Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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domingo, 17 de noviembre de 2019

El niño que sabía soñar



Hace muchos años, en un lugar muy lejano, había un niño que había aprendido a soñar.
No todo el mundo sabe soñar, porque la mayoría de las personas y de los niños, creen que soñar es de tontos y de gentes que no saben andar por la vida. Pero a él no le importaba. Él recordaba que siempre que se había puesto a soñar y se empeñaba en su corazón en seguir soñando, iniciaba el camino para que sus sueños se empezaran a realizar de verdad.
Sin embargo, cuando parecía que estaba consiguiendo sus sueños empezaban los problemas, porque nadie como él era capaz de ver que se podían hacer cosas que a otros les parecían imposibles. Entonces todos se le echaban encima y le decían: ¡Que así no es!¡Que no es así! ¡Que tu no sabes! Y no le dejaban terminar su sueño; bueno más que un sueño era una cadena de sueños las que tenía; pero todos le negaban que pudiera hacerse realidad; y no hacían otra cosa que ponerle zancadillas y tratarlo como si estuviera tonto y fuera un inútil.
Incluso cuando preguntaba alrededor, a los más cercanos, todos le decían lo mismo: ¡Que así no es!¡Que no es así! ¡Que tú no sabes! Y empezó a pensar si realmente toda esa gente tenía razón; y en realidad él no sabía hacer las cosas.
Pero entonces encontró a otra persona que le decía que sí, que era posible realizar sus sueños, porque él los había realizado. Y se fue corriendo a su casa a decirles a todos: ¡¡¡Que sí¡!!  ¡¡¡que se pueden realizar los sueños!! Pero, Oh sorpresa. Todos se enfadaron y corrieron a encerrarle para que nunca saliera de un lugar donde había otras personas que decían que sí se podía soñar; y no recibía visitas y pensó que quedaría allí para siempre.
Parecía que nunca podría salir de allí, pero un día pudo salir porque alguien dijo: Este chico puede soñar si lo dejan soñar. Y entonces salió. Pero en su casa le empezaron a decir otra vez: ¡Que así no es!¡Que no es así! ¡Que tú no sabes! Y volvieron a encerrarle.
Parecía que no había solución, hasta que un día un señor (al que también habían encerrado por soñar) salió a escena y les dijo a todos: ¡¡¡Sí se puede soñar!!! Lo que pasa es que Vds no saben soñar (creo que les han pegado mucho de pequeños y por eso no saben soñar o tienen miedo de soñar). ¡¡¡Miren, miren!!!, les dijo: Sé bailar; sé hacer cosas de informática muy raras que Vds no saben.  Tengo medallas de ajedrez (y Vds No). Me han aplaudido en los escenarios y he salido en le Tv; además soy capaz de hacer noticias en las que salgo en fotos en el periódico. Y Vds no saben hacer nada de eso. ¿¿¿¿Saben por qué??? ¡¡¡¡Porque no saben soñar!!!
Entonces todos empezaron a tener miedo al oír a ese hombre, porque si lo que decía era cierto…. Ellos habrían sido muy malos, porque habían pegado a muchos niños por soñar. Y llamaron a abogados para que analizaran la situación. Y vinieron más abogados y muchos abogados…. Y al final concluyeron que: “Sí, se puede y debe soñar”. Y quien prohíba soñar podría acabar en la Cárcel por ser mala persona. Pero hubo un abogado que dijo: La cárcel solo para los malos, malos, de verdad; los demás tendrán que ir a la escuela de aprender a Soñar.
Y entonces, en aquella escuela que crearon, todos los que habrían sido encerrados se convirtieron en los maestros que enseñaban a Todos a Soñar.
Vaya,  desde luego, el Mundo, se hizo más agradable y bonito para los que aprobaban el curso de aprender a Soñar.

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