Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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lunes, 12 de noviembre de 2018

¿Qué más pruebas necesitamos para considerar a Trump el precursor e impulsor de una nueva etapa de nacionalismo y violencia en occidente?

       
 El País (ver artículo):: La Europa más ultra y nacionalista exhibe su fuerza en Polonia

    Opinión:
      Los movimientos nacionalistas en Europa se están orientando hacia el de odio, racismo y xenofobia. No se puede considerar una situación espontánea, pues desde EEUU, se está alentando por parte del entorno de Trump, que prosperen este tipo de nacionalismo en todo el mundo. Llegó Trump al poder esparciendo sospechas, repartiendo afirmaciones temerarias sobre cualquier cuestión del Gobierno Estadounidense (recuerdan a la estrategia inicial de Podemos en España); inició una escalada de descalificaciones gratuitas sobre los gobernantes Norteamericanos y Europeos; hizo correr noticias falsas sobre el paro en EEUU, sobre los inmigrantes (en especial sobre los hispanos), divulgó estadísticas falsas sobre el crimen en EEUU (atribuyendo la idea de que el 81 % de los asesinatos de blancos eran en manos de negros - cuando en realidad es el 18%) y atacó a la prensa cuando intentó desmentir sus afirmaciones y le pidió transparencia con sus declaraciones a Hacienda y en sus relaciones de negocios con Putin. Y alienta posiciones pseudo fascistas-nacionalistas en todo el mundo occidental.
    ¿Qué más pruebas necesitamos para considerar a Trump el precursor e impulsor de una nueva etapa de nacionalismo y violencia en occidente? 
    ¿Realmente no estamos capacitados para aceptar al diferente? ¿Realmente nos sentiremos más seguros si nos volvemos intolerantes con la diferencia? ¿O será el preámbulo y el inicio al retorno de rivalidades entre Naciones que hagan posible una situación de conflicto y nuevos escenarios de guerra? - tal vez otra vez en suelo europeo?
      Empezó a vislumbrarse este nacionalismo cuando se alentó un golpe "democrático" en Ucrania para abortar el proceso de acuerdos sostenidos entre Rusia y la UE, y desde esa frustración (con muertos visualizados en las tv de todo el mundo - en un episodio muy opaco en el que parecían estar implicados los EEUU y UK (a través de la NATO) y con el pretexto de incorporar a Ucrania al mundo libre europeo - donde sus nuevos gobernantes reclamaban una tercera guerra mundial para su causa - se mostraban así de proclives son a las  soluciones "pacíficas" de los asuntos internacionales intentando arrastrar a toda Europa a su causa por medio de la violencia ¿No les recuerdan a Trump y a sus métodos desafiantes y torticeros?)
     Quien a estas alturas piense que todo este movimiento ultraconservador - que aparece por cualquier país occidental - es una cuestión de coincidencias accidentales debería reflexionar sobre ello profundamente, pues el asesor que impulsó a Trump sigue de viaje por el mundo occidental extendiendo la idea de un retorno al nacionalismo más rancio (que tanto que recuerda a los discursos del  mismísimo Hitler antes que se organizara violentamente - con terrorismo y ataques de bandera falsa - para llegar al poder en Alemania - ya que las elecciones, al final, no le daban para gobernar - y acabó dando un golpe de mano en el que parecía la opción más sólida para su país y ello nos llevó al desastre de la II Guerra Mundial - también todos, en aquella época, pensaron que lo podían controlar, pero se equivocaron). 
