No sé donde he leído recientemente esta frase (tal vez fuera una insinuación leída de Borges), que me viene a la memoria después de que esta mañana (buscando vídeos folklóricos) diera, por casualidad, con vídeos del golpe argentino de los años 70s. No he podido retener la curiosidad (estando en esta tierra argentina) sumergirme en su historia dramática. Me he visto un vídeo de 40 minutos realmente duro (y no solo eso) además aparecían vídeos del golpe contra Allende (de la misma duración).
Recuerdo que en el curso 73-74 uno de los compañeros (del Instituto en el que comenzaba mis estudios de FP) de último curso realizaba un viaje de estudios a Chile, concretamente a Santiago, patrocinado por una empresa española (al pasar de los años resulta curioso que nuestro instituto – perteneciente entonces a Falange – pues era resultado de una obra del régimen, fuera a investigar las evoluciones del socialismo en Latinoamérica. En cualquier caso, todo el mundo preveía el golpe desde la llegada de Allende) y le tocó vivir como español (a un joven de 19 años) el Golpe de Estado que nos relató en el Salón de Actos a su, creo que, precipitado regreso. Pero España siempre tuvo relación con Iberoamérica (con independencia de la situación política propia o ajena) y los proyectos de colaboración siempre existieron (expresado en proyectos concretos o planes políticos ambiciosos), como quien busca la fórmula perfecta para una convivencia pacífica que permita tanto la plenitud de los individuos como la social (sin las tensiones propias de las ambiciones que habitan – con distintas razones – en los corazones de hombres y mujeres). Desde aquí veo la similitud de los eslóganes, de las ideas, de las tendencias sociales… todo el ser humano mundial embarcado en proyectos sociales y que afectan a los individuos sin saber a ciencia cierta si no acabarán siendo “fuegos artificiales” y un gran sacrificio humano estéril. Y al Norte siempre vigilante (y no saben cuánto) el Gran vecino EEUU.
América tiene su propia naturaleza y el norte está enfrentado al Sur (si este no se somete en la medida necesaria) Y España se ve (desde el Norte) como una (y perdonen la expresión) “mosca cojon….”. El peso de España está en el suministro de ideas a los Gobiernos contrarios a los Norteamericanos (experimentos fuera del país que en el propio país no se atreverían a hacer; como la experiencia chilena - atribuida a grupos políticos españoles de la oposición franquista). Mientras los Norteamericanos deciden (y someten) las producciones de los ricos territorios del Sur, estos articulan redes sociales de bandera revolucionaria. Dependen del Norte (y se plegan a él) y a la vez le hacen la guerra social.
Basta ver el barrio de Puerto Madero (en el propio Buenos Aires) para ver la proporción y la verdadera distancia entre lo que es realmente riqueza y los que somos el resto (burgueses que nos afecta la crisis - burgueses porque vivimos en las ciudades); porque los primeros, si lo precisan se cambian de país con toda la facilidad del mundo, los demás morimos al palo. Y entre esas distancias “unos y otros” juegan con sueños, anhelos y penalidades”.
Por aquí todos hablan de la grave crisis europea (pero todo parece ser una premeditación de despacho). A nadie interesa una Europa Unida (de la manera que se está gestando) y competitiva (así que el dinero emigró hacia donde son más permeables a los deseos del capital internacional: ese que no tiene rostro, pero si dedo índice). Es la hora de los grandes (y peligrosos) visionarios; esta Europa – regada de miles de años de sangre – ¿será capaz de encontrar su propia salida? o seremos defagocitados (aunque sea a trozos) por los poderosos vecinos.
América (del Norte y del Sur) aspira a la riqueza material como fuente de toda riqueza (hasta la traducción de las películas tiene matices diferentes promoviendo esos valores).
