Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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sábado, 16 de octubre de 2021

La Vanguardia de Barcelona rescata la figura de Bakunin (¿?),

 

La Vanguardia de Barcelona rescata la figura de Bakunin (¿?), 

… en clave política y de gestión de Estado, antagónica de Marx, lo que aleja el artículo de una visión mucho más amplia de cómo se concebía la violenta y cruel explotación del Ser Humano, de los que acabaron llamando “Proletarios”. 

(porque a ojos de la “oportunidad” que ofrecía el capitalismo salvaje, e inhumano, enfocado como un instrumento más al “servicio” de los Estados,  la función de la “gente” - del “pueblo” que aún no salía del papel que le atribuyeran desde la Edad Media, al que la “Revolución Francesa” demostró que era siempre fácil engañar una y otra vez, arrastrándolo a barricadas y luego a frentes de guerra en busca del siempre paraíso prometido una y otra vez, - el nombre que merecía esa clase baja, siempre involucrada en la pobreza, la penuria, el hambre de comer todos los días patatas cocidas con un trozo de arenque perpetuamente colgado sobre la mesa (así se vivía en Europa) para frotar los tubérculos; la ignorancia asumida como destino divino, cuando la religión colaboraba en los proyectos de los Estados sin rubor alguno, pidiéndoles sumisión a los designios divinos; entre todos calificarían al pueblo – una vez desterrado de sus tierras comunales – por la fuerza de la violencia - y de sus trabajos como artesanos, por el “devenir” de la producción mecanizada – calificaría al Pueblo desterrado a los suburbios insanos de las ciudades industriales,  con un nombre injurioso en sí mismo,  pero que refleja sin duda la esencia de cómo eran concebidos por esas élites “sabias” y pudientes que los precisaban como mano de obra tanto en fábricas como en frentes de guerra: PROLETARIOS.    

Esencial para el Estado Capitalista era (y ahora corremos el peligro paradójico de que ya no lo sea) tener a su disposición abundantes hijos de obreros dispuestos a obedecer para mínimamente prosperar y subsistir, so pena de verse tirados en la calle, en permanente sospecha, ante la Ley y el Estado, de ser delincuentes que amenazan a las Gentes de Bien, que curiosamente les ha relegado a ese rol; y de cuyas tragedias y penurias tenemos muy pocos "ecos" sinceramente realistas que lleguen a nuestros días, si no es por medio de novelas o películas (las películas y novelas nos han hablado siempre de la cultura de las altas clases acomodadas a las que todos aspiran y quieren emular; y de la bondad que siempre vence en el ejercicio de la política y la industria – aunque a veces digan que si les molestan apagón nuclear).  Por lo general, por productores y directores que cada vez más nunca vivieron en propias carnes circunstancias de penuria de tal magnitud, y que construyen historias cinematográficas (o literarias)  a base de estudiar fríamente las técnicas visuales y narrativas (ya muy pateadas y conocidas) para conmover a los espectadores y hacerles creer que poseen una sensibilidad que resulta dudosa, y más bien calculada, con el objetivo de ganarse la vida, adquirir un espacio de confort y si hay suerte tocar fama o riqueza.

 

 

No cabe otra explicación, puesto que en el pasado la censura era generalizada (en todo occidente que temía a cualquier forma comunismo desde finales del siglo XIX) y obligaba a un lenguaje cinematográfico “implícito” de narración visual, literal, de la miseria de la condición humana (tanto en el aspecto material como espiritual, en cualquier lugar donde se pusiera la vista o la cámara de manera crítica) que nos circundaba, a modo de denuncia que movilizaba el ánimo (y  alertaba del peligro de las nuevas tecnologías de cine y audio a los Estados, que pronto estudiaron cómo reconducirla).

 Hoy en día todo ello se ha convertido en un simple ejercicio técnico, donde los estudiantes han de tener un título (expedido por el Estado y en garantía de sumisión al propio Estado) para poder ejercer cualquier actividad que pudiera llevar a cuestionar la sociedad (y al Estado) fuera del marco donde los Estados admiten la superficial crítica que debe estar siempre orientada dentro del marco político (donde los partidos políticos, las ONGs y cualquier organización ya instaurada, puedan expresar el consabido discurso “inconformista” que no suele llevar a ninguna parte; que suele poner parches para que nada cambie).

