculos que los “veteranos” en política universitaria puedan poner en el camino) porque suponemos que en ella se encuentra la competencia necesaria para desarrollar y alcanzar este reto.
La resistencia la ponen los de siempre, los que no les gustan los retos, los que en realidad no les gustan las innovaciones (aunque hablen de ellas) los que quieren que las cosas siempre sigan como hasta ahora, con ellos en la cúspide, porque las revoluciones como esta (tecnológica) transforman la sociedad y cambian los compromisos de poder social y hacen emerger nuevas concepciones de las sociedad transformándola profundamente (y no parecen Vds preparados para ello, al menos su intención de trasladarnos sus miedos así lo muestra). 
Somos muchos los que llevamos mucho tiempo esperando una situación como esta; proponiendo ideas, proyectos, transformando nuestros entornos laborales con sistemas que acaban siendo tumbados, o boicoteados porque no les gusta nuestro aspectos y nuestras ideas flexibles y creativas les producen vértigo (parece que no están preparados para vivir en el futuro que nos merecemos y se empeñan en anclarnos a un pasado caduco que no fascina a nadie). 
Lo más triste de todo es que, después de haberles dado dinero para establecerse, regalado terrenos (en algunos casos), facilidades o exenciones,… ahora que les pedimos que enfrenten el futuro inmediato y sus problemas… se nos echan a temblar. Parecen pedir: Que lo hagan otros primero; luego lo hacemos nosotros a nuestra manera y, por fin, que el gobierno (es decir: Todos nosotros) les aseguremos un mercado estable y una influencia en el mercado exterior … o si no nos vamos. (La canción de siempre – parece el club de los ineptos de toda la vida; los ineptos que con sus influencias y dineros de otros se han allanados caminos en todos los ámbitos – quizás también en Universidades – para acabar ocupando puestos inmerecidos). 
Ese es el mensaje que a mí me llega de Vds, después de ver los medios de comunicación ayer.

Lamentable.

