¿De
dónde vienen las palabras?
Argot, una manera de “confundir” o “excluir” al
resto.
La escuela nunca fue
el mejor lugar para aprender ni enseñar cultura, al menos desde que en mis
tiempos (hace ya casi sesenta años)
toda Europa estaba inmersa en la idea básica de que “la letra, con sangre
entra”. El mito de que el franquismo hubiera impuesto una enseñanza “violenta”
(y por ello, un ambiente de “terror”
latente en las aulas) era simplemente una falsedad para quien quisiera
aceptarla. “Los doscientos golpes, de François Truffaut” (me quedé corto; al mirar cómo se escribía el
nombre del director he visto que eran más golpes, muchos más, prácticamente el
doble: 400 golpes, y sin duda el director quería expresar de manera bien
evidente el exceso que contemplaría y que él mismo viera y viviera) los que
le caen encima a un joven hasta “destruir su vida”. Sin duda una peli de
denuncia realista (y en blanco y negro,
como debía corresponder) (de la que en alguna manera se desdijo, con el tiempo,
que fuera biográfica pero acabó por denunciar nuevamente un centro en concreto).
No solo en Francia existía la violencia escolar y la humillación, en Inglaterra
también, y supongo que en otros lugares centroeuropeos sin duda (el propio aspirante a la corona, D. Juan,
estudiando en Inglaterra recibiría castigos físicos; toda una sociedad
democrática que aún parece resistirse del todo a abandonar la violencia en las
aulas). Pegar a los niños parece que tuvo su “época dorada” en la cultura
europea (parece que venía como
recomendación para el maestro desde el mundo griego) incluso en tiempos de
la siempre rememorada como perfecta II República Española, donde el término
“instrucción” – que ya venía de antes
- señalaba el contexto de la escuela pública.
Cuando se bucea en el
carácter de personas reconocidas por su “saber hacer” sorprende que en España,
personas como Azaña (que en su día fuera
ensalzado tanto por el centro izquierda como por el centro derecha, sin duda a
leer y acercarse mejor a su persona, por medio de sus diarios) se constata
que el carácter muestra rasgos de violencia vivida en la infancia, en sus
respuestas que parecen a veces “agrias” y mal humoradas; y en su verbalización
donde muestra que en momentos de su vida (probablemente
cuando más vulnerable fuese) “intentar razonar” y “expresarse” ante una
autoridad (concebida siempre desde su
capacidad “legítima” de ser violenta y violentar a las personas e hijos, y por
ello considerarse perfecta) no solo
fuera inútil, sino incluso a veces motivo, más aún, de mayor castigo (porque contestar o intentar expresarse, era
considerado un desafío intolerable, inaceptable y signo de incipiente rebeldía
– observado desde una cadena de violencia que se transmitía de generación en
generación).
No hace mucho,
algunos pocos años, me llegaría por wasap una foto del grupo de chicos que
íbamos al colegio. Tendríamos unos 6 años de media. Y me preguntaba a mí mismo
de dónde sacarían “el valor” algunos maestros para pegar a los niños. Gente “ignorante”,
de mente “cerrada” que incluso insultaba a los alumnos y que con ello, en vez
de esparcir conocimiento y amor por cada día saber más, construirían una
sociedad, en sí misma ignorante e incapaz de acercarse a ideas y avances
científicos para los cuales – era
indudable – se precisaba permitir un hueco a la imaginación y la
creatividad, y al “trayecto” individualizado.
Y sin embargo siempre
hubiera una percepción alternativa que pusiera el acento en la persona y su integridad
física y moral, incluso si era niño. El Proyecto Libre de Enseñanza, solo al
alcance de privilegiados.
La Institución Libre de
Enseñanza o ILE fue
un proyecto pedagógico que se desarrolló en España durante
más de medio siglo (1876-1939*), inspirado en
la filosofía krausista introducida
en la Universidad
Central de Madrid por Julián Sanz del Río, y que tuvo una importante repercusión en la vida
intelectual de la nación española, para la que desempeñó una labor fundamental
de renovación.1
Friedrich Krause
El
panenteísmo consiste en una estructura metafísica que pretende conjugar
la inmanencia y la trascendencia de Dios sobre el mundo. En teoría social destaca por defender la autonomía de
las distintas esferas de lo humano, como la ciencia y la educación, y fue
pionero en reivindicar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, los
derechos de los niños, así como los derechos de la naturaleza, esto es, el ecologismo.
Principios pedagógicos[editar]
La ILE ensaya una
pedagogía que sigue las aportaciones de Francisco Giner
de los Ríos y será después incorporada al Instituto Escuela. 16
· Se
trata de instruir, pero también de educar el carácter.
· La
meta es la formación total de la persona, por lo cual se ha de cuidar incluso
el edificio y las instalaciones, que estén bien iluminados, etcétera
· Se
cuida el desarrollo del cuerpo, que ha de ser paralelo al del espíritu. Mens sana in
corpore sano. La ILE fue la primera en introducir en España
el foot-ball o fútbol. También fue la primera en introducir
el deporte femenino, sobre todo el tenis,
pero también en otros deportes. Al respecto Castillejo y otros institucionistas
eran anglófilos consumados.
· Defienden
el papel en la pedagogía de la intuición. Se trata no de enseñar las cosas,
sino de enseñar a hacerlas, procurando que la educación involucre al estudiante
de una forma activa. Le dan una gran importancia a los apuntes, las redacciones y los dibujos incluso
en la enseñanza media y primaria. Los alumnos, por ejemplo dibujan, escriben y
poetizan sus sensaciones después de cada viaje cultural en sus cuadernos. Hoy
está de moda el periodismo escolar.
· Conceptos
como el de evaluación continua cercana
al alumno, evitando el examen, eran ya práctica habitual a partir de 1918.
· Como
escribió José Castillejo a
su primo Enrique
Cantalejo a fines de 1902, "los ideales de la paz no
arraigan fácilmente en generaciones educadas en un estrecho y agresivo nacionalismo" y "el ejemplo y la
educación es el mayor legado que los padres dejan a los hijos"
· Los
puntos fundamentales de la doctrina pedagógica de Francisco Giner de los Ríos son la
educación física, la artística y la moral.
· La
educación moral no es sino la formación del carácter, en lo cual es un factor
decisivo la personalidad del maestro.
· Como
se trata de educar, su base primordial e ineludible es el principio de la
"reverencia que al niño se debe"; es una educación que tiene el
respeto por cualquier persona un principio fundamental y que procura sembrar en
la juventud respetando la más absoluta libertad.
· Se
trata de formar hombres, personas "capaces de concebir un ideal, de
gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso
consorcio de todas sus facultades". De ahí que el papel de una profunda
formación en humanidades sea fundamental para, desde ella, cimentar una
educación profesional de acuerdo con las aptitudes y vocación de cada uno.
· Conseguir
este objetivo implica cultivar el cuerpo y el alma, de manera que "nada le
fuese ajeno". De ahí también la atención a la salud, la higiene, el
decoro, el vigor físico, la corrección y nobleza de hábitos y maneras; la
amplitud, elevación, delicadeza del sentir, pues para poder aprender lo primero
que hay que hacer es educar la sensibilidad para lo que va a venir después, la
depuración de los gustos estéticos; la tolerancia, la ingenua alegría, el valor
sereno,la conciencia del deber, la honrada lealtad, la formación en suma de
valores armónicos... Hay que unir los ejercicios físicos a los juegos.
· Se
potencia el trabajo personal y creador, el procedimiento socrático y la
individualidad de la acción educadora. Todo ello a la luz de Pestalozzi y Froebel.17
· Rechaza
el libro de texto y prefiere una educación práctica formada sobre todo por
viajes y excursiones. La labor del maestro consiste en despertar y mantener
vivo el interés del niño excitando sus pensamientos, sugiriendo cuestiones y
ampliando con otros nuevos sus puntos de vista. La clase, activa, ha de servir
para enseñar y aprender a trabajar estimulando y valorando el esfuerzo, el
trabajo personal.
