Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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miércoles, 29 de enero de 2020

Ex – presarse (como sinónimo de expresión y capacidad de tolerancia)




Sólo intentar abordar este artículo me produjo, realmente, miedo (parece ser que realmente sé más de lo que yo mismo creía saber).
Tal vez mucho más que el del acostumbrado; sobre todo después de ver el ambiente del Congreso (ya hace unas semanas), que pensé superado para siempre - por ello admiro, cada vez más y más profundamente, a aquellos diputados que viéndose repentinamente asediados, incluso amenazados y señalados (en la propia sesión del Congreso) por líderes que se muestran ya, abiertamente, extremistas, hasta el punto de dar "espacio" o inducir a ese "espacio" de agresividad para canalizar frustraciones de personas y  tenerse que recuperarse servicios de guardaespaldas para diputados de a pié - que, al menos, también ya se creían desterrados. Diputados, también, de un nuevo Gobierno de coalición que han defendido la oportunidad, lo que parece una última oportunidad, de intentar resolver diplomáticamente, estos conflictos históricos que resucitan una y otra vez, amenazando con restaurar violencias nuevamente en España. 
El salto a escena de Vox, como tercer grupo de la cámara, nos ha traído, de su propia voz, el recuerdo de la violencia en maneras y formas que se produjeran en el mismo escenario Parlamentario hace 90 años e inician su puesta en escena en la investidura del candidato Socialista - por entonces, hace 90 años, existía un referente internacional de un Estado donde la revolución habría triunfado mostrándose como paraíso posible, viable y terrenal que acabaría decepcionando a la inmensa mayoría de las ciudadanías europeas al descubrirse que ese poder Comunista se aupaba sobre millones y millones de propios ciudadanos muertos por orden de sus líderes genocidas, en especial Stalin y que había recibido el respaldo - lamentablemente en un momento determinado - de las democracias anglosajonas (EEUU y UK) como también recibieron ese respaldo y esa admiración desde esas mismas democracias que entonces, y ahora, dominaban el mundo de los negocios, la especulación, la ambición, la codicia y la guerra; ensalzando los modelos de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Aquel ambiente de los años veinte y treinta (con una revolución de referencia en Rusia), y con carencias en bienestar, servicios, libertades y desarrollo económico; con lugares de España "abatidos" por la pobreza y miseria extrema (como luego mostraría Buñuel en sus películas; no sólo lugares de España sino de otras Naciones latinas) con gentes abandonadas prácticamente a su suerte en desamparo; se reclamaban oportunidades y derechos para un mínimo bienestar social teniéndose que apelar a la idea de dignidad para señalar el estado de desamparo y abandono (reclamar dignidad en las mentes de aquellos mejor afortunados veían, en aquellas circunstancias sociales, un golpe a lo más esencial de la sensibilidad humana o por el contrario, para otros, el signo de la justicia divina que a sí mismos había favorecido con riquezas y gran bienestar; la Revolución se concibió, según cada cual en su sueño ideal, como una ensoñación perfecta en la que rescatar de injusticia y penalidades a la Humanidad y, por ello, por lo expeditiva y determinante contra todos los "males" de la sociedad, se concibió perfecta, sin replica posible y consiguientemente Dictadura de los más capaces y aptos según el propio partido - como en cierta manera concebía Sócrates en su tiempo - La Dictadura, para la Izda: del Proletariado, para la Dcha. la Militar). 
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 El impacto del capitalismo en los entornos sociales se expresaba como formula con la cual se podría canalizar la codicia y la ambición humana; y pronto se verificó que - aunque se concibieran proyectos para distribuir las riquezas y posibilidades que el nuevo sistema económico/industrial/tecnológico manifestaba ya en progreso y bienestar -  pronto se verificó la explotación de otros seres humanos (incluso familias enteras). Por ello aprendimos de la Revolución Industrial Inglesa que los que vivían bien y cómodamente con sus industrias y fábricas pretendían justificar su riqueza y la desigualdad social apelando a la justicia y designios Divinos, apoyándose en la idea de un Dios cristiano (un Cristo rubio, de ojos azules y de aspecto occidental - aspecto físico muy improbable por haber nacido Jesús en el entorno del mediterráneo oriental; circunstancia puesta de relieve en los años 60 para mostrar el racismo reinante en Norteamérica y subyacente en el mundo anglosajón). 
Se pretendió legitimar las miserias en las que vivían las familias de obreros en base a designios divinos (sin sanidad, sin buena alimentación, con niños abandonados a su suerte en las calles; sin protección sanitaria; en una sociedad que justificaba su riqueza como un privilegio otorgado por el mismo Dios cristiano, concebido como dispensador  y administrador de justicia personalizada sobre personas o clases sociales) pero olvidaban, aquellos mismos, que con estos mismos argumentos defendieron sus posiciones privilegiadas (de poder económico y bienestar) los Estamentos que venían de la Edad Media alegando las mismas tesis divinas para no compartir el poder con la emergente burguesía; esa misma burguesía se sublevó un siglo antes (en la Revolución Francesa) contra  Monarquía, Nobleza y Clero en París; entonces pidieron ayuda al Pueblo llano bajo promesas de un mundo mejor para todos que luego - algún siglo más tarde, cuando los frutos del desarrollo industrial, el conocimiento y la tecnología generaron riqueza creando familias poderosas y poderosos Estados - negaron a los Ciudadanos con los mismos argumentos que reyes, nobles e iglesia usaron para defenderse de la Revolución Francesa. (al constatarse que el liberalismo que nacía, defendía la libertad de pensamiento, la libertad de credo, la libertad de iniciativa, la libertad de empresa, el compartir el conocimiento científico y extenderlo como parte de una verdad que parece evidente - ahí nace la Idea y el concepto de Libertad y Libertades individuales como trayecto a la Libertad y a la sociedades Libres.  Idéntico camino hacia la libertad de pensamiento que señalaba Descartes para iniciar las bases del pensamiento científico, teniendo que exiliarse a los Países Bajos por consejos de los Jesuitas para proteger su proyecto filosófico escrutador del entorno de lo sensible y constatable por cualquier ser humano, y también proteger su vida de un Catolicismo que amenazaba con cárcel y tortura en la Francia de entonces a cualquiera que se adentrara fuera de los límites constatados como Única Verdad Revelada, aunque Descartes no excluyera la espiritualidad, por el contrario la sostenía y ejercitaba); desde allí, desde la Revolución Industrial inglesa, nos llegó la idea de que el smok (combinación de humos producidos por el combustible universal, el carbón, y la niebla) afectaba gravemente la salud en los londinenses y se concebía como un precio a pagar por el progreso, en especial por los trabajadores y los habitantes de las ciudades (argumento viejo que se rescata para cualquier ocasión de oportunidad de riqueza o poder, caiga quien caiga) - de ahí que, en nuestra propia ciudad desde la que escribo, se crearan sanatorios en lugares alejados de las urbes para restablecer la salud entre bosques de pinares o ambientes de montaña; de ahí los primeros proyectos de establecer grandes parques, a modo de pulmones, en las ciudades que empezaban a industrializarse; de ahí proyectos de generar densos cinturones de bosques al rededor de las urbes para absorber la contaminación y mejorar y sanear el microclima urbano (todo ello proyectos paralizados y no adaptados a las nuevas emergencias, después de un primer impulso y en medio de un evidente problema climático).


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De la Revolución Industrial Inglesa aprendimos que las clases obreras (los proletarios) sólo podrían salir de su miseria por medio de la instrucción académica que les permitiera adquirir conocimientos mínimos:  saber leer y escribir, matemáticas y  para no ser engañados una y otra vez en su ingenuidad de no concebir qué provecho o utilidad tiene para una sociedad mentirse y engañarse cuando, por el contrario, compartir los conocimientos y ser solidarios unos con otros, en la lógica de los pobres, da lugar a una sociedad solidaria, más justa y con oportunidades para todos en razón de sus capacidades personales en favor del grupo), la geografía física y política (para entender que la sociedad se extiende más allá de las fronteras del propio pueblo y del pueblo del vecino; y que existe un mundo complejo lleno de Naciones y diferentes lenguas y culturas y maneras de entender la existencia del ser humano)  para adquirir conocimientos en una profesión (que les permitiera acceder a puestos de trabajo donde ganarse la vida y crearse una familia si se deseaba).


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 La torpeza de concebir que un Dios excluyente y protector de los mejor situados socialmente y motivo justo de la pobreza de los más desafortunados pudo abrir las puertas, definitivamente, a una visión casi exclusivamente materialista de la sociedad (pareciera evidente que el acceso a los bienes materiales, la comodidad que estos proporcionan como medio para el bienestar, era y es el motivo de las disputas) y desde esta visión más útil, medible y cuantificable, ya en un entorno donde las sociedades giran entorno al Conocimiento (medible, cuantificable y evaluable) poder construir evidencias y razones con los que poner en entredicho e ignorar un argumento religioso excluyente y, con ello, la fuerza de la idea religiosa (como argumento elitista) cede en su influencia sobre las sociedades (la idea del ateísmo, o la neutralidad religiosa como forma de liberar al ser humano, ahora guiado por la Ciencia y el método científico como verdad más palpable y argumentable aparece como instrumento más eficaz para guiar el trayecto vital que la intangible fe religiosa. Nietsche, desde la profunda conmoción por la muerte de su padre, desarrolló una visión que reforzó esta idea que se alejaba de la religión y de la existencia de un Dios como se concebía en el momento y que prosperó entre su propio entorno social, de naturaleza burguesa, cambiando la percepción de la sociedad con posterioridad).


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Resulta sorprendente, que como socialdemócratas, y habiéndonos situado en el proyecto de hacer transitar a la sociedad, primero para sacarlas de la miseria por medio del acceso a la cultura, sin la cual se hacía inviable una formación que permitiera el acceso a la integración social (tal y como se concibe hoy las sociedades), y la salida de la marginación y miseria; esa división en clases sociales, dificultando el acceso al conocimiento (incluso oponiéndose a ese acceso de manera vehemente)  no aportaba nada positivo al bienestar social. 
Todos, en España y en occidente, venimos desde ese trayecto histórico que cada país y nación ha ido gestionando hasta nuestros días determinando sus valores y su conciencia de sociedad. 
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Se adivina la idea de que a base de leer los diarios de sesiones de la Cámara, se entendiera que algún grupo ha ido rescatando reproches de hace casi cien años, con la intención de que no se volvieran a repetir; pero por el contrario algún otro grupo parece que les ha servido de pretexto histórico desde el cuál apoyarse y alzarse para resucitar una crispación y contribuir a la misma con un lenguaje pre-bélico - de esos que suelen ser premonitorios a los toques de corneta que parecen pretender ponen fin a cualquier posibilidad de debate honesto y sincero con el que sean capaces de mostrar, con argumentos solventes y bien fundados, aquello, todo aquello, que se sostiene en redes sin más razonamiento que fomentar el prejuicio social, o el buscar infundir temores a base de resucitar el más trágico pasado con el cual intimidar a la población sobre el futuro, sobre cualquier futuro que no sea nostalgia autoritaria y patrimonialización de la Nación).


