Lo Aparente y lo real.
Nuestra generación piensa que “sabe” cuál es la verdad de la vida y que su formación “oficial” le ha dado las herramientas necesarias para reconocer la realidad. No es cierto. La formación recibida nos enseña la “formalidad” de un mundo ideal (inexistente para la mayoría) basado en el materialismo científico y que oculta que los grandes avances de la humanidad se generan por hombres y “posiciones personales” nada convencionales ni “formales”.
La vida está llena de “piratas” buscando hacer su agosto. Tal vez empezaran a ser piratas sólo para sobrevivir, pero luego persistieron en su actitud y se encuentran instalados en posiciones de poder - grande o pequeño - (mientras la vida les de fuerzas) asumiendo el papel de diques que obstaculizan el normal curso de la vida y el desarrollo normalizado de las personas.
Todos repetimos constantemente que la Tierra es redonda, pero actuamos como si fuera plana (porque nunca hemos experimentado su redondez). Decimos que la Tierra gira entorno del Sol (y lo repetimos como papagayos), pero nunca lo hemos experimentado (por lo tanto mentimos y nos mentimos; y lo hacemos porque tendemos a mimetizar con el entorno). Así es la ciencia y los conocimientos que nos trasladan. Existe una distancia entre memorizar y aprender; una distancia que muy pocos recorren y que sirve de soporte para tener a la humanidad entretenida con lo “accesorio” y esclava de deseos estériles.
También nos decimos, ante las adversidades, que la vida es así y se ha de aceptar; cuando en realidad la vida es como la hacemos entre todos. Y andamos mezclados, unos con otros.
También nos decimos, ante las adversidades, que la vida es así y se ha de aceptar; cuando en realidad la vida es como la hacemos entre todos. Y andamos mezclados, unos con otros.
Lo aparente es que el Sol gira entorno a la Tierra y ello es lo real para el ser humano y vive pensando que es él centro del Universo (y su ego se expande e impone cruelmente desde esa visión). Casi nadie piensa (interioriza) que viajamos, con el Sol, en un Universo misterioso; hacia el centro de una Galaxia (en un viaje infinito) donde un inmenso agujero negro deglute toda materia.
Vivimos llenos de prejuicios que nos alejan de la magia de la vida y nos anclan en los deseos (y unos y otros se hablan entre sí como si fueran sabios, desde sus limitadas perspectivas).
Desde aquí ofrecemos otros puntos de vista (no te escandalices por lo que leas: todo es cierto o no?).
Nota: parece que la espiritualidad que se alcanza con los años - cada uno a su nivel - no es lo que parecía después de leer toda aquella cantidad de libros y revistas naturalistas o ecologistas. Parece que tiene que ver más con comprender cómo es la vida y cómo nos encontramos todos, en cierta forma atrapados en nuestros entornos teniendo que gestionar nuestros recursos (materiales y también las emociones que devienen en lo cotidiano y en las abstracciones que nos resumen nuestra sociedad y nuestro mundo) entre los límites que nos ha creado la vida (o que con nuestras decisiones nos hemos puesto).
Estamos sujetos a las limitaciones de nuestro ser - al que hay que mantener y cuidar - y a las limitaciones del entorno. Y aunque pudiéramos hacer ejercicios sobre nuestra perfección y la de la sociedad, parece que el destino es volver al fondo de la "caverna" una y otra vez para demostrar la parte de luz que puede ser útil a aquellos que nos acompañan en este viaje. Y que en ése proceso nos podemos ir agotando o encontrando nuevos espacios que compartir.
Toda la sociedad es una, y parece impulsada, más que nunca, hacia cambios importantes que parece que cada generación apreciará a su manera y de manera sucesiva.
Sinceramente espero que nos llegue el discernimiento y la luz, y con ellos la capacidad didáctica para mostrarla a mis circundantes con la suficiente humildad para que sea aceptada (por cada uno cuando le llegue su momento).
Ójala así sea
Nota: parece que la espiritualidad que se alcanza con los años - cada uno a su nivel - no es lo que parecía después de leer toda aquella cantidad de libros y revistas naturalistas o ecologistas. Parece que tiene que ver más con comprender cómo es la vida y cómo nos encontramos todos, en cierta forma atrapados en nuestros entornos teniendo que gestionar nuestros recursos (materiales y también las emociones que devienen en lo cotidiano y en las abstracciones que nos resumen nuestra sociedad y nuestro mundo) entre los límites que nos ha creado la vida (o que con nuestras decisiones nos hemos puesto).
Estamos sujetos a las limitaciones de nuestro ser - al que hay que mantener y cuidar - y a las limitaciones del entorno. Y aunque pudiéramos hacer ejercicios sobre nuestra perfección y la de la sociedad, parece que el destino es volver al fondo de la "caverna" una y otra vez para demostrar la parte de luz que puede ser útil a aquellos que nos acompañan en este viaje. Y que en ése proceso nos podemos ir agotando o encontrando nuevos espacios que compartir.
Toda la sociedad es una, y parece impulsada, más que nunca, hacia cambios importantes que parece que cada generación apreciará a su manera y de manera sucesiva.
Sinceramente espero que nos llegue el discernimiento y la luz, y con ellos la capacidad didáctica para mostrarla a mis circundantes con la suficiente humildad para que sea aceptada (por cada uno cuando le llegue su momento).
Ójala así sea
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