Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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miércoles, 16 de mayo de 2012

¿Constitución o Amiguismo?



                 Ya hace un tiempo, en una conversación informal – pero de calado – le planteé esta pregunta a una conocida que me interrogaba sobre mi conducta y parecía evaluarme (y no era la primera vez).

                   La Administración debe de ser positivamente previsible (condición que le atribuí en el proyecto NBBC) y ello se consigue cuando se  organiza y cumple sus funciones de acuerdo con las normas Administrativas que la regulan (a cuya cúspide se encuentra la Constitución). Porque las normas están bien concebidas ( y la constatación de su vulneración constituye un acto intimidatorio – coactivo – para los administrados o contribuyentes).

                 El “amiguismo” es la obtención de favores por medio de lazos sentimentales, de afinidad o intereses que vulneran principios fundamentales constitucionales como lo son la igualdad ante la ley. Cuando el “amiguismo” entra en la esfera de la Administración (ya sea esta sanitaria, educativa, puramente Administrativa, de justicia, policial….) se están vulnerando derechos individuales (se atacan a los derechos Civiles, pues “primando” a unos se vulneran a otros).

                 Mi amiga me contestó que los amigos eran necesarios (obviamente los amigos te pueden ayudar en momentos personales) pero estos ¿deben saltarse el espíritu de las leyes y normas para favorecerte frente a terceros y demostrar así su amistad? (porque afirmar y aceptar esta cuestión es poner las bases a actitudes mafiosas cuyas consecuencias pueden acabar siendo imprevisibles).

               Una administración positivamente previsible es aquella que pone a disposición de sus administrados la información suficiente y necesaria (así como fácil de entender) para hacer el uso correcto de los órganos Administrativos y estos puedan manifestarse con eficacia y rapidez.

                 No es una Administración positivamente previsible aquella en cuyos lugares y puestos de decisión se asientan personas que no distinguen entre sus apetencias (y prejuicios) personales y la actividad que socialmente tiene encomendada; puesto que sus decisiones no se acomodarán al espíritu constitucional.

                      Y que nadie se lleve a engaño; las leyes que emergieron de la transición eran completas en sí mismas (nadie descubrió un nuevo mundo que no existiera antes) y sólo la incompetencia y los prejuicios (en los puestos claves) han llevado a este país (como a otros) al declive moral y ético que ha dado lugar a la magnitud de esta crisis.

(volveré con ejemplos reales)
 




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