Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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domingo, 29 de diciembre de 2019

Es un fracaso de la verdad, o un triunfo de los mentirosos.... ????

Es un fracaso de la verdad, o un triunfo de los mentirosos....

Ver: El País, de Elvira Lindo (29/12/2019)

Termina el artículo con esta frase, y parece que ello es obvio y complace enormemente, señalando el concepto raíz del problema; pero obvia, en especial obvia, que muchos - o la gran mayoría - que salían en manifestaciones para pelear por Derechos y Democracia, no lo hacían de manera tan "honesta" en nuestro país; al menos no parece que así lo hicieran los que les impulsaron. Arriesgaban, a veces la vida, bajo una bandera con fuerte simbología política o social; pero cuando tuvieron u obtuvieron y alcanzaron su espacio de confort personal y familiar (y empezaron a tener acceso a bienes, estabilidad económica, accedieron a información privilegiada - solo digna de las élites, para jugar sobre seguro en bolsa - gestionaron sus propias empresas adquiriendo el estatus de lo que ellos habían llamado durante decenios "patronos" - a los que habían criticado e incluso en ocasiones odiados como responsables de su condición de "esclavos" "proletarios") - y pasaron a ser tratados por los bancos con distinción especial dada la magnitud del dinero que anualmente movían; se olvidaron, ipsofacto, de los "valores" que decían defender en aquellas manifestaciones de los setenta y ochenta (e incluso empezaron a ver, las que otros hacían, con muchas menos simpatías o empatía, como si aquellas manifestaciones apelaran,de alguna manera, a una "conciencia" que se había "olvidado" o "arrinconado" o "trocado" en favor de un chalet en la montaña, viajes a lugares  "soñados"; pisos con mucho más confort, acceso a especular con obras de arte, poderse comprar cada cinco o seis años el nuevo "y otra vez soñado" último vehículo-automóvil de la marca preferida o de la última tecnología; cuando todo ello había sido inacesible a sus condiciones de trabajadores sólo hacía solo unos pocos años). Allí, en ese momento, y por falta de reflexión (porque en realidad no les dio la gana de reflexionar "de fondo y hasta el fondo"), tomaron la "pasta" (la oportunidad que aparecía como de "oro" y única y a su alcance por fin, como último tren en sus vidas) y una especie de "ahora me toca a mí disfrutar de la vida" ofuscó su "luz", su sentido de la empatía - incluso familiar, obviando tragedias cercanas - y se lanzaron por la senda del "aporbecha que la vida son tres días" y "tonto el último"; sin reparar, en el fondo, que trocaban "Valores" que siempre se deben defender y profundizar en ellos, en "todo momento y lugar", porque sino decaen y se pierden, a cambio  de lo más materialista y que da sentido de ser al capitalismo más duro y cruel: Dinero, Ambición, Codicia, Sexo; en última instancia, no es otra cosa que un "gesto" de estar en sintonía con el "Poder" al que siempre se habían opuesto o cuestionado y que ahora les mostraba como "ejemplo" de lo que el Capitalismo "social", podía llegar a hacer por las personas y familias si eran "obedientes" y "respetuosos" y "permeables" a sus premisas básicas: Sé Materialista, como lo somos nosotros, y triunfarás. 
Así que cuando alguno de ellos me preguntó por la (crisis y lo que parecía perderse por el camino, entrando en retroceso social que remitía a los peores momentos económicos de la transición) me faltó tiempo para pronunciar una frase en género neutro (no podía ser de otra manera, pues ellos siempre fueron de "a buen entendedor pocas palabras bastan" y era obvio que me refería a ellos mismos): Ha habido una generación, entera, que se ha dejado seducir por la pasta y se ha olvidado de los Valores que decían defender (y que ahora vemos traicionados por unos y otros en las gestiones de bancos, organizaciones  y en la gestión del propio Estado). Se alarman, pero obvian que ellos permitieron ese camino - eso sí, con ciertas migajas (trabajo duro, de levantarse a las seis de la mañana y echar muchas horas, cierto) pero migajas, las suficientes para salir ellos, y su generación, adelante, pero viniendo a traicionar lo esencial y que más temor daba al Poder: El sentido de la Solidaridad, la Fraternidad, la Justicia y la Igualdad (para todos); porque cedieron en ello y empezaron a justificar las "desgracias" ajenas (apenas sin reflexionar nada que pudiera llevarles a comprometerse); y las apelaciones a sus conciencias de lo que era evidente con solo rascar un poco la capa superficial (conciencias ordenadas y jerarquizadas, ahora, desde el egoísmo de por fin lo conseguido, y consiguientemente, que cada cual se las apañe, porque eso es la justicia y además me va bien) ahora se vienen a "rasgar las vestiduras" (como quienes alejan de sí todo "responsabilidad compartida" en este devenir de "miserables" que pronto olvidaron las penurias y se lanzaron a consumir bajo la idea de que ello era un "derecho" "individual" e "inalienable" propio de la democracia del progreso. Y las mentes particulares empezaron a funcionar como las de los "nuevos ricos", de manera bien superficial, y pensando solo en el presente. Y, lo que es peor, creyéndose dueños por sus propios méritos de su "fortuna" (olvidando de quienes estuvieron detrás de sus "fortuna", tanto en lo cercano como en los Histórico; porque si en ello hubieran reflexionado no hubieran concebido los bienes materiales como único objetivo vital y signo de triunfo; que es lo que hicieron). 
Es lo que tiene el Capitalismo, precisa a una Izquierda o unos lideres exclusivamente materialistas para sostenerse, porque en el fondo comparten los mismos valores; defender Valores desde Chalets, en residenciales de lujo,  y con prestamos a bajo interés, es el mejor signo de confianza (se dicen entre ellos: busca lo de todos... nada más... tranquilos; en el fondo es de los nuestros aunque no lo sepa ni él mismo; y consiguientemente sabremos cómo utilizarlo en nuestro interés - porque sencillamente e históricamente, los parámetros y estrategias para manipular situaciones y opinión pública que se asientan sobre la rivalidad y el antagonismo siempre es el mejor escenario y el más proclive para ser manipulado).  
Es un fracaso de la verdad, o un triunfo de los   mentirosos.... Claro que sí; es lo de siempre, en España. (Solo le ha faltado al artículo publicarse el 28 de Diciembre; hubiera sido la guinda).
Ver: Lo Aprente y Lo real : Lo de Pablo Iglesias… (tal vez es, sólo pura ambición).


domingo, 22 de diciembre de 2019

Una Conmoción previsible (y seguro que prevista)



