Cuando uno va
peleando con la Administración, por cualquier causa, puede que el asunto se
resuelva en breve o no; pero cuando las cosas quedan pendientes,
indefinidamente, como me ocurrió con la cuestión municipal de mi juramentación,
siempre cabe pensar, que a veces, los errores se vienen a sumar a las
adversidades de una lucha que podemos considerar justa, y que estas
adversidades no siempre fueran accidentales – aunque lo pudieran ser – como en
el ejemplo que ahora les relato con la compañía eléctrica de Endesa.
Todo nace a
raíz de que el 18/04/2008, me remite esta compañía de electricidad una factura
por consumo de luz que alcanza el importe de 597,87.-€, dejándome la cuenta
corriente sin capacidad de hacer frente al importe. Realizo, como cualquiera
que se encontrara en mi situación, las gestiones pertinentes, a fin de
averiguar cómo se ha producido ese consumo, pues en mi domicilio no se había
comprado ningún nuevo electrodoméstico, ni se habían cambiado los hábitos de
consumo. Me responden en atención al cliente que ese consumo se ha facturado
por que realmente se ha consumido esa electricidad. Pregunto por posibilidades
de fuga o de que alguien pudiera haber conectado y pinchado mi red eléctrica
particular y me dicen que ello es una cuestión particular mía. Sin más remedio,
ni posibilidad alguna, me resigno en el pago, cuando, nuevamente, el 26/08/2008
me viene una nueva factura de 372,52.-€ que termina por desquiciarme. Vuelve a ocrrir lo mismo el 20/03/2009 con una factura de 103.-€ y nuevamente el 17/06/2009, con otra por importe de 242,97.-€ y una vez más el 26/02/2010 con una factura de 895,45.-€ Vuelvo a
llamar a Endesa con el mismo resultado insatisfactorio.
Por aquél
entonces, Endesa venía realizando una lectura estimada previa a la real. Y dio la
casualidad, de que la persona que realizaba esa lectura previa en mi contador
analógico, se equivocó las dos veces, sólo en mi contador – no con los
contadores de mis vecinos; trasponiendo la cifra “valle”, de consumo nocturno,
por la “cumbre” en las dos ocasiones. Para detectar este error tuve que
estudiar todo el complejo sistema de facturación de la compañía eléctrica, pues
de nada me sirvió ir a la calle San Jorge, a la Oficina del Consumidor Municipal,
donde su argumento, casi sin mirar las facturas ni el estudio que había
realizado, me parecía un pensamiento peregrino; con tecnicismos que no venían a
cuento (claro que si pensaban de mí todo
lo que parecían pensar y de mí se decía, entiendo que no tuvieran mucho interés
en mi problema con Endesa).
Pero quiso el
destino que el error no se pudiera sostener, y que la trasposición de cifras
fuera a llamar la atención, pues el baile de números no se podía sostener
cuando comprobaban la cifra en la central. Mandaron un técnico, primero, para
ver si se habían manipulado los contadores – y lo descartaron. Y luego,
posteriormente aceptaron re-facturar las facturas con error, devolviéndome los
importes excedidos: unos 800.-€. Y no me cortaron la luz porque parecía
evidente de que, aunque quisiera, en mi domicilio era imposible llegar a ese
consumo.
Debido a la
revisión de las facturas que yo mismo me hice, lo hice tan exhaustivamente, que
detecté que últimos recibos me tenían que devolver 23,61.-€ pero me cobraron
61,99.-€. Como el problema “gordo”, se había encaminado sin mediar
más documentos que las reclamaciones telefónicas, (y devolviéndome Endesa solamente: 840,05.-€) realicé una reclamación por
escrito el 04/04/2011 poniendo de manifiesto esa discrepancia a mi favor que ignoraron. A la que me
contestaron, verbalmente, en la oficina de reclamaciones – que se correspondía con una tienda de electrodomésticos – una vez
que vieron todo el zancocho de facturaciones del año 2008, con la siguiente
frase: ¡¡Vaya tipo de contrato que tiene Ud.!!!
Quede como
muestra de esa lucha con una superpotencia (Endesa) los documentos al efecto.
Los siguientes
meses me los pasé llamado a Endesa para darles las cifras reales de mi contador
para que con ellas confeccionaran las facturas y se dejaran de las estimaciones
que me habían causado tantos problemas. Ahora tenemos el sistema automático de
contador inteligente.
En el 2008 me
había echado una pareja argentina para bailar Tango y participamos en el
Pabellón Argentino bailando Tango (¿A alguien le molestaba o todo fue
casualidad?) Esa reflexión se la dejo a la experiencia particular de cada cuál
que lea este escrito. Ya se sabe que es la experiencia la madre de toda
ciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario