Miguel Ángel Ibáñez Gómez - maiges_ps@hotmail.com

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viernes, 29 de junio de 2012

Pobres investigaciones

                   Sorprendido me quedé cuando vi un comentario realizado sobre "Mi noche triste" en un blog sobre letras de tango en el que se abordaba la temática de la letra como la de un Cornudo abandonado. Más parece la proyección muy personal del autor del comentario (los prejuicios y propia idiosincracia con que el tango se observó en Europa) ya que, las investigacione me llevaron a verificar (hace ya tiempo) que la historia de la letra se refería a una prostituta. Y de haber abandonado a su chulo (proxeneta), éste (como es histórico en el origen de los tangos - como señalaba Borges ) cantaba en alguna esquina nocturna, intentando conmover a la joven desgraciada para que volviera a su lado (y poder seguir recibiendo beneficios a costa del mal vivir de la joven) y así dejara de trabajar para la competencia (o se salvara de su destino). Desde este punto de vista el Tango adquiere otra visión completamente distinta (y vinculada a la persuasión sentimental, al engaño y la manipulación para conseguir el retorno de la joven). 

                   Pobre, pues, la interpretación realizada  (por el aficionado al tango) que adolece de lo que no debiera adolecer: de investigación previa y metódica (más allá de una sucesión de informaciones que no  justifican erudición, ni visión profunda). La investigación requiere, además de método, la búsqueda del "entorno" social "real" (más probable, de acuerdo con la información que disponemos) y apartir de ahí establecer hipótesis (que enriquecen la propia investigación, haciéndola más sugestiva) hasta acercarse a la más pre-visible (y apostar por una de ellas dejando abiertas otras posibilidades y lineas de investigación ayudando a enriquecer los puntos de vista y el ingenio). Por ello, la definición de Cornudo, premisa con la que parte el análisis (Dicho del marido: Cuya mujer le ha faltado a la fidelidad conyugal) no se ajusta ni de lejos con la realidad económico-social en la que se ambienta este tango, ni de sus compositores e hipotéticos protagonistas (una prostituta no tiene marido, ni falta a fidelidad alguna - por cuanto, por definición, puta pública es - aunque lo pueda buscar para retirarse; y un chulo, por su naturaleza respecto de su prostituta, no es su marido, sino su patrón - con carácter propiamente coactivo - patrón tiránico; que en este caso adula a la joven - como último recurso - para que vuelva al redil y siga siendo parte del sustento personal que le permite, al chulo, tener cierto nivel de vida).

                    Otro respecto merece el polémico origen y disputa de la letra y música del mismo, en la que mediaron varios personajes famosos para poder llegar a un acuerdo y publicitarla.

                 Escuchar el Tango, y su letra, desde esta perspectiva, da una visión más realista de lo que era el ambiente del tango y podríamos imaginar la propia visión de Gardel ( y de aquellos contemporáneos suyos) ante la egocéntrica, pacata-burgesa y acomodada visión del público europeo de entonces, y de ahora, respecto del tango, que se deja llevar por sentimentalismos propios (improbales en un ambiente de supervivencia al límite) o se los atribuye al rival (toda una ironía, descubierta y resumida, probablemente, en la propia sonrisa de Gardel). 

Mi noche triste (Lita)
Tango 1916
Música: Samuel Castriota
Letra: Pascual Contursi
Percanta que me amuraste
en lo mejor de mi vida,
dejándome el alma herida
y espina en el corazón,
sabiendo que te quería,
que vos eras mi alegría
y mi sueño abrasador,
para mí ya no hay consuelo
y por eso me encurdelo
pa'olvidarme de tu amor.

Cuando voy a mi cotorro
y lo veo desarreglado,
todo triste, abandonado,
me dan ganas de llorar;
me detengo largo rato
campaneando tu retrato
pa poderme consolar.

Ya no hay en el bulín
aquellos lindos frasquitos
, arreglados con moñitos
todos del mismo color.
El espejo está empañado
y parece que ha llorado
por la ausencia de tu amor.

De noche, cuando rne acuesto
no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta
me hago ilusión que volvés.
Siempre llevo bizcochitos
pa tomar con matecitos
como si estuvieras vos,
y si vieras la catrera
cómo se pone cabrera
cuando no nos ve a los dos.

La guitarra, en el ropero
todavía está colgada:
nadie en ella canta nada
ni hace sus cuerdas vibrar.
Y la lámpara del cuarto
también tu ausencia ha sentido
porque su luz no ha querido
mi noche triste alumbrar.

Carlos Gardel - Mi noche triste, tango

 

 

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