      Este movimiento nacionalista internacional parece buscar, en esencia, el control del poder - no para profundizar en la democracia - que precisamente va en contra de lo que nos interesa a los ciudadanos: Mayor participación en las decisiones políticas, mejores soluciones en el entorno inmediato (barrios, pueblos, ciudades...), control de los gobiernos y sus decisiones económicas, mayor transparencia política y económica, afrontar la necesidad de desarrollar tecnología e industrias compatibles con la salud del planeta; lucha contra la contaminación y la generación de energía peligrosa o tan primitiva (a base de procesos de combustión) que ponen en peligro la salud de las personas y contaminan campos y cosechas; desarrollo de sistemas de producción agrícola que no perjudiquen latentemente la salud de los consumidores, ni las aguas subterráneas contaminando los distintos niveles freáticos y, en consecuencia, el agua de consumo de boca (el agua del grifo) en gran parte de los pueblos de España; y que las empresas y los negocios (sobre todo los grandes negocios: como la Banca, las grandes multinacionales....) sean concebidos como instrumentos cuya única finalidad sea hacer dinero sin competencia (porque concebirse como herramientas para hacer dinero no es otra cosa que especular con la tecnología, los sistemas de información telemática, con los avances científicos.... y sacrificar todo ello y a la propia sociedad por conseguir beneficios económicos para sí, para ellos); las empresas o multinacionales que así se conciben no buscan, con sus productos,  el bienestar de sus poblaciones sino, exclusivamente, ganar dinero (debe existir un equilibrio entre beneficios y producción por el cual se determina que se está generando un bienestar social y no una explotación del entorno social, del medio Natural o una especulación económica) y cuando el objetivo es competir por ver quien gana más dinero entramos en el terreno en el que el fin justifica los medios (sobornos, cláusulas abusivas,  contratos fraudulentos, influenciar a los gobiernos para que las leyes sean depredadoras con los ciudadanos...) todo ello fomenta la insolidaridad en la sociedad y da idea de que las grandes eminencias que gobiernan los Estados en su devenir (por lo general a la sombra de grandes empresas o compañías o entidades financieras) no se guían por modelos éticos-morales sino de puro y simple egoísmo particular en un entorno elitistas reservado para una minoría que es capaz de manipular al conjunto de los ciudadanos de cualquier Estado (si se lo propone) y arrinconar gobiernos democráticos para enfrentarlos a sus propios ciudadanos. 
      En este juego de intereses materialistas, la población civil y los ciudadanos pueden pasar por ser considerados "masa informe" fácilmente manipulable cuyas vidas y existencias sólo es útil en la medida en que sean previsibles, permeables y mansos en cualquier circunstancia (y si fuera preciso deben entregar sus vidas por su causa). De ahí que se esté fomentando una idea de Nacionalismo - que como todo nacionalismo, se basa en mitos falsos, situaciones históricas épicas que no resisten un análisis elemental y, sobre todo, la búsqueda de rivales y enemigos que den sentido a una idead de Nación, llamada por Dios a realizar una tarea heroica contra los enemigos - y los enemigos de este emergente Nacionalismo son presentados como los enemigos de la paz o de la ley o de los derechos de nuestras naciones y causantes de todo malestar social - y, que por lo tanto, hay que eliminar).   
      Nada nuevo bajo el Sol. El discurso de Hitler es lo que expresaTrump ahora; y es lo que decían en Ucrania aquellos que dieron un golpe de Estado llamándose demócratas para arrastrarnos a una guerra en el seno de Europa, desde la NATO contra Rusia. (Desde esta visión se entiende que el Presidente Francés le halla dicho a Trump que Europa precisa un ejército para hacerse respetar por Rusia, China e incluso por los EEUU).