· La
educación no abarca un periodo determinado de la vida, sino la vida entera.
· Al
menos teóricamente, cada lugar necesitaría su escuela específica y cada
muchacho necesita un plan de estudios especial, adecuado a su vocación y sus
condiciones. Pero como esto es prácticamente inviable, es preciso que una
dirección inteligente vaya determinando a posteriori la marcha
de sus trabajos. Es en la enseñanza superior donde puede darse más flexibilidad
dejando un gran espacio a la iniciativa del estudiante en la elección de su
plan de estudios, mediante la sustitución de unas asignaturas por otras, y
encomiendan a los llamados tutores la dirección y ayuda de cada joven.
· Respecto
a la universidad, lo primero que necesita es autonomía para poder moverse
libremente, sin trabas externas administrativas ni tutelas dogmáticas. También
es esencial tener un profesorado con "densidad científica, vocación
docente, generosidad y abnegación corporativas". Y, en fin, necesita
disponer de los recursos económicos necesarios. La renovación universitaria
exigiría que el nuevo profesorado saliera de las minorías científicamente revolucionarias
que forman en las avanzadas. Más que elegir un profesorado y que la evolución
se haga al paso de los que vienen detrás plantea también saltos hacia adelante.
· En
lo referente a los exámenes (el examen de Estado) piensan que todo examen es ya
en sí mismo desmoralizador, favoreciendo el engaño la repentización y el
memorismo. José Castillejo recuerda que Alemania, el país de menos exámenes, es
uno de los de mayor eficiencia científica.18
· El
trabajo manual agudiza el ingenio, la originalidad es una puerta de salida a la
actividad del niño y favorece la virtud de la paciencia y la creatividad.
· El
ideal estético ha sido otra de las grandes aportaciones modernas a la obra de
la educación. Su cultivo tiene formas exteriores bien conocidas, desde la
decoración de la escuela hasta el estudio de los grandes modelos artísticos y
literarios, el conocimientos de los tesoros acumulados en los museos, la
música, el paisaje, el dibujo y tantas otras. Lo esencial es hacer el espíritu
del niño sensible a las emociones estéticas y activo para convertirlas en ley
de su vida.19
Ser
y Estar son
esas dos palabras, esos dos primeros verbos que se enseñaban en el colegio
cuando se aprendía a conjugar. Probablemente ambas palabras, ambos verbos,
representen la mayor incógnita que se le presenta a un niño por esa vertiente
paradójica y casi metafísica de ambos verbos; difíciles de mostrar y abordar
por los maestros (¿Qué es “Ser”? y qué es ¿Estar? Y porqué se empeñarían en
emparejarlos para conjugarlos juntos).
Resulta
casi obvio que “Ser”, un “Ser” se refiere a un viviente que tiene consciencia
de estar vivo y que por eso mismo se puede llegar a reconocer como “Ser”. Por
ejemplo un lápiz no puede reconocerse como “Ser”, porque carece de la capacidad
de poseer vida y ser consciente de ser lápiz y decirse así mismo: Soy Lápiz.
Aunque un niño u otra persona, si puede – por
ejemplo en una representación teatral – disfrazarse de lápiz y decir a los
presentes: Soy un Lápiz, vivo en un cajón de un pupitre, y me usan para
escribir y pintar, y a veces me sacan punta con un sacapuntas. Desde luego que
sí, y sin duda es un ejercicio destinado a que los niños tal vez comprendan la
singularidad y sutileza que existe entre un Ser vivo y un “cosa inerte” aunque
sea práctica, como lo es un lápiz. NI siquiera un animal, incluso si es un
mamífero, tenga la capacidad de ser reflexivo hasta el punto de concebirse Ser
y con ello Ser vivo; pero sin duda, de alguna manera, es consciente de poseer
vida (y si no que le pregunten a los
matarifes en las cadenas de producción de carne).
Quien
vinculó los verbos Ser y Estar para conjugarlos a la vez, sin duda alguna, lo
hicieron (y así lo convendrían hacer)
porque vincular Ser (de existir y tener
consciencia de la propia vida) y Estar (siendo
“estar” una condición irrenunciable al poseer masa corpórea y por ello ocupar
un espacio físico que ningún otro ser o cosa puede ocupar) es la única
manera de establecer una relación viable y sencilla entre la complejidad de
“Ser” (como Ser Humano dotado de
consciencia y otros aspectos más transcendentes y de los cuales somos
conscientes: como nuestra propia espiritualidad e incluso nuestra concepción
metafísica de la existencia) y la
condición más terrenal: La de poseer cuerpo físico sujeto a leyes físicas que
nos aproxima a la condición de “cosa” u “objeto”.
Hay una
dualidad, como la señalada, que parece marcar una distancia en la Humanidad
desde que parte de ella viera al resto como factor de trabajo; como un
instrumento de producción (sin importarles edad o circunstancias). Aún parece
perdurar, en alguna manera, ese “fondo” que tiende a cosificar a las personas
según les convenga. Lo lamentable pudiera ser que incluso, en esa jerarquía
“cosificante”, haya quien pretenda valorarse mostrando su capacidad de
“cosificar” a quien deseen. Es como una perversidad social que podemos ver,
incluso, en países que se consideran avanzadas democracias.
La
especialización del trabajo, de las profesiones y la poca transversalidad de
los conocimientos nos hacen depender a unos de otros a la hora de resolver
situaciones concretas. Y sin embargo, sigue existiendo y subsistiendo esa
“visión” que nos llegara desde la Ilustración, donde conociendo la bondad de la
Luz, la minoría la ha venido usando para su provecho (que es la crítica que
subsiste desde hace algunos siglos). Los poderosos siguen buscando mantener sus
propios privilegios, e incluso profesiones que debieran extender conocimiento y
bienestar siguen dependiendo su “buen quehacer” de la disposición de esas
mismas minorías que controlan la Luz del conocimiento y su bondad.
Si bien
las palabras pueden ser vehículo para el conocimiento, también lo pueden ser
para la “confusión”, para bloquear que ese conocimiento a todos sea accesible;
reservando así un campo, un espacio de conocimiento y saber que solo estará al
alcance de quienes tengan acceso como iniciados y luego sean admitidos como
parte y miembros. Desde ahí adquirirán autoridad en la materia – con
independencia de si en ellos existe bondad o no.
Así
aparece el lenguaje críptico, el argot profesional que se muestra como un
obstáculo que aleja a la mayoría de las personas; se verán desbordadas con solo
intentar leer un documento de esa naturaleza. Quedarán en manos de
profesionales y los profesionales (de cierto nivel) son apenas tan libre como
el resto.
Sin
embargo a veces hay excepciones, como le ocurriera a Einstein, del cual (solo a
efectos de mostrar la distancia que entonces hubiera entre nuestra sociedad, la
ciencia y la investigación) se muestra la visita a España y los comentarios que
ella suscitara en el primer tercio del s.XX. Aún parece subsistir esa misma
distancia hoy en día (porque los artículos se han rescatado de publicaciones de
un periodo consistente en los últimos cinco años).
Cuando Albert Einstein visitó Madrid, en 1923, una
vendedora de castañas lo reconoció por la calle y le gritó “¡Viva el inventor
del automóvil!”. La surrealista anécdota la recuerda el historiador
estadounidense Thomas Glick e ilustra a la perfección el viaje del físico alemán
a España, entre febrero y marzo de 1923. Einstein impartió conferencias en
Barcelona, Zaragoza y Madrid y durante dos semanas fue el protagonista de la
vida social española. Todo el mundo sabía quién era, aunque apenas un puñado de
personas entendía qué había descubierto aquel sabio que “por el desgaire
simpático de su traza y por su hermosa cabeza de revueltos cabellos grises, más
que un pensador germano parece un artista latino”, según publicó entonces El Heraldo de
Aragón.