Si lo pensamos bien, ello es la causa por la cual los grandes “denunciadores” que usaron el mundo audiovisual triunfaron, porque no tenían ni había títulos Universitarios que los hubieran “domesticado” (recuerden el discurso de la madre hacia el hijo, cuando este se queja y busca alternativas desde su experiencia en el mundo laboral para que los trabajadores sean humanamente bien tratados y la madre contesta espontáneamente: “A los trabajadores hay que tenerlos domesticados”).

Al igual que ocurriera a finales del franquismo y la transición, donde en la profesión existía multitud de periodistas que abordaban las noticias y la exponían al público sin más título universitario que el que otorgaba la “calle”, la experiencia de patearla y el apoyo incondicional de un director o propietario del medio, dispuesto a defender con su patrimonio o exponiéndose a la cárcel, o a ser excluido de su clase social por defender la libertad de prensa de sus colaboradores. 

Todo ello impensable hoy en día, pues vivimos en un proyecto universal de Teatralización y puesta en escena, tomando como ejemplo de referencia el estilo estándar de la Tragedia Griega que analizara Nietzsche y que el mundo político se apresurara a poner en marcha en Razón de Estado. Por lo que difícilmente podremos esperar a un nuevo Buñuel (por mucho que existan calles y premios académicos a su memoria) o un nuevo Camilo José de Cela (al que se corrió a premiar por aquí cuando le llegara el Novel y con ello dejara fuera de juego a la sapiente elite cultural de nuestro propio País) para luego nacer la pugna por su herencia en manos de quienes nunca arriesgaron como él, hablando claro, pero declararon derechos sobre su obra. Hay que recordar a los antiguos escritores que vieron cómo nacía la barbarie humana, cómo declaraba abiertamente sus intenciones y cómo eran aplaudidas y toleradas, para entender los versos que reflejan la cultura que se complace en sí misma y cuyo destino es complacerse desde el espacio de confort alcanzado:

Maldigo la poesía concebida como un lujo por los neutrales, que no toman partido, partido hasta mancharse”.

Más bien los ejemplos giran en torno a aquellos que en necesidad de subsistir (después de observar las barbaries a la  que unos y otros son capaces de llegar) acaban alcanzando a la fama y son referencia de sabiduría siempre y cuando no haya un “fisgón” que pueda “chivarse” o comprometerle antela parte oscura del Estado, que parece que le ocurriera a Fernán Gómez, siempre excusándose elegantemente en entrevistas que abordaran su inclinación anarquista y confiesa la propia “impotencia” pero que en "petit comité" seguro que le asistía la inteligente y perspicaz observación de señalar la “falta de profunda honestidad” de quien envía a un periodista a realizar  preguntas cuestionando a un anarquista que sobrevive a una dictadura precisamente y probablemente por haber observado la “profunda levedad del Ser” y que quien le salvara (fuera fascista o no, falangista o no, franquista o no) estuviera guiado por Valores que hoy difícilmente vemos esgrimir con fortaleza y lealtad en un sistema democrática en el que se asegura que existe una Justicia Social, que ampara todos los Valores de manera transversal, pero que resulta bien dudosa tal justicia  a la vista de su proceder. Esa misma parte de Estado que entrara en casas de Massiel – que también, debido a la dura experiencia vital que le tocara como mujer sin derechos y sometida a patriarcado pudo y duro, que la señalaba de “nunca mayor de edad” en la juventud  e incluso ya casada, llegara a definirse como anarquista - y la llenara de pintadas por roja y traidora; parte de la oscuridad de ese Estado que fuera amnistiada para hacer posible la democracia: o como le ocurriera a Goya, en medio de persecuciones a sus amigos y revoluciones a sangre y fuego, y cuyos fantasmas solo pudo expresar plenamente en los últimos años en soledad, -  como la sinrazón de la existencia humana en permanente lucha salvaje en razones políticas – que encubren otras muchas más peregrinas y que muestran la mezquindad y mediocridad de quienes se hayan atados vitalmente al poder;  lo que son capaces de hacer y cómo se conducen para seguir en su espacio de confort y seguridad, y a ser posible siempre llenas sus arcas de tesoro -, en las paredes de su apartada casa que llenó de figuras sombrías, fantasmagóricas – que reflejan en imágenes las impresiones que una persona recibe al vivir en este mundo, cerca del verdadero poder terrenal que lo gobierna como fue su caso - como quien opta por la terapia de liberarse plenamente de ellas para poder morir en paz - y que ya no le persigan, como señalaba Jung, en el momento del tránsito de la muerte bloqueando su posibilidad de liberarse de las cadenas de tener que “repetir el curso” y volver a tener que vivir en este mundo por no haber tenido el valor de “revelarse” ante él – que tampoco le dejaron descansar en Paz, pues desapareciera su cabeza al tiempo de ser enterrado, en lo que parece un rito macabro llevado a cabo por sus propios enemigos (o tomado por algún amigo como amuleto para preservarse de todo mal), como le sucediera a Evita (cuyo cadáver viajó por medio mundo escondido de sus enemigos en Argentina) y a otros de manera recurrente, e incluso al mismo Cristo, en lo que parece ritos destinados a exorcizar la maldición de nuestra condición Humana  o de “acabar” con cualquier “testimonio” postrero – troceamiento que alcanzó al mismo Osiris, en uno de los primeros relatos sobre los que se constituyeran religiones cuyo fondo llega a nuestros días. (los seguidores de este blog seguro que han leído ejemplos narrados en artículos previos y sus vínculos acreditativos de los testimonios de veracidad que se anexan en la wikipedia).

