Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

Atribución-No Comercial (CC BY-NC) Cc-by new.svg Cc-nc.svg

Translate

Translate

sábado, 26 de junio de 2021

Cuando la inercia es un obstaculo

 Más allá de la conocida la idea física de inercia, se podría definir como una actitud o manera de proceder humana  (ya sea individual o colectiva) ante situaciones concretas (y por lo general "previsibles") que se abordan  desde una respuesta que también es "previsible", e incluso se observa como "lógica" o consensuada y/o "aceptable" desde una visión social, humana e incluso técnica (sobre todo en situaciones de tensión, amenaza, o respuesta "defensiva" o "de precaución" que contempla la respuesta previsible de  la condición humana en toda su extensión ) desde la respuesta de un individuo hasta la de un Estado frente a un tercero en una situación de "amenaza o advertencia". 

Internacionalmente, en la relación entre Estados, se observa con "nitidez" estas circunstancias que revelan una amenaza para la propia "integridad" del propio Estado y por ello, el resto de Estados no son ajenos a ese tipo de "mensajes" pues todos han desarrollado (por puro fundamento de supervivencia e incluso para su propio estableciniento como Estados y Naciones) una visión clara y meridiana, estructurada y bien estudiada, de sus propias potenciales situaciones de vulnerabilidad y las respuestas que han de adoptarse ante las mismas - basadas en la propia experiencia de preservar en la Historia el propo Estado/Nación ante otras amenazas, y que resultaron o mostraron eficaces, a la postre, pues siguen subsistiendo como Estados en el escenario internacional). Por lo tanto, las respuestas ante una potencial amenaza, representan, en su conjunto, "un lenguaje" internacional (explicito y evidente para los técnicos y profesionales de este ámbito) "implícitamente" consensuado que incluyen conocimientos, medios y recursos disponibles, y que son conocidos, como un cuerpo teórico de conocimientos y estrategias para protegerse  o evitar la potencial idea de beligerancia que pudiera llevar a un escenario que se escaparía del ambiente del diálogo y la diplomacia como espacio idóneo para resolver diferentes puntos de vista ante una situación concreta donde las posiciones de algún Estado, o varios Estados, se muestran antagónicas en sus pretensiones sobre otro Estado (o comunidad de Estados). 

Siendo estos "escenarios" políticos recurrentes en la Historia de la Humanidad, "el lenguaje" de las relaciones diplomáticas también tiende a ser común y los "gestos" y acciones de cada Estado también se valoran como un "lenguaje" complementario (e incluso en ocasiones y según circunstancias históricas, a veces más relevante para analizar riesgos o amenazas sobre otro u otros Estados); además, siempre se produce dentro de una comunidad de Estados, cuyos técnicos y especialistas en seguridad evalúan también una situación concreta de potencial amenaza a un tercero, en relación a sus propios intereses de seguridad y prevalencia como Estados, y siempre con cierto aval, en las posturas y decisiones que se adoptarían, en función de la propia historia de supervivencia de cada Estado ante situaciones similares que pudieran alterar sustancialmente las relaciones entre Estados e incluso redistribuirlas, generando un nuevo modelo de relaciones internacionales que, sin duda, implicaría también una nueva prelación y jerarquización  de valores éticos y sociales, que definirían ese nuevo escenario internacional en un área determinada de nuestro planeta.

Las respuestas, por lo tanto, suelen ser similares en todos los Estados ante una evidencia de amenaza o desafío a su seguridad, por lo que no hubiera duda de que el "lenguaje" empleado (no siempre al alcance de todos, más bien al contrario, solo al alcance de expertos y especialistas profesionales) es comprendido internacionalmente (al menos por los igualmente expertos y especialistas profesionales del resto de Estados). Por lo que la existencia de dicho lenguaje implica la existencia de un procedimiento similar en los Estados para abordar análogas situaciones y, en sí mismo, ello implica, a la postre, un "diálogo" (que comienza abordando la propia legitimidad en busca de apoyo internacional) y que se suelen acabar expresando, en el peor de las circunstancias, en posturas de fuerza y gestos de beligerancia.

 En sí mismo, este lenguaje representa una manera de actuar que lleva a un camino previsible y que respondería a una especie de "inercia" en la manera de resolver (históricamente) "amenazas".

No es necesario seguir un camino ya conocido, cuyas perspectivas de solución sin conflicto expreso, resulta difícil de conseguir (más aún si una potencia usa del respaldo a un tercer Estado desde el cual, presumiblemente, modificar las relaciones internacionales de una Comunidad de Estados, a los que concibe contrarios a sus propios intereses como potencia influyente en ese área concreta de la Tierra (área terrena que es observada como parte que se hubiera de alinear con sus propios intereses estratégicos).  Además existen alternativas viables a ese tipo de inercias que hemos visto emplear cuando dos potencias se desafiaron en el pasado y los técnicos y profesionales en seguridad, de ambas potencias, presionaban duramente al poder civil para proseguir el lenguaje del desafío, aunque la previsibilidad de daño para todos fuera no solo evidente sino casi inminente, como reflejaba la película "13 dias" donde el Presidente Kennedy tiene que lidiar ante las presiones de sus técnicos profesionales en seguridad y, sin embargo, es capaz de "colocar" personas de su confianza personal para ir modificando "el lenguaje" en la zona de conflicto (considerada como zona esencial para la seguridad e integridad y libertad de EEUU). Así, la escena en la zona de "cuarentena" donde los cargueros rusos "contactaban" con la Marina Norteamericana,  el hombre de confianza del presidente evitaría el lenguaje de advertencia propio de la Marina y lo constituiría en un lenguaje entre los dos Presidentes (el de EEUU y el de la URSS) haciendo posible un entendimiento paralelo al margen de un sistema de comunicación en clave de amenaza y advertencia, posibilitando unas negociaciones (paralelas) directas con otro hombre de confianza ante el embajador soviético (el hermano del mismo Presidente, Bob Kennedy).

Resulta obvio que la UE busca una nueva fórmula de relaciones internacionales desde posiciones mucho más diferentes a las empleadas por la cultura anglosajona (dada la trágica experiencia habida en suelo europeo  en la segunda guerra mundial). Ello no es imposible, como muestra el ejemplo señalado en la película "13 dias", solo representa  la dificultad  de enfrentarse a una inercia histórica que, con voluntad y fortaleza, se puede ir cambiando y hacer posible el ideal de la Unión Europea (nadie dice que sería fácil, como la propia definición de inercia señala)

No hay comentarios: