Nuestro periódico regional, veterano y más que centenario, saca una noticia sobre la situación del comercio en nuestra ciudad con el evidente cierre ante la situación de crisis generada por la pandemia. Parece obvio referirse a ello. Calles muy comerciales de nuestra ciudad y muy bien situadas, como la calle Alfonso, son un referente que en ocasiones se muestra para señalar el impacto de los nuevos modelos comerciales (con grandes superficies) sobre el pequeño comercio; o cómo la situación de la crisis económica de inicio de la década afectará también al comercio tradicional propio de nuestra ciudad).
Sin embargo la noticia sobre la crisis haciendo referencia a la calle germana de Foix no se termina de entender, porque en más de 20 años que vivo en esta calle nunca fue una calle comercial (para nada) porque sencillamente nunca fue concebida para ello (como por el contrario si lo fuera la calle vecina Pano y Ruata, dónde a ambos lados de las aceras se edificaron construcciones de viviendas, concebidas con locales para actividad comercial). Germana de Foix tiene, a un lado de la calle, construcciones de edificios de viviendas que si contemplaron habilitar locales para uso (ya sea comercial e incluso incluso alguna otra actividad como garages) pero en la acera de enfrente se planearon construcciones en las que se utilizó todo el espacio para vivienda, sin dejar lugar a locales, limitando así el futuro y devenir de la calle. El diseño resulta relevante para determinar si una calle puede o no ser comercial. Y en germana de Foix, salvo en sus extremos (prácticamente esquinas), se abortó esa posibilidad desde el planeamiento urbano. Resulta por ello, imposible de comparar con el trajín diario que posee su adyacente Pano y Ruata que si fue concebida y diseñada en esos términos y cuya actividad comercial diaria señala la fe que los moradores del Arrabal tienen en el pequeño comercio tradicional de proximidad. Algo parecido a Germana de Foix le ocurre a la calle siguiente a Pano y Ruata, Valle Zuriza, cuyo diseño no estuviera concebido para habilitar una actividad comercial de la intensidad diaria que si señala Pano y Ruata.
"La gente llama a la gente", es el concepto comercial por excelencia y resulta obvio que el diseño urbanístico define el devenir de sus calles en estos aspectos, y Germana de Foix nunca fue concebida para ello. Es una calle discreta, con locales que no siempre tuvieron actividad comercial de cara al público, pero que seguro que el señalamiento que hace Heraldo (para promocionarla en otros usos) es bien recibido (aunque llama la atención que la ponga como modelo o referencia comercial).
Por algo será, tiempo al tiempo.
(Un periódico tan veterano como el Heraldo nunca se equivoca).
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