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Salvo cuando empecé el blog, con artículos que eran recopilaciones de ideas a las que rondaba, e intentaba dar forma de relatos o pequeña literatura de sentimiento poético o fantasioso que llamara la atención por su originalidad, que no sabría si serían entendidos, y buscaba, de alguna manera, la opinión de alguien cercano; y como suele ocurrir, el cercano tiene su propio mundo; pero a veces, inesperadamente, alguien dice y te anima, y si es una persona que ha dedicado largo tiempo a la exploración de la literatura sientes, que aunque para muchos lo que escribes no significara nada o casi nada, siempre puede haber alguien al que sí le parezca interesante de leer. Y ello sorprende sobre manera.
Desde que tuve que emplear el blog como vehículo para expresar mis reflexiones y con ello ordenar pensamientos, el miedo fue aumentado de manera exponencial (unas veces por incertidumbre y otras por real temor a mis propias reflexiones; como, salvando las distancias, le pasara al Descartes que describía el entorno de lo visible y tangible y que era obvio para la mayoría de sus congéneres, excepto para los propios Universitarios que se hallaban atados y amordazados, y consecuentemente temerosos de realizar cualquier afirmación o teoría que les llevara a la excomunión, la tortura, la cárcel o la muerte, por procedimientos de concordancia y verificación con la Fe Católica, que eran los custodios del saber universitario); teniendo que buscar referencias, (de manera probablemente poco ortodoxa como a él mismo le pasara, según narran sus biógrafos) que valoraran si, además de convertirse el blog en un lugar, en cierta manera, terapéutico, aquello serviría de algo a alguien que lo leyera en larga distancia. Me aseguraron que sí, que serviría a mucha gente (y más de lo que yo mismo creyera) y, aunque hubiera detractores, que siguiera escribiendo. Ello daba ánimos, pero el miedo prevalecía y prevalece (más ahora, que se compromete aún más la vida de inocentes o ingenuosdentro de un Estado que se considera Democrático a manos de entornos rígidos, ciegos o inconscientes de lo que es defender e intentar proteger el itinerario de las personas, a la que se le imponen otras convicciones o soluciones ajenas a su sensibilidad); y a veces era miedo súbito si alguien me insinuaba: "Algo de lo escrito ha molestado y mucho"; y corría a repasar el artículo para ver qué era lo que pudiera haber molestado, y empezaba a pensar que no lo podía mutilar por aquí o por allá, y salvo excepciones “justificables” en razón de proteger personas; empecé a dejar algunos artículos casi ya redactados, en una especie de nevera, para releerlos posteriormente y siempre suavizarlos. Sí, suavizarlos; porque a la medida en que “escribía”, en la medida en que se iban expresando una idea detrás de otra, o el desarrollo de un tema chocante a raíz de un artículo de prensa, me llegaban recuerdos vividos en primera persona que ampliaban la sorpresa del artículo periodístico del profesional de turno que me había motivado a reflexión particular y consiguiente llevado a escribir o narrar; y dado que las propias vidas que se viven acumulan vivencias y experiencias, e incluso frases que alguien te dice (y que a veces no les pone cara y otras sí), se vienen a concordar con lo vivido hace años, muchos años, cuando entonces no reparé en lo, al menos, aparentemente contradictorio de que hechos concretos, por mi vividos, en un contexto social y político determinado, que pasaban a la historia como inmutable versión rígida e intocable e interpretables sólo desde la versión prudente del propio poder. Desde ahí, la amplitud de la visión (al menos del ambiente político) del pasado, tomaba una dimensión bien distinta y para nada ortodoxa con lo que se viene a convenir desde las perspectivas que hoy tenemos y sostenemos del pasado remoto y cómo se comportaría realmente la sociedad (al menos para mí, con casi sesenta años – me parece mentira tener esa edad, probablemente porque las circunstancias me han hecho nunca tener un verdadero espacio de confort donde asentar ideas como ciertas y permanentes, y tener que estar revisando, constantemente algunas de mis convicciones personales – hacia mí y hacia fuera de mí, en mi entorno - ) salvo una que siempre está presente: Las personas somos personas; pero que aunque sea una obviedad acaba siendo un principio o axioma que suele subordinarse a otras circunstancias sociales y/o políticas, donde se hacen, a veces, simplificaciones prácticas que pueden acabar por orillar a las personas si se las concibe desde un prejuicio cualquiera y, desde luego, si carecen de un entorno que muestre un lado positivo de cualquier actividad humana intencionada, como medicina mucho más eficaz que protocolos inhumanos, y por el contrario se refuerce la idea de “exclusión (cuando el "problema particular" de entender el mundo que nos rodea se instrumentaliza como objeto de “interés” que se puede transpolar a lo económico o lo político); y si se opta en esta vida por actuar transversalmente para aumentar las posibilidades de “emerger” y situarse en razón de las capacidades y los objetivos demostrados del trabajo bien hecho....resulta inútil, porque hasta hay otro prejuicio para que se use en situaciones como esa: ¡¡¡¡Cuidado!!!! La locura y la inteligencia muchas veces van de la mano, porque en realidad es maldad de listo; la inteligencia y las capacidades siempre implicaron desorden y cierto aparente caos que suele molestar a los que les cuesta entender los dones o capacidades que el Cielo otorga a los niños y que suelen ser cercenados en entornos familiares muy estructurados o autoritarios, dando lugar a tragedias, de las que siempre se tiene la precaución de adjudicar al que realmente las sufre. El argumento cuela hasta la médula cuando viene de donde viene o es instrumentalizado, porque así resulta más eficaz el mensaje, al que se van sumando y adhiriéndose (a veces desde la picardía de acercarse a uno a sólo y a fin de poder decir: Sí, sí, a mi me dijo esto o lo otro, o le vi haciendo esto o lo otro; y desde la perspectiva así adquirida y expresada en el entorno social parece que el objetivo era simplemente ése, propio de personajes monótonosque les encanta dejar su huella para reforzar su adhesión a postulados suficientemente transversales como para que sus espacios de confort personales siempre tengan el sostén de un entorno u otro que, por proceder así, los considerasen útiles y siempre en “sintonía”).


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  Así que cuando redactaba la NBBC y tuve que “preguntar” si estaba estructurando correctamente la idea de repartir “papeles” entre organizaciones políticas y sindicales, y me "dijo": Es que así debe de ser; me quedé maravillado; porque siempre que visualicé una idea de cooperación transversal del Estado para resolver situaciones y problemas de envergadura, me encontré con una expresión de desaprobación por irrealidad del entorno inmediato familiar (o por el contrario de desconfianza de otros entornos más politizados, que parecían, ahora casi así me lo parece, tener a sus bases en ignorancia o sencillez sobre ese tipo de posibles “colaboraciones y cooperaciones” de alto nivel, tal vez para hacerlas “invisibles”).  Tal vez por ello hoy en día no se conciba un movimiento asociativo bajo la idea de un proyecto social de gran alcance, que traslade valores al entorno de manera seria y estudiada para conseguir ese efecto (aún así la ventaja es que de alguna manera la sencillez también hace su papel). Ahora no sé si hablo de un futuro idealizado o real, que se perdiera o subsistiera en algún lugar, pero desde luego bastaría recordar cómo proyectos como el de los Harlem Globetrotters (del baloncesto) o el de “Viva la Gente”, todos ellos, al final, buscando derribar prejuicios y buscando un camino para hacer visible que la paz es posible. Así lo interpretamos todos en algún momento, (y sin embargo siempre hay que preguntarse: menos…..quién? ¿Quién ve en el camino que conduce a la paz y bienestar de todos, bienestar de verdad, una amenaza?).


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Recuerdo ver en la TV esas imágenes del entierro del Presidente Norteamericano JFK sin entender muy bien más allá del silencio que solía acompañar la visualización de los telediarios en la casa familiar. Y sobre Robert Kennedy, apenas recuerdo que algún comentario de mi padre, leyendo el “Diario Pueblo” – que era el que solía comprar y por ello lo supongo tal medio – me acerqué a mirar lo que estaba leyendo: A doble página la figura, o creo que fotografía explícita o sombreada tal vez, del cuerpo de Robert, con el detalle de los impacto de los balazos recibidos. 
Habría que pensar una hipótesis sobre ese artículo de ABC, y que tal vez puede que no guste, porque suele ocurrir cuando me aparto de las “versiones” oficiales que son las que permiten, a mi juicio y lamentablemente, mantener rivalidades para hacerlas aflorar cuando convienen e incitar, nuevamente a la violencia de una u otra manera, como se vio recientemente en el Congreso (con violencia verbal). La dictadura tuvo que aceptar en su seno a una media España “rebelde” derrotada, sin estructuras y sin canales de organizaciones políticas plurales, pero que se ex-presaba (y por tanto se revelaba, a su manera), siempre que tuviera opción, ante aquellos que pretendían haber configurado una sociedad perfecta por medio de la violencia de una guerra, mostrando con obviedad que éramos presos de los EEUU, y que la pretendida “España Libre”  era rehén de una de las potencias que, a cambio de enseñarnos cómo debe instalarse el capitalismo en España, de cómo crear esas estructuras de desarrollo económico, y de ser aceptados en el concierto internacional – salvo la CEE – deberíamos formar parte de las “dianas” que debieran asolar Europa en caso de Guerra Total.
Desde esa coincidencia y convencimiento de ser rehenes con el resto de Europa, nació la necesidad de analizar los “movimientos” de la estrategia Norteamericana cuando pretendía generar un conflicto cualquiera. Los medios periodísticos europeos se atrevían a publicar las posición geográfica de la flota americana  asignada a un determinado espacio geográfico de la la parte de la Tierra que vigilaba, cuando se vislumbraba la ejecución de un conflicto, para verificar si ello solo era un rumor o tenía verdadera consistencia y, consecuentemente, poner de manifiesto la evidencia de dobleces y negaciones que formaban parte del discurso político de esa Nación, descrita por ABC y por el régimen, como joven, tal vez en el sentido de inexperta, por lo que induce a pensar que el argumento oficial es que debiera aprender de nosotros (o que nosotros nos brindábamos a enseñarles o colaborar).


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Los tutores de las democracias occidentales europeas eran (y son) los peligrosos aliados que siempre saben cómo hacer permeables e inevitables sus deseos al resto de la opinión pública internacional. Así que el espanto que nos produce Trump parece venir de haber caído en la ingenua idea de que la historia camina siempre hacia adelante (como parece que se nos enseña en las escuela, cuando se tiene como referencia a la Ciencia como matriz de la fe que nos dirige hacia un futuro siempre mejor), cuando en realidad parece funcionar en base a una referencia economica que funciona por ciclos (porque de otra manera los EEUU y Reino Unido – o Inglaterra, perderían su capacidad de liderar el mundo que concebimos como cultura occidental; dominada por el hombre blanco, liberal, de conciencia religiosa protestante, donde Dios no es de todos sino particularmente de unos pocos privilegiados, designados a dirigir los destinos del mundo a su voluntad).  De ahí que concibamos que los derechos y valores democráticos vuelvan a estar en peligro porque, sencillamente, lo que realmente vislumbramos, es la vuelta a las andadas de los EEUU por medio de un proyecto populista con el cual se es capaz de pasar por encima de todos los conocimientos que hemos adquirido y que nos muestran que no hay una cultura superior, sino que la cultura de la especie humana es suma de culturas diversas que aportan perspectivas que enriquecen la visión del Universo en el que nos hallamos y, consecuentemente, de la propia existencia Humana. Trump representa al materialismo más duro y puro que nos remite a los años 50 americanos, como sueño dorado, que se resistía con violencia a una visión pacífica y con derechos civiles para todos; y con un papel de liderazgo Norteamericano, que debiera portar un mensaje moral para la Humanidad como lo fue cuando era liderado por los Kennedy – pese a las graves zancadillas que el estado profundo de Norteamérica les puso para forzarles a la guerra o el deber de gestionar escenarios muy peligrosos y temerarios (los Jefes quieren Guerra – que parece el pensamiento básico de la película 13 días, y cuando los Jefes quieren Guerra saben cómo organizarla) aprovechando las desconfianzas generadas durante la guerra fría entre las dos potencias.
La evidencia de que EEUU quería una guerra nuclear limitada a Europa hizo mover ficha a la Iglesia Católica, haciendo posible un Concilio Vaticano II que dejó de facto fuera de juego las visiones elitistas del Dios de las élites protestantes anglosajonas, y de rebote, también, a una visión similar de una parte de la Iglesia en España que vinculaba su espíritu con la visión anticomunista y que sería depositaria del desarrollo del sistema económico de un capitalismo-social desde el Estado por medio de ministros llamados tecnocráticos. También dejó huérfano de futuro al propio régimen (cuando la CEE tiene una condición implícita para pertenecer su comunidad que es ser miembro de la OTAN y, consiguientemente, la obligación de ser un Estado democrático con pluralidad política; y nos les vale la idea de Democracia orgánica aquí sostenida). Por entonces el Festival de Eurovisión se convirtió en el lugar donde intercambiar, cada país, mensajes "clave" para alcanzar una autonomía política de la visión Norteamericana que afectaba a toda Europa (por entonces, el régimen de Franco sentia un apoyo implícito y constatable en la propia economia. Pero cuando Pablo VI prosiguió la tarea de la visión pacífica y rechazar la violencia política de Estado, cuando esta llegaba a la idea de la pena de muerte, ya plenamente contraria a la visión Católica del momento, se vio el final de la Dictadura como posible (los planes concebidos para España por los anglosajones, décadas atrás, no se habían modificado, la dictadura tendría principio y final, aunque el régimen se hubiera hecho la ilusión de prevalecer. Sigue siendo un enigma, al menos para mí, el criterio por el cual se gestiona, desde los poderosos países, la Humanidad o cual es la finalidad del sufrimiento que generan) 


