No siempre sale
a la primera encaminarse hacia un futuro previsible que aporte cierta
estabilidad, por el contrario, suele acontecer que los jóvenes tengan que
afrontar etapas de clara incertidumbre, sobre todo cuando afectan los periodos
de crisis económica cíclicas – y nuestro
país es un claro ejemplo de ello. Aquella de los finales de los setenta y
principios de los ochenta fue una crisis de las más duras que vivimos los de mi
generación; además de los cambios de paradigma que pulsaban en el ambiente
político, con fuertes resistencias a modificar lo esencial del régimen
anterior, desembarcó en las ciudades ingentes cantidades de drogas -
algunas de ellas envueltas en un halo de libertad y amor; filosofía procedente
de los años sesenta en los EEUU; años, de entonces, llenos de violencia
institucional contra los negros, contra los jóvenes que se resistían a ser
enviados a la guerra del Vietnam, contra las jóvenes mujeres que les apoyaban
pidiendo que se derribaran los estereotipos sobre la mujer, sobre los estudiantes
de las universidades que, en discursos valerosos, señalaban la lucha contra
esos viejos acomodados y complacidos que gobernaban el país y los sacrificaba en
frentes de guerra sin que sus propios padres se revelaran ante la magnitud de
semejante estéril sacrificio – aquella época, donde el asesinato de políticos
progresistas conmocionó a todo occidente (los Kennedy, Lucer King…) señalando
que existía una “invisible” pero muy real línea roja que podía costar la vida
atravesarla; por eso los estudiantes, en sus discursos de resistencia,
incorporaban una certeza – como hemos
visto estos días cuando se han repuesto en tv documentales sobre aquellos años
en los EEUU – una certeza que decía: “os dirijo estas palabras de resistencia
a los presentes siendo consciente que ello me puede costar la vida”. Así se
estaba demostrando en el caso de los líderes negros, por mucho que hubieran
sido distinguidos con un Nobel por la Paz (cuando
los Nobel por la Paz significaban realmente algo), y así se demostró con el
asesinato de Robert Kennedy cuando esas mismas fuerzas “oscuras” se sintieron
amenazadas al poder perder la Casa Blanca y el inmenso negocio de la guerra del
Vietnam.
Las drogas, a
finales de los setenta y primeros de los ochenta, llegaron a España adormeciendo
los sentidos de los jóvenes ante una realidad inabordable y casi “infumable”. Con
entornos familiares desbordados por los miedos a los cambios, en medio de una
violencia político/terrorista casi cotidiana y unas “únicas verdades” estereotipadas
que prejuzgaban de manera excluyente a los entornos juveniles (y que acabaron por constituirse en tribus
cuyas vestimentas señalaban y reflejaban su visión o la respuesta a la sociedad
que les circundaba). Muchos de ellos cayeron por el camino, muchos (seguro que entonces, para alguno de sus
entornos más cercanos pudieron haber pensado si cierta mayor tolerancia hubiera
sido mucho más útil que ir poniendo, cada cual, su particular “cagadilla” en la
mente de cada uno de ellos, en vez de ponerse realmente en su lugar; otros, sin
embargo, siempre pensaron que en este mundo el que vale, vale, y el que no
molesta; así que para ellos nuestra sociedad no es otra cosa que un reflejo de
supervivencia en el más puro término de su literalidad).
Por casualidad,
después de una conversación que dejaba en el aire desde cuando existen levas (reclutamiento obligatorio para ir a las
guerras) miré en wikipedia y constaté la ingenuidad conque asumí lo que en
realidad era, o parecía, una crítica que los Munty Payton realizaban en plena
sintonía con el socialismo utópico de entonces (y que hoy en día, el individualismo y la visión competitiva, parece
haber terminado por truncar, convirtiendo cualquier idea alternativa en negocio).
El rey Arturo, leyenda que aun hoy en día se encuentra en el imaginario político
anglosajón, en la película de la “Tabla redonda”, se autoerigía como rey,
reclamando vasallaje, ante unos campesinos que le contestaban que no le
reconocía y que tenían una forma de gobierno y de autorganización mucho más
avanzada de lo que les viniera a proponer.
En la Wiki ya
se remontan a los años 800 para señalar la primera leva documentada (Bajo el reinado del rey inglés Alfredo
el Grande (Wessex, 849-899), los
súbditos se encontraban divididos en dos, la mitad de los granjeros en sus
casas atendiendo las cosechas y la otra mitad reclutada para servir en el
ejército, por lo que las tareas militares eran rotatorias entre la población)
y sin embargo lo que más llamaba la atención es
que ya fuera en China donde este tipo de prestaciones se hubieran instituido mucho
antes que en occidente. La primera
manifestación real de levas en masa en la historia de la humanidad, donde el
término fue acuñado por primera vez, ocurrió durante el periodo de los Reinos Combatientes de la historia de China, en el que un número de
diferentes escuelas filosóficas se encontraban enfrentadas: las cuatro
principales escuelas eran el Confucionismo, Daoismo, Moísmo y el Legalismo.
Es de señalar que los legalistas, vencieron a todas las
filosofías en conflicto:
·
El
confucianismo se centra en los valores humanos como la armonía familiar y social, la piedad
filial (孝, Xiao), ren (仁, «bondad» o «humanidad») y Lǐ (禮 / 礼), que es un sistema de normas rituales que
determina cómo una persona debe actuar para estar en armonía con la ley del
Cielo.
·
En el Taoísmo
sus valores éticos taoístas varían dependiendo de las distintas escuelas, por lo
general tienden a enfatizar el wu wei («la no
acción» o acción sin intención), la naturalidad, la simplicidad, la
espontaneidad, y sobre todo, los «Tres Tesoros»: 慈 «la compasión», 儉 «la frugalidad», y 不敢為天下先 «la humildad», mientras que pone menos énfasis
en las normas y el ritual (en oposición al confucianismo).
·
El moísmo es
mejor conocido por la idea de «amor imparcial» (chino: 兼愛; pinyin: jiān ài; lit. amor
inclusivo).1 Según el maestro Mozi, las personas deberían preocuparse
por igual por todas las demás personas, independientemente de su relación con
ellas. Mozi también abogó por una meritocracia imparcial en el gobierno que se debería basar en el
talento, no en las relaciones de sangre. Mozi estaba en contra del ritualismo
confuciano, en lugar de enfatizar la supervivencia pragmática a través de la
agricultura, la fortificación y el arte de gobernar.
·
El legalismo o legismo (chino 法家 pinyin fǎjiā,
escuela de 'métodos' o 'estándares')1 fue una escuela filosófica china que se centraba en la filosofía
política, las leyes, la realpolitik y la gestión burocrática.2 Ignorando en gran medida la moralidad o las visiones idealizadas
de cómo debería ser la sociedad, se centraron en el gobierno pragmático a
través del poder del autócrata y el estado. Su objetivo era
lograr el orden social, seguridad y estabilidad.3 La Escuela de la Ley, Legalismo o Legismo (法家; Fǎjiā; Fa-chia; "Escuela de la Ley") fue una doctrina formulada
por Han Feizi9(chino simplificado 韩非子 chino tradicional 韩非子 pinyin hán fēizi Wade-Giles Han Feitzu) (Circa 280 a.C- 233 a.C) y Li Si (280 a. C.,
Chu - 208 a. C., Shaanxi), que mantenían que la naturaleza humana era
profundamente egoísta; de acuerdo con esto, la única forma de preservar el
orden social era la imposición de una disciplina desde arriba, con un estricto
refuerzo de las leyes. Los legalistas creían en el Estado por encima de todo,
buscando su prosperidad y sus habilidades sobre el bienestar de la gente.
Sus teorías representaban los intereses de los terratenientes. Tenían una
visión materialista del mundo, plasmada en la frase El hombre vence al cielo (tian) con lo que se
oponía claramente al confucianismo. También defendían el Gobierno mediante las leyes que se oponía al Gobierno mediante los ritos de los confucianos.
Así que de
alguna manera China señaló un camino mucho antes que occidente, camino que le
permitió ser estable como Estado miles de años, al concebir dos cuestiones
esenciales: Los hombres son muy egoístas y la acción del Hombre vence las leyes
del Cielo. Esencial ello para entender nuestra época en occidente.
El 2 de
septiembre ya visualizaba en twiter el signo de una familia violenta (que ve cómo en su seno van cayendo muchos de
sus miembros en el ámbito psiquiátrico; algunos por la vía rápida salieron de
este mundo) nunca aprendieron, ni siquiera se molestaron en pensar y
reflexionar, les bastaba buscar un culpable, señalarle socialmente y seguir
adelante con sus “conciencias” limpias e impolutas. Ahora no piensan cómo es
posible que un muchacho en diez años haya pasado por más de media docena de psicoterapeutas,
sin éxito alguno (los primeros del
entorno privado, producto de un seguro funcionarial) que fueron renunciando
a la idea de poder solucionar el problema, eso sí, después de descubrir que lo
que contaba el entorno respecto del muchacho no era muy cierto (y por lo tanto no había posibilidad de
solución para el afectado) (uno de ellos, a la segunda visita y de evaluar
la situación del muchacho después de hablar con él y con la madre decidió
declinar asumir, ni siquiera, un mínimo intento; la frase lapidaria aún resuena
en los oídos incrédulos del chico). Y así uno detrás de otro profesional.
Después de
los consecutivos especialistas y de entrar en el ámbito de la SS ya, a petición
de un juzgado se realiza una evaluación que da como resultado el diagnóstico de
Miedo (Psicosis en términos médicos) y la evaluación que sugería el entorno
familiar se considera diagnóstico anterior. Ahí está la clave, pero parece que,
como siempre, se llega tarde. Mil euros costó poder acceder a esa información
fiable mediante abogado, porque el entorno materno siempre se blindó e impuso
su criterio durante años aprovechando la bestial ignorancia de la otra parte de
la familia, que durante muchos años creyó, a pies juntillas, todo lo que de ahí
viniera sin someterlo a una mínima crítica (creo
que ello son cosas que se entienden cuando las personas, carentes de un mínimo
de interés por el “fondo” del mundo y de la gente que les rodea, se vuelven
primitivas y básicas siendo dependientes de lo básico animal; ni siquiera las
culturas antiguas pueden observarse tal grado de “regresión” e involución o
ceguera ética/moral; de ahí que el anterior poema/canción de los Miserables no
les mueva ni un ápice; y eso que hubo quien abandonó este mundo en el pasado en
situaciones similares a las presentes).
¿Alguien confiaría
en los psicoterapeutas después de haber pasado por iniciativa familiar por más
de media docena? A todos les sacaba falta el entorno familiar hasta llegar a dar
con los que sirven al Estado (eso de
meterse a evaluar qué es lo que pasa en realidad en esa familia ya no interesa tanto;
ahora lo que prima es cubrir el expediente y como profesionales salir indemnes
de lo que pudiera ocurrir; y sobre todo mantener la unidad corporativa). SI la
familia no pone de su parte para que esto se solucione felizmente, ¿Quiénes somos
nosotros para meternos en semejante fregado? Se deja constancia, de manera
implícita y suficientemente visible y fiesta.
Alguien
confiaría en la medicación si su propio entorno familiar le dice: ¿Mira a ver
qué te están dando? (hala a mirar el
prospecto, otro problema más para el profesional que se puede achacar al muchacho);
y así año tras año y agotando oportunidades.
Así que
cuando ya, por agotar las posibilidades, muestras la realidad al muchacho, que
lo que tiene es miedo desde que es niño (por
mucho que el entorno materno halla divulgado otras cuestiones para despistar
usando la figura paterna) y cuando llegan los profesionales, viendo el
tinglado que se ha montado, no encuentren manera de hacerle frente con
garantías. Y así llega el letrado, que ante tanta “mierda” sobre la mesa solo
puede decir: Si no denuncias, lo que tienes que denunciar, no tienes solución;
lo demás es todo legal. ¿Pero alguien piensa que un hijo puede denunciar a su
entorno materno en estas circunstancias? Los abogados saben de leyes, pero no de
psicología y los psicoterapeutas pueden encerrar a una persona porque le están
jodiendo la vida, pero no pueden “señalar” a los “sinvergüenzas” que lo hacen
posible. Algo de razón hay en intentar llamar la atención con una escapada a
Madrid, a pasar unas horas de desahogo de tanta “irracionalidad” también
razonada y racionalizada. Pero eso no aumenta nada más que la percepción de
falta de control sobre el muchacho. Mientras él tenga sobre sí el foco que
alumbra las opiniones del vulgo ignorante, el entorno materno estará siempre a
salvo de cualquier mirada que busque responsabilidad real. Eso, en este país, y
en este ambiente, parece importar lo de menos.
De alguna
manera por eso pienso que el legalismo venció. Los Hombres pueden ir contra las
leyes del Cielo, tranquilamente y con la seguridad de que otros muchos así lo
hicieron sin tener que responder ante nadie (y a veces con la bendición de muchos; muchos borregos ignorantes; y
otros, no borregos, mientras saquen algo de provecho, lo que sea que les
satisfaga en su condición “animal”, genial). La escapada responde a una
llamada de atención y, probablemente también para seguir sugerencias que hace
años le dieron (en el sentido de que follar todo lo soluciona; curioso que
aquellas máximas que estuvieran de moda y sean convencimiento de muchos, no
vengan a disculpar la escapada; al fin y al cabo, todo el mundo tiene “derecho”
a poner su “cagadilla” cuando mejor le parezca, y más confortable es cuando la
persona que pregunta es vulnerable, porque siempre uno se podrá desdecir, si le
conviniera; pero la cagadilla ahí quedó. El pasado y el presente se repiten,
pero todos se consideran inmaculados consejeros. Así que también se le puede
decir que si tarda en cobrar una nominilla municipal será porque su padre se ha
quedado el dinero (esta fue cojonuda, le
estuvieron mareando al muchacho con idas y venidas al ayto preguntando por su
dinero y haciéndole sospechar que le traicionaba su padre, aunque se sepa que
ayto tarda un mes en pagar); pero lo repitieron con vodafon, lo repitieron
en cada circunstancia; cada vez que el pedía un consejo para tener una salida
ahí había alguien con su cagadilla – eso de ir a vivir con tu padre nada de
nada, por supuesto. Pero brindarse con ideas de que la familia debe estar unida
(y a la vez sea la que te amargue la vida)
tiene que ser un principio perenne, aunque a veces, como esta, no haya por donde
cogerlo (porque opinar, claro, pero
atender y acompañar todos los días, de eso ni hablar, que cada uno tiene su
propia vida aunque halla familia). Eso de poder estar unos días en una
finca de la madre para desahogarse, eso ni hablar, ni se le ocurra; que pueda
estar con alguno de sus hermanos unos días, tampoco (aunque sea familia); los tíos de todas clases se preocupan, sí,
pero sólo para ver a quién pueden echar la culpa, eso de ofrecer un espacio y
un acompañamiento, ni hablar del peluquín. Así que si sale a desahogarse y eso
es una temeridad; se acabó el tema hay que poner punto y final.
Tú puedes
solucionarlo ya; mensaje claro del entorno materno, eso antes de salir del
hospital (a hacer gárgaras convalecencia
y todo lo proyectado por el médico; y el médico, es obvio, no va a meterse en
ningún berenjenal; ni los juzgados tampoco está preparados para este tipo de
investigaciones; total para qué, si la pérdida es tan nimia) así que eso de
ir poco a poco no le va al entorno materno; le va poder decir: No ha hecho esto,
ni lo otro, ni lo de más allá. Y cuela, como cuela.
La cuestión pasa, en este asunto, por dos acciones claras y concretas: Dar VISIBILIDAD a la situación y por otro acompañamiento a la víctima, darle su lugar de Víctima, permitiéndole expresarse sin juzgarle lo más mínimo, pues lo que muestra (más allá de la literalidad de sus palabras) es el dolor, el sufrimiento y la injusticia, extrema injusticia, vivida en primera persona y tolerada o liderada por personas que pasan por honorables.
La cuestión pasa, en este asunto, por dos acciones claras y concretas: Dar VISIBILIDAD a la situación y por otro acompañamiento a la víctima, darle su lugar de Víctima, permitiéndole expresarse sin juzgarle lo más mínimo, pues lo que muestra (más allá de la literalidad de sus palabras) es el dolor, el sufrimiento y la injusticia, extrema injusticia, vivida en primera persona y tolerada o liderada por personas que pasan por honorables.
Así que los que siguen siendo descreídos, vuelvan a leer la letra traducida de Soñé un Sueño
(de los Miserables, porque no tiene desperdicio, así como el vídeo donde canta
la artista violada, injuriada, casi encarcelada y muerta de pena….. va por
vosotros…). E hijo mío resiste, porque las "hienas" que promueven esto dependen de tu arrestos de fortaleza para sobrevivir al deshonor.
Hubo una vez
hombres y mujeres eran
amables
(con honor)
sus voces eran suaves
hacían del mundo una
canción
que a todos nos
guiaba.
Hubo un tiempo en que
el amor era ciego
el mundo era una
canción
emocionante….hubo un
tiempo… así.
Todo se torció
soñé otro tiempo en
tiempos pasados
lleno de vida y esperanza.
Soñé que el amor nunca
moriría
soñé que Dios estaría
perdonando.
Era joven y sin temor
Y los sueños se
hicieron,
se usaron
y se desperdiciaron
y no hubo deudas que
pagar
las canciones eran
reconocidas,
y todo el vino se pudo
probar.
Pero….
los tigres vienen de
noche
con sus voces suaves
como truenos
mientras destrozan tu
esperanza
y hacen verguenza tu
sueño.
Durmió un verano a mi
lado.
Él llenó mis días de
asombro sin fin
Tomó mi infancia con
calma
Pero se había ido
cuando llegó el otoño
Y aún sueño que vendrá
a mí
Que viviremos los años
juntos
Pero hay sueños que no
pueden ser
Y hay tormentas que no
podemos resistir
Soñé que mi vida sería
Tan diferente de este
infierno
tan diferente ahora de
lo que parecía
Ahora la vida ha
matado el sueño
Yo soñé
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