Einstein llegó en tren a Barcelona procedente de Francia el
21 de febrero. El año anterior había recibido el premio Nobel por la ley del
efecto fotoeléctrico. Y, en 1919, una expedición británica a África había
demostrado que su revolucionaria teoría de la relatividad general era cierta.
Era una celebridad mundial. Pero nadie fue a recibirle a la estación en
Barcelona. Al físico se le olvidó avisar de en qué tren llegaba, así que caminó
con su mujer hacia una humilde pensión y allí se quedó, según cuenta Glick en
su imprescindible libro Einstein
y los españoles. Ciencia y sociedad en la España de entreguerras.
Los españoles recibieron a Einstein como a un héroe, sin
entender muy bien por qué, como la vendedora de castañas. Así lo resumió el
escritor Julio Camba en el periódico El Sol, el 6 de marzo de 1923: “Al presentarse ante el
público que llenaba el aula de la Facultad de Ciencias, el Sr. Einstein fue
acogido con una salva de aplausos. Indudablemente, todos los allí reunidos le
admirábamos mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le admirábamos nos
pondrá en un apuro bastante serio”.
El filósofo Joaquim Xirau Palau estuvo presente en las
conferencias en Barcelona. “Del centenar de los concurrentes debía de haber
cuatro o cinco que las siguieron perfectamente, quizás una docena adivinarían
algo a base de esfuerzos” y el resto no entendía nada, dejó escrito.
El mundo de Einstein era tan abstruso que la prensa
nacional se dedicó a glosar cualquier movimiento relacionado con el físico
alemán, salvo sus teorías científicas. El 15 de marzo, El Heraldo de
Aragón publicó esta anécdota de su visita a Zaragoza: “A los
postres de la comida fueron sorprendidos con el obsequio de la visita de una
rondalla. Dos baturricas jóvenes... cantaron y bailaron nuestro bravo y
armonioso himno inmortal. Einstein... se emocionó profundamente y, abrazándola,
besó en la frente a una de las cantadoras, con un gesto entre admirativo y
paternal. Fue un momento interesantísimo, que Einstein quiso perpetuar,
retratándose con la pequeña jotera en su regazo”.
El ABC del 2 de marzo describía así
al sabio alemán: “La boca es sensual, muy encarnada, más bien grande; entre los
labios se dibuja una sonrisa permanente, bondadosa o irónica. ¿Quién podría
definirlo? Es alto (acaso tenga 1,75 metros)”.
“No creo que la visita de Einstein sirviera para
europeizar la ciencia española. Su viaje no dejó huella. Y la Guerra Civil
terminó de borrar su visita. Los franquistas no querían saber nada de Einstein,
porque era pacifista y rojo separatista”, opina Glick.
La
historiadora Ana Romero de Pablos, coautora del libro Einstein en
España, coincide con su colega estadounidense. “La visita de Einstein no
dejó ninguna línea de investigación en España, solo admiración”, resume. La
investigadora, del Instituto de Filosofía del CSIC, ha estudiado el trato a la
figura de Einstein en la prensa española de 1923, sobre todo en las viñetas
periodísticas. “Nadie o casi nadie entendió a Einstein; pero las viñetas
hicieron de él uno de sus protagonistas inmerso en la realidad cotidiana. Y esa
conexión con lo popular fue el mejor marco para comunicar, celebrar y construir
al héroe”, reflexiona Romero de Pablos.
El
ilustrador Luis Bagaría dedicó muchas viñetas a Einstein en el diario El
Sol. En una de ellas, un niño dialoga con su padre:
—Dime
papá, ¿hay alguien más sabio que Einstein?
—Sí,
hijo.
—¿Quién?
—El que
le entiende.
En otra
viñeta de Bagaría, se explica que “Einstein dice que no existen líneas rectas,
todas son curvas”. En el dibujo, un hombre le grita a una mujer: “¡Ay qué
curvas! ¡Viva Einstein!”.
El físico alemán abandonó
Madrid, y España, el 11 de marzo de 1923. Se fue con “una sorprendente
propuesta” que Glick detalla en Einstein y los españoles. El
biólogo marino Odón de Buen presentó a Einstein en su última conferencia en el
Ateneo de Madrid. Y aprovechó la ocasión para proponerle que encabezara una
expedición hispanomexicana para estudiar el siguiente eclipse solar en México
en septiembre de 1923. “Einstein permanecería durante un año a la cabeza del
grupo de investigación, y como consecuencia España podría adquirir prestigio
científico”, narra Glick. “Bulle, se agita generosa y esperanzada en España una
generación de investigadores que tienen alma para emprender las mayores
empresas científicas”, proclamó Odón de Buen ante Einstein. El físico alemán
respondió el 8 de junio. Declinó amablemente la oferta.
No obstante, a pesar
de su popularidad, cuando Einstein se bajó del tren en Barcelona nadie estaba allí para recibirle. No es
que no se le hubiera tomado en consideración, sino que Einstein olvidó avisar de en qué tren llegaba, por lo que nadie
supo cuándo debía ir a recogerle a la estación. Fruto de este mismo
malentendido, Einstein y su esposa, Elsa, no durmieron esa noche en la
habitación que tenían reservada en el hotel Ritz, sino en una pequeña pensión
en La Rambla barcelonesa.
Esta distaría de ser
la única anécdota curiosa del azaroso
viaje de Einstein por España. Por ejemplo, en los seis días que el nobel alemán
pasó en la capital catalana, el profesor no sólo impartió conferencias sobre su
afamada teoría de la relatividad. También visitó la sede
del sindicato anarquista CNT, donde se reunió con su histórico
dirigente Ángel Pestaña.
Según algunas
fuentes, Einstein le señaló a su interlocutor que él mismo era un revolucionario, solo que en el campo de la ciencia pero
que sentía una gran preocupación por el movimiento obrero. Como contraste con
su visita a la CNT, el nobel también acudió a ver el monasterio cisterciense de Poblet,
en Tarragona.
Ya en Madrid, la segunda escala de su travesía, Einstein
fue recibido por el Rey Alfonso XIII. Como recuerdo del
encuentro se tomó una curiosa fotografía en la que casi todos los que rodean al
físico alemán, incluido el propio monarca, aparecen con los ojos cerrados,
mientras que Einstein los mantiene abiertos.
En la capital de
España, el nobel impartió otra serie de conferencias a las que asistieron
intelectuales patrios de la época como el científico Santiago Ramón y Cajal, el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset o el escritor Ramón Gómez de la Serna. Además, Einstein fue invitado a una
tertulia en la Residencia de Estudiantes, uno
de los centros culturales en eclosión de la época.
A pesar de la altura
intelectual de una pequeña proporción de su audiencia, hay motivos para dudar
de que la mayoría de los que escucharon las disertaciones de Einstein entendieran algo de lo que este dijo. Véase, por
ejemplo, el testimonio del mítico columnista Julio Camba, que no dudó expresar sus dudas al respecto
en un artículo en el diario ‘El Sol’: “Indudablemente, todos los allí reunidos
le admirábamos [a Einstein] mucho; pero si alguien nos pregunta por qué le
admirábamos nos pondrá en un apuro bastante serio”.
Durante su estancia
en Madrid, Einstein demostró un gran interés por el arte al
visitar en tres ocasiones el Museo del Prado y una el monasterio de El
Escorial. También quiso llegarse a Toledo para contemplar en
primera persona ‘El entierro del Conde Orgaz’, de El Greco.