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Se puede rescatar de wikipedia el artículo de José María Ansó sobre el asesinato de Robert cuando se argumenta la honestidad de ese político sobre la cita explícita de Thomas Jefferson“He jurado sobre el altar de Dios eterna hostilidad contra toda forma de tiranía impuesta a la suerte del hombre”» y la expresión literal con que hace ABC referencia a las “ideas culpables" que harían posible el asesinato de los dos hermanos: ¿Qué oscuras fuerzas de la Raza y el Dinero…..? (obviamente hablando del racismo en Norteamérica y la ambición materialista); También ABC, en el mismo artículo se quejaba sobre una juventud Norteamericana iniciada en imágenes de películas de guerra y que creen estar jugando o imitando a héroes de películas cuando disparan una ametralladora desde un helicóptero en Vietnam. Parece que las admoniciones de Lao Tse se cumplen “Cuanto más injusticia más humano se vuelve el pueblo”; pues toda Europa, al menos las personas conscientes del entorno político real internacional, era consciente que la posibilidad de no ver un nuevo día era una realidad constante y diaria, al menos en las ciudades que albergaban Bases Norteamericanas; ello se volvía como un mensaje doble a la sociedad en España, pues el régimen garantizaba la mejor paz posible y señalaba que cualquier intento de hacer viable un trayecto a una paz diferente a la concebida por entonces en EEUU estaba destinada al fracaso, como lo señalaba los asesinatos de los miembros de la familia Kennedy; suficiente intimidación y conmoción para la media España vencida. Es como si mandaran un mensaje bien duro al pensamiento de izquierda de obreros (que pudieran haber tenido la esperanza de que los Kennedy templaran más aún las condiciones de la dictadura para que se abriera la mano a una mayor tolerancia política) “ni aun siendo políticos Católicos en EEUU se les tolera sus visiones de pacificación con los comunistas ni antirracistas; así es el guardián del Mundo occidental; de alguna manera tenéis suerte por aquí”.  Y además se ponen como ejemplo de Estado para los EEUU al llamarla joven Nación.


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 (¿Alguien piensa que ello es diferente en la gestión de las emociones y mitos de los jóvenes en la actualidad? La mitad de las películas que ponen en las tv giran sobre el uso de la violencia para resolver problemas, ya sean películas de vaqueros, de hazañas bélicas, de espías, operaciones secretas, o mitos salvadores de todo tipo que viene a hacer justicia…. Todas ellas norteamericanas y en horario de protección – y ya no se admira de ello nadie del ABC ni del mundo conservador, que las siguen incluyendo en sus programaciones de tarde para todos públicos).   El análisis político de Miguel Torres en la misma página (publicado el 7 de junio de 1968); resulta interesante, otra vez, al suponérsele el éxito de Robert, en plena campaña, al iniciar una clara voluntad contra la guerra de Vietnam, haciendo decaer al Presidente en ejercicio, Johnson, en su apoyo a la  guerra de Vietnam y renunciar este a la reelección. Toda una visión del ABC alineada con un presentir internacional que temía un final, como temía Jaqueline (aún bajo los efectos de golpe traumático), la esposa de JFK, similar al de JFK para Robert, como finalmente sucedió.  (las sospechas de complot fueron confirmadas años más tarde por los propios EEUU), por aquí ya se "vieron" desde un primer momento, nadie en España se engañó, como tampoco en Europa o el resto del Mundo (la descripción del homicida y sus motivos, un joven inexperto y radicalizado, que aún hoy en día sigue en la cárcel - si no ha muerto recientemente - fue el "bálsamo" de esa "mentira" que los ingenuos están dispuestos a creer para mantener la fe en el presente y en el futuro de un posible mundo mejor. 
La visión de cómo el féretro de Robert, cruzaba el país con multitudes de personas en el trayecto, viendo como sus esperanzas eran nuevamente defraudadas (JKF, el Reverendo Luter King y ahora Robert) por una especie de “maldición” que los trabajadores y el pueblo en general (ese pueblo que al final tiene que permitir que sus hijos vayan a las guerras y luego aprenderse un discurso o gesto de padres orgullosos ante los féretros, pues qué otra alternativa les queda?. Entre tres y seis millones de muertos causó EEUU en su idea de feroz anticomunismo en Vietnam, con el que después entabló relaciones diplomáticas como si nada; aunque Nixon prometiera no prolongar la guerra) pueblo que no terminaban de creerse como “accidente” político imprevisible, como se presentaban  en los medios formales estadounidenses; y que las investigaciones posteriores fueron a darles la razón de ser una estrategia “oscura” como ya señalaba ABC en este artículo publicado al día siguiente de la muerte del líder católico, para casi "acorralar" más a una sociedad española que ya descreía, como la europea, de “accidentes” políticos fortuitos.
 Nada ocurre por casualidad, sino que siempre hay quien pone los medios para que ocurran las tragedias a quienes son incómodos al Estado profundo (y oscuro) por una u otra razón (y también hay quien aprende de ese proceder en medios muchos más civiles: Como aquella señora que sospechaba, cuando veía en las frías tardes de invierno como un personaje pasaba el día en la galería abierta, como quien estorba a la familia: Quieren cargárselo, se decía así misma).


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Así que podemos concebir que Europa se movía en un entorno de evidente “miedo social” para los que miraban con “luz de la experiencia vivida” la repetición de argumentos previos y con ellos de acontecimientos políticos impactantes del momento. Mientras que la juventud, intentaba liberarse del corsé (del miedo) de los adultos, rompiendo todos los esquemas que se imponían como sociedad perfecta desde EEUU y en los propios EEUU. Los sesenta fueron los años de una juventud que reclamaba su propia interpretación de la vida (y por ello muchos jóvenes, chicos y chicas, sufrieron esos años y en la década posterior, violencia extrema en sus hogares familiares por miedo al señalamiento que sus actitudes provocarían en el entorno social tradicional; y en EEUU algunos estudiantes muertos por la Guardia Nacional en manifestaciones pacifistas contra la Guerra en Vietnam, cuando no en la propia guerra de Vietnam).


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La Violencia y sus consecuencias son las tragedias que acompañan al Ser Humano. Nefastas para el desarrollo saludable de las personas y las sociedades, porque sus secuelas perduran generación tras generación y, en ocasiones, vuelven a usarse como instrumento rectificador del rumbo de las sociedades (o de las personas), como vimos con frecuencia (y podemos volver a visionar), gracias a los avances de los sistemas gráficos y de comunicación de siglos pasados que se pueden recuperar (incluso vídeos mejorados y a color, con lo que ello comporta de poder concebirse como una realidad no solo lejana sino recuperable). Y también se usó (y creo que se usa, tengo esa certeza) como sistema de prevención ante personas que pueden modificar un “trayecto” previsto como adecuado en cualquier esfera o ambiente social, por muy reducido que sea. En estos casos, mirando la retrospectiva que se recupera en internet, se suele argumentar, en un primer momento, una situación “imprevista” pero “razonable” cuando se presenta como casualidad o coincidencia de circunstancias por la autoridades que investigan la “literalidad” del primer momento y que suele ser tomada como cierta durante mucho tiempo; o cuando se presenta como un devenir de fatalidades circunstanciales que desembocan en lo “previsible” a todas luces. Ejemplo del primer caso, así lo muestran los últimos documentales de tv que invitan a realizar nuevamente esa reflexión, ocurrió con los hermanos Kennedy. Los documentales sucesivos que se pudieron visionar, recientemente, en la TV generan gran impresión y afectan a cualquier sensibilidad humana que no esté afectada por una visión radical (o de espacio de confort) en la sociedad que pretenda justificar en múltiples razones, desde la frialdad, aquella tragedia familiar sin meditar a fondo sobre ellas, como si ya nos hubiéramos alejado de escenarios similares. 


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Hoy tampoco nos hemos despejado de esas actitudes completamente, a causa de la interpretación o modulación de lo que se establece como conveniente para todos como sociedad (parece una paradoja, porque sigue dependiendo el ejercicio de algunas libertades personales – de conciencia - de la tolerancia que exista dentro de un sistema concebido como democrático).

Hay personas y personas; sí. En un entorno de separación matrimonial, presidido por el engaño (que se sintió como traición por la persona afectada) se puede recibir una llamada sobre las dos de la mañana, en la que se muestra una persona abatida y sin salida por ese motivo. Tal vez se tengan graves desavenencias o desacuerdos con ella, porque siendo un adulto plenamente maduro y habiendo ya pasado el meridiano de la vida, no le importó usar, a quien ahora llamaba pidiendo auxilio, como chivo expiatorio de sus desgracias (para no mirarse así mismo); y aun así se puede salir pitando de casa, aunque haya que levantarse a las 7 de la mañana, para atender a la persona y hablar con ella, o dejar que ella se exprese, casi un par de horas, consiguiendo su tranquilidad. Y puede que te vuelva a llamar un par de días más tarde, esta vez aún más de madrugada, y se salga nuevamente, porque por teléfono no se le puede contener la angustia; y volver a casa en la esperanza de que su situación de soledad y sin aparente salida sea dulcificada sin reproche alguno y confiando que ello le sirva de referencia para reconstruirse.

Se llama empatía, y no impone, sino que contempla como transversal una situación y condición humana que a todos nos puede llegar en un momento dado y de manera inesperada. Como cuando aquella Jefa era molestada en su cargo público – por desalmados que siguieran instrucciones para molestar a gente señalada como incómoda por poderosos – y acudiera rauda para apoyar pero verificar “farsa” y “burla” de los mismos que la hicieron llegar con urgencia y que con prudencia se condujo – probablemente porque se conocía el percal de conspiradores y rufianes dispuestos a complacer a algún poder de esos oscuros pero ya de acción limitada a una ciudad concreta.

Es la condición humana; por eso hay persona y personas. En todos sitios y lugares. Porque mientras unos empatizan, otros piensan en sus propios objetivos sin reparar en víctimas porque el primer objetivo, ante una dificultad, para estas otras personas no es poner a disposición el conocimiento para buscar soluciones que respeten los derechos inherentes a una persona para apoyarla a encontrar su salida; sino que determinan un “culpable” evidente y desde ahí aparecen como magnánimos sabelotodos con soluciones expeditivas que para ellos nunca querrían pero que imponen con soltura a los demás si viene al caso (incluso “ensayan” acciones sobre otras personas para verificar que su estrategia, y su oratoria para segar libertades, funciona a la perfección ante cualquier profesional vinculado a la Administración del Estado).

Por eso hay personas como los hermanos Kennedy, que tienen principios y que pagan el precio por tenerlos; y personas, como Nixon, que prolongan una guerra sin futuro, por solo pura frustración (entre tres y seis millones de muertos) pero que detrás de la misma siempre existe un interés económico disfrazado de pretendidos valores morales.

Es improbable que este tipo de segundas personas contemplaran atender una llamada por una preocupación que no le reportara la perspectiva o el mantenimiento de un beneficio personal concreto y tangible (atenderla sería una molestia inexcusable sobre los ritmos circadianos). En ese caso contrario, previendo “rentabilidad” y de concebirse previamente la posibilidad de que llegara el caso en la manera y forma concebida como beneficiosa, la escenificación moral sería de indudable generosidad (todo se ha de rentabilizar ante la sociedad ávida de tragedias con las que solidarizarse; por si acaso hay dudas).


