Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

Atribución-No Comercial (CC BY-NC) Cc-by new.svg Cc-nc.svg

Translate

Translate

miércoles, 19 de abril de 2023

Un Mundo “positivamente” racional sería posible (Trabajos, Estudios y Proyectos realizados por MAi)

 Un Mundo “positivamente” racional sería posible. 

(Trabajos, Estudios y Proyectos realizados por MAi)

Introducción 

Más allá de la realidad cotidiana – en especial la internacional - que ha venido abrumando a las sociedades en la medida en que los medios de comunicación han ido consiguiendo un mayor y más rápido acercamiento de lo que se considera relevante y noticioso, se puede vislumbrar que la preocupación de la mayoría de las personas que han venido reflexionando – desde siglos o milenios atrás - sobre las sociedades Humanas, la propia condición del Ser Humano y la capacidad de cada individuo para progresar y concebir un mundo mucho mejor del que se encontraban al llegar a esta existencia.

Desde que se produjeran las primeras Revoluciones Industriales en Inglaterra (S: XVIII en adelante) se fueron alterando los modos de vida de la inmensa mayoría de la sociedad, eminentemente agraria y artesana, y aún en cierta penuria y escasez (en la siempre dependencia del clima y los ciclos de la Naturaleza de nuestro planeta), la solidaridad, la búsqueda del bienestar común - por medio de la organización y colaboración para el cultivo de la tierra  de labor – así como la solidaridad entre ellos y sus familias – daría paso a un modelo nuevo de producción en fábricas cuyos comienzos fueron muy desalentadores para la inmensa mayoría de las sociedades que así se vieran afectadas.

Fue de tal naturaleza ese impacto en el cambio, que se concebiría que las personas – con sus emociones, Fes, anhelos, sentimientos, ingenuidad…- acabarían considerándose simples factores de producción al servicio del progreso de los Estados.

  (una minoría privilegiada  viera en las primeras mecanizaciones “oportunidades” para enriquecerse y copar los mercados no solo los de la propia nación, sino los internacionales y desde ahí iniciar una carrera por dominar los mercados, dominar también a los países que poseían materias primas, desarrollando la tecnología, creando nuevas máquinas más eficaces y finalmente yendo a “chocar”, nuevamente en la Historia, con otras Naciones y Potencia similares, que vieron en la industrialización y los avances científicos y técnicos la oportunidad de crear riqueza (riqueza que tarde o temprano llegaría a la propia sociedad que les daban razón de ser y sostenían con su esfuerzo y trabajo a las propias Naciones-Estado que hoy llegan a nuestros días). 

Ese proceso traumático (lleno de excesos hacia los propios seres humanos) llevaría a reflexionar sobre el “precio” ético y “moral” que como Humanidad se “estaría pagando” al generar un enorme sufrimiento sobre grandes masas sociales  que para algunos – mejor posicionados en las sociedades (que sí poseían tiempo para sí mismos y cultivarse en la lectura, las artes, el dialogo o la reflexión) - resultaba inaceptable a su sensibilidad, en razón de considerar a todos los Seres Humanos de la misma condición y solo sujetos a circunstancias que hacían posible concebir que para adaptarse a las nuevas sociedades industrializadas (y luego de consumo e imagen)  hicieran posible que fueran considerados - por otros Seres Humanos más agraciados o mejor posicionados - como “hombres, mujeres, ancianos o niños” de categoría inferior y por lo tanto carente de derechos personales.

De todo aquel proceso de evolución – incluidos los intentos de “pactar” con mayor o menor fortuna, para no llegar a los choques entre Naciones-Estados – nacerían ideas que se convertirían en objetivos internacionales, como los principios de Legalidad, Igualdad y Fraternidad, buscando señalar los valores por los que debería regirse la Justicia y a su vez, nacerían las Constituciones “remarcando” ese mismo principio que ampararía a todas las personas (Seres Humanos) que viven en un mismo territorio que así se rigiera. Yendo más lejos aún (después de observar los intolerables excesos cometidos por Estados-Naciones que se consideraban cultas, avanzadas, en progreso… en la primera mitad del siglo XX) constituyéndose las Naciones Unidas como foro que permitiera el diálogo para evitar los conflictos y a su vez, proclamar los Derechos propios de la condición Humana (protegiendo la infancia, la mujer, a los vulnerables, disolviendo prejuicios, apoyando instituciones humanas naturales – como el derecho a tener familia, a las propias creencias, a la formación y la Cultura, a exponer ideas…) - lugar desde el cual emitir informes, estudios y recomendaciones para preservar la Paz, el Bienestar de los Seres Humanos de todo el Planeta; interponerse ante los conflictos, promocionar la Solidaridad Internacional así como constituir tribunales internacionales para perseguir los crímenes contra la Humanidad y proponer avances en materia de Salud y Derechos para el mayor bienestar de la Humanidad. 

Si se pudiera concebir un sueño posible y alcanzable, bastaría señalar que nuestra propia Constitución ya recoge, en sí misma, los Derechos que la misma Naciones Unidas considera irrenunciables para cualquier persona del Planeta. Concibiendo esos Derechos como Valores propios de la Condición Humana más positiva, pudiéramos extrapolar que asumir  tales valores y llevarlos a la vida cotidiana nos traerían la Paz, la ausencia de violencia, de robos, agresiones, maldades, conspiraciones, dobleces… haciendo posible la tolerancia y la sencillez en la sociedad. 

Desde esa búsqueda de ese bienestar social se concibe presentar los trabajos, proyectos y reflexiones que se trasladaran en su día a esos ámbitos que tuvieran la capacidad de hacerlos posibles (y que el autor, MAi, registrara en el Registro de Propiedad Intelectual) y que en este artículo se relacionan y exponen al lector, en la esperanza de que, fuera cual fuere el destino que a medio o corto plazo nos tocara vivir como sociedad o Humanidad, pudieran servir, en algún modo o manera, para conservar ciertas referencias desde donde intentar establecer una sociedad que pudiera desechar toda forma de violencia contra las personas, ya fuere violencia explícita o sutil, de atentar contra su ser o sensibilidad o contra sus bienes que le dan razón de ser, de existir y de afirmarse como persona. 

Un Mundo “positivamente” racional sería posible.

En este blog se pueden encontrar la mayoría de trabajos realizados por MAi (también los esenciales, registrados en propiedad intelectual a su nombre, en el Registro de la propia Comunidad Autónoma). A medida que fueron escritos, serían trasladados a los distintos grupos Municipales del momento (la difusión la realizó, en mayor medida, por medio de los  asesores – que suelen ser especialistas en el funcionamiento de la Administración - entorno a los años 2000 a 2003) así como sindicatos (específicamente para ellos destinado el “Convenio Conservacionista de 1999) y que en su momento hiciera posible que dos secciones sindicales, de visiones antagónicas, consideraran acompañar a Mai para realizar una ronda de presentación ante algunos de los grupos municipales, respaldando, en ese momento la NBBC en algunas de las “ideas fuerza” del trabajo realizado por MAi.

Todos ellos, en su conjunto, representan una “visión” destinada a “conservar” el propio territorio (el territorio representa en sí mismo el “hogar” de todos, y que está directamente relacionado con el término “eco-logía” -) ecología, que desde hace cincuenta años se viniera observando como una “amenaza” para el desarrollo industrial y, consecuentemente, económico de cualquier país o nación donde aparecieran movimientos ecologistas, que solían vincularse con los movimientos pacifistas y cuyos primeros objetivos se enfocarían en mostrar la evidencia – sobre todo desde el punto de vista que dicho movimiento adoptara para llamar la atención del sensible mundo anglosajón – mostrando la evidencia de concebirse el Planeta como  un “reactor/digestor, natural” capaz de “digerir” todo tipo de residuos que la industria o la producción de energía generaba, sin importar las consecuencias sobre la población humana contigua, la fauna, la flora, el suelo contaminado o el aire “envenenado” que generaba – todo ello – graves problemas de salud. (bastaría recordar que somos la primera generación de Humanos – que sepamos – que tiene estroncio 90 en la sangre, como se decía en aquél tiempo).

Por entonces los ríos, los mares eran los gestores de la mayoría de vertidos procedentes tanto de la actividad de poblaciones urbanas como de residuos líquidos procedentes de la actividad comercial o industrial, existiendo a su vez, espacios de terreno destinados al enterramiento de residuos (esperando que ese enterramiento diera lugar a una “digestión” de esos residuos, en el tiempo que fuere preciso, y por sí solo desaparecieran, concibiendo que ese espacio de terreno recuperará sus propiedades por sí solo e ignorando en multitud de ocasiones las filtraciones a capas freáticas que pudieran ser contaminadas y con ello perjudicar – no solo el entorno natural – sino al propio Ser Humano que se hallara en esas inmediaciones). También se usarían “plantas y centrales incineradoras” para quemar residuos – por lo general creando energía - cuyo impacto quedaría en el aire.

Dos mitos, generados desde el mundo anglosajón, buscarían alamar a la población sobre la deriva del planeta. El primero y esencial afirmar que “estábamos “matando” la Tierra”. Es un mito que circulaba provocando cierta histeria irreflexiva en aquellos que acudían a las charlas de los movimientos ecologistas de la época. Así mismo, se unía la idea del Apocalipsis Nuclear que “aniquilaría” toda la vida del Planeta. Son dos mitos que muestran un “precipicio” con la idea de generar “vértigo” social y con ello la idea de asumir una responsabilización y sin embargo, vemos que el Ser Humano “se acomoda” a todo vértigo, se vuelve “descreído” y acaba por “vivir el momento” sin realmente pensar en el día después o en las generaciones futuras de manera realmente responsable. 

La realidad es que el Ser Humano, por el momento, es “incapaz” de acabar con la Tierra o con su capacidad de generar vida, aunque realmente sí fuera capaz de acabar con su propia civilización “si realmente se lo propone”. Aunque en apariencia, si explotaran los miles de bombas atómicas que aún poseen las potencias nacionales, y parecieran acabar con las tres cuartas partes de la Humanidad (e incluso haciendo enfermar gravemente a la vida sobreviviente) al cabo de unos pocos cientos de años veríamos resurgir la vida con fuerza en nuestro Planeta, adaptándose a las adversas condiciones que el Ser Humano hubiera dejado como “huella” de su presencia, y a su vez, la propia vida (en especial vegetal) depurando la propia atmósfera, los propios ríos, y los mares, y regenerando la capacidad del suelo terrestre, para seguir albergando vida y, es más, yendo mucho más lejos: La propia Naturaleza vital del Planeta acabaría borrando toda huella de la existencia de la Humanidad y su aparente avanzada cultura y tecnología. No quedaría ni rastro de ello que pudiera hacer sospechar a las generaciones supervivientes (algunos miles de años después) de que hubiera una civilización Humana que dominara el Planeta Tierra (seguramente, sobrevivirían relatos en piedras para recordar una hecatombe lejana, que se acabaría entendiendo como un mito más y diferente en cada parte del planeta en que hubiera sobrevivido grupos de personas que lentamente reiniciaran el camino hacia un nuevo florecer de una Nueva Humanidad que volviera a perder la memoria de lo que realmente hubiera podido acontecer en este mismo planeta miles de años atrás).  

Difícilmente – como ya se apuntaba hace 25 años por MAi – existe actividad Humana que carezca de impacto en el entorno del Medio-Ambiental (toda actividad industrial o comercial o economica o agropecuaria impacta, adversamente, contaminando la tierra, el aire o el suelo) a diferencia de los sistemas que utiliza la propia Naturaleza para generar, transformar, almacenar y consumir energía. 