La sentencia en torno a Catalunya, emitida por el Tribunal Europeo, parece haber sorprendido a todos los comentaristas políticos en un primer momento. Al escucharla en directo, se podía apreciar la evidencia y congruencia de las razones dadas, sobre todo porque la ha leído en español (y ello se puede interpretar tanto como una sensibilidad particular ante lo que se puede considerar grave, o muy grave, el escenario que se está gestionando en España y que afecta, directamente, al intento de configuración de un gobierno estable, en medio de un clima de cierta desconfianza, recelos y, parece ser que también, temores y miedos que parecían sepultados, pero que, probablemente por no haberlos enfrentado en su momento y cara a cara – pues nunca hubo una verdadera ocasión para hacerle frente a nuestra propia Historia trágica, cuyos ecos impregnaron nuestra transición de temores, violencia y esperanza condicionada – vienen ahora a resucitar, y como parece que siempre suele suceder cuando da miedo llegar al fondo de los asuntos, en el peor momento posible) probablemente se pretende también, al leer la sentencia en español, que se eviten las especulaciones, y sin embargo, pese a la interpretación internacional que la opinión pública realiza de esta sentencia (donde se advierte que la sentencia es un respaldarazo a las tesis independentistas cuando señalan a España como país que no es garantista con principios democráticos, y como prueba de ello exhiben la sentencia del tribunal de Luxemburgo al mundo entero), y Europa se hace eco – y que se obvia e ignora, tal vez por prudencia en España, para no dar más alas al campo del antieuropeísmo,  – y se vuelve a especular sobre lo que el Tribunal Europeo ha puesto sobre la mesa de manera clara y expresa, y que gira en torno a un principio que parece estar bien asumido en la opinión pública de nuestro continente: Los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo son soberanas y no pueden objetarse sin el concurso del propio Parlamento.  Y sin embargo, todo ello se pretende reconducir hacia la idea de algún tipo de “error u omisión o falta de estrategia administrativa” en los procedimientos judiciales llevados a cabo desde España. 
Creo que ello no es otra cosa que esconder la cabeza bajo el ala, para eludir un hecho que estaba siendo evidente desde el principio del conflicto, cuando un general español en activo señalaba que los tanques estaban preparados para entrar en Barcelona. Y no quiero decir que este hecho concreto sea determinante de nada específico en la decisión del Tribunal europeo, sino que, habiendo tenido múltiples oportunidades, el Gobierno y las instituciones del Estado, para demostrar que confían en las propias herramientas que otorga un sistema democrático, para reconducir una situación y desafío de ese calibre – pues nadie nos dijo que estábamos obligados a configurar nuestra Constitución como la configuramos en su momento, y consiguientemente se era consciente de los riesgos que comportaba constituir territorios autonómicos en base a criterios Históricos y, con ello, constituir o dar idea de que se puede constituir en base a una Historia pasada unos derechos para el presente y el futuro de un territorio - pues una vez asentada la idea de que existe un derecho histórico a ser Nación o Nacionalidad, bastaba, para ir consiguiendo cotas de identidad y de hechos diferenciales, una simple y buena estrategia que poder desarrollar) al margen del resto de territorios del propio Estado (y ahora nos encontramos que un inicio similar, en Aragón, para iniciar la misma senda catalana, en razones de nos ser menos que nadie, es tumbado por el Constitucional el mismo día en que celebramos lo más significativo de nuestra identidad aragonesa, la institución del El Justicia De Aragón (figura que ya en sí misma fue motivo de pérdida de derechos hace unos siglos; tal vez por eso el Tribunal hubiera elegido esta misma fecha para que su "señal" sea inequívoca). ¿Cabía esperar otra respuesta del Tribunal Constitucional? – sobre todo a la vista de lo que está pasando en Catalunya y en Europa? El mensaje que nos llega del Estado es claro y meridiano, y la elección de la fecha para hacer pública la sentencia no deja duda alguna de ello (porque parece claro que los eufemismos que juegan con las palabras sobre si la nacionalidad debe considerarse cultural u otras figuras semejantes, para darle cabida y algún tipo de encaje cuyo objetivo siempre es y será el mismo, han demostrado que no son suficiente argumento, ni sólido instrumento de contención para el nacionalismo/independentista, sobre todo cuando el mundo gira nuevamente y transita para abandonar formas de cooperación y encuentro y retornar hacia el nacionalismo; vuelto a ver como una solución política ante los problemas que crea una visión económica global del planeta o intentar uniones políticas como la UE, cuando las potencias internacionales (EEUU) ve en ello un problema grave en el desarrollo de sus estrategias internacionales – destinadas, obviamente, a perpetuar su liderazgo, y consecuentemente no a negociarlo con quienes considera se han desarrollado bajo el paraguas de su protección militar y económica). 
Quienes configuraron la Constitución del 78 no contemplaron (eso parece ahora, o lo obviaron) que el rescate del proyecto autonómico republicano se basara probablemente en un escenario histórico muy concreto: El desastre del 98; es decir, compensar una situación emocional del sentimiento nacional de entonces, basado en la idea de seguir teniendo un Imperio (que fue lo que Franco esgrimió de facto como alternativa al proyecto republicano) porque las naciones, cuando se basan en ideas nacionalista siempre precisan de potentes mitos que actúan como cimientos mágicos que no precisan demostración lógica, ni normalmente la tienen (porque acaban por tener que inventarlos o deformar la Historia hasta hacerla tan irreconocible que se tenga que apelar a fuerzas “mágicas” o “divinas” para hacerlas aceptables: La sangre, la raza, un destino predeterminado de impacto Universal, asumir una tarea intangible esencial para la humanidad…..). Y se trasladó, probablemente de esa manera, el sentimiento de identidad Nacional frustrado en el 98 a un nuevo sentimiento autonómico, que se observaba con claras ventajas para la administración interna con un proyecto de acercar el Estado a los ciudadanos y darles cabida y capacidad de decisión. Pero ya era obvio que vincular territorio autonómico con una Historia épica documentada, y sobre esa Historia constituir Derechos de autogobierno ya habían dado problemas en Catalunya que se tuvieron que resolver entonces con el ejército. ¿Por qué se pensó en el 78 que no volvería a pasar? Probablemente por el contexto político del momento, aunque la reacción golpista del 81 es señalada, entre otras cosas, como causa de la LOAPA . Otros artículos rescatados de aquella época reflejan el ambiente político del momento y parte de la evolución del sistema autonómico: (El País) y El Mundo
La impresión que se podría obtener del debate del viernes en 24 h, se asemejaba a un desconcierto general de los analistas entorno a algo que parece esencial: ¿Cómo interpretar una sentencia – de Luxemburgo -, para que desde esa interpretación más favorable, si se encuentran resquicios y fisuras de cualquier tipo, poder reconstruir un argumento contundente que permita salvar el esfuerzo realizado por nuestras propias instituciones en demostrar la legitimidad de lo que resulta esencial a todo Estado: Su integridad territorial? – y que sabemos que ello siempre ha sido una prioridad en toda Nación y, como consecuencia de esa prioridad, vimos como la democracia más veterana del mundo occidental iba a una dura Guerra Civil por motivos de una pretendida secesión del sur de EEUU. Análogamente vimos una situación similar en la antigua Yugoslavia – con la desgraciada injerencia, entonces de Alemania, en medio de un proceso de autonomías que pretendía emular al español, y donde Croacia fue reconocida como tal identidad haciendo estallar la guerra entre personas y gentes que se había llevado bien, eran convecinos y vivían puerta con puerta.
Algunos de ellos pretendieron retrotraer el problema a una falta de previsión del Tribunal español por o no haber permitido el acceso al cargo de los imputados elegidos y luego seguir el procedimiento más lógico en orden a esa prioridad propia de un sistema democrático y posteriormente pedir suplicatorio al Parlamento o por realizar la pregunta (innecesaria) al propio Tribunal Europeo sobre el procedimiento a llevar a cabo (ahora ya consumado, irreversible y con efectos adversos, otra vez, para nuestra imagen internacional; por lo que se pretende señalar que la decisión del Tribunal Europeo es extempórea respecto del asunto que debía pronunciarse, y consiguientemente sin utilidad ni aplicación posible); y sin embargo, como digo, la opinión pública internacional “lee” y entiende de manera bien diferente de como aquí se está tratando el asunto; y la manera que tiene de entender esa sentencia supone un verdadero revés para la credibilidad del sistema de garantías jurídicas español, pues les resulta evidente que se debieran haber respetado, en los elegidos, un derecho básico adquirido, y que resulta esencial reconocer en toda democracia, como consecuencia de ser decisión de electores en un proceso legal y legítimo (y desde ese reconocimiento, a una condición adquirida, que es la esencia y base de la democracia, esencialísimo e irrenunciable hecho que debe priorizar un Estado que se considere democrático, a partir de ahí, construir las objeciones que considere por los medios legales apropiados y democráticos).
Mi pensamiento y reflexión va más lejos, en busca de las causas, porque si realmente queremos mejorar nuestro sistema democrático resulta obvio que hay que atender a las causas; y las causas bien pudieran ser el hecho de desconfiar (de manera íntima) de la eficacia del propio sistema democrático español para reconducir la situación catalana sin recurrir a ninguna forma o manifestación de violencia que pudiera poner en entre dicho la tolerancia a la libertad de expresión (en maneras y formas pacíficas) de nuestro propio Estado, como demostración de esa confianza plena en los instrumentos del propio Estado democrático para reconducir una cuestión que era evidente que tarde o temprano se daría en España, y consecuentemente deberíamos enfrentar con las herramientas que nos dimos en la Constitución; y al ser esta una Constitución democrática, la respuesta a iniciativas democráticas que puedan contrariar al propio Estado (incluso cuando por medios “democráticos” se saltan procedimientos legales de obligado cumplimiento) deberían ser "toleradas" y reconducidas por medios estrictamente democráticos por el simple hecho de confiarse plenamente en que nuestra Constitución es eficaz; y también es eficaz nuestra Constitución, cuando se aplica respetando las maneras, las formas y los procedimientos propios de un Estado democrático (que era lo que realmente estaba en juego en el desafío catalán: Demostrar que el Estado central no cumple en maneras ni formas y, consecuentemente, violenta, de una manera u otra, lo que se considera ejercicio de libertades y democracia en Europa).
Y sin embargo las circunstancias han venido a señalar cuestiones evidentes que pudiéramos considerar – ya  a los ojos de la opinión pública internacional - como déficits democráticos – no tanto en nuestra Constitución como en la aplicación e interpretación que se realizan de las normas y leyes que de ella emanan por personas concretas – o corrientes de pensamiento - que pudieron atender más a la presión ambiental de “sentirse desafiados” y “responsables de proteger la "dignidad" del Estado” (presiones exteriores a los tribunales y gobierno que gestionaban y estaban gestionando este conflicto), que al propio sistema Administrativo y al alcance de la Administración del Estado para reconducir y restablecer cualquier acción pacífica de la CACatalana (que sólo estaba en condiciones de expresarse, entonces, por medios Administrativos o de consecuencias Administrativas a las que nuestro Estado podía oponerse y anular eficazmente); mostrando con ese proceder que se respetaban las maneras y formas – proporcionales y proporcionadas – a los términos, en también maneras y formas, del desafío anunciado por la Generalitat; y que a mi entender (mi entender limitado evidentemente) pero consecuente con la opinión pública europea que es quién nos iba a juzgar, y ello era un hecho palpable y evidente que se iba a producir. 
La estrategia independentista era la de generar el suficiente “vértigo” en el propio Estado y sus Instituciones esenciales (pero sobre todo, generar vértigo en los poderes fácticos para provocar el "error" esperado y siempre producido en España) para que, aunque supieran que tenían medios para ir desmontando cada paso dado por los independentistas (quedando en última instancia a evaluación del Tribunal de Derechos Humanos, y que era instancia más fácil de gestionar, incluso con sentencia adversa) provocar el “tic” histórico, propio de cómo se concibe la autoridad en España, para todo o casi todo, saliera a relucir como parte del propio carácter español (que también lo es catalán, porque también muestran su intolerancia, pero que con esta argucia se distancian de su propia condición española, y que nos ha tocado sufrir de manera a veces sutil y otras ofensivas); es decir: La autoridad en España debe mostrar, cuando es desafiada, en algún momento de cualquier proceso que se enfrente y se gestione, un gesto inequívoco de autoridad soberana por medio de un gesto o acto de violencia clara y evidente – con la finalidad de que no se vuelva a repetir ningún otro desafío y, consiguientemente, sirva de ejemplo a la sociedad (es la manera de Educar que el Estado tiene a su alcance y que considera que debe de practicar).
La concepción de la Autoridad en nuestro Estado, ante determinadas situaciones y desafíos, se muestra con la necesidad de ir acompañada de violencia – como parte inseparable de la naturaleza de esa propia Autoridad y cómo es concebida por sí misma (probablemente porque la sociedad también la tiene incorporada en alguna medida a diferencia de otras sociedades (¿?)) - pero que viene a traer consecuencias bien indeseadas como las que estamos viviendo en la actualidad nuevamente (después de que hubiéramos sido advertidos con las primeras imágenes violentas en medio de urnas; una imagen singularmente antitética a lo que se entiende por democracia en una Europa castigada por la violencia nazi). Es decir, en Europa se entiende la existencia de urnas como método eficaz y esencial para la exclusión del ejercicio de la violencia - el propio Estado se somete así a la voluntad popular así expresada por medios legales y con garantías – y aún más si sobre ese Estado que históricamente viene actuando así, se vienen "sembrando" sospechas en medios internacionales de esa forma de proceder, por "otra" parte esencial y constituyente del propio Estado, cuyo objetivo declarado es demostrar que la Autoridad en España es violenta: Una de sus autonomías, la Catalana, que viene a intentar demostrarlo, con evidente fortuna, y lo demuestra fehacientemente a los ojos internacionales tanto en la vertiente del orden público como del propio sistema jurídico español; después de que un conflicto vasco también se postulara en ese mismo criterio para justificar su propia violencia (y que tuvo eco durante muchos lustros en la propia opinión europea).
Sé que es posible que no se suelan establecer visiones tan transversales en política, como las que suelo tender a realizar en estas reflexiones; creo que más bien se suele tender a realizar análisis para salir del paso de cada cuestión que se presenta con la esperanza de ir resolviendo cada problema concreto de manera independiente e inconexa – al menos así se expresa o se da a entender a la opinión pública interna -  y sin embargo, dada la gran y creo que grave preocupación de la gran envergadura de este problema catalán que pretende la secesión y pérdida de la integridad territorial de nuestro Estado, cabe, de alguna manera, realizar retrospectivas con la finalidad de explorar la posibilidad de encontrar mejor luz que nos evite encaminarnos a un conflicto de mayor envergadura y gravedad; y en ello esperábamos el apoyo, en alguna medida, de Europa y de sus instituciones (pero ese apoyo no es gratuito en sí mismo, porque las instituciones europeas dependen de su propia opinión pública; y nos lo advirtieron). Pero a nuestro juicio español, el apoyo debería venir desde nuestra propia percepción del "vértigo" que nos causa este problema y por ello esperar de Europa una adhesión que pasara por alto esas "pequeñeces" de irregularidades, en maneras y formas, cuando emplea el Estado español sus fuerzas de orden público o sus tribunales para "reconducir" situaciones que ponen en tela de juicio su Autoridad. Y viene a resultar que para lo que nuestro Estado español son pequeñeces salvables y justificables, nos las presenta el Tribunal Europeo como esenciales formas de proceder que determinan la legitimidad de la Autoridad en España. Aún así, chapuza detrás de otra, es de esperar del propio Tribunal Europeo que su sentencia debe de estar en consonancia con una visión jurídica que respete ese principio común a las Naciones por el cual se respeta su integridad territorial; y en un conflicto como este, común a otras naciones de Europa, es de esperar que se respeten las legalidades y Constituciones de cada país miembro de la Unión y que las observaciones del Tribunal vayan encaminadas – en su jurisprudencia – a fortalecer los valores democráticos de los Estados miembros de su Unión sin menoscabo alguno de una cuestión tan esencial como es la Integridad territorial. En esa creencia entiendo que, fuera cual fuera el resultado final de este proceso de secesión a los ojos de ese Tribunal Europeo o de cualquier otro (como el de Derechos Humanos) existirá, consecuentemente, un reproche por alentar desde Instituciones la violencia en alguna medida, y por otro el respeto de los Estados a conservar esa integridad que les dio razón de ser y de formar parte de la Unión; generando todo este proceso jurídico dentro de la UE un cuerpo jurisprudencial destinado a mejorar la calidad de las democracias de sus propios Estados (sin que en el proceso exista un riesgo real de desintegración de un Estado miembro a causa de un aliento jurídico procedente del exterior y de una institución concebida para la paz como lo es la UE), porque de lo contrario (si este proceso resultara exitoso a la CA Catalana estaríamos ante el escenario, por primera vez en Europa, de que se halla definido un procedimiento jurídico que permitiría el "divorcio" de una parte del Estado bajo determinados requisitos que tuvieran que ver con la mala calidad democrática del Estado acusado ante los tribunales internacionales de ser violento y represivo, y consiguientemente está imponiendo un criterio de Autoridad, que ya se podría suponer transversal en todos sus procederes, que vulnera, en sí mismo, cualquier ejercicio de libertad que le contraríe y viniera desde donde viniera).  La aparente manifiesta incapacidad del Estado español de realizar una reflexión de esta naturaleza (sencillamente porque ha acostumbrado a su propio pueblo y ciudadanos a imponerse desde esa visión de cómo concibe su propia autoridad; mostrándose como ejemplo para conducirse a los propios ciudadanos) nos puede llevar a una situación por la cual sean los propios ciudadanos los que clamen que se trate a los catalanes bajo los mismos parámetros que son ellos tratados y, consecuentemente ante los obstáculos que opone el Tribunal Europeo a mantener esa forma de proceder, estaríamos entrando en un proceso de desafección a las instituciones europeas provocadas por las instituciones de la propia UE – es decir: la UE, por medio de su jurisprudencia, se percibiría como un instrumento que, con su verdad jurídica de cómo se debe entender la democracia, señalaría el camino de cómo llegar a la independencia de territorios dentro de los Estados que la integran cuando estos carecen de garantías democráticas esenciales. La pregunta sería: ¿Ese  es el objetivo de la UE y del proyecto europeo? La respuesta es que así lo concebimos cuando la UE se fue gestando y configurando como instrumento para la cooperación, el desarrollo económico y social y la paz en Europa por medio de mejorar la democracia.
   Es probable que este escenario, y el encrucijado laberinto político que vivimos, sea, exclusivamente, producto y consecuencia de no haber hecho frente (abiertamente) al propio pasado Histórico español y, de alguna manera, haberlo considerado un verdadero tabú, como si destaparlo, ventilarlo y ponerlo a la luz del Sol fuera tan temerario como  abrir  la caja de Pandora; una caja de Pandora que pudiera llegar a poner en  entre dicho el propio sistema político destinado a consolidarse en el marco democrático – y de ahí la solicitud del General Gutiérrez Mellado, de aparcar esta cuestión al menos cien años; pues parece obvio que, incluso en las guerras, en su desarrollo y en las circunstancias de los prolegómenos que las hacen posible, no sólo en este caso los partidos políticos y sindicatos fueran recopilando documentos, recopilando declaraciones, adjuntando procesos de negociación, o relatando las circunstancias detalladamente que hicieran posibles desgracias, crímenes y grandes tragedias y las medidas tomadas consecuentemente; sino que el propio Estado constituido en bicefalia, y una vez unificado por el vencedor de la contienda, realizaría, probablemente, la ardua tarea de ordenar todos los documentos emitidos, seguir investigando los pormenores y cabos sueltos, y obtener declaraciones detalladas de quienes, cómo, dónde, cuándo y porqué de cualquier circunstancia que les pareciera relevante; y aunque no se incluyera y adosara a tan ingente documento un guión hecho a propósito que encadenara todos y cada uno de los acontecimientos y episodios de aquella etapa – y que sólo serviría como elemento perturbador, en sí mismo, pues todos somos humanos y por ello difícilmente podremos despojarnos de nuestra propia condición al interpretarlos – los documentos hablaran, por sí mismos, y con evidente claridad, sobre todo para aquellos que conocen las profundidades más complejas de los Estados, de las relaciones internacionales entre Estados y de la propia condición humana de quienes intervinieron en un u otro sentido en situaciones decisivas o relevantes. Así que fuera, probable, que no sólo hubiera que entrar en las circunstancias que se dieran en nuestro propio Estado (que ya de por sí hubieran supuesto una difícil “digestión” para la sociedad), sino que también se hubiera podido intuir que tanto quienes se alzaban militarmente como quienes resistían estaban mediatizados, unos por planes muy determinados y rígidos que pudieron suponer consecuencias inexplicables sobre su propio bando; y otros, análogamente, quienes resistían, por tampoco puedan explicarse plenamente por tener que ir a remolque de la opinión pública internacional y estar atentos todo lo que desde Londres y Moscú se sugiriera al respecto del desarrollo de esa resistencia al movimiento militar alzado en armas para no perder totalmente la legitimidad republicana en la opinión pública internacional. Todo ello en un probable ambiente de constantes rumores, noticias falsas, censura y miedo; y siendo ello gestionado por cada uno de los bandos con la finalidad de conseguir el objetivo final: Ganar o resistir hasta cambiar la opinión internacional.
Con independencia de que cada organización que vivió aquella etapa tenga sus propios archivos, desde donde se pueden verificar cómo se fueran desarrollando los hechos previos y los posteriores, incluso el desarrollo de la guerra civil y las situaciones para el cese de la guerra y la aceptación o no de la paz, es de creer que el Estado, y particularmente quienes se dedican a lo esencial de su seguridad – incluso el propio Ejército – contenga ficheros constituidos, clasificados y estudiados que muestren las causas esenciales del conflicto, sus participantes y promotores, el papel desarrollado y las propias conclusiones obtenidas por ellos mismos como expertos mejor cualificados en asuntos de seguridad. Y, consecuentemente, desde ahí se pudiera explicar que el propio Gutiérrez Mellado propusiera no tocar el tema en cien años, lo que viene a significar que hace falta que varias generaciones transiten hasta que pueda ser leída, expresada, evaluada y llegado a algún consenso, sobre aquella documentación que hace posible concebir, no solo los motivos reales y las causas que desembocaron en la confrontación, sino además entender porqué se reconstruyó la Democracia desde la fórmula que hoy conocemos como régimen del 78 y no desde otra perspectiva (en mi convencimiento la solución del 78 fue la más conveniente y acertada, salvo en la idea de constituir CCAA en base a la Historia territorial, pero ello era, con mucho, un requisito impuesto por un devenir – ya se sabían sus consecuencias; ya se sabía que ETA estaba ahí, señalando una amenaza extrema y violenta del nacionalismo interno – pero parece que todo estaba abocado a esa solución, pues incluso el Nacionalismo Vasco se visualizaba, por entonces, con cierta aureola heroica y de resistencia al Franquismo que fue explotada internacionalmente para limitar la actividad y proyección política de España). (Sé que hoy en día muchos pensarán que el problema medioambiental no se percibía en el mundo y en España como ahora lo hace; para esos que piensen así, cabría señalarles que ya por entonces las malas prácticas de las grandes multinacionales y el ocultamiento de accidentes nucleares o fabricas químicas, era práctica habitual con la que se pretendía presentar y mantener una idílica idea de progreso y fe en la tecnología y la Ciencia; y que ya por entonces hubo héroes anónimos – todavía no domesticados ni seducidos por los medios de comunicación de masas - que no cedieron en la dignidad de sus principios y acciones a cambio de construirles una imagen y un aura mediática que les otorgara tal prestigio y consecuente bienestar, que les hiciera modificar su actividad y mostrarse más amable y accesible al propio sistema, que es lo que ahora parece suceder. Y sin embargo, aun sabiendo de los peligros de constituirse como Estado con nacionalismos internos, en modo alguno podía pasar por la mente de entonces considerar que poseíamos una estructura de gestión de Cuencas Hidrográficas que hubiera permitido una gestión territorial del Estado, político/económica, sin los riesgos derivados de creerse cada territorio portador de derechos Históricos que permitieran realizar el camino hacia su secesión. Pero por entonces se consideraba al ecologismo y a los medioambientalistas y conservacionistas, como enemigos potenciales del progreso y, en consecuencia de la economía y el empleo (fíjense el cambio que ha dado la perspectiva de la economía); y a los pacifistas se les consideraba, solo si eran de izquierdas, un peligro ya señalado por la OTAN y que en caso de inminente conflicto debieran de ser conducidos a campos de concentración (por lo cual todos estábamos identificados por el propio Estado, en razones de seguridad, y al margen de las leyes Constitucionales).
 Así pues, es probable que cada uno de los partidos constituyente del régimen del 78 tuviera información bien fidedigna de lo acontecido en el conflicto civil, y en consecuencia, todos los que desarrollaran la Constitución tuvieran en mente los desencadenantes que hicieran posible la gravedad del desencuentro histórico y social. Y por ello, tal vez, se considerara esta fórmula como mejor solución, pues retrotraerse a un análisis previo de la Historia, para intentar que ese análisis fuera compartido por todas las partes y así llegar a un consenso, antes de asentarse la Constitución, hubiera sido como entrar abiertamente en la posibilidad de volver a alentar esas mismas rivalidades y, probablemente, se hubiera dinamitado la posibilidad de instaurar o asentar la democracia.
 La posibilidad de que al restaurar la democracia hayamos tenido que pagar el precio de desconocer en profundidad los detalles de lo ocurrido y tener que aceptar el relato contrapuesto de los contendientes más antagónicos en el conflicto (Franquistas y Comunistas), solo permite acercarse al conflicto desde visiones épicas de un lado u otro. Por lo que resulta bien difícil construir el verdadero ambiente que vivirían los sucesivos gobiernos republicanos, la previa Dictadura de Primo de Rivera y los motivos de sus decisiones, el ambiente político interno, las situaciones de confrontación, si realmente hubo o existieron lugares para propiciar el encuentro y el acuerdo…. y los intentos de revoluciones y de intentos de golpe; todo ello dentro de un Estado, que como tal Estado, buscaría, es de suponer, constantemente la manera de mantener un equilibrio en busca de encontrar un espacio de bienestar generalizado que permitiera el desarrollo económico y social; y que ha quedado invisible por las rivalidades y los enfrentamientos de los extremos, haciendo posible que el triunfo de uno de esos extremos impusiera su propio relato, como si ello fuera lo esencial y básico a conseguir en ese periodo; es decir, lo importante no parece que fuera aportar esfuerzos para hacer viable la moderación y el término medio en toda decisión de Gobierno, sino imponerse uno sobre otro, como si toda la sociedad española estuviera realmente polarizada y deseosa de un abierto enfrentamiento por el poder.
Bastaría para aproximarse a esta idea que propongo, donde se salva el concepta de Comunidad Autónoma para gestionar los territorios descentralizadamente, y ahorrarnos la visión nacionalista, intentar visualizar quienes se oponen y opondrán a una visión eficaz de la gestión del territorio de nuestro Estado. Pues resulta obvio que divisiones administrativas en nuestra España existen desde hace mucho tiempo y se han seguido criterios muy diferentes que son visibles en los proyectos que se conservan, aunque no vieran la luz o fueran desechados en su momento, pero que señalan, con evidencia, que no estaban estructurados bajo premisas Históricas que resultaran ineludibles para organizarse internamente, sino que por el contrario estaban mucho más abiertas a otros criterios de lo que ahora suponemos, pues siempre fue la burguesía quien impuso su criterio al Estado central en razones predominantemente económicas (para desde ahí imponer las lineas básicas por medio de sus propios criterios territoriales). Pensar que en el régimen del 78 nadie observara el mapa divisorio de España en cuencas hidrológicas  (cuando estas existen desde hace 250 años) resulta, al menos atrevido, porque obviamente de haber optado por esa configuración territorial de las CCAA la politización de la gestión territorial en razones históricas y nacionalistas no hubiera traído estos problemas; pero también era obvio que quienes se opondrían a esta configuración del territorio serían quienes precisamente los que no entienden que la gestión del territorio es un proyecto para la construcción de un mundo mejor para todos (que es lo que ahora se evidencia más claramente que siempre así debió haber sido, a propósito de los problemas ambientales) sino que para ellos es una gestión política para fomentar una identidad nacionalista con la que poder "comer" cada día. Y desde esa visión nacionalista poder envolverse en la bandera de patria chica cada vez que se les pilla metiendo la mano en el bolsillo de todos (como demostró la Generalitat que era una buena formula para distraer a la opinión pública para distraerla, no solo de sus errores de gestión, sino de sus mangancias particulares que nos han llevado a esta situación actual).

