Hace muchos años, en un lugar muy
lejano, había un niño que había aprendido a soñar.
No todo el
mundo sabe soñar, porque la mayoría de las personas y de los niños, creen que
soñar es de tontos y de gentes que no saben andar por la vida. Pero a él no le
importaba. Él recordaba que siempre que se había puesto a soñar y se empeñaba
en su corazón en seguir soñando, iniciaba el camino para que sus sueños se
empezaran a realizar de verdad.
Sin embargo,
cuando parecía que estaba consiguiendo sus sueños empezaban los problemas,
porque nadie como él era capaz de ver que se podían hacer cosas que a otros les
parecían imposibles. Entonces todos se le echaban encima y le decían: ¡Que así
no es!¡Que no es así! ¡Que tu no sabes! Y no le dejaban terminar su sueño;
bueno más que un sueño era una cadena de sueños las que tenía; pero todos le
negaban que pudiera hacerse realidad; y no hacían otra cosa que ponerle
zancadillas y tratarlo como si estuviera tonto y fuera un inútil.
Incluso cuando
preguntaba alrededor, a los más cercanos, todos le decían lo mismo: ¡Que así no
es!¡Que no es así! ¡Que tú no sabes! Y empezó a pensar si realmente toda esa
gente tenía razón; y en realidad él no sabía hacer las cosas.
Pero entonces
encontró a otra persona que le decía que sí, que era posible realizar sus
sueños, porque él los había realizado. Y se fue corriendo a su casa a decirles
a todos: ¡¡¡Que sí¡!! ¡¡¡que se pueden
realizar los sueños!! Pero, Oh sorpresa. Todos se enfadaron y corrieron a
encerrarle para que nunca saliera de un lugar donde había otras personas que
decían que sí se podía soñar; y no recibía visitas y pensó que quedaría allí
para siempre.
Parecía que
nunca podría salir de allí, pero un día pudo salir porque alguien dijo: Este
chico puede soñar si lo dejan soñar. Y entonces salió. Pero en su casa le
empezaron a decir otra vez: ¡Que así no es!¡Que no es así! ¡Que tú no sabes! Y volvieron
a encerrarle.
Parecía que no
había solución, hasta que un día un señor (al que también habían encerrado por
soñar) salió a escena y les dijo a todos: ¡¡¡Sí se puede soñar!!! Lo que pasa
es que Vds no saben soñar (creo que les han pegado mucho de pequeños y por eso
no saben soñar o tienen miedo de soñar). ¡¡¡Miren, miren!!!, les dijo: Sé
bailar; sé hacer cosas de informática muy raras que Vds no saben. Tengo medallas de ajedrez (y Vds No). Me han
aplaudido en los escenarios y he salido en le Tv; además soy capaz de hacer
noticias en las que salgo en fotos en el periódico. Y Vds no saben hacer nada
de eso. ¿¿¿¿Saben por qué??? ¡¡¡¡Porque no saben soñar!!!
Entonces todos
empezaron a tener miedo al oír a ese hombre, porque si lo que decía era cierto….
Ellos habrían sido muy malos, porque habían pegado a muchos niños por soñar. Y
llamaron a abogados para que analizaran la situación. Y vinieron más abogados y
muchos abogados…. Y al final concluyeron que: “Sí, se puede y debe soñar”. Y
quien prohíba soñar podría acabar en la Cárcel por ser mala persona. Pero hubo
un abogado que dijo: La cárcel solo para los malos, malos, de verdad; los demás
tendrán que ir a la escuela de aprender a Soñar.
Y entonces, en
aquella escuela que crearon, todos los que habrían sido encerrados se
convirtieron en los maestros que enseñaban a Todos a Soñar.
Vaya, desde luego, el Mundo, se hizo más agradable y
bonito para los que aprobaban el curso de aprender a Soñar.
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