  Wikipedia en proceso de desacreditación de la obra más compleja realizada por los humanos en número de participantes y honesta iniciativa; perspectivas tecnológicas para todos, pero también de crisis económica, social, moral, política...que hace mirar a gran parte de la sociedad a "soluciones" extremas y autoritarias del pasado, confirmando una vez más que las sociedades están siendo educadas para no tener memoria “real” sino académica (es decir: de Loro parlante y frases estereotipadas que agradan a profesores y tribunales de universidad)  y, desde ahí, hacerles repetir la Historia y los mismos errores y tragedias. La verdadera lección que se trasluce fue “salvar el pellejo” y “el que venga detrás que arree” (es la lección y único mensaje real y práctico, que el capitalismo de Estado inculca constantemente a su pueblo desde el siglo XIX)

 

 

Por mucho que los expertos internacionales señalen que la nueva ley de memoría Histórica sigue por el mismo trayecto erróneo que la anterior, y que ello hará mucho más imposible que el PP (los conservadores españoles) se sume a ella, se viene ignorando las recomendaciones que piden alejarse de las claves políticas de la ley (en un antagonismo entre izquierdas que perdieron una guerra justa – ignorando en ello las traiciones y confabulaciones internacionales que dejaron en soledad a la II República - y derechas que la ganaron para poner orden – con ayuda de los fascismos de Italia, Alemania y Portugal, pero también del mundo anglosajón: Inglaterra y EEUU, que jugaron a sostener y alentar e incluso planificar el golpe militar que daría lugar a la guerra y al negocio de vender y suministrar petróleo y vehículos al bando nacionalista, dentro de un entorno social de miedo a la revolución rusa y ver como mejor alternativa a los nacionalismos fascistas).

Incluso Amnistía Internacional (que ya lleva decenios asimilada al "sistema" político occidental, y que como buen "corderito" obediente y domesticado llega siempre "tarde y mal", por aquello de no "dar un paso" que pueda sacarle del “espacio de confort” que consiguieron sus activistas sociales en el pasado, y que los nuevos dirigentes “pactaron” – posiblemente implícitamente - para no tener que volver "guerrear"; tal vez se pueda  considerar la ONGs como un casi negocio-empresa, imprescindible para los estándares de un Estado que se llame democrático y solo pelear por los mismos principios de hace 50 años cuando se pone en duda su verdadera utilidad y con ella el mismo espacio de confort que les otorga trabajo, dinero, espacio social y pedigrí que otros precedentes consiguieron arriesgando la vida; al igual que pasa con el mundo ecologista – preparados sus miembros que más despuntan para asesorar y mejorar las imágenes empresariales o de multinacionales).

Señalaba en RNE R5, los de Amnistía Internacional, que los expertos ante la nueva ley de memoria histórica piden una visión humana y humanitaria (parece que ellos no lo son, o por carecer de título universitario, o de carecer de verdadera sensibilidad), es decir, de defensa de valores humanos en cualquier iniciativa que en forma de ley pretenda mirar hacia el pasado de España y la tragedia civil de su guerra y dictadura. Es más, piden derrocar la ley de Amnistía que hace inviable investigar los crímenes de Estado en España desde la Guerra Civil y el Franquismo (lo piden los expertos, porque ellos parece que no, no vaya a ser que les aparezcan enemigos como setas y se les acabe la “empresa” y las subvenciones; es decir, parece que no se mojan, prueba evidente de la “domesticación” que asumen y que poco en nada recuerdan a sus fundadores), que sin duda tienen rescoldos en la transición que llegan a nuestros días y que hacen posible que el Estado esté a salvo de cualquier mirada curiosa que lo investigue a fondo y nos muestre el tipo de Estado en que vivieron nuestros abuelos, nuestros padres e incluso estamos ahora nosotros viviendo. Ese “estar a salvo” significa que mientras no se destapen las maneras, formas y métodos que se emplearan en España desde la guerra civil por el Estado en razones de seguridad, nunca podremos evaluar correctamente hasta qué punto sobreviven y llegan a nuestros días, por lo que difícilmente podremos desterrar prácticas y métodos que a veces se pudieran emplear y nos avergüenzan recurrentemente como sociedad.