martes, 13 de noviembre de 2018

Serendipity


Releí esta mañana el artículo que escribí ayer sobre Trump y me desagrada la idea de sentirme airado con este personaje público hasta tal punto de tener que expresar la indignación y el - por qué no decirlo - miedo que me produce que personajes como estos alcancen un espacio de tanto poder e influencia mundial. Ayer, también, vi en tve, a última hora antes de dar por finalizado el día, un programa que más que de debate parece de tertulia, dirigido por un veterano periodista, en el que también se abordaba el mismo personaje: Trump. Estaban invitadas cuatro personas (dos periodistas, uno español, de larga trayectoria en el mundo anglosajón, otro italiano, que desde hace no mucho tiempo ocupa espacios de reflexión política en los programas televisivos españoles; un representante, que creo que era experto en imagen política, y una anglosajona que me sorprendió por lo poco que intervino, y también experta en algún tema que ahora no recuerdo). Lo triste de esa tertulia-debate fue la impresión que extraje de que Trump parece invulnerable a los medios de control que la sociedad suele utilizar para delimitar el campo de juego de los grandes personajes políticos (con la aparente finalidad de contenerlos dentro de unos límites, en los cuales, la coherencia y la sinceridad en los mensajes parecen ser la línea roja que nunca se ha de traspasar sin que, cuando ello suceda, no se produzca una explicación clara, profunda e incluso una rectificación - que debiera entonar un “mea culpa” implícito - que da lugar a cierta percepción de declive en el propio personaje; declive que lo sujeta a la más dura realidad de nuestras sociedades) momento en el que parecen tener que dar la verdadera medida de sí mismo ante el desengaño que suele suponer el acceso a grandes responsabilidades políticas o de poder – lugar de poder que pareciera siempre deseado por todos los que rivalizan en alcanzarlo, o por aquellos que sueñan para sí la capacidad de resolverlo todo con sencillez y facilidad; pareciendo estar, los que así piensan para sí, deslumbrados por el entorno de dignidad que el Estado otorga a quien acceden a esas cotas de poder). 
No me agradó el artículo que realicé sobre Trump pues en él no se arrojaba luz para hacer frente a este personaje (pienso, tal vez, que lo importante en este momento es reconocerlo y lo que consigo trae y dimensionarlo eficazmente, pues parece, más que otra cosa, la punta de un iceberg) – que, por otro lado, seguro que pasa a la Historia de una manera u otra - es más, creo que fracasé en el intento de desvelarlo, pues mi ánimo estaba conducido por cierta dosis de indignación, e incluso cierto estado de dignidad recuperada, al reconocer en el Presidente francés el gesto de dignidad en la réplica, proporcional y proporcionado ante el desafiante Trump, ante el provocador y, aparentemente, chulesco personaje que parece salido de una película de gánster Norteamericana (o tal vez de algún Falcon Crest de los muchos que parecen existir en EEUU, a tenor de los votos que ha obtenido para ser encumbrado e la Presidencia Norteamericana); parece ser que mucha gente se reconoce en él y apoya, no solo su actitud, sino también sus expresiones; sus propias falsas noticias; su, parece ser, simulada ascensión a la riqueza por medios propios; sus malos modales y falta de respecto a la dignidad humana de millones de Seres Humanos; sus palabras desafiantes, propias de matones a sueldo en tabernas de cowboys. Salvando las distancias temporales, parece un Mussolini (en vez de italiano, anglosajón, de ascendencia germana – realmente no le falta de nada al personaje); en sus muecas de cara, en su desfachatez provocadora, en su falta de educación y modales en todos los ámbitos en los que la cultura occidental impone cierta etiqueta social en las relaciones interpersonales (y la carencia casi absoluta de cierta cortesía que implica un reconocimiento  en la dignidad que existe en todo Ser Humano, por el mero hecho de serlo, (y más si se es representante de un país aliado, como Alemania o Francia).  El gesto del Presidente francés me pareció la respuesta anhelada ante personaje tan despreciable en maneras y formas (Europa precisa un ejército para defenderse de Rusia, China o, incluso, de EEUU). Era la respuesta que merecía ese brabucón (creo que analfabeto-funcional también, como tantos otros presidentes republicanos de ese extraño gran país que son los EEUU. El personaje parece decir: Para qué preciso cultura, me basta con mi dinero para hacer todo lo que quiera; con él doblo y tuerzo voluntades; y cuando hay resistencia intimido con mi presencia a quien fuera necesario).  Es cierto, el mismo Trump representa un reto para nuestras sociedades y se convierte en un motivo para la profunda reflexión. La respuesta del Presidente galo, por mucho que pareciera un oportuno “¿Por qué no te callas?” no deja de situarnos y descendernos al nivel barriobajero del propio Trump; y ello se me antoja trayecto indeseado e inoportuno, porque en ese territorio, en el territorio que marcan los chulos, ellos son los reyes, ellos imponen las reglas y el juego se desarrolla a su favor, siempre a su favor – sobre todo si tienen detrás a un partido Republicano que rige los destinos del país democrático más poderoso del mundo occidental. Por ese camino perderemos la batalla, o tal vez ya estemos en trance de perderla, pues lo que tenemos enfrente parece ser la expresión, personificada en Trump, de la fuerza bruta, e ignorante, de aquellos materialistas que reducen el mundo a números y cifras, del cual Trump solo sea el representante que adquirió el grado de Presidente, pero tras de él se pudiera hallar algo peor: Los que especulan con el destino y los anhelos, y los prejuicios y temores, de millones y millones de personas en todo el mundo. En ese caso tendríamos enfrente el gran muro, la gran muralla (mucho mayor de la que Trump pretendía consolidar ente México) de la “mala fe”, del “mal juicio” que emerge cuando la buena fe y el sentido común ceden el paso a temores irracionales, anclados en el permanente miedo a lo desconocido que hay en el diferente, y que solo se puede disolver con reflexión personal (como decía Ortega y Gasset: Dejando los datos y los hechos del asunto que nos ocupa a un lado y reflexionando en la intimidad a solas con nosotros mismos sobre ello, aparecen las razones reales del problema y con ello es posible una solución. Es lo que hacen los científicos, decía Ortega; pero antes que apareciera la Ciencia oficial, ya lo hacía cualquier persona que deseara conocer el fondo de cualquier asunto; meditaba sobre ello a solas, con los recursos que la mente pone a nuestra disposición; no hace falta ser científico, solo sentido común y no dejarse arrastrar por la invitación a la violencia (violencia que también se expresa con soluciones fáciles y poco meditadas, o dejando que el ánimo sea invadido por un temor inabarcable que lleve a actitudes defensivas – También en ello había reflexiones recientes en El País, cuando se aseguraba que ya no reflexionamos en la intimidad, como era común no hace mucho tiempo; las televisiones y los medios de comunicación lo hacen por nosotros y con ello perdemos la oportunidad de conocer el mundo por nuestros propios medios y con nuestros propios recursos; estamos siendo conducidos  porque simplemente hemos cedido la responsabilidad de pensar (algo que no estaríamos dispuestos a hacer en asuntos que nos fueran realmente importantes, como la familia o nuestros seres queridos o nuestros propios asuntos). El devenir de nuestro Estado, de nuestra Comunidad Europea, de nuestra Tierra (y con ella de todos nuestros bienes) es cosa nuestra, y debemos pensar en ello y dedicarle un tiempo de reflexión (alejados del vertiginoso ritmo de los medios de comunicación y las redes sociales): Meditar sobre ello (meditar sobre este nuestro hogar que es nuestro entorno social, político, económico) es, en cierta medida, una tarea por hacer, y mientras no la hagamos no encontraremos más soluciones, más perspectivas, más alternativas que las que los mismos medios de comunicación y redes sociales nos ofrezcan (y en ello podríamos acabar siendo manipulados, como lo están siendo los italianos, o los Norteamericanos con Trump).
Mientras no meditemos no entenderemos a los políticos en sus manifestaciones, proyectos e incluso intenciones. Mientras no meditemos no entenderemos las reacciones de los jueces, de los empresarios, de los sindicatos, de los bancos… Nos dejaremos guiar por soluciones y respuestas sencillas (que suelen convertirse, luego, en obstáculos para entender todo los que nos rodea). Las personas que rigen los destinos de nuestros países y Estados son de carne y hueso; están sujetas a los mismos temores que cualquier ser vivo; son presa de prejuicios y temores como el resto de los mortales; son rehenes de los mismos anhelos, defectos, vicios y virtudes que cualquiera de nosotros pudiéramos tener. No son superhombres, ni superdioses… son unos Seres Humanos más, y algunos de ellos, como Trump, verdaderos ignorantes de la  potencialidad de la condición y naturaleza humana (ha reducido todo a dinero y sumisión al dinero; y como los que se creen dueños del barrio donde viven - peor que los animales - y como los animales "miden" y "evalúan" el valor de sus adversarios y si instintivamente lo ven débil o inferior,  temerariamente se lanza a la caza  sin importarle el tipo de argumento empleado - el objetivo es intimidar  o atemorizar para vencer. Por mucho que digan que cree en Dios lo desconoce, pues no está hecho Dios para ser conocido de los ricos o los poderosos, ya que si alguna vez lo conocieron pronto lo orillaron en requerirlo para cumplir sus deseos, pues sus deseos venían graciosamente conseguidos por la sumisión de otros que, como fieles vasallos, a buen árbol se arriman siempre que pueden). Ya decía Maquiavelo, en su Príncipe, que los poderosos maquinan contra las personas para conseguir sus planes; desde su capacidad de controlar una ciudad o un Estado son capaces de controlar las vidas de personas concretas (cuales quiera que se cruzaran en su camino o en sus planes) y crearles trampas y con ello males (males que poderles imputar al propio  así mal tratado); pero también decía Maquiavelo que se admiraba de cómo, después de haber tejido una trama, un plan para arruinar la vida de una persona o de una familia, una simple circunstancia imprevista daba al traste con todo ello, e incluso podía poner al descubierto al poderosos que estaba detrás de esa argucia. Y ello les pasaba con tanta frecuencia que llegaban a la conclusión de que era Dios mismo quien protegía a algunas personas de las intenciones de los poderosos. Creían en Dios no por Fe, sino porque constataban su presencia invisible frustrando sus planes. El poderoso, el rico que todo o casi todo lo consigue y que, con su dinero, de cualquier circunstancia se salva, no suele creer en Dios (ni aunque en ello se esfuerce en parecer piadoso) pues confía más en su dinero o en su poder y las puertas y voluntades que estos abren, y pone a sus pies, que en ruegos y plegarias a un poder inmaterial y que se entiende como puro, que solo viene a conceder en razón de bien, no de mal; y conociendo esta circunstancia poco puede apelar a Dios el rico o el Poderoso, si lo que pretende sobre otros es torcer derechos (e imponer los suyos) o buscarles males en razón de sentirse ninguneado u ofendido o entorpecido. 
Trump representa para mí el más genuino de los egoísmos animales (nada hay peor que un animal dotado de los recursos de la inteligencia y habilidades sociales humanas y que los destina al egoísmo personal) que se pudieran manifestar un Estado poderoso, como lo son los EEUU. En época en la que el camino parecía discurrir por los trayectos e itinerarios que llevan a la cooperación, a las sinergias a la unión de países y voluntades, a la gestión de una casa común que ya es la Tierra, para preservarla de los excesos y protegerla para nuestros descendientes, aparece el egoísmo del “Yo primero”. Más claro no lo podía decir Trump ni sus votantes. Ellos primero, luego los demás (así parece ser también su Dios: Blanco, rubio, de ojos azules, rico, millonario y todo poderoso). Pensamos que lo habíamos superado, pero no, aquí está de nuevo.
Poco podemos oponer a una actitud de este calibre; y difícilmente podremos enfrentarnos a ellos (a los animales egoístas) de manera directa y abierta, conociendo todos los recursos que tienen a su alcance apenas podemos hacer otra cosa que contemplar como el egoísmo es una enfermedad contagiosa que va invadiendo país tras país y trocando la buena fe en siembras de desconfianza, temores y prejuicios que, tarde o temprano, llevarán a  expresarse en forma de antagonismos que podrán dar paso al odio.  Cuando el poderoso se vuelve egoísta, sacrificar al pueblo, lo ve cosa natural. Y el Pueblo acepta el sacrificio en nombre de los mitos que sustentan sus Naciones.
Nos queda resistir aferrándonos a los valores sobre los que se asientan nuestras Democracias y aplicarlos a nuestras propias vidas cotidianas y al entorno social que nos rodea. Nos queda recuperar el anhelo de sentirnos europeos, como lo deseamos en la dictadura y de la manera en que entonces lo concebíamos: Información plural y rigurosa, cultura accesible para todos, difusión del conocimiento, educación para potenciar las cualidades y aptitudes, legalidad democrática, justicia igual para todos, igualdad de oportunidades sin distinciones, solidaridad interior y exterior, cooperación internacional dentro de un marco de valores democráticos liberales, apoyo mutuo internacional ante cualquier conflicto, prosperidad desde el equilibrio social, desterrar los prejuicios y profundizar en el conocimiento, libertad de pensamiento, libertad de expresión, respeto al otro, libre competencia, potenciación de las libertades personales, protección del entorno social y ambiental, transparencia política y económica.... Todo eso era Europa para nosotros en la Dictadura. 
Y debe de seguir siéndolo.
(¿No les recuerda los gestos y maneras de Hitler?)



lunes, 12 de noviembre de 2018

¿Qué más pruebas necesitamos para considerar a Trump el precursor e impulsor de una nueva etapa de nacionalismo y violencia en occidente?

       
 El País (ver artículo):: La Europa más ultra y nacionalista exhibe su fuerza en Polonia

    Opinión:
      Los movimientos nacionalistas en Europa se están orientando hacia el de odio, racismo y xenofobia. No se puede considerar una situación espontánea, pues desde EEUU, se está alentando por parte del entorno de Trump, que prosperen este tipo de nacionalismo en todo el mundo. Llegó Trump al poder esparciendo sospechas, repartiendo afirmaciones temerarias sobre cualquier cuestión del Gobierno Estadounidense (recuerdan a la estrategia inicial de Podemos en España); inició una escalada de descalificaciones gratuitas sobre los gobernantes Norteamericanos y Europeos; hizo correr noticias falsas sobre el paro en EEUU, sobre los inmigrantes (en especial sobre los hispanos), divulgó estadísticas falsas sobre el crimen en EEUU (atribuyendo la idea de que el 81 % de los asesinatos de blancos eran en manos de negros - cuando en realidad es el 18%) y atacó a la prensa cuando intentó desmentir sus afirmaciones y le pidió transparencia con sus declaraciones a Hacienda y en sus relaciones de negocios con Putin. Y alienta posiciones pseudo fascistas-nacionalistas en todo el mundo occidental.
    ¿Qué más pruebas necesitamos para considerar a Trump el precursor e impulsor de una nueva etapa de nacionalismo y violencia en occidente? 
    ¿Realmente no estamos capacitados para aceptar al diferente? ¿Realmente nos sentiremos más seguros si nos volvemos intolerantes con la diferencia? ¿O será el preámbulo y el inicio al retorno de rivalidades entre Naciones que hagan posible una situación de conflicto y nuevos escenarios de guerra? - tal vez otra vez en suelo europeo?
      Empezó a vislumbrarse este nacionalismo cuando se alentó un golpe "democrático" en Ucrania para abortar el proceso de acuerdos sostenidos entre Rusia y la UE, y desde esa frustración (con muertos visualizados en las tv de todo el mundo - en un episodio muy opaco en el que parecían estar implicados los EEUU y UK (a través de la NATO) y con el pretexto de incorporar a Ucrania al mundo libre europeo - donde sus nuevos gobernantes reclamaban una tercera guerra mundial para su causa - se mostraban así de proclives son a las  soluciones "pacíficas" de los asuntos internacionales intentando arrastrar a toda Europa a su causa por medio de la violencia ¿No les recuerdan a Trump y a sus métodos desafiantes y torticeros?)
     Quien a estas alturas piense que todo este movimiento ultraconservador - que aparece por cualquier país occidental - es una cuestión de coincidencias accidentales debería reflexionar sobre ello profundamente, pues el asesor que impulsó a Trump sigue de viaje por el mundo occidental extendiendo la idea de un retorno al nacionalismo más rancio (que tanto que recuerda a los discursos del  mismísimo Hitler antes que se organizara violentamente - con terrorismo y ataques de bandera falsa - para llegar al poder en Alemania - ya que las elecciones, al final, no le daban para gobernar - y acabó dando un golpe de mano en el que parecía la opción más sólida para su país y ello nos llevó al desastre de la II Guerra Mundial - también todos, en aquella época, pensaron que lo podían controlar, pero se equivocaron). 
      Este movimiento nacionalista internacional parece buscar, en esencia, el control del poder - no para profundizar en la democracia - que precisamente va en contra de lo que nos interesa a los ciudadanos: Mayor participación en las decisiones políticas, mejores soluciones en el entorno inmediato (barrios, pueblos, ciudades...), control de los gobiernos y sus decisiones económicas, mayor transparencia política y económica, afrontar la necesidad de desarrollar tecnología e industrias compatibles con la salud del planeta; lucha contra la contaminación y la generación de energía peligrosa o tan primitiva (a base de procesos de combustión) que ponen en peligro la salud de las personas y contaminan campos y cosechas; desarrollo de sistemas de producción agrícola que no perjudiquen latentemente la salud de los consumidores, ni las aguas subterráneas contaminando los distintos niveles freáticos y, en consecuencia, el agua de consumo de boca (el agua del grifo) en gran parte de los pueblos de España; y que las empresas y los negocios (sobre todo los grandes negocios: como la Banca, las grandes multinacionales....) sean concebidos como instrumentos cuya única finalidad sea hacer dinero sin competencia (porque concebirse como herramientas para hacer dinero no es otra cosa que especular con la tecnología, los sistemas de información telemática, con los avances científicos.... y sacrificar todo ello y a la propia sociedad por conseguir beneficios económicos para sí, para ellos); las empresas o multinacionales que así se conciben no buscan, con sus productos,  el bienestar de sus poblaciones sino, exclusivamente, ganar dinero (debe existir un equilibrio entre beneficios y producción por el cual se determina que se está generando un bienestar social y no una explotación del entorno social, del medio Natural o una especulación económica) y cuando el objetivo es competir por ver quien gana más dinero entramos en el terreno en el que el fin justifica los medios (sobornos, cláusulas abusivas,  contratos fraudulentos, influenciar a los gobiernos para que las leyes sean depredadoras con los ciudadanos...) todo ello fomenta la insolidaridad en la sociedad y da idea de que las grandes eminencias que gobiernan los Estados en su devenir (por lo general a la sombra de grandes empresas o compañías o entidades financieras) no se guían por modelos éticos-morales sino de puro y simple egoísmo particular en un entorno elitistas reservado para una minoría que es capaz de manipular al conjunto de los ciudadanos de cualquier Estado (si se lo propone) y arrinconar gobiernos democráticos para enfrentarlos a sus propios ciudadanos. 
      En este juego de intereses materialistas, la población civil y los ciudadanos pueden pasar por ser considerados "masa informe" fácilmente manipulable cuyas vidas y existencias sólo es útil en la medida en que sean previsibles, permeables y mansos en cualquier circunstancia (y si fuera preciso deben entregar sus vidas por su causa). De ahí que se esté fomentando una idea de Nacionalismo - que como todo nacionalismo, se basa en mitos falsos, situaciones históricas épicas que no resisten un análisis elemental y, sobre todo, la búsqueda de rivales y enemigos que den sentido a una idead de Nación, llamada por Dios a realizar una tarea heroica contra los enemigos - y los enemigos de este emergente Nacionalismo son presentados como los enemigos de la paz o de la ley o de los derechos de nuestras naciones y causantes de todo malestar social - y, que por lo tanto, hay que eliminar).   
      Nada nuevo bajo el Sol. El discurso de Hitler es lo que expresaTrump ahora; y es lo que decían en Ucrania aquellos que dieron un golpe de Estado llamándose demócratas para arrastrarnos a una guerra en el seno de Europa, desde la NATO contra Rusia. (Desde esta visión se entiende que el Presidente Francés le halla dicho a Trump que Europa precisa un ejército para hacerse respetar por Rusia, China e incluso por los EEUU).
       Lo que está consiguiendo esta estrategia de la élite económica occidental, que rehúye el inevitable deseo de transparencia que las democracias europeas empiezan a exigir en todos los ámbitos dela economía mundial (sobre la Banca y sus cuentas opacas que protegen a importantísimas personalidades; sobre las industrias y sus objetivos cuando no tienen en consideración el Medio Ambiente, a las condiciones salariales de sus empleados, o ningunean los derechos de los trabajadores en materias sociales o de desempleo; o sobre los impactos negativos que generan en los entornos sociales, de medioambiente o económicos cuando realizan malas prácticas, o que regatean los impuestos perjudicando el bienestar de la sociedad...), es movilizar a los ciudadanos para polarizarlos, dividirlos y enfrentarlos dentro de una vieja estrategia cuya única finalidad es perdurar en la cima del poder económico bajo sus propios criterios (del cual depende el político y la propia sociedad en sus actos de compra de servicios, bienes o productos cotidianos de cada día) sin ceder, lo más mínimo, a un verdadero proyecto social (bloquean el desarrollo de las tecnologías solares y eólicas, cuando en Europa son punteras - máximizan sus beneficios a costa de los consumidores porque han conseguido hacer ellos mismos las leyes que regulan las tarifas; se saltan las normas de libre competencia y funcionan como verdaderos monopolios que perjudican no solo a los consumidores sino a la oportunidad del auto consumo; tienen una visión de la sociedad como "oportunidad a explotar y exprimir" en exclusividad (bajo la amenaza de colapsar al país), influyen sobre ámbitos del Estado para que sean permeables a sus intereses en todos los asuntos que les importan (ámbitos legales y normativos, de trabas a la competencia, de trabas a las iniciativas ciudadanas de emancipación tecnológica o de suministro, ámbitos jurídicos, han sido despiadados con las necesidades más elementales de los ciudadanos vulnerables - y parece que lo siguen siendo a la primera oportunidad o posibilidad de interpretar la ley - y han reclamado para sí el derecho a ser rescatados, por los mismos ciudadanos con los que son, a veces, inmisericordes - cuantas veces fuera necesarias de sus malas o temerarias prácticas mercantiles o contables).
        Todo ello, por medio de la UE y su transposición de normas y garantías para con los ciudadanos, tiende a tocar a su fin; y por ello oponen la mayor resistencia posible (y en ello comulgan con la idea de fondo de Trump: España lo primero.... no... esa frase tal vez llegue más adelante y la oigamos.... la verdadera idea de fondo parece ser: Yo, Nosotros, con nuestras grandes empresas y compañías, somos España, somos la verdadera España sin la cual España sería un caos o estaría arrojada en manos de un Comunismo que va contra las libertades liberales que proclama  nuestra Democracia - con esta idea-frase alientan al propio Comunismo como rival y asocian la idea de que cualquier defensa de los derechos sociales y ciudadanos es comunismo puro y duro). Y se olvidan que el principio liberal señala que no se pude robar ideas, proyectos, esquilmar los derechos de otros, constituirse en monopolio de facto.... las democracias liberales se basan en algo que en España parece estar prohibido: La Libre competencia; que permite a las empresas rivalizar para mejorar en productos, bienes y servicios y a los ciudadanos les permite elegir según sus intereses y convicciones; que es precisamente lo que están obstaculizando (cuando los ciudadanos eligen bienes, productos y servicios premian a unas empresas sobre otras que no poseen esas cualidades que ellos buscan - y las cualidades pueden ir desde a igual producto premiar a quienes mejores servicios presta a sus trabajadores  o a quienes mejor tratan al medioambiente....etc.) Esas elecciones que hacen los consumidores y los ciudadanos obligarían a las empresas, cuando hay libre mercado, a competir en un espacio nuevo: El que es determinado por los intereses de los consumidores; y ese espacio, hoy en día, es: Medioambiente, prestaciones sociales y garantías salariales, transparencia de las empresas y de sus productos....etc. Si ello se respetara de verdad hace tiempo que las grandes corporaciones irían por el camino de la transparencia económica y de actividades, por el camino de los impactos positivos de las empresas en los entornos sociales y medioambientales hacia la evolución de un espacio de nuevo mercado; por la evolución de los productos y la tecnología hacia el verdadero respeto al entorno natural y social y, sobre todo, a que no existiera dinero negro, ni financiación ni especulación en ámbitos que perjudican a la sociedad  (financiación de empresas que explotan niños, financiación de empresas buitres, financiación de conflictos y guerras....). Todo ello es el camino que se está trazando en la UE y todo ello es percibido como una amenaza en EEUU; y en España hay quien parece quererse sumar al carro de perpetuar la opacidad, eso sí, con buenas palabras y discursos que hacen temer al diferente, al extranjero, a la diversidad, (lo antiguo, lo de antes, lo de siempre era lo mejor; y con esa idea de temor al futuro quedarse con los privilegios que están manteniendo desde hace muchos y muchos decenios).




miércoles, 7 de noviembre de 2018

España cambia, y gana, garcias a Europa




Ya desde anoche, cuando oí la noticia, deseaba realizar un artículo ofreciendo un punto de vista que no tiene nada que ver con lo que están comentando los expertos y mucho menos con el oportunismo con que PODEMOS e IU quieren  afrontar esta situación para aportar otro granito más de desquicie que desoriente a la ciudadanía – aunque ello de lugar a proseguir por la senda del populismo que alienta a la extrema derecha a seguir la senda que marca Podemos de alarmar, constantemente, a la población española (no en balde el líder de VOX mostró en su día admiración por Podemos - cualquier día los vemos de la mano en una manifestación: Como la del próximo sábado sobre las hipotecas). Vergonzoso escenario al que este artículo quiere añadir una nota de sentido común para aquél que la quiera tomar y entender, y así se preserve de los vaivenes de estos tiempos confusos que tienen su origen en un proyecto europeo que se sigue pretendiendo abortar en todos los países de Europa.
Esa es la realidad de este asunto de la banca. El proceso de armonización de normas y leyes dentro de la UE obliga a transformaciones en los comportamientos de la sociedad civil y de sus derechos como ciudadanos, lo que implica cambios de comportamiento en las empresas, de toda índole, incluida la banca, y que van llegando poco a poco a golpe de sentencias que se dictan desde aquí o desde los tribunales de la UE. El problema, a mi juicio, ha sido el cierto nerviosismo que ha cundido en el Supremo ante el alcance e impacto de las sentencias emitidas, lo que ha podido dar lugar a una imagen de revisión y debate al que no estamos acostumbrados los ciudadanos en instancias de tan alta entidad y seriedad. La sucesión de decisiones internas en ese ámbito han desconcertado a todos (expertos y ciudadanos) poniendo de manifiesto, una vez más, que el orden de los factores sí afecta al resultado de cualquier decisión que se tome en cualquier instancia del Estado; pues el Estado tiene la misión de garantizar, entre otras cosas, nuestra seguridad jurídica (ella hace posible la previsibilidad positiva que precisa todo ciudadano para desarrollarse y actuar en sociedad, otorgándonos una seguridad en el presente y en el futuro, pues organizamos nuestros actos cotidianos y particulares atendiendo a previsión de que nuestros actos son conformes a derecho y al sentido común, que es la base del Derecho).
El sentido común señala que el gasto que se ocasiona en una hipoteca, destinado a proteger a una de las partes respecto de la otra, debe ser asumido por quien impone ese gasto para protegerse y no al revés. De alguna manera en estas operaciones económicas cada parte asume la responsabilidad de protegerse de las acciones de la otra y en ello media unos gastos que se asumen, en ese sentido, y, por causas justificadas y no “gratuitas” – que es lo que vienen a determinar los tribunales cuando hay conflictos.
La solución que ha dado el tribunal es la mejor que tenía a su alcance, pues una decisión en sentido contrario hubiera determinado las devoluciones por parte de las CCAA de esos importes y un desequilibrio presupuestario en el Estado que no hubiera sido asumido por la banca – pues esta, defendiendo sus intereses en los tribunales podría haber conseguido hacer valer sus derechos al actuar siempre bajo los criterios de las leyes vigentes y por ello hubieran alegado no tener que  asumir perjuicio grave por una decisión que desvirtúa la interpretación dada, hasta ahora, de una ley.
Es claro que el proceso de la UE de ir homologando las normas, leyes, procedimientos y derechos de los ciudadanos, es lento pero firme e inapelable. Esos cambios que generan los tribunales europeos en las decisiones internas en España causan, a veces, malestar grave y desorientación en unos casos y en otros satisfacciones. Es lo que se puede ver cuando un Tribunal europeo afea la conducta de una jueza frente a Otegui (era obvio que no era imparcial la jueza con sus comentarios, por mucho que nos moleste el papel realizado por Otegui en su relación con ETA) pero también son los tribunales europeos los que van asentando una jurisprudencia en España que obliga a cambiar los procederes de empresas o Estado en favor de los ciudadanos españoles.
En este largo periodo de adaptación y armonización de leyes con el fin de crear unos EEUUEE – que es la meta final, aún lejana en el horizonte – se viene a revelar los de siempre; los que no quieren que nada cambie; los que estaban a gusto dominando el país y tejiendo sus redes de favores que comprometen a unos y otros en procederes no siempre legítimos. Estamos avanzando contra el corporativismo, y sus privilegios, instaurado en España desde hace décadas (el corporativismo es la base de todo fascismo, como señaló en Italia para constituirse en cuyo seno no existen las leyes que a todos nos afectan y responden solidariamente apoyándose unos a otros para evadirlas). Y en ese proceso de descontaminación de nuestro pasado autoritario – con rasgos fascistoides – y cuya meta es plenamente europeos (como siempre sentimos que debiéramos haber sido en derechos y deberes) hay, y habrá siempre, la resistencia de los que añoran ese pasado perfecto donde los grupos de presión (dentro del Estado, o de la Banca o de las grandes empresas, ciertas profesiones liberales...) imponían sus criterios a los gobernantes de cualquier signo (fuera en la dictadura o en la democracia) y en ello persisten en seguir pugnando por sobrevivir. Y para conseguir sus fines de añoranzas corporativistas apelan a mover discordia entre los ciudadanos desde los extremos ideológicos haciéndoles creer que son los paganos de esta o cual situación. Es cierto que solemos los ciudadanos pagar el pato de la herencia recibida de años y años de influencias de signo corporativista. Y es cierto que los gobiernos prefirieron pactar con los corporativistas, tal vez por resultarles más fácil, que imponer el criterio elemental del sentido común (que suele ser el que nos beneficia a todos). Y ahora estamos pagando el precio (que nos imponen los corporativistas) para transitar por la senda de la armonización con Europa y esos grupos corporativistas se resisten a ceder en sus privilegios hasta ahora mantenidos y porfían en generar malestar a la sociedad para salirse con la suya (ya sea con un autoritarismo de derechas o de izquierdas; en ambos ganan poder). 
Los Jueces son consciente de ello, más es de suponer en tal altas instancias del Estado, pero tenían pocas soluciones viables. Han abierto la puerta a que el Gobierno modifique la Ley, pues esa es la salida menos gravosa para todo el Estado y permite avanzar por la adecuación de los derechos de los ciudadanos hacia un modelo más transparente y equilibrado en las relaciones con la banca. 
Los que azuzan el ambiente son los de siempre (los que no quieren que nada cambie) y en ese objetivo buscan  de rentabilizar las reacciones de indignación que ellos mismos caldean; pero su objetivo común es desmontar Europa. Se quejan de Europa cuando es Europa quien promueve estos cambios en nuestras leyes y las nuevas interpretaciones que deben de realizarse. Es cierto que han existido muchos años de abusos ante los más humildes, pero es el momento de imponer los criterios más sensatos: Los Bancos no son máquinas para hacer dinero ni amasar fortunas – eso no lleva ninguna parte; los bancos está para crear y promover riqueza; esa es su responsabilidad y a ella deben atenerse sin ningún tipo de usura. En ese camino estamos (gracias a Europa, No lo duden).


martes, 6 de noviembre de 2018

Obama acude al rescate



Obama acude al rescate

El País se hace eco de la parición en escena del Presidente Obama para salvar a su partido demócrata de la adversidad, no sólo política sino moral, al que parece abocado su partido ante un Trump. “En las últimas semanas ha habido intentos continuados para dividirnos con una retórica diseñada para enfadarnos y asustarnos, con imágenes para explotar nuestra historia de división racial y étnica, para colocarnos en contra del otro”, advirtió Obama el pasado viernes en un mitin en Atlanta, en el que fue muy duro con Trump, después de un año y medio del tradicional silencio presidencial ante el triunfo del pseudo fascista Trump. Y añadió: “Puede que sean las elecciones más importantes de nuestra vida”.
Realmente, la Socialdemocracia aparece “tocada y sin capacidad de reacción ante un personaje como Trump que se empeña en resucitar lo más anejo de la xenofobia y el racismo buscando recuperar los valores básicos del Nacionalismo que hicieron posible, en la última Gran Crisis económica (la del 29)  que Hitller, por los mismos medios, o Musolini, accedieran al poder en sus respectivos países amparándose en las leyendas históricas de sus propios países que permitieron construir un mito  de rearme nacionalista ante una clase trabajadora que, por entonces, pugnaba por una visión internacionalista para resolver los problemas de los trabajadores en cualquier país, más allá de cualquier frontera nacionalista. La reacción internacional del capital fue generar una grave crisis económica tras la cual poder fundamentar visiones nacionalistas que impidieran el avance del socialismo internacionalista; así emergieron Musolini y Hirller, financiados y admirados por las clases políticas dominantes del momento, pues concebían en ellos la muralla que permitiría defender las democracias liberales del acoso Comunista. La apuesta les salió un poco violenta (millones y millones de muertos en una Segunda Guerra Mundial) pero permitió a los EEUU hacerse con el control internacional de la economía liberal y marcar el devenir del mundo occidental en los siguientes casi sesenta años; haciendo posible que emergiera la CEE y la posterior UE, que terminó por rivalizar tanto en economía como en política con los propios EEUU (y ello sea probablemente la causa de esta segunda crisis internacional y de la apuesta por un personaje como Trump, dispuesto a instaurar – esta vez desde los propios EEUU – un régimen pseudo fascista que marque el tempo de la política y la economía en occidente en el próximo ciclo económico-político (los próximos 50 ó 60 años); así se entiende que la apuesta que realizan los ultraconservadores Norteamericanos venga acompañada de una campaña soterrada sobre los gobiernos europeos destinada ha hacer permeable a cada uno de ellos al impulso de la nueva etapa–ciclo que se quiere instaurar en occidente. De ahí que el Presidente Obama señalara y advirtiera: “Puede que sean las elecciones más importantes de nuestra vida”. Desde luego que sí, estamos en manos de los votantes demócratas de los EEUU y de su capacidad de movilización para poder parar esta amenaza evidente que representa Trump (de la que ya tenemos sobre la mesa suficientes pruebas de peligro) y que ya se está materializando en América Latina y a Europa.
La Socialdemocracia internacional ha generado la mayor etapa de bienestar, prosperidad y estabilidad que hemos conocido en el mundo (especialmente en el occidental) pero ha adolecido de errores que han subsistido ante la creencia de que el Bienestar Internacional y particular en la sociedad permitiría ir resolviendo y enfrentando todos los problemas que se derivan de la gestión de las sociedades y sus miembros. (individuos y familias). El desarrollo del sistema de Estados basados en el Derecho y la Justicia Social ha encontrado una resistencia feroz en clanes familiares poderosos y en inercias de nacionalidades históricas (que no han querido revisar su turbulento pasado para adecuarse a los estándares de justicia que imperan en la Europa central); antes que eso han preferido ignorar estas situaciones derivadas de la anterior Guerra Mundial (en otros casos guerras civiles como en España) e instaurar de facto un escenario de justicia social sin “limpiar” o “remodelar” en profundidad las inercias en manera de actuar y proceder que venían de un pasado o corporativista o dictatorial; permitiendo que prácticas corruptas (proveniente de la subsistencia de una moral sectaria, corporativista, elitista o nacionalista) sobrevivieran dentro de los sistemas democráticos y acabaran por dañarlos en su credibilidad (ya que ofrecieron a los representantes de la Democracia, y que debieron ser los defensores de nuestra democracia liberal, los itinerarios para poder enriquecerse a cambio de silencio y aceptación de una élite social – que en función de su ámbito corporativista - siempre se consideró con derechos superiores al resto de los ciudadanos (por conocerlas estas a la perfección y tener encomendada la tarea de aplicarlas en nombre del Estado), y que han acabado por utilizar esas facultades legales en beneficio particular, situándose por encima de las leyes y la Democracia; es decir: Corrompiéndola. Y no ha existido, hasta el momento, nadie que se  opusiera honestamente – es decir: con argumentos morales sólidos, a esa corrupción; y por el contrario, quienes debieron oponerse sintieron miedo de enfrentarse. Esa falta de valor no señala otra cosa que déficits en el comportamiento personal o temor a que la trama instaurada en el seno del Estado sea tan profunda que la reacción que esta pudiera tener respecto a un acto decidido de transparencia les llegaría afectar por estar ellos mismos involucrados en procederes y procedimientos ni claros, ni transparentes que los pudiera situar fuera de la Ley).  
El mismo Obama mostró debilidad moral al aceptar un premio Nobel de la Paz estando en ejercicio de la presidencia de un Estado, como los EEUU, que, al liderar el mundo occidental y conducirlo políticamente a una finalidad determinada, suele hallarse embarrado en asuntos no sólo poco transparentes, sino incluso temerarios con la legalidad, en un proceso en el que el fin justifica los medios y que, por ello, suelen permanecer como un secreto de Estado en el mismo seno de lo que se ha venido en llamar cloacas del Estado (y que parecen existir en todos los países liberales)
También otros muchos líderes Socialdemócratas han caído bajo la presión a la que es permeable la condición Humana (como es el caso del Presidente Lula en Brasil, u otros en Europa, especialmente en España, que no han sabido distanciarse de las puertas giratorias y han dado un mal ejemplo de elitismo corporativista impropio de líderes Socialdemócratas; por ser una práctica en la que se apoyó el fascismo en Italia y en España para constituirse). Al final la corrupción moral, que da paso a la económica, se ha visto como un precio a pagar por un sistema democrático en el cuál, la parte de la población que funciona, por servir al Estado, o por ser parte esencial del mismo – como puede ser la banca o los jueces -, de manera corporativista, confía en su proceder social y particular más en el grupo corporativista de la profesión que le acoge, y de la que participa, que en el propio Sistema Democrático y las normas que le obligan a los principios de neutralidad e imparcialidad en el ejercicio de sus funciones. 
Así pues nos hallamos ante una grave de-sintonía democrática que está adquiriendo dimensiones preocupantes en todo occidente. Anclados a visiones católicas (que promueven o el patriarcado o el matriarcado) que protegen, ocultan o toleran abusos en los entornos sociales en nombre de la estabilidad social, bajo una idea Católica en la cual el pecado es imposible de evitar, pero es tolerable en ciertos niveles sociales que dirigen nuestras sociedades económica o políticamente o espiritualmente; dejándonos a todos como masa informe de ciudadanos expuesta a abusos de toda índole en cualquier ámbito del Estado – pues el Estado es y representa la última garantía que le queda al ciudadano para defender su Derecho en sociedad; y digo que es el Estado quien lo defiende pues la Nación es una idea mítica (vinculada con una idea de Dios cristiano o católico) que está diseñada para sacrificar súbditos en su nombre y en nombre de los intereses materiales o políticos de las élites que dirigen esa Nación. La Nación está y está concebida para subsistir sus élites y el Catolicismo es la estrategia que permite a todos pecar  y salvarse a la vez – sobre todo a las élites si lo hacen en nombre de la Nación (la creencia católica es un peligro cultural difícilmente de evitar; que está instalada en nuestra cultura – que tiene un fuerte componente sexual determinado por la figura de la relación existente entre la Virgen María y San José - y que se halla instalada en personas de distinta índole – incluso existe una visión elitista del catolicismo, como lo es el Opus, que determina la moral de jueces y funcionarios públicos y que puede entrar en conflicto con la Constitución Liberal)
Es obvio que las Democracias Liberales basan su sentido de ser en la Libertad de Pensamiento (que es condición indispensable e irrenunciable en la que se basó para tener sentido la propia Democracia) así como el Derecho a la Cultura, la Información, (necesarias para que estos ámbitos no quedaran restringidos a unas élites como lo eran la Nobleza, el Clero o la propia Monarquía, que poseyendo esa facultad de ser instruidos podrían utilizar esos conocimientos para fines propios y, manteniendo en la ignorancia al Pueblo, abusar de él y de sus Derechos siempre que lo desearan e incluso en nombre de Dios) la libertad económica (restringida a la Nobleza, al Clero y a la Monarquía imposibilitando el bienestar de la Sociedad y el desarrollo de mejores expectativas para una comunidad, una familia o un individuo) y en consecuencia, todas ellas unidas, permitían el desarrollo integral de la personalidad de los individuos y el acceso a una visión personal que podía propiciar el bienestar social y económico de su propia persona o familia y, en consecuencia, de su propia comunidad. Al considerarse que las Democracias Liberales eran una meta deseable para cualquier Nación que aspirara a promocionar la capacidad de iniciativa personal y constatándose, durante la revolución Industrial que existía una oposición y resistencia casi criminal de la burguesía (los mismos que lucharon por las libertades y derechos contra la monarquía, la nobleza y el clero) contra el pueblo y los ciudadanos para evitar que estos prosperaran económicamente y salieran de la miseria (resultó que la burguesía no había luchado también para el pueblo, sino que lo instrumentalizó para derribar monarquías y constituirse ellos mismos en poder dominante que convivió, en algunos lugares, con la propia nobleza, monarquía y clero asumiendo los mismos sistemas de control y represión sobre el pueblo o los ciudadanos: fue el imperio del poder económico y de sus intereses que asumían, nuevamente, el procedimiento que justificaba los abusos al pueblo y a los ciudadanos: El fin Justifica los medios; y en ese proceso implicó al Estado – instrumento de garantía de los Derechos de los ciudadanos - habilitando la idea de corporativismo que les permitiera protegerse de la acción de los ciudadanos haciendo posible las Dictaduras. 
