Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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lunes, 18 de noviembre de 2019

El encriptado mensaje religioso y universal (contra el que muchos se revelan, pero ¿les sirve de algo?)



Hablando de laberintos, y considerando lo Universal como mensaje real, simbólico, de fondo, que señala trayectos e itinerarios de las personas y sociedades.  Trayectos previsibles en lo individual y en lo social, porque el ser humano está delimitado por su condición humana que tiende a limitarle y a la vez, cualquiera que buscara traspasar esas limitaciones tiende a ser reconducido, si es preciso por la fuerza, porque así como se manifiesta en el principio se prevé el final y si este final sería provechoso o conveniente o no. Pero quienes así lo conciben también son hombres sometidos a condición humana, y por tanto, portadores de posible error y consiguientemente, si se presentan como doctos o expertos, inducen al error, porque simplemente a la sociedad se le ha hecho temer pensar por su cuenta y todo se le presenta masticado y pre-digerido para su consumo. No se le permite elegir libremente, sino que se le hace elegir desde una oferta limitada, sobre objetos o bienes en los que los ciudadanos no se les permite manifestarse en cómo lo quieren y qué cualidades quieren que posean esos bienes o productos. Somos todos un factor más del sistema de producción. Desde arriba se decide qué es lo mejor y conveniente y desde abajo solo nos queda la oportunidad de elegir entre lo limitado, porque el sistema de producción y la tecnología empleada apenas avanzan como debieran y al ritmo que debieran para preservar nuestro entorno social, natural y económico. Las decisiones las toman los que ponen la pasta (y los accionistas acuden allí para ganar dinero, no para pensar en el mañana).   
Siempre ha habido dos sendas esenciales: Apolíneos y Dionisíacos (Orden y Caos). Es el estudio de Nietzsche sobre la tragedia griega que tanto debió seducir a Alfonso Guerra, aficionado al teatro y al simbolismo del escenario que representa el autor que dialoga con El Loco, para descubrir y proclamar que  “Dios ha muerto”.
Dios murió, así se representa en la Cruz; es el viaje mítico que todos podemos ver representado en las imágenes de cualquier templo católico. Dios, Jesús muere, así se concebía en los evangelios apócrifos (Hemos matado al mismo hijo de Dios, se decían entre ellos… era verdad, era el Hijo de Dios). Pero la muerte de Jesús es simbólico camino de todos.
Se dice entre los filósofos de manera simbólica: Hay que morir en vida, para ya nunca morir y ser eternos. Y otros dicen: Quien no muere en vida no resucitará en vida y mil veces morirá en vida, e incluso cuando muera, resucitaría para morir mil veces más (la maldición que descubrió Buda y de la que quiso salvarnos). Quien muere en vida muere para la muerte, y resucita en vida para vivir ya la vida, sin miedo a su destino.
Si se es materialista no se pueden entender estos mensajes y se toman literalmente; por eso el fanatismo religioso es capaz de lanzar a sus seguidores a morir y sacrificarse, incluso matando, pensando que así cumplen la voluntad de su Dios y entran en un paraíso. Así se concebían los cristianos hasta no hace mucho tiempo, así que no cabe sorprenderse por la similitud de otras religiones monoteístas con nuestro proceder no tan lejano.
Si consideráramos que hombre y mujer son Ying y Yang, uno de ellos se pega a tierra y el otro se alza hacia el cielo. Quien se conduzca desde la visión  terrenal nunca entenderá el simbolismo religioso, se considere o no creyente. Por eso el enigma de Jesús es potente, porque pide conducirse con el corazón, con el amor y por eso advierte:
Mirad que os mando como corderos en medio de lobos (y lobas).
Sed como los niños, porque quien no sea como los niños no entrará por las puertas del Cielo. A que estas afirmaciones son potentes….???? Por eso nadie las sigue, porque dan miedo.
El corazón por delante….quién lo hace en nuestra democracia… porque poner el corazón por delante es tener en cuenta a todos, hasta a los enemigos….
Alfonso nos propuso un camino, el que lleva a la muerte… pero era inevitable esa proposición…. Sin embargo, todos veían cómo se acercaban a ese precipicio… y fueron, muchos, libres de seguir hasta el final…. Y otros que vimos ese precipicio social fuimos considerados locos, porque íbamos contra corriente. Y sin embargo, pudimos, a la postre, salir y, desde aquí, se propone ayudar a todos a salir.
Cree en ti, en tus posibilidades; el Cielo te las mostró, podrás conseguirlo.
Por ello, cuando se permite la senda de dionisíacos (del caos del camino del capricho del deseo), sabemos cuál será su final, o  lo intuimos (el arrepentimiento; pero si es arrepentimiento cobarde se echará la culpa a alguien, seguro que sí).    De esa manera  es difícil pasar la prueba de Osiris, por mucho que uno se sepa de memoria el libro de los muertos; porque esa prueba final es el enigma que propone Jesús:
Quien crea en mi (en su mensaje) aunque muera vivirá y quien quiera salvarse (aunque sea aludiéndome a mi mensaje)  morirá, para siempre (una y otra vez, eternamente).

La Madre Universal


El Hijo Universal


Saliendo del laberinto, del proceso de introspección, y resurgiendo como hombre sabio como Maestro.

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