Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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sábado, 20 de marzo de 2021

Errejón 2: Toca asumir responsabilidades ante las expectativas generadas en Salud Mental

 

Errejón 2: Toca asumir responsabilidades ante las expectativas generadas en Salud Mental  

Probablemente es posible concebir que, en el asunto de Salud Mental ya se “ha cumplido” y concluido el papel de “denunciar” la posible influencia colateral de la pandemia en el propio Congreso de los Diputados. La puesta en escena (desde la tribuna de oradores) ha sido óptima, pero cabe preguntarse el porqué, la “Idea Fuerza” que desde ahí se lanzó, haciendo concebir esperanzas (es decir esperanzas de luz) e impresionar a multitud de personas, incluidas las Señorías presentes en el Congreso, no ha sido divulgada y sí “censurada” en todos los medios de comunicación salvo la Sexta cuando se divulgaba la noticia de que un diputado del PP contestara, a los argumentos que se estaban dando y concebían la posibilidad de una visión alternativa, con un: “Vete al médico” dejando sin Luz la Esperanza y provocando el aplauso de la mayoría de la Cámara, ante la evidencia de un problema al que no se concibe solución en España (y donde las iniciativas que las ofrecen, encuentran mucha resistencia en la clase médica española, aunque vinieran desde la OMS, incluso ocasionalmente se habla de tratamientos alternativos sin imposición expresa de medicamentos, que producen efectos muy positivos, pero que aquí son desdeñados - a base de psicoterapia y actividad normalizada - alegando riesgos inasumibles para la vida de los pacientes y haciendo posible un sentimiento de culpa e impotencia en las propias familias, que hace inviables alternativas que, por el contrario, a veces sí se utilizan en entornos médicos privados) Solución que no se percibe dentro de la visión, impuesta al Estado español, por una élite psiquiátrica minoritaria que no da ni deja alternativas, culpabilizando también al mundo político si intenta entrar en su campo y responsabilizándolo de las posibles consecuencias indeseadas que sus propuestas humanitarias pudieran causar.

Impresionar tocando un asunto como este caso, sería concebir el valor de que alguien se atreviera a abordar semejante ambiente donde no parece existir luz, como lo es la Salud Mental, de facto, ambiente estigmatizante, tan opaco y autónomo - por conducirse por sus propias reglas legales que han ido consiguiendo al ir persuadiendo al Estado, poco a poco, para pasar de un entorno con derechos del paciente y de las personas similar al resto de ciudadanos e ir restringiéndolos en un proceso conocido por su efectividad – que tal vez a Uds como diputados y concibiéndoles experiencia en tratar y gestionar con personas para lograr objetivos, les resulte un “procedimiento familiar” o que les suena – por el cual, en situaciones puntuales, se han ido saltándose y vulnerando derechos de los pacientes alegando razones de peligro vital, y acabándose por “estandarizar” para cualquier paciente independientemente de sus circunstancias personales, que siempre son distintas, por lo que en sí precisan perspectivas terapéuticas diferentes pero de lo que se hace tabla rasa bajo la cómoda perspectiva de “Café para Todos”  - que a veces nos muestran excesos al “sentido común” cuando los métodos empleados (no siempre consensuados en el propio ambiente médico) saltan a los medios de comunicación por ser inevitable ocultar algunas muertes en los propios hospitales, por lo que se conciben prácticas abusivas, pero también como se señalara en el propio Congreso de los Diputados, con resultado de suicidios cuya cifra espantaba a sus señorías, y que en su global señala al menos 3.650 suicidios al año, en condiciones de “normalidad” (sin pandemia); muestra un ámbito problemático que opone resistencia y no sigue las visiones humanistas que se vienen proponiéndose desde la OMS al respecto de empezar a hablar, y permitirse hablar, con “normalidad”, en España, también del suicidio, por lo que ello comporta de aceptación e integración de las personas a las que se le han cerrado los caminos o simplemente se hallan desfallecidas y sin fuerzas para seguir “luchando” sin resultados (porque ello, en sí mismo es positivo y esperanzador para los afectados solo si la acción terapéutica, en España contraria a este principio, fuera dirigida a promover a hablar de ello con normalidad, sin por ello “etiquetar” a las personas y someterlas a “vigilancia” familiar, con lo que ello comporta de establecer ambiente familiar policial, desconfiado y plenamente enfermizo de por sí que nadie, en su sano juicio resistiría a ser tratado a sí en su propia familia y que por ello es motivo, también de “oscuridad” y “opacidad” – que llegaría al “espionaje” e intromisión en la intimidad en base a criterios de seguridad - sobre la persona que hablara en estos términos, o que el propio mundo médico sugiriera posibilidad en ello, subvirtiendo lo que en sí mismo señalaría petición de apoyo expresa y comprensión, y concebirla como peligro inminente, súbito e imprevisible a controlar permanentemente, incluso forzando medicación extrema y alienante, cuando solo lo que se precisa, en la mayoría de las situaciones, es dejar hablar y conversar honestamente sin luego ir corriendo a alarmar a familiares y mundo médico; que es precisamente lo que se hace en España y que cierra las salidas a la normalidad que se pudieran habilitar) .

Lamentablemente, la primera pregunta que recibe una persona que pasa por un proceso mental complejo, desde el mundo médico, en el momento que más vulnerable está, es de si ha tenido ideas de suicidio, estableciendo el mismo entorno médico un término e idea que, en muchas ocasiones, el paciente nunca contempló, pero que desde ese momento de la cita médica incorporará como ideas que otros pudiera adquirir, también como salida, en una situación similar a la suya, de concebir trastorno propio y que asienta, así, el inicio de un proceso de estigmatización que envuelve al entorno mundo médico psiquiátrico, haciéndolo opaco, críptico, inaccesible e inabordable en los términos a los que se abocan a las propias familias – que envueltas en responsabilidad y miedo, se vuelven fiscales y jueces diarios de sus propios familiares y que resulta  propio de la salud mental.

No se ha hecho eco ninguno de los medios informativos (salvo puntalmente y limitadamente la Sexta) de la frase Fuerza que hacía concebir la luz como posible (palabra que viene de la Ilustración y hay que recordar que la Ilustración surge del Renacimiento donde personas que ahora consideramos honoríficas y valerosas, fueron perseguidas, castigadas, o torturadas y se jugaron la vida por decir la verdad en un mundo oscurantista). Una presentación de un problema como el de la salud mental en el congreso de los diputados hace concebir que existe algo más que una puesta en escena y que lo señalado como datos y esperanzas (tan claramente definidas en no concebir, ni siquiera uno explicarse, que “para que funcione una sociedad se tenga que estar medicado”); detrás de esa expresiva “evidencia” debe de haber algo más, al menos voluntad de cambiar la situación y sumarse o creer que hay conocimientos y sentido común positivo que avalen alternativa para que lo señalado no “persista” en nuestra sociedad – ello sería un alcance y transcendencia similar a la que Copérnico realizara en su día señalando que lo obvio era que la Tierra girara en torno al Sol y no al revés, que todo el Universo girara entorno a la Tierra. Es decir, sugiero hablar del valor y la generosidad que se precisa para propósito de emular “heroicamente” a esas insignes figuras del pasado (como Erasmus, Descartes o Newton) que pondrían sus vidas en riesgo y penuria para darnos a todos algo de luz. Es decir, iluminarnos y alumbrarnos con el “profundo conocimiento” que ya vislumbran, y en algunos casos poseen, y que les lleva, en consecuencia, a observar la “oscuridad”, el origen de la misma y su naturaleza, y los estragos que realiza; constatando indignados que realmente “Sí se Puede”, acabar con el sufrimiento gratuito e innecesario, y re-organizar las perspectivas (médicas y legales que ahora se usan) analizarlas y crear una nueva visión que mejoren los resultados  ante los efectos “demoledores” y a veces “inmensas injusticias y tragedias” que la “oscuridad” y la “opacidad” trae diariamente a multitud de vidas inocentes, real y efectivamente desamparadas, pero que sin duda, en su mayoría, inmensa, se podrían recuperar si mediara verdadero sentido común guiado por verdadera luz – la señalada y encaminada en el Renacimiento que hace posible tirar por suelo viejos dogmas con los que se ata y amordaza a la sociedad y a los pensadores.  

