Lo que parecía
una simple conjetura que circulaba por twitter (que casi parecía anécdota) se mostró por la mañana siguiente como
expresión de una marea de fondo que tiende a inquietar o aumentar la inquietud ante
las incertidumbres. León pide conversaciones para que se ilumine su olvido en
inversiones que han hecho posible su envejecimiento y falta de perspectivas
futuras. Apela a un artículo de la Constitución que abriría esa puerta por
medio de segregarse de la CA de Castilla. Asegura el Alcalde que no pretende la
independencia más que de León y se apela a la Historia de España – remontándose a la Reconquista – para asentar
la petición. En “Atena 3” el director de la Razón también se refería al origen histórico de la
Corona de León intentando oponerse con argumentos – que a la vista del problema generado en Catalunya – parecen a
priori un poco endebles (al menos en este
momento de “debilidades” y cuestionamientos, así se vislumbra en este momento de incertidumbres; hasta que se conforme gobierno
sólido que determine nuestro devenir y que parece posible en fechas próximas).
Las argumentaciones sobre las delimitaciones de las CA, en razón a la petición
de León, han remitido al pasado, cuando se negociaron y pactaron en el Congreso
de los Diputados, uniéndose a las mismas especulaciones sobre porqué se tomaron determinadas decisiones respecto de unas y otras.
Lo que saltó a
las redes desde León sonaba a algo así como: Si se ha de “adaptar algo” para
encajar Catalunya, nosotros, en León, también tenemos una lista de “reclamaciones”
basados en números y estadísticas que las avalan. Ahí se vislumbra también la "oportunidad" con que “Teruel Existe” aparece en el Congreso de los Diputados en
un momento en que cada voto de cada diputado resulta esencial para asentar un Gobierno
y romper, como decía el Presidente, el “bloqueo” y nada más. Y sin embargo,
pese a los temores que se muestran desde la Derecha del Congreso (demasiado mediatizada en su discurso para evitar que la
derecha extrema le coma terreno; como así lo señalaba como estrategia inevitable, tal y cómo se concibe la política hoy en día, un veterano y magnífico comentarista, lleno de sentido común, antiguo
colaborador de Suarez en la transición, pues de lo contrario la extrema derecha se le comerá el terreno) es difícil de concebir que la
Socialdemocracia acepte, bajo ningún concepto, una segregación del Estado; y
mucho menos lo parece posible en un Pablo Iglesias cuyo modelo era la URSS
hasta no hace mucho tiempo; por lo que parece que el Estado, al menos en lo que
son los temores de la Derecha sobre su integridad, no está en riesgo en modo
alguno; y lo que se inicia, eso esperamos todos, es un proceso encaminado a dar
nueva forma a la integridad territorial desde una nueva perspectiva generada
por una nueva generación de políticos – así
se va concibiendo por el momento – ante los temores de los conservadores –
porque los conservadores siempre temieron cualquier tipo de cambio que arroje
cierta incertidumbre; ello está en su ADN y de ahí su nombre de conservadores, pero también han
mostrado que cuando los cambios acaban por generar estabilidad acaban por
defenderlos y asentarlos (como acabó por
ocurrir con la propia Constitución del 78);
a diferencia de la etapa anterior de la consolidación del régimen del 78, la
presión sobre ellos ya no se escenifica detrás de las bambalinas sino que ahora
es muy visible en el propio Congreso de los Diputados (y no como fuerza residual de un sistema autoritario y dictatorial en
franca retirada visual y mediática, como lo era a finales de los 70). Así
que la parte del discurso Navideño del Presidente de la CA Aragonesa, destacado
por Heraldo de Aragón – periódico conservador de máxima lectura en la Comunidad
Autónoma – parecía un previsible e inevitable obstáculo lanzado como mensaje sobre
la línea de flotación del pacto en el gobierno central de Madrid (y parecía inevitable que se produjera por
dos motivos muy sensibles en esta tierra: El mensaje de la sentencia del TC
sobre el proyecto basado en la idea de“no ser menos que nadie” en referencia a ninguna otra CA,
en especial la catalana; y sobre todo porque existe cierta experiencia sobre lo
que parece faltas o perdidas de oportunidades aquí, por la mayor potencia de
influencia política y económica de Catalunya, de la que se es vecina). Sin
embargo, de concretarse el Gobierno central en Madrid, como parece probable – y el “gesto” de León sobre ser incluidas en
cambios, si estos se producen – harían mutar el titular del veterano
periódico en casi conveniente argumento ineludible que sintetiza y condensa un
sentimiento compartido de no quedar en segundo plano a la hora de desarrollar
las posibilidades de este territorio – por
lo que el discurso del Presidente de la CA se verá, y podrá leerse, respondiendo
a un sentimiento territorial de doble alcance, como un sentimiento generalizado
y expresado institucionalmente - porque que es lo que se pudiera volver a temer ante
las condiciones que pudiera establecer ERC para sostener el gobierno central legislatura
tras legislatura. De ahí, probablemente, las reiteradas llamadas a la cordura y
coherencia del candidato a la Presidencia del Estado sobre C`s, con el fin de
que ocupe el lugar que siempre debería haber ocupado sino hubiera asumido una
actitud de desconfianza hacia el propio candidato, pues C´s en ello basa su criterio de mimetizar más con una
visión conservadora que con una posición liberal (el desarrollo de la legislatura podría permitir abrir el campo de visión de C´s; o si son los temores de incertidumbre
y desconfianza los que vuelven a predominar; de momento no se vislumbra el valor mostrado por Suarez o Gutiérrez Mellado) ni si quiera otorga el beneficio de cierta duda respecto al papel del PSOE en este momento de compleja gestión política del problema catalán, por lo que de fracasar esta iniciativa socialdemócrata no aparece en el horizonte más opción que proseguir la senda de un enfrentamiento judicial, cuyas resoluciones finales acabarían por determinar una posición mucho más determinante en la opinión pública europea, haciendo posible en España que el Nacionalismo extremo y moderado que sostienen los conservadores, vieran a Europa como fuente de problemas y no de soluciones).
Cabría esperar
que existiera, en este momento de incertidumbre – dada las situaciones internacionales en las que estamos inmersos y
las propias nuestras – existiera un verdadero órgano real de contacto
permanente entre los partidos; encaminado a un análisis más centrado sobre lo
conveniente para nuestro Estado desde la observación de las distintas hipótesis
que vienen circulando y siendo defendidas por diferentes analistas – algunas muy adversas - sobre el devenir internacional y que no parecen estar contempladas
desde un análisis práctico, consensuado con alternativas, y con mucho sentido común, en la política diaria; por lo que de alguna manera
desconocemos si estamos prevenidos en el papel que cada partido debiera asumir
ante una situación de pugna, ante la lucha por la imposición de una estrategia
mundial sobre territorio europeo que afectaría a España; de existir ese órgano previo, el debate parlamentario girara sobre contenidos y en maneras y formas que
permitieran ir despolarizando la opinión pública y desmovilizando los
argumentos extremos, y adaptando a la sociedad hacia las situaciones
previsibles o probables sin grandes sobresaltos.
Hace unos días apareció un personaje singular en los medios de comunicación y habló de que el futuro de la UE podría pasar por una atomización de los Estados componentes de la misma. En principio me pareció una idea bien temeraria, porque es difícil concebir que un Estado admita su desintegración sin oponerse a ella con decisión indudable. Pero de ser cierta esta tesis, estaríamos en un escenario que podría convenir a las potencias implicadas en nuestro destino (EEUU, Alemania, UK ó Rusia, incluso probablemente China) puesto que la atomización y reducción del peso de cada Estado haría factible un proceso mucho más permeable hacia una UE y, a la vez, ese proceso estaría marcado por una vulnerabilidad y, consiguientemente, sería más permeable a las tensiones políticas que pudieran generar EEUU ó Rusia (ó China) sobre el mismo proceso de atomización hasta que el proceso concluyera con unos Estados Unidos Europeos.
A este respecto, y porque no se ha de descartar ninguna hipótesis – como se señala en la película “Guerra Mundial Z” – si los experto (en este caso en la película, un grupo formado por nueve personas expertas) contempla una hipótesis o vía hipotética como imposible, por ello están obligados a nombrar o dar cabida a un décimo experto que la defienda dentro del grupo, para llevarlos a analizarla.
Hace unos días apareció un personaje singular en los medios de comunicación y habló de que el futuro de la UE podría pasar por una atomización de los Estados componentes de la misma. En principio me pareció una idea bien temeraria, porque es difícil concebir que un Estado admita su desintegración sin oponerse a ella con decisión indudable. Pero de ser cierta esta tesis, estaríamos en un escenario que podría convenir a las potencias implicadas en nuestro destino (EEUU, Alemania, UK ó Rusia, incluso probablemente China) puesto que la atomización y reducción del peso de cada Estado haría factible un proceso mucho más permeable hacia una UE y, a la vez, ese proceso estaría marcado por una vulnerabilidad y, consiguientemente, sería más permeable a las tensiones políticas que pudieran generar EEUU ó Rusia (ó China) sobre el mismo proceso de atomización hasta que el proceso concluyera con unos Estados Unidos Europeos.
A este respecto, y porque no se ha de descartar ninguna hipótesis – como se señala en la película “Guerra Mundial Z” – si los experto (en este caso en la película, un grupo formado por nueve personas expertas) contempla una hipótesis o vía hipotética como imposible, por ello están obligados a nombrar o dar cabida a un décimo experto que la defienda dentro del grupo, para llevarlos a analizarla.
La
idea de configurar CA en unidades de gestión territorial (CH) aportaría ciertas
ventajas al estar desvinculados los territorios de una Historia particular que
otorga derechos particulares a sus habitantes; por lo cual la competición interterritorial
tendería a situarse en otros parámetros más relacionados con la mejora de las
calidades del suelo, aguas, aire… y consiguientemente calidad de los productos
que se producen. La Historia particular sería ofrecida, al Estado central, como
un cese y fin de la propia Historia, al considerarse que el objetivo esencial
del progreso girara sobre un permanente avance y mejora en la gestión
territorial y calidad de vida “real” de los ciudadanos; y una desvinculación
con nacionalismos territoriales interiores (y
despegarse de sus mitos) para situar la vinculación de identidad en la
gestión territorial de un proyecto de ámbito de Estado avalado por el resto de
Estados de la UE y organismos Internacionales; buscando ser referencia en la gestión
organizada del territorio. Obviamente la propuesta, ahora, se ve como un mito. Pero si el mito supusiera salvar una acción internacional destinada a atomizar España, ¿Valdría la pena tener un plan de acción consensuado para tener oportunidades reales de garantizarla?.
Aunque la
apuesta de divulgar la idea de configurar territorios basados en Cuencas
Hidrológicas no parezca tener eco alguno (por
el motivo de que las CA están constituidos en razones de interpretación
Histórica, y porque la lucha política en esa razón ha sido ardua y motivo
también de enfrentamientos sangrientos en el pasado, por lo que no es fácil enfocarse hacia
los retos de gestión territorial del futuro desde la perspectiva propuesta) y sin
embargo se pretende dar una razón, de relativo poco peso, pero que entra de lo
previsible, para que no sea descartada del todo por nuestro Estado – pues la incertidumbre también afecta a
Europa y Europa tiene alianzas con EEUU; y EEUU está cambiando de paradigma (y
probablemente, detallándose un nuevo escenario de influencia).
La magnitud del
problema en España (y tal vez Francia)
de iniciarse un proyecto político como este, es incalculable y habría que mirar
hacia atrás, para ver cómo responden las Naciones en defensa de su integridad, para verificar los peligros que implicarían. Y sin embargo, un
proyecto como el señalado (división
territorial en Cuencas Hidrográficas en España) podría ser de suficiente
relevancia y argumentario como para hacerlo viable e incluso servir de referencia
internacional.
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