       Lo que está consiguiendo esta estrategia de la élite económica occidental, que rehúye el inevitable deseo de transparencia que las democracias europeas empiezan a exigir en todos los ámbitos dela economía mundial (sobre la Banca y sus cuentas opacas que protegen a importantísimas personalidades; sobre las industrias y sus objetivos cuando no tienen en consideración el Medio Ambiente, a las condiciones salariales de sus empleados, o ningunean los derechos de los trabajadores en materias sociales o de desempleo; o sobre los impactos negativos que generan en los entornos sociales, de medioambiente o económicos cuando realizan malas prácticas, o que regatean los impuestos perjudicando el bienestar de la sociedad...), es movilizar a los ciudadanos para polarizarlos, dividirlos y enfrentarlos dentro de una vieja estrategia cuya única finalidad es perdurar en la cima del poder económico bajo sus propios criterios (del cual depende el político y la propia sociedad en sus actos de compra de servicios, bienes o productos cotidianos de cada día) sin ceder, lo más mínimo, a un verdadero proyecto social (bloquean el desarrollo de las tecnologías solares y eólicas, cuando en Europa son punteras - máximizan sus beneficios a costa de los consumidores porque han conseguido hacer ellos mismos las leyes que regulan las tarifas; se saltan las normas de libre competencia y funcionan como verdaderos monopolios que perjudican no solo a los consumidores sino a la oportunidad del auto consumo; tienen una visión de la sociedad como "oportunidad a explotar y exprimir" en exclusividad (bajo la amenaza de colapsar al país), influyen sobre ámbitos del Estado para que sean permeables a sus intereses en todos los asuntos que les importan (ámbitos legales y normativos, de trabas a la competencia, de trabas a las iniciativas ciudadanas de emancipación tecnológica o de suministro, ámbitos jurídicos, han sido despiadados con las necesidades más elementales de los ciudadanos vulnerables - y parece que lo siguen siendo a la primera oportunidad o posibilidad de interpretar la ley - y han reclamado para sí el derecho a ser rescatados, por los mismos ciudadanos con los que son, a veces, inmisericordes - cuantas veces fuera necesarias de sus malas o temerarias prácticas mercantiles o contables).
        Todo ello, por medio de la UE y su transposición de normas y garantías para con los ciudadanos, tiende a tocar a su fin; y por ello oponen la mayor resistencia posible (y en ello comulgan con la idea de fondo de Trump: España lo primero.... no... esa frase tal vez llegue más adelante y la oigamos.... la verdadera idea de fondo parece ser: Yo, Nosotros, con nuestras grandes empresas y compañías, somos España, somos la verdadera España sin la cual España sería un caos o estaría arrojada en manos de un Comunismo que va contra las libertades liberales que proclama  nuestra Democracia - con esta idea-frase alientan al propio Comunismo como rival y asocian la idea de que cualquier defensa de los derechos sociales y ciudadanos es comunismo puro y duro). Y se olvidan que el principio liberal señala que no se pude robar ideas, proyectos, esquilmar los derechos de otros, constituirse en monopolio de facto.... las democracias liberales se basan en algo que en España parece estar prohibido: La Libre competencia; que permite a las empresas rivalizar para mejorar en productos, bienes y servicios y a los ciudadanos les permite elegir según sus intereses y convicciones; que es precisamente lo que están obstaculizando (cuando los ciudadanos eligen bienes, productos y servicios premian a unas empresas sobre otras que no poseen esas cualidades que ellos buscan - y las cualidades pueden ir desde a igual producto premiar a quienes mejores servicios presta a sus trabajadores  o a quienes mejor tratan al medioambiente....etc.) Esas elecciones que hacen los consumidores y los ciudadanos obligarían a las empresas, cuando hay libre mercado, a competir en un espacio nuevo: El que es determinado por los intereses de los consumidores; y ese espacio, hoy en día, es: Medioambiente, prestaciones sociales y garantías salariales, transparencia de las empresas y de sus productos....etc. Si ello se respetara de verdad hace tiempo que las grandes corporaciones irían por el camino de la transparencia económica y de actividades, por el camino de los impactos positivos de las empresas en los entornos sociales y medioambientales hacia la evolución de un espacio de nuevo mercado; por la evolución de los productos y la tecnología hacia el verdadero respeto al entorno natural y social y, sobre todo, a que no existiera dinero negro, ni financiación ni especulación en ámbitos que perjudican a la sociedad  (financiación de empresas que explotan niños, financiación de empresas buitres, financiación de conflictos y guerras....). Todo ello es el camino que se está trazando en la UE y todo ello es percibido como una amenaza en EEUU; y en España hay quien parece quererse sumar al carro de perpetuar la opacidad, eso sí, con buenas palabras y discursos que hacen temer al diferente, al extranjero, a la diversidad, (lo antiguo, lo de antes, lo de siempre era lo mejor; y con esa idea de temor al futuro quedarse con los privilegios que están manteniendo desde hace muchos y muchos decenios).




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