(por ejemplo; la perfección con que las plantas generan energía a partir de los rayos del Sol – la luz y el calor – sin alterar adversamente el entorno, haciendo posible la fotosíntesis y aportar no solo Co2 sino Oxigeno a la atmósfera, mejorando el terreno y lugar donde se asientan, es un  complejo “artificio” – procedente de un conocimiento trascendental del que el Ser Humano apenas realiza “burdas, malas, aparatosas y costosas imitaciones”)

La Naturaleza es capaz de usar el propio entorno para obtener energía, mejorándolo, sin coste, ni deshecho perjudicial alguno…. Y es un trabajo que realiza "gratis".

Todos los agentes que se enfocaban a la actividad industrial, comercial, de producción, de servicios… consideraban (y probablemente sigan considerando) tarea y responsabilidad de los poderes del Estado (por medio de sus estructuras más cercanas, como lo son los ayuntamientos) la gestión de los residuos sólidos o líquidos o gaseosos. A su vez, alegando, que todos estos agentes económicos contribuían y contribuyen a la economía del Estado y en consecuencia a la riqueza y bienestar de los ciudadanos y por ende del mismo Estado (así que sea el Estado quien resuelva el problema de la contaminación o falta de recursos).  

A su vez existe una plusvalía que es apropiada por el mundo de la actividad económica, dado que las materias primas son generadas “gratuitamente” por la propia Naturaleza según el siguiente esquema: 

Fuerza de la Naturaleza = Trabaja “gratis” generando Materias primas= Plusvalía que “alguien se queda” y apropia o simplemente no se valora. 

(a su vez, esta apropiación, genera un impacto negativo en el Medio Natural (contaminación por residuos, agotamiento de recursos porque no se respeta el ciclo de regeneración de los mismos….) que se puede medir en términos económicos o de “oportunidad para las generaciones futuras: por lo que resulta imprescindible compensar esos impactos y apropiaciones del trabajo gratuito de la Naturaleza) 

Así concebida la “apropiación de recursos” naturales, el papel del Estado - en todo el proceso económico - es observado como el único responsable que debe gestionar, especialmente, los impactos y apropiaciones; dando como resultado el esquema adjunto (original: por MAi)  del “tránsito” y “destino” de la responsabilidad de esos impactos (y apropiaciones de plusvalías) generados por el agotamiento de recursos naturales, degradación del entorno natural y la contaminación del Medio Ambiental: 


(esquema que muestra el “des-aprecio” del Ser Humano en funciones de gestión privada en busca de beneficios:

La responsabilidad de los impactos negativos

(y/o apropiaciones= como conjunto de plusvalías expropiadas a la Naturaleza, a las personas/trabajadores, a la Economía real)

en el medio Social, Natural y Económico = Gestión,

se transfiere e intenta transferir íntegramente al Estado/a cuenta de la Sociedad en su conjunto. 

El descubrimiento de la existencia de esta plusvalía – vislumbrada en el convenio conservacionista de MAi – llevaría a conectar el planteamiento “marxista” que previamente señalaba que la plusvalía apropiada por el Capital se ceñía a apropiarse del trabajo de los obreros (en la célebre “tarta” a repartir, que suponía el producto final del “Sistema de Producción” y que diera origen a las luchas obreras y la creación de sindicatos para defender el derecho a la dignidad de las personas; es decir, el reparto de la “tarta” de manera razonable); no solo existiera una expropiación de la plusvalía (representada en el precio final de un producto puesto a la venta desde un sistema de producción) sobre el mundo del trabajo  - en aquella época – sino que también existía una apropiación del trabajo de la Naturaleza al extraer y usar las materias primas que no eran repuestas.  

De ahí que previamente se realizara el "Convenio Conservacionista", destinado a coordinar a los sindicatos – en cuanto representación de los intereses generales de la Sociedad – a asumir el papel de integrar la visión Conservacionista en el sistema de producción de las empresas (ya sean empresas de producción, servicios o Administración del Estado). E idénticamente, las actividades de Bancos e Inversiones impactan según sea el destino de esas inversiones y qué tipo de sistemas de producción estimulan (por lo que deben de compensar, igualmente, en el mundo social, natural o económico los impactos negativos y apropiaciones de plusvalías que llevan aparejadas sus actividades mercantiles o de especulación). 

