II El
Mundo (tiene sentido o no lo tiene): El Verbo, la Palabra, el Relato y la Credibilidad.
Un
sistema basado en polaridades en el ámbito espiritual: Amor/Odio con efectos en
el plano material: Violencia/Propiedad-Poder.
Después
del artículo anterior sobre la aproximación a las relaciones que sostienen las
especies de mamíferos y las similitudes con el Ser Humano, que no he realizado
por capricho sino porque en el mundo de nuestra sociedad se han buscado esas
mismas comparaciones para poder defender legítimamente como producto de la
conducta espontánea en el mundo animal, lo que se consideran avances sociales
en las relaciones interpersonales de los seres humanos que se hallaban
cuestionadas o en entre dicho, se pueden extraer algunas conclusiones que hasta
la fecha se ponían en cuestión o establecían dudas sobre cuál de las posturas
sostenidas sobre la bondad del ser humano al nacer. En principio parece
indudable que el ser Humano, por su naturaleza, nace bueno:
Rousseau:
"El hombre es bueno y la sociedad lo corrompe"
lo
que hace referencia a que el ser humano nace sin una estructura moral de
comportamiento, la adquiere conforme vive en sociedad, por lo tanto pierde la
pureza a medida que va creciendo. (cuando
se describe las “dudas” de “conciencia” que los mamíferos “asesinos” tienen a
la hora de ejecutar un asesinato ante una víctima indefensa podría señalar la
existencia de una especie de “consciencia moral previa”, que por la propia
naturaleza de la consciencia le vincula con “algo transcendental”, por la cual
le entran dudas sobre la conveniencia de dar muerte a un semejante aunque sea
de especie diferente, considerando si ello resulta conveniente o inconveniente
o si existe un punto en común de especial relevancia “insospechada” y trascendental, entre él, como potencial
asesino, y su víctima; que pudiera afectarle a su destino o existencia más allá
del plano meramente material de la existencia. Lo que sugiere que existiera una
consciencia transcendente en el mundo de los mamíferos que se muestra en
ocasiones de manera evidente y que señalaría, en sí mismo, la existencia de un
plano espiritual inmaterial o dicho de otra manera, la existencia de un alma
propia y singular que es capaz de hacer posible esas “dudas” para segar una
vida y que puede resultar tan visible en el mundo de los mamíferos). Aun
con la evidencia de esta afirmación, aseguraba una abogada, que existen “almas
negras” y “almas blancas”; en aquello entendí que hay personas que por mucho
que sufran la violencia social su ánimo nunca la entenderá e incluso no se
protegerá de ese entorno convenientemente por falta de perspicacia y por otro
lado la existencia de personas que rápidamente optarán por la maldad en las
relaciones y desarrollará una “inteligencia” acorde a esa visión vital e
incluso pudieran llegar a constituirse rápidamente como abiertamente asesinos
sin escrúpulos.
De
alguna manera se observa que la empatía, como idea de todos participar del
mismo phatos (la emoción (de allí
deriva el término empatía) que apela a los valores, sentimientos y creencias
más firmes, puede llevar a la construcción de un mundo solidario y que
la antipatía (también de phatos) puede llevar a una visión de lucha y
antagonismo ante un mismo phatos que a todos nos alcanzaría pero interpretado
de manera diferente (como pudiera constituirse cuando unos apelan a que todos
somos en esencia iguales y que por ello tenemos derechos a las mismas
oportunidades efectivas y reales para desarrollarnos como personas en oposición
a aquellos que aseguran que no somos iguales y que cada cual prospera en
consonancia con sus aptitudes y capacidades; que podría ser origen de la
división que afecta a la sociedad y da lugar a las teorías económicas de
nuestras sociedades).
Sin
embargo todo deriva del discurso, presentado aquí como Logos (aunque logos sea
un concepto mucho más transcendente que se refiere al lugar donde se
encontraría todo el conocimiento y sabiduría), pero que en un discurso solo se
toma la parte con un fin y propósito concreto que alcanza en ocasiones la forma
de relato y sabemos que el relato tiende a ser sesgado e interesado como señala
el mundo de la política y la empresa de manera constante. Y sobre el Ehtos,
credibilidad, sabemos que uno de los aspectos de la vida política y empresarial
– concebidas como lucha y rivalidad –
es desacreditar al adversario constantemente (http://redextensionrural.blogspot.com/2019/04/logos-ethos-y-phatos-como-construir.html)
para ocupar o adquirir su espacio e integrarlo como propio; es decir para
apropiarse de su ámbito mediante un relato persuasivo que resulte legítimo.
En el
“juego” social podríamos considerar política todas las relaciones sociales, no
solo las meramente concebidas por relaciones políticas para el ejercicio del
poder (porque la finalidad de la política
no solo es gobernar) sino hacerlo “conforme” a la sociedad, por lo cual
esta es persuadida por el discurso (relato, verbo, palabra) político con la
finalidad de que se acepte las decisiones tomadas y las avale en los momentos de
elecciones de cargos públicos. Y ello
lleva consigo una lucha por el poder: valores, el relato y la credibilidad; No
nace esta cuestión del relato del mundo de la lucha política – que sería
posterior – sino tal vez de los juicios públicos donde el magistrado muestra en
público la sabiduría con que rige su comunidad.
Ethos: En
el uso moderno, ethos denota la disposición, el carácter o los valores
fundamentales peculiares de una persona, pueblo, corporación, cultura o
movimiento específicos. Por ejemplo, el poeta y crítico TS Eliot escribió en 1940 que "el
espíritu general de las personas a las que tienen que gobernar determina el
comportamiento de los políticos". [4]
En retórica , ethos (credibilidad del hablante)
es una de las tres pruebas artísticas ( pistis , πίστις)
o modos
de persuasión (otros
principios son logos y patetismo ) discutidos por Aristóteles en ' Retórica ' como un componente del
argumento. Los oradores deben establecer un espíritu desde el
principio. Esto puede involucrar sólo "competencia
moral"; Aristóteles, sin embargo, amplía el concepto para incluir
la experiencia y el conocimiento. [7] [8]Ethos
está limitado, en su opinión, por lo que dice el hablante. Otros, sin
embargo, sostienen que el ethos de un hablante se extiende y está conformado
por el carácter moral general y la historia del hablante, es decir, lo que la
gente piensa de su carácter incluso antes de que el discurso haya comenzado
(cfr. Isócrates ). (En el enlace de la definición
de Ethos pueden ver su conexión con la Tragedia Griega, que permitirá a los
lectores menos formados verificar el porqué se enlaza Tragedia Griega, como
representación teatral para el público que estudiara Nietzsche, con la
teatralidad y referencia de Alfonso Guerra cuando establece el PSOE el marco de
referencia de cómo será interpretada la democracia en España).
Phatos: En la Retórica de Aristóteles (libro 1, 1356a), el pathos es
el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado. Un uso típico sería intentar
transmitir a la audiencia un sentimiento de rechazo hacia el sujeto de un
juicio para influir en su sentencia; en este sentido, se puede decir que
crear en la audiencia un sentimiento de rechazo hacia el sujeto juzgado, al
margen del hecho que se está juzgando, es, en el sentido etimológico de la
palabra, crear un argumento patético
( / p eɪ θ del ɒ s / , Estados Unidos : / p eɪ θ oʊ s / ;
plural: pathea o Pathé ; griego : πάθος ,
por " sufrimiento " o " experiencia " o "algo que uno se
somete a", o " algo que le sucede a uno ". [1] En medicina se refiere a un" fallo
"," enfermedad "o" queja ". [2] En el estoicismo se refiere a" quejas del alma
".[3] En suforma adjetiva : patético de παθητικός ) apela a las emociones del público y provoca sentimientos que ya residen en ellos. [4] Pathos es una técnica de comunicación que se
utiliza con mayor frecuencia en la retórica (en la que se considera uno de los
tres modos
de persuasión ,
junto con el ethos y el logos ), así como en la literatura, el cine y otras artes
narrativas.