Obviamente, es consecuencia del compromiso con la verdad y la luz, lo que se pide para promover los cambios profundos que precisa nuestra sociedad; el punto de partida sugiere pesadumbre y ambiente desolador, pero con meridiana claridad, y también de valor - por el valor surge de observar la profunda injusticia y sufrimiento que es capaz de establecer la opacidad y la oscuridad – y el valor así surgido apela a la generosidad y entrega a la sociedad, sabiendo o intuyendo, entre todos, en especial los que os hayáis en el Congreso legislando, cual es el inicio del camino a transitar para sacarnos de este “estado” y llevarnos, por fin, al entorno de la plena Luz que nos procuraría felicidad compartida (porque sencillamente, la frase de partida es y sigue siendo demoledora, y muy presente, que se antoja como reto a abordar con diligencia).  Siendo tan noble esa tarea, se concibe que existe valor para exponerse, aun  jugándose la fama y la libertad, para mostrarnos “el primer paso a dar” para resolver un problema social del que nadie se atrevía a hablar y, que a partir de ahora, “todos juntos” podríamos luchar para resolverlo y desterrar el daño, y el dolor evidente, que afecta, de una u otra manera, a más de media España, y que en un acto de valor, concretó con una frase “épica” que pasaría (o pasará) a la Historia de los anales revolucionarios, porque podría ser el motor de referencia para no desfallecer en esta lucha por arrojar la oscuridad al mismísimo infierno de una vez y para siempre.

Esa frase memorable, de ser exitoso el impulso y de seguirlo hasta el final generando cambios esenciales en nuestro Estado (pues hablamos de Luz, de la misma Luz que dio origen a la Ilustración), sería digna de cincelarse en mármoles en el mismísimo Congreso de los Diputados, o es más, añadirse, como señera en los símbolos del Estado, para que en cada acto público se recuerde el momento exacto en que España emprendiera, el primer paso que no solo Iluminaría a España, sino que seríamos Luz para el resto de las naciones:

“Si yo le digo Diacepán, Valium, Loracepán, Tranquimacín o Lexatín…

¿Porque aquí todos Todos aquí?

- aquí y fuera –

 ¿Porqué Todos sabemos de lo que estamos hablando?

¿En qué momento hemos normalizado

 que para que nuestra sociedad funcione

 tenemos que vivir permanentemente medicados?”

 

Como la mayoría de los Diputados, y en general como la inmensa mayoría de los políticos que nos representan, llegaron a sus cargos convencidos que su propia Luz haría posible señalar dónde se halla “el mal hacer y proceder” (es decir la oscuridad) y por medio de su propia Luz y todos juntos, debatiendo cual será el mejor camino, podríamos ir en pos de ella y olvidar para siempre esa frase recurrente, que suele aparecer después de la exposición de un problema de fondo en el Congreso de los Diputados, y  cuando se concebía el papel de diputado exclusivamente “como solo correa de transmisión” y a partir de ahí, seguidamente, la frase “Yo no puedo hacer más” “ahora son otros los que deben cumplir sus compromisos”, dándose a entender que se ha “cumplido con la parroquia”. No podemos acomodarnos y decidir consolarnos de una manera similar a la que parece que hubiera dominado España durante demasiado tiempo aludiendo a la idea de “No, si yo poseo Luz, el problema es que el Gobierno no la tiene” (implícitamente era decir: Vóteme a mí, y le traeré la Luz) pero cuando la oposición llega al poder la luz, que pareciera llegar con ella (construida a base de discursos desde la oposición) tampoco llega, y reiteramos maneras, formas y procedimientos, dándoles vueltas a los mismos problemas sin encontrar nunca una solución en un “eterno “de ja vu” que nos hace pensar en aquellas afirmaciones que señalan que la Historia se repite, o que la Historia rima, haciéndonos temer que en una rima de esas, la oscuridad se conciba como insoportable, y el pueblo cansado opte soluciones extremas y estremecedoras como las que vemos nacer ya en nuestra política. 

De alguna manera, al haber señalado tan expresivamente y determinantemente el problema con semejante frase obliga, en alguna medida seria, a enfrentarlo en los mismos términos que la frase lo señala y concibe, porque en caso contrario no se sabrá salir dignamente, del hecho de concebir unanimidad de diputados que en conformidad aplaudieran contra la frase “Vete al médico” dándose oportunidad y argumentos (a ese mundo siempre oscuro) para señalar no fueron capaces de edificar alternativa ni solución, a la evidencia nítida del problema señalado. 

Desde esa perspectiva de analizar e iniciar cambios inmediatos se realiza, en este artículo, la descripción literal de un procedimiento de inhabilitación que se está llevando a cabo en estos instantes en que escribo estas líneas,  destinado y premeditado, en este caso, a la pérdida de libertad permanente de un joven extremadamente maltratado desde niño (muy inteligente) que considero Víctima y a la vez Héroe, que se lleva contra una persona inocente, en medio de un proceso de inhabilitación que se puede contemplar sin perder detalle alguno; porque siendo procedimientos “especiales” la juez tiene libre albedrío para proceder y no da opción a una defensa eficiente (sin admitir pruebas de escándalo y violencia sobre el muchacho). Y la magistrada va tomando decisiones una tras otras, que señalan el objetivo de privar de libertad permanente, de por vida, a una persona inocente sin haber cometido delito alguno.

Es posible que la mayoría de Uds, como representantes nuestros, hayan aceptado la idea “al alza” de que hay casos extremos en que se hace necesario estos procedimientos, pero estoy seguro de que si Uds siguen este - que podría ser uno más de los muchos que se siguen diariamente para anular derechos de personas – adquieran cierta conciencia de “no comprender” cómo es posible que robar unos milloncetes o asesinar, tenga mejor expectativa de libertad que experimentar un proceso de inhabilitación por haber sido extremadamente maltratado y dejado de la mano de D. desde la infancia a la juventud.

Les ruego consideren sus señorías lo propuesto, y se considere este artículo como si fuere titulado: Procedimientos y legislaciones aberrantes que llevan a personas a perder la Libertad de por vida, sin cometer delito alguno, ni permitirles defensa en los procedimientos de incapacidad; y siendo Vds legisladores en representación de nuestros intereses ciudadanos - porque el Congreso de diputados es la cámara legislativa –tal vez sientan la misma vergüenza o indignación, que supone ver cómo se va desarrollando un proceso en el que una persona va perdiendo sus derechos civiles, uno a uno, si poder mediar objeción y defensa real. También podrán observar hasta dónde llegará le jugado, si es preciso, para imponerse y allanar cualquier resistencia que se le opusiera, incluso, es probable injerencias sobre el padre que en la actualidad sustenta al joven. Les ruego que no se pierdan ni una coma lo que, desde ahora, se publican como comunicación entre el padre y letrados. (pues ya no queda otra alternativa).

  

Estimado Letrado:

Conforme a la conversación mantenida le remito cumplimentación al efecto:

1)      No cabe concebir propiedades pecuniarias (en el hijo), salvo el dinero de bolsillo que procuro que siempre lleve  consigo para pequeños gastos cuando sale a pasear o queda con algún amigo.

2)      Su relación de movimientos bancarios, según me dice, se hallan en casa de su madre, desde sus primeros trabajos (ya hace más de 10 años y más) que muestran su detallada y optima gestión económica desde su inicial juventud (cobros e ingresos de trabajos esporádicos mientras estudiaba y trabajaba, también en la Expo y posteriores trabajos) se hallan al completo en su domicilio materno, inaccesible para él; de hecho existe prueba al respecto que el juzgado se niega a aceptar y el presunto incapaz de obtener de su madre (y menos íntegramente) negándose el juzgado a solicitar, desde su propia potestad dichos documentos (olvidando así, el socorro debido a una situación ya denunciada en redes de víctima maltratada desde hace años a la que habría de habilitar cauce para su recuperación, previamente antes de decidir sobre su capacidad).

3)       Sus enseres personales (desde – la propia ropa comprada por él mismo durante años (trajes caros, zapatos, camisas camisetas por él diseñadas, calcetines y  calzoncillos….) ropa, cepillo de dientes eléctrico – comprado por su padre – jarra depuradora de agua – comprado por su padre – herramientas de martillo y destornilladores – comprado por su padre – pijamas y sábanas – también comprados por su padre y llevado a San Mateo, también se halla en casa de su madre y sin acceso dos ordenadores portátiles y dos torres informáticas y fotografías personales). Siempre quedándose objetos sin relacionar y en olvido, cuando las situaciones de convivencia muestran estas circunstancias antagónicas y que suelen ser recordados con posterioridad (y que la madre, ningunea y amenaza con tirar a la basura si le insiste el hijo; e incluso sobre prendas a pesar de la situación invernal vivida). Se ignora porqué el juzgado no observaría esta circunstancia que tanto afectara a Víctima por no poder acceder a sus pertenencias y en ello, ni técnico sanitario, ni fiscal, ni jueza – ni mucho menos hermanos – callera en cuenta ni permitieran argumento favorable del padre para ello.

4)      El padre, unos años antes, viendo la situación que le generaban al hijo habilitaría un cuarto, lo amueblaría y dotaría de enseres y sabanas y ropa, para que el hijo lo usara cuando quisiera. Y que parte de la misma quedara en poder de la madre cuando el hijo fuera expulsado de San Mateo.

5)      No se puede concebir que se pretenda que quien gestione preventivamente los futuros ingresos laborales, si se produjeran, antes de la Vista de Mayo, fuera la misma persona que - en discusión por wasat, a petición de recuperar enseres personales propios de su propio hermano, no solo se negara y pusiera obstáculos insalvables para el mismo hermano en su legítimo deseo de acceso a ropa y ordenadores con datos personales, si no – lo retara y desafiara a que le denunciara en dicho obstáculo (siendo el desafiante de la condición de Funcionaria A de la DGA gestionando tutelados). No pudiéndose concebir gestión imparcial de una persona que así se muestra en momentos en que resulta precisa la mediación contemporizada por el bien de la persona y para facilitarle un acceso a la normalidad a la que no parece permitírsele acceder y que nunca alcanzaría con dicha resolución judicial, pues el objetivo del hermano es la incapacitación e internamiento de por vida.

6)      Desconocemos en qué se basa la decisión judicial que se resume en un término vago hacia la persona del padre. Y cabría tener acceso a los argumentos que sustentan esa vaguedad para tener opción de réplica o contradicción que parece que se niega a respaldar el juzgado, para que sean conocidas por el presunto incapaz y pueda él mismo posicionarse a la luz de todos los presentes (y no por detrás, sin escuchar más argumento). Haciendo así aún más de menos la condición del juzgado – aún sin saberlo que lo está siendo - y determinando el resultado del juicio antes de su celebración, que parece pretender la magistrada y los actuantes. Magistrada que no parece explicitar en qué se basara cuando en enero de 2020 hiciera en vista al Clínico sentir amenaza grave al presunto incapaz, ni en qué argumentación se basara para sostener esa iniciativa, que daría también lugar a una extraña terapia médica, destinada a prohibirle llorar al ahora presunto incapaz, debiendo el padre apelar al poder político y a las redes sociales para señalar dicha circunstancia de extrema crueldad mental propiciada por magistrada y terapeuta, para que se cambiara de médico y de terapia.

7)      Siendo así de tal condición el procedimiento que se inicia (despaldas a cualquier otra luz diferente, por la cual se toman estas graves decisiones encaminadas, a la postre, a la inhabilitación total del ahora presunto incapaz – como ninguna de las partes puede negar, pues como profesionales así se concibe y saben que es objetivo del familiar denunciante ya señalado por la madre hace unos años, en el que el hermano denunciante se hallara presente) negándose acceso a pruebas que arrojarían más luz de una de las partes, precisamente la cual, en estos momentos, sustenta al presunto incapaz en sus necesidades básicas, y que sostiene la tesis de ser tal juzgado Victima, por lo que en previsión de veracidad ese argumento, supone la parte defensora de la Víctima, se niega el juzgado a aceptar esas pruebas. Debiéndose reseñar que la condición de Víctima es esencialmente diferente y debiera ser observada, también, desde esa condición para que el procedimiento judicial fuera honesto e imparcial.