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Si una persona pide un lugar tranquilo, donde le dejen de agobiar, uno no se puede evadir (sobre todo cuando las opciones que el mismo visionó como posibles, son cercenadas con argumentos por unos y otros, sin más alternativa que la coacción implícita de seguir el camino que ellos consideran oportuno para él (pero sin pensar en él) como en el pasado se hacía por las bravas. Siempre tuvo derecho a llegar a sus propias conclusiones (aunque todos cometamos errores en el camino por falta de experiencia y sobre todo por estar ante un Estado que facilita soluciones sencillas y expeditivas, y que no se responsabiliza nunca del resultado de las mismas).


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Habría que recordar,, cuando se entra en una fase de pulso evidente por parte de la Administración (ya en un pasado lejano) se pide un derecho y poder reflexionar, se niega el permiso y se actúa con diligencia para abortar toda posibilidad de respuesta del afectado; se actúa de facto y con inmediatez, no vaya a ser que el problema, conducido hasta el lugar deseado donde la contradicción envuelve y confunde todo derecho individual, quedando la Administración como única sabedora de cómo gestionar situaciones de contradicción y locura administrativa, decide el futuro de la persona de facto (algo que ha intentado la Administración catalana sobre el propio Estado; y no siendo particular ingenuo ante la capacidad de la Administración en gestionar sus propios asuntos, nos vemos ahora en este magnífico conflicto que nos evoca tragedias pasadas y alarma a la gente común y corriente; que nunca creemos que se debe de llegar a situaciones como esta, o que acabamos por renunciar ante la potencia de una Administración/Estado enrocado en sí misma). En ello nos vemos a otros niveles más cotidianos cuando entran en juego intereses particulares que pasan por generar desgracias en inocentes; basta para ello tener sangre fría y dejarse dirigir por una buena profesional del ramo legal. Si no hay escrúpulos, la situación se verá airosa - aunque sea trágica - y hasta le darán la razón a la trama (porque por mucho que se repitan las tramas en todo, al ser los protagonistas distintos, siempre se podrá aducir casualidade incluso infortunio.


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Por eso  nace, tarde o temprano, la necesidad de ex-presar, ex-presarse o literalmente escribir una novela cambiando ciudad, país, continente e incluso galaxia....porque la condición humana parece ser el signo inequívoco de que la Humanidad apenas ha avanzado en lo esencial: En ser Personas, siempre personas (personas de verdad y no una pantomima de personas, como Nixon) .

martes, 21 de enero de 2020

El Reino Republicano: Liberales, Excalibur, el Toison de Oro.

Leer artículo de Horacio me ha resultado revelador. 

El impulso de resistencia de la derecha española a la creación del nuevo gobierno - ya configurado con apoyo directo implicación de Unidas Podemos - nos ha hecho dudar, a mí también, me confieso, de ese nuevo escenario que aparece en España como una segunda Transición  - ahora ya inevitable porque C's en su momento no quiso o tuvo miedo de perder expectativas o simplemente fue presionado su entonces líder, de manera determinada o total y definitivamente, generando la configuración que ahora se da en la historia de España. Si en algún momento lo quisieron evitar, y tuvieron el vértigo que todo estuvimos a causa del populismo de Pablo Iglesias y sus propuestas y opiniones extremas, dejaron pasar el momento adecuado y conveniente - que también señalaban como tal conveniencia desde el mundo anglosajón - cuando opinaban sobre lo mejor para España. Y por ello desde el entorno del pensamiento de centroizquierda (incluidos los Liberales, que señala el artículo de El País, socialdemócratas y socialistas) se ha producido una especie de temor previo de vértigo, igual que si de una segunda Transición se tratara, en la cual los grupos independentistas (Juntos por Cataluña, Bildu y excluyo a Esquerra Republicana de Catalunya porque inicia ya una vía posibilista y ya no unilateral) parecen en toda su extensión identitaria. Cabría recordar que por errores cometidos por el PP de Rajoy previamente, cuando su deseo de generar ese  mismo vértigo que ahora hemos estado sintiendo y presintiendo, con el único objetivo de desalojar al entonces Gobierno de Zapatero, provocando una ruptura en la vinculación de los catalanes con su propio Estatut, aunque lo impugnado en él estuviera ya recogido en otras comunidades autónomas sin generar ningún tipo de problema en la integridad o cuestionamiento de la unidad de España (si ello se hubiera dado en el futuro bien pudieran haber acudido entonces al Constitucional y que éste hubiera avalado la tesis de los conservadores; pero parece que entonces urgía ganar al gobierno socialista y en ello no repararon en consecuencias que ahora vivimos y que se achacan a los socialistas). Si tuviéramos una perspectiva amplia de la historia veríamos que ya resulta reiterativa esta práctica y estrategia y sin embargo es la única manera en la que podemos conseguir el avance sostenido de la sociedad, donde varias generaciones diferentes conviven desde sus propias perspectivas y sensibilidades, que también han sido adquiridas en el propio territorio de España y que determinan una trayectoria que se simplifica, políticamente, entre dos vías: conservadores y progresistas, y que se vienen dando en Occidente desde el siglo XIX, lo que es una expresión, así lo parece, ordenada de un impulso que se observó en la naturaleza humana y que se definió desde el tiempo de los griegos (Parménides: "es lo que debe ser" o "lo que debe ser será"). 
Así que cuando Horacio comenta los vértigos de los conservadores ante cualquier avance libertades individuales en los años 80-90 estoy muy de acuerdo con su perspectiva (tiene sobre 40 años de edad, y mi persona ya unos 60) se vivió esa diferencia generacional y se ve reflejada en esa parte del artículo.
Es cierto, mi formación juvenil fue en el ambiente final de la dictadura; es cierto que siempre he pensado que la estabilidad en la familia otorga otra estabilidad emocional que no ha estado al alcance de todos, por un motivo u otro; incluso se ve en los entornos sociales, y de ahí que pueda añorar o evidenciar o evidencia como modelo más conveniente, pero sin duda de ello no se puede hacer ley, ni obligar a nadie sino es por su propia conciencia, como pretendió la dictadura, con consecuencias evidentes (tampoco hay solución perfecta)....tampoco  se puede ignorar la naturaleza sexual de las personas y lo que ello implica para sus relaciones y el desarrollo personal y tampoco se debe olvidar que hay que dar recursos y herramientas a los jóvenes para que estos puedan reconocer sus emociones y las experiencias no acaben convirtiéndose en traumáticas. 
No todos partimos, se ve con claridad, desde el mismo punto de partida aunque existen rasgos comunes como son los entornos familiares y la manera en que nos vinculamos con ellos desde la cual construimos las relaciones con el entorno social. Cada generación tiene un punto de partida cuando aflora a la sociedad y desde ahí reflexiona sobre su presente y futuro desde lo que debería de ser sus propia lógica; la sociedad se mueve y con ellas todos nosotros hacía un rumbo con una inercia que para muchos supone evidencia y oportunidad, y para otros un motivo de reflexión como si fueran espectadores ante un mundo y sociedad extraños, en alguna medida, pero previsibles; a veces negativamente previsible. 
Convivimos con varias generaciones en un mismo espacio y tiempo pero, aún compartiéndolos, las experiencias personales y cómo se aceptan e impactan las experiencias sociales y personales de maneras diferentes en cada persona. Existen muchas preguntas sin respuestas, y sin embargo la mayoría de las personas no las formulan, al menos para llegar al fondo; solo viven en la manera de lo posible, bajo los parámetros y directrices que cada época temporal les han señalado como metas y objetivos; como si fuera una exigencia, que lo es, y es real, a la que difícilmente se puede generar una bifurcación sin que exista una extrañeza social que suele estar acompañada de alguna forma de reproche. Por ello pensar y reflexionar fuera de los marcos y límites delimitados por las costumbres locales suele ser un verdadero riesgo si existe rigidez o intolerancia, aunque se asegure ser de un entorno progresista (suele darse la paradoja de que las reflexiones vitales encuentran más respuestas, acogida y apoyo en entornos más centrados, incluso conservadores, con más experiencia vital que es y suele ser lo que nos hace a todos vivir en un lugar común, como es el de la experiencia emocional y consecuentemente mental). 
Así que cuando se habla y retorna a la idea de distinguir entre dos tipos de liberales, señalando a uno de ellos como continuador de los que hicieron posible la Constitución de Cádiz  no puedo estar más de acuerdo con Horacio, cuando se señala que el PSOE es el lugar que eligieron figuras insignes de la primera transición para ubicarse en él, cuando la desintegración de UCD tuvo lugar. Ello es garantía de que España, por mucho vértigo que se pretenda generar desde la derecha extrema y aunque el PP tema despegarse de ella plenamente, no se desintegrará mientras el Psoe siga siendo referencia del centro izquierda. 
España no perderá su espíritu progresista con el Psoe, pero tampoco entrará en ningún proceso semi-revolucionario que altere lo esencial de un formato de Estado concebido para ser una República Monárquica o una Monarquía Republicana que a todos satisfaga. Nadie va a jugar a romper lo irrompible (este nudo gordiano, está espada de Excalibur, este Camelot, esta mágica protección del vellocino de oro; está garantía del toison de oro...) si es que nadie se empeña desde las mentiras, las fake nweus, los falsos mensajes.... a veces eso es solo signo de ambición. 



viernes, 17 de enero de 2020

España, un país de casos mediáticos con los que ocultar una inacción cotidiana.


(Dos por el precio de Uno: Caso Resuleto).