La visión con que La Vanguardia afronta la figura del símbolo anarquista Bakunin es desde la perspectiva política, cuando señala que no hay responsabilidad en Marx y sus postulados y el Estalinismo – al igual que no existiera entre JesuCristo y lo que pudiera haber de barbarie en la Cruzadas; y ello es una falsedad, porque el contemporáneo de Marx, Bakunin, predijera y diera en el clavo en todo lo referente al Marxismo, por lo que la teoría política de Marx – incluso habiendo sido una mala copia de un antecesor en concurso con Engels, y eso ya da qué pensar sobre la legitimidad de Marx y su buenas intenciones de burgués – se sabría ya, con las razones de mejor visión de Bakunin a donde conducirían,  de hecho y facto, los comunistas como los más crueles enemigos a cualquiera que se les opusiere, en especial de los anarquistas - que les calaran a la primera -en cualquier lugar del mundo y basta para ello ver cómo actuaron en la Guerra Civil Española).

Sin embargo, un Estado se considera a “salvo” en maneras y formas, cuando es dirigido por marxistas y/o comunistas, en su integridad, maneras y formas de expresarse su fortaleza como tal Estado (véase los ejemplos de Venezuela, Nicaragua…) e incluso es capaz de conferirse como ejemplo y referencia de glorioso nacionalismo (como el mismo Putin evoca la gloria la de URSS).  E incluso su perfección en sintonía con los objetivos fundamentales de un Estado moderno se pueden observar en China, donde el comunismo tolera la riqueza particular de empresa siempre que sea sumisa a los objetivos del Estado, y que se ha concebido como modelo en China de Capitalismo de Estado; (muy próximo al modelo occidental y con el que rivaliza; y amenaza en superar (siempre dentro del modelo de violencia que como todo Estado se impone en el interior y advierte al exterior); que es lo que señalaba Bakunin como inaceptable alternativa; es decir, hablaba de No Violencia y por lo tanto de libre expresión como condición para la Libertad (otra cosa y cuestión es cómo responde un Estado cuando es desafiado con No Violencia, libertad de expresión, y en ello podemos tener el referente de la India bajo protectorado Inglés y con la oposición No Violenta de Gandhi. Los ingleses no dejaron de usar violencia y para cuando se fueron dejaron sembrada la semilla del terrorismo en el mundo árabe (algo recurrente del mundo anglosajón cada vez que busca aliados en el extranjero para establecer las condiciones de Pax). Y no crea el lector que es una fijación personal, el dicho español señala desde hace algún siglo que otro: Donde veas un conflicto busca al inglés. Por algo será). 

Un Estado, por mucho que se calificara a sí mismo de “popular”, implicaba siempre, según Bakunin, que unos pocos, en teoría mejor preparados, controlaban a unos muchos supuestamente ignorantes e incapaces. Donde Marx anunciaba que las clases sociales dejarían de existir, él, el líder anarkista Bakunin, advertía que se formaría una nueva casta dirigente, ajena a las preocupaciones de la gente corriente. El marxismo dejaría de ser una doctrina revolucionaria para convertirse en una “verdad oficial e impuesta”, con la que la posibilidad de una discusión libre quedaría anulada.

Censuraba Bakunin en Marx que descalificaba a todo crítico con el término burgués, cuando precisamente Marx era un burgués que nunca dejó de serlo e incluso abusando de esa condición; anticipó también la anulación de toda crítica por medio del lavado de cerebro (que llevaría a la URSS a las purgas y asesinatos masivos y al gulag) y ya entrevió en Marx que el comunismo y los comunistas se verían así mismos como dioses cargados de resentimiento, que acabarían usando la violencia como forma de intimidación e imposición de sus doctrinas políticas.