Desde este punto de vista Mai publicaría los siguientes trabajos que pueden observarse (y leerse) en su blog: 

Realizado durante su estancia en la Sección Sindical: SIAR (que pasaría a ser OSTA y luego una posterior división a causa de una nueva “percepción” aparentemente motivada por la evolución de la democracia en España dando lugar a otra división).

 

Realizada ya más al margen de SIAR, dadas las dificultades que tenían para asumir una visión ecologista del mundo sindical en aquél momento, dado que podía no “entenderse” esa vertiente sindical en ámbitos como la automoción, donde se hallaba implantado – estamos hablando de hace casi 25 años y la evolución del mundo del motor “pactaba” – transversalmente, entre todas las marcas de vehículos relevantes, una evolución tecnológica que pasaba por optimizar el motor de explosión, transitar por el motor hibrido, llegar al eléctrico para desembocar en el de hidrógeno de manera paulatina (aunque eran plenamente conscientes del valor de trabajo realizado por MAi) .

 

Hay que recordar al lector que Mai era novato en cuanto a qué porcentaje de innovación debiera representar una novedad para ser registrada como propiedad intelectual; y ello retrasaría hasta 2004 la realización de ese Registro una vez consultado con una persona que pasara por un trance adverso y le señalara que al menos el 15% de lo aportado debiera ser original. Nadie innova sin “alzarse” sobre conocimientos constituidos previamente, por lo que todos” los creadores e innovadores son “deudores” de predecesores que en ocasiones – por pura competitividad mal concebida – fueron ninguneados, orillados o despojados de sus proyectos o trabajos por personajes mejor posicionados socialmente. Ello es un signo recurrente que contraría los principios del Liberalismo positivo y nos lleva a una visión salvaje de la Economía que se refleja, en última instancia, por la depredación de todo lo que se halla al alcance y/o posibilidad de “ser comprado” con  dinero (y como sabemos el dinero – el oro, como decía Quevedo y cantaba Paco Ibáñez - compra voluntades, autoridades y tuerce la realidad y o la verdad cuando fuera menester).

 

(La NBBC sería desarrollada por MAi dentro de las Sección Sindical de CSL-Cipol, sindicato de los profesionales de la Seguridad al servicio de la Administración Pública Local (Municipal) estrechamente vinculada con la Policía Local (y que tiende a poseer una visión conservadora de la sociedad) sin embargo, dadas las particularidades de nuestra democracia, la visión progresista de MAi obtuvo puntos en común en especial en torno a la sensibilidad de las situaciones de abuso en los más vulnerables. Es de señalar que, por ejemplo, en Norteamérica resulta/o resultaba muy compatible tener una visión conservadora de la sociedad y no por ello se alineaban las personas con las visiones de las empresas que solo usan a los ciudadanos y trabajadores para producir y obtener beneficios (una vez obtenidos, a veces a los accionistas les importa poco el destino de las familias en esa visión del capitalismo depredador, impersonal, cuya función especulativa resulta esencial. La evaluación inicial de dicho proyecto fue realizada por una persona exterior vinculada amistosamente a esa sección sindical que diera a MAi una inicial cobertura.

Las Cuencas Hidrológicas son la Unidad Territorial Básica por la que se reconoce los límites “naturales” de un territorio (a diferencia de los límites políticos en los que dividimos la gestión territorial del Planeta en razones de ser y constituirnos agrupadamente los Seres Humanos bajo el concepto de Estados- Nación)