Así que: "no me chafen el negocio", es una frase que va más allá de la expresión de un solo hombre; es la expresión colectiva de aquellos que nacieron pensando que tienen todos los derechos del mundos (por su condición) y quien se pone en su camino es un insecto al que hay que aplastar (no vaya a cundir el ejemplo).
La Historia no se repite: Es siempre la misma.:38► 2:38
Recuerdo que en el curso 73-74 uno de los compañeros (del Instituto en el que comenzaba mis estudios de FP) de último curso realizaba un viaje de estudios a Chile, concretamente a Santiago, patrocinado por una empresa española (al pasar de los años resulta curioso que nuestro instituto – perteneciente entonces a Falange – pues era resultado de una obra del régimen, fuera a investigar las evoluciones del socialismo en Latinoamérica. En cualquier caso, todo el mundo preveía el golpe desde la llegada de Allende) y le tocó vivir como español (a un joven de 19 años) el Golpe de Estado que nos relató en el Salón de Actos a su, creo que, precipitado regreso. Pero España siempre tuvo relación con Iberoamérica (con independencia de la situación política propia o ajena) y los proyectos de colaboración siempre existieron (expresado en proyectos concretos o planes políticos ambiciosos), como quien busca la fórmula perfecta para una convivencia pacífica que permita tanto la plenitud de los individuos como la social (sin las tensiones propias de las ambiciones que habitan – con distintas razones – en los corazones de hombres y mujeres). Desde aquí veo la similitud de los eslóganes, de las ideas, de las tendencias sociales… todo el ser humano mundial embarcado en proyectos sociales y que afectan a los individuos sin saber a ciencia cierta si no acabarán siendo “fuegos artificiales” y un gran sacrificio humano estéril. Y al Norte siempre vigilante (y no saben cuánto) el Gran vecino EEUU.
América tiene su propia naturaleza y el norte está enfrentado al Sur (si este no se somete en la medida necesaria) Y España se ve (desde el Norte) como una (y perdonen la expresión) “mosca cojon….”. El peso de España está en el suministro de ideas a los Gobiernos contrarios a los Norteamericanos (experimentos fuera del país que en el propio país no se atreverían a hacer; como la experiencia chilena - atribuida a grupos políticos españoles de la oposición franquista). Mientras los Norteamericanos deciden (y someten) las producciones de los ricos territorios del Sur, estos articulan redes sociales de bandera revolucionaria. Dependen del Norte (y se plegan a él) y a la vez le hacen la guerra social.
Basta ver el barrio de Puerto Madero (en el propio Buenos Aires) para ver la proporción y la verdadera distancia entre lo que es realmente riqueza y los que somos el resto (burgueses que nos afecta la crisis - burgueses porque vivimos en las ciudades); porque los primeros, si lo precisan se cambian de país con toda la facilidad del mundo, los demás morimos al palo. Y entre esas distancias “unos y otros” juegan con sueños, anhelos y penalidades”.
Por aquí todos hablan de la grave crisis europea (pero todo parece ser una premeditación de despacho). A nadie interesa una Europa Unida (de la manera que se está gestando) y competitiva (así que el dinero emigró hacia donde son más permeables a los deseos del capital internacional: ese que no tiene rostro, pero si dedo índice). Es la hora de los grandes (y peligrosos) visionarios; esta Europa – regada de miles de años de sangre – ¿será capaz de encontrar su propia salida? o seremos defagocitados (aunque sea a trozos) por los poderosos vecinos.
América (del Norte y del Sur) aspira a la riqueza material como fuente de toda riqueza (hasta la traducción de las películas tiene matices diferentes promoviendo esos valores).
Así que: "no me chafen el negocio", es una frase que va más allá de la expresión de un solo hombre; es la expresión colectiva de aquellos que nacieron pensando que tienen todos los derechos del mundos (por su condición) y quien se pone en su camino es un insecto al que hay que aplastar (no vaya a cundir el ejemplo).
La Historia no se repite: Es siempre la misma.:38► 2:38
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