Tendría que resultar obvio que cuando una persona pide apoyo y “auxilio” se fuera hasta el fondo de la situación que está padeciendo, los motivos, las causas, las circunstancias, las trayectorias, el entorno, la evolución, las situaciones de reiteración que no le permiten impulsarse hacia adelante… porque todos tenemos un instinto de supervivencia que nos hace movernos inconscientemente para buscar nuevos caminos o nuevas situaciones con las que solucionar los entibos, obstáculos, obstrucciones, dificultades, impedimentos a la definitiva que no permiten avanzar por una senda personal que , si hemos iniciado, no lo hemos hecho por motivos caprichosos sino porque hemos visto la necesidad de avanzar por esa senda por algún motivo que, aunque pudiera ser en alguna medida inconsciente, nos ha impulsado a iniciarlo para resolver situaciones que nos resultan necesarias de abordar para seguir adelante con nuestras vidas personales. Por lo general, parece ser, que cuando una persona encontrara cierto tipo de esos obstáculos y al abordarlos se comprometiera su integridad (por cualquier motivo, porque a veces los Estados se conciben de tal manera que no permiten avanzar por una senda o la obstaculizan o la bloquean por mucho que exista una necesidad de abordarla por una parte de la población, pero que resultara inapropiada, que no injusta, a ojos de las “eminencias” que nos gobiernan, por ese consabido principio inamovible que se suele expresar con la frase “ahora eso no toca”, aunque en ocasiones cause ello mucho sufrimiento, porque se entienden mejor avanzar por la línea de otras prioridades que salen más rentables políticamente amparando a otro grupo social) se busca una excusa, la que mejor convenga, para que quienes tienen o tuvieran el deber y la función social de actuar – porque su profesión o juramentos profesionales les debiera obligar como compromiso adquirido con la sociedad a la que pertenecen; compromiso del que supieron en su momento de aprendizaje en Universidades que no iba a ser un camino de rosas; que aunque por mucho que algunos o todos, mientras estudiaban los principios morales y éticos que rodearían la especialización que iniciaban y que supone un motor que apela a la conciencia para que esta movilice los recursos y dones personales para ponerlos al servicio de la sociedad a través de su profesión (de la que además deberán vivir de ella y sustentarse de ella y de ella obtener su propio bienestar social y de las familias que constituyan)  saben que, por encima de todos los conocimientos y habilidades aprendidas en el trayecto de su formación, de que por encima del todo el esfuerzo personal realizado en horas de estudio y de exámenes, de que por encima de trabajos  y colaboraciones  realizadas para adquirir mejores perspectivas y con ello experiencia en el ejercicio de su profesión (esencial para la sociedad porque así se ha concebido); por encima de todo ello, si no existe luego el valor necesario, valor de naturaleza personal que debe habitar en la persona que ha de ejercer esa profesión, valor que emana, expresa y concreta nuestra capacidad de sacrificio personal para poner en juego todas las capacidades y recursos personales (a veces insospechados, porque a veces acude en la ayuda la intuición positiva y reveladora, esa que no se aprende en la Universidad y que depende del enfoque del entorno profesional o social que nos rodea o de la propia lucha personal establecida para seguir con nuestras vidas personales hacia adelante en busca de una salida – exit, éxito – que se convertiría no solo en nuestra, sino incluso, de la propia sociedad que nos rodea, porque nos convertimos así, por medio de nuestro valor, en un punto de garantía y de esperanza para que las personas comunes hagan realidad derechos que de otra manera serían pisoteados o ninguneados por fuerzas y estructuras más poderosas que todos nosotros juntos, a los que solo nos quedaría el recurso de la queja pública – como la que se muestra con este blog y que no es por capricho), más allá de todo lo aprendido, a la hora de la verdad, a la hora de ejercer la función con la que se han comprometido están, exclusivamente, solos ante ellos mismos, puesto que solos y ante ellos deben de tomar una decisión cuando llega el momento del compromiso ante el reto de un caso o asunto; solos antes sus conciencias decidiendo, por primera o segunda o cuarta vez o de una vez para siempre, si han de comprometer ese saber adquirido y ese conocimiento y experiencia al servicio de la persona o personas que se situaron frente a ellos pidiendo apoyo (y que salvo ciertas circunstancias de protección, recibirán por ello una remuneración); y parece inevitable que se pregunten si esa remuneración merece la pena del compromiso y la implicación que ello supondría porque en algunos casos, en algunos casos flagrantes, hacer frente con un caso supone poner en juego el espacio de confort personal (y el confort personal implica no solo el bienestar propio, porque si este se comprometiera demasiado se sabe que la lucha tendrá que sostenerse también en otros frentes y tal vez de manera indefinida, hasta que alguien dijera basta, era correcto y nos han convencido a todos; le reconocemos como mérito y le encumbramos por él, pues con ese compromiso en un caso difícil y complejo, ha abierto una nueva puerta a la esperanza de todos; y cada vez que se abre una puerta a la esperanza de todos, en cualquier rama profesional que está al servicio de la sociedad por medio de conocimientos muy especializados y restringidos a profesionales especialmente cualificados hasta el punto de considerarse una facultad específica y no asumible por nadie más, se abre el espacio de libertad común del que todos participamos; y por lo tanto la libertad se amplia para todos nosotros). Pero cuando es el espacio de confort el que se pone a juego para defender “un caso más”, y tal vez después de reconocimientos y éxitos que han otorgado un estatus profesional suficientemente confortable,  o cuando se está en busca de ello mismo siguiendo el paso diario y a veces rutinario de colegas de profesión, entonces se pueden cuestionar si merece la pena jugarse lo conseguido o el plan iniciado que se sabe que dará frutos o al menos conservará nuestras expectativas. Ahí es donde se pone a prueba los principios éticos y morales de la propia profesión y especialidad. Y ahí es donde se debería recordar una y otra vez que las profesiones y facultades que se ejercen se hacen y realizan son otorgadas por el Jefe del Estado – así consta en los títulos que se dispensan – y ese Jefe del Estado lo está al servicio de la Democracia y la Democracia es el espacio que hemos creado para explorar y avanzar por el camino que permiten ejercer las libertades personales entendidas como derechos que nos permitirán a todos tener la oportunidad de realizarnos como personas plenamente para poner, nuestra persona, al servicio nuevamente del entorno social en un camino sin fin, a un destino desconocido; y por ello, porque el final del camino es desconocido, lo que importa solo es el propio camino que entre todos recorremos cada día. Y verificar a cada momento si en cada acto que se realiza por esos profesionales aludidos se está o no pendiente de honrar los juramentos de manera positiva, aunque en ello se comprometa el aparente espacio de confort, o simplemente se realizará una nueva teatralización – casi aprendida de memoria – como recurso profesional que permita habilitar una bifurcación que frustre cualquier esperanza concebida a tenor de esa imagen que todos esos mismos profesionales imprimen en el entorno social (semejando propaganda encubierta o explícita) como sello de su propia garantía profesional. Y que al definitiva solo remitiera a casos verdaderamente mediáticos, y que se rentabilizan con eficacia. O se está al servicio de lo que realmente esperamos y otorgamos en reconocimiento a las capacidades y facultades otorgadas, y del espíritu en que fueron concebidas por los propios profesionales en un principio o del espacio de confort. Esa es la realidad. El valor es Valor y valores. Por ello el sentido vocacional es el que se busca, porque apela a los valores, porque son con esos valores con los que se ha de identificar el profesional para ejercer su profesión; porque solo ahí se encuentra el verdadero Valor cuando por lo que se pelea se hace por Principios y en el propio desarrollo de la pelea se "ve" la naturaleza de esos "principios" pues ahí se manifiestan con claridad (por Amor al sentido que otorga a nuestras vidas el ejercicio de la profesión y ello resulta un hecho transversal que otorga y da el verdadero sentido a las vidas y a las sociedades: lo demás son excusas). Si lo que se va mostrando es sufrimiento de inocentes, por muchas excusas que se exhiban ni hay Valores, ni Valor, ni Democracia; solo una defensa de espacios de confort personales. Esa podría ser la verdadera vergüenza de este país.

jueves, 16 de enero de 2020

retar al destino, imponiendo crueldad sobre el Amor, tarde o temprano: Mal negocio


Tal vez se piense que el derecho que se adquiere sobre alguien ingenuo y bueno de corazón permite, cuando esa bondad preocupada se fija en personas que ama y quiere (hasta el punto de renunciar a sí mismo) que se tiene un dominio que se puede utilizar cuando se quiera y como se quiera (como un  instrumento más al servicio de algo propio: sea un rencor nunca sepultado, una inconformalidad nunca satisfecha, un desquerer la vida sin poder darle un verdadero sentido, una verdadera sequedad en alma nunca reconfortada de verdad, un tener poder que no suele ni puede llorar por amor, una fortaleza que no encuentra qué proteger de verdad… o tal vez no, todo solo sea darse muestra del propio poder y exhibirlo ante su propia persona como quien muestra que eso es lo único esencial en la vida que se vive. Ahí no hay reglas; ahí no existe el Derecho; ahí no existe la visión de más mundo mejor que el que ya la persona vive a través de su voluntad cundo es amplia y extensa;  ahí no hay más justicia que la propia; ahí parece que no existe ni Dios ni Tao, aunque se nombren, solo deseo, objetivo y determinación carente de nada que no sea “yo soy yo” y nada hay más.
Y si fuera así, y se llegara a las últimas consecuencias con esa persona ingenua y de buen corazón, que fue el oyente más sincero, el que más se alegró por esa persona, quien siempre la defendió, quien fue receptor de sus más espontáneas reflexiones; quien siempre (a pesar de ser tratado coz a coz) estuvo ahí devolviendo amor y comprensión; quien siempre pensó en ella; quien fue depositario de todos y cada uno de sus gestos (escudriñando alegría o tristeza, enfado o humor); quien aceptó todos y cada uno de los reproches, a la definitiva, porque no puede no estar; si al final se la llevara a ese extremo, como pensado para venganza de doble filo, al final la pena, la añoranza y será principio de la mayor y más íntimas de las soledades nunca concebidas de quienes así han venido a tratar a la persona, de corazón de niño, que siempre amó.
Dicen que para el sabio las personas son como perros de paja; pero estoy seguro de alguna manera que para las personas quienes nunca supieron amar (tal vez porque nunca fue amadas cuando lo precisaron) nunca supieron reconocer, de verdad, cuando eran amadas, ni con qué intensidad, ni con qué profundidad, simplemente porque no permiten que el amor les penetre (tal vez por temor a ser transformadas en “débiles”); pero si viven 30, 35 o 45 años más será la soledad de echar de menos a quien tanto despreció, vejó y humilló por ser un débil amador y pendiente de su persona. El último juicio se halla en el que realiza el corazón y si se perdió por el camino qué amor y de quien, qué lágrimas y de quien serán derramadas… hay que preguntárselo siempre antes de retar al destino, cuando  la fuerza de la voluntad  solo se encamina hacia cumplir deseos sobre libertades de otros.


lunes, 6 de enero de 2020

La idea de una posible “cesión” se vislumbra como “oportunidad”



Lo que parecía una simple conjetura que circulaba por twitter (que casi parecía anécdota) se mostró por la mañana siguiente como expresión de una marea de fondo que tiende a inquietar o aumentar la inquietud ante las incertidumbres. León pide conversaciones para que se ilumine su olvido en inversiones que han hecho posible su envejecimiento y falta de perspectivas futuras. Apela a un artículo de la Constitución que abriría esa puerta por medio de segregarse de la CA de Castilla. Asegura el Alcalde que no pretende la independencia más que de León y se apela a la Historia de España – remontándose a la Reconquista – para asentar la petición. En “Atena 3” el director de la Razón  también se refería al origen histórico de la Corona de León intentando oponerse con argumentos – que a la vista del problema generado en Catalunya – parecen a priori un poco endebles (al menos en este momento de “debilidades” y cuestionamientos, así se vislumbra en este momento de incertidumbres; hasta que se conforme gobierno sólido que determine nuestro devenir y que parece posible en fechas próximas). Las argumentaciones sobre las delimitaciones de las CA, en razón a la petición de León, han remitido al pasado, cuando se negociaron y pactaron en el Congreso de los Diputados, uniéndose a las mismas especulaciones sobre porqué se tomaron determinadas decisiones respecto de unas y otras. 
Lo que saltó a las redes desde León sonaba a algo así como: Si se ha de “adaptar algo” para encajar Catalunya, nosotros, en León, también tenemos una lista de “reclamaciones” basados en números y estadísticas que las avalan. Ahí se vislumbra también la "oportunidad" con que “Teruel Existe” aparece en el Congreso de los Diputados en un momento en que cada voto de cada diputado resulta esencial para asentar un Gobierno y romper, como decía el Presidente, el “bloqueo” y nada más. Y sin embargo, pese a los temores que se muestran desde la Derecha del Congreso (demasiado mediatizada en su discurso para evitar que la derecha extrema le coma terreno; como así lo señalaba como estrategia inevitable, tal y cómo se concibe la política hoy en día, un veterano y magnífico comentarista, lleno de sentido común, antiguo colaborador de Suarez en la transición, pues de lo contrario la extrema derecha se le comerá el terreno) es difícil de concebir que la Socialdemocracia acepte, bajo ningún concepto, una segregación del Estado; y mucho menos lo parece posible en un Pablo Iglesias cuyo modelo era la URSS hasta no hace mucho tiempo; por lo que parece que el Estado, al menos en lo que son los temores de la Derecha sobre su integridad, no está en riesgo en modo alguno; y lo que se inicia, eso esperamos todos, es un proceso encaminado a dar nueva forma a la integridad territorial desde una nueva perspectiva generada por una nueva generación de políticos – así se va concibiendo por el momento – ante los temores de los conservadores – porque los conservadores siempre temieron cualquier tipo de cambio que arroje cierta incertidumbre; ello está en su ADN y de ahí su nombre de conservadores, pero también han mostrado que cuando los cambios acaban por generar estabilidad acaban por defenderlos y asentarlos (como acabó por ocurrir con la propia Constitución del  78); a diferencia de la etapa anterior de la consolidación del régimen del 78, la presión sobre ellos ya no se escenifica detrás de las bambalinas sino que ahora es muy visible en el propio Congreso de los Diputados (y no como fuerza residual de un sistema autoritario y dictatorial en franca retirada visual y mediática, como lo era a finales de los 70). Así que la parte del discurso Navideño del Presidente de la CA Aragonesa, destacado por Heraldo de Aragón – periódico conservador de máxima lectura en la Comunidad Autónoma – parecía un previsible e inevitable obstáculo lanzado como mensaje sobre la línea de flotación del pacto en el gobierno central de Madrid (y parecía inevitable que se produjera por dos motivos muy sensibles en esta tierra: El mensaje de la sentencia del TC sobre el proyecto basado en la idea de“no ser menos que nadie” en referencia a ninguna otra CA, en especial la catalana; y sobre todo porque existe cierta experiencia sobre lo que parece faltas o perdidas de oportunidades aquí, por la mayor potencia de influencia política y económica de Catalunya, de la que se es vecina).   Sin embargo, de concretarse el Gobierno central en Madrid, como parece probable – y el “gesto” de León sobre ser incluidas en cambios, si estos se producen – harían mutar el titular del veterano periódico en casi conveniente argumento ineludible que sintetiza y condensa un sentimiento compartido de no quedar en segundo plano a la hora de desarrollar las posibilidades de este territorio – por lo que el discurso del Presidente de la CA se verá, y podrá leerse, respondiendo a un sentimiento territorial de doble alcance, como un sentimiento generalizado y expresado institucionalmente - porque que es lo que se pudiera volver a temer ante las condiciones que pudiera establecer ERC para sostener el gobierno central legislatura tras legislatura. De ahí, probablemente, las reiteradas llamadas a la cordura y coherencia del candidato a la Presidencia del Estado sobre C`s, con el fin de que ocupe el lugar que siempre debería haber ocupado sino hubiera asumido una actitud de desconfianza hacia el propio candidato, pues C´s en ello basa su criterio de mimetizar más con una visión conservadora que con una posición liberal (el desarrollo de la legislatura podría permitir abrir el campo de visión de C´s; o si son los temores de incertidumbre y desconfianza  los que vuelven a predominar; de momento no se vislumbra el valor mostrado por Suarez o Gutiérrez Mellado) ni si quiera otorga el beneficio de cierta duda respecto al papel del PSOE en este momento de compleja gestión política del problema catalán, por lo que de fracasar esta iniciativa socialdemócrata no aparece en el horizonte más opción que proseguir la senda de un enfrentamiento judicial, cuyas resoluciones finales acabarían por determinar una posición mucho más determinante en la opinión pública europea, haciendo posible en España que el Nacionalismo extremo y moderado que sostienen los conservadores, vieran a Europa como fuente de problemas y no de soluciones). 
Cabría esperar que existiera, en este momento de incertidumbre – dada las situaciones internacionales en las que estamos inmersos y las propias nuestras – existiera un verdadero órgano real de contacto permanente entre los partidos; encaminado a un análisis más centrado sobre lo conveniente para nuestro Estado desde la observación de las distintas hipótesis que vienen circulando y siendo defendidas por diferentes analistas – algunas muy adversas  - sobre el devenir internacional y que no parecen estar contempladas desde un análisis práctico, consensuado con alternativas, y con mucho sentido común, en la política diaria; por lo que de alguna manera desconocemos si estamos prevenidos en el papel que cada partido debiera asumir ante una situación de pugna, ante la lucha por la imposición de una estrategia mundial sobre territorio europeo que afectaría a España; de existir ese órgano previo, el debate parlamentario girara sobre contenidos y en maneras y formas que permitieran ir despolarizando la opinión pública y desmovilizando los argumentos extremos, y adaptando a la sociedad hacia las situaciones previsibles o probables sin grandes sobresaltos.

Hace unos días apareció un personaje singular en los medios de comunicación y habló de que el futuro de la UE podría pasar por una atomización de los Estados componentes de la misma. En principio me pareció una idea bien temeraria, porque es difícil concebir que un Estado admita su desintegración sin oponerse a ella con decisión indudable. Pero de ser cierta esta tesis, estaríamos en un escenario que podría convenir a las potencias implicadas en nuestro destino (EEUU, Alemania, UK ó Rusia, incluso probablemente China) puesto que la atomización y reducción del peso de cada Estado haría factible un proceso mucho más permeable hacia una UE y, a la vez, ese proceso estaría marcado por una vulnerabilidad y, consiguientemente, sería más permeable a las tensiones políticas que pudieran generar EEUU ó Rusia (ó China) sobre el mismo proceso de atomización hasta que el proceso concluyera con unos Estados Unidos Europeos.
A este respecto, y porque no se ha de descartar ninguna hipótesis – como se señala en la película “Guerra Mundial Z” – si los experto (en este caso en la película, un grupo formado por nueve personas expertas) contempla una hipótesis o vía hipotética como imposible, por ello están obligados a nombrar o dar cabida a un décimo experto que la defienda dentro del grupo, para llevarlos a analizarla.

La idea de configurar CA en unidades de gestión territorial (CH) aportaría ciertas ventajas al estar desvinculados los territorios de una Historia particular que otorga derechos particulares a sus habitantes; por lo cual la competición interterritorial tendería a situarse en otros parámetros más relacionados con la mejora de las calidades del suelo, aguas, aire… y consiguientemente calidad de los productos que se producen. La Historia particular sería ofrecida, al Estado central, como un cese y fin de la propia Historia, al considerarse que el objetivo esencial del progreso girara sobre un permanente avance y mejora en la gestión territorial y calidad de vida “real” de los ciudadanos; y una desvinculación con nacionalismos territoriales interiores (y despegarse de sus mitos) para situar la vinculación de identidad en la gestión territorial de un proyecto de ámbito de Estado avalado por el resto de Estados de la UE y organismos Internacionales; buscando ser referencia en la gestión organizada del territorio. Obviamente la propuesta, ahora, se ve como un mito. Pero si el mito supusiera salvar una acción internacional destinada a atomizar España, ¿Valdría la pena tener un plan de acción consensuado para tener oportunidades reales de garantizarla?. 
Aunque la apuesta de divulgar la idea de configurar territorios basados en Cuencas Hidrológicas no parezca tener eco alguno (por el motivo de que las CA están constituidos en razones de interpretación Histórica, y porque la lucha política en esa razón ha sido ardua y motivo también de enfrentamientos sangrientos en el pasado, por lo que no es fácil enfocarse hacia los retos de gestión territorial del futuro desde la perspectiva propuesta) y sin embargo se pretende dar una razón, de relativo poco peso, pero que entra de lo previsible, para que no sea descartada del todo por nuestro Estado – pues la incertidumbre también afecta a Europa y Europa tiene alianzas con EEUU; y EEUU está cambiando de paradigma (y probablemente, detallándose un nuevo escenario de influencia).

La magnitud del problema en España (y tal vez Francia) de iniciarse un proyecto político como este, es incalculable y habría que mirar hacia atrás, para ver cómo responden las Naciones en defensa de su integridad, para verificar los peligros que implicarían. Y sin embargo, un proyecto como el señalado (división territorial en Cuencas Hidrográficas en España) podría ser de suficiente relevancia y argumentario como para hacerlo viable e incluso servir de referencia internacional.


domingo, 5 de enero de 2020

El Útero artificial (¿la nueva frontera de libertad?)


No soy ningún experto; ni siquiera opino solo reflexiono y uso de este medio para hacerlo; cuando hace unos ocho años comencé a usar de este medio escrito no pensé que se convertiría, con el tiempo, en una válvula de escape; entonces recordé algunas reflexiones que otros, más profesionales de los medios de comunicación, escritores o novelistas, afirmaban que para ellos escribir era una terapia que se les había vuelto imprescindible para mantener su propio equilibrio personal. Son muchas las reflexiones, a veces fugaces ante una noticia o un momento de especial lucidez, que se presentan como una oportunidad para expresar y dar forma inteligible y razonable a un sentimiento o percepción que nos venía acompañando – no se sabe desde cuanto tiempo atrás – y que estaba ahí escondida o apresada, tal vez porque en el momento en que se concibió por primera vez resultaba imposible que saliera al exterior – por lo general el ambiente del entorno no siempre es propicio, ni está en disposición ni es el adecuado, aunque se diera la coincidencia de que el hecho o noticia llegara a la vez a ese mismo entorno social que te rodea en el momento de recibirla. Además, por lo general, los impactos de esta naturaleza, desde hace ya unas décadas, suelen llegar desde los medios de comunicación y, consecuentemente, si se vive en familia el comentario dominante para “encajar” un suceso, o consecución de sucesos que vienen a reflejar una realidad social que te circunda, suele abortar cualquier otra reflexión discrepante – y más si es minoritaria – pues esas opiniones sobrevenidas y casi reflejas que se expresan ante el televisor o la radio pretenden no solo encajar y delimitar el impacto que nos genera, sino también inmovilizarlo e incluso inactivarlo en la manera de lo posible para que no constituya una especie de peligro desestabilizante. Como no todas las personas tienen la misma sensibilidad y “consciencia” ante lo que se ve en los medios – porque esta depende de la propia experiencia personal – los bloqueos de emociones y sentimientos pueden quedar ahí, dentro de uno mismo, durante muchos años; incluso sin saber que están ahí, y cuando se busca que estos salgan a la luz, después de un tiempo y a veces de manera insospechada, se hace preciso darles forma; pero entonces resulta que el entorno social anda por otros vericuetos que les importa más que atender a una rectificación que les pudieras ofrecer sobre ese inicial comentario que se realizó; o simplemente cada cual se dejó llevar por las reflexiones de otros – sin explorar las suyas propias – y con ello les basta. Además poco les importa si tu punto de vista pudiera ofrecer otras alternativas, y mucho menos si fueran, en algún aspecto, más profundas o chocantes que los comentarios reflejos que realizaron – y que solo suelen ser un reflejo de hechos o datos presentados superficialmente y que parecen mostrar conocimientos sintetizados y asumidos – a veces piensas que sólo es una estrategia inconsciente y asumida, aprendida desde la infancia en el colegio, por la cual exponer una relación de datos concordes y fidedignos vienen a sustituir a la profunda reflexión que debiera acompañar y, por consiguiente, no generan una modificación de la percepción del entorno social e incluso de la perspectiva del sentido de la vida y de cómo la vivimos cada uno de nosotros; simplemente la enumeración de datos o hechos se entiende, por sí mismo, como conocimiento “contenido o comprimido” y con eso ya obtienes desde un aprobado a un sobre saliente; con ello es suficiente, pues reflejan un entorno social sobre el cual no es preciso reflexionar – ello parece implícito en los datos - sino que parece que bastara con describirlos y “contenerlos” para en cierta medida “desactivarlos” y seguir cada uno con sus propias vidas, casi al margen del entorno, sobre todo si ello resulta posible en la medida de lo posible.
La mayoría de las veces esa reflexión se quedaría en el interior de uno y no sale al exterior; y menos toma forma de escrito en artículo. Es por eso que pienso como probable que hay personas que aprovechen una novela o un relato para “volcar” sobre ello aspectos que van más allá de los datos enumerados en un noticiero y a través de esos escritos liberan así mismos (y hacen posible que se convierta la pequeña obra en un ejercicio de liberación o de ex_”presar” - sacar de la prisión) emociones que quedaron contenidas y consiguientemente la obra literaria se convierte en “medicina” para el propio autor; y si al leer esa obra otros también liberan o dan cauces a emociones “apresadas” entonces podríamos decir que la “medicina” es compartida y tiene cierto éxito.  

