Ya comenté en
redes que el objetivo, después de que la madre se fuera, después de 9 días de
machaque al hijo bajo el mismo techo, era hablar con la médica. La difusión de
este problema en las redes ha sido limitado, pero dándose la circunstancia de
que al hacerse eco en un entorno de conocidos muy cercanos con vínculos con la
madre, ésta se enteró, probablemente de dicha difusión (las redes sociales hacen pequeñas las distancias, y más en ciudades no
tan grandes como la nuestra). Así que la madre le recomienda ahora al hijo,
según este, que se vaya a casa del padre, pero él por el momento prefiere quedarse
allí dónde estaba desde antes del inicio de la pandemia, confiando en que
habiéndose marchado la madre ya le dejarán tranquilo hasta finalizar la
cuarentena que todos sufrimos.
La madre ya, cuando se iba, le dijo que volvería (volvió ayer mismo) (suponemos que se fue a realizar los papeles de ingreso forzoso o a gestionar algún tipo de prueba contra el hijo) para volver con ellos ya firmados realizar un ingreso desde el lugar donde se encuentra ahora el muchacho, pero advirtiéndole a él de ese ingreso para aumentar su sufrimiento, su desesperación y así la permeabilidad al ingreso forzoso (este tipo de violencias psíquicas cuando se dan se pudieran catalogar de crueldad mental, pero hacen falta pruebas fehacientes); pero una vez descubierta la posible estrategia y siendo pública, es probable que se busquen otras maneras más opacas de realizarlos mismos objetivos, pero de tal forma que el padre no esté tan al corriente, pues radiarlo por las redes siempre acaba siendo una “incomodidad” para este sistema de ingresos forzosos; pues parece que gusta de realizarse por sorpresa, sobrevenidamente, pero no radiado por las redes en directo. De esta manera, con cierta opacidad en la actuación, las explicaciones de los hechos que pudieran acabar por darse, por muy violentos o conmocionadores que sean, estarían controlados por los propios razonamientos médicos, atenuando así el impacto que pudiera darse en el entorno social inmediato que lo observara. Hay que recordar que Anular los derechos constitucionales de una persona sin que esta haya cometido ningún delito, siempre representa una escena cargada de violencia y dramatismo. Y eso, por mucho razonamiento que se dé, siempre resulta difícil de explicar si se ve en directo o en diferido, una vez que se "cae" en la plena inocencia de la victima; porque se actúa así sobre esa persona a partir de un testimonio sin garantías (o con pruebas indiciarias falsas) de quien promueve quitarles sus derechos (de ahí que se sospeche en este caso que la madre haya estado gestionando pruebas indiciarias - partes médicos previos, cuando retornó a la ciudad por unos días - de la misma manera que lo hizo en su día con el padre del hijo para culparle de acciones delictivas, pero sin sacarlas a la luz de los juzgados, como hizo con su padre - porque las pruebas constituidas así, desde la falsedad, no se pueden someter a evaluación de los juzgados para que determinen su veracidad o falsedad a la luz pública, pero resultan un instrumento muy eficaz de chantaje y coacción si se divulgan ante gente profana que se tiene a creer todo bajo ciertas circunstancias). La doctora se cogió fiesta el viernes teniendo puente, puede ser una circunstancia que gestionar el lunes para preguntar si ha firmado ya la orden de ingreso forzoso sin recabar la opinión del padre. Lo iremos viendo el lunes. El chico no puede retornar a la ciudad, con su padre, porque su madre, probablemente, se autolesionaría trasladando la culpa al hijo (o tuviera otra situación prepara de similar naturaleza gravosa para él), como le ha advertido al muchacho uno de sus hermanos ayer mismo. Y que fuera de la misma naturaleza que empleó contra el padre. Ya se sabe que los mondus operandi apenas varían en las personas de esta naturaleza).
La madre ya, cuando se iba, le dijo que volvería (volvió ayer mismo) (suponemos que se fue a realizar los papeles de ingreso forzoso o a gestionar algún tipo de prueba contra el hijo) para volver con ellos ya firmados realizar un ingreso desde el lugar donde se encuentra ahora el muchacho, pero advirtiéndole a él de ese ingreso para aumentar su sufrimiento, su desesperación y así la permeabilidad al ingreso forzoso (este tipo de violencias psíquicas cuando se dan se pudieran catalogar de crueldad mental, pero hacen falta pruebas fehacientes); pero una vez descubierta la posible estrategia y siendo pública, es probable que se busquen otras maneras más opacas de realizarlos mismos objetivos, pero de tal forma que el padre no esté tan al corriente, pues radiarlo por las redes siempre acaba siendo una “incomodidad” para este sistema de ingresos forzosos; pues parece que gusta de realizarse por sorpresa, sobrevenidamente, pero no radiado por las redes en directo. De esta manera, con cierta opacidad en la actuación, las explicaciones de los hechos que pudieran acabar por darse, por muy violentos o conmocionadores que sean, estarían controlados por los propios razonamientos médicos, atenuando así el impacto que pudiera darse en el entorno social inmediato que lo observara. Hay que recordar que Anular los derechos constitucionales de una persona sin que esta haya cometido ningún delito, siempre representa una escena cargada de violencia y dramatismo. Y eso, por mucho razonamiento que se dé, siempre resulta difícil de explicar si se ve en directo o en diferido, una vez que se "cae" en la plena inocencia de la victima; porque se actúa así sobre esa persona a partir de un testimonio sin garantías (o con pruebas indiciarias falsas) de quien promueve quitarles sus derechos (de ahí que se sospeche en este caso que la madre haya estado gestionando pruebas indiciarias - partes médicos previos, cuando retornó a la ciudad por unos días - de la misma manera que lo hizo en su día con el padre del hijo para culparle de acciones delictivas, pero sin sacarlas a la luz de los juzgados, como hizo con su padre - porque las pruebas constituidas así, desde la falsedad, no se pueden someter a evaluación de los juzgados para que determinen su veracidad o falsedad a la luz pública, pero resultan un instrumento muy eficaz de chantaje y coacción si se divulgan ante gente profana que se tiene a creer todo bajo ciertas circunstancias). La doctora se cogió fiesta el viernes teniendo puente, puede ser una circunstancia que gestionar el lunes para preguntar si ha firmado ya la orden de ingreso forzoso sin recabar la opinión del padre. Lo iremos viendo el lunes. El chico no puede retornar a la ciudad, con su padre, porque su madre, probablemente, se autolesionaría trasladando la culpa al hijo (o tuviera otra situación prepara de similar naturaleza gravosa para él), como le ha advertido al muchacho uno de sus hermanos ayer mismo. Y que fuera de la misma naturaleza que empleó contra el padre. Ya se sabe que los mondus operandi apenas varían en las personas de esta naturaleza).
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