Opinión:
La decisión del
Gobierno Socialista en España, a pesar de haber levantado inquietud – que se ha expresado en los sectores
automovilísticos tanto desde sectores sindicales, como sectores empresariales;
y que ha sido acompañado por el sector político conservador del Parlamento
– lejos de ser una adversidad, como quieren presentar esa decisión
gubernamental, es en realidad una gran oportunidad para que nuestro país se
sitúe a la cabeza de la tecnología en movilidad en el futuro inmediato. Y no me
cabe duda que desde sectores universitarios así lo ven, como una verdadera
ocasión y posibilidad de relanzar la tecnología automovilística española y
encararla hacia un futuro en el que las tecnologías del transporte sean
compatibles con el medioambiente.
Las reacciones
de los comentaristas conservadores en España han sido muy lamentables y me
recuerdan a las ideas que expresaron hacen 40 años, cuando los movimientos
ecologistas empezaron a salir a los medios de información para manifestar sus
propuestas y reivindicaciones en todos los ámbitos sociales (Vida Sana, Medio Ambiente, pacifismo, una nueva ética
empresarial y una nueva manera de relacionarse con el sistema consumista en el que
vivimos…etc.) y lo hicieron en el peor de los momentos posibles (con un Reagan y una Margaret Thatcher empeñado
en enfrentarse abiertamente a la URSS, con una Guerra Fría que amenazaba con verdadero
fuego, en medio de numerosos focos de tensión por todo el planeta; con una
política Norteamericana que aún veía en las violentas acciones de la CIA el
mejor complemento a su política anticomunista en todo el mundo…) A pesar de
todo ello superamos desde Europa casi todos los conflictos en los que nos
metieron y proseguimos con nuestra ruta hacia la creación del Mercado único (libre tránsito de Mercancías y Personas y
conseguimos constituirnos en una UE con nuestra propia moneda… también establecer políticas pacificadoras
mediante el comercio y el afianzamiento de las relaciones internacionales y el
apoyo a los países para que avanzaran por la senda de la Democracia… alejando
el peligro de soluciones drásticas y violentas, que tanto gustan a los
anglosajones escenificar – y que aumentan sus mitos nacionalistas internos - y
de paso potencian su industria armamentística
y los beneficios de sus grandes compañías por medio de la obligación de
endeudar a todos los aliados en aras de esa siempre inestable PAX americana
basada en la permanente amenaza). A pesar de todo ello Europa viene
avanzando, aun zancadilla tras zancadilla, por la senda de procurar el
bienestar a sus ciudadanos y a los que huyen de la pobreza, la miseria, la
persecución en razón de su condición humana o política; o simplemente abriendo
las puertas aquellos que desean construir un horizonte de seguridad y
libertades para sus familias (vengan de
donde vengan). Estamos construyendo un verdadero “refugio” universal que
busca proteger a todos (siendo referente
de democracia pacífica y liberal); aunque los miedos y los egoísmos que nos
ha traído esta crisis - y que parece ser
un verdadero torpedo a la línea de flotación de la UE - hayan llevado, por
medio de las mentiras y las infamias, a que personajes del UK o de Polonia o de
Italia, intenten, desde dentro de la UE, acosarla y destruirla por la izquierda
o la derecha, cuestionando lo esencial de ella e intentando llevarla, por medio
de forzar enfrentamientos, a un callejón sin salida.
La propuesta de
Pedro Sánchez era un gesto necesario (que
se debió plantear con la misma energía hace ya tiempo) que pone en evidencia la visión que en España se
tiene de su propia industria y que parece expresar: No se toque nada, exprimamos la burra y que otros vayan por delante; ya
nos sumaremos a los cambios profundos cuando otros hayan corrido los riesgos y
parezca el camino claro y seguro; entonces analizaremos nuestras posibilidades
para trazar una senda para nosotros que nos permita seguir manteniendo el
control sobre la sociedad tal y como lo concebimos para nuestro bien: Pueden
haber cambios, pero lo esencial es que siga existiendo ese control social que
nos permite evitar que los cambios tecnológicos y sus revoluciones traigan
cambios sociales que nos perjudiquen como élite. Da la impresión de que
siempre han sido igual en cuestión de empresas y de liderazgos.
Y sin embargo,
hay oportunidad de que nuestros estudiantes (ingenieros Universitarios y Técnicos medios de FP) encaren sus
estudios hacia las ramas que han de dar respuesta al reto que propone el
Gobierno. Nunca la industria avanzó si no tiene como acicate un reto a
resolver; y ahora lo tiene claro y meridiano: O se mueve o se hunde - que
por otro lado es, esa circunstancia, ley de vida para todos nosotros. Toca “mover
el culo y espabilarse”, y en ese terreno, a ciertas élites parece gustarles que
todo se lo den hecho. Toca ponerse las pilas y en ese terreno las políticas de
Marketing social tienen poco que decir, si no están respaldadas por los que son
verdaderamente inteligentes en materia tecnológica y de sistemas, y que además
deben ahora ser creativos e innovadores. Se han pasado lustros presumiendo precisamente
de eso, y para una vez que un Gobierno les pone un reto – en el cual deben demostrar en la práctica de lo que tanto presumen en
sus corrillos de magnates – van y se vienen abajo, y ponen el grito en el
cielo saliendo todos a los medios de comunicación a atemorizar a todo el mundo
con sus cifras (si no sirven para asumir
estas situaciones que son necesarias afrontar váyanse, otros se atreverán… y el
riesgo será que lo hagan mejor que Vds. Y eso es precisamente lo que parecen
temer: Que lo hagan mejor que Vds. Y
concluyamos que sus sueldos, que también pagamos los consumidores, resulten
inmerecidos y empecemos a cuestionarles también).
Si no tienen
capacidad para afrontar horizontes adversos… ¿Qué tipo de técnicos en procesos
industriales son? Pues ser ingeniero es eso precisamente: Afrontar situaciones
teniendo que usar el ingenio y los elementos que tenemos al alcance. Las verdaderas
empresas así actúan: Poniéndose objetivos y retos, pero parece que Vds cree que
eso solo son métodos para hacer competir a los de abajo reservándose para Vds el
mejor trato. Los retos medioambientales nos han llegado y al hacerles frente,
si lo hacemos bien, lideraremos los mercados internacionales (deberían estar contentos y no atemorizados)
de tener que enfrentar una oportunidad como esta y con ella la posibilidad de
mejorar, en un tiempo razonable, el medioambiente de nuestras ciudades. Su
industria producía hace 15 años más de 4.000 muertos anuales en las carreteras,
más de 800.000 heridos y algún millón que otro de partes de accidentes. Y no
sumamos las muertes por contaminación, de las que ya hay estadísticas. Más que una industria de la movilidad – con el socorrido argumento de la libertad
individual, donde sus clientes parecen tener el derecho a circular con sus
vehículos por cualquier parte en nombre del “progreso” – parece una verdadera
industria de guerra (dudo que en España
se aceptara que un conflicto nos costara estas cifras anuales en vida sin que
la gente se acabara por echar a la calle pidiendo su fin de una vez). Es
hora de cambiar el chip y afrontar que ese precio colateral no se debe sostener
y se debe superar. Aunque las cifras hayan bajado a un tercio sigue siendo una
industria con una tecnología deficiente y de incidencias colaterales muy
violentas y, además, contaminantes (con
las que Vds mantienen sus estatus y enriquecen a sus accionistas y ahora
atemorizan al Estado, a los sindicatos, a los economistas, a los
ciudadanos y, seguro que también, a los
bancos. Porque parece ser que es lo que realmente han sabido hacer en toda su
vida laboral de élite, meter miedo a todo el mundo).
Les toca
competir en desarrollo tecnológico e innovación de verdad (sin copiar, sin comprar tecnología…) y demostrar que todo lo que
hablan de IDI es algo más que propaganda con términos complejos que nadie más
que Vds conocen. Ya no vale impresionar a un alto funcionario o al político de
turno con complejos argumentos y palabrejas: Tienen, por fin, que ir al frente
de verdad y demostrar qué es lo que saben de verdad. (Ese parece ser el problema real que Vds tiene ahora).
Se
acostumbraron a tener un mercado asegurado (era
misión de los Gobiernos asegurarse de que a Vds no les faltara mercado), se
acostumbraron a tener la menor competencia posible (el Gobierno debe velar por lo que Vds aportan a nuestro PIB) pero
ahora toca competir de verdad y en ello el Gobierno poco puede hacer (espero que no les vuelvan a pedir
subvenciones para eso… aplíquenlas reorientando objetivos y salvando
obstáculos, que es lo que hacen los verdaderos ingenieros y lideres de empresa).
Presenten un plan de transición honesto, realista y posible, porque el futuro
parece llegar y llama a las puertas ahora.
Les llega el
momento de demostrar que conocen el mercado y que saben adaptarse a las
exigencias de este y a sus anhelos. Hace decenios que esta revolución
tecnológica debió empezar y acelerarse, pero parecen que sus itinerarios y rutas
trazadas (también desde hace mucho
tiempo, pues he visto sus charlas y coloquios a los que algunos he asistido)
son largos, tortuosos y proyectados a un futuro que no termina de llegar. No precisamos una Guerra para que evolucione
la tecnología a base de multitud de recursos en investigación y desarrollo que
nos llevaría a una dependencia de EEUU (otra
vez); tenemos nuestras Universidades para ello (y no para hacer política; porque hay buenos técnicos y especialistas en
ellas que tienen que salir a la luz, es su momento y oportunidad, y el Gobierno
tiene que estar en ello también y remover los obstáculos que los “veteranos” en
política universitaria puedan poner en el camino) porque suponemos que en
ella se encuentra la competencia necesaria para desarrollar y alcanzar este
reto.
La resistencia
la ponen los de siempre, los que no les gustan los retos, los que en realidad
no les gustan las innovaciones (aunque
hablen de ellas) los que quieren que las cosas siempre sigan como hasta
ahora, con ellos en la cúspide, porque las revoluciones como esta (tecnológica) transforman la sociedad y
cambian los compromisos de poder social y hacen emerger nuevas concepciones de
las sociedad transformándola profundamente (y
no parecen Vds preparados para ello, al menos su intención de trasladarnos sus miedos
así lo muestra).
Somos muchos
los que llevamos mucho tiempo esperando una situación como esta; proponiendo
ideas, proyectos, transformando nuestros entornos laborales con sistemas que
acaban siendo tumbados, o boicoteados porque no les gusta nuestro aspectos y
nuestras ideas flexibles y creativas les producen vértigo (parece que no están preparados para vivir en el futuro que nos
merecemos y se empeñan en anclarnos a un pasado caduco que no fascina a nadie).
Lo más triste
de todo es que, después de haberles dado dinero para establecerse, regalado
terrenos (en algunos casos),
facilidades o exenciones,… ahora que les pedimos que enfrenten el futuro
inmediato y sus problemas… se nos echan a temblar. Parecen pedir: Que lo hagan
otros primero; luego lo hacemos nosotros a nuestra manera y, por fin, que el
gobierno (es decir: Todos nosotros)
les aseguremos un mercado estable y una influencia en el mercado exterior … o
si no nos vamos. (La canción de siempre –
parece el club de los ineptos de toda la vida; los ineptos que con sus
influencias y dineros de otros se han allanados caminos en todos los ámbitos – quizás
también en Universidades – para acabar ocupando puestos inmerecidos).
Ese es el
mensaje que a mí me llega de Vds, después de ver los medios de comunicación
ayer.
Lamentable.
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