En el estoicismo, el pathos se refiere a las "quejas del
alma". Sucumbir al patetismo es un evento interno (es decir, en el
alma) que consiste en una respuesta errónea a las impresiones externas a
ella. Los estoicos relacionan esta visión del patetismo, y la
visión que la acompaña de que todo patetismo debe ser extirpado (para alcanzar
el estado de apatheia ) con
una imagen específica de la naturaleza del alma, del funcionamiento psicológico
y de la acción humana. . Una característica clave de esa imagen es que
sucumbir al patetismo es un error de razón, un error intelectual. [5]
Logos (en griego λóγος -lógos- ) es una palabra
griega que tiene varios matices de significado: Logos es
la palabra en cuanto meditada, reflexionada
o razonada. Puede traducirse de distintas
formas: habla, palabra, razonamiento, argumentación, discurso o instrucción. También puede ser entendido como:
"inteligencia", "pensamiento", "sentido", la palabra griega λóγος -lôgos-
ha sido y suele ser traducida en lenguas romances como Verbo (del latín : Verbum).
Heráclito es el primero en teorizar
utilizando esta palabra en el siglo V A.C. diciendo: "No a mí, sino
habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno".
Tomando al logos como la gran unidad de la realidad, acaso Lo real, Heráclito pide que la escuchemos, es
decir, que escuchemos el discurso de la realidad. En lugar de escuchar los
discursos de los hombres que se basan en apariencias, escuchar el logos de la
naturaleza.
El ser de Heráclito, entendido como logos, es la Inteligencia que dirige, ordena y
da armonía al devenir de los cambios que se producen en
la guerra que genera la existencia misma. Se
trata de una inteligencia sustancial, presente en todas las cosas. Cuando
un ente pierde el sentido de su existencia
se aparta del Logos.
El Evangelio de Juan identifica al Logos
cristiano , a
través del cual todas las cosas son hechas, como divino ( theos ), [9] y además identifica a Jesucristo como el Logos encarnado
El uso de la Biblia Vulgata de in principio erat verbum se vio obligado a usar el sustantivo (quizás inadecuado)verbum para
"palabra", pero las traducciones en lenguas romances posteriores tuvieron
la ventaja de nombres como le Verbe en francés. Los traductores de la reforma
adoptaron otro enfoque. Martín Lutero rechazó Zeitwort (verbo)
a favor de Wort (palabra), por ejemplo, aunque los
comentaristas posteriores recurrieron repetidamente a un uso más dinámico que
involucraba la palabra viva como la sentían Jerónimo y Agustín . [10] El término también se usa en el sufismo y en la psicología analítica
de Carl Jung .
A pesar de la traducción convencional como
"palabra", logos no se usa para una palabra en el sentido gramatical; para eso, se
usó el término lexis ( λέξις , léxis ). [11] Sin embargo, tanto logos como lexis derivan
del mismo verbo légō ( λέγω ), que
significa "(Yo) cuento, digo, digo, hablo". [1] [11] [12]
Y sin embargo, existe también el termino Logos, en
su vinculación gramatical con el término palabra la expresión Lexis y ambos
deriban del verbo lego, que significa Yo Cuento o hablo y que participa del
término Lex en latín Ley; y Magistrado de Magister Durante el período del Reino Romano , el Rey de Roma fue el principal magistrado
ejecutivo. [1] Su poder, en la práctica, era
absoluto. Era el sumo sacerdote , legislador , juez y
el único comandante del ejército . [1] [2]
Y que también se vincula con magisterio (conjunto de valores
morales y de fe en la iglesia) o Diploma universitario francés de
Magistrado, (expedido entre 1985 y 2002), sustituido desde la reforma de la LMD
por un título universitario (DU) obtenido tras la docencia adicional en la L3 y el máster . o Escuela Universitaria para
formar maestros de los primeros grados educativos en España.
