Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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miércoles, 7 de octubre de 2015

(El marco del problema (I))


Idiota es una palabra derivada del griego ἰδιώτης, idiōtēs, de ἴδιος, idios (privado, uno mismo). Empezó usándose para un ciudadano privado y egoísta que no se ocupaba de los asuntos públicos. En latín, la palabra idiota (una persona normal y corriente) precedió al término del latín tardío que significa «persona sin educación» o «ignorante». Su significado y la forma moderna data de alrededor del año 1300, del francés antiguo idiote (sin educación o persona ignorante). En 1487 la palabra idiotez pudo haber sido el modelo de analogía de las palabras «profeta» y de «la profecía».

(El marco del problema (I))

Si buscamos las diferencias existentes entre País, Región o Comarca en la esperanza de poder encontrar definiciones nítidas que permitieran delimitar con claridad unos conceptos de otros, podremos encontrar que las diferencias buscadas apenas existen o incluso que cada concepto ha ido evolucionando con el paso del tiempo. País e incluso Región o Comarca bien pudieran haber sido sinónimos entre sí dependiendo de la perspectiva cultural de quienes definían esos territorios.  País, Región o Comarca parecen términos vinculados a sociedades que tienen en común una cultura o un idioma vinculado a un territorio continuo aunque sus límites no pudieran siempre definirse con nitidez por la sencilla razón de que las culturas contiguas tienden a compartir o intercambiar costumbres y mezclar el lenguaje, debido, esencialmente al trato humano que es condición inherente a la actividad del comercio que de manera espontánea tiende a aparecer entre las poblaciones.  Si en algún momento esos conceptos de sociedades o territorios empezaron a tener relevancia lo fue, probablemente, ante los ojos de sociedades más organizadas u estructuradas con sistemas Administrativos muy complejos como lo pudieron ser los romanos, aunque éstos siempre tuvieron, probablemente, consciencia de que lo que expandían en su entorno era el modelo romano de su propia Ciudad-Estado. Modelo que se extendía por vastos territorios donde la estructura Administrativa era más simple o débil o sencillamente no existía. Así pues, de alguna manera, el concepto de País, Región o Comarca es una definición que emana desde una visión aparentemente  superior y que define conceptos vinculados a una cultura y a unas costumbres que se han estabilizado sobre un territorio, tal vez de manera espontánea,  en el que sus habitantes son reconocidos por esos rasgos por las culturas que los circundan. Y en ése reconocimiento existe el aprecio de una "singularidad" que porta esa sociedad y que le permite una estabilidad social y económica que define su propia identidad. Así pues, difícilmente puede entenderse que dentro de esa uniformidad social y económica existan diferencias tan esenciales que puedan promover la escisión interna de no mediar intereses políticos (de utilitariedad) que puedan generar un aparente mejor bienestar de una parte del país sobre la otra. La definición de País, Región o Comarca se vincula con la idea de estabilidad; estabilidad propia de compartir costumbres y cultura común.
Pero dependiendo de cómo definamos costumbres y cultura podemos limitarnos a una familia o clan o abarcar la práctica totalidad de la Humanidad - como ocurre hoy en día. Si costumbre es ir a trabajar todos los días (o aspirar a ello), tener una educación reglada, unos medios de comunicación, unos gobiernos de municipios, pagar unos impuestos, y tener un sistema de representación democrática, una cobertura sanitaria, un sistema jurídico y un sistema de seguridad, acceso a bienes de consumo....  estamos hablando de la cultura occidental y esta se extiende desde Europa hasta América y llega a Asia. Es lo que llamamos en el pasado - y parece que hemos olvidado - Aldea Global.

Aldea de pueblo, aldea porque la mayoría de los seres humanos aspiran a tener los mismos bienes y el mismo confort, y están sometidos a las mismas ventajas de su progreso económico y social, y las mismas adversidades que emanan de su tecnología y complejidad política. Todos estamos bajo las mismas reglas económicas y bajo las mismas amenazas de inestabilidad. Lo que hace un Estado vecino no nos es indiferente, como tampoco lo es la actitud política que tome una superpotencia. El mundo se nos ha hecho pequeño en todos los sentidos y nuestras decisiones políticas y económicas no resultan indiferentes a nuestros vecinos ni a la comunidad occidental a la que pertenecemos. Todos compartimos las consecuencias de la actividad económica y la de los valores sociales imperantes.

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