Ver: La Cuencas hidrológicas y la NBBC

         Ver: Una Europa de ensueño

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Derecho "legítimo" de defensa (que puede incluir violencia, no punible, como recogen las leyes?)



Carta abierta a Elisa Belini:

Hola Elisa. Siempre que le he visto en tv, en cualquiera de las cadenas que pudieran y pueden llamarte para contar con tu colaboración, te he percibido, casi siempre, como enfadada, reprochona, por lo general crítica e, incluso diría, sin concesiones para nadie, puntualizando todo y no permitiendo que nadie, absolutamente nadie, terminara un concepto o una exposición de un argumento sin que su persona – de Vd. – prácticamente le permitiera acabar la frase de cualquiera de sus contertulios – e incluso contertulianas – siempre con un apostillamiento en el que expresaba las condiciones que Vd exigía para dar su conformidad a la expresión de cualquier otro contertuliano presente; y consecuentemente, si  no estaba de acuerdo con el desarrollo del argumento de cualquier otro de los presentes las interrupciones, por su parte, eran continuas e incluso parecían bien impertinentes al no dejar expresarse a nadie si estos no lo hacían bajo los parámetros señalados por Vd en algún momento de la tertulia o del debate que fuere.
Durante un tiempo mi persona no la distinguía a Vd, en su singularidad como persona, es decir, no la identificaba a Vd plenamente en esa singularidad física,  pues otra contertuliana, creo que más del ámbito de la política, me parecía en un principio tan semejante a Vd  que pensé, durante mucho tiempo, que eran la misma e idéntica persona, pues además de un aspecto físico similar, se expresaban ambas, bajo el mismo criterio de interrumpir, puntualizar e incluso modelar, modular y en ocasiones incluso orientar determinantemente e incluso autoritaria o intimidantemente según su criterio, el argumento de cualquiera de los presentes – a cualquier compañeros de Vds en el debate de tv – hasta el punto de no permitirnos a los telespectadores entender qué era lo que realmente quería decir cualquiera de sus compañeros de charla que quisieran expresarse por sí mismos, pues ambas dos, como le digo, compartían esas mismas “formas invasivas y agresivas” en cualquier cuestión o aspecto que se señalara o debatiera, resultando, a la definitiva, muy molesto y desagradable presenciar un debate, de cualquier naturaleza, en la que Vds estuvieran presentes.
Al tiempo, mucho tiempo después, probablemente por lo desagradable de las maneras de manifestarse, reparé en que no solo eran dos personas diferentes, sino que había una tercera persona (también de similares rasgos físicos y procederes en las tertulias) que se expresaban de la misma forma, prácticamente sin dejar a nadie hablar, ni expresar de un tirón cualquier argumento que deseara exponer (creo que una de esas personas ya no suele ser llamada a las cadenas de tv, pues se negó a concurrir a cualquier debate político en el que estuviera o participara uno de los partidos radicales/extremistas – uno en concreto – de los que han amanecido relativamente recientemente en España  - y da la sensación que las cadenas le han tomado la palabra, pues hace mucho tiempo que no la veo o coincido en verla en los espacios destinados a la política; es también probable que simplemente no haya coincidido mi visualización como telespectador con la presencia de esta persona - que también es probable - pero que ahora, al escribirle esta carta, donde evoco cómo fui a reparar en su persona de Vd y en su singularidad, me vienen a la memoria estas circunstancias colaterales o ambientales de ir llegando a definir su persona con precisión y he deseado ser consecuente conmigo mismo y exponerlas con la mayor precisión posible dentro de mis limitadas habilidades literarias, pues suelen ser circunstancias que pueden pasar desapercibidas, probablemente para la mayoría de telespectadores, pero para otros es posible que coincidan con mi percepción y, también es posible, que otros que no lo percibieran ahora, al leer estas líneas, perciban esas circunstancias particulares con que Vds se expresarse en las tertulias y les resultara tan llamativo como a mi persona) (ahora, releyendo esta carta y habiendo leído en Internet comentarios sobre su persona veo que el rechazo a su persona es generalizado incluso entre sus compañeros de profesión y que les resulta alas cadenas difícil tarea convencerles que participen estando Vd presente)
Desconocía su nombre, ni siquiera el nombre propio, pero considero que suele ser común para la mayoría de las personas no reparar en el nombre de todos los participantes o tertulianos que salen en los medios de comunicación; al igual que suele ocurrir cuando pones en la radio una emisora (aunque sea la que habitualmente se tiene sintonizada) no creo que se pretenda conocer el nombre de las personas que relatan las noticias a las horas en punto (simplemente es un relato, casi una enumeración de sucesos) y supones que se ajustan a lo que la mayoría de las empresas de comunicación consideran de interés para ese día.
Desde que con la crisis económica/política todas las cadenas de tv introdujeron los debates políticos en lo que eran programas de simple entretenimiento, (hasta entonces casi banal o superficial – salvo una cadena en concreto, que ya había entrado en asuntos bien escabrosos a base de analizar crímenes y sucesos bien amargos en horario de mañana y que ha acabado por contagiar el sensacionalismo, de alguna medida u otra, al resto de las cadenas de ámbito nacional; y que creo que todo eso empezó con otra cadena que tenía algo que ver con la palabra “tomate” en su portada y cuyos locutores introdujeron un tipo de narración que casi producía inquietud constante, como si fuéramos a visualizar en cualquier momento un crimen en directo – ahora creo, después de lo que me han ido contando sobre realización audiovisual, que en el fondo es lo que parecen desear los medios de comunicación – incluso en el cine – y en España hoy en día, y que ello sería como dar el campanazo y situarse en la cima del éxtasis informativo – sin importar nada más que el hecho cause conmoción y cuanto más mejor – dicen que tiene que ver con los índices de audiencia y el dinero que reportan los anunciantes, pues parece aumentar los beneficios; así que podemos ver ofertas de supermercados, de grandes almacenes o abrir una cuenta bancaria en las mejores condiciones personales después de un pico de audiencia motivado por la versión y rostro más adverso de la condición humana…. le aseguro que si ese rumbo que toma las grandes cadenas lo hubieran comunicado a la sociedad hace 40 años y nos hubieran dejado elegir nuestro destino, dudo que nadie razonable hubiera optado por ese trayecto, pero parece obvio que es el dinero quien manda, y para obtener dinero no se busca el bienestar de los otros si no el propio aunque sea causando malestar social) Desde entonces vienen apareciendo los mismos personajes contertulios recorriendo cada una de estas cadenas (no los he contado cuantos son, pero apostaría a que no hay más de tres o cuatro docenas de analistas turnándose los días de la semana para ir recorriendo, todos, los mismos medios de comunicación). Da la impresión que se ha generado una especie de ranking donde los niveles de audiencia señalan qué personajes/comentaristas son o no rentables para los medios de comunicación. Consecuentemente se contratan a los mismos (como si de una bolsa de trabajo se tratara) en todos los medios; incluso en los medios autonómicos (al menos en el mío) se busca, de vez en cuando, algún contertulio de prestigio que se preste a participar en debates (pero de audiencia autonómica) y se contrastan, parece ser, opiniones y argumentos “periféricos” de los contertulios pertenecientes a los distintos ámbitos “territoriales”  (pues resulta obvio que el único verdadero referente de opinión válido sólo se halla en el centro, villa y corte de Madrid, que es quien marca las pautas políticas y sus “derivas” argumentarías y ello impregna y debe de ser asumido por el resto de la población y territorio, aunque no se esté en ello muy de acuerdo o se tengan objeciones). No siendo de extrañar que por ello las grandes cadenas de televisión se ubiquen en Madrid, así como las grandes corrientes culturales (y si no se está en el meollo de Madrid no se está en ningún devenir; por lo cual las pautas del resto del territorio se ajustan, en todo, a lo que desde Madrid se diga como conveniente, dando lugar a que en cada territorio periférico existan “ecos” y “reproductores” de dicho mensaje, aunque no se tenga ni el convencimiento personal, ni la capacidad de argumentar con profundidad las órdenes que desde Madrid se emanan (y sobre todo, aunque se apliquen desastrosamente). El objetivo no es reflexionar sino reproducir el mensaje y memorizar los contenidos - que por cierto es la única pauta fiable para que a uno le vaya bien en esta sociedad de autómatas: Ser un magnetófono humano).
Cuando algo de lo que dicen resulta positivamente llamativo e inteligente, capaz de cambiar conceptos y maneras de enfrentar situaciones complejas (ya sea en política o en otros aspectos que no suelen preocupar  todos) para que sean observadas desde otras perspectivas o desde otras maneras y formas que hagan posible un mejor entendimiento - e incluso se conviertan en la manera y forma de acercarse, y acercarnos a todos, a posibilidades de soluciones consensuadas, que es lo difícil de conseguir, - y dejar a un lado o superar las maneras y formas que tienden a defender puntos particulares, visiones sesgadas, e incluso demasiado partidistas y a veces sectarias, que hacen posible las rivalidades y el enfrentamiento permanente sin dar opciones a soluciones en las que todos podamos converger, al menos en gran mayoría; en ese caso, y cuando el personaje reitera esa capacidad personal, tarde o temprano, (creo que como nos puede pasar a todos) a cabo por intentar quedarme con su nombre, buscarlo en internet, y en ocasiones leer algunos de sus artículos o de reconocerlos cuando son contertulianos en las emisoras de radio.
