Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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martes, 21 de enero de 2020

El Reino Republicano: Liberales, Excalibur, el Toison de Oro.

Leer artículo de Horacio me ha resultado revelador. 

El impulso de resistencia de la derecha española a la creación del nuevo gobierno - ya configurado con apoyo directo implicación de Unidas Podemos - nos ha hecho dudar, a mí también, me confieso, de ese nuevo escenario que aparece en España como una segunda Transición  - ahora ya inevitable porque C's en su momento no quiso o tuvo miedo de perder expectativas o simplemente fue presionado su entonces líder, de manera determinada o total y definitivamente, generando la configuración que ahora se da en la historia de España. Si en algún momento lo quisieron evitar, y tuvieron el vértigo que todo estuvimos a causa del populismo de Pablo Iglesias y sus propuestas y opiniones extremas, dejaron pasar el momento adecuado y conveniente - que también señalaban como tal conveniencia desde el mundo anglosajón - cuando opinaban sobre lo mejor para España. Y por ello desde el entorno del pensamiento de centroizquierda (incluidos los Liberales, que señala el artículo de El País, socialdemócratas y socialistas) se ha producido una especie de temor previo de vértigo, igual que si de una segunda Transición se tratara, en la cual los grupos independentistas (Juntos por Cataluña, Bildu y excluyo a Esquerra Republicana de Catalunya porque inicia ya una vía posibilista y ya no unilateral) parecen en toda su extensión identitaria. Cabría recordar que por errores cometidos por el PP de Rajoy previamente, cuando su deseo de generar ese  mismo vértigo que ahora hemos estado sintiendo y presintiendo, con el único objetivo de desalojar al entonces Gobierno de Zapatero, provocando una ruptura en la vinculación de los catalanes con su propio Estatut, aunque lo impugnado en él estuviera ya recogido en otras comunidades autónomas sin generar ningún tipo de problema en la integridad o cuestionamiento de la unidad de España (si ello se hubiera dado en el futuro bien pudieran haber acudido entonces al Constitucional y que éste hubiera avalado la tesis de los conservadores; pero parece que entonces urgía ganar al gobierno socialista y en ello no repararon en consecuencias que ahora vivimos y que se achacan a los socialistas). Si tuviéramos una perspectiva amplia de la historia veríamos que ya resulta reiterativa esta práctica y estrategia y sin embargo es la única manera en la que podemos conseguir el avance sostenido de la sociedad, donde varias generaciones diferentes conviven desde sus propias perspectivas y sensibilidades, que también han sido adquiridas en el propio territorio de España y que determinan una trayectoria que se simplifica, políticamente, entre dos vías: conservadores y progresistas, y que se vienen dando en Occidente desde el siglo XIX, lo que es una expresión, así lo parece, ordenada de un impulso que se observó en la naturaleza humana y que se definió desde el tiempo de los griegos (Parménides: "es lo que debe ser" o "lo que debe ser será"). 
Así que cuando Horacio comenta los vértigos de los conservadores ante cualquier avance libertades individuales en los años 80-90 estoy muy de acuerdo con su perspectiva (tiene sobre 40 años de edad, y mi persona ya unos 60) se vivió esa diferencia generacional y se ve reflejada en esa parte del artículo.
Es cierto, mi formación juvenil fue en el ambiente final de la dictadura; es cierto que siempre he pensado que la estabilidad en la familia otorga otra estabilidad emocional que no ha estado al alcance de todos, por un motivo u otro; incluso se ve en los entornos sociales, y de ahí que pueda añorar o evidenciar o evidencia como modelo más conveniente, pero sin duda de ello no se puede hacer ley, ni obligar a nadie sino es por su propia conciencia, como pretendió la dictadura, con consecuencias evidentes (tampoco hay solución perfecta)....tampoco  se puede ignorar la naturaleza sexual de las personas y lo que ello implica para sus relaciones y el desarrollo personal y tampoco se debe olvidar que hay que dar recursos y herramientas a los jóvenes para que estos puedan reconocer sus emociones y las experiencias no acaben convirtiéndose en traumáticas. 
No todos partimos, se ve con claridad, desde el mismo punto de partida aunque existen rasgos comunes como son los entornos familiares y la manera en que nos vinculamos con ellos desde la cual construimos las relaciones con el entorno social. Cada generación tiene un punto de partida cuando aflora a la sociedad y desde ahí reflexiona sobre su presente y futuro desde lo que debería de ser sus propia lógica; la sociedad se mueve y con ellas todos nosotros hacía un rumbo con una inercia que para muchos supone evidencia y oportunidad, y para otros un motivo de reflexión como si fueran espectadores ante un mundo y sociedad extraños, en alguna medida, pero previsibles; a veces negativamente previsible. 
Convivimos con varias generaciones en un mismo espacio y tiempo pero, aún compartiéndolos, las experiencias personales y cómo se aceptan e impactan las experiencias sociales y personales de maneras diferentes en cada persona. Existen muchas preguntas sin respuestas, y sin embargo la mayoría de las personas no las formulan, al menos para llegar al fondo; solo viven en la manera de lo posible, bajo los parámetros y directrices que cada época temporal les han señalado como metas y objetivos; como si fuera una exigencia, que lo es, y es real, a la que difícilmente se puede generar una bifurcación sin que exista una extrañeza social que suele estar acompañada de alguna forma de reproche. Por ello pensar y reflexionar fuera de los marcos y límites delimitados por las costumbres locales suele ser un verdadero riesgo si existe rigidez o intolerancia, aunque se asegure ser de un entorno progresista (suele darse la paradoja de que las reflexiones vitales encuentran más respuestas, acogida y apoyo en entornos más centrados, incluso conservadores, con más experiencia vital que es y suele ser lo que nos hace a todos vivir en un lugar común, como es el de la experiencia emocional y consecuentemente mental). 
Así que cuando se habla y retorna a la idea de distinguir entre dos tipos de liberales, señalando a uno de ellos como continuador de los que hicieron posible la Constitución de Cádiz  no puedo estar más de acuerdo con Horacio, cuando se señala que el PSOE es el lugar que eligieron figuras insignes de la primera transición para ubicarse en él, cuando la desintegración de UCD tuvo lugar. Ello es garantía de que España, por mucho vértigo que se pretenda generar desde la derecha extrema y aunque el PP tema despegarse de ella plenamente, no se desintegrará mientras el Psoe siga siendo referencia del centro izquierda. 
España no perderá su espíritu progresista con el Psoe, pero tampoco entrará en ningún proceso semi-revolucionario que altere lo esencial de un formato de Estado concebido para ser una República Monárquica o una Monarquía Republicana que a todos satisfaga. Nadie va a jugar a romper lo irrompible (este nudo gordiano, está espada de Excalibur, este Camelot, esta mágica protección del vellocino de oro; está garantía del toison de oro...) si es que nadie se empeña desde las mentiras, las fake nweus, los falsos mensajes.... a veces eso es solo signo de ambición. 



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