8)      Se ha recibido carta citando a la Víctima desde Salud Mental Actur Sur, para el próximo 31 de marzo sobre las 9:30h a nombre de una psiquiatra. Desconocemos si es producto de iniciativa del centro de salud Torrero (Soleiman) antigua psiquiatra, (pues la madre le reiteró la llegada de cartas de ese ámbito, no re-direccionándolas a su domicilio actual y sugiriéndole que fuera a buscarlas (y dada la naturaleza de la relación con esa doctora, Víctor declinó y ello me aliviaría pues de ir a la casa de la madre volviera a causar problema y pánico a la Víctima que luego se ha de gestionar en mi casa). O si es iniciativa o petición a través del juzgado. En este caso cabe reseñar que de llevarse a cabo en un futuro (en base a si la Víctima va o no va a la citada psiquiatra que ahora le cartea; señalándose a sí que la magistrada no procedería en sus actos con transparencia oportuna para poder explicitar argumentaciones al efecto) señalándose que no es conveniente que el especialista que se designara no fuera mujer, sino por el contrario varón, por ser esta condición mucho más próxima a la de la Víctima en factores comunes propios de integración y comprensión del comportamiento social con una persona del mismo género y no con otra que nunca entendería los posiciones de la Víctima en redes sociales y videos realizados por él, donde señala “simbólicamente” lo vivido con su madre y extendiéndolo a la condición femenina por falta, aun, de mayores referencias, al haber estado sometido a permanente acosos y palizas desde los 5 años.  Pero sinceramente, temo que el juzgado actuaría en semejante proceder opaco, dado por sentado que en cada decisión tomada por el propio juzgado se hace despaldas a otros criterios que podrían ser viables, pero que desdeña de antemano, ni siquiera que se expliciten.

9)      En ese sentido, el padre anuncia su propósito de llegado el caso, los recursos pertinentes, si fuere preciso habilitaría causa en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para formular denuncia expresa de procedimiento viciado (oculto en sus trámites y decisiones previas al juicio), sin que medie tomar criterio de quien le procura en la actualidad sustento, amparo y atención emocional; y por si contrario, usar del familiar denunciante, Funcionario en tutelados, y de su criterio, para de manera oculta y despaldas a presunto incapaz y a quien le sustenta, tomar decisiones trascendentales, en favor de quien no acogió nunca a su hermano en su propia casa - regalada por la madre - ni pretende nunca hacerlo, si no es para causarle un mal por sorpresa, como ya ha sucedido; pero que por contra, si quiere controlar el futuro posible económico de su hermano, por si obtuviera trabajo y se encaminara a estabilidad en todos los planos; sencillamente para abortarla de manera como le han enseñado en su propio ámbito judicial, opacada, oculta, despaldas a las víctimas, por la espalda, sabiéndose respaldado por un sistema judicial que procede de igual manera, por concebirse “procedimiento especial”, que libera a la jueza de requisitos fundamentales, observados en cualquier proceso que pueda determinar una limitación tan severa que puede derivar en un internamiento de por vida, sin haber delito o daño irreparable de por medio – legislación abusiva y en casos inhumana, pena solo concebida para criminales con delitos extremos que conmocionan a la sociedad – y que se dice realizar en nombre del bienestar)   decisión que atenta con el simple sentido común que niega el juzgado y el fiscal, y  que atenta contra los derechos de quienes en realidad son victimas en razón de prejuicio cultural acreditado en el propio procedimiento en base a las actuaciones previas a la vista, que se celebraría en Mayo, y que se remontan en el caso de la jueza, que sepamos, a enero de 2020 y en el caso del hermano al menos a 2016, en el de la madre en condición de “torturadora” está por definir. Pidiéndose la condena expresa de España y de los miembros de la adjudicatura que respaldan dicho proceder como contrario a la dignidad humana y extendiéndose la condena al mundo de la Salud Mental y en especial a los profesionales que actuaron en este caso solicitándose investigación imparcial sobre otros similares (pues existe presunción de procedimientos similares de inhabilitación concebidos desde sus inicios para conseguir prestación económica, aboliendo con ello derechos fundamentales de las personas, sin exploración de alternativas viables previas)– de los cuales se aportará prueba fehaciente de su proceder en su momento oportuno.

10)   Prueba de que el juzgado es consciente de su proceder “pleno ilegal”, es la rectificación, ahora de sus resoluciones, ya no nombrando al denunciado por su hermano como incapaz, como lo hacían las primeras notificaciones, sino atendiendo a la observación realizada por el padre que sustenta, nutre atiende y gestiona las emociones del tratado, por el juzgado y sin miramiento alguno, como incapaz antes de celebrarse vista. Todo ello viene a señalar la evidencia, inexcusable en términos legales, de haber prejuzgado y condenado al denunciado – como supuestamente a otros muchos en situación de trance similar – desde un formato de notificación que anticipa “Ilegalmente” de plena nulidad lo que parece un fraude de ley procedimental – el inicio de un procedimiento “especial” iniciado en prejuicio cultural constatable y evidentísimo, que ya de partida condiciona al denunciado/acusado/ Víctima en todo el procedimiento.

 

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