La dureza con que el sistema Capitalista trató a la población y su capacidad de identificarse con los anhelos de las Naciones en prosperar nos trajo los imperialismos (y las guerras consecuentes para determinar esa jerarquía sobre territorios anta entonces organizados, en su mayoría, tribalmente) y determinó la necesidad de una guerra mundial en Europa que pusiera punto y final a esas rivalidades coloniales de las potencias europeas. La primera Gran Guerra Mundial fue “ejemplo” de inhumanidad hasta entonces nunca conocida donde se sacrificaron a millones y millones de soldados desde las visiones Nacionalistas – jóvenes que fueron engañados al asegurarles que la guerra no duraría más de unos pocos meses y volverían como héroes a sus casas y que las Naciones les darían grandes homenajes que les permitiría pasar a la Gloriosa Historia de la propia Nación. La verdad fue que los insultos y degradaciones emitidos desde las élites Nacionalistas sobre los adversarios pusieron las bases de las ideologías que traerían el fascismo y nazismo a Europa y que darían argumentos a otras formas dictatoriales que se esparcieron por Latinoamérica bajo la protección de los EEUU - al resultar fallida esta Primera Guerra Mundial y resurgir, como respuesta a tanto exceso Nacionalista, la idea del Comunismo; las Democracias Liberales encontraron excusa para una segunda Gran Guerra Mundial
Todos esos excesos fueron canalizados por las nuevas Naciones Unidas que se dedicaron a proteger a la población civil, a los ciudadanos y a los pueblos de los excesos de la ambición humana por medio de Cartas de Derechos inalienables que toda Nación civilizada debería asumir, o estar en tránsito de asumir, para estar en su seno. Ha sido la etapa dorada de la Socialdemocracia, señalada al principio, que ha permitido la construcción de Europa y, a la vez, el miedo a perder el liderazgo político-económico en EEUU que ha permitido la emergencia del psedofascista-Nacionalista Trump.
El verdadero temor de este proceso en EEUU no es otro que el consabido y verificado ciclo económico que sostiene esta potencia internacional que lidera las Democracias Liberales en todo el Mundo, por el cual, después de una crisis siempre concluye el ciclo con una guerra de violencia proporcional a la crisis vivida en el ciclo precedente. Por lo que es de temer que, de seguir los EEUU el criterio histórico que siempre ha seguido hasta la fecha, la conclusión de esta crisis se pretenda que termine con un conflicto internacional de nivel político – por el momento – que de paso a un nuevo gran ciclo pseudo fascista y de naturaleza eminentemente Nacionalista – con lo que ello supone de regreso al antagonismo que dio lugar a la Primera Guerra Mundial. 
Como Socialdemócrata he expuesto mi posición de la necesidad de poner punto y final a la Historia y a los Nacionalismos que la hacen posible, con sus guerras e intrigas internacionales. Y una orientación en la estructura territorial del Estado que termine con cualquier idea de nacionalismo y se oriente a la gestión integral del territorio – que es lo que debemos preservar y cuidar para que las generaciones futuras puedan tener un territorio en mejores condiciones del que las dejó la revolución industrial (nacionalismo que se ha mostrado como un sistema de explotación de personas y territorios que no repara en sus consecuencias adversas para con personas y territorio, y que está guiado exclusivamente por la ambición a la riqueza y al dinero). Necesitamos en este momento, precisamente todo lo contrario que está proponiendo Trump.
Pero para que el mensaje sea creíble es necesario que dentro de la socialdemocracia existan personas y lideres y pensadores comprometidos en una lucha sin cuartel con la corrupción moral que pudiera existir en su seno y, en cierta manera, en la sociedad cuando se esté en responsabilidades de Gobierno. Es el requisito indispensable para hacer frente con valores a la reacción internacional que propone el extravagante y populista Trump – que no encuentra oposición, parece que por carecerse de actitud moral ejemplar con la que hacerle frente.
Trump representa todo lo adverso a lo que nos indica el sentido común que debemos poner en marcha. Hemos contaminado ríos, aguas, manantiales, agotado pozos, agotado glaciares… estamos agotando los bosques y selvas en busca de recursos económicos baratos y que son fuente de bienestar que interactúa con el clima amortiguando los efectos adversos de la industrialización… seguimos contaminamos suelos agrícolas productivos y seguimos aplicando fertilizantes y fitosanitarios que afectan a verduras, frutas, hortalizas y a la producción de la carne… comemos productos que no son todo lo saludables que pudieran ser… hemos convertido los mares en verdaderos vertederos… y el aire de las ciudades genera miles y miles de muertos por contaminación. Además generamos una permanente transición y éxodo del ámbito rural a las ciudades (sobresaturando espacios, bajando nuestra calidad de vida)… Todo lo que debemos hacer es proteger los elementos que son indispensables para nuestra vida y la de los seres vivos con los que interactuamos (no solo ya no contaminar, sino descontaminar el agua, el aire y la tierra)… transformar los sistemas de producción industrial para que no generen impactos adversos en el medioambiente (o al menos que estos impactos sean controlados y tecnológicamente reducidos a cero o inmovilizados)…debemos dejar de ser egoístas con el uso de la energía fósil (olvidarnos del automóvil en las ciudades – solo casos excepcionales o personas con discapacidades físicas – y construir nuestras vidas diarias entorno al transporte público o la los transportes alternativos o caminar, como siempre se hizo)… debemos crear trabajos entorno a medios informatizados que permitan el trabajo a distancia, desde el hogar, desde pueblos (y olvidarnos del concepto católico de que el trabajo es un castigo al que hay que asistir diariamente)… debemos acabar con la acaparación desmedida de riqueza y para ello crear escenarios para trabajos creativos que produzcan otros tipos de riqueza… debemos creer en la tecnología que nos libera tiempo y nos permite aportar a la sociedad creatividad… debemos profundizar en los derechos de las personas para que estas puedan formarse y prosperar con sus propios medios (con un poco de ayuda) y desarrollar sus vidas como crean más convenientes para ellos… debemos acabar con las miserias en América Latina y toda la violencia que los EEUU han terminado por generar en un continente al que esclavizaron para exprimirlo, creando injusticia por doquier… debemos acabar con las guerra en Äfrica y la miseria que estas generan… debemos extender el conocimiento universal y ser leales con la integridad de las personas respetando sus derechos, por muy débiles y vulnerables que nos parezcan… Debemos interiorizar Todos los Derechos Humanos como valores personales y no permitir que se transgredan (y menos en nuestro entorno)… debemos proteger a los niños de toda violencia porque son el futuro de nuestra sociedad… debemos integrar a las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, porque son la mitad de nuestra sociedad y no pueden estar excluidas… debemos integrar a toda persona sin reparar en su condición (de exclusión social, de estigmatización social, de padecimiento de enfermedad limitante…) porque todo ser Humano posee unos derechos por el mero hecho de serlo…
Todo ello que es lo que debemos hacer para afrontar en mejores condiciones nuestro futuro como humanidad es lo que Trump se propone dejar de lado. Asegura que el mal que EEUU causó a Latinoamérica es problema de los Latinoamericanos… asegura que no quiere más distinción sexual humana que varón y hembra… asegura que cualquier problema medioambiental se solucionará por sí solo y aceptará esa solución y esas consecuencias (desde su riqueza que le asegura un “bunker” a él y a su familia y descendencia)… asegura que no es precisa ninguna limitación en consumo de combustibles sólidos, porque perjudica la economía americana… asegura que no hay que cuidar la Tierra, porque la tecnología química nos dará de comer (¿el qué? ¿Plástico con sabores?)… tampoco hay que cuidar los mares… ni el aire (se va del tratado de Kioto)… asegura que América es lo primero y recurre a la idea de Nación para preparar a sus ciudadanos a la confrontación… 
Trump no está solo, representa la resistencia del enemigo de siempre, los que no quieren hacer un esfuerzo para proteger el futuro de la humanidad, los que son egoístas y ambiciosos, los que no piensan en el mañana sino que no les falte de nada en el presente caiga quien caiga (si es preciso, que nuestro muchachos vayan a morir por nuestro bienestar, como siempre hemos hecho)… detrás de Trump hay una filosofía mediocre, egoísta pero poderosa que persigue resurgir en forma de Nación e imponer sus criterios autoritarios a toda la Humanidad (si es preciso por la fuerza)… son tan poderosos que es impensable batirlos en una lucha cuerpo a cuerpo… sólo nos queda el recurso más sencillo: Vencerles en las urnas.
De ahí que Obama se esté convirtiendo en el último reducto de la Socialdemocracia Internacional que se enfrenta a Trump; no le podemos dejar solo. No sólo debemos hacer nuestros deberes en nuestros ámbitos caseros o del Estado propio. Hay que salir a dar la batalla contra todo populista y arribista en donde fuere y con argumentos sólidos. En nuestras Comunidades, Ayuntamientos, Estados y en la UE.
Recuerden la frase de Obama: “Puede que sean las elecciones más importantes de nuestra vida” (y lo serán).



viernes, 2 de noviembre de 2018

Exhibición NATO Base Aérae de Zaragoza

La OTAN sólo está para proteger las libertades de todos los ciudadanos, no para lo que solo a Trump le parezca "interesante". Fue un instrumento creado para la Libertad, no para el antojo de cualquiera. Le pongo la banda sonora de el Himno a la Alegría de la 9ª Sinfonía de Beethoven (para que no se nos olvide).

jueves, 1 de noviembre de 2018

Testimoniio


Nota previa:  Normalmente realizo los videos con una herramienta de windwos, pero no me aceptaba el archivo de sonido m4a - según parece porque resultara que el motor de ese programa no puede con el m4a. Me ha pasado toda la tarde intentando encontrar un convertidor que pudiera convertirlo pero daba errores constantemente. Afortunadamente las indicaciones de alguien muy querido me han dado la fe para proseguir; y, ahora, a las 23:45h he conseguido finalizar el video y empezar a colgarlo en las redes, como suelo hacer. He podido acceder a un programa de video de prueba - de los que te pide el email - y cuya versión en propiedad cuesta unos 60 euros que están fuera del alcance de mis posibilidades. Por ello aparece la marca de agua de la empresa, a la que agradezco que se le ocurriera poner este programa que me ha permitido realizar algo muy importante para mi (aunque al que lo vea le resultare nimio o incluso absurdo, no voy a discutir por eso, es cuestión de pareceres). También se da una casualidad en el video, pues cuando en la grabación del audio apago la linterna coincide con el silencio de la música. Esa música viene de las pruebas de video previas y que me pasaron desapercibidas, pero como lo importante es lo que expreso con mi propia voz, lo considero todo un cúmulo de coincidencias curiosas que me traerán, Dios mediante, recuerdos - espero que gratos - en el futuro. Y sobre mi mala voz, sólo queda constatar que la tengo pésima, pero no el oído (como se empeñaba en decir me un Hermano de la Salle de Zumárraga (creo que era).

Otra Nota: Por mucho que no sepa cantar (pero sí sabía, y algo queda, de tocar la guitarra), al menos a nadie molesto con ello, ni en ello me empeño en insistir (solo en privado, para ver si algún día aprendo a entonar por mi cuenta, aunque sea en la ducha); no como mi hermana, que estuvo dándome la vara hará unos tres años, para que, en razones de que no se beneficiara mi ex, testara en testamento (aquí nadie da puntada sin hilo). No sé en quién quería que yo testara si ya tengo hijos y herederos, y poco puede un muerto torcer la voluntad de los vivos desde una tumba, si estos se empeñan en torcer el derecho de los herederos vivos - como hizo mi ex con uno de mis hijos al obligarle a renunciar a sus derechos sobre herencia de abuela (todo con promesas futuras que pronto pasaron por la intención de incapacitarle poco a poco - intentando que aceptara un 33% de incapacidad a las primeras de cambio que le vino bien). El resto de la Familia ni sabe ni contesta (así sí que se sabe vivir bien).




Cuando yo tenía unos 14 ,o 15 años, 
empecé a relacionarme con el mundo femenino. 
Tuve mi primer amor, del entorno de mi barrio, (Maripili). Tenía un año más que yo y eso fue
motivo para que mis amigos de toda la vida se empeñaran en señalar esa cuestión
como esencial. Así que llegué a, con los rotring de dibujo, a intentar cambiar
un 60 por un 59, pero no colaba. Obviamente veía que el impedimento de mis
amigos era importante porque ella, marijpili, lo creía también. La relación pasó
por muchas fases, nunca llegamos a salir juntos y nunca nos dimos un beso; pero
fue un amor total que se prolongó en la mente de los dos durante varios años,
aunque tuviéramos otras relaciones… fue nuestro primer gran Amor que nació al
compás de una canción de Roberto Carlos (el
romántico Brasilero: La Distancia
) en las fiestas de mi barrio (San José) una noche de

verano. El instinto me llevó a abrazarla y su resistencia “codera y bracera” 
(que luego descubría que era muy común ),
me avergonzó la situación y me llevó a tener que expresar una “justificación”;
así que medio tartamudeando, y armándome de valor le dije: …  es que estás más buena que el
Fundador (fue la expresión que me llegó a
la mente
) y aunque no sirvió para cediera en su barrera (ella tenía 15 años) luego tuve la
satisfacción de que me lo recordara como momento importante para los dos. Sé
que se animó a superar las barreras que ponían mis amigos a nuestra relación
(pues, cuando íbamos en grupo de vez en cuando soltaba un… Anímate marido que
la noches es corta… o un… Qué prefieres cara o culo…
Todo ello no hacía otra
cosa que desconcertarme, pues para mí, las relaciones tenían que ir paso a paso (y estaba muy lejos, aún, de esa terminología) y tenía muchos sentimientos que expresar de alguna manera… (aunque entonces no tenía capacidad para
entender las cosas como ahora las entiendo - y eso que aún no las entiendo todas...
). Miraba con admiración a otras
parejas del grupo que sí se besaban y construían una relación que, por lo general duraba
poco. Yo no estaba para experimentar, sino para construir algo sólido y en eso había
un montón de obstáculos… los primeros los del entorno de amigos (que seguro que vislumbraban mis dificultades y ello les animara a rivalizar y competir).
Para muchas
personas el mundo es como es y no se puede cambiar. La gente funciona como
funciona respecto de las relaciones personales  y ello es así (y además piensan que debe de ser así y siguiendo siéndolo). Por
ello, después de esta fase de “revelación” personal que he compartido en las
redes, muchos parecen pensar que he llegado a la misma conclusión que ellos
llegaran en su momento y pensaran que no hay más salida que seguir las costumbres
y modelos de la mayor parte de la gente, en lo que se refieren a las relaciones
interpersonales; y vienen a esperar de mí una reacción similar a la que ellos
tuvieran en su día, observando la vida como una rutina interminable de
relaciones personales (y tal vez ya solo les quede mirar cómo conseguir auparse
para ganar poder, dinero o sexo … cada uno como quisiera)
, pues la vida va
tocando a su fin y con la "carrera" ya realizada (y en otros casos, sabiendo cómo realizarla) aparece una nueva meta sugerida
en la mente de cada uno de ellos (por qué
yo no puedo aspirar a más  como aquél o
aquél otro que me parecen unos pringaos o unos gilis)
.
Las relaciones íntimas
para unos es, a fin de cuentas lo mismo, pues siguen los mismos patrones; para
otros, sin embargo es diferente y no sigue los mismos patrones. Nunca se
pondrán de acuerdo, porque sus valores personales son diferentes; y si los
valores personales son diferentes, los fines también (pues ya dije que lo que importa es tanto el camino como el fin – ya que
el camino define al fin).
Por mucho que presuman de haber leído a tal y a
cuál no tienen nada, porque la información, en sus manos, no es experiencia (aunque la hagan pasar por tal) sólo es
información de la experiencia de otros
(que suelen usar para pasar por eruditos cuando en realidad no lo son: Son esos
Ilustres ignorantes que suelen cagarla a la primera de cambio si no siguen un
manual escrupulosamente
). 
Así pues, hay personas que piensan que debe de ser mi "salida", inevitablemente a su “mundo” sin darse cuenta
que los veo con más claridad  de la que me gustara, y que no pienso sumergirme en sus enredos, líos,
tejes manejes… que se basan en la relaciones íntimas y en los cotilleos (como si cada cual tuviera un papel y una misión, que convergiera en un control que se interpreta sólo a su manera de pensar y ver la vida). (Algunos grupos son como una peli de espías con
sus tramas, callejones sin salida, guiones psicológicos como los films checoslovacos…y piensan que su lenguaje solo lo comprenden ellos y que el solo
hecho de comprender su lenguaje te hace, como ellos, sujeto a sus secretos y
tramas
) No se dan cuenta de que todo lo que tocan lo convierten en algo
mediocre… sea un partido político, una asociación o un sindicato o una empresa
laboral, una idea, un proyecto… no ofrecen futuro y desconocen que hay otros
mundos, en este mismo mundo, muchos más ricos que el suyo (el suyo siempre sujeto y proclive a sensaciones fuertes sensitivas o de anhelos de poder o de dinero….) y en
todo aquél que ven ingenuo aprovechan, siempre que pueden, para enfangarlo con
rumores, tramas y apariencias que sólo se sostienen en sus mentes, pero que
representan un peligro para ese ingenuo, pues debe de tener la fortaleza de ver

que ello que dicen no es él (si no ellos) (descubrir el motivo de ello es lo más duro y difícil). 
Esa es la trampa y el laberinto.
Siempre respétense así mismos. Más vale mirar por el bien honesto de un grupo que estar 20 ó 40 años tejiendo redes para
evitar que cambie el modelo social de un grupo (creo que porque piensan que ya le cogieron el tranquillo) esperando poder prosperar con ese criterio algún día.
Al final la
cuestión siempre es la misma: Los que pugnan porque todo ya está hecho y que
nada nadie puede aportar y los que pugnan porque todo está por hacer. (Lo que es y será ya fue, no incomodarse –
Lo que debe de ser será, hay que luchar
). 

Y pudiendo ser todo cierto a la vez, lo único que nos queda es el camino; y como decía Machado: no hay camino - el dice que estelas en el mar - pero ni mar donde dejar estelas hay (aunque nosotros veamos parte de nuestra estela, para el resto - la mayoría - no existen nuestras estelas o las desprecian; y corremos el peligro de creerles), estamos en el aire, cruzando un puente invisible y nos hallamos en el medio del vacío esperando que nuestra fe nos permita alcanzar la otra orilla (y eso no es un juego de ordenador, como se empeñó en mostrar Indiana Jones, es más real de lo que pensamos). Pareciera que sólo la pureza de nuestros actos honestos, podrá permitirnos llegar, algún día, a la otra orilla.