El viaje de Einstein
por España acabó en Zaragoza, donde estuvo del 12
al 14 de marzo. Allí dio otro par de conferencias y celebró su cumpleaños, que
cayó en esas fechas. El ‘Heraldo de Aragón’ remite un suceso ocurrido durante
la estancia del genio alemán en tierras mañas. Resultó que, al finalizar una de
sus lecciones magistrales, los organizadores quisieron conservar la pizarra en
la que Einstein se había apoyado para dar sus explicaciones. El físico no tuvo
inconveniente e incluso tuvo a bien sellar su autógrafo en el encerado. No
obstante, a día de hoy sigue sin conocerse el paradero de aquella pizarra.
(de hecho, hay una pizarra similar a la que
utilizaría Einstein, aun hoy en día se conserva en la misma sala del Paraninfo.
Puede haber otra explicación más sencilla para entender que se perdiera la
“huella de tiza del genio”: Simplemente, al acabar el acto homenaje, y todos
marcharan acompañando al Científico, alguien, borrara la pizarra – como quien
así recuperara la normalidad de lo cotidiano).
Cuando Albert Einstein visitó España
Por Javier Ramos
-
3 septiembre, 2015
…..
Cobró relevancia la
entrevista que mantuvo Einstein con el dirigente anarcosindicalista Ángel
Pestaña cuando visitó la sede de la CNT. Al ser informado por este de la
situación de la lucha social en Barcelona, Einstein contestó que él también
era revolucionario, aunque en el orden científico, y que
las cuestiones sociales le preocupaban muchísimo. Le llevaron a visitar
el monasterio
de Poblet, la Escola del Mar, la Universidad y las basílicas de Terrassa.
Ya en Madrid, donde
sería recibido por el Rey de España por aquel entonces, Alfonso XIII, Einstein
declaró a periódico ABC que negaba haberse declarado revolucionario,
ni tan solo en el campo científico, donde su teoría, según sus palabras,
pretendía complementar la teoría clásica. Aquí Einstein y su esposa pasarían
diez días.
El 12 de marzo llegó
a Zaragoza para una breve visita en la que daría dos conferencias. Visitó el
Pilar, la Lonja y la Aljafería, y fue agasajado con un
banquete en el Casino Mercantil. El cónsul alemán en Zaragoza le ofreció una
cena en cuyo curso Einstein tocó el violín.
La de Einstein no
fue la única visita de un científico de renombre a nuestro país. Marie Curie
también estuvo en España hasta en tres ocasiones, en 1919, 1931 y
1933. Curie es la única persona que ha recibido el premio Nobel de Física y el
de Química.
Hace 100 años Albert
Einstein formulaba la teoría general de la relatividad y los compañeros del
programa radiofónico El Abrazo del Oso le dedican un espacio a
su enorme figura. Se conoce al científico, pero también al músico, al
pacifista, al espiritual y a la enigmática persona que un día nos sacó la
lengua.
Dr. Antonio Moreno González
Finalizada
su estancia de casi un mes en tierras palestinas, apoyando el progreso de los
asentamientos judíos, animando a continuar con los avances agrícolas e
inaugurando la Universidad Hebrea de Jerusalén, siguió camino a Barcelona,
donde desembarcó el 23 de febrero de 1923 y de donde salió para Madrid el 1 de
marzo, donde permaneció diez días. El 12 de marzo marcha a Zaragoza, de
donde partió para la frontera francesa el día 15, dando por finalizada su
visita a España. Marchó por Bilbao, de donde había recibido de la Junta Vasca
de Cultura una invitación para quedarse y pronunciar algunas conferencias, pero
finalmente no se quedó acaso por el cansancio acumulado en tanto tiempo de
viaje por el mundo. Igualmente sucedió con la invitación hecha por el Ateneo
Científico de Valencia.
El
plan desarrollado por Einstein, que vino acompañado por su esposa, fue similar
en las tres ciudades: impartir una serie de conferencias - cuatros en Madrid y
Barcelona - y dos en Zaragoza; visitar los lugares más emblemáticos y algún
recorrido por los alrededores cuando fue posible, por ejemplo aprovecharon para
visitar Toledo, que lo recuerda "como un cuento de hadas", donde
Einstein quedó gratamente sorprendido por las calles, el río, la catedral y las
sinagogas. También tuvo ocasión de conocer la sierra madrileña y El Escorial.
Los
gestores de la estancia fueron Lana Serrate, Rey Pastor, Terradas, Cabrera y
Cajal que actuaron, unos, en nombre del Institut d´Estudis Catalans y, otros,
en el de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas,
organizaron las visitas a Barcelona y Madrid. En el caso de Zaragoza,
intervinieron Jerónimo Vecino y José Rius representando a la Universidad de
Zaragoza.
Para
aceptar la venida a España, Einstein planteó a Rey Pastor sus problemas con los
idiomas:
"Aceptaré
su invitación con la condición de que limite mis conferencias al área de la
ciencia y de que me pueda valer de dibujos y fórmulas matemáticas. Dada mi
total incapacidad para hablar en español y mi deficiente conocimiento del
francés, sería incapaz de presentar mis conferencias si sólo tuviera que
valerme de palabras. El alemán es el único idioma en el que puedo hablar
inteligiblemente acerca de mi teoría.
Le
comunico que espero con placer verlo a usted de nuevo y conocer por mí mismo su
hermoso país".
Las
conferencias en Zaragoza fueron sobre relatividad especial y relatividad
general. En Barcelona y Madrid, además de estas dos pronunció una sobre
investigaciones recientes y otra, más divulgativa, sobre consecuencias
filosóficas de la relatividad. Las audiencias desbordaron las previsiones de
los organizadores, al margen de que entendieran o no - que era la mayoría - de
qué trataba el ilustre visitante; la prensa diaria dio cuenta puntual de todos
los acontecimientos en que Einstein participó; las Academias de Ciencias de las
ciudades visitadas lo honraron con distinguidos nombramientos; el rey mismo
acudió a la sesión de entrega del diploma de académico corresponsal a Albert
Einstein en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde el
Ministro de Instrucción Pública, Joaquín Salvatella, cerró el acto con estas
palabras:
"Al
felicitar al profesor Einstein puedo decirle que por voluntad del Soberano y
del Gobierno de España ésta está dispuesta a continuar la obra de paz que S. M.
el Rey desarrolló durante la guerra y a ayudar en sus investigaciones a los
sabios alemanes cuya labor está dificultada actualmente por el estado
económico que atraviesa su patria".
Palabras
que no cayeron en saco roto como veremos a propósito de la creación en
España el Instituto Einstein en 1933.
En
el breve diario de viaje en el que Einstein recoge sus recuerdos, habla del rey
como "sencillo y digno, me produjo admiración"; a propósito de los
asistentes a las conferencias, escribe: "auditorio atento que seguramente
no comprendió casi nada"; a Cajal lo califica como "maravilloso
viejo"; se entusiasmó en el Museo del Prado con el Greco, Velázquez,
Rafael, Goya y Fra Angélico; menciona las agradables recepciones de que fue
objeto, las buenas comidas, el "té con una aristocrática
señorita", la asistencia a algún salón de baile...todo, en definitiva muy
cordial, aunque como apostilla final, le saliera el solitario que llevaba
dentro, y escriba: "La fiesta, penosa, como de costumbre".
Parece
clara que la distancia entre Einstein y la práctica totalidad de la sociedad
española estribara en que nadie comprendiera los conceptos que el personaje
empleara – ni siquiera en la actualidad. El lenguaje que se construye para transmitir
conocimientos está consensuado entre los mismos miembros de la comunidad
científica. Einstein señaló a quien le invitaba a España que la visita se
circunscribiera al mundo científico (Einstein era judío y venía de un viaje a
Palestina donde estaba apoyando la causa judía para el establecimiento de un
Estado de Israel). Y dado que él era consciente de que no hablaba español y
malamente francés, sus explicaciones se basarían en formulas matemáticas y
dibujos. En ese contexto limitado se entiende que no pudiera hacer posible un
pensamiento que a él se le atribuye y que salvaría la distancia entre quienes
no conocen el lenguaje y argot técnico y quien desde el conocimiento de unos
descubrimientos (como Einstein) pretende traspasar la barrera del lenguaje
técnico por medio de generosas explicaciones que pongan, lo esencial de esos
conocimientos, a disposición de cualquiera que tuviera un mínimo interés o
curiosidad en entenderlos. Por ello s ele vincularía con la frase: Aquél que
asegura tener un conocimiento profundo y complejo, si no es capaz de
explicárselo a su abuela de manera que esta lo entienda fácilmente, en realidad
no sabe ni posee conocimiento alguno.
Con
solo esta frase se señalaba que los argumentos de cualquiera que se dedicara al
mundo del conocimiento y la transmisión del mismo, nunca pudiera culpar ni a un
joven, ni a un niño, de ser torpe (o cosa amorfa); la realidad mostraba o
elitismo o simple incapacidad de transmitir conocimientos porque no se poseían
en realidad (simplemente, la gente alcanzaba puestos relevantes y
transcendentes sobre otros, por mostrar memoria, pero no conocimientos). El
argot y el lenguaje técnico se constituyeron en una barrera social.
El argot (la
palabra es un galicismo empleado por «jerga»)
es el lenguaje específico utilizado por un
grupo de personas que comparten unas
características comunes por su categoría social, profesión, procedencia,
aficiones, etc.
Los argots se
producen continuamente para nombrar aquello que carece de una traducción
literal en la lengua normada, vigente en un determinado momento. La mayoría de
estos argots acaban siendo aceptados como vocabulario propio de ese idioma o del grupo social.
El autor Víctor Hugo fue uno de los primeros en
investigar y compilar términos del argot criminal.1
En su novela de 1862 Los miserables, se refiere a ese argot
como "el lenguaje de la oscuridad" y "el lenguaje de la
miseria".
El primer registro
conocido del término argot en este contexto estaba en un documento de 1628. La
palabra probablemente se deriva del nombre contemporáneo les argotiers,
dado a un grupo de ladrones en ese momento.2
Los argots son un
importante factor de cambio y renovación lingüística. En el pasado se asociaban a la
expresión vulgar, poco culta. Desde el siglo XX las jergas y similares son
objeto de estudio por los especialistas.
· El argot
abarca todo tipo de palabras y frases entre
personas de una misma posición, rango o estirpe.
El subgrupo social o cultural que lo crea suele estar socialmente integrado.
· La jerga denomina
únicamente el lenguaje técnico entre grupos sociales o
profesionales.
· La germanía es
el argot de grupos que no están socialmente integrados.
Lo
anterior no ha de ser entendido literalmente, sino que ha de matizarse, pues
existen jergas propias de colectivos marginales, por ejemplo delincuentes, traficantes y reclusos.
En este caso las jergas se convierten en una especie de lenguaje cifrado para
evitar que los mensajes sean entendidos por individuos ajenos al grupo,
manteniendo en secreto actividades ilegales o delictivas.
Los
grupos profesionales suelen crear tanto argots como jergas. Piénsese en policías,
profesionales de la medicina y
de la informática, deportistas o periodistas.
Una jerga es
un "lenguaje o vocabulario particular que se
crea dentro de determinados grupos sociales o socioprofesionales y por el cual
el individuo muestra su pertenencia al grupo y se distingue de la masa de
sujetos hablantes" 1 .
Es un sociolecto que debe distinguirse de
la jerga , que es propia de los
representantes de una profesión o una actividad común caracterizada por un
léxico especializado 2 .
Según algunos, la
función principal de toda jerga es cifrar la comunicación , para que los no iniciados
no la entiendan. Especialistas en la materia como Albert Dauzat o Gaston Esnault se han pronunciado en
contra de esta tesis. Para G. Esnault, “una
jerga es el conjunto oral de palabras no técnicas que atraen a un grupo social” (definición
en el Diccionario de jergas francesas de 1965). En otras
palabras, si sucede que un hablante usa palabras de la jerga para evitar ser
entendido por los no iniciados, esto no significa que el uso de palabras de la
jerga esté esencialmente motivado por un deseo de cifrado.
La historia de los
diccionarios de jerga y jerga desde los divertidos libretos populares de Pechon de Ruby y Ollivier Chereau indica, por el
contrario, que la jerga debe ser vista más bien como una búsqueda de
expresividad, que se haga en un grupo social particular o que vaya más allá. la
noción de grupo (cuando la palabra "jerga" es sinónimo de
"lenguaje verde"): cómo las expresiones abadía de mont (e)
-à-arrepentimiento "horca" y ostras de Varanes (=
varennes o garennes) "habas" , enumerados por Chereau (la edición más
antigua de Lyon de 1630), ¿serían crípticos? y ¿cómo serían específicos
para un grupo en particular?
Para las jergas
grupales, es necesario integrar en la expresividad de estas palabras la marca
de apego de los enunciadores a la vida y actividades de los grupos.
En los contextos alquímicos y herméticos de los eruditos
franceses (por ejemplo , Nostradamus , Dante , Fulcanelli ), un lenguaje secreto, el "lenguaje de los
pájaros", se llama argot. Fulcanelli lo describe como una combinación
de las palabras Art y Gotique . Otro
término para él es "idioma verde", por lo que un error de traducción
(después del francés vert "verde") es probablemente
la razón, porque el término francés langue verte se deriva
de langue ouverte (francés ouvert "abierto")
y por lo tanto significa "Abierto idioma". Victor Hugo usó
en la novelaLos Miserables (1862)
a menudo Argot [1] ; En las ediciones
alemanas, estos pasajes se omiten en su mayoría como intraducibles.
Es la jerga o
el lenguaje de un grupo, que a menudo se emplea para excluir o engañar a las
personas que están fuera del grupo. [1] También se le puede
llamar criptolecto , argot , anti-lenguaje o lenguaje
secreto .
Un argot ( Inglés:/ ɑr ɡ oʊ / ;
del francés argot [aʁɡo] ' argot ')
es un lenguaje utilizado por varios grupos para evitar que los forasteros
entiendan sus conversaciones. El término argot también se
usa para referirse al vocabulario especializado informal de un campo de
estudio, ocupación o pasatiempo en particular, en cuyo sentido se superpone con la jerga .
En su novela Los miserables de 1862 , Victor Hugo se refiere a ese argot como
"el lenguaje de la oscuridad" y "el lenguaje de la
miseria". [6]
El registro más
antiguo conocido del término argot en este contexto estaba en
un documento de 1628. La palabra probablemente se deriva del nombre
contemporáneo les argotiers , dado a un grupo de ladrones en ese
momento. [7]
Bajo la definición
más estricta, un argot es un lenguaje propio con su propio
sistema gramatical. [8] Pero lenguajes secretos tan
completos son raros porque los hablantes suelen tener algún lenguaje público en
común, en el que se basa en gran medida el argot. Tales argumentos
son formas léxicamente divergentes de un idioma
en particular, con una parte de su vocabulario reemplazado por palabras
desconocidas para el público en general; argot usado en
este sentido es sinónimo de cant . Por
ejemplo, argot en este sentido se usa para sistemas como verlan y louchébem,
que retienen la sintaxis francesa y aplican transformaciones solo a palabras
individuales (y a menudo solo a un cierto subconjunto de palabras, como
sustantivos o palabras de contenido semántico). [9] Estos sistemas son ejemplos
de argots à clef o "argots codificados". [9]
Las palabras
específicas pueden pasar de un argot a un discurso común o al revés. Por
ejemplo, el loufoque francés moderno 'loco,
tonto', ahora de uso común, se origina en la transformación louchébem del
p. fou 'loco'.
