Mi hijo Víctor, el año pasado, cuando su madre fue ya decidida a "joderle la vida de una vez", le enseñó una foto mía, que había encontrado hacía poco - de cuando fuimos al Encuentro de Asociaciones de Bilbao - 1998. (Era la primera salida que hacíamos y estábamos tan unidos y tan al unísonos, que no dudamos en contratar un autobús, para disfrutar de nuestra propia compañía. Admirados unos de otros, aquello fluyó, durante un par de años - como si de un enamoramiento colectivo se tratara - y, desde luego, lo disfrutamos mucho).
Me dijo Víctor que su "madre" se quedó con la boca abierta cuando me vio en esa foto el año pasado (evidentemente yo era FELIZ); tenía a mis hijos cerca, todos los fines de semana alternos, y mis amigos del baile - al menos cada semana, porque bailábamos los domingos por la tarde. Alguna vez vinieron conmigo a la Plaza José Sinués, un rato, viéndome bailar. NO tuve años tan AMARGOS como los vividos con esa extraña persona, que nunca daba un beso, ni cuando venía ni cuando salía de casa. Pero yo seguía a su lado, pensando que me había hecho un gran favor al venirme a verme al Hospital y, de alguna manera, se lo debía. Luego empecé a ver cómo era ella "de verdad" y (muy cerebral, muy fría, muy exigente,.. ) pero yo aún veía aquella mujer, de la que intentaron quedarse todos sus ahorros en una separación, y me lancé a apoyarla. Por entonces, al ser tan valiente y eficaz, se quedó obnubilada durante un par de años. Si me presentaba a unas oposiciones, aprobaba a la primera, si había que combatir con sinvergüenzas salía, triunfante; y fueron dos seguidas en un año. Sin embargo, ella siempre pensó que eso era mérito exclusivo suyo (me convertí en su propiedad) y pronto comprendí que ella era "INCAPAZ DE AMAR" o al menos nunca fue capaz de hablar conmigo, de manera afectiva y expresando sus dudas sobre cualquier cosa - tal vez fuera error mío, estar tan seguro de mí mismo por aquella época, pero ella misma decía que así éramos los Leo.(parecía tenerlo todo calculado).
Estoy convencido de que ella pensó que era de su propiedad, así que cuando comenzó a salir sola y quedar sola, siempre con alguna excusa, pensé que si a alguien había amado alguna vez (creo que un frutero) nunca fuera correspondida, por mucho que buscara llamar la atención. También creo, después de leer unos de los recientes artículos de mi hijo en su blog, cuando narra que un día fueron con su madre al Pub que construyeron con sus ahorros - y que luego pudimos recuperar en dura pelea - que volviera allí con mis hijos, ya separada, con la misma intención que a mí, aún sin hijos pero de pareja, se le ocurría en alguna ocasión ir juntos a algún evento musical en alguna plaza inesperada. En una ocasión, nada más llegar y habiendo poca gente, coincidió que al momento de llegar, unas amigas me reconocieron y se acercaron a besarme y abrazarme - habían pasado por una dura experiencia y tal vez por eso, reconocían, y tal vez valoraban, por primera vez y con más intensidad, la ingenuidad de mis simples convicciones entre el bien y el mal, que de mi persona emanaba, como queriendo establecer el orden natural de las cosas (y eso era, en alguna manera, un mundo aparte del que vivían quienes me rodeaban). Al terminar de contar su experiencia miré a ver dónde se hallaba la que ahora es la madre de mi hijo, pensando que estaba a mi lado, escuchando lo sucedido a esas dos amigas mías; pero no, se hallaba a unos diez metros, en medio de esa plaza nocturna - que parecía haber fracasado en el intento de llenase - hablando con un joven, un poco más mayor que yo (nos llevábamos tres años y medio de diferencia (y ella, ya, con un divorcio encima y 28 años, y yo con 24 años) Cuando volvió no hizo falta preguntarle, ella misma dijo, segura de que no la interrogaría - nunca lo hacía, pensaba que era de mi misma condición - Es el frutero guaperas de mi barrio; con el tiempo entendí que sus ganas de llamar la atención para recuperar relaciones fallidas representaba una inseguridad, que tal vez no fuera otra cosa que la única confidencia que me hizo en su vida pues me dejó "K0": NO SÉ QUE HAY QUE HACER EN LA VIDA - demasiado pronto para una pregunta como esa, tal vez eso le ocurriera porque nunca le hiciera falta pensar reflexionar (tenía buena memoria con la que aprobaba todo) o tal vez fuera el desconcierto porque nada le salía bien con los hombres, pero con 27 ó 28 años representa una especie de ¿No sabes qué vivir? (con trabajo de funcionaria, un buen sueldo, y la disponibilidad de tiempo, no sabía qué hacer con su vida); le contesté: Vivirla; me parecía obvio.
Ahora que la he escuchado hablar de su vida en términos de: Tengo, Tengo, Tengo y cómo ha tratado a su hijo, y lo que intenta con él; me pregunto qué viviera de niña para acabar siendo tan "mala" y dura de corazón. Y no me consuela descubrir que hay mucha gente como ella - me pregunto qué piensan de la vida, si es que se desencantaron en algún momento, y "aquello" les volviera tan fríos que se les congelara el corazón, casi para siempre. Y pienso que pudieran encontrar satisfacción eligiendo víctimas y sentir "emoción" (por fin, alguna emoción) de su fría inteligencia, capaz de manipular sin remordimientos y dominarlas a las personas para hacerlas sufrir, y a la vez sentir indiferencia por ese sufrimiento - aunque sea el de un hijo. (creo que una vez me dijo que para su anterior marido el objetivo era encontrar al alguien y esprimirlo; curioso que el primer intento que casi le sale bien fuera con su propia esposa en medio de la separación con ella, y que llamándola Diosa le convenciera". Así sí que se entiende que su NO SABER QUE HACER EN LA VIDA se transformara en imitar a su ex y por fin encontrara en ello sensación de satisfacción y poder. Tal vez solo sea eso; y a la vez QUÉ TRÁGICAS CONSECUENCIAS TRAEN PARA EL RESTO. (como si solo fueran lobos en busca de una víctima inocente propiciatoria). .
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