Todos ellos participan de la
condición del uso del Verbo/Palabra que debiera estar vinculado con el
conocimiento/Logos – logos si se tuviera conocimiento completo de toda
sabiduría, que no es el caso de nuestras sociedades, como señalaré - y que en
su máxima expresión, pasando por el gobierno primero del rey, luego del
Parlamento, da lugar a la Ley que a todos nos rige como expresión de la
sabiduría para resolver situaciones mediante sentencias que se han de cumplir
Por
lo expuesto, el desarrollo de la Democracia debería contemplarse como un
compendio de la sabiduría y conocimiento adquirido por la Humanidad desde hace
siglos y milenios, capaz de expresarse en cada uno de sus actos públicos y
sociales, más cuando modernamente participa en la Democracia el desarrollo de
la Ciencia y el método científico.
Sin
embargo, venimos observando que la mentira se considera parte aceptable del
discurso social y político, ya sea usada indirectamente negando evidencias e
incluso directamente señalando falsedades. Mentira que se expresa por medio del
verbo, la palabra que nacieron vinculados con el propósito del conocimiento y
saber, que es el que otorga legítimamente el Poder social (primero divino, por medio de las monarquías, y luego democrático por
medio de la participación del pueblo y luego los ciudadanos). “Mentiras”,
haciéndonos concebir falsedades, que observamos en relatos y discursos, como
recientemente hemos comprobado en el caso de Iván Redondo o recientemente
discurso que se entiende falseado en Carmona respecto a Iberdrola, según señala
en ambos caso la prensa especializada.
Cuando
un Estado democrático precisa del crimen (y) siendo un acto inmoral,
consecuentemente precisa de la mentira y la colaboración de estructuras del
Estado para ocultarlo (como ocurriera cuando
la presidencia de Mitterrand el Estado Francés atentara contra Green Peace).
En ese sentido siempre que ocurre un
crimen opaco en una democracia se precisa de una colaboración de parte de la
estructura del estado para opacarlo mediante un relato creíble, donde será más
creíble si procede de un profesional que del político o autoridad que lo
ordenara. Sin embargo existen crímenes
que son legales pero que ni son conocidos por la sociedad ni comprendidos por
esta en toda su dimensión. Por ejemplo cuando se narra en un artículo
precedente, el procedimiento de un internamiento a perpetuidad de una persona,
donde se le aísla durante tres o cuatro días sometiéndole a un tratamiento
bioquímico que anula su cerebro y lo hace sumiso para siempre; y que señalé
hace unos meses, pues mi abogado así me lo relató para que luchara en defensa
de mi hijo (de ahí, y no de otra manera,
señalo que existe violencia vicaria femenina que debiera acreditarse como u
trayecto premeditado para destruir las posibilidades de una persona –
acreditadas facultativamente – con la única finalidad de hacer daño al padre en
múltiples planos: Sociales y morales; por lo que debe existir posibilidad legal
de demostrarlo jurídicamente y constituir un argumento penal, que si demuestra
una planificación de lustros debe constituir una premeditación destinada a
destruir moralmente y prácticamente la vida de un inocente con secuelas muchos
más graves de las que puede constituir una violación en grupo de una joven o
mujer, y que si se demuestra asistencia jurídica al respecto de ese fin debería
sin duda aparejar penas similares sino mayores, porque se usa del conocimiento
de la justicia no para el bien común sino perversamente contra las personas).
Otra cuestión aparte sería considerar hasta que punto sería refrendado por la
población el uso de esos métodos médicos para anular plenamente y
definitivamente la capacidad de una persona que no cometiera crimen alguno para
anularla a perpetuidad bioquímicamente y sobre todo qué tipo de sabiduría puede
haber detrás de quien tomara una decisión como esa desde el punto de vista
judicial y sobre todo, si la medicina ha sido concebida por la sociedad para
ese fin en contra de la viabilidad de un joven en un sistema democrático.
El
entorno materno puso excusas durante un año antes de devolver la ropa y algunas
pertenencias del hijo cuando lo expulsaron del entorno materno y fue a recaer
en casa paterna. Excusas inaceptables, sin ropa, sin sus propiedades esenciales
que concebimos como parte de nuestra personalidad y que expresan quienes somos.
Desde
las restricciones horarias de la pandemia, con toque de queda, he observado
varias acciones del entorno materno destinadas a sacarlo del entorno más seguro
paterno, mediante promesas de devolverle cosas, con el propósito de buscar que
fuera sancionado por no volver a casa antes de la hora de toque de queda (uno de esos episodios dado en una quedada
con ese propósito en el Parque Roma, y que siendo en media hora del toque de
queda ni le dieron ropa ni le acompañaron a la parada del bus para que
regresara a casa del padre; también en San Mateo, en plena restricciones
incluso de comercio solo esencial, invitaba la madre a que fuera el hijo de San
Mateo a Zuera en busca de una tienda electrónica para reponer una pieza, pues
en la estrategia de siempre de aislarlo, de una manera u otra, no le cargaba el
móvil y no se podía comunicar con el padre).
- Cuando el hijo muestra capacidad para
resistir ante tanta adversidad e incluso, hundido resurge, muestra una
tenacidad y valentía frente a la adversidad y deseos de luchar para vivir que
deja en muy mala posición a la misma sociedad cuando permite la acción de
descarte que la madre iniciara (a base de
falsedades, exageraciones, coacciones, amenazas y obstaculizar cualquier posibilidad
de apoyo) hace ya bastantes años. Quienes consideran que una madre tiene
legitimidad de usar medios violentos para prevenir y/o mostrar a los hijos “de
qué va la vida” (según su punto de vista)
y que ello es garantía de amor maternal, hierran mucho al considerar que la
violencia continua y diaria materna es inocua e intranscendente y sin
consecuencias – así lo pensaba una
letrada abogada asegurando, ante la evidencia de malos tratos a unos niños por
parte de su madre, que los niños son esponjan y todo lo filtran - así lo
manifestaba esa letrada, ante la queja denuncia del padre en el juzgado, pero
que desde luego, esa afirmación le permitiría evadirse del problema mucho más
grave que se hallaba ya sobre los hijos y en especial sobre uno de ellos, y que
siendo una profesional del derecho debió asumir la responsabilidad de realizar
un seguimiento “in tempore” que le permitiera una visión más global y precisa,
ya no en interés del padre sino de los hijos; “hacen lo que pueden” – para cuando las consecuencias se muestran han pasado tantos años que no
queda más que acudir a los dichos populares: reclamar al maestro armero o
echarse al monte; los dichos y refranes muestran que estas ligerezas vienen
de lejos hasta el punto de que el saber popular configura estos dichos y la
gente, llegado el momento, los comprende a la perfección, por lo que la triste
historia de nuestras comunidades siempre encontró similares problemas por mucho
que pase el tiempo o los siglos.
La
violencia forma parte consustancial de la naturaleza de este mundo en que
vivimos con todo el reino animal (al que
como seres humanos pertenecemos) así lo muestra la Naturaleza, sin
distinción de géneros, como se señalaba en el artículo precedente, y las nuevas
generaciones, ni los que aun siguen en responsabilidades parecen encontrar un
camino para cambiar esa inercia. Lo peor de todo es que hay quien vincula
corrección de conducta con castigo violento y extremo, desde que tuvieran 5
años; cabe pensar qué sentido tendría, o qué corregiría un castigo de quitar la
plena consciencia de manera bioquímica y para siempre a una persona.
Como
sociedad deberíamos estar más atentos. Y si la democracia es que del pueblo emanan
todos los poderes, tal vez este debiera opinar sobre que pudiera acabar con las
vidas de manera “real” (muerte social que
algunos de izquierda proclamaban aplicar no hace muchos años como postura
legitima) que salgan al ruedo y den la cara par que les conozcamos públicamente
y sepamos de sus argumentos y relatos.
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