En el campo de la
medicina, se ha dicho que los médicos tienen su propio argot, cántico o
argot hablado, que incorpora abreviaturas y acrónimos comúnmente
entendidos, coloquialismos técnicos
de uso frecuente y mucho argot profesional cotidiano (que puede o no estar
institucional o geográficamente localizado ). [10] Si bien muchos de estos
coloquialismos pueden resultar impenetrables para la mayoría de los profanos,
pocos parecen estar diseñados específicamente para ocultar el significado a los
pacientes (tal vez porque la terminología médica estándar generalmente sería
suficiente de todos modos). [10]
El
concepto de anti-lenguaje fue definido y estudiado por primera
vez por el lingüista Michael Halliday ,
quien usó el término para describir la lengua franca de
una anti-sociedad . Definió un anti-lenguaje como
un lenguaje creado y utilizado por una anti-sociedad. [11] Una
anti-sociedad es una pequeña comunidad separada creada intencionalmente dentro
de una sociedad más grande como una alternativa o resistencia a ella. [11] Por
ejemplo, Adam
Podgorecki estudió una anti-sociedad compuesta por prisioneros
polacos; Bhaktiprasad Mallik del Sanskrit College estudió a otro compuesto
por criminales en Calcuta. [11]
Estas
sociedades desarrollan anti-lenguajes como un medio para evitar que los
forasteros comprendan su comunicación y como una forma de establecer una
subcultura que satisfaga las necesidades de su estructura social
alternativa. [12] Los anti-lenguajes
difieren de la jerga y
la jerga en
que se usan únicamente entre grupos sociales marginados, incluidos
prisioneros, [13] criminales,
homosexuales [12] y
adolescentes. [14]Los
anti-lenguajes utilizan el mismo vocabulario y gramática básicos que su lengua
materna de una manera poco ortodoxa. Por ejemplo, los anti-lenguajes toman
prestadas palabras de otros idiomas, crean compuestos no convencionales o
utilizan nuevos sufijos para palabras existentes. Los anti-lenguajes
también pueden cambiar palabras usando metátesis , formación posterior (por
ejemplo, manzana por elppa) o sustituyendo sus consonantes. [11] Por
lo tanto, los anti-lenguajes son distintos y únicos, y no son simplemente dialectos de idiomas
existentes.
En su
ensayo "Anti-lenguaje", Halliday sintetizó la investigación de Thomas
Harman, Adam Podgórecki y Bhaktiprasad Mallik para
explorar los anti-lenguajes y la conexión entre la comunicación verbal y el
mantenimiento de la estructura social. Por esta razón, el estudio de los
anti-lenguajes es tanto un estudio de sociología como
de lingüística . Los
hallazgos de Halliday se pueden compilar como una lista de nueve criterios que
un idioma debe cumplir para ser considerado un anti-lenguaje:
1.Una
anti-sociedad es una sociedad que se establece dentro de otra sociedad como una
alternativa consciente a ella.
2.Al igual
que los primeros registros de las lenguas de culturas exóticas, la información
generalmente nos llega en forma de listas de palabras.
3.La forma
más simple que adopta un anti-lenguaje es la de nuevas palabras para antiguo:
es un lenguaje relexicalizado.
4.El
principio es el de la misma gramática, diferente vocabulario.
5.La
comunicación eficaz depende del intercambio de significados que son
inaccesibles para el profano.
6.El
anti-lenguaje no es solo un extra opcional, es el elemento fundamental en la
existencia del fenómeno de la “segunda vida”.
7.El
vehículo más importante de mantenimiento de la realidad es la
conversación. Todos los que emplean esta misma forma de comunicación son
otros que mantienen la realidad.
8.El
anti-lenguaje es un vehículo de resocialización.
9.Existe
una continuidad entre el lenguaje y el anti-lenguaje.
En su uso atestiguado más temprano (1756), la palabra argot
se refería al vocabulario de personas "bajas" o "de
mala reputación". A principios del siglo XIX, ya no se asociaba
exclusivamente con personas de mala reputación, sino que seguía aplicándose a
usos por debajo del nivel del habla educada estándar. [1] El origen de la palabra es
incierto, aunque parece estar relacionado con la palabrería de
los ladrones . Se ha propuesto
un origen escandinavo (compárese, por ejemplo, con el noruego slengenavn ,
que significa "apodo"), pero el Oxford English Dictionary lo descarta basándose en "fechas y asociaciones
tempranas" . [1] Jonathon Green,
sin embargo, está de acuerdo con la posibilidad de un origen escandinavo,
sugiriendo la misma raíz que la de honda , que significa
"arrojar", y señalando que la jerga es un lenguaje arrojado, una
forma rápida y honesta de exponer su punto. [2] [3]
Fulcanelli lo describe como
una combinación de las palabras Art y Gotique .
Este personaje,
encontrado accidentalmente al concordar la descripción de argot como fuera la
primera vez que entendí así esa palabra (derivada
de arte gótico) por ser el mundo gótico innovador y por lo tanto celosos de
sus conocimientos y tecnología pretendieran siempre usar términos que no
permitieran a “no iniciados” conocer.
El personaje, que
he buscado en wikipedia – algo que sería
imposible de hallar, como otra mucha información bastante fiable y que al menos
aumenta los horizontes del conocimiento personal – resulta toda una
sorpresa inesperada. A solo el fin de quien quiera disfrutar de lo que sería
ciencia ficción (con tecnología
pretendidamente del pasado) he
puesto el enlace de la wikipedia de su nombre (en inglés, que parece dar más datos aunque en español también da unos
cuantos interesantes – parece que tuvo encuentros también en España).
Siempre clasificaron las palabras siempre significan algo; pero
sobre el origen de las palabras no hubo ni una somera “introducción”, aunque
fuera a modo de cuento; porque los cuentos siempre fueron esenciales para
estimular la imaginación y desde ahí establecer símiles para abordar
situaciones más complejas. (Aquello de
significante y significado sin duda que sí; y también los análisis de texto; en
eso sí se esforzaría en que lo comprendiéramos el profesor de literatura en su
día).
Al cambiar del francés (como segundo idioma) al inglés parece que
siempre se hace la misma pregunta al profesor o este siempre tiene preparada la
respuesta cuando aparecen los apellidos de personajes famosos y se comprueba
que muchas veces se forman, por lo general, con palabras anglosajonas conocidas
(Como cuando se habla de Paul Newman)
y siempre dicen que en inglés los apellidos no significan nada y por el
contrario en español sí suelen tener un origen y un significado que se puede
rastrear o definir qué significa. Llama la atención sobre todo porque en
algunas películas americanas, sobre todo de Walt Disney los “malos o malas”
siempre tienen un nombre que habla con claridad del personaje y del papel en la
misma película.
Aquella duda que sembraba la advertencia de que en inglés un
apellido no tenía significado podría llevar a pensar que la rareza estuviera en
el castellano y las lenguas latinas. Pero al entrar en la terminología empleada
botánica se apreciaría una “revelación” sorprendente. Los clasificadores de
plantas y del mundo animal (como Lineo)
simplemente usaban del latín para señalar lo relevante de las Divisiones,
Clases, Subclases, géneros…(Cotiledóneas
o Dicotiledóneas ya castellanizado por ejemplo). No había misterio si
conocías y profundizabas en el conocimiento del tejido vegetal (desde las células, cuyas similitudes entre
el mundo vegetal y animal eran obvias, hasta ver como se iban especializando
los tejidos en funciones diferenciadas).
Lineo y otros después las clasificarían en razón de esas diferencias
visibles y simplemente usaron del Latín como lengua culta y común en las
personas que se dedicaban al estudio en Europa. En las mismas palabras se
podría encontrar su origen, su porqué de que se escribieran o así se
pronunciaran. Y sobre todo, al ser Europa un lugar de migraciones internas,
invasiones transversales, constante intercambio cultural y comercial, rastrear
un apellido y su origen podría ser, además, un juego divertido.
Si un apellido parecía difícil era Ibáñez. Caería en mi mano un
atlas que compré que era de lo más completo. Un Atlas de carreteras pero que al
final del mismo tenía la lista de todos los pueblos de España. Así que miré si
algún pueblo tenía o se pareciera mucho a Ibáñez; así fue (ver:
Ibañeta) se hallaba ibañeta, que era un lugar donde hubiera una batalla
hacia siglos y el nombre que tenía el lugar era ese. Para
cruzar el Summus Pyrenaeus , el autor de la Guía del
peregrino escribe: “En el País Vasco, la carretera de
Saint-Jacques atraviesa una montaña notable llamada Port de Cize . Para
cruzarlo hay que subir ocho millas y otras tantas para descender. En
efecto, esta montaña es tan alta que parece tocar el cielo, quien asciende cree
que puede tocar el cielo con su propia mano ”.
Esta es la calzada romana que siguió, la v ª siglo , suevos , vándalos , visigodos y alanos y,
en 732 , pero a la inversa, las tropas
musulmanas finalmente derrotado por los de Carlos Martel en la batalla de Poitiers . Ver: https://fr.wikipedia.org/wiki/Col_de_Roncevaux.
Una vez descubierto el topónimo que da lugar al
apellido parece lógico pensar que el propio topónimo responde a la descripción
del “algo” que le diera sentido para aquellos que lo usaron y así describieran
ese lugar; porque sin duda, un lugar en el que se construyera un priorato y un
hospital a ese nombre asociado debiera tener un motivo, sin duda,
suficientemente sólido para que permaneciera en los escritos del momento y no
desapareciera con el tiempo.
Y encontré una posibilidad viable: Ibáñez tiene
asociado un sufijo “ez” que parece significar “hijo de”. Además la “ñ” en origen es una simplificación
de dos letras iguales “n n” (por lo que
la palabra en origen sería Ibánnez) que antes se usaran seguidas y luego,
para economizar al escribir dieron lugar a poner un “rabillo” a una “ñ” para
que pudiéramos evitar poner dos “enes”. Ahora nos quedaría “Iban”. La “V” y la “B” son letras que “iban
y venían” en el pasado (según fuera el
escribiente y sus conocimientos) Según los
estudios realizados, casi todo el español habría perdido la distinción entre
las grafías B y V en torno al siglo XV. La pérdida de esta distinción creó una
gran confusión acerca del uso de estas dos grafías, de modo que en el Diccionario de
Autoridades de 1746 se
modificaron las reglas para el uso ortográfico de la B y de la V, en función de
criterios etimológicos.
Podríamos considerar “Ivan” como viable. Aún más si
pensamos que la “i” mayúscula puede interpretarse como “J” en la actualidad
(como ocurre al pronunciar “Iesús”, en INRI: Iesús, Nazareno, Rey de los
“Iudíos”). Por lo que podríamos decir sin “mucha” equivocación en el “trayecto”
que Ibáñez podría significar Hijo o Hijos de Juan. Si estamos hablando de
nuestra cultura cristiana (que abarca toda Europa y desde ahí toda la cultura
occidental, hablaría de Juan, uno de los doce apóstoles. El autor
del Libro
de Apocalipsis se identifica
a sí mismo como "Ἰωάννης"
El único mensaje que
siempre daba Juan era el mismo. Su consejo era
siempre el mismo: «Hijitos, amaos los unos a los otros». Cuando le preguntaron
por qué repetía siempre la frase, Juan respondió: «Porque ese es el mandamiento
del Señor y, si lo cumplís, lo habréis hecho todo».57
Los tres pasajes evangélicos que hacen alusión a la institución de «los
Doce» Apóstoles mencionan a Juan (Marcos 3:17; Mateo 10:2; Lucas 6:14).
Pero el evangelista Marcos hace una referencia particular,
quizá debida al ímpetu de los hijos de Zebedeo:
[...]Santiago y su
hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el sobrenombre de
Boanerges, es decir, hijos del trueno[...].Marcos 3:17
Jesús) se afirmó en su
voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y
entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le
recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo, sus
discípulos Santiago y Juan, dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» Pero
volviéndose, (Jesús) los reprendió y se fueron a otro pueblo.
Lucas 9:52-56
Tampoco esperaba hallar a Santiago junto a Juan,
como los preferidos por Jesús junto a Pedro (y que además ambos fueran hermanos). Los dos primeros, hermanos,
llamados “hijos del Trueno”, que asumieron juntos el “cáliz” de Jesús (como ambos le pidieran al propio Jesús y
este les concediera compartir mismo destino de martirio). Al “entrar”
Santiago en el artículo rememoro otra situación similar que se dio al “mirar”
las palabras y su composición (en este caso el nombre de Santiago, y la ruta
“Camino de Santiago” también es conocida como Jacobea; y esta palabra está muy
vinculada con Jacob. Jacob como patriarca. La naturaleza de Jacob lo vincula en la Biblia con Israel, que es el nombre nacional de
los hebreos. Inicialmente y en su condición tribal, los hebreos no poseían un
nombre que los distinguiese históricamente como grupo. El cambio del nombre del
tercer patriarca, quien de "Jacob" pasa a llamarse "Israel"
(Génesis 32:24 y 32:28)
El hecho de que previamente los israelitas fueran
conocidos como hebreos da mucho mayor juego al término y hace volar la
imaginación:
Los términos hebreos ( hebreo : עבריים / עִבְרִים , moderno : ʿĪvrīm / ʿĪvrīyyīm , tiberiano : ʿĪḇrīm / ʿĪḇrīyyīm ; ISO 259-3 : ʕibrim / ʕibriyim )
y el pueblo hebreo se toma principalmente como
sinónimo de
los israelitas de habla
semítica , especialmente el período premonárquico cuando
todavía eran nómadas . Sin
embargo, en algunos casos también puede usarse en un sentido más amplio,
refiriéndose a la Fenicios , u otros grupos antiguos, como el grupo conocido
como Shasu de Yhw en vísperas del colapso de la Edad del Bronce , [1] que, aunque no es un etnónimo , [2] [3] aparece 34 veces en 32
versos [4 ] [5] [6] de la Biblia hebrea .
El origen definitivo del término "hebreo" sigue siendo
incierto. [11] El término bíblico Ivri ( עברי ; pronunciación
hebrea: [ʕivˈri] ), que significa
"atravesar" o "pasar", generalmente se traduce como hebreo en
inglés, del griego antiguo Ἑβραῖος y
del latín Hebraeus . La
palabra bíblica Ivri tiene la forma plural Ivrim o Ibrim .
La hipótesis más aceptada hoy en día [12] [13] [14] es que el texto pretende ivri como
el adjetivo (sufijo hebreo -i) formado a partir de siempre (עֵבֶר)
'más allá, a través de' (avar (עָבַר) 'para cruzar, atravesar '), como una
descripción de los migrantes' del otro lado del río 'como la Biblia describe a
los hebreos. [15] También está respaldado por
la Septuaginta del siglo III a. C. ,
que traduce ivri a perates (περατής), [16] una palabra griega que
significa 'el que se cruzó, un migrante', [17] de perao (περάω)
'a cruzar, atravesar ', [18]así como algunos comentarios
tradicionales tempranos. [19]
Desde ahí, desde la versión británica, es fácil retomar la tesis
de Dragó (que precisaría años de estudios
en la Biblioteca Nacional) para
fijarse en la similitud entre Ibri y Ebro, ambos como sinónimo de quienes
cruzan un río frontera (suponiéndose el
otro lado, en este caso al resto de Europa, sería aceptable de la misma manera
que si Fenicios se asimilara, como dice la wikipedia en inglés también a hebreos; pues si marcharan al otro
lado del Mediterráneo con ellos viajarían los nombres de sus ríos y ciudades,
como ocurriera con los imperios español y Británico al dar y poner nombres en
América).