Así que las posibilidades de que me quedara con su nombre Elisa, eran bien pocas, pues su manera de conducirse y mostrarse, a demás de invasiva, me resultaba, por ello mismo, desagradable, casi de impertinente y molesta (como si fuera una sabelotoda que impone su criterio a cualquiera: ya sea por lo “civil” o lo “militar”- aunque ahora, viendo lo que incluso dicen de Vd sus compañeros de profesión, parecen considerarla una saboteadora llena de mala fe, cuyo objetivo parece ser que sólo sea su mensaje el que llegue a los telespectadores; y en ello no le importa, para nada, comportarse como una maleducada ) como si sólo Vd poseyera la verdad que todos buscamos y con la cual creemos que, si a ella llegáramos, tal vez el mundo sería mucho mejor para todos (pues bastaría con ceñirse a ella y reconocer en las adversidades el hecho propio de habernos separado de ella, bastando con examinarnos y rectificar para estar de nuevo en la senda de lo mejor posible para todos, sabiendo que es una solución transversal que a todos nos conviene).  Además, ya se habían dado dos circunstancias concretas en Vd por las cuales mi persona, inconscientemente, la descalificaba plenamente como “jurista” especializada (e incluso íntegra, como se empeña en considerarse Vd así misma, exigiendo a todo el mundo que así la considere) – digo lo de jurista entre comillas porque viendo en wikipedia su formación no está especializada en ello, aunque desafíe, de vez en cuando a sus contertulios, retándoles a demostrar su propia formación jurista cuando intentan razonar con Vd o simplemente dar una opinión - (yo también puedo precipitarme en mi juicio sobrevenido, pero en mi caso no cobro por ello, pues yo no entro con mis opiniones en las casas y hogares de las personas, simplemente escribo, como en esta ocasión, y gratis) pues en dos sentencias que pude ver que Vd hablaba de ellas en tv, una de las cuales parece que llegara a sentar jurisprudencia, Vd se mostró plenamente contrariada, hasta el punto de combatir cualquier argumento del abogado que la había trabajado y conseguido ese éxito particular y colectivo; siendo profundamente desalentador que Vd misma reconociera que ni siquiera le había echado un vistazo a aquella sentencia que modificaba jurisprudencia, pero de la cual hablaba, otra vez, en maneras y formas ya consabidas en su carácter, al menos televisivo, y con una autoridad determinante y excluyente, y lo más lamentable, con unos argumentos llenos de generalidades y prejuicios, que a mi juicio, le descalificaba plenamente precisamente por ir de prepotente (y consiguientemente hacer juicios y sentencias, como quien sienta jurisprudencia, desde la precipitación impropia de cualquier profesional del ramo jurídico que pretenda ser un observador mínimamente imparcial y, por consiguiente, sabe que debe leer detenidamente los argumentos que sostienen los documentos para desde ahí establecer y fundar su propia opinión (pero sin ningunear las del tribunal que sentencia, pues esas son las de peso y sobre la literalidad de ellas deben construirse los argumentos); inesperada escena  y menos de un comunicador en asuntos tan graves y de tanta relevancia, por el sufrimiento que pueden llegar a generar los asuntos que ahí se abordan, como los emanados de separaciones matrimoniales, “reparto” de hij@s, pensiones y bienes comunes).
Sin embargo el motivo de esta carta no es describir sus maneras o formas con que se expresa en los medios de comunicación. Como ha observado, el propio título de esta carta abierta a su persona viene a señalar motivo expreso para invitarle a preocupación, y la de cualquiera que pudiera leerla detenidamente hasta el término de la misma, pues motivo para ello hay, y lo hay, evidentemente, de gravedad, por eso me he inclinado a expresarme por este medio e intentar hacer posible que le llegue y sobre ella medite detenida, profunda y gravemente, pues ese es el motivo de la misma y por ello se halla expresado, sucintamente, en el propio título de la misma, y que será el motivo por el cual probablemente llegará Vd, si así lo desea, hasta el final de la misma.
El lamentable suceso de hace unos días, donde se manifestaba la condena judicial de unos jugadores de fútbol que habían abusado de una niña adolescente, y cuyas penas de cárcel eran motivo de admiración para unos, y de justicia plena (y ejemplar) para otros, me permitió seguir en la sexta el reflejo de ese mismo debate en donde Vd participaba, como suele hacerlo, y donde Vd defendió la legitimidad y coherencia de la misma. No contemplo ninguna objeción a ello, aunque me venga a resultar llamativo ese cúmulo de años que pueden confirmarse en instancias superiores, aunque se sepa que la pena real de cumplimiento será mucho menor, que es lo que suele pasar o al menos así vienen a decirse por aquellos que conocen mucho mejor que la mayoría de los ciudadanos el mundo judicial. Supongo que las cuestiones que salieron a colación durante el programa seguirán siendo motivo de análisis y estudio en entornos profesionales muy especializados, para llegar a algún tipo de ponderación comparativa (que es lo que parece causar sorpresa con otros tipos de delitos – aquí se mató a una persona por cuestiones aparentemente ideológicas y el coste de la pena fue de 5 años - pero obviamente la cuestión estaba entre varones) y que formará, así lo creo, parte de un estudio y unas conclusiones que en algún momento se harán públicas de alguna manera (simplemente porque esto ya empieza a resultar escandaloso desde toda perspectiva que se considere: proporcionalidad, equidad, igualdad constitucional, sentido del equilibrio y, desde luego:Seguridad Jurídica), señalando si es conveniente algún tipo de modificación de la manera de aplicar las leyes o por el contrario se considera como acertado lo que fuera evaluado, sin que sea necesario realizar ninguna observación en el futuro. Por lo tanto nada que objetar, en el sentido de que buenos expertos tiene el Estado para determinar la pertinencia o no de cualquier objeción de la que se ha hecho eco la opinión pública (pues de lo contrario las sentencias ya no versarán realmente sobre los hechos cometidos que fueran objeto de sanción sino que ello podría acabar siendo excusa o pretexto para imponer penas acordes a un sentimiento social, popular o populista, según los medios de comunicación influyan en una u otra dirección respecto del acusad@ - que es algo que también ya hemos visto - según sea el sentido del debate público la pena se agranda, se pondera a la baja e incluso resulta inexistente según sea el “clamor popular” que se expresa fuera de las salas donde se juzga).
Lo que parece claro, es que el principio de rehabilitación, en España, es secundario; desde que existen los medios de comunicación realizando juicios paralelos lo primero a conseguir es la plena punidad sobre el acusado (como si por fin, gracias a las TV´s, ya todos formáramos parte de ese Gran Tribunal y Gran Jurado Popular propio de la Revolución francesa; que por cierto, bien mirado, podría sustituir o reducir en mucho el coste de los juicios, ya que desde una tv se podrían exponer todos los extremos y pruebas del caso – con pausas para anuncios publicitarios y patrocinadores de toda índole - y, por medio de los teléfonos móviles, el pueblo exprese mayoritariamente si es culpable o inocente el acusado; y ya, de paso, exprese si debe cumplir la pena íntegra y completamente o tiene derecho a la reinserción – tal vez todos nos sorprenderíamos de los resultados que se expresaran: Pero el negocio televisivo sería fabuloso, o no?). Es probable que si así se estableciera, como señala la propuesta generada entre paréntesis, cuando los acusados pertenecieran a ramas profesionales “cuestionadas popularmente” en este momento políticos, banqueros, responsables de errores médicos, gestores de grandes compañías o multinacionales, constructores de edificios, fondos buitres, (o de manera histórica) funcionarios, miembros de la seguridad del Estado, jueces, …. este pretendido “Juicio Popular Mediático Vinculante” impondría constantemente penas condenatorias y ejemplares sin dudarlo. Estaríamos, por fin, en esa gran RexPública que muchos ansían como Estado perfecto. Para TODOS (no solo para la parte de la sociedad que en un momento dado consigue presionar e influir en la opinión pública e impone sus criterios por un tiempo determinado o para una cuestión concreta y puntual).  Pero también resultaría obvio que, ante determinadas causas y acusados a juzgar, los propios medios de comunicación desarrollaran estrategias para orientar el resultado del veredicto (por qué no?) poniendo, además de tertulias a propósito, películas de cine, montando biografías de los acusados exaltando unas facetas sobre otras y conmoviendo o impactando al público en una dirección o la contraria. ¡¡¡Vaya pedazo de negocio que nos estamos perdiendo entre todos!!! (dígaselo a su colega y socio de la sexta - que según he leido en Internet parecen formar Lobby con Vd).
Al día siguiente, al repasar rutinariamente las redes sociales, vi en twitter (apenas realizo un vistazo somero y por encima sobre lo más relevante de mi ciudad o las noticias más destacadas en las redes sociales) salía destacado un twitter de Vd. Lo primero que me llamó la atención fue poder conocer su nombre Elisa y reconocer su cara, por lo que leí el contenido con detenimiento en ese momento (ahora, para escribir esta carta lo busco en su cuenta de twitter, y me alarma verificar que en España existe rencor, verdadero rencor, hasta el punto de que personas que aparentemente no han sufrido violencias al respecto, en ningún sentido, se expresan a favor y en contra con evidente deseo de hacer daño o mella en una dirección u otra, pero sin explicar el motivo de su posición ni argumentarlo, simplemente se muestran como adversarios o enemigos – tal vez sea porque twitter no da para mucho más, pero creo que posicionarse sin explicar el motivo de la posición adoptada sinceramente, y mezclar tantos asuntos diferentes no ayuda a arrojar algo de luz que ayude a acabar con el sufrimiento que se genera y gira en torno a la condición humana y cómo se gestiona su conducta según las circunstancias, y cómo ello alcanza la esfera de las redes sociales, sin que se aprecie en ellas más que fidelidades que apoyan o ataques que parecen inmisericordes y otros parecen de energúmenos).
Destaco dos cuestiones que me resultan esenciales sobre Vd Elisa (mientras rescato lo que escribió Vd en el twitter): Creo entender que no es madre, pues hacía referencia a una observación que le realizó su madre a Vd señalándole que si los hombres tuvieran que parir no existiría la humanidad o ya se habría extinguido. Y por otro creo recordar que señalaba que habrá úteros artificiales sin duda, y creo que parecía querer indicar que ya no habría partos naturales. “Soy TT por un ataque de los ultras. Buena noticia. Insisto,no soy madre por decisión propia y esto convencida,hasta mi madre lo estaba, que si los hombres hubieran tenido que llevar 9 meses de embarazo y parir, nos hubieramos extinguido. Y sí, el útero artificial va a llegar...”.
Le confieso que en principio entendí que “era madre en contra de su voluntad” y pensé, obviamente, que Vd podría tener motivos para algún tipo de rencor que le llevara a ser tan contundente y casi expeditiva en sus expresiones de tv y por ello, por ese dolor propio, a hacer rectificar cualquier expresión que sus contertulios realizaran al respecto sobre cualquier circunstancia que afectara a la mujer y a su condición de mujer. Me costó un poco entender que la frase real podría ser diferente “Que no tuvo deseo de ser madre (y no lo es), por voluntad propia”. En el momento en que caí en que esa podría ser la lectura real y acertada de su frase, entendí que tenía que escribirle esta carta abierta.
Considero que su espíritu seguirá y sigue siendo de leyes, profesional de leyes y ganándose la vida en torno a las leyes y principios jurídicos (al menos así lo da a entender en los medios de comunicación aunque en wikipedia relata que su carrera universitaria fue otra Ciencias de la Información) pero en compensación fue directora de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y estuvo casada con un mediático juez de la Audiencia Nacional, además de escribir un libro sobre el trabajo de su marido que le supuso la pérdida de su empleo argumentándose pérdida de confianza en su persona (pues reveló secretos del procedimiento realizado por su marido, parece ser, que no se deben revelar). Y previamente también casada con un legionario.
Resulta fácil vivir esta vida sin hijos, sin preocuparse por personas que nacen a esta sociedad en la que permiten los adultos que siga siendo así de “miserable” y violenta; a los que hay que explicar cómo adaptarse o hacerles entender que esta “violencia” implícita forma parte del carácter humano de todo ser humano y que puede aflorar de manera latente, permanentemente, o de manera puntual y más explosiva en determinados momentos. Y que de todo ello, en los medios de comunicación, se hace un negocio, de una u otra manera.
Por eso cuando una letrada feminista radical (como Gloria Labarta) asesora a mujeres que no son madres, pese a las apariencias (no hace mucho aprendí porqué esa señora asesorada no era madre a pesar de tener hijos: Era progenitora escenificando socialmente el papel de madre mientras daba tundas inmisericordes a sus hijos, con el silencio vecinal y de su entorno profesional – es que era alta funcionaria capaz de decidir destinos de familias del propio barrio). Era como Vd. una persona que sale a la vida para sí misma; el objetivo es sí misma, y cualquier cosa que salga mal es de otros u otro la culpa; también la culpa es incluso de las leyes de la Naturaleza que rigen este planeta y que son machistas (Vd lo ha dicho, si no recuerdo mal el Twitt o lo ha sugerido). Y para que ello cuadre y se establezca como sólido argumento, sobre todo ante los poderes públicos, es preciso y así lo fue que la amiga de esta progenitora,  Gloria Labarta, le fuera guiando con argumentos “justicieros” (pues entiende mejor que Vd de leyes ya que de ello es profesional) y parece ser que con ellas, con progenitoras, sabe intimidar también a todo el que se les cruzara por el camino de ese derecho inalienable a hacer con las vidas de sus “paridos por ella y salidos de su cuerpo" - aunque pidieran que las durmieran, que no se querían enterar de nada - lo que le diera la real gana y como le diera la gana real.
A estas alturas los efectos son dolorosa muestra de ese ejercicio plenipotenciario que se atribuye la señora Labarta con dogma a extender sobre el mundo femenino (aprendido en Universidad y como Sócrates ya señalara, no hay mejor instrumento para pervertir cualquier ciencia  u oficio que aquél o aquella que bien lo conoce – y por eso Platón señaló que a los jueces, y añade mi persona, también a leguley@s que a ello se dedican, habría que vigilarles como a ladrones, es decir como a delincuentes y criminales) probablemente como Vd sugirió, pensar que la manera de parir del futuro debe de ser artificial, hubiera sido un remedio obvio para mis hijos, pues no se hubiera determinado un hecho jurídico en base a condición de género, pues ello les ha resultado lesivo, de manera dura; es por ello el título de este artículo; los hijos son un bien a proteger para los padres (no para los que son de hecho y facto progenitores o progenitoras) y como bien humano, creo que  llegado el momento de - siguiéndose haciendo oídos sordos al sufrimiento de inocentes - plantearse y meditar seriamente en la opción de defenderlos por medios más contundentes (pues cuando el Estado, como tal Estado que debe de garantizar la resolución de los conflictos por medios pacíficos y protegiendo a las víctimas eficazmente, cesa en su función negligentemente (un juez pudo evitar esta estrategia dañina de la Labarta hace 25 años, pero no sabemos muy bien si se intimidó de manera feminista y ahora estamos viendo los frutos de tal negligencia) se adquiere el derecho a asumir el ejercicio de la defensa por medios proporcionados e equiparables en sufrimiento (es decir, devolver la violencia generada y sufrida por inocentes y en ello realizar una declaración: Esta Declaración). Porque es un derecho legítimo de defensa de un bien humano que el Estado, violentado en sus normas y leyes y en las personas que deben garantizar la paz por medio de una justicia justa, no ejerce sus funciones por medio de sus instrumentos haciendo dejación de funciones, y consecuentemente es fallido en este asunto (y en ello tengo, también, lo que considero pruebas transversales y fehacientes que señalan hasta qué punto ha resultado fallido este pretendido Estado de Derecho en este caso particular; pues hasta tal punto hay cadena de fallos que no se pueden considerar accidentales sino consecuencia de esa estrategia de la Labarta y consecuentemente intimidaciones realizadas hacia funcionarios sobre otros funcionarios y sobre el poder político así como sobre jueces, y el silencio cómplice, en la actualidad, de todos ellos por saberse, de alguna manera, colaboradores necesarios - y ello, es el término que ahora viene a estar de moda por fallo judicial).
Si es proporcional 40 años de cárcel para esos niñatos (en hechos que se han de subsanar en la víctima producidos en dos días) 25 años de maltratos y violencias corresponden – ante un Estado fallido – señalar a aquellas personas que han sido colaboradoras necesarias e incluyo a su persona de Vd, que tanto ha defendido esa tesis con tan buena fortuna y sobre su lobby de informadores mediáticos, como colaboradores necesarios y soporte de dicha ideología que hizo y hace posible esa violencia y ese daño sobre niños (lamento no poder exhibir un argumento feminista y decir que he tenido hijas) indefensos que suplicaban ante la violencia progenitora. Esa imagen que tengo en mi mente, y los daños que veo, me da las fuerzas necesarias – en virtud de una “casación personal” de hechos “simétricos” que aunque se pudieran obviar sobre hombres adultos (en virtud de una legítima e histórica venganza feminista) no se puede hacer lo mismo sobre niños, aunque hubieran sido varones (a no ser que su evidente sentido de la justicia y los de su grupo mediático - como instrumento de resarcimiento, de naturaleza criminal sobre los varones –  llegue a ese extremo, como lo hace en el caso de la Labarta). Pero obviamente las consecuencias de su discurso mediático haciendo posible este escenario de dolor inocente, les sitúa a Vds en el escenario del delito. Así pues la simetría jurídica es perfecta. Es obvio que cuando no llegan las razones obvias, y estas no producen el efecto de acabar con la violencia y el sufrimiento, se genera la reflexión sobre si realmente Vds, siendo "sord@s" ante razones expuestas y bien fundadas y comprobables - creo bien pensar si opino que en en multitud de ocasiones han rechazado esas razone y reflexionar sobre ellas con responsabilidad -, ahora, sobre la evidencia irrefutable, sopesar la responsabilidad (y el tipo de reproche y castigo) sobre quienes han hecho posible esta violencia y sufrimiento, y sobre las causas últimas de quienes apoyan con argumentos jurídicos esta manera de proceder, puede acabar por resultar el mejor y más eficaz argumento posible para que reconsideren (o se reprima) esa actitud y esa exhibición de argumentos que hace posible que personajes como Gloria Labarta sigan promoviendo y dando cobertura a sufrimiento infantil y prolongarlo cuando son jóvenes de manera cruel y despiadada.
Esta reflexión no se realiza por motivos políticos, ni de rivalidad ni de antagonismo; es la declaración de estar meditando sobre el uso "legítimo" de la violencia, de un padre al que no le permitieron, ni ahora hay cauce preventivo efectivo, para defender la integridad física y moral de sus hijos. Y este padre señala a los autores, a los que dan soporte ideológico y a los que han convertido esto en un lobby de negocio, diciendo públicamente que estoy reflexionando sobre esta posibilidad y su eficacia (y este escrito es, en el momento de su publicación, una manifestación, pues desde numerosos países leen este blog).   Pero claro Vds, no tienen hijos (o son progenitoras), eso explica su irracionalidad llena de rencor calculado en maneras y formas (y su apuesta porque la ciencia les libre en el futuro de su condición básica de mujer (y consecuentemente a los hombres de ser hombres) - habrá úteros artificiales asegura Vd mostrando el supino desconocimiento de la propia complejidad de la naturaleza de las leyes que rigen la vida orgánica que Vd misma vive a cada instante en el que respira, y reduce y devalúa las leyes de la naturaleza (que hacen posible la vida) a su particular deseo, aparentemente histérico (por reclamar lo imposible), de ser mujer sin ser mujer y que el futuro sea para toda mujer y hombre como Vd considera, ahora desde el rencor, que debe de ser una mujer y un hombre en el futuro: Producto de un útero artificial). La noble y justa causa de la defensa de los derechos y de la integridad de las mujeres la han llevado a Vd y a Labarta hasta extremo aberrantes, propios de locura, al buscar la supremacía del poder, y en ello no reparan en causar víctimas inocentes: Niños y jóvenes; las maldigo por ello y sé que ello, tarde o temprano, será visibles crímenes y motivo de escándalo en generaciones venideras. Son Vds, en su locura de rencor, "asesinas" en potencia y, consecuentemente, instrumentos para extender el sufrimiento y el dolor humano. El deseo de poder y la lucha por el poder les ha corrompido también (moral, ética y humanamente). Personas como Vds legitiman que señoras como Labarta promuevan y den cobertura legal para ocultar o hacer opaca la violencia sobre niños - sí solo sí es ejercida por mujeres. Eso es terrorismo, intrafamiliar, pero terrorismo al fin y al cabo, y el discurso de Vd, señora Elisa, facilita su opacidad. Al terrorismo hay que enfrentarlo y si el Estado no asume su papel contra el terrorismo habrá que pensar o que es un Estado fallido y que el propio Estado lo promociona y ampara. En consecuencia, es legítima la idea de legítima defensa (y prueba de ello este artículo).
En ese sentido deseo hacer una reflexión dirigida a mi partido y al resto de partidos, que desearía se tomara de la manera más positiva, en la esperanza de encontrar o señalar las causas que hacen posible esta (que considero) dramática situación que podemos observar sobre niños y jóvenes que se expresa de manera tan cruel afectando, precisa y directamente, a las personas cuyo rol, del que no se pueden separar y alejar por cuestión de conciencia, es de ser padres (y no de progenitor@s) y ello no es por elección de un rol u otro, sino por condición natural e innata (propia del propio carácter y que por lo tanto no puede pasar desapercibida a ninguna sensibilidad mínimamente analítica determinar la existencia o no de tal rol, pues tal rol - o la carencia del mismo - se viene desarrollando en la sociedad desde hace mucho tiempo y se conocen los resultados de la carencia de tal condición y el efecto negativo y las consecuencias que generan en los hijos) y que expresa de modo pleno lo que es, en realidad, la idea de justicia honesta y solidaria, que se debe expresar con los hijos que llegan a este mundo por nuestra causa o llegan a nuestro entorno inmediato y que precisan de nuestro amparo y protección para su desarrollo integral como personas; y que por otro lado, bajo otras perspectivas que se pueden considerar más "odiosas" se contempla esta implicación (que debiera estar siempre presente) como un instrumento al servicio de l@s progenitor@s, mediante el cual y con el cual "protegerse" del ambiente social, sirviéndose de los hijos como escudo para el desarrollo de su propia vida y sin implicarse, realmente, con ellos, más que en lo que se consideran formalidades de soporte estructural a las que se hacen frente, simplemente, con dinero - y en ello también se busca objetivos (pero sin atender las necesidades afectivas y emocionales con diligencia, empatía y compromiso personal).
No creo que se pueda contemplar la existencia de esta verdadera "tragedia" sin reparar en qué circunstancias transversales pueden hacerla posible; especialmente porque la evidencia de las mismas no pasan desapercibidas y sin embargo no vienen a recibir el reproche social, expresado y reconocido en las leyes, que posibilitaría su reconducción y delimitación e incluso la liberación de ese daño causado y el intento de su reparación con mejores garantías de éxito. 
Y creo que, lamentablemente, habría que considerar re-observar cómo ha ido siendo posible que una práctica tan conocida por su capacidad de ser destructiva sobre los niños y jóvenes - ejercida y denunciada en sectores feministas radicales, en sus ambientes de familias monoparentales - no encuentren eco ni remedio en el ambiente que le corresponde, que es el judicial. Y también viene a llamar la atención que los entornos políticos, y de manera y transversal, se pretenda opacar e invisibilizar dicha actividad que se pudiera considerar delito dentro de nuestro ordenamiento judicial actual. 
En ese sentido, corro el riesgo de expresar mi opinión, aunque tema por ello ser orillado no solo por mi propio partido sino por el resto del espectro político, dado que existe en la actualidad una visión política, prácticamente generalizada, por la cual, nada de lo que ocurra en un entorno monoparental con cabeza de familia femenina, puede ser objeto de ser sometido a análisis sin el concurso del propio entorno feminista que debe de dar su parecer y su versión previa y que deberá prevalecer sobre otra de cualquier índole por muy evidente que pudiera ser al resto de la sociedad circundante. El riesgo de verme señalado como antifeminista es obvio, pero mi condición de padre prevalece y, en ese sentido y por ello, me atrevo a exponer mi tesis ante mis compañeros de partido y el mundo de la política en general, con este artículo (creo que por ello mismo, por el mismo riesgo que corro, se comprenderá que tengo razones poderosas para exponerme de esta manera tan evidente y creo que Vds entenderán que son las evidentes de ser padre y no progenitor, como se ha venido intentando generar sobre mi persona  durante muchos años por quien precisamente sí se ha venido a demostrar, a mi juicio sin duda alguna, haber desarrollado el verdadero papel de progenitora y no de madre, orientada en ello por su amiga Gloria Labarta, de ahí que halla escrito la primera parte de este artículo que someto, así también a juicio de Vds, por ser Vds profesionales de la gestión de los problemas de la sociedad y tener encomendada esa tarea a través de las urnas, y consecuentemente tendrán mejor visión que mi propia persona) En ese sentido espero que si yerro sean indulgentes con mi persona, pero creo que mi hipótesis es lo suficientemente de peso, por viable, creíble y probable, a tenor de las razones que expondré, y aún así pedir de antemano la indulgencia de todos Vds antes de exponerla y en ese sentido contemplen el "dolor" de padre como causante de dicho desatino, si lo fuere, pero es mi convencimiento y por ello lo expongo.
No puedo concebir que los gestores políticos de mi país no hayan reparado en el daño y las injusticias que vengo a señalar (en especial sobre los hijos) como el resultado de las prácticas del feminismo radical y, consecuentemente, mi tesis no es otra que: El deseo del feminismo, probablemente nacido como legítimo deseo de conseguir las cotas de igualdad que señala la nuestra Constitución, ha podido observar como accesible un nuevo objetivo: ser dominante, prevalente e imponer su visión por encima del sentido común general. Es decir, acceder tomar el poder real, pero no a través del mejor razonamiento social y su ordenación en el mejor de los órdenes posibles, porque si ello fuera así se mostraría que las prácticas nefastas y adversas, y el dolor generado en los hijos y las consecuencias negativas en su devenir, apenas existirían o serían reconducidas por los propios grupos feministas. Por lo que cabe especular con la idea  de que se está realizando, tal vez desde hace años, un "trabajo", un "proyecto", "una planificación" de la toma de los resortes del Estado (justicia, sanidad, servicios sociales, educación y desde ahí el salto al ámbito puramente político; es decir, el de las decisiones legales, interpretación de las leyes y el de los criterios de la gobernanza de la sociedad y los "valores" que deben de prevalecer y cómo deben interpretarse esos mismos valores; es decir, el salto a los medios de comunicación no ya para persuadir sino para intimidar a la parte de la sociedad que intente expresar otro tipo de argumentos y, consiguientemente se oponga o resulte obstáculo para el objetivo esencial: Tomar el poder real y sin oposición; de ahí que nombre a Elisa Beni y sus maneras y formas como premonición de maneras y formas de un feminismo real en el poder de todos los estamentos e Instituciones del Estado). Y todo ello no parece posible, desde el ámbito feminista, sin que medie la misma coacción que vemos en los medios y con los hijos propios sobre el propio entorno de la política - maneras y formas, en condiciones normales, son una autodefinición de la persona y del propio movimiento feminista(es decir a personajes y figuras políticas) desde los sectores feministas más radicales, con la finalidad de que se allanen a sus tesis so pena de perder la carrera política por medio de un escándalo de gran magnitud y de probable naturaleza sexual (que es la práctica que parece que mejor viene funcionando en otros ambientes donde han podido desarrollar esta técnica con gran eficacia y efectividad)
Sé que puede resultar escandalosa tesis, pero hay que considerar que en el mundo de la política suele primar y ser reconocido como cualidad (así lo ha venido reiterando en varias ocasiones mi secretario general en Aragón) la ambición; y la ambición se expresa con su mayor despliegue de amplitud con la oportunidad de alcanzar nuevas cotas de poder (creo que así se debe de explicar la política actual, en base a los ejemplos históricos y recientes que estamos viviendo en nuestro país); por consiguiente, ante la oportunidad de tener expedito y vulnerable el ambiente político, en su sector masculino (habría que recodar las múltiples licencias que se han consentido en lo referente a la moral sexual de algunos personajes políticos de nivel relevante y que alcanzaron el ámbito de las imágenes televisivas; e incluso la existencia de grabaciones a adversarios políticos directores de medios de comunicación, a los que se les han puesto cámaras espías para hacer luego públicas esas imágenes de naturaleza sexual, intentando así desprestigiar su imágen pública, su credibilidad y su reputación). Por tanto no es ajeno a las prácticas políticas, cuando se aspira a conseguir nuevas cuotas de poder, usar de lo que ya se ha usado y, por consiguiente, que el feminismo, como organización que aspira ya a cotas de poder político que le otorgue el supremacismo más absoluto posible (como lo es la interpretación de las leyes, su modificación y el siempre respaldo a la visión feminista de la sociedad en todos sus ámbitos) es posible no solo concebirlo, sino que es o pudiera ser el resultado de esa ambición que se considera siempre legítima en política y que por medio de la cual se accede al poder político real.  Es decir, mi tesis esgrime la hipótesis de que hay que verificar que el poder político del feminismo haya descartado el chantaje y la coacción para acceder a nuevas cotas de poder; pero lo que la evidencia muestra en las familias monoparentales dirigidas por progenitoras es que existe impunidad respecto al maltrato de los hijos e inoperancia del Estado para detectarla y reprocharla (es decir, le resulta opaca una violencia propia de progenitr@s, conocida en sus efectos desde hace muchas decenas de años; y toda esa opacidad aparece de manera repentina y constatable y de manera transversal). No se puede concebir que dicha capacidad se pierda repentinamente y que fiscales, servicios sociales y jueces pierdan el "norte" de la ley todos a la vez y de manera fulminante cuando intervienen los lobbits feministas. La explicación más aceptable es la existencia de intimidación eficaz (o simple coacción implícita) a la que no se tiene capacidad de respuesta u oposición, porque,probablemente (y como señalo como hipótesis más viable) el poder político está, a su vez, coaccionado por el feminismo radical que ahora tiene aspiraciones de poder efectivo y real y en ello no puede haber fisuras de ninguna clase - aunque en ello se juegue con la vida de los propios hijos, que pasan a ser un instrumento más para la coacción social
Si lo miramos fríamente, no ha ocurrido otra cosa que lo de siempre (parece ser) pero en esta ocasión el feminismo radical se viene imponiendo (y en algunos sectores parece que se ha impuesto en exclusiva) mediante las herramientas que mejor sabe manejar y que mejor conocen como mujeres: atacar en el entorno del sexo y la sexualidad (y cuando no la maternidad de progenitora), pero ahora en manos de mujeres y con objetivos de mujeres y para mujeres. Este feminismo radical, de ser cierta y constatable mi tesis, no porta valores de feminismo igualitario que nos dijeron que portaría (empiezo a pensar que nos engañaron hasta en los términos, cuestión de la que se quejaba Robert Kennedy cuando trataba con los soviéticos cuestiones bien delicadas que implicaban la seguridad del planeta - y que por otro lado, es evidente, suele ser práctica propia también en la política; por lo que aprenden deprisa, pero lo lamentable es que no traen la paz ni el bienestar al ser su objetivo el poder).
La tesis es tan lamentable como viable y posible y probablemente certera. Lamento tener que exponérsela de esta manera pública a mis compañeros y al ambiente político en general. La gravedad es evidente, los niños, los hijos y los jóvenes son nuestro futuro. Y quien no esté en política a la altura de las circunstancias aquí expuestas (que parecen bien veraces) debiera dejar la política por falta de ética o valor para enfrentar los retos que nos han puesto por delante.


domingo, 15 de diciembre de 2019

El "pino" de Plaza Paraiso

Hay que rescatar, otra vez, a Freud y sus discípulos para entender esta fiebre (otra vez a ver quien tiene el pino más grande). Creo que no tiene que ver con la Navidad (pienso que es un pretexto, porque Cristo, Jesús, nunca presumió de ello en ninguna parte de sus evangelios). Ya sabemos que promover la economia es el objetivo que se señala. Y que cerca de la plaza Paraíso se hallan El Corte Inglés e Ibercaja, además de ser el nudo neuralgico de comunicaciones en el centro de la ciudad (lugar esencial de movilidad urbana, que se zanjó en el pasado con un desastre de diseño en Independencia por haberse convertido la movilidad en una disputa en vez de un asunto de interés general; donde, parece ser, se acabó jugando "sucio", y con el consabido procedimiento de "actos consumados" - cada cual impuso su criterio mediante obras y remodelación urbana con criterio antagónico, y caro en el mismo centro de la ciudad - pagadas por todos pero sin el acuerdo de todos; con la "visible" intención de jorobar el proyecto del "otro"). Tener ocasión y pretexto  para deshacer esa chapuza llevará años (recuperar el bulevar central orillando al tranvia en sus laterales, como se hizo en el resto de la arteria que sube hasta el parque Grande y entre tanto habilitar un tramo por Puerta del Carmen hasta Mercado Central que hubiera evitado los cortes de este medio esencial de transporte durante las fiestas del pilar) (sabemos que hacer bien las cosas a la primera no es un negocio, ni ayuda a la polémica electoral, pero ahorra a la larga dinero a los ciudadanos) Mientras tanto las cicatrices de los desencuentros de los de arriba las seguimos pagando los de abajo. El pino tal vez solo sea un gesto temporal de Victoria de una de las partes (con criterios freudianos, parece obvio por la fiebre desatada en otras ciudades, como símbolo universal del triunfo sobre otros) o tal vez se convierta en un símbolo de identidad (en el desencuentro permanente) - nunca se sabe - pero el simple hecho de pretender ser el más de algo, en estas fechas (donde la Naturaleza y la religión, nos señala lo finito de la existencia humana - el solsticio de invierno es, en realidad, el momento de recogimiento que precede a no saber si el Sol volverá a "nacer" otro año más o la orbita de la Tierra "volvería" a cambiar haciendo imprevisible el futuro - la Navidad es el recogimiento propio del arrepentimiento, donde se hacen promesas de ser mejores, pero sólo hasta que se verifique el 5 de enero que el sol ha iniciado el recorrido habitual de un nuevo ciclo anual. Ese es el regalo que hace el Universo a la Humanidad y que traducen los cristianos con la venida y nacimiento de Jesús - la Ciencia nos certifica que ello es inmutable ciclo y nos asegura que una y otra vez el sol volverá a Nacer cada año; pero sabemos que la Ciencia no controla el Universo, sólo lo describe y además lo suele hacer según se considere apropiado y según sea financiada en una dirección u otra) no sólo parece pretencioso, pues parece que en esta ciudad no se es capaz de ponerse de acuerdo en lo esencial. Los 22 metros de pino no parecen hablar ni señalar la única dimensión que nos importa a todos: La de los acuerdos y pactos en las cuestiones esenciales de la ciudad, pues en ese caso, para mí sería bienvenido el árbol de Navidad (un símbolo del Universo en movimiento - con su estrella en la cúspide, señalando el trayecto del propio Universo y con él el de la Humanidad - y en las ramas multitud de planetas de colores y tamaños diferentes, con muchas estrellas en el horizonte, como luces de colores - que ahora son de Led). Pero no sé porqué, me parece que la inteligencia no les da para tanto (porque si les diera no robaran proyectos medioambientales a gente común y corriente, ni promoverán el sufrimiento de o inocentes como castigo) creo que sólo quieren pasar a una posteridad (como si la Tierra fuera perpetua, cuando nada lo es, ni siquiera la memoria de la humanidad, que también se modifica cuando se quiere, según mandan unos u otros). Pero ya se sabe, el loco siempre es el que no sigue la corriente (piensen en ello cuando llegue la Semana Santa y todos celebremos que nos cargamos a Jesús porque resultaba políticamente incorrecto) (y a Siddhartha, y a cualquiera que incomode) (por cierto, la semana santa también tiene su pequeña historia mágica).

Ver: Esta noche nace un niño

Ver: Heraldo de Aragón