Vi una especie eco, que parecía petición de que se concrete como una realidad y anhelo el “artificio” de crear un útero artificial, para liberar del papel propio de la condición implícita y que con la tecnología, orientada en esa dirección podría llegar a ser un hecho.
Como supongo que la mayoría de los que pudieran leer estas líneas sabrán, la Ciencia no sabe qué es la vida, ni el sentido del motivo de porqué existe en el Universo conocido, ni la función, ni objetivo que motiva la existencia de vida y, desde luego, no sabe para qué estamos en este planeta, ni el motivo ni razón de la existencia del propio Ser Humano, y ni mucho menos sabe porqué motivo los mamíferos (todos los mamíferos parece ser) estamos dotados de inteligencia y sentimientos, ni por qué  ni para qué tenemos consciencia de existir e incluso consciencia de nosotros mismos. A lo más que aspira la Ciencia es a describir lo que ella misma, sin más referencia que la vida ya existente en este planeta, define como vida (aunque existan potencialmente millones de planetas en nuestro Universo y por ello posibilidad de vida de diferente manera concebida en sí misma); y desde esa visión, aparentemente limitada a nuestro propio planeta, describe lo que es la vida (los fenómenos que se deben de dar en un ser vivo, a juicio y análisis de la Ciencia, para considerarlo que es tal ser vivo); e incluso cuando realiza esa definición tiende a ser imprecisa, porque han ido apareciendo y descubriendose formas de vida que no siempre responden a los criterios en principio establecidos en un inicio, de tal manera y forma, que la definición de vida suele cambiar con el tiempo, como resultado de la exploración científica. 
Así miso, sobre este hecho inicial de preguntarse sobre ¿qué es la vida? se debería saber que no se sabe qué es la vida, ni hasta cuando un ser vivo sigue vivo, viviendo y poseyendo vida, y que definir el estado de muerte ha venido siendo un problema no sólo médico sino también civil de gran relevancia, pues resulta extremadamente difícil determinar, ni siquiera con precisión, cuando un ser vivo está realmente muerto y carente de vida; y ello para el ser humano, cuando se trata de seres humanos en circunstancias de normalidad social donde se han de observar y respetar los afectos familiares  - y si no existen estos, la empatía propia de los sentimientos humanos y que solemos definir con un término similar a dignidad - determinar la muerte de una persona ha venido siendo un problema tan complejo que aún tenemos referencias de cementerios donde se existían campanillas cuyos cordones se adentraban en las tumbas recientes enlazando los dedos de una de las manos del pretendido difunto, con la finalidad de que si este “despertara” de su pretendido “letargo” eterno de manera inesperada, moviera inconscientemente o conscientemente la mano e hiciera sonar la campanilla, sabiéndose enterrado vivo, para que alguien que guardara el cementerio de noche la pudiera escuchar y liberarle de una segura muerte irremediable y terrible estando enterrado en vida – porque como se sabe, los desenterradores que rescatan los restos, con los años, para depositarlos en osarios o hacer hueco a otros cuerpo inertes de familiares fallecidos, se topaban con sorpresas - que no eran tan sorpresas para los veteranos operarios enterradores - que ya en el pasado más o menos reciente observaran en los ataúdes manos con dedos desgastados de arañar el ataúd para intentar escapar con vida de la fosa o del nicho. Incluso se asegura que existen dichos por los cuales a algunas personas se les desearía enterrar boca abajo, por si se despiertan por no estar muertas, no encuentren manera de salir del agujero mortuorio.
Solo un dato aporto - que pudiera resultar también escalofriante, y que se puede constatar en Internet, - la muerte legal no se define por igual en todos los países del mundo, ni si quiera en la misma Europa; existiendo algunas definiciones y declaraciones de muerte legal, en países, que consideramos avanzados, que en España nos pondrían los pelos de punta. 
Un método científico para determinar la muerte de una persona, teniendo como punto de partida la idea o la certeza o el convencimiento de que la vida, como tal, vinculada a la consciencia o cierto grado de consciencia, y la propia mente como superposición a la consciencia, se hallan, todas esas funciones, ubicadas en el cerebro, y por tanto bastaría con determinar la muerte cerebral para saber con exactitud el fallecimiento de la persona; y sin embargo hay ondas cerebrales siguen siendo emitidas después de tiempo ya transcurrido en que dejara de latir el corazón y de realizar la respiración pulmonar; por lo que se intuía que la muerte cerebral basada en la idea de cese de una parte de la actividad cerebral se debía considerar como un fenómeno determinante del fallecimiento (porque sigue habiendo actividad de otras ondas cerebrales y se hubo de "considerar" - y posteriormente afirmar - que esas ya no eran relevantes para revertir el proceso de muerte) (aún así se sabe que existen neuronas en el corazón y en los intestinos que pueden determinar la existencia de emociones e incluso pensamientos vinculados con el hecho de estar vivo). Determinar, por ello, que cuando se carece de cierta actividad cerebral – mostrada por el cese de determinadas ondas cerebrales – es irreversible retornar a la vida, tal y como la conoce la ciencia, es una certeza científica que no implica ni garantiza que el ser fallecido deje de pensar, u oír, o sentir miedo; ello no lo indica, en absoluto.  Lo que resulta práctico es considerarse la inviabilidad de la vida en el ser humano concreto, que en determinado momento presenta señales que determinarían la irreversibilidad del trayecto hacia la muerte (análogamente, ya se viene considerando ciertas heridas o traumatismos físicos como incompatibles con la vida, aunque el ser siga estando vivo aún.
La Ciencia no sabe qué es la vida con precisión ni puede definirla – solo describirla – análogamente no sabe, ni puede saber, qué es la muerte con precisión; ni siquiera si existe como tal contraposición  plena, transversal e indiscutible a la vida, pero la describe como el fenómeno de fallecimiento a efectos prácticos y sobre el funcionamiento de órganos considerados esenciales; pero aún así se constata que sigue existiendo vida en el cuerpo (de hecho, cuando comemos carne o vegetales ingerimos células vivas). Aún así, y por ello, la ciencia incluye el fenómeno de la putrefacción como un estado consecuente y consiguiente de evidencia de muerte irreversible a vida. Y si atendemos a las religiones y sus ritos funerarios encontraríamos prácticas que pasan desde la muerte sutilmente provocada – cuando se considera a la persona ya en fase irrecuperable - hasta velar la muerte considerada como un largo procedimiento de despedida en el que se interactúa con el cadáver hasta que aparecen signos de putrefacción, y aun así se introducen tubos y canalizaciones para que el cuerpo del fallecido pueda seguir recibiendo las plegarias de los presentes durante el mayor tiempo posible antes de ser enterrado como ya fallecido (incluso hay religiones que hablan a los muertos durante horas y días en la esperanza de que el cadáver - que aún posee el alma del muerto y por ello su mente sigue pensando y sintiendo temor - escuche las plegarias y recomendaciones del sacerdote o de la persona de confianza del difunto, que le guíe por en medio de los miedos y terrores propios de la muerte hasta hacerlo llegar al otro lado y a salvo de sus propios miedos (producidos por sus propios pecados en vida o por su ignorancia). Incluso en la Iglesia católica se recogen en algunos cuadros la figura de San Miguel como el Arcángel que guía las almas de los muertos en el "estado intermedio" – definición exacta de ese proceso de fenómenos por el que se transita como muerto - que se puede leer, igualmente definido, en el libro tibetano de los muertos y aquí plasmada, en España, en un cuadro religioso del siglo XVI ó XVII que vi accidentalmente en Madrid. La transversalidad de la creencia, incluso en términos idénticos, y en culturas tan distantes, debería de ser, al menos, un indicio para la Ciencia y los Científicos, pero estos, desde el punto de vista científico, se muestran inflexibles (pero no transversalmente, sino según tradiciones culturales dentro de la misma Europa)
 Así pues, la Ciencia no sabe qué es la vida, pero aún así, nos propone a todos que aceptemos como axioma que su descripción de la vida es la definición de la propia vida; nos hallamos por ello en un círculo vicioso que no tiene principio ni fin y que se asemeja a los misterios propios de las religiones y de los cuales tenemos buena experiencia  aquellos que nos hemos formado y crecido cuando el Estado en el que vivimos era confesional y Católico (y la religión oficial no explicaba sus conocimientos y convicciones, sino que las imponía como tales verdades, y a veces esa imposición se realizaba por medio del uso de la violencia extrema). 
Los axiomas de la Ciencia son como los Misterios de la Iglesia, se suelen tomar como verdades que no precisan demostración y se presentan por lo tanto como verdades únicas e irrebatibles (salvo por los doctos respectivos, de la Iglesia o de la Ciencia, que son los únicos autorizados a modificarlas y, de hecho, se producen modificaciones; es decir, las verdades pueden cambiar con el tiempo tanto para la Iglesia como para la Ciencia). 
Si además convenimos que se puede observar que tanto la Iglesia como la Ciencia tienen la misma estructura interna para determinar las verdades y que la Universidad nació a imagen y semejanza de la Iglesia; se podría llegar a la conclusión de que ambas se sostienen por la fe que en ellas ponemos – porque difícilmente cada uno de nosotros podríamos comprender todas y cada una de las verdades que la Ciencia sostiene como ciertas pues escapan a nuestra comprensión, sobre todo porque, a semejanza de la Iglesia, la Ciencia, también utiliza un lenguaje críptico y propio, del cual apenas conocemos una parte del mismo y, así mismo, sólo conocemos una parte pequeña de las leyes que se expresan con el uso de ese lenguaje – ya sea el matemáticas, el químicas, o la enumeración de todas las leyes e hipótesis existentes o de los procedimientos industriales o de la naturaleza y propiedades de los materiales existentes y de los que están por descubrir o reservados para una ocasión futura; ni siquiera todas las consideradas Ciencias que maneja la Universidad se basan en principios estrictamente científicos – y en ese sentido es duplica de la Iglesia cuando usaba y sigue usando el Latín como idioma preciso y críptico capaz de aproximarse con más precisión a los misterios que ella misma guarda para sus iniciados, pero que deben de ser interpretados bajo su prisma y guía.
Al haber sido todos nosotros iniciados en los misterios de la Ciencia damos por validos y probados todos sus descubrimientos y avances aunque no los entendamos ni los podamos verificar (incluso a veces sobrepasan nuestra imaginación, como cuando se habla de múltiples Universos coexistentes en un aparente mismo espacio, o múltiples dimensiones en el propio Universo, o la Teoría de cuerdas; o cuando nos dicen, que a nivel atómico, la simple observación de un fenómeno subatómico modifica el propio elemento observado por el mismo hecho de ser observado). Y sin embargo, concebimos que cuando la Ciencia va definiendo el Universo que nos rodea por medio de leyes, espectrógrafos, sonidos y teorías matemáticas, creemos que lo conoce plenamente, y sin embargo solo lo describe, pero no sabe ni cuál es el motivo ni razón de su existencia, ni mucho menos concibe la razón, ni el motivo, por el cual ha surgido la inteligencia y la consciencia de la vida propia en el propio Universo; ni siquiera su utilidad, si es que tiene alguna a los ojos de la Ciencia.
Aún así, si concibiéramos que la función de la vida, tal y como la conocemos en la Tierra, es sencillamente existir y reproducirse en sí misma y de manera constante, en cualquier ambiente cambiante y bajo cualquier circunstancia del propio Universo permanecer latente hasta poder desarrollar la función esencial: Desarrollarse y procrear; veríamos, si llegáramos a esa convicción o persuasión, que lo que se propone a la Ciencia es liberar al Ser Humano de la función reproductora y que esta reproducción sea plenamente artificial (por úteros artificiales) cuando sabemos que la Ciencia no sabe qué es la vida, por mucho que la describa y observe sus funciones o las imite o reproduzca por medio de propia vida ya existente. Es decir, la Ciencia no puede Crear Vida desde elementos inertes, pero sí puede usar de elementos vivos y conociendo su función física reproducir o fomentar facultades propias de la vida – como hicieron desde el pasado agricultores, de hace miles de años, para cultivar plantas y reproducirlas e incluso mejorar su calidad – y ninguno de ellos tenía título Universitario acreditado por el Estado.
Como tampoco lo tenían los brujos de la selva amazónica que fueron visitados por botánicos y químicos de industrias farmacéuticas para saber y conocer cómo estos “incultos” e “incivilizados” personajes eran capaces de curar enfermedades de sus congéneres con plantas, raíces o animales del entorno. Las industrias se limitaron a determinar los principios llamados “activos” para desde ahí configurar pastillas, cápsulas o fluidos (inermes: sin “alma”) que poder conservar y poner a la venta en el mercado internacional de la salud. Y a descubrir lo que aquellos personajes, anclados en la edad de Piedra, conocían de la Naturaleza al interpretarla de manera bien diferente de lo que lo hacen los científicos. Y aún sigue siendo el Amazonas reserva ingente de materias primas para las industrias farmacéuticas, pero no por conocimientos propios, sino por los transferidos de esas culturas “atrasadas” - que les pusieron en la pista – y que ahora parecen molestar tanto a los nuevos nacionalistas que emergen a los que parece que les sobran esos pueblos, esa cultura y la propia selva.
Sin embargo la Ciencia tiene una vertiente por la cual reconocemos su valor en nuestras vidas cotidianas: 
El hecho de que la Ciencia - por medio de la experiencia y la experimentación - es capaz de traducir sus conocimientos en avances científicos que dan lugar a mejoras en el campo de las Ciencias Médicas, la tecnología y el desarrollo de materiales, herramientas, comunicaciones.... y sin embargo el Ser Humano, antes de que llegara la Ciencia, ya poseía conocimientos que consideraba ciertos y que nos han traído hasta aquí.
Y análogamente la Ciencia tiene sus limitaciones en el campo de la imitación de la vida; pues si bien se conoce los métodos de reproducción y los ciclos reproductivos así como los órganos reproductores de vida desde que antes de que existiera la Ciencia como tal – los agricultores y ganaderos conocían los medios de reproducción de los vegetales y animales domésticos y en consecuencia de las hembras humanas y pudiera ser que ellas mismas establecieran el inicio de las matemáticas al reflejar en piedras y adornos el número de lunas que determinan el periodo de gestación y el ciclo de menstruación. Resulta fácil pensar o imaginar que un pastor de hace unos 2000 ó tres mil años o cuatro mil años, no intentara proteger el feto de una de sus ovejas o cabras fallecidas usando para ello su “imaginación” y “clarividencia” práctica, basada en emular a la propia naturaleza y buscara la manera de hacer sobrevivir al feto de tan grave adversidad por propio interés o simple solidaridad de considerarse, ambos, seres “similares” sometidos a las mismas limitaciones vitales y a los mismos miedos e incertidumbres, pues los animales también sienten y tienen emociones y consciencia de vida. No sabemos si el pastor lo conseguiría o de ello aprendiera y lo consiguiera en otra ocasión postrera – pero sin provocar dicha situación para experimentar, que es lo que se viene a hacer hoy en día por parte de la Ciencia, sacrificando la idea casi religiosa de respeto por la vida como hecho misterioso e indescifrable y sustituyéndola por el utilitarismo proceso de experimentar de la ciencia actual - que subordina ese respeto por la vida particular de un ser a un avance científico que es considerado con un patrimonio para la humanidad. Y sin embargo, la distancia de miles de años, en la similar experiencia de intentar hacer sobrevivir un feto contiene, por ello mismo, diferentes significados y propósitos, ya que para la ciencia aparece ahora como una oportunidad de negocio gracias a que hay personas reclamando experimentar con seres vivos para conseguir en el futuro un útero que libere a las mujeres y a la Humanidad de la tarea y riesgos de la gestación.
La vitalidad de las plantas, de lo que hemos conocido como Reino Vegetal los más veteranos, en su capacidad de reproducción vegetativa, para la cual sólo precisa de unos pocos elementos externos ambientales (y que son propios y básicos de la vida en nuestro planeta: Agua, Aire atmosférico, Luz, temperatura, humedad y, por lo general substrato que haga de tierra y soporte con sus nutrientes propios del terreno natural) es un éxito propio del conocimiento milenario de agricultores que intuitivamente y con su propio lenguaje, iban describiendo y determinando los momentos idóneos para adecuar estos elementos básicos para los vegetales y hacer viable la reproducción de ellos hasta convertirlos en cosechas con las que alimentarse. Y conocieron, a pesar de esos conocimientos, que las modificaciones de uno de esos elementos básicos (modificación del régimen de lluvias, cambios bruscos de temperatura, llegada de plagas o infecciones o infestaciones, no rotar cultivos y agotar el terreno) podría arruinar su proyecto reproductivo (que ahora llamamos cosechas); y en la arboricultura, desde donde desarrollan los agricultores, desde la observación de las plantas y el clima, la posibilidad de realizar injertos, trasplantes, e incluso podas para evitar el “veceo” de los frutales y uniformar las cosechas de frutas; de ello dependía su economía o subsistencia y bienestar. Es en este terreno, y en estos conocimientos, desde donde la Ciencia actual se apoya para trasponer la idea de injertos y trasplantes (en la facultad de las células de adherirse a las iguales y formar tejidos uniformemente; e incluso yemas de otros individuos vegetales desarrollarse en variedades vegetales diferentes). También por la ganadería sabemos del cruce de especies para obtener individuos animales con objetivos diferentes (para consumo de carne, o para realizar esfuerzos y tareas campestres o de transporte); y lo hacían agricultores y ganaderos (a veces siendo la misma persona en una pequeña propiedad). Desde ahí la Ciencia se apoyó para seleccionar - como venían haciendo los ganaderos de manera natural, por selección natural de genes - esperma de animales, congelarlo en Hidrógeno líquido y luego vender dosis a los ganaderos, intentando que las características genéticas se reprodujeran en la descendencia (“esperando” que ello fuera así). De ahí el salto a los Seres Humanos fue fácil (¿Quién quiere tener hijos y no puede?; así se creó la demanda, con esa pregunta lanzada a la sociedad).
Nuestra Ciencia se apoya en conocimientos previos. Ahora su objetivo, siempre fue el mismo, es intentar transformar los medios y factores Naturales en artificiales, con el deseo de “controlar” todo el proceso de la Naturaleza respecto de las funciones propias de la vida. Así es como hemos visto la proliferación de invernaderos (antes reservados a parte del proceso de reproducción vegetal, como semilleros o ahijamientos para consumo propio) y ahora parte de un sistema de producción con los cuales se ha intentado crear ambientes lo más artificiales, pero cuyos resultados – por el solo hecho de imitar los entornos y procesos Naturales y transformarlos, a pesar de los costes reales, en artificiales, como negocio del futuro; pues la ciencia investiga en la dirección en que es financiada – no son los óptimos y ello es obvio (se ve claramente con algunas hortalizas, por mucha selección genética que haya). Igualmente ocurre con la producción animal a gran escala (he visto como terneros han estado atados durante seis meses a unas cadenas, con la finalidad de que engordaran lo más rápidamente posible; y lo que salía al mercado y mataderos eran seres “enfermos” pero cuya enfermedad, por su juventud, no llegaba a plasmarse en sus órganos plenamente, pero que desde luego, de haber seguido en ese régimen de vida su salud, en sí misma estaba muy comprometida).
Así que pedirle a la Ciencia que haga úteros artificiales para que nos libremos del proceso de gestación parece una verdadera invitación al desastre generalizado de la humanidad (pero que ello se haga en nombre de una especie de liberación género, como parece mostrar una tertuliana de los medios de televisión, desde luego parece una irracionalidad propia de quien desconoce cómo se conducen los Humanos cuando se les abre las puertas a una nueva oportunidad de negocio, como es en este caso el que sería de esta envergadura) Se da pie a construir seres humanos con graves problemas, de todo tipo, desde un primer momento.
Reproducir el embrión humano dentro de un útero artificial – es decir, imitando a la naturaleza pero con medios artificiales – siendo que el feto oye los cambios de latido del cuerpo de la madre, oye su voz, siente sus estados de ánimo de alguna manera, come por la sangre lo que ella come, recibe un calor físico en un medio acuoso donde se desarrolla, hay una placenta que le evita y protege; y cuando nace obtiene de la madre el calostro esencial para su salud e inmunidad; además del necesario contacto físico con la madre (que es lo que llamamos amor) (siendo que todo ello, a primera vista, es parte imprescindible para su formación y desarrollo como persona y parte esencial para reconocer el nuevo mundo al que va a nacer). ¿Creen que ello, todo ello, lo puede reproducir la Ciencia a gran escala, sin coste alguno para el nuevo ser? ¿Con la finalidad de liberar a la mujer de lo que puede considerar injusto papel de ser madre?
Desde luego, si la Ciencia lo consigue no será con mi ánimo en que vaya por ese camino. Porque si los tomates de invernadero a veces resultan incomibles – y sólo tenían que controlar los Científicos unas pocas variables – y todos esperamos y compramos los nacidos en las huertas del entono próximo; los seres humanos que salieran de ahí, si lo consiguen (y desde luego si su pensamiento de Vd prospera no hay duda que irán a por ello) no creo ni que fueran seres felices, ni saludables, ni humanos como hoy conocemos y concebimos al Ser Humano (aunque haya evidentes distancias de conciencia entre lo que la Ciencia considera Ser Humano y lo que considera mi persona que debiera ser considerado como tal y resulta obvio en este artículo); pero el engendro sufriente que de allí saliera (y hay literatura fantástica y abundante sobre ello de quienes han intentado reflexionar con algo de sensatez) sería un ser sin conciencia de derechos propios, sin afecto sobre su persona, sin sentido del mínimo amor propio por no haberlo recibido, probablemente sin conciencia de existir ni sentir como Vd o yo nos concebimos; sin familia alguna; sin arraigo alguno ni más referencias humanas ni referentes cercanos…. (pero habría cumplido una misión esencial que es lo que se parece desear desde la más profunda ignorancia proporcionada e inducida por una irracional creencia y fe en la Ciencia por la cual esta Ciencia será capaz de proporcionarnos cualquier felicidad que le pidamos –pero sin reparar en los costes morales consiguientes). Ahora, también hay que pensar en las ventajas que tendrían este tipo de seres para el Capitalismo deshumanizado (como se hace con los árboles frutales: 25 años de producción a tope, se arrancan y otra nueva plantación).


 El aval que se da a dicho proyecto en un twiter sólo puede producir escalofríos; como los que produce que los niños puedan crecer en entornos monoparental desde la visión estricta de progenitor (hecho terrible en sí mismo, por inhumano): Pero dado que es visible, cada vez más, que esos entornos se van a conducir por ese camino, y aprovecho la idea de apoyo, aberrante, a un proyecto de tal finalidad, para establecer una analogía que creo que alguno puede entender. Pues si resulta obvio que la diferencia entre madre y progenitora estriba en un sentido de responsabilidad estimulado por lo que llamamos Amor (y que en la descripción del útero “convencional” se ve como proceso Natural y evidente; y en el Útero Artificial, imposible de reproducir por medios artificiales, por mucho dinero que se gaste en ello, sin general problemas en el nuevo ser que de ahí naciera) así concibo la distancia que existe y consiguiente maltrato “criminal” sobre niños o jóvenes que son considerados propiedad por progenitores y no padres; a efecto de sustraerles derechos y satisfacción de necesidades naturales y propias de toda persona. Siendo la Ciencia las nuevas “madres” y con el concepto que esta tiene de la vida, si el futuro de la Humanidad va por ese camino, tendremos que cambiar el concepto que algunos tenemos de Humanidad (y adaptarlo al que surgirá con el apoyo y visión de algunos sectores feministas que pudieran ver en la Ciencia un instrumento de liberación del hecho materno,  como fenómeno del progreso del Derecho).

Como decía al principio, hay distintos grados de Conciencia entre las personas; ello hace posible concebir que la Democracia no existe, como señala Sampedro en un vídeo (por el simple hecho de que las personas no reflexionan por sí mismas y, cuando lo hacen, no siempre lo hacen con sensatez, pensando en las consecuencias colaterales sino en función de sí mismas); pero por el contrario, la Democracia es eso: Una Humanidad en distintos grados de Conciencia decidiendo sobre sí misma y sobre su futuro. Lo esencial para que esto salga bien es no dejarse manipular ni por unos ni por otros ni por ideas preconcebidas de libertad o de conocimientos incontestables; que es lo que suele aducir la Ciencia (cuando está dirigida por un conjunto de intereses económicos) siendo los medios de comunicación los "palmeros" que corean esos "logros". ¡¡¡¡Que el Cielo nos proteja de tanto "Docto" "ignorante", pero bien pagado!!!!