Siendo esa Unidad Territorial Básica natural la que permite “medir”, con eficacia y neutralidad objetiva (por medio de la calidad del Agua) de un territorio sometido a presión de la Cultura Industrializada del Ser Humano; siendo el mejor modelo territorial para la cooperación ciudadana en objetivos comunes a toda la Humanidad en la preservación del territorio y consecuentemente de las mejores condiciones posibles del Planeta, puesto que las Cuencas Hidrológicas/Hidrográficas representan territorios finitos  - con límites en nada arbitrarios - desde los que hay que gestionar “lo que se tiene” sin poder argumentar ambicionar “lo de otros” (destinadas a mantener o mejorar la calidad ambiental de las generaciones de jóvenes presentes y futuras), el límite de esas limitaciones materiales se superan mediante la inteligencia, el ingenio, la innovación… todo ello cualidades que existen en la propia población y que transciende las limitaciones de un territorio. Desarrollarse en razón de las limitaciones materiales (señalando que son finitas, como el Planeta también lo es) representa un itinerario más racional que las presiones políticas destinadas a conseguir más que otros en razones de “romper las reglas del juego” que debieran ser comunes a todos.

 

Se podría concebir las Cuencas Hidrológicas/Hidrográficas, como mejor marco para la sostenibilidad del Planeta sin precisar de competir (como suelen verse abocados y lo acaban haciendo los Estados-Naciones) y si de promover la colaboración  (que es lo que de manera positiva emana del espíritu Humano y Humanista). Siendo a su vez el conflicto dado en las Comunidades Autónomas de España, motivo para observar que este sistema alternativo de configuración del territorio permitiría a su vez, deshabilitar apelar a la Historia de hace doscientos o trescientos años, para reivindicar una singularidad “distintiva”, diferenciada y/o “supremacista” que buscara el conflicto interno (y apoyo externo) para romper una Unidad Territorial – reconocida entre naciones-Estados – generando un grave conflicto en España. Por lo que las divisiones en Cuencas Hidrológicas/Hidrográficas resulta una opción razonable y racional aceptable dadas las circunstancias, que se pudiera exportar a Francia y Alemania para configurar una verdadera Unión Europea de Comunidades Autónomas que cooperan más allá de los intereses concebidos por las fronteras políticas.

Bastaría con sostener, practicar, defender y asentar “Valores” (que aceptamos como positivos para todos) para concebir una sociedad que nos transmite y da “seguridad" en todos los ámbitos que se pudieran concebir” (jurídica,  social, formativa,  emocional….)  en armónico progreso desde el presente, al futuro, en paz.

La referencia se halla – y siempre se halló - en la Constitución, bastando concebir que asumir los valores que traslada sería suficiente como para que no existieran robos, agresiones, violencias en sus distintas manifestaciones, ni necesidad de apelar a la coacción, la amenaza y/o el castigo. Todos seríamos iguales ante la Ley y no existiría forma de discriminación alguna. Aún así y sin embargo, se fomenta la competición y la rivalidad, que son los precursores de toda forma y manifestación de violencia. 

La sutilidad de un modelo económico (vigente en la práctica) potencia, sin duda, la versión más animal del Ser Humano (sobrevivir aunque sea a costa del bienestar de otros) “genera desigualdades injustas”, porque vulneraría los mismos principios liberales sobre los que dice asentarse; que manifestaría que el trabajo personal, la originalidad, el esfuerzo y la innovación - que  debiera de ser reconocido como cualidades de quien trabaja bien - en la práctica “es expropiada” por quien o quienes mejor posición social poseen (los que se hallan en posición de: El/Los más fuertes - se apropiarse de ideas y trabajos que no son suyos y los pasaría por propios o de grupo).

Se podría demostrar constantemente, que la competición, tal y como la concebimos, permite “destruir” todo lo que toca – incluso aquello concebido como competir desde la neutralidad – y sin más objetivo, propósito o consecuencias que la superación personal o de equipo, como sería la competición deportiva, concebida como Amateurs, que evoluciona a profesional llegando a constituirse como "nudo de intereses complejos" que da lugar a un fabuloso negocio que tiende a la opacidad. Competir tiende a interpretarse como “lucha” y de ahí concebirse como “guerra” – incluso para sobrevivir en un negocio o en una profesión -  y en las guerras “todo acaba valiendo” y consiguientemente se llega a razonar como razonable la “legitimación del robo” (de cualquier naturaleza), desde ahí es fácil entender que se pueda llegar al crimen (en cualquiera de sus manifestaciones) por interés (sea cual fuere la naturaleza de la legitimación para expropiar a un tercero que se pudiera esgrimir). Alejándonos así de la Condición Humana que nos diferencia de los seres animales y por el contrario estimulando la parte de la Condición Humana que nos vincula con los aspectos más negativos de nuestra condición animal (con el agravante de que, dada nuestra inteligencia, podemos emplear esta capacidad para superar cualquier crueldad que un animal pudiera realizar en su entorno social o territorial por instinto). 

Imaginemos que pudiéramos realizar el tránsito hacia una verdadera reconciliación – en todos los planos posibles – que instaurara la cooperación, la colaboración, el reparto de roles en función de la capacidad real o de la vocación y potencialidad demostrada. Y, ante los retos que tenemos en el horizonte inmediato, concibiéramos la mejor estructura territorial posible, como marco adecuado para a su vez potenciar esos valores que precisamos incorporar al Ser Humano, de tal manera, que en ellos vea una fuente de seguridad que le permita desterrar toda forma de rivalidad, competición, lucha o agresión. (y consecuentemente, desaparición de todo delito que hubiera podido concebirse).

Sin ya tener que gestionar violencia alguna, podríamos mirar a nuestro pasado común –en nuestro caso: España – y verlo desde los comienzos que consideramos su Historia hasta nuestro presente, para “proclamar” una meta ideal: “Ponemos punto y final a la Historia de nuestra España (desapareciendo toda lucha y contemplándola como un devenir del pasado, como un desfile que señalaría de dónde venimos, para tenerlo siempre presente y procurar nunca más repetir ese mismo devenir): 

 

Posiblemente, viendo la propia imagen de nuestra Historia (como la de todos los países, naciones y Estados - que en el mundo son y hubieran sido) desfilando ante nuestros ojos, podríamos opinar que resulta lamentable que nuestro progreso como Humanos haya de vincularse con guerras, violencias, luchas por un territorio; por lo que resultaría racional (dado que España se halla configurada como Estado-Nación en una península), concebir la división de las Autonomías en razón no de una Historia remota de reyes del pasado que guerrean para aumentar posesiones territoriales, sino desde una visión más técnica que resulte más sencilla de entender, comprender y gestionar: Las Cuencas Hidrológicas/Hidrográficas – que son las verdaderas Unidades Naturales del territorio – y que debieran ser consideradas, de manera más racional, como las Verdaderas Comunidades Autónomas, que gestionan - (actividades económicas: primarias, secundarias, terciarias) - las Unidades Territorial de Cuenca en razón de ser los recursos materiales - (materias primas que incluyen la alimentación y sustento de la salud de la Humanidad, que a su vez depende de la biodiversidad en fauna y flora) – el primer soporte de la existencia de vida en el planeta tal y como la conocemos y concebimos. 

 

 

No hay nada nuevo que no se concibiera – de una manera u otra - ya, por nuestros ancestros.  

EPILOGO 

A modo de somero ejemplo de hacia dónde nos lleva la inercia del desarrollismo concebido como “marco artificial” (que buscaría “hacer creer” a la población de las ciudades que la Ciencia y la Tecnología subyugan la dependencia de la Humanidad del entorno Natural, haciéndonos creer independientes del devenir del Entorno Natural, al que pertenecemos) sería el urbanismo en nuestra propia ciudad, que parece pretender “aislarnos” radicalmente de las referencias que poseen los propios ciudadanos del territorio al que pertenecen y con el que se vinculan incluso míticamente.

