Es extraña la propuesta que realiza “Las Vegas Sands”, en un país sumergido en una profunda crisis financiera (España), propuesta que no pretende crear ningún bien económico para nuestro país, pese a la “alucinación” colectiva que genera en nuestros políticos y en la que casi estuvieron apunto de caer los gestores aragoneses con la propuesta de “Casinos en los Monegros” y de la que afortunadamente nos salvamos (ojalá sepamos algún día el nombre de la persona que puso algo de sentido común en aquella ocasión, salvando el erario público aragonés).
Que en plena crisis nos vengan a proponer semejante tipo de negocios (y los administradores de nuestros impuestos entren al trapo) es como para “hacérnoslo mirar” colectivamente (aunque para algunos, acostumbrados ya a este tipo de desengaños, sea un motivo más para retomar la búsqueda de algún paraje perdido donde poder aislarse de esta mediocre sociedad; o lanzar gritos al cielo desesperados, pidiendo protección).
Todos se arriman a Adelson “oliendo” un descomunal negocio (desde prolongaciones de líneas de ferrocarril, infraestructuras en carreteras, construcciones inmobiliarias, suministros de electricidad y agua en abundancia…) a cambio de una zanahoria de 200.000 puestos de trabajo (cupiers, camareros, directores de hoteles, vigilantes, aparcacoches, asistentas, auxiliares, chulos, prostitut@s, artistas de varietés, camellos, pequeñas mafias y contando los indirectos ocasionales: Promotores, albañiles, electricistas, fontaneros, pintores…) y una imparable lista de comisiones y comisionistas en la que todos están interesados en participar.
Así que no es de extrañar que este Adelson haga bailar a nuestros inteligentes políticos al son de cada una de sus sugerencias haciéndoles emitir un profundo suspiro (pero no por los parados que van a dejar de serlo, si no por el negocio que puede suponer poner todo esto en marcha).
Pero lo que se va a producir, en concreto, no es más que “fuegos artificiales” con dinero público y las ganancias se las lleva este señor (señor que ha agotado en las Vegas gran parte de sus recursos naturales y energéticos en un negocio decadente que va en declive: y eso que en EEUU hay mucho dinero particular).
La pregunta que se puede formular sería ¿Qué tipo de valores ponen en juego este tipo de negocios? : Respuesta: Luces de colores, montones de luces de colores con que serán recibidos los visitantes; Porteros en las puertas de los Casinos y Hoteles; aparcacoches, alfombras que suavizan el contacto con el suelo, máquinas tragaperras (montones y montones de máquinas tragaperras para todo tipo de monedas); restaurantes (tanto de comidas rápidas como alguno de lujo); premios, ingente cantidades de premios (desde unas pocas monedas hasta coches o viajes a paradisíacos lugares vacacionales de lujo); espectáculos de varietés con jóvenes efebos y hermosas jovencitas que enseñan sus bellas figuras juveniles que parecen al alcance de cualquier afortunado que se haya hecho millonario o disponga de algunos cientos o miles de euros que regalarles… Pero también ofrecen lo que no se ve…(esclavitud y dependencia de sueldos miserables – de los que difícilmente se podrán escapar los trabajadores, falta de derechos laborales, “avispados” caza ingenuos – en busca de pardillos a los que engañar, y en definitiva, sumisión incondicional y elevación a los altares del dios dinero).
Este es el único objetivo del negocio que nos ofrecen. Todo girando en torno de un azar al que no tienen acceso aquellos que, estudiando los sistemas de probabilidades, son capaces de hacer saltar la banca. En definitiva: el azar es la condición obligatoria del visitante; y las probabilidades matemáticas de ganancias a favor de la empresa.
El producto ofertado: Ilusión;
El producto realmente comprado: desilusión.
Coste energético y en recursos naturales: astronómico (ver los impactos generados por las Vegas en el entorno y la demanda energética requerida por esta ciudad);
Coste en recursos humanos: degradación de la persona humana, sumisa a un salario misérrimo.
Destino de los Beneficios: para el propietario extranjero.
Origen de los beneficios: Financiación del Estado (lo pagamos todos), infraestructuras a cargo del Estado (aquí el negocio para el entorno político); reducción de impuestos (lo pagamos todos); mano de obra barata.
Plusvalías obtenidas: ilegítimas: degradación de la legislación laboral e impuestos reducidos para la empresa; modificación de leyes y normativas a favor de intereses privados; salarios bajos...
Valores puestos en juego: Sumisión de los valores humanos por dinero. Potenciación de las picardías para obtener dinero.
“Después de tan agotadores esfuerzos, haciendo negocios, haciendo dinero, usando a las personas, y después de haber hecho mucho daño (daños que quedarán durante generaciones y será la carga de otros que preceden) proclama - cuando sabe que la muerte le va a alcanzar - su humanidad, y “compra” los honores que no se ganó en el trato cotidiano y compra “parabienes” y bendiciones para dejar memoria; y pone sobre la mesa un “podrido y negro” corazoncito, pidiendo clemencia para el único recuerdo que queda de su humanidad que pronto abandonará. “ - No fue a propósito “, - dice recordando algunos de sus infames actos del pasado (donde se recreaba viendo el dolor reflejado en aquell@s que fueron utilizadas para sus fines y veían en ese momento toda la dimensión de la traición y engaño y él se sentía todo poderoso y recompensado); por que lo único que buscaba era el negocio y el placer; ¡No fue a propósito! - Volvía a exclamar – es que no podía evitar rehuir la oportunidad. ¡Era tan clara! ¡Era tan fácil!. Y ahora que le abandonan las fuerzas y no puede engañar a la muerte pide clemencia para su conciencia. Y aquellos que murieron por los actos de este infame esperan… esperan al otro lado el último suspiro…¡Y aún hay quien se apiada del infame reptil y le tiende una amorosa mano en el lecho de muerte!”
Que en plena crisis nos vengan a proponer semejante tipo de negocios (y los administradores de nuestros impuestos entren al trapo) es como para “hacérnoslo mirar” colectivamente (aunque para algunos, acostumbrados ya a este tipo de desengaños, sea un motivo más para retomar la búsqueda de algún paraje perdido donde poder aislarse de esta mediocre sociedad; o lanzar gritos al cielo desesperados, pidiendo protección).
Todos se arriman a Adelson “oliendo” un descomunal negocio (desde prolongaciones de líneas de ferrocarril, infraestructuras en carreteras, construcciones inmobiliarias, suministros de electricidad y agua en abundancia…) a cambio de una zanahoria de 200.000 puestos de trabajo (cupiers, camareros, directores de hoteles, vigilantes, aparcacoches, asistentas, auxiliares, chulos, prostitut@s, artistas de varietés, camellos, pequeñas mafias y contando los indirectos ocasionales: Promotores, albañiles, electricistas, fontaneros, pintores…) y una imparable lista de comisiones y comisionistas en la que todos están interesados en participar.
Así que no es de extrañar que este Adelson haga bailar a nuestros inteligentes políticos al son de cada una de sus sugerencias haciéndoles emitir un profundo suspiro (pero no por los parados que van a dejar de serlo, si no por el negocio que puede suponer poner todo esto en marcha).
Pero lo que se va a producir, en concreto, no es más que “fuegos artificiales” con dinero público y las ganancias se las lleva este señor (señor que ha agotado en las Vegas gran parte de sus recursos naturales y energéticos en un negocio decadente que va en declive: y eso que en EEUU hay mucho dinero particular).
La pregunta que se puede formular sería ¿Qué tipo de valores ponen en juego este tipo de negocios? : Respuesta: Luces de colores, montones de luces de colores con que serán recibidos los visitantes; Porteros en las puertas de los Casinos y Hoteles; aparcacoches, alfombras que suavizan el contacto con el suelo, máquinas tragaperras (montones y montones de máquinas tragaperras para todo tipo de monedas); restaurantes (tanto de comidas rápidas como alguno de lujo); premios, ingente cantidades de premios (desde unas pocas monedas hasta coches o viajes a paradisíacos lugares vacacionales de lujo); espectáculos de varietés con jóvenes efebos y hermosas jovencitas que enseñan sus bellas figuras juveniles que parecen al alcance de cualquier afortunado que se haya hecho millonario o disponga de algunos cientos o miles de euros que regalarles… Pero también ofrecen lo que no se ve…(esclavitud y dependencia de sueldos miserables – de los que difícilmente se podrán escapar los trabajadores, falta de derechos laborales, “avispados” caza ingenuos – en busca de pardillos a los que engañar, y en definitiva, sumisión incondicional y elevación a los altares del dios dinero).
Este es el único objetivo del negocio que nos ofrecen. Todo girando en torno de un azar al que no tienen acceso aquellos que, estudiando los sistemas de probabilidades, son capaces de hacer saltar la banca. En definitiva: el azar es la condición obligatoria del visitante; y las probabilidades matemáticas de ganancias a favor de la empresa.
El producto ofertado: Ilusión;
El producto realmente comprado: desilusión.
Coste energético y en recursos naturales: astronómico (ver los impactos generados por las Vegas en el entorno y la demanda energética requerida por esta ciudad);
Coste en recursos humanos: degradación de la persona humana, sumisa a un salario misérrimo.
Destino de los Beneficios: para el propietario extranjero.
Origen de los beneficios: Financiación del Estado (lo pagamos todos), infraestructuras a cargo del Estado (aquí el negocio para el entorno político); reducción de impuestos (lo pagamos todos); mano de obra barata.
Plusvalías obtenidas: ilegítimas: degradación de la legislación laboral e impuestos reducidos para la empresa; modificación de leyes y normativas a favor de intereses privados; salarios bajos...
Valores puestos en juego: Sumisión de los valores humanos por dinero. Potenciación de las picardías para obtener dinero.
“Después de tan agotadores esfuerzos, haciendo negocios, haciendo dinero, usando a las personas, y después de haber hecho mucho daño (daños que quedarán durante generaciones y será la carga de otros que preceden) proclama - cuando sabe que la muerte le va a alcanzar - su humanidad, y “compra” los honores que no se ganó en el trato cotidiano y compra “parabienes” y bendiciones para dejar memoria; y pone sobre la mesa un “podrido y negro” corazoncito, pidiendo clemencia para el único recuerdo que queda de su humanidad que pronto abandonará. “ - No fue a propósito “, - dice recordando algunos de sus infames actos del pasado (donde se recreaba viendo el dolor reflejado en aquell@s que fueron utilizadas para sus fines y veían en ese momento toda la dimensión de la traición y engaño y él se sentía todo poderoso y recompensado); por que lo único que buscaba era el negocio y el placer; ¡No fue a propósito! - Volvía a exclamar – es que no podía evitar rehuir la oportunidad. ¡Era tan clara! ¡Era tan fácil!. Y ahora que le abandonan las fuerzas y no puede engañar a la muerte pide clemencia para su conciencia. Y aquellos que murieron por los actos de este infame esperan… esperan al otro lado el último suspiro…¡Y aún hay quien se apiada del infame reptil y le tiende una amorosa mano en el lecho de muerte!”
El hombre se hizo siempre
de todo material,
de villas señoriales
o barrio marginal
toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta
del gran reino animal
con una mano negra
y otra blanca mortal.
Mortales ingredientes
armaron al mayor,
luz de terratenientes
y de revolución,
destreza de la esgrima,
sucesos como un preso
Amalia abandonada
por la bala, la vergüenza,
el amor. O un fusilamiento
un viejo cuento modelaron su adiós.
Va cabalgando
el mayor con su herida
y mientras más mortal
el tajo es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita
y a la distancia
de cien años resucita.
Trota sobre la espuma
seguido por un mar
de negros en machete
y sin encadenar ordena a su corneta
un toque de a degüello y a un siglo de distancia
entona nuestra canción y con recia garganta
canta, espanta lejos la maldición.
Va cabalgando...
de todo material,
de villas señoriales
o barrio marginal
toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta
del gran reino animal
con una mano negra
y otra blanca mortal.
Mortales ingredientes
armaron al mayor,
luz de terratenientes
y de revolución,
destreza de la esgrima,
sucesos como un preso
Amalia abandonada
por la bala, la vergüenza,
el amor. O un fusilamiento
un viejo cuento modelaron su adiós.
Va cabalgando
el mayor con su herida
y mientras más mortal
el tajo es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita
y a la distancia
de cien años resucita.
Trota sobre la espuma
seguido por un mar
de negros en machete
y sin encadenar ordena a su corneta
un toque de a degüello y a un siglo de distancia
entona nuestra canción y con recia garganta
canta, espanta lejos la maldición.
Va cabalgando...
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