Lo que no dice la Vanguardia es que los trabajadores, antes de que existiera un sindicato anarquista en España (CNT) cuando tenían problemas acudían a las autoridades en el orden jerárquico de las mismas (Encargado de fábrica, Patrón, Alcalde y gobernador Civil) y si no obtuvieran respuesta ante el trato o condiciones laborales (el lector puede retrotaerse en al historia de España de cómo y en qué condiciones estaban los obreros entes de 1909 e incluso después en la España rural o alejada de la cultura y sumisa a los Amos y Señoritos) iniciaban huelgas que acaban a tiros y con cárcel, considerando el Estado que establecer una huelga para reivindicar derechos o negociar salarios y horarios, un acto criminal fuera de la ley; y ante los disturbios donde se consiguiera la jornada de 8 horas en España en Barcelona (Huelga de la Canadiense) las autoridades catalanas estuvieron en contacto permanente con el cónsul inglés para recibir consejo ante la gravedad de la situación creada – y su posible repercusión internacional de ceder a las peticiones obreras - que se repetiría en 1919 ante el embarco de obreros casados y con hijos,  y jóvenes con destino a defender los intereses empresariales en el norte de África, que llevarían a la Semana Trágica de Barcelona (y con ello, un vez caído el Gobierno, el nuevo presidente Canalejas, concedería la igualdad de todos al tener que ir a la guerra y al supresión de los impuestos sobre bienes básicos a los obreros; que fue el origen de la Semana Trágica  – y Canalejas sería abatido “oficialmente” por una anarquista que se suicidara de DOS tiros en la cabeza según versión oficial de la policía; no sabemos aún si este último crimen también fuera producto de la asesoría anglosajona, para evitar la inclinación natural de cualquier persona o dirigente a aceptar razones obreras en base a principios y valores humanos).

Parece claro que intentar conseguir una ley de memoria histórica consensuada en España solo podría concebirse desde la perspectiva humana de valores Humanistas (que no sabemos si parte de la izquierda estaría dispuesta a aceptar, ni tampoco de la derecha, pues con ello se despoja de la carga que en términos políticos se observa como compensación y legitimación de la II República, que conlleva la ley en el contexto de actual crisis en razón de JCI); pero sobre todo una ley desde el punto de  vista de valores humanos implica una profundización e investigación de las maneras y formas con que el Estado dice defenderse de sus enemigos interiores y exteriores (y que son herramientas al servicio del partido de Gobierno de turno, como hemos constatado con el problema de corrupción policial recientemente en el PP del caso policial) de aprobarse, habría que ir renunciando a los métodos violentos en cualquier escenario político de lucha, y de alguna manera des-arma la tradicional capacidad del Estado de señalar por su cuenta a los enemigos del Estado, acosarlos o derribarlos en nombre de la seguridad del Estado. Es decir, la asunción real de valores por parte del Estado, cuestiona sin duda la arbitrariedad y el prejuicio en el uso de medios violentos de manera gratuita por cualquier autoridad (y que ello debiera estar en el ADN de cada representante del Estado, lo que implica expulsión de funciones y no solo castigo para reconducir – porque quien no tiene valores difícilmente los asume espontáneamente; y ello sería condición transversal en cualquier actividad del Estado) por lo que hubiera que preguntarse si la sociedad, nuestra sociedad, imbuida en los mensajes violentarios y resolutivos que constantemente promueven las películas norteamericanas que llenan nuestras televisiones y cines, está en condiciones de enfrentar cualquier violencia cotidiana o frustración sin el uso de la violencia propia de la condición humana más animal; y que es consustancial a la idea de lucha tanto en la sociedad como en las alturas políticas si se trata de mantenerse en el poder.

Lo que los expertos parecen proponer sobre esta ley de Memoria Histórica sería que el Estado iniciara un trayecto hacia la asunción de verdaderos valores (empezando por el mundo político; que es el punto de inicio más difícil y a la vez no existe otro; ya que ONGs y otras formas de organizaciones se hallan “vinculadas” y sumisas” a no perder su cualidad de llevarse bien con el poder)

La cuestión es o sería: ¿Quiénes están en condiciones… Qué dimensión social está en posición de asumir Valores que lleven a la no violencia en la resolución de conflictos? Y Qué garantía tenemos de que ello sería una solución honestamente consensuada?   Y, sobre todo, quién está dispuesto a dar la cayo en esa dirección?

 https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20211016/7791591/predijo-bakunin-fracaso-urss-marx-socialismo-anarquismo.html?fbclid=IwAR3f842XQPB28TcKjqPqG8n1L6JZ7I02Csw98d_NUtm29daiXSCo-PIP7eE


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