Como los son las referencias del Monte Moncayo (referencia histórica que se halla ahora comprometida) o la referencia de El Pirineo (también mito) ya que ambos, junto al río Ebro, conforman parte esencial del territorio que delimita la Depresión de El Ebro y su constitución como Cuenca Hidrológica/Hidrográfica, como concepción original tal, también idea nacida y concebida en España y que diera lugar a la Institucionalización de las mismas para el seguimiento de la calidad de las agua, su regulación, así como la calidad de las tierras del territorio. 

Lo esencial estaría en concebir que esa integración de una ciudad con el territorio precisa que se manifieste abiertamente en todas las decisiones urbanísticas (y desde ahí, en todos los ámbitos de sus ciudadanos). Difícilmente cabe concebir que el urbanismo se conciba – en nuestra ciudad – como una “muralla” (que se fuera construyendo poco a poco – como es posible verificar desde el Puente de Piedra) que pretendiera (a lo "somarda" – palabra propia de estas tierras) aíslarnos de nuestro entorno natural, de nuestras referencias ancestrales e incluso de esos símbolos que nos vinculan con nuestra propia tierra como muestra esta imagen de actualidad:  



 En este sentido, también realizaría MAi un trabajo (cuyo enlace se ha adjuntado anteriormente) influenciado por la idea de supervivencia (tan propia de publicaciones de los inicios de los años 80, que abiertamente señalaban la necesidad de saber y aprender a sobrevivir en un medio natural) definiendo en cada etapa de edad las capacidades que debiera desarrollar una persona para facilitar la supervivencia fuera de entornos urbanos y sobre todo para asumir la verdadera dependencia de la Humanidad de la propia Naturaleza y por extensión del Planeta que es nuestra casa y verdadero único Hogar, - del cual casi el 70% de la población vive despaldas, buscando en una nevera o en un supermercado el “pan de cada día”.

(No se trata de desvincularse de la Urbe, sino de “poner a la Urbe en su lugar” y construirla y reconstruirla vinculada con el medio Natural. No se concibe que vivamos en mamotretos propios de la concepción de las revoluciones industriales, donde los trabajadores/clase media, viven hacinados en “colmenas” en vez de en casas unifamiliares (donde existe verdadera intimidad) y poseer, al menos, un pequeño jardín donde poder “respirar” en un pequeño espacio de tierra, que es el vínculo  más apropiado a nuestra condición Humana).

Conservar las edificaciones en vertical de una urbe no implica no poder poner un verdadero límite a un sistema de construcción que atenta contra el bienestar de las personas, y a partir de tal limite construir en horizontal casas de 90 m2 con un pequeño jardín (ensayos reiterados en nuestra ciudad – como son ejemplo la propia Ciudad Jardín, en el barrio de las Delicias, o cuando se han ido construyendo en limites de parques pequeños chalets adosados); no debería de ser o considerarse un lujo solo al alcance de personas adineradas o que tuvieron una oportunidad excepcional por poseer "contactos" que les permitieran acceder a lo que debiera ser una "normalidad urbanística" en la construcción de viviendas… 

La evolución de las sociedades, la visión desarrollada en el mundo laboral, permite concebir que los trabajadores se hallarían en condiciones de asumir mayores responsabilidades en su propia sociedad (sobre todo aquellos que muestran vocación de servicio y se implican con el devenir de la sociedad desde la visión laboral como cotidiana  tarea que a todos nos atañe e interesa para procurarnos la subsistencia y el desarrollo de nuestras vidas).

Es por ello, y por lo expuesto en este artículo que MAi propusiera señalar que el mundo sindical se hallaría en condiciones de asumir mayores responsabilidades y organizarse para ir asumiéndolas desde la gestión del propio municipio.

En esa visión se realizó el siguiente artículo, que tal vez en un futuro, tal vez no muy lejano, observemos la posibilidad de unirse todas las sensibilidades sindicales en la gobernanza del propio Ayuntamiento de una ciudad como la nuestra: 

Proyecto de Listas Sindicales al Municipio desde la candidatura del PSOE.

https://cateyes-loaparenteyloreal.blogspot.com/2022/02/proyecto-de-listas-sindicales-al.html

 

No hay comentarios: