Tengo la
impresión que hasta ahora la Constitución ha servido para darle con ella en la
cabeza a cualquiera que protesta, piensa diferente o es un vecino incómodo; como
si se tratara de un arma arrojadiza, un guante de boxeo o una fulminante
pistola Taxer (de esas que dicen que
dejan a sus víctimas inmovilizadas o cuando no les da un ataque al corazón y algunas
fallecen, pasando a engrosar la lista de consecuencias colaterales de nuestro perfecto
ordenamiento jurídico). Y quienes mejor usan la Constitución como arma
arrojadiza son quienes más y mejor la conocen; por eso hay dichos, en todos los
países y regiones del mundo que te advierten de que te cuides de los hombres de
leyes, o que se relacionan con leyes o que trabajan con las leyes (ya decía Sócrates que a estas personas que
se les da tonto poder habría que vigilarlas como a criminales).
Estamos ante la
Democracia que se orientó en esa dirección; mientras que los primeros ciudadanos
entendieron que la Constitución, por fin, portaba Valores con los que
reconducir la sociedad, pronto comprendieron – cuando empezaron a protestar y señalar los excesos vividos para que a
la luz de la nueva Constitución se rectificaran las penalidades sufridas –
que la dirección del uso de esta nueva herramienta que debiera ser usada
transformando la sociedad, no iba a cambiar en mucho la manera de concebir la
justicia: La Constitución da Derechos, pero solo a quien puede y sabe
ejercerlos (pero además hay un requisito
más: Se precisa de leguleyo que quiera y desee aplicarlos en tu nombre – ahí está
la trampa; pues los fiscales, rara vez actúan de oficio; salvo que la
situación, además de clamar al cielo, sea vista por gran parte de la sociedad
como injusta; entonces corren los fiscales a apuntarse el triunfo moral y ético
de “servir a la sociedad” y “salvarla”).
La Constitución
no es una relación de Valores que todos debiéramos observar e interiorizar; en
los entornos donde esta se emplea (Tribunales, despachos….), sólo es un arma;
un arma que poder utilizar contra otros. Nada más. Olvídese de los valores y
mandangas; el que más tiene más podrá tener a su disposición: Es la ley de los
despachos pegados a la realidad de la naturaleza humana, no busque nada más (o si no vea la noticia de esa familia a la
que le arrasaron la casa por una equivocación en el número de puerta en un
registro y les dieron 1.500€ y una disculpa: La mujer que estaba recién operada
volvió al hospital, al marido también le hicieron daño y a si ocurrió también
con el hijo. Nadie se avergüenza de ello, aunque sea noticia en la prensa
nacional).A veces un juez se confunde (lo paga una familia entera) y a los agredidos
por un fallo de un juez, otro juez lo finiquita con 1.500.-€ (tratamientos en el hospital, nueva operación,
derrames internos, puerta de casa rota….etc) si esto se lo hacen uno de esos
dos jueces veríamos qué hubiera pasado y reclamado.
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