El juego con las palabras, al tener que guiarse solo por ellas
para determinar orígenes de pueblos o idiomas que aparecen como “islas” permite
entrar en el terreno de los mitos; y sabemos que los mitos son arte fundamental
en el Ser Humano porque (como decía Campbell) los mitos habitan en nosotros y
forman parte de nosotros aunque no siempre seamos conscientes de ellos. Y aun
actúan con más fortaleza en una sociedad si estos se estimulan con el fin de
aumentar su cohesión ante una situación concreta.
El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de
Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un
solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la
antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por
muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De
hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste
de España se han probado arqueológicamente, y se puede afirmar que los celtas -
en el primer milenio antes de nuestra era - recorrían toda Europa para ir a
estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino
precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo
de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.
En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en
adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos
los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo.
Esta vinculación del mundo Hispano, en especial de la península
ibérica con el mundo hebreo tal vez hubiere bastado para crear un “vínculo” más
profundo entre Einstein y la España de 1933. Sin embargo, aunque se hubiere
empleado los acontecimientos en España pronto irían por otros rumbos muy
alejados del pacifismo del científico. Incluso se observa que en algún momento
se busca politizar su imagen; un riesgo que él mismo anticipó querer evitar.
Las palabras tienen significado y se pueden rastrear
en la historia y en su posible evolución, dando hipótesis hasta acerarse lo más
posible a una certeza probable.
La terminología médica, por ejemplo, también suele
ser descriptiva, aunque el lenguaje empleado no siempre esté al alcance.
El diagnóstico, por ejemplo, Psicosis Afectiva Indefinida
podríamos aproximarnos a entenderla un poco, sin dejarnos impresionar por el
término. Psicosis es miedo, en la actualidad es fácil, para todos aproximarnos
a la idea de miedo sobrevenido como parte de la situación de la pandemia que
vivimos. El miedo forma parte de nuestras vidas (se podría afirmar que de
manera cotidiana, porque forma parte de una experiencia común que nos llega a
todos – desde los entornos familiares e institucionales, como nos hemos
referido) se aprende a sobrellevar si encontramos entornos seguros que permiten
gestionar una situación de incertidumbre dándonos confianza. Las situaciones se
sobrellevan y se aprenden distintas estrategias para resolver encauzar o resolver
un problema dado y aceptar ciertas adversidades. Al respecto realicé un
artículo que tal vez merezca la pena releer sobre el miedo.
Afectiva, señalando el origen de esos miedos. El afecto es una emoción que puede
ser positiva o negativa, dado que a veces también se asocia
con los celos o el odio. Generalmente la consideramos en su versión
agradable, como una emoción positiva experimentada por una
persona hacia alguien o algo, que despierta el interés, la
armonía y el gozo.
La afectividad es el amplio dominio
de la vida de la mente al que pertenecen los estados: sensación, emoción, sentimiento, estado de
ánimo (en el
sentido técnico de estado moral: depresión, optimismo, ansiedad... ). Hoy
llamamos afectos a todos estos estados que nos influyen o motivan.[cita requerida] La
afectividad es una de las áreas de la experiencia vivida, junto con la inteligencia y la motricidad.
Los sentimientos, sensaciones y
emociones que puede experimentar un sujeto así como las variaciones en su estado de ánimo son el efecto de una confrontación
del entorno percibido con la experiencia [ref. necesario] . Hoy
descubrimos o entendemos mejor el papel de los afectos en el pensamiento y el
juicio [ ref. deseado] ,
así como en motivación o voluntad [ ref. deseado] .
Y el término Indefinida tal
vez haga referencia a que no se halla el origen – por lo que en teoría, y técnicamente, sí se debieran y podrían hallar y
con ello poner en cauce de solución - porque los “datos” que se “aceptan” o que se
disponen en ese momento, no hacen posible esa definición para abordarla
eficazmente.
Por lo general, un técnico de una
empresa “oficial” al que se le hubiera comprado ese ordenador o móvil, nunca
reconocerá una vulnerabilidad de esa naturaleza (indefinida) – a menos de que haya evidencia
de que el usuario realmente entra en páginas o realiza descargas en páginas de
riesgo. Los programas “espías” no responden a un criterio, en sí, aleatorio,
sino por el contrario buscan un fin concreto y una utilidad encubierta.
Un ejemplo es el que muestran los
electrodomésticos, cuando saliera al conocimiento público que se habían
introducido en los aparatos cotidianos de cualquier hogar elementos destinados
a evitar que dicho electrodoméstico siguiera dando el uso adecuado – para el cual fuera comprado – más allá
de un determinado tiempo de uso; llamándosele a estos sistemas “programación de
obsolescencia”. Es decir, el aparato deja de funcionar aunque siga estando en
perfectas condiciones técnicas; sin embargo nos decimos: Se ha roto. Y hay que
comprar otro nuevo.
Otro aspecto de "errores" sencillo se
puede mostrar y aproximar cuando a la hora de abordar un problema eminentemente
técnico – por ejemplo en el funcionamiento
de una máquina cualquiera que realiza fallos, por ejemplo un ordenador – “se
descarta de partida” algunas posibilidades y motivos por los que pudiera dar
error y, mientras se halla en el proceso de evaluación de los errores, se
indica que los fallos constatados y verificados no se pueden achacar a una
circunstancia concreta, por lo que no se puede definir con precisión el motivo
de esos fallos. Cuando esos “descartes” se contemplan y analizan puede,
realmente, encontrarse el motivo de los errores (por ejemplo: Que el ordenador esté “intervenido” o “controlado” con uno
o varios programas que actúan “aleatoriamente” o incluso realmente esté “intervenido”).
En definitiva, el término Indefinido carece de “precisión” – por lo
que ello, en sí mismo, abre la puerta a la incertidumbre y consecuentemente
hacia la no solución (desde una evidencia concreta que justifique el "error"). Puede, por tanto, argumentarse que aunque otros aspectos
del análisis o estudio realizado fueran precisos y acertados, sin embargo, no
ha sido suficiente el análisis realizado o simplemente “no se aceptan”
introducir elementos que permitirían definirlo con claridad. Por lo general, esto
sucede cuando otro tipo de motivaciones que pueden “Sí definir”
causas, podrían resultar inconvenientes “incluir”
y consiguientemente “aceptar” sin generar un “cambio de postura” que
previamente debería de ser “autorizada” por una autoridad “superior”. A veces
estas autorizaciones suelen darse – si interviene
una “autoridad intermedia” que así lo promueve. Sin embargo, debe de ser
una autoridad que dé plena garantía quien permite poner medios realistas y eficaces
para una solución honesta y positiva.
Un
entorno seguro (hablando en términos familiares) no puede concebirse si un
chico de catorce años, estando en el ordenador (que es su afición) es expulsado
de su casa por considerarse ello (probablemente) una obsesión inadecuada.
Echarlo de casa con 14 años y hacerlo pasar el riesgo de dormir en un parque
(pasando allí toda la noche) no parece
que así se establezca una relación de confianza. Más bien parecen métodos bien
extremos que ponen en riesgo la integridad incluso física de una persona – la
dimensión de las